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DICTAMEN Nº: 37/2005
TÍTULO: Consulta 17/2005 sobre la reclamación de responsabilidad patrimonial
formulada por Don J.M.P.D. por el perjuicio ocasionado por la concesión de una
autorización administrativa de prórroga del permiso de explotación de una
máquina recreativa en el establecimiento hotelero que regentaba.
ANTECEDENTES
1.
Mediante Orden de 22 de marzo de 2005, registro de entrada de 7 de abril, del
Consejero de Interior, se acuerda someter a dictamen de la Comisión Jurídica
Asesora, el expediente de responsabilidad patrimonial iniciado a instancias de Don
J.M.P.D., por los perjuicios originados por la concesión de una autorización
administrativa de prórroga del permiso de explotación de una máquina recreativa en
el establecimiento hostelero que regentaba.
2.
Por tal motivo, el interesado presentó escrito de reclamación de responsabilidad
patrimonial, con fecha 18 de diciembre de 2003, solicitando una indemnización de
12.000 € (doce mil euros) por los perjuicios sufridos.
INTERVENCIÓN DE LA COMISIÓN
3. Las actuaciones remitidas suscitan un supuesto de responsabilidad patrimonial,
siendo preceptivo el dictamen de la Comisión Jurídica Asesora, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 3 1 k) de la Ley 9/2004, de 24 de noviembre, de la Comisión
Jurídica Asesora de Euskadi.
EXPEDIENTE REMITIDO
4.
El expediente comprende, junto a la Orden del Consejero de Interior formalizando la
consulta, los siguientes documentos de interés:
a) Escrito de reclamación presentado por el interesado con fecha 18 de diciembre de
2003.
b) Información y documentación facilitada por la Dirección de Juego y Espectáculos,
en relación con el expediente administrativo relativo a la instalación de una
máquina recreativa en el establecimiento hostelero regentado por el reclamante.
c) Documentación relativa al recurso contencioso-administrativo nº 1547/1999,
seguido a instancias del reclamante en relación con la autorización de instalación
de una máquina recreativa en su establecimiento.
d) Providencia de la Instructora del expediente, notificada al interesado con fecha 1
de abril de 2004, acordando la suspensión del procedimiento de responsabilidad
patrimonial dada la pendencia judicial del indicado recurso contenciosoadministrativo.
e) Providencia de la Instructora del expediente, notificada el 10 de febrero de 2005,
acordando el levantamiento de la suspensión del mencionado procedimiento y
dando inicio al trámite de audiencia al interesado.
f)
Alegaciones presentadas por el reclamante.
g) Propuesta de Resolución desestimatoria de la reclamación.
CONSIDERACIONES JURIDICAS
I.
De carácter general:
5.
La reclamación ha sido formulada dentro del plazo previsto en el artículo 142.5 de la
Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (LRJPAC) y en el artículo 4.2,
párrafo segundo de su Reglamento.
6.
La solicitud de dictamen se ha remitido a esta Comisión, computando la interrupción
derivada de la suspensión del procedimiento, en el plazo de 6 meses para resolver y
notificar previsto en el artículo 13.3 del Reglamento de referencia.
7.
Se ha cumplimentado adecuadamente el trámite de audiencia al interesado con
carácter previo a la redacción de la propuesta de resolución.
II.
Hechos relevantes:
8.
Conforme a los datos e información obrantes en el expediente se aprecian como
hechos relevantes los siguientes:
a) En el establecimiento denominado C.I., sito en …. de …., fue instalada por la
empresa R.I, S.A., una máquina recreativa tipo “B”, modelo Cirsa Bingo, con sus
correspondientes números de serie y registro, previa la pertinente autorización de
instalación de fecha 8 de abril de 1997, expedida por la Dirección de Juego y
Espectáculos, con una vigencia de tres años.
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b) Con fecha 22 de diciembre de 1997, el reclamante accede, en calidad de
arrendatario de local de negocio a la titularidad de dicho establecimiento
hostelero, modificando su antigua denominación por la de C.C.
c) El 26 de octubre de 1998, la Dirección de Juegos y Espectáculos expide una
nueva autorización de instalación de la citada máquina en la C.C., a instancias de
la empresa operadora, en la que aparecen las firmas correspondientes al
representante de dicha empresa y al titular del establecimiento (reclamante).
