suelo propio de uno

Anuncio
—
39
—
Edificio construido durante el matrimo
nio en suelo propio de uno de
los cónyugues
Bl presente trabajo fué publicado por prila Revista "Bl Derecho" Año 24
,mera ves en
46.
(1945) iV.? 76, pág.
Tratándose de
rési
la
¡Dirección
un
tema de
permanente inte.
de la Revista ha considerado
oportuno realizar nuevamente su publicación
J3ñ cierl;o sentido la ley 10.783 sobre dere,
choS ..civiles de la mujer ha reactualizado et
problema. No pudiéndose enajenar ni aféela?
los bienes in-muebles gananciales sin el con.
la aplica.
seritimiento de ambos cónyugues
bilidad de este substancial principio al caso de
los edificios construidos durante el matrimo.
nio en suelo propio de uno de los cónyugues
dependerá en definitiva del criterio que se
adopte al respecto
Si durante la vigencia del régimen de socie.
—
.
dad [conyugal
sión
y
dote
la teoría de la
—
acce.
ganó adep'os, por la seguridad que
ofrecía desde el punto de vista notarial, espe.
cialmente cuando se trataba de la enajenación
o {afectación de bienes dótales edificados, pue
de afirmarse que en adelante, en función de la
estabilidad de las convenciones, los escribanos
se inclinarán en la práctica a la teoría de la
ganancialisación total.
—
Debe \advertirse finalmente que en virtud de
un trabajo realizado antes de la ley
tra'arse de
N.° 10.783
se
habla
especie desaparecida
en
en
él de bienes dótales
el
nuevo
I
BL PROBLBMA BN LA ANTIGUA LBGISLACION ESPAÑOLA
1)
2)
El Fuero Real
Aplicación
Novísima Recopilación Castellana.
principios de la accesión.
y la
de los
,
—
régimen legal.
40
—
—
II
BL PROYECTO DB GARCÍA
3)
4)
Y
GOYENA
NUESTRO CÓDIGO
'
y explicación de Florencio García Goyena.
-Códigos Español y Uruguayo únicos que admitieron la originalidad
Innovación
Los
de García
Goyena.
III
INTERPRETACIONES
5)
Planteamiento.
IV
teoría DB LA GANANCIALIZACION ABSOLUTA
accesión.
6) Opinión del Dr. -Secco lUa. El art. 1955 in fine invierte los principios de la
7) Opinión del Dr. E. J. Lagarmilla. La parte del terreno que se hace ganancial es
aquella en -que se asienta el edificio.
8) Opinión del Ese. Saúl D. Cestau. De acuerdo con el art. 1955 el terreno cede al
edificio.
V
teoría DB LA ACCESIÓN
9)
José Irureta Goyena (hijo) recogida en sentencia del Dr. Alvaro
en suelo propio de uno de los cónyugues accede al
terreno generándose un crédito a- favor de la sociedad legal por el mayor valor del
bien mejorado.
;
Opiniones
del Dr.
Macedo, El edificio construido
VI
CRITICA A LA TEORÍA DE LA GANANCIALIZACION ABSOLUTA
10)
11)
12)
13)
El
art.
1955-6.9 declara ganancial el edificio pero
no
El empleo de la voz- "pertenecíd' refiriéndose al suelo
tener la transformación, de la propiedad del mismo.
Los- principios de la accesión
no se
han invertido
La -ganancialización del terreno consagraría
—
u-na
el terreno.
es
argumento débil
simplemente
no se
para
aplican' al
sos
caso.
trasmisión dominial anormalísima.
VII
CRITICA A LA TEORÍA DE LA ACCESIÓN
14)
El
texto
legal afirma
de la sociedad legal.
que el
edificio
es
ganancial
y
García Goyena que
es
propiedad
—
41
—
VIII
NUESTRA OPINIÓN
El edificio es ganancial y el suelo propio del cónyugue.
16) Síntesis de los principios de la accesión.
6^* admite las propiedades superpuestas
económicamente indivisi
17) El art. 1955
bles
jurídicamente separables.
18) El art. 1955 ^6.^ sólo declara ganancial el edificio.
19) García Goyena expresa -que lo edifciado será propiedad de la sociedad legal.
