— 39 — Edificio construido durante el matrimo nio en suelo propio de uno de los cónyugues Bl presente trabajo fué publicado por prila Revista "Bl Derecho" Año 24 ,mera ves en 46. (1945) iV.? 76, pág. Tratándose de rési la ¡Dirección un tema de permanente inte. de la Revista ha considerado oportuno realizar nuevamente su publicación J3ñ cierl;o sentido la ley 10.783 sobre dere, choS ..civiles de la mujer ha reactualizado et problema. No pudiéndose enajenar ni aféela? los bienes in-muebles gananciales sin el con. la aplica. seritimiento de ambos cónyugues bilidad de este substancial principio al caso de los edificios construidos durante el matrimo. nio en suelo propio de uno de los cónyugues dependerá en definitiva del criterio que se adopte al respecto Si durante la vigencia del régimen de socie. — . dad [conyugal sión y dote la teoría de la — acce. ganó adep'os, por la seguridad que ofrecía desde el punto de vista notarial, espe. cialmente cuando se trataba de la enajenación o {afectación de bienes dótales edificados, pue de afirmarse que en adelante, en función de la estabilidad de las convenciones, los escribanos se inclinarán en la práctica a la teoría de la ganancialisación total. — Debe \advertirse finalmente que en virtud de un trabajo realizado antes de la ley tra'arse de N.° 10.783 se habla especie desaparecida en en él de bienes dótales el nuevo I BL PROBLBMA BN LA ANTIGUA LBGISLACION ESPAÑOLA 1) 2) El Fuero Real Aplicación Novísima Recopilación Castellana. principios de la accesión. y la de los , — régimen legal. 40 — — II BL PROYECTO DB GARCÍA 3) 4) Y GOYENA NUESTRO CÓDIGO ' y explicación de Florencio García Goyena. -Códigos Español y Uruguayo únicos que admitieron la originalidad Innovación Los de García Goyena. III INTERPRETACIONES 5) Planteamiento. IV teoría DB LA GANANCIALIZACION ABSOLUTA accesión. 6) Opinión del Dr. -Secco lUa. El art. 1955 in fine invierte los principios de la 7) Opinión del Dr. E. J. Lagarmilla. La parte del terreno que se hace ganancial es aquella en -que se asienta el edificio. 8) Opinión del Ese. Saúl D. Cestau. De acuerdo con el art. 1955 el terreno cede al edificio. V teoría DB LA ACCESIÓN 9) José Irureta Goyena (hijo) recogida en sentencia del Dr. Alvaro en suelo propio de uno de los cónyugues accede al terreno generándose un crédito a- favor de la sociedad legal por el mayor valor del bien mejorado. ; Opiniones del Dr. Macedo, El edificio construido VI CRITICA A LA TEORÍA DE LA GANANCIALIZACION ABSOLUTA 10) 11) 12) 13) El art. 1955-6.9 declara ganancial el edificio pero no El empleo de la voz- "pertenecíd' refiriéndose al suelo tener la transformación, de la propiedad del mismo. Los- principios de la accesión no se han invertido La -ganancialización del terreno consagraría — u-na el terreno. es argumento débil simplemente no se para aplican' al sos caso. trasmisión dominial anormalísima. VII CRITICA A LA TEORÍA DE LA ACCESIÓN 14) El texto legal afirma de la sociedad legal. que el edificio es ganancial y García Goyena que es propiedad — 41 — VIII NUESTRA OPINIÓN El edificio es ganancial y el suelo propio del cónyugue. 16) Síntesis de los principios de la accesión. 6^* admite las propiedades superpuestas económicamente indivisi 17) El art. 1955 bles jurídicamente separables. 18) El art. 1955 ^6.^ sólo declara ganancial el edificio. 19) García Goyena expresa -que lo edifciado será propiedad de la sociedad legal. 20)- La teoría de la ganancialización total se aparta de las -garantías de la integridad 15) — — — — de la dote. IX RESTITUCIÓN DEL VALOR DEL SUELO AL CONYUGUE A QUIEN PERTENECÍA 21), Los cónyugues herederos no pueden reclamar en especie los bienes propios edi matrimonio, sino su valor, al tiempo de la liquidación de la soc. sus o ficados durante el legal Aplicabilidad del . 