Tema 21 EL CONTROL JUDICIAL DE LA ADMINISTRACIÓN: LA

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Tema 21
EL CONTROL JUDICIAL DE LA ADMINISTRACIÓN: LA JURISDICCIÓN
CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA
21.1 Origen y
administrativa.
evolución
histórica
de
la
jurisdicción
contencioso-
Base constitucional en los arts 24, 106 y 9.3 (utilizada indirectamente)
A) Caracteres Generales.
El sistema de control por excelencia de la legalidad administrativa, de todos
cuantos establece nuestro ordenamiento jurídico es el encomendado a los órganos
del poder judicial :es el único, quizá por ello, que menciona la CE al decir en su
art.106.1 que “los Tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de
la actuación administrativa, así como el sometimiento de ésta a los fines que la
justifican”.
-Sistema anglosajon
-Sistema frances
-La importación del modelo francés:
En la década de los cuarenta del S. XIX se produce la implantación de un
sistema organizativo y competencial inspirado en el establecido en Francia a partir
de las reformas napoleónicas de 1799-1800: esto es, un sistema de fiscalización
encomendado a órganos especializados de la propia Administración.
El ejercicio del control contencioso-administrativo se encomienda, en virtud
de las leyes de 2 de abril y 6 de julio de 1845 , a dos tipos de órganos
administrativos colegiados:
- Consejo Real de ámbito nacional: Presidido por el Presidente del
Consejo de Ministros, formando parte del mismo todos los Ministros y 30
consejeros ordinarios, nombrados por el Rey a propuesta del Gobierno.
- Consejos Provinciales: Presididos por el Jefe político(Gobernador Civil),y
se integran por 3.4 ó 5 vocales igualmente nombrados por el Rey.
-Sistema gaditano:
La Constitución de Cádiz de 1812 no abordaba directamente el régimen del
enjuiciamiento de la actividad administrativa; pero la versión del principio de
división de poderes que consagraba apuntaba implícitamente hacia su atribución a
los jueces ordinarios.
-La ley de Santamaría de Paredes d 1888 y el “sistema armónico”
El carácter mixto del sistema se reflejaba en la nueva organización de los
ahora llamados Tribunales de lo contencioso-administrativos:
- En el nivel nacional, el Tribunal de lo contencioso-administrativo, integrado
en el Consejo de Estado, y compuesto por un Presidente y once Consejeros
de Estado: una composición íntegramente administrativa.
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-En el nivel provincial se constituyeron los Tribunales provinciales de lo
contencioso-administrativo, integrados por el Presidente de la Audiencia, dos
magistrados de la misma y dos Diputados provinciales, que daban a estos
órganos la naturaleza mixta que caracterizaba el sistema.
-Ley de lo Contencioso de 1956 y su reforma
En el plano organizativo, la Ley de 1956 culmina el proceso de judicialización
del sistema contencioso, manteniendo la Sala va existente en el Tribunal Supremo
y suprimiendo los Tribunales Provinciales. que son sustituidos por las Salas de lo
Contencioso- Administrativo de las entonces existentes Audiencias Territoriales.
En el plano funcional: Se reforzó el sistema de cláusula general de
competencia establecido en 1888, eliminando la exclusión de los actos
discrecionales; si bien mantuvo la inmunidad en bloque de los actos políticos del
Gobierno.
Y, amplió radicalmente el ámbito del recurso, que de estar configurado
estrictamente como un proceso limitado a la lesión de derechos subjetivos, pasó a
convertirse en un instrumento general de control de la legalidad, siendo
impugnables los actos y reglamentos en base a cualquier infracción del
ordenamiento jurídico y por cualquier persona que ostentara, meramente, un
interés legítimo en el asunto.
Finalmente, la excelente técnica de la Ley de 1956 y los progresos que su
articulado permitió, merced a una doctrina jurisprudencial progresiva, permeable a
las sugerencias doctrinales, ha posibilitado la vigencia hasta nuestros días , y aún
más allá ; su sustitución ha sido por la hoy vigente Ley 29/1998 de 13 de julio.
21.2 Jurisdicción contencioso-administrativa: organización actual.
A) Juzgados de lo Contencioso-Administrativo:
Las materias a que esta competencia se refiere puede sistematizarse en
cuatro bloques:
En primer lugar, poseen competencia general para conocer de los recursos
contra los actos de las Entidades Locales, salvo que se trate de un instrumento de
ordenación.
En segundo lugar, ostentan una competencia específica en relación con los
actos de las Administraciones de las Comunidades Autónomas, de cuyos recursos
conocen sólo en tres supuestos:
-Cuestiones de personal(salvo las que afecten al nacimiento o extinción de la
relación de servicios de los funcionarios de carrera).
-Sanciones administrativas que consistan en multas no superiores a 60000€
y cese de actividades o privación de ejercicio de derechos que no excedan
de 6 meses.
-Reclamaciones por responsabilidad patrimonial cuya cuantía no exceda de
30050€.
En tercer lugar, poseen también una competencia general en relación con los
recursos interpuestos contra los actos y disposiciones de los órganos de la
Administración periférica del Estado y de las Comunidades Autónomas (actos del
Subdelegado del Gobierno, Delegado del Gobierno,...).
