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ENFERMEDADES
DE LOS
CARTÍLAGOS
COLATERALES
DE LA
TERCER
FALANGE
DEL PIE
EQUINO
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ANATOMIA
Los fibrocartílagos alares de la tercera falange forman parte del aparato fibroelastico
del pie. Son placas curvas romboideas ubicadas a cada lado de la falange distal con una
superficie lateral convexa y otra medial cóncava. Los mismos son prolongaciones
fibrocartilaginosas de la tercera falange que semejan orejuelas cubiertas en su parte lateral
por piel y en posterior por cuerno, formando un bulbo que uniéndose a la almohadilla plantar
conforma los talones. El borde superior forma un relieve por encima del rodete coronario (lo
suficiente como para ser palpable.) La cara interna cubre el espacio interarticular uniéndose
en la mitad posterior con la almohadilla plantar.
En los animales jóvenes el cartílago es hialino pero posteriormente cambia al tipo
fibroso.
FISIOLOGIA
Los fibrocartílagos alares conforman el aparato fibroelastico del pie, junto a la
almohadilla plantar y la ranilla.
En el juego armonioso de la contracción y expansión del aparato fibroelastico del pie,
cada elemento del mismo aporta una función determinada logrando una maravilla
arquitectónica. A tal efecto, los fibrocartílagos alares de la tercera falange aportan un papel
importante en la expansión lateral de las partes posteriores del pie en el tiempo de apoyo,
reorientando las fuerzas hacia los costados de modo que la almohadilla presiona sobre los
cartílagos y la ranilla contra las barras y suela contribuyendo al desplazamiento de los talones
hacia fuera.
Este mecanismo explica porque la continuación caudal de la falange es cartilaginosa y
no ósea.
La calcificación progresiva del cartílago con su consiguiente osificación es un signo de
envejecimiento común que se conoce como “sidebone”(hueso lateral.)
Los movimientos de los talones deparan otro beneficio mas porque favorecen el
retorno venoso. Los densos plexos de ambos lados de los cartílagos se comprimen con cada
paso y entregan a las venas digitales valvulares. Por lo tanto la importancia del aparato
fibroelastico en el pie equino se podría homologar a la funcionalidad de los músculos
estriados de la mano que favorecen el retorno venoso en otras especies.
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ENFERMEDADES DE LOS CARTÍLAGOS ALARES
 OSIFICACIÓN
 FRACTURA
 NECROSIS (GABARRO CARTILAGINOSOS
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La osificación de los fibrocartílagos usualmente ocurre en los miembros anteriores y
predominantemente en el externo mas que el interno. Con una presentación mas frecuente en
caballos de tiro que de silla.
La causa se desconoce pero por lo común se asocia a concusiones repetidas.
La osificación primaria corresponde a una metaplasia ósea y la osificación secundaria
empieza en los ángulos de la tercera falange como una osteítis angular rarefaciente que se
propaga luego al fibrocartílago. También puede iniciarse en los ligamentos.
Este proceso se traduce clínicamente por una deformación mas o menos grande y la
perdida de elasticidad de los fibrocartílagos alares. Se estaría en presencia de un fenómeno
normal exagerado, que ha dejado de ser fisiológico para ser patológico, debido a una serie de
causas que facilitaría la actividad de los vasos y de la medula ósea; como el trabajo
persistente sobre los suelos duros, los defectos de aplomo que sobrecargan una mitad de la
tercera falange, la conformación defectuosa del pie; que exagera la violencia del choque
sobre el suelo o que no permite un buen amortiguamiento de las gravitaciones y contra
reacciones en el momento del apoyo repercutiendo sobre las piezas esqueléticas, las
contusiones repetidas o violentas de la parte posterior de la suela, la inmovilización parcial o
total del fibrocartílago ( senilitud, encastilladura), las hiperextensiones ligamentosas, etc.
SINTOMAS
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Solo pueden producir cojera cuando se fracturan o si la osificación es extremadamente
grande e interfiere con el tendón del flexor digital profundo o la segunda falange. Este
trastorno funcional es intermitente y aumenta sobre los pisos duros e irregulares.
Deformación dura e indolora, ubicada en la zona de los fibrocartílagos alares y de los
pulpejos.
La perdida de elasticidad de los fibrocartílagos afectados, parcial o totalmente, según el
grado y la extensión de la osificación.
Esta afección pocas veces produce claudicación y de haberla, se debe casi siempre a
otra entidad que la acompaña (osteítis angular de la tercera falange, escarzas hemorrágicas,
encastilladuras,etc.) Cuando la cojera obedece exclusivamente a la osificación de los
fibrocartílagos se debe a la compresión de los tejidos vivos del pie o a que la forma
cartilaginosa es tan voluminosa que perturba el desplazamiento normal del pie. Este trastorno
funcional es intermitente y aumenta sobre los pisos duros e irregulares.