22) art. 1755 sobre enajenación forzosa. X PINALIZANDO 23) .Justificación de este comentario. I EL PROBLEMA EN LA ANTIGUA LEGISLACIÓN ESPAÑOLA los al 1.) La edificación durante el matrimonio en suelo propio de uno de cónyuges, ha constituido en todo tiempo un problema complejo, la legislación han tratado de aportar soluciones con que la doctrina Jy Imás —• o menos fortuna. viejo derecho español, se presenta confuso a nuestros ojos. De sus expositores, Benito Gutiérrez Fernández nos ha legado una interesante reseña del problema, al que en forma obscura e imprecisa se refe Libro X de la Novísima Recopilación CasteTítulo IV rían la ley 5.* Libro III del Fuero Real. IV 9.» Título 3.» las y leyes illana y Se entendía por aquel entonces, que el dueño del terreno lo era también del edificio, debiendo al otro cónyugue o sus herederos, la mitad de lo gas El más cotizados — — — tado en partían las construcciones y no la mitad del valor que éstas tuvieran. Com opinión Sala y Febrero. esta — 42 — Gutiérrez Fernández, de quien tomamos las citas, agrega su conformi primera parte de esta doctrina, que confiere la pro-piedad del edificio al dueño del suelo, pero creía en cambio que debía al otro cónyugue, no la mitaki -de los gastos realizados en la construcción, sino la mitad del valor que ésta tuviera a la sazón, suponiendo que lógicamente este valor sería ordina riamente mayor que el de los gastos efectuados. (Gutiérrez Fernández Tomo I Códigos Fundamentales Págs. 477-79). En el verdad, 2.) principio aceptado por la doctrina hispana no confi guraba excepción a las normas reguladoras -de la accesión, según las cuales, el dueño del suelo viene a serlo -de lo que a él se incorpora natural o artifidad a la — — qialmeníie — . Todo se edificado al reducía entonces a saber cuánto- debía el propietario del suelo si sólo la mitad de los gastos realizados o del va lor que tuvieran las construcciones levantadas con el apoyo económico de la sociedad legal. otro cónyugue; La solución dada al de los problema de la edificación en suelo propio de uno -ningún principio- jurídico y en consecuencia violentaba cónyugues, inquietudes doctrinarias no tenían mayor entidad. Estas, de existir, tenían que desplazarse al terreno filosófico o de la teo ría pura del derecho. La doctrina de la ley ¿armonizaba también con las ne no las cesidades o conveniencias de la sociedad de bienes existentes entre los espo sos? Mucho tememos que no; el marida, por su condición de administrador legal con facultades discrecionales sobre los fondos comunes, podía distraer los el en mejoramiento -de sus propiedades, sin otra obligación que la de res o mejoras realiza tituir al fin de la sociedad la mitad del valor de las obras según fuera la doctrina admitida para el caso. de suponer que la edificación contribuyera eficazmente a la valorización de la tierra, la reparación debida le dejaba aún, en el peor de das o de los gastos efectuados, Pero como es los casos, un saldo de o. herederos. provecho o beneficio que no compartía con su cónyugue ningún interés podía tener entonces el marido en edificar en te con lo- que la ley contribuía a aumentar la desigualdad, que caracteriza esta excepcional comunidad, a la que llama pomposamente "soPoco rrenos de o su esposa, dieda-ü". 11 EL PROYECTO DE GARCÍA GOYENA Y NUESTRO CÓDIGO 3.) tuvo el Aquel ilustre sabio español que fué don Florencio García Goyena, privilegio de ser el primer jurista que apreciara las inconveniencias — del 43 — contra el que reacciona régimen imperante, revolucionando principios bá sicos. En el art. 1325 de " " *' celebrado Proyecto de Código Civil, consagra la copiara luego impensas útiles hechas en los bienes peculiares de cualquiera de los cónyugues por anticipaciones de la sociedad o por la industria del marido o de la mujer son su nuestro norma, que ilustrado codificador. "Las gananciales. "Lo serán también los edificios construidos durante