20)- La teoría de la ganancialización total se aparta de las -garantías de la integridad
15)
—
—
—
—
de la dote.
IX
RESTITUCIÓN DEL VALOR DEL SUELO AL CONYUGUE A QUIEN PERTENECÍA
21),
Los cónyugues
herederos no pueden reclamar en especie los bienes propios edi
matrimonio, sino su valor, al tiempo de la liquidación de la soc.
sus
o
ficados durante el
legal
Aplicabilidad del
.
22)
art.
1755 sobre enajenación forzosa.
X
PINALIZANDO
23) .Justificación de
este comentario.
I
EL PROBLEMA EN LA ANTIGUA LEGISLACIÓN ESPAÑOLA
los
al
1.) La edificación durante el matrimonio en suelo propio de uno de
cónyuges, ha constituido en todo tiempo un problema complejo,
la legislación han tratado de aportar soluciones con
que la doctrina Jy
Imás
—•
o
menos
fortuna.
viejo derecho español, se presenta confuso a nuestros ojos. De sus
expositores, Benito Gutiérrez Fernández nos ha legado una
interesante reseña del problema, al que en forma obscura e imprecisa se refe
Libro X de la Novísima Recopilación CasteTítulo IV
rían la ley 5.*
Libro III del Fuero Real.
IV
9.»
Título
3.»
las
y
leyes
illana y
Se entendía por aquel entonces, que el dueño del terreno lo era también
del edificio, debiendo al otro cónyugue o sus herederos, la mitad de lo gas
El
más cotizados
—
—
—
tado
en
partían
las construcciones y no la mitad del valor que éstas tuvieran. Com
opinión Sala y Febrero.
esta
—
42
—
Gutiérrez
Fernández, de quien tomamos las citas, agrega su conformi
primera parte de esta doctrina, que confiere la pro-piedad del edificio
al dueño del suelo, pero creía en cambio que debía al otro cónyugue, no la mitaki -de los gastos realizados en la construcción, sino la mitad del valor que
ésta tuviera a la sazón, suponiendo que lógicamente este valor sería ordina
riamente mayor que el de los gastos efectuados. (Gutiérrez Fernández
Tomo I
Códigos Fundamentales
Págs. 477-79).
En
el
verdad,
2.)
principio aceptado por la doctrina hispana no confi
guraba excepción a las normas reguladoras -de la accesión, según las cuales,
el dueño del suelo viene a serlo -de lo que a él se incorpora natural o artifidad
a
la
—
—
qialmeníie
—
.
Todo
se
edificado al
reducía entonces
a
saber cuánto- debía el
propietario del
suelo
si sólo la mitad de los gastos realizados o del va
lor que tuvieran las construcciones levantadas con el apoyo económico de la
sociedad legal.
otro
cónyugue;
La solución dada al
de los
problema de la edificación en suelo propio de uno
-ningún principio- jurídico y en consecuencia
violentaba
cónyugues,
inquietudes doctrinarias no tenían mayor entidad.
Estas, de existir, tenían que desplazarse al terreno filosófico o de la teo
ría pura del derecho. La doctrina de la ley ¿armonizaba también con las ne
no
las
cesidades o conveniencias de la sociedad de bienes existentes entre los espo
sos? Mucho tememos que no; el marida, por su condición de administrador
legal con facultades discrecionales sobre los fondos comunes, podía distraer
los
el
en
mejoramiento -de
sus
propiedades,
sin otra
obligación que la de res
o mejoras realiza
tituir al fin de la sociedad la mitad del valor de las obras
según fuera la doctrina admitida para el caso.
de suponer que la edificación contribuyera eficazmente a
la valorización de la tierra, la reparación debida le dejaba aún, en el peor de
das
o
de los gastos efectuados,
Pero
como
es
los casos, un saldo de
o. herederos.
provecho
o
beneficio que
no
compartía
con su
cónyugue
ningún interés podía tener entonces el marido en edificar en te
con lo- que la ley contribuía a aumentar la desigualdad, que
caracteriza esta excepcional comunidad, a la que llama pomposamente "soPoco
rrenos
de
o
su
esposa,
dieda-ü".
11
EL PROYECTO DE GARCÍA GOYENA Y NUESTRO CÓDIGO
3.)
tuvo el
Aquel ilustre sabio español que fué don Florencio García Goyena,
privilegio de ser el primer jurista que apreciara las inconveniencias
—
del
43
—
contra el que reacciona
régimen imperante,
revolucionando
principios
bá
sicos.