d) Por escritos de 27 y 29 de octubre y de 30 de diciembre de 1998, el reclamante
comunica al Departamento de Interior la existencia de irregularidades que afectan
a la autorización expedida, en particular a la autenticidad de la firma que figura en
el impreso en el lugar relativo a titular del establecimiento, solicitando la
realización de las actuaciones oportunas a efectos de verificar dicha cuestión. Por
escrito de 22 de febrero de 1999, el interesado solicita la anulación de la
autorización de instalación, la incoación de un expediente sancionador a la
empresa operadora y la realización de determinadas pruebas testificales y
caligráfica para comprobar la autenticidad de su firma en el documento de
autorización.
e) Por Resolución del Director de Juego y Espectáculos, de 26 de abril de 1999,
notificada al interesado con fecha 7 de mayo, se desestiman las alegaciones y
pretensiones del reclamante.
f)
Mediante Sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal
Superior de Justicia del País Vasco, de 20 de noviembre de 2002, dictada en el
recurso contencioso-administrativo nº 1547/1999, notificada al reclamante el 27
de diciembre de 2002, se declara la no conformidad a derecho de la indicada
Resolución, anulándola y dejándola sin efecto, una vez acreditada la falsedad de
las firmas de los titulares del establecimiento estampadas en el documento. La
Sala considera que la actividad de comprobación debería haberse realizado en
vía administrativa con independencia de sus consecuencias penales, lo que
hubiera conllevado, a la vista del resultado de las verificaciones efectuadas, el
rechazo de la autorización al faltar uno de los elementos esenciales, cual es el
relativo a la firma del titular del establecimiento.
g) Por Auto de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de
Justicia del País Vasco, de 24 de noviembre de 2004, dictado en incidente de
ejecución del recurso 1547/1999, a instancias del recurrente, se declara la
imposibilidad material de ejecutar la sentencia recaída en dicho proceso, dada la
finalización de la vigencia de la autorización de instalación el 26 de octubre de
2001, sin que proceda en todo caso reconocer indemnización alguna en favor del
recurrente tras la anulación de la resolución administrativa impugnada.
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h) Por el reclamante se formula reclamación de responsabilidad administrativa de la
Administración Pública por los daños y perjuicios derivados de la autorización
administrativa de instalación de la máquina recreativa en su local de negocio.
III. Fondo del asunto:
9.
Visto el relato fáctico y como cuestión previa al examen de los aspectos de fondo es
necesario analizar si la reclamación sometida a dictamen corresponde a un supuesto
en el que ha recaído resolución judicial definitiva y firme sobre la pretensión
indemnizatoria ahora efectuada. Si la comprobación de los datos obrantes en el
expediente permitiera acreditar tal circunstancia, la solicitud estaría afectada por el
principio de cosa juzgada, conforme a lo dispuesto en al artículo 69 d) de la Ley
reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
10. El alcance y efectos de la cosa juzgada implica la inviabilidad de atacar un
determinado resultado procesal, cerrando toda posibilidad a la adopción, a través de
la apertura de un nuevo proceso o procedimiento, de una decisión que se oponga o
contradiga a la que ya está dictada. La denominada eficacia positiva de la cosa
juzgada potencia lo declarado en un pronunciamiento judicial hasta tal punto que se
impide que en ningún proceso judicial o procedimiento administrativo, aun de distinta
naturaleza o pretendidamente con diferente fin, se decida de modo contrario a lo
fallado, según se deduce del artículo 222.1 de la Ley 1/2000, de Enjuiciamiento Civil.
11. Sobre dicha cuestión se ha pronunciado en diversas ocasiones el Consejo de Estado
al analizar expedientes de responsabilidad patrimonial. En concreto, en su Dictamen
de 12 de diciembre de 2002 el Alto Órgano consultivo expresó lo siguiente: “Como
afirmó este Consejo de Estado en sus dictámenes números 3.265/99, 3.209/99 y
1.436/98, la cosa juzgada impediría examinar el petitum formulado por el interesado
en su reclamación de responsabilidad patrimonial de la Administración en caso de
que estuviera fundado en la misma causa petendi que alguno de los petita deducidos
en la demanda presentada (...) y resueltos mediante Sentencia en un pronunciamiento
relativo al fondo del asunto. Concurriendo las circunstancias mencionadas en el
párrafo anterior, entiende el Consejo de Estado que no procede someter a nueva
consideración esta pretensión (véanse los dictámenes números 1.897/99 y 3.265/99
del Consejo de Estado). El interesado tenía la carga de probar, en el proceso judicial,
la existencia y cuantía de los daños y perjuicios cuyo resarcimiento reclamaba, y ha
de estar a los efectos de la cosa juzgada”.