el matrimonio en propia de uno de los cónyugues, abonándose el valor del suelo al cón- suelo " yugue a quien pertenecía" . original innovación expresa: Este segundo párrafo es contrario a edificios. todos los códigos, al principio adoptado en todos ellos, "inoedificata solo cedunt", y consignado en nuestro artículo 404, a las leyes citadas del Fueroi Real y a la práctica. "Según este párrafo-, el edificio no sigue al suelo; el dueño de éste sólo tiene derecha a que se abone la mitad de su valor lo edificado será propiedad de la sociedad y se reputará ganancia por todo el ^alor que a la sazán ten-ga, no- por lo que se gastó en edificar. "Fúndase esta excepción en consideraciones de interés público para pro mover la edificación, sobre todo en las capitales y grandes poblaciones. "Un marido por ejemplo, se abstendrá de edificar con dinero propio o común en un solar dotal (sito quizá en uno- de los mejores parajes públieos) por saber que el edificio irá a poder de su mujer o de herederos extraños y que no se reputará mejora sino lo rigurosamente gastado en ediExplicando luego tan "Lo serán también los " " " " '■' " " " " <' ficar. "El artículo le presenta " " " " ■ —- un cebo o estímulo para que se edifique, pues tiene los mismos derechos y esperanzas que la mujer para ser propietario del edificio y la seguridad -de que en caso contrario se reputará ganancia todo lo que más valga el edificio por cualquier género de gastos, aunque 332 Ed. sean voluntarias o de puro placer y ornato (Tomo II Pgs. 331 - " Madrid 1852". han con 4.) De los Códigos que hemos consultado sólo el español y el nuestro reproducido a García Goyena; el primero casi literalmente y el segundo rigurosa fidelidad. El art. 1404 del Código Civil Español dice en lo pertinente : "Lo serán también los edificios construidos durante el matrimonio " " de de los propio cónyugues, cónyugue a quien PERTENEZCA". suelo uno en abonándose el valor del suelo al — 44 - III INTERPRETACIONES Los más destacados maestros de nuestro país, se han ocupado del abordamos, en un ponderable esfuerzo por desentrañar el original principio de García Goyena y controlar sus imprevisibles efectos. Engranar lá nueva doctrina legal con los demás principios del Código, resultó en definitiva mucho más difícil de lo que pudieran imaginar el sabio codificador español y nuestro- propio Narvaja. Es la fatal consecuencia de toda tentativa de incorporación de nuevos principios, al compleja mecanismo -de los Códigos, construidos co-n eleinentos conocidos y de efectos perfectamente experimentados. 5.) tema que Así como químicamente la combinación de un nuevo elemento con otros ciencia, sorpresas insospechables, por el resultado de las combinaciones, por las incompatibilidades que se manifiestan, etc., en la ciencia jurídica no podían dejar de hacerse presente los mismos fe conocido-s, reserva a los hombres de nómenos. Tal lo que ha ocurrido -cuya solución aún problemas realizados con no el se principia de García Goyena, generando podido alcanzar, pese a los esfuerzos ha i . que se ha le ¿La ganancialización há el construido? el edificio al suelo sobre se ¿Siendo el que ¿Sigue edificio ganancial conserva el terreno en que se alza su propia carácter jurídico? Veamos lo que dice nuestra doctrina y jurisprudencia. del edificio trae también la del suelo en vantado? IV TEORÍA DE LA GANANCIALIZACION ABSOLUTA Joaquín Secco Illa, la construcción de un edificio du propio de uno de los cónyugues, le dá al conjímto (terrena y edificio) el carácter de un bien ganancial, debiendo la sociedad al propietario del suelo, el valor que se estableció al aportarlo al matrimonio o 6.') rante el Para el doctor matrimo-nio, el que tenía en en suelo el momento de levantarse el edificio. Expresa nuestro ilustrado civilista que el art. 1955 in fine del Código Civil, invierte los principios de la "accesión"; en general los edificios cons truidos en terrenos ajenos, corresponden al -dueño del terreno-, porque lo ac cesorio sigue a lo principal, al suponer el legislador que lo principal es el te rreno y lo accesorio el edificio (art. 749 C. Civil). Aquí, en cambio, el le- 45 - — el dueño del edificio hace juyo el terreno, gislador ha invertido el criterio ; sm perjuicio de pagarle el valor del terreno al cónyugue a quien pertenecía. Concreta ímalmente su posición haciendo presente que hay en la teoría de la ley una "enajenación ficta", que se opera en el momenLO en que se levan ta la construcción. (Revista Jurdica Año III. N.' 29 Págs. 122 y sigtes). 7.) .En el mismo sentido se manifiesta otro de nuestros más cotizados civilistas, el doctor Eugenio J. Lagarmilla, quien con la precisión que lo ca racteriza dice: "Nuestro Código, ilógicamente, hacq ganancial al edificio construído durante el matrimonia, en suelo propio de uno de los, cónyugues, abonándose el valor del suelo, al cónyugue a quien pertenecía (Código; Civil N' 1955 inciso final)". "Por el hecho de la construcción en bien propio de uno de los esposos se ihace ganancial, debiendo la sociedad el valor del terreno al propietaria de ¡éste. Hay pues, en este caso, una propiedad ganancial, que no pertenece exclusivamente al cónyugue, sino a la sociedad o quien sus derechos hubiere". Delimitando luego el alcance de su opinión, agrega el doctor Lagarmi lla que la única parte -del terreno que se hace ganancial, es aquella en que se asista el edificio, por lo que el problema pierde toda entidad cuando se trata de bienes rurales, donde las construcciones son, por regla general, un acceso-^ rio de muy relativa importancia en el conjuntoi -del bien. (nota de jurispru dencia len la Revista de Derecho, Jurisprudencia y Administración Año XLI NI.' 9 Pág. 260) 8. ) Finalmente el Escribano Saúl D. Cestau aporta su voto a la doc trina que reseñamos: "El art. 1955 del C. Civil, en su inciso final, invierte los principios sentados en este art. 751. Según el art. 751, las construc— - - " " " " " " — - - . . . . " " " dones ceden al terreno. De acuerda terreno cede al con el inciso último del art. 1955 el edificio. Se ha discutido^ si de acuerdo con el art. 1955, "i es todo el terreno el que se hace ganancial o es tan solo el ocupado por la edificación. No entramos a analizar esta cuestión, porque sería salimos de los límites de este trabajo, bástenos con dejar sentado que si bien la letra del art. 1955 puede inclinar a la tesis de que es todo el terreno en que se ha '1 |ce ganancial, no es menos cierto, que los principios de la razón y de la, lógica inclinan a la solución contraria". (Modos de adquirir el dominio, ocu pación y accesión Pág. 179 N.' 293) " " " " - - . V teoría de la ACCESIÓN 9.) construido a la doctrina de la ganancialización total se levanta la qué ha sólidos fundamentos desde la cátedra, el profesor Dr. Irureta Frente con — Goyena (hijo) 46 - y que ha merecido el honor de servir de base a un concienzudo Éall'o del doctor Alvaro Macedo. En síntesis se sostiene que el edificio construido en suelo cónyugues accede al terreno, generándose un crédito dad legal, por el mayor valor del bien mejorado. de los a propio El doctor Macedo concreta la doctrina del doctor Irureta siguiente A) de uno favor de la socicr Goyena en la forma: La interpretación literalista supone la creación de una forma de trasmisión de dominio de carácter anormalísima, que no corresponde a nin guno de los títulos y modos en virtud de los cuales se adquiere el dominio- en derecho. nuestro- B) , La trasmisión del dominio operada en tal forma es clandestina y terceros, carácter que resulta acentuado por las dificultades transcurso del tiempo crea para la prueba del hecho de haberse secreta para los que el simple construido el edificio C) El ción judicial con