En el art.
1325 de
"
"
*'
celebrado
Proyecto de Código Civil, consagra la
copiara luego
impensas útiles hechas en los bienes peculiares de cualquiera de los cónyugues por anticipaciones de la sociedad o por la industria del marido o de la mujer son
su
nuestro
norma, que
ilustrado codificador. "Las
gananciales.
"Lo serán también los edificios construidos durante el matrimonio en
propia de uno de los cónyugues, abonándose el valor del suelo al cón-
suelo
"
yugue
a
quien pertenecía"
.
original innovación expresa:
Este segundo párrafo es contrario a
edificios.
todos los códigos, al principio adoptado en todos ellos, "inoedificata solo
cedunt", y consignado en nuestro artículo 404, a las leyes citadas del
Fueroi Real y a la práctica.
"Según este párrafo-, el edificio no sigue al suelo; el dueño de éste sólo
tiene derecha a que se abone la mitad de su valor lo edificado será propiedad de la sociedad y se reputará ganancia por todo el ^alor que a la sazán ten-ga, no- por lo que se gastó en edificar.
"Fúndase esta excepción en consideraciones de interés público para pro
mover la edificación, sobre todo en las capitales y grandes poblaciones.
"Un marido por ejemplo, se abstendrá de edificar con dinero propio o
común en un solar dotal (sito quizá en uno- de los mejores parajes públieos) por saber que el edificio irá a poder de su mujer o de herederos extraños y que no se reputará mejora sino lo rigurosamente gastado en ediExplicando luego
tan
"Lo serán también los
"
"
"
"
'■'
"
"
"
"
<'
ficar.
"El artículo le presenta
"
"
"
"
■ —-
un
cebo
o
estímulo para que
se
edifique,
pues
tiene los mismos derechos y esperanzas que la mujer para ser propietario
del edificio y la seguridad -de que en caso contrario se reputará ganancia
todo lo que más valga el edificio por cualquier género de gastos, aunque
332 Ed.
sean voluntarias o de puro placer y ornato (Tomo II Pgs. 331
-
"
Madrid 1852".
han
con
4.) De los Códigos que hemos consultado sólo el español y el nuestro
reproducido a García Goyena; el primero casi literalmente y el segundo
rigurosa fidelidad.
El art. 1404 del Código Civil Español dice en lo pertinente :
"Lo serán también los edificios construidos durante el matrimonio
"
"
de
de los
propio
cónyugues,
cónyugue a quien PERTENEZCA".
suelo
uno
en
abonándose el valor del suelo al
—
44
-
III
INTERPRETACIONES
Los más destacados maestros de nuestro
país, se han ocupado del
abordamos, en un ponderable esfuerzo por desentrañar el original
principio de García Goyena y controlar sus imprevisibles efectos.
Engranar lá nueva doctrina legal con los demás principios del Código,
resultó en definitiva mucho más difícil de lo que pudieran imaginar el sabio
codificador español y nuestro- propio Narvaja.
Es la fatal consecuencia de toda tentativa de incorporación de nuevos
principios, al compleja mecanismo -de los Códigos, construidos co-n eleinentos
conocidos y de efectos perfectamente experimentados.
5.)
tema que
Así
como
químicamente
la combinación de
un nuevo
elemento
con
otros
ciencia, sorpresas insospechables, por el
resultado de las combinaciones, por las incompatibilidades que se manifiestan,
etc., en la ciencia jurídica no podían dejar de hacerse presente los mismos fe
conocido-s,
reserva
a
los hombres de
nómenos.
Tal lo que ha ocurrido
-cuya solución aún
problemas
realizados
con
no
el
se
principia de García Goyena, generando
podido alcanzar, pese a los esfuerzos
ha
i
.
que se ha le
¿La ganancialización
há
el
construido?
el
edificio
al
suelo
sobre
se
¿Siendo el
que
¿Sigue
edificio ganancial conserva el terreno en que se alza su propia carácter jurídico?
Veamos lo que dice nuestra doctrina y jurisprudencia.
del edificio trae también la del suelo
en
vantado?