DIAGNOSTICO
Los signos bastan para formular el diagnostico de osificación de los fibrocartílagos
alares del pie.
Solamente en un caso de osificación parcial se necesita recurrir a los rayos x.
Si el enfermo cojea se plantea el problema de hasta donde la osificación de los
fibrocartílagos alares es culpable de la misma.
Entonces; el diagnostico de osificación como causa de cojera solo se puede hacer
después de un cuidadoso examen clínico, radiográfico y por bloqueos nerviosos para
descartar otras afecciones mas comunes que causan claudicación (osteítis angular de la
tercera falange, escarzas, encastilladuras, etc.)
PRONOSTICO
Entidad que no retrocede y produce modificaciones anatomopatológicamente estables e
incurables.
El pronostico es favorable teniendo en cuenta que el sujeto enfermo puede seguir
prestando servicio, aunque en algunos casos un poco limitado.
Es más favorable en animales de tiro pesado y más aun cuando esta afectado un solo
cartílago.
El herraje cuidadoso ayuda a la mayoría de estos caballos.
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TRATAMIENTO
Se debe tratar tanto el problema como la causa.
La mayoría de los casos parecen ser el resultado de un desbalance del pie y esto debe
ser corregido.
También es útil permitir la mayor expansión de los talones. Esto se hace colocando los
clavos de la herradura bien hacia delante y permitiendo que las barras de la herradura se
expandan mas allá del borde de apoyo de las cuartas partes y talones.
En grandes osificaciones el tratamiento involucra la resección del cartílago.
Antes se creía que una de las pautas de tratamiento consistía en eliminar la
deformación; sin embargo, razones técnicas, económicas y practicas aconsejan desentenderse
de este punto.
Debe eliminarse la claudicación y aquí se procede de acuerdo a la causa que la
provoca.
Para neutralizar la presión que el cartílago alar osificado ejerce sobre los tejidos vivos
del pie, conviene adelgazar la uña con una escofina por debajo del rodete coronario y a la
altura de talones y cuartas partes; o practicar una serie de agujeritos o ranuras verticales.
Por ultimo, si persiste el trastorno funcional queda el recurso de la neurectomia de la
rama volar del nervio digital o del nervio palmar.
Debe tenerse en cuenta a la hora de seleccionar reproductores que existe una
predisposición hereditaria ( hueso de mala calidad, defectos de aplomo y conformación
defectuosa del pie).
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DEFINICIÓN
Es una inflamación purulenta crónica del cartílago alar complementario de la tercera
falange o falange distal, caracterizada anatomopatológicamente por la necrosis parcial o total
del cartílago y la proliferación del tejido conectivo pericondral, y clínicamente por la
presencia de una descarga intermitente con formación de múltiples trayectos fistulosos
adquiridos a lesiones profundas, cuyas aberturas se localizan en o proximal al rodete
coronario en las proximidades de los cartílagos alares, con deformación local limitada. Por lo
general, tienen poca o ninguna tendencia a la cicatrización, pero pueden curarse para
reabrirse mas tarde.
En general los miembros anteriores son los mayormente afectados, siendo los
cartílagos laterales donde la patología asienta con mayor frecuencia en relación con los
cartílagos mediales.
ETIOLOGIA
El gabarro cartilaginoso es clínicamente una fístula a lesión piógena profunda y el
elemento sostenedor de la misma es una secuestro que asienta en el fibrocartílago
complementario de la tercer falange. Se trata entonces de un proceso de necrosis parcial o
total que se desarrolla en correspondencia de un elemento que tiene la particularidad de una
escasa irrigación sanguínea y de estar expuesto a las contingencias de posibles infecciones
locales directas o indirectas.
Esta infección con la necrosis subsiguiente de los cartílagos alares, es el resultado de la
lesión de los cartílagos en sí o de los tejidos blandos subyacentes.
Las lesiones que pueden conducir al gabarro cartilaginoso incluyen heridas perforantes
y laceraciones sobre los cartílagos afectados, golpes externos que provocan contusión y
lesión de la circulación del cartílago alar, abscesos del pie, infecciones crónicas ascendentes
de la línea blanca a nivel de cuartas partes y grietas profundas del casco.
Otra causa de inicio, es la isquemia local seguida de necrosis, o por la condritis
aséptica determinada por influencias mecánicas y agentes traumatizantes en el lugar.
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SIGNOS CLINICOS
Los signos primarios son calor, tumefacción o deformación consistente, firme y
generalmente poco dolorosa, puede manifestarse dolor al aplicar presión con las tenazas de
exploración sobre la región de cuartas partes, del lado afectado.