ganancial o propio de alguno de los cónyugues. cumplir la solemnidad especial de la autoriza dinero esposo que debe para enajenar un inmueble dotal a un tercero, por la vía de la construcción de cualquier edificio, puede sustraer el más valioso inmueble do patrimonio de su cónyuge sin recabar su consentimiento y sin las ga-^ rantías que otorga la intervención judicial. Y ello, cualquiera que fuere la desproporción que exista entre el edificio construido y el valor del inmueble. Parece obvio señalar como por esa vía, tal del se puede lograr la consumación de verdaderas maniobras dolosas perjuicio del patrimonio dotal, contrariando lo que constituye una clara y enérgica preocupación del legislador. D) El numeral 6' del art. 1955 del C. Civil tiene su fuente en el art. 1325 de García Goyena. Y este proclama ("Concordancias" t. 3 p. 332) co mo fundamento de la disposición que "el marido se abstendría de edificar con dinero propio o común en un solar dotal, por saber que el edificio irá a poder de su mujer o de herederos extraños. .". Pero ese estímulo que se dá al esposo se logra con igual eficacia siguien do el criterio de la accesión del inc. 1.' del texto, y sin incurrir en los. perjui cios que pueden derivar para la mujer de la interpretación literalista del mis fácilmente, en " " . mo. E) La interpretación que se impugna supone el quebrantamiento de to régimen dotal. tan escrupulosamente disciplinado pof la ley. Transfor mar a la mujer de titular de dominio en una acreedora quirografaria de la so ciedad legal y ello por resolución incontrolada del esposo, supone una situación que violenta lá esencia misma de un régimen creado- en su beneficio y garantía. F) No puede argumentarse invo-cando la norma hermenéutica del art. 17 del C. C. porque la ley no es clara. Y no lo es, porque ya en el primer inciso se advierte que se dice: ". .que es ganancial el aumento, del valor de los do el - " 47 — bienes propios" como resultado de una mejora hecha con fondos comunes embargo comprobamos que no hay tal, que el aumento del valor es inherente al bien mismo y por consiguiente propio. Lo que quiso expresar el legislador es que simultáneamente surge un cré dito a favor de la sociedad de gananciales, por el aumento del valor. Revista de Derecho, Jurisprudencia y Administración Año XLI N.' 9 págs. 260 261). La exposición es convincente y la solución encontrada atrae por su sim plicidad, que elimina prácticamente todos los problemas de la edificación en suelo propio de uno de los cónyuges. " y sin , - - VI CRITICA A LA TEORÍA DE LA GANANCIALIZACION ABSOLUTA 10) La tarea que nos hemos impuesto puede exceder nuestros esfuer dificultades propias del tema, se suma la indiscutible toridad de los maestros de derecho que lo han tratado. zos; a las enormes au Respetando distancias, creemos contra lo que podía suponerse, que el te está agotado; los esfuerzos realizados no han tenido suficiente profun didad, dando por resueltos los problemas, cuando se estaba cerca de la solu ción, pero sin que se haya vislumbrado el verdadero camino para llegar a ella. La teoría de la ganancialización total, que supone socializados el edificio y el terreno, cuenta a su favor con un mejor asiento legal; trata de resolver las dificultades sin perder de vista el art. 1955 6.', pero adolece del defecto de darle al principio de la ganancialización, una excesiva extensión. Un principio excepcional como el que consagra la citada disposición de nuestro Código, debe interpretarse estrictamente : por él se declara ganancial el edificio, pero no el terreno, ya que no pueden tomarse en ese sentido las palabras "abonándose el valor del suelo al cónyuge a quien PERTENECÍA". Confirma esa impresión el comentario de García Goyena en cuanto rati fica que el edificio será propiedad de la sociedad y se reputará ganancia por todo el valor que tenga a