IV
TEORÍA DE LA GANANCIALIZACION ABSOLUTA
Joaquín Secco Illa, la construcción de un edificio du
propio de uno de los cónyugues, le dá al conjímto (terrena y edificio) el carácter de un bien ganancial, debiendo la sociedad al
propietario del suelo, el valor que se estableció al aportarlo al matrimonio o
6.')
rante el
Para el doctor
matrimo-nio,
el que tenía
en
en
suelo
el momento de levantarse el edificio.
Expresa nuestro ilustrado civilista que el art. 1955 in fine del Código
Civil, invierte los principios de la "accesión"; en general los edificios cons
truidos en terrenos ajenos, corresponden al -dueño del terreno-, porque lo ac
cesorio sigue a lo principal, al suponer el legislador que lo principal es el te
rreno y lo accesorio el edificio (art. 749 C. Civil). Aquí, en cambio, el le-
45
-
—
el dueño del edificio hace juyo el terreno,
gislador ha invertido el criterio ;
sm perjuicio de pagarle el valor del terreno al cónyugue a quien pertenecía.
Concreta ímalmente su posición haciendo presente que hay en la teoría
de la ley una "enajenación ficta", que se opera en el momenLO en que se levan
ta la construcción. (Revista Jurdica
Año III. N.' 29 Págs. 122 y sigtes).
7.) .En el mismo sentido se manifiesta otro de nuestros más cotizados
civilistas, el doctor Eugenio J. Lagarmilla, quien con la precisión que lo ca
racteriza dice: "Nuestro Código, ilógicamente, hacq ganancial al edificio construído durante el matrimonia, en suelo propio de uno de los, cónyugues, abonándose el valor del suelo, al cónyugue a quien pertenecía (Código; Civil N'
1955 inciso final)".
"Por el hecho de la construcción en bien propio de uno de los esposos se
ihace ganancial, debiendo la sociedad el valor del terreno al propietaria de
¡éste. Hay pues, en este caso, una propiedad ganancial, que no pertenece
exclusivamente al cónyugue, sino a la sociedad o quien sus derechos hubiere".
Delimitando luego el alcance de su opinión, agrega el doctor Lagarmi
lla que la única parte -del terreno que se hace ganancial, es aquella en que se
asista el edificio, por lo que el problema pierde toda entidad cuando se trata
de bienes rurales, donde las construcciones son, por regla general, un acceso-^
rio de muy relativa importancia en el conjuntoi -del bien.
(nota de jurispru
dencia len la Revista de Derecho, Jurisprudencia y Administración Año XLI
NI.' 9
Pág. 260)
8. )
Finalmente el Escribano Saúl D. Cestau aporta su voto a la doc
trina que reseñamos: "El art. 1955 del C. Civil, en su inciso final, invierte
los principios sentados en este art. 751. Según el art. 751, las construc—
-
-
"
"
"
"
"
"
—
-
-
.
.
.
.
"
"
"
dones ceden al terreno. De acuerda
terreno cede al
con
el inciso último del art.
1955 el
edificio. Se ha
discutido^ si de acuerdo con el art. 1955,
"i es todo el terreno el que se hace ganancial o es tan solo el ocupado por la
edificación. No entramos a analizar esta cuestión, porque sería salimos de
los límites de este trabajo, bástenos con dejar sentado que si bien la letra
del art. 1955 puede inclinar a la tesis de que es todo el terreno en que se ha
'1 |ce ganancial, no es menos cierto, que los principios de la razón y de la, lógica inclinan a la solución contraria". (Modos de adquirir el dominio, ocu
pación y accesión Pág. 179 N.' 293)
"
"
"
"
-
-
.
V
teoría de la ACCESIÓN
9.)
construido
a la doctrina de la
ganancialización total se levanta la qué ha
sólidos fundamentos desde la cátedra, el profesor Dr. Irureta
Frente
con
—
Goyena (hijo)
46
-
y que ha merecido el honor de servir de base
a un
concienzudo
Éall'o del doctor Alvaro Macedo.