Abscesos con drenaje en proximal de la corona, en la suela en correspondencia al
ángulo de inflexión (escarza purulenta, clavo halladizo) o en la pared (seguida a una fractura
de uña.)
Drenajes recurrentes de trayectos fistulosos localizados sobre el cartílago enfermo,
asociados con claudicación intermitente. En general el grado de claudicación se relaciona con
la permeabilidad de los trayectos fistulosos de drenajes. A medida que la presión del
contenido purulento dentro del absceso aumenta, la claudicación se hace más evidente,
llegando el animal a mostrar una claudicación aguda sin apoyo. Una vez que el absceso se
abre una vía de evacuación y drena, la claudicación cesa. El paciente puede mostrar o no
claudicación al momento del examen, por lo anteriormente dicho, pero si debió haber
antecedentes del mismo a la anamnesis. En estación el animal apoya en pinzas, flexionando
la articulación del nudo y manteniendo el eje podofalangeano perpendicular al piso.
Una claudicación de tercer o cuarto grado debe hacernos pensar que el gabarro se
complico o que existe una afección concomitante.
Cuando el gabarro data de cierto tiempo, la uña se presenta deformada y con seños mas
o menos paralelos al rodete que van de las manillas hasta los talones.
La inflamación crónica del cartílago alar comprometido, puede dar lugar a una lesión
con deformación persistente en el pie, causando claudicación permanente.
DIAGNOSTICO
Es importante realizar una detallada anamnesis sobre la historia de claudicaciones.
En términos generales, en el gabarro simple (puro) los síntomas son atenuados, poco
dolor, poca supuración, cronicidad y sin cambios o con poca disfunción locomotora.
Mientras que toda invasión supurativa que afecte el queratógeno del pie o algunas de
las sinoviales del pie, se expresa con síntomas locales, funcionales y generales alarmantes
(dolor muy intenso con claudicación de tercer o cuarto grado.)
Radiografías de rutina del pie, para determinar compromisos óseos.
Fistulografía o también es de utilidad la introducción de una sonda metálica flexible en
los trayectos fistulosos.
Hay que hacer un diagnostico diferencial de la patología con la enfermedad de
abscesos superficiales e infecciosos ascendentes de la línea blanca.
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Las fístulas asociadas a infecciones ascendentes de la línea blanca, se localizan justo
proximales al rodete coronario y el proceso inflamatorio suele estar localizado.
Con el gabarro, puede haber múltiples fístulas, la tumefacción suele ser más difusa y se
localiza mas proximalmente sobre los cartílagos colaterales.
TRATAMIENTO
El tratamiento de elección es la escisión quirúrgica, de los trayectos fistulosos y
desbridamiento de los tejido necrosados, con anestesia general. (en ocasiones se puede
realizar con anestesia local).
Debida a la limitada irrigación de los cartílagos, el tratamiento médico con antibióticos
sistémicos, remojar el pie y la inyección en la fístula con antisépticos a escaróticos y enzimas,
son maniobras que en general son menos eficaces y con frecuencia prolongan la inevitable
escisión quirúrgica.
La técnica comienza con el recorte del pelo de la zona de la cuartilla, posteriormente se
rebaja, lava y raspa el casco, para luego colocar sobre el mismo un vendaje embebido en
povidona iodada. El casco se mantiene en extensión rígida.
Extendiéndose el pie se tensa la cápsula articular y se la retrae del plano de disección
quirúrgica, de esta manera se reduce el ingreso inadvertido en la articulación interfalangica
distal. Se recomienda la aplicación de un torniquete en la zona.
Se realiza una incisión curva, justo dorsal al rodete coronario, sobre el cartílago
necrosado.
Se diseca el colgajo distalmente para exponer el cartílago enfermo y se utiliza una
sonda estéril para identificar los trayectos fistulosos.
El cartílago necrosado se reconoce por su coloración azul oscuro o azul rojizo.
Se retiran todos los tejidos blandos y cartilaginosos necrosados hasta lograr un margen
limpio. Si el cartílago necrótico se extiende por debajo del rodete coronario; sobre la muralla,
en correspondencia con el borde más ventral del cartílago enfermo, se realiza un orificio para
colocar un drenaje.
Solamente en casos muy avanzados se extrae la totalidad del cartílago.
Con la eliminación de todo el tejido necrótico y con márgenes limpios, la herida elíptica
sobre el rodete coronario cierra por primera intención.
Para el post operatorio se protege el pie y cuartilla con un vendaje o escayola,
retirándose esta ultima a los 10 a 14 días posteriores.
En caso de quedar tejido necrótico, dejar colocado un drenaje tubular multifenestrado
en la herida, suturándose en la porción proximal del miembro.
Los trayectos restantes se rellenan con gasa embebida en solución antiséptica.