la sazón; pero- en ningún momento pretende que el terrena sobre el cual se levanta, siga la condición jurídica del edificio. Semejante inversión de -principios, tendría que surgir de un texto claro y categórico y ese no es nuestro caso. 11) Puede confundir al investigador el empleo del verbo pertenecer en la tercera persona del pretérito imperfecto del indicativo (PERTENECÍA) haciendo suponer que el terrena ya no pertenece más a su propietario-, pero tal argumenta sería demasiado débil para sostener semejante transformación en la ma no propiedad del suelo. — El y — legislador español más prudente ello el sentido de la frase con 48 : que el nuestro, cambió el vocablo, "... abonándose el valor del suelo al cónyu a quien PERTENEZCA",, con lo que aparece más claro que no ha perdido propiedad del terreno, por efectos de la edificación a costa del caudal común. 1^) Se ha afirmado, a nuestro juicio- equivocadamente, que en el caso del a-rt. 19S5 6' del C. Civil, se han invertido los principios de lal ¡accesión,i, según los cuales ló accesorio (edificio) sigue a lo principal (terreno), para establecer en cambio, que en el supuesto del art. citado, lo principal sigue a gue la - lo accesorio No - es 6.' del C' . exacto; del hecho o circunstancia, de que en el -caso del art. 1955 Civil, el edificio no siga al suelo (y tal es lo único que en concreto dice la citada disposición), no puede derivarse que entonces éste sigue a aquél. Por otra parte, como muy bien! lo afirma el doctor Irureta Go-yena, si el terreno se hace ganancial por hecho de la edificación, consagrar'íamos una 13) trasmisión dominial anormalísima, que no corresponde los y modos reconocidos en nuestro derecho. a ninguno de los títu problema desde el punto de vista de los inmuebles dotales, profunda anormalidad del sistema, que trastorna tot do el régimen de garantías tan hábilmente estructuarado por el legislador, para salvaguardar el patrimonio de la mujer, de la voracidad o mala adminis Y si enfocamos el aparece entonces la tración del marido. VII CRITICA A LA TEORÍA DE LA ACCESIÓN La teoría de la accesión, tan brillantemente expuesta por el doc Goyena (hijo) ha orillado las serias dificultades de la que defien den los Dres. Secco Illa y Lagarmilla, pero ha perdido contacto con el texto 14) tor Irureta legal. Tal es su peor defecto ; suponer que en nuestro caso el edificio no es ga o marital, según la naturaleza del suelo que le sirve de nancial, sino dotal asiento, todo sin perjuicio del derecha de la sociedad legal es en vano No resolver el conflicto a reclamar el mayor 6'. prescindencia absoluta del art. 1955 Entonces volvemos a los principios generales de la accesión, donde lo ac cesorio (edificio) sigue a lo principal (terreno) ; a los mismos que consagra ba la antigua legislación española y de los que García Goyena habría tratado valor, con - de apartarse. puede ser tampoco la solución: el textio legal afirma que el edificio el mayor valor de la propiedad mejorada) es ganancial y García Goyena (y agrega qtie es "PROPIEDAD" de la sociedad; apartarse de la letra clara de no 49 — la ley ver y del espíritu innovador que la — informa, no es una forma feliz de resol las dificultades. VIII NUESTRA OPINIÓN 15) Cuando se construye durante el matrimonio un edificio en suelo propio de uno de los cónyuges, el edificio es ganancial y pertenece a la socie dad legal pero el terreno sobre el cual se asienta sigue sieriáo dotal o /marital. 16) El instituto de la accesión, como modo de adquirir, trata de elimi nar los conflictos que podrían plantearse entre dos propietarios cuando las cosas que son objeto de sus respectivos derechos, se unen para formar un todo materialmente indivisible o- cuya división o separación es económicamente inotinveniente. Los principios de la accesión que regulan este modo- de adquirir pueden en los siguientes: 1.') La propiedad de la cosa sintetizarse, según Cestau, accesoria se adquiere por el de la ni económicamente útil. principal, cuando la separación no es 2.') Siempre que la separación de las ma posible terias unidas pueda hacerse sin inconvenientes y el dueño de la materia ajena empleada lo exija, deberá efectuarse la separación. 