En síntesis
se
sostiene que el edificio construido
en
suelo
cónyugues accede al terreno, generándose un crédito
dad legal, por el mayor valor del bien mejorado.
de los
a
propio
El doctor Macedo concreta la doctrina del doctor Irureta
siguiente
A)
de
uno
favor de la socicr
Goyena
en
la
forma:
La interpretación literalista supone la creación de una forma de
trasmisión de dominio de carácter anormalísima, que no corresponde a nin
guno de los títulos y modos en virtud de los cuales se adquiere el dominio- en
derecho.
nuestro-
B)
,
La trasmisión del dominio
operada
en
tal forma
es
clandestina y
terceros, carácter que resulta acentuado por las dificultades
transcurso del tiempo crea para la prueba del hecho de haberse
secreta para los
que el
simple
construido el edificio
C) El
ción judicial
con
ganancial o propio de alguno de los cónyugues.
cumplir la solemnidad especial de la autoriza
dinero
esposo que debe
para enajenar un inmueble dotal a un tercero, por la vía de la
construcción de cualquier edificio, puede sustraer el más valioso inmueble do
patrimonio de su cónyuge sin recabar su consentimiento y sin las ga-^
rantías que otorga la intervención judicial.
Y ello, cualquiera que fuere la desproporción que exista entre el edificio
construido y el valor del inmueble. Parece obvio señalar como por esa vía,
tal del
se puede lograr la consumación de verdaderas maniobras dolosas
perjuicio del patrimonio dotal, contrariando lo que constituye una clara y
enérgica preocupación del legislador.
D) El numeral 6' del art. 1955 del C. Civil tiene su fuente en el art.
1325 de García Goyena. Y este proclama ("Concordancias" t. 3 p. 332) co
mo fundamento de la disposición que "el marido se abstendría de edificar
con dinero propio o común en un solar dotal, por saber que el edificio irá
a
poder de su mujer o de herederos extraños. .".
Pero ese estímulo que se dá al esposo se logra con igual eficacia siguien
do el criterio de la accesión del inc. 1.' del texto, y sin incurrir en los. perjui
cios que pueden derivar para la mujer de la interpretación literalista del mis
fácilmente,
en
"
"
.
mo.
E) La interpretación que se impugna supone el quebrantamiento de to
régimen dotal. tan escrupulosamente disciplinado pof la ley. Transfor
mar a la mujer de titular de dominio en una acreedora quirografaria de la so
ciedad legal y ello por resolución incontrolada del esposo, supone una situación
que violenta lá esencia misma de un régimen creado- en su beneficio y garantía.
F) No puede argumentarse invo-cando la norma hermenéutica del art.
17 del C. C. porque la ley no es clara. Y no lo es, porque ya en el primer
inciso se advierte que se dice: ". .que es ganancial el aumento, del valor de los
do el
-
"
47
—
bienes
propios" como resultado de una mejora hecha con fondos comunes
embargo comprobamos que no hay tal, que el aumento del valor es
inherente al bien mismo y por consiguiente propio.
Lo que quiso expresar el legislador es que simultáneamente surge un cré
dito a favor de la sociedad de gananciales, por el aumento del valor. Revista
de Derecho, Jurisprudencia y Administración Año XLI
N.' 9
págs. 260
261).
La exposición es convincente y la solución encontrada atrae por su sim
plicidad, que elimina prácticamente todos los problemas de la edificación en
suelo propio de uno de los cónyuges.
"
y sin
,
-
-
VI
CRITICA A LA TEORÍA DE LA GANANCIALIZACION
ABSOLUTA
10)
La tarea que
nos
hemos
impuesto puede exceder
nuestros esfuer
dificultades propias del tema, se suma la indiscutible
toridad de los maestros de derecho que lo han tratado.
zos;
a
las
enormes
au
Respetando distancias, creemos contra lo que podía suponerse, que el te
está agotado; los esfuerzos realizados no han tenido suficiente profun
didad, dando por resueltos los problemas, cuando se estaba cerca de la solu
ción, pero sin que se haya vislumbrado el verdadero camino para llegar a ella.
La teoría de la ganancialización total, que supone socializados el edificio
y el terreno, cuenta a su favor con un mejor asiento legal; trata de resolver
las dificultades sin perder de vista el art. 1955
6.', pero adolece del defecto
de darle al principio de la ganancialización, una excesiva extensión.
Un principio excepcional como el que consagra la citada disposición de
nuestro Código, debe interpretarse estrictamente : por él se declara ganancial
el edificio, pero no el terreno, ya que no pueden tomarse en ese sentido las
palabras "abonándose el valor del suelo al cónyuge a quien PERTENECÍA".