El pie y la palma se puede vendar o colocar una bota protectora.
La zona quirúrgica se protege con un vendaje estéril, el cual se retira al día siguiente.
Antes de colocar el próximo vendaje se debe lavar la zona con una solución diluida de pool
dona iodada. Este procedimiento se debe realizar hasta que yo no haya evidencias de
infección, al igual que el rellenado del orificio realizado sobre la muralla para el drenaje, con
gasa embebida en un antiséptico.
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En los casos en que la necrosis del cartílago no se extienda por debajo o hasta el rodete
coronario y se pueda hacer un buen drenaje ventral, no se realiza ningún orificio, y solo se
aplica el sistema de lavado.
En cualquier caso se debe evitar escisiones o incisiones sobre el rodete coronario.
Los puntos de sutura se deben retirar el día 14 y en el orificio realizado en la muralla, se
debe rellenar con acrílicos tan pronto como se halla desarrollado un estrato cornificado firme.
(En general el acrílico se puede colocar en la muralla dentro de las 4 a 6 semanas posteriores
a la cirugía)
El ejercicio comienza alrededor de los 2.5 a 3 meses post-cirugía.
En general estas heridas cicatrizan muy lentamente, y no es raro el desarrollo de tejido
de granulación exuberante como complicación post-quirúrgica, (salvo en los animales donde
se haga una muy buena estabilización de la zona y estén confinados en establos.)
El tipo o la presencia de tejido de granulación exuberante indica al cirujano si se debe o
no resecar mas tejido. (Cirugía de Bayer.)
PRONOSTICO
Depende principalmente de la extensión del compromiso inicial. El pronóstico más
seguro se puede dar en el momento de la cirugía, cuando se determina la completa extensión
de la enfermedad.
El pronóstico para los casos agudos y subagudos después de lograr una completa
escisión del cartílago y tejidos necrosados es bueno.
Aquellos animales con fístulas con un curso de evolución inferior al mes es más
favorable para volver a la normalidad que aquellos con una evolución mayor a un mes antes
de iniciar el tratamiento.
Dentro de las complicaciones secundarias tales como osteomielitis de la tercera falange,
artritis séptica de la articulación interfalangica distal o inflamación de la almohadilla digital y
otro tejido blando del pie, empeoran el pronóstico.
También puede que quede un defecto estético, por el desarrollo anormal de la muralla
del casco, debido a que el rodete coronario se afecta con relativa facilidad.
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FRACTURA
DE
LOS
FIBROCARTÍLAGOS
COMPLEMENTARIOS DE LA TERCERA FALANGE
Son raras y se producen mas fácilmente en los fibrocartílagos osificados que en los
normales. Generalmente es una fractura simple ubicada en la línea de inserción del
fibrocartílago, sobre la apófisis de la tercera falange.
Toda causa que limite la elasticidad normal de los fibrocartílagos actúa como
predisponente a la fractura. Esto sucede con la osificación de los fibrocartílagos.
SIGNOS CLINICOS
El dolor se aprecia por la claudicación inmediata e intensa y haciendo la exploración
local ( presión sobre los fibrocartílagos) y ejecutando los movimientos de flexión y
lateralidad del pie. La deformación puede ser limitada, caliente, edematosa y dolorosa.
La radiografía es para confirmar sin error el diagnostico diferencial; fractura de tercera
falange, del navicular, esfuerzo interfalangeano (2º y 3º falange) y las pododermitis,
especialmente en la región de los talones.
TRATAMIENTO
Las fracturas recientes de los fibrocartílagos complementarios de la tercera falange
exigen el reposo absoluto y prolongado durante dos meses por lo menos y el vendaje de la
región. Se colocara una herradura que reste gravitaciones y reacciones en correspondencia de
la ranilla y del talón del pie del lado de la fractura. Si persiste la alteración funcional pueden
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estudiarse las posibilidades de éxito de la neurectomia del nervio digital o palmar,
practicando las anestesias tronculares correspondientes.
En algunos casos de fractura puede eliminarse el fragmento de cartílago desprendido.
BIBLIOGRAFÍA
 ADAMS: CLAUDICACION EN EL CABALLO
Ted S. Stashak- Editorial Intermedica 5º edición- 2004
 MEDICINA Y CIRUGÍA EQUINA
Patrick T. Colahan- Editorial Intermedica 4º edición-1998
 TRATADO DE LAS ENFERMEDADES DEL PIE DEL CABALLO
Antonio Pires, C.H.Lightowler- Editorial Hemisferio Sur- 1991
 ANATOMIA DE LOS ANIMALES DOMESTICOS
S. Sisson, J.D.Grossman- tomo 1- 5º edición
 TERAPEUTICA ACTUAL EN MEDICINA EQUINA
Robinson- 2º edición
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