3.') Accesoria es siem pre la cosa mueble respecto de la inmueble. 4.') La adquisición de la pro piedad ajena por accesión, no- significa que se deba operar gratuitamente, sin compensar a aquél que pierde su cosa ; hay casos de excepción, cuando la incorporación se produce por obra de las fuerzas naturales (ob. cit. N.' 143 -4 pág, 103). Y tales principios no pueden dejar de funcionar, sino por excepción, a riesgo de crear una dificilísima situación entre los propietario-.s de cosas inse parablemente unidas o- combinadas de tal modo, que su separación resulta ancosa — — ■ —■ tiieco-nómlca . 6' ha. establecido, no h inversión de los principios 17) una sino simple excepción a esos principios : en vez de permitir accesión, de acuerdo con las normas generales, que el dueño del suelo se haga propie tario del edificio, dispone que el edificio constituirá una propiedad distinta y separada, dando mérito a una curiosa situación jurídica, que no debe sin em bargo considerarse anormal; el edificio y el terreno sobre el cual se asienta, co-nstituirán un conjunto económicamente indivisible, pero jurídicamente sepa rable -en sus distintos elementos integrantes; la propiedad del edificio corres ponderá a la sociedad legal y la del terreno al marido -oi a la mujer, sin que la sociedad -pueda- duratite el mátrirnónio hacerse dueña del suelo, ni los cón yuges "adquirir el doriiinlo del edificio.Y decimos que no debe veíase en esto una situación anormal, sino perféciEl art. 1955. de la ' - 50 — tamente « dentro de la economía de nuestro Código; en efecto, según el Civil, las obras siembras y plantaciones hechas en un te presumen hechas por el propietario a sus expensas y que le pertene lógica 749 del Cód. art. rreno, se cen, SI NO SE PRUEBA LO CONTRARIO. Disposición que ha sugerido al eminente colega don Francisco Barredo Llugain esta interesante reflexión: "El rigor de la accesión romana ya no es de nuestros tiempos ; la imposibilidad jurídica de propiedades superpuestas ha desaparecido y si bien se presume- que toda construcción o plantación sobre el .suelo o debajo del suelo ha sido hecha y pertenece al dueño de éste esa pre sunción no e¿ absoluta y admite la prueba contraria, con lo que queda admitida la posibilidad DE UNA DIVISIÓN DE LA PROPIEDAD EN PLANOS -HORIZONTALES". Nada hay entonces de a-normal en suponer que el edificio y el terreno en el caso del art. 1955 -6' son dos propiedades distintas y que sólo económi camente forman 18) ganancial de uno un todo- indivisible. texto legal declara en forma precisa que "Será también EL EDIFICIO construido durante el matrimonio en suelo propio El de los recordadq cónyugues. " . . pero no dice que lo será también el terreno, y las de estricta interpretación. ya lo expresáramos, García Goyena tampoco pretende en que el suelo se transforme en un bien ganancial, concretán dose a manifestar que según su nuevo principio. "LO EDIFICADO SERA PROPIEDAD DE LA SOCIEDAD y se reputará ganancia por todo el va lor que a la sazón tenga, no por lo que se gastó en edificar" 20) No pudo tampoco escapar a la aguda perspicacia del legislador que excepciones 19) Como ningún mornento son . ganancialización del terreno edificado durante el matrimonio, en el caso de los inmuebles dótales, sin intervención de la voluntad de la mujer y sin nin la gún contralor judicial, vadores de la dote y ción marital. era una un ataque violento todos los a concesión eminentemente principios conser peligrosa, a la administra puede pasarse al otro ex jurídica del suelo- se