Confirma esa impresión el comentario de García Goyena en cuanto rati
fica que el edificio será propiedad de la sociedad y se reputará ganancia por
todo el valor que tenga a la sazón; pero- en ningún momento pretende que el
terrena sobre el cual se levanta, siga la condición jurídica del edificio.
Semejante inversión de -principios, tendría que surgir de un texto claro
y categórico y ese no es nuestro caso.
11) Puede confundir al investigador el empleo del verbo pertenecer en
la tercera persona del pretérito imperfecto del indicativo (PERTENECÍA)
haciendo suponer que el terrena ya no pertenece más a su propietario-, pero tal
argumenta sería demasiado débil para sostener semejante transformación en la
ma no
propiedad
del suelo.
—
El
y
—
legislador español más prudente
ello el sentido de la frase
con
48
:
que el nuestro, cambió el vocablo,
"... abonándose el valor del suelo al cónyu
a quien PERTENEZCA",, con lo
que aparece más claro que no ha perdido
propiedad del terreno, por efectos de la edificación a costa del caudal común.
1^) Se ha afirmado, a nuestro juicio- equivocadamente, que en el caso
del a-rt. 19S5
6' del C. Civil, se han invertido los principios de lal ¡accesión,i,
según los cuales ló accesorio (edificio) sigue a lo principal (terreno), para
establecer en cambio, que en el supuesto del art. citado, lo principal sigue a
gue
la
-
lo accesorio
No
-
es
6.' del C'
.
exacto; del hecho o circunstancia, de que en el -caso del art. 1955
Civil, el edificio no siga al suelo (y tal es lo único que en concreto
dice la citada
disposición),
no
puede derivarse
que entonces éste
sigue
a
aquél.
Por otra parte, como muy bien! lo afirma el doctor Irureta Go-yena,
si el terreno se hace ganancial por hecho de la edificación, consagrar'íamos una
13)
trasmisión dominial anormalísima, que no corresponde
los y modos reconocidos en nuestro derecho.
a
ninguno
de los títu
problema desde el punto de vista de los inmuebles dotales,
profunda anormalidad del sistema, que trastorna tot
do el régimen de garantías tan hábilmente estructuarado por el legislador,
para salvaguardar el patrimonio de la mujer, de la voracidad o mala adminis
Y si enfocamos el
aparece entonces la
tración del marido.
VII
CRITICA A LA TEORÍA DE LA ACCESIÓN
La teoría de la accesión, tan brillantemente expuesta por el doc
Goyena (hijo) ha orillado las serias dificultades de la que defien
den los Dres. Secco Illa y Lagarmilla, pero ha perdido contacto con el texto
14)
tor Irureta
legal.
Tal
es su
peor defecto ; suponer que en nuestro caso el edificio no es ga
o marital, según la naturaleza del suelo
que le sirve de
nancial, sino dotal
asiento, todo sin perjuicio del derecha de la sociedad legal
es
en vano
No
resolver el conflicto
a
reclamar el mayor
6'.
prescindencia absoluta del art. 1955
Entonces volvemos a los principios generales de la accesión, donde lo ac
cesorio (edificio) sigue a lo principal (terreno) ; a los mismos que consagra
ba la antigua legislación española y de los que García Goyena habría tratado
valor,
con
-
de apartarse.
puede
ser
tampoco la solución: el textio legal
afirma
que el
edificio
el mayor valor de la propiedad mejorada) es ganancial y García Goyena
(y
agrega qtie es "PROPIEDAD" de la sociedad; apartarse de la letra clara de
no
49
—
la
ley
ver
y del
espíritu innovador
que la
—
informa,
no es una
forma feliz de resol
las dificultades.
VIII
NUESTRA OPINIÓN
15) Cuando se construye durante el matrimonio un edificio en suelo
propio de uno de los cónyuges, el edificio es ganancial y pertenece a la socie
dad legal pero el terreno sobre el cual se asienta sigue sieriáo dotal o /marital.
16) El instituto de la accesión, como modo de adquirir, trata de elimi
nar los conflictos que podrían plantearse entre dos propietarios cuando las
cosas que son objeto de sus respectivos derechos, se unen para formar un todo
materialmente indivisible o- cuya división o separación es económicamente inotinveniente.