12. Partiendo de los presupuestos enunciados y a efectos de clarificar dicho aspecto
esencial en el presente caso es preciso determinar si existe identidad, en cuanto a
sus términos y aspectos esenciales, entre la pretensión indemnizatoria planteada por
el reclamante en el incidente de ejecución de sentencia y la deducida en el
expediente de responsabilidad patrimonial, respectivamente, tanto en lo relativo a los
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sujetos y la “causa petendi”, como a la razón jurídica invocada como justificante de la
indemnización.
13. En el escrito de reclamación, formulado con posterioridad a la decisión judicial
anulatoria de la resolución administrativa, el interesado fundamenta su pretensión en
los perjuicios que dicha autorización le ha ocasionado durante su vigencia. El
reclamante concreta el daño sufrido en “soportar contra su voluntad la instalación de
una máquina recreativa en su establecimiento” y en “obtener un beneficio menor que
el presumiblemente obtenido con otro tipo de máquina”. Asimismo, menciona la
devolución del anticipo correspondiente a la contratación de una nueva máquina y al
daño derivado de la presión a la que fue sometido por la empresa operadora de la
máquina que motivó el abandono de la explotación del establecimiento.
14. Durante la tramitación del incidente de ejecución, tras la Sentencia anulatoria de la
Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País
Vasco, de 20 de noviembre de 2002, el reclamante formuló como pretensión
resarcitoria, vista la imposibilidad de ejecución material del fallo, el pago de una
indemnización por parte de la Administración, dado el perjuicio causado por la
autorización administrativa declarada no válida al “haber estado obligado a tener una
máquina recreativa en su establecimiento” y “no haber podido contratar con otra
compañía como era su intención”.
15. La cuestión suscitada en vía jurisdiccional es resuelta en toda su plenitud y de forma
clara y precisa por Auto de la Sala de 24 de noviembre de 2004, por el que se
resuelve la fase de ejecución del pronunciamiento anulatorio, amparado frente al
reclamante por el efecto de cosa juzgada, al indicar que, “No procede reconocer tal
indemnización pues la autorización anulada por este Tribunal permitía la instalación
de una máquina recreativa pero no obligaba al recurrente a que tal instalación fuera
realizada en su local, naciendo tal obligación de las relaciones existentes entre el
actor y la empresa”.
16. La lectura del escrito de reclamación permite apreciar que la pretensión deducida se
corresponde con la que fue objeto de decisión judicial en el mencionado
procedimiento, en el que la Sala desestimó de forma concluyente la solicitud de
indemnización presentada por el reclamante basada en el perjuicio ocasionado por la
autorización de instalación objeto de anulación. La identidad observada afecta tanto a
los sujetos y la “causa petendi”, como a la identificación del daño, con las salvedades
objeto de un posterior análisis.
17. A la vista de lo expuesto, la Comisión considera que la reclamación objeto de
dictamen ha sido ya objeto de conocimiento y decisión jurisdiccional. Tal circunstancia
impide a la Administración Pública el conocimiento de la misma al tratarse de una
resolución judicial respecto de la cual corresponde a la Administración afectada tan
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solo su cumplimiento, pero no proceder a una nueva valoración sobre su contenido o
sobre los presupuestos en los que se fundamenta.
18. Merecen no obstante una breve mención aquellos aspectos adicionales indicados en
el escrito de reclamación en relación con el daño a los que el interesado no se refirió
en el incidente de ejecución, a saber, la devolución de anticipos derivados de pactos
con otra empresa operadora para la futura instalación de una máquina recreativa
diferente y la presión ejercida por la empresa operadora que motivó el abandono de la
explotación del establecimiento.
19. Respecto al primero de los elementos citados, debe indicarse que la devolución de
anticipos no constituye en si mismo un daño indemnizable sino que obedece a los
términos de un negocio jurídico privado cuya no consumación en las condiciones
pactadas obliga al receptor a su devolución conforme a lo libremente acordado. Debe
reseñarse en relación con esta cuestión, que de conformidad con la normativa de
aplicación a la instalación de máquinas recreativas contenida en el Decreto 257/1997,
de 11 de noviembre, y disposiciones de desarrollo, la existencia de una autorización
de instalación en vigor impide suscribir un contrato de instalación con otra empresa
operadora durante el período de vigencia.
20. En lo concerniente a las presiones ejercidas por la empresa operadora que motivaron
el abandono de la explotación del negocio, alegadas por el reclamante, es necesario
manifestar su falta de acreditación en el expediente, tanto en lo referente a su
concreta valoración como a su conexión con el funcionamiento del servicio público, lo
que impide igualmente su consideración como daño resarcible al amparo de las
normas y criterios que configuran el instituto de la responsabilidad patrimonial.
CONCLUSIÓN
No existe responsabilidad patrimonial de la Administración en relación con la reclamación
formulada por Don J.M.P.D.
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