absor be en ella al edificio, quitando toda eficacia al art. 1955 6' y destruyendo por interpretación el principio innovador de García Goyena. Pero, sin embargo, de tremo, donde a pretexto de esta reflexión conservar lógica, no la condición - IX - RESTITUCIÓN DEL VALOR DEL SUELO AL CÓNYUGE A QUIEN PE ATENEOIA 21) Sería incompleta nuestra posición si no explicáramos las palabras 6' en cuanto termina expresando "...abonándose el finales del art. 1955 valor del suelo al cónyugue a quien pertenecía". — 51 — palabras deben tomarse en cuenta no en el momento edificación, ya que no pueden admitirse jurídicamente arre de cuentas entre losi cónyugues durante el matrimonio, sino en la época de glos la disolución de la sociedad conyugal. Configuran también ellas una excepción a los principios de restitución de los bienes dótales y maritales Cuando éstos existen en especie, deben res tituirse "en el estado en que hallaren" (Arts. 2044 y 2007 del C. Civil) y no se cumple, reintegrando su valor, como cuando los bienes do-tales o marita les han sido enajenados durante el matrimonio. En el caso -del art. 1955 6', los cónyugues o sus herederos no pueden reclamar la restitución en especie de los bienes propios edificados durante el matrimonio, sino el valor que se estableció al aportarlos a la comunidad Creemos que estas de terminarse la . social o el que tenían en el momento de levantarse las construcciones, ya que deberán considerarse económicamente la de la sociedad liquidación La partición rá el terreno y legal como bienes comunes, a los efectos de . del caudal común resolverá en definitiva quién pertenece a edificio, siendo entonces llegado el momento de explicar las siguientes palabras de Goyena, que a primera vista se presentan confusas; su "El artículo le presenta un cebo o estímulo (se refiere al marido) para que edifique, pues tiene los MISMOS DERECHOS Y ESPERANZAS que la mujer para ser propietario del edificio y la seguridad de que en caso contrario se reputará ganancia todo lo que más valga el edificio por cualquier género de gastos, aunque sean voluntarios o de puro placer y ornato" En el caudal común deberá comprenderse el terreno- y su edificio como bien económicamente ganancial, acreditándose al cónyuge a quien pertenece el suelo el valor que éste tenía en el momento de su aportación a la sociedad, si entonces fué estimado o el que tenía en la época de la construcción, valor . que se sumará a su haber social. 22) En caso dq ser el único bien de la sociedad legal o cuando ninguno integrantes puede o- quiere admitirlo íntegramente, se pondrá final a la comunidad por la vía de la subasta pública (art. 1755 del C. Civil), cuyo producto, descontado el valor del terreno, se considerará ganancial. En tal caso, la enajenación se consumará por el propietario- del terreno y por éste y el otro cónyugue o sus herederos como propietarios del edificio o por el Juez en representación de ambos en caso de rebeldía. (Art. 1.' decreto ley de '5 -de Enero de 1943). La aplicabilidad del art. 1755 del C. Civil no puede discutirse: hay de sus una comunidad en el edificio y éste es inseparable del suelo sobre el que se asien inseparabilidad es la razón por la cual el legislador permite co-nsiderar al conjunto, como formando un todo indivisible, a los efectos de la partición del caudal común y liquidación de la sociedad legal. ta. Tal — 52 — X FINALIZANDO No tenemos la pretensión de haber agotado el tema que sirve de propósito al tratarlo-, fué exponer a la consideración de la -doctrina una nueva posición, que podríamos llamar ecléc tica, y que creemos está más cerca de la letra y espíritu informativo de la nor ma legal, que creara el genio inquieto y rector de don Florencio García Go yena, a cuya ilustre memoria, dedicamos este modesto homenaje. 23) base a este comentario; nuestro único Esc. Julio R: Bardallo.