Los
principios
de la accesión que regulan este modo- de adquirir pueden
en los
siguientes: 1.') La propiedad de la cosa
sintetizarse, según Cestau,
accesoria
se adquiere por el de la
ni económicamente útil.
principal, cuando la separación no es
2.') Siempre que la separación de las ma
posible
terias unidas pueda hacerse sin inconvenientes y el dueño de la materia ajena
empleada lo exija, deberá efectuarse la separación.
3.') Accesoria es siem
pre la cosa mueble respecto de la inmueble.
4.') La adquisición de la pro
piedad ajena por accesión, no- significa que se deba operar gratuitamente,
sin compensar a aquél que pierde su cosa ; hay casos de excepción, cuando la
incorporación se produce por obra de las fuerzas naturales (ob. cit. N.' 143
-4
pág, 103).
Y tales principios no pueden dejar de funcionar, sino por excepción, a
riesgo de crear una dificilísima situación entre los propietario-.s de cosas inse
parablemente unidas o- combinadas de tal modo, que su separación resulta ancosa
—
—
■ —■
tiieco-nómlca
.
6' ha. establecido, no h inversión de los principios
17)
una
sino
simple excepción a esos principios : en vez de permitir
accesión,
de acuerdo con las normas generales, que el dueño del suelo se haga propie
tario del edificio, dispone que el edificio constituirá una propiedad distinta y
separada, dando mérito a una curiosa situación jurídica, que no debe sin em
bargo considerarse anormal; el edificio y el terreno sobre el cual se asienta,
co-nstituirán un conjunto económicamente indivisible, pero jurídicamente sepa
rable -en sus distintos elementos integrantes; la propiedad del edificio corres
ponderá a la sociedad legal y la del terreno al marido -oi a la mujer, sin que la
sociedad -pueda- duratite el mátrirnónio hacerse dueña del suelo, ni los cón
yuges "adquirir el doriiinlo del edificio.Y decimos que no debe veíase en esto una situación anormal, sino perféciEl art. 1955.
de la
'
-
50
—
tamente
«
dentro de la economía de nuestro Código; en efecto, según el
Civil, las obras siembras y plantaciones hechas en un te
presumen hechas por el propietario a sus expensas y que le pertene
lógica
749 del Cód.
art.
rreno,
se
cen, SI NO SE PRUEBA LO CONTRARIO.
Disposición que ha sugerido al eminente colega don Francisco Barredo
Llugain esta interesante reflexión: "El rigor de la accesión romana ya no es
de nuestros tiempos ; la imposibilidad jurídica de propiedades superpuestas ha
desaparecido y si bien se presume- que toda construcción o plantación sobre el
.suelo o debajo del suelo ha sido hecha y pertenece al dueño de éste esa pre
sunción no e¿ absoluta y admite la prueba contraria, con lo que queda admitida
la posibilidad DE UNA DIVISIÓN DE LA PROPIEDAD EN PLANOS
-HORIZONTALES".
Nada hay entonces de a-normal en suponer que el edificio y el terreno en
el caso del art. 1955 -6' son dos propiedades distintas y que sólo económi
camente forman
18)
ganancial
de
uno
un
todo- indivisible.
texto legal declara en forma precisa que "Será también
EL EDIFICIO construido durante el matrimonio en suelo propio
El
de los
recordadq
cónyugues.
"
.
.
pero
no
dice que lo será también el terreno, y las
de estricta
interpretación.
ya lo expresáramos, García Goyena tampoco pretende en
que el suelo se transforme en un bien ganancial, concretán
dose a manifestar que según su nuevo principio. "LO EDIFICADO SERA
PROPIEDAD DE LA SOCIEDAD y se reputará ganancia por todo el va
lor que a la sazón tenga, no por lo que se gastó en edificar"
20) No pudo tampoco escapar a la aguda perspicacia del legislador que
excepciones
19) Como
ningún mornento
son
.
ganancialización del terreno edificado durante el matrimonio, en el caso de
los inmuebles dótales, sin intervención de la voluntad de la mujer y sin nin
la
gún
contralor
judicial,
vadores de la dote y
ción marital.
era
una
un
ataque violento
todos los
a
concesión eminentemente
principios conser
peligrosa, a la administra
puede pasarse al otro ex
jurídica del suelo- se absor
be en ella al edificio, quitando toda eficacia al art. 1955
6' y destruyendo
por interpretación el principio innovador de García Goyena.
Pero, sin embargo, de
tremo, donde a pretexto de
esta reflexión
conservar
lógica,
no
la condición
-
IX
-
RESTITUCIÓN DEL VALOR DEL SUELO AL CÓNYUGE
A
QUIEN
PE ATENEOIA
21) Sería incompleta nuestra posición si no explicáramos las palabras
6' en cuanto termina expresando "...abonándose el
finales del art. 1955
valor del suelo al cónyugue a quien pertenecía".
—
51
—
palabras deben tomarse en cuenta no en el momento
edificación, ya que no pueden admitirse jurídicamente arre
de
cuentas
entre
losi cónyugues durante el matrimonio, sino en la época de
glos
la disolución de la sociedad conyugal.
Configuran también ellas una excepción a los principios de restitución
de los bienes dótales y maritales Cuando éstos existen en especie, deben res
tituirse "en el estado en que hallaren" (Arts. 2044 y 2007 del C. Civil) y
no se cumple, reintegrando su valor, como cuando los bienes do-tales o marita
les han sido enajenados durante el matrimonio.
En el caso -del art. 1955
6', los cónyugues o sus herederos no pueden
reclamar la restitución en especie de los bienes propios edificados durante el
matrimonio, sino el valor que se estableció al aportarlos a la comunidad
Creemos que estas
de terminarse la
.
social
o
el que tenían
en
el momento de levantarse las construcciones, ya que
deberán considerarse económicamente
la
de la sociedad
liquidación
La partición
rá el terreno y
legal
como
bienes comunes,
a
los efectos de
.
del caudal común resolverá
en
definitiva
quién pertenece
a
edificio, siendo entonces llegado el momento de explicar las
siguientes palabras de Goyena, que a primera vista se presentan confusas;
su
"El artículo le presenta un cebo o estímulo (se refiere al marido) para que
edifique, pues tiene los MISMOS DERECHOS Y ESPERANZAS que la
mujer para ser propietario del edificio y la seguridad de que en caso contrario
se reputará
ganancia todo lo que más valga el edificio por cualquier género de
gastos, aunque sean voluntarios o de puro placer y ornato"
En el caudal común deberá comprenderse el terreno- y su edificio como
bien económicamente ganancial, acreditándose al cónyuge a quien pertenece
el suelo el valor que éste tenía en el momento de su aportación a la sociedad,
si entonces fué estimado o el que tenía en la época de la construcción, valor
.
que
se
sumará
a su
haber social.
22) En caso dq ser el único bien de la sociedad legal o cuando ninguno
integrantes puede o- quiere admitirlo íntegramente, se pondrá final a la
comunidad por la vía de la subasta pública (art. 1755 del C. Civil), cuyo
producto, descontado el valor del terreno, se considerará ganancial. En tal
caso, la enajenación se consumará por el propietario- del terreno y por éste
y el otro cónyugue o sus herederos como propietarios del edificio o por el Juez
en representación de ambos en caso de rebeldía. (Art.
1.'
decreto ley de
'5 -de Enero de 1943).
La aplicabilidad del art. 1755 del C. Civil no puede discutirse: hay
de
sus
una
comunidad
en
el edificio y éste
es
inseparable del
suelo sobre el que
se
asien
inseparabilidad es la razón por la cual el legislador permite co-nsiderar
al conjunto, como formando un todo indivisible, a los efectos de la partición
del caudal común y liquidación de la sociedad legal.
ta. Tal
—
52
—
X
FINALIZANDO
No tenemos la
pretensión de haber agotado el tema que sirve de
propósito al tratarlo-, fué exponer a
la consideración de la -doctrina una nueva posición, que podríamos llamar ecléc
tica, y que creemos está más cerca de la letra y espíritu informativo de la nor
ma legal, que creara el genio inquieto y rector de don Florencio García Go
yena, a cuya ilustre memoria, dedicamos este modesto homenaje.
23)
base
a
este
comentario;
nuestro único
Esc. Julio R: Bardallo.
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