Y, en cuarto lugar, entre sus competencias singulares se cuentan las
impugnaciones contra actos de las Juntas Electorales de Zona y de las formuladas
en materia de proclamación de candidaturas candidatos efectuadas por cualquiera
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de las Juntas Electorales, así como el otorgamiento de las autorizaciones para la
entrada en domicilios y restantes lugares cuyo acceso requiera el consentimiento de
su titular.
B) Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de
Justicia:
Además de ostentar la competencia residual, ya que les corresponde conocer
de cualesquiera otras actuaciones administrativas no atribuidas expresamente a la
competencia de otros órganos de ese orden jurisdiccional, sus competencias
singulares son las que abarcan un mayor número de Administraciones y de tipos de
actos:
En única instancia, estas Salas conocen de los recursos contra actos y
disposiciones provenientes de los tres niveles de Administraciones territoriales:
-Competencia general respecto de la actividad de las Entidades Locales y
Administración de las CCAA.
-Competencia limitada respecto de la actividad de los órganos de la
Administración del Estado, en determinadas materias:
a) Los actos de lo órganos con competencia nacional y de nivel
orgánico inferior al Ministro o Secretario de Estado, en materias de
personal ,propiedades especiales y expropiaciones.
b) Los acuerdos de los Tribunales Económico-Administrativos
Regionales y Locales, y los del Tribunal Económico-Administrativo
Central en materia de tributos cedidos
c) Actos relativos al ejercicio del derecho de reunión.
-Determinados actos en materia electoral:
a) Actos y disposiciones de las Juntas Electorales Provinciales y de
Comunidades Autónomas.
b) Recursos contencioso-electorales contra acuerdos de las Juntas
Electorales sobre proclamación de electos y elección.
c) Proclamación de Presidentes de Corporaciones locales.
En vía de recurso estas Salas conocen de los interpuestos contra autos o
sentencias dictados por los Juzgados de lo Contencioso-administrativo.
C) Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia
Nacional:
Su competencia se limita a:
En primer lugar, los actos dictados por los Ministros y Secretarios de Estado
en dos ámbitos:
-Asuntos de personal, salvo algunas excepciones.
-Responsabilidad patrimonial, cuando lo reclamado no exceda de 30050€.
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En segundo lugar, las sanciones interpuestas por los órganos centrales de la
Administración General del Estado (Ministros, Secretarios de Estado, Directores
Generales,...) que:
-Consistan en multas de cuantía igual o superior a 60000€.
-Cese de actividades o privación de ejercicio de derechos por piazo igual o
superior a 6 meses.
Y, en tercer lugar, los actos y disposiciones dictados por los organismos
públicos y entidades pertenecientes al sector público estatal con competencia en
todo el territorio nacional( Administraciones instrumentales, es decir, organismos
autónomos, Entidades Públicas empresariales,...).
D) Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional:
Materias específicas:
1) Recursos contra disposiciones generales y los actos de los Ministros y de los
Secretarios de Estado en general; y, en materia de personal, cuando se refieran al
nacimiento o extinción de la relación de servicio de funcionarios de carrera.
2) Recursos contra los actos de los Ministros y Secretarios de Estado cuando
rectifiquen en vía de recurso o en procedimiento de fiscalización o de tutela los
dictados por órganos o Entes distintos con competencia en todo el territorio
nacional.
3) Recursos en relación con los convenios entre Administraciones Públicas no
atribuidos a los Tribunales Superiores de Justicia.
4) Recursos contra actos de naturaleza económico-administrativa dictados por el
Ministro de Economía y Hacienda y por el Tribunal Económico-Administrativo
Central.
5) Recursos contra los actos dictados por la Comisión de Vigilancia de las
Actividades de Financiación del Terrorismo.
6) Recursos contra los actos de una serie de entidades concretas del sector público
estatal: Banco de España, La Comisión Nacional del Mercado de Valores , el
Tribunal de Defensa de la Competencia,...
E) Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo:
Conocen de:
En única instancia, esta Sala del Tribunal Supremo conoce:
-De los recursos contra los actos y disposiciones de los máximos órganos del
Estado (órganos constitucionales del Estado):Consejo de Ministros,
Comisiones Delegadas del Gobierno. CGPJ....
-En materia electoral, de los recursos contra actos y disposiciones de la
Junta Electoral Central.
En vía de recurso. la Sala conoce de:
-Recursos de casación, en general.
-Recursos de revisión contra sentencias firmes dictadas por las Salas de
Contencioso- Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia ,de la
Audiencia Nacional y del propio Tribunal Supremo.
-Recursos de casación y revisión contra las resoluciones dictadas por el
Tribunal de Cuentas.
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La mayor parte de los actos de la Administración autonómica se recurren ante los
Tribunales de la jurisdicción contencioso-administrativa. Cuando el Derecho es
propio de la CCAA(Derecho autonómico). No cabe casación ante el Tribunal
Supremo. Sólo cabe casación ante el Tribunal Supremo respecto de sentencias
dictadas por las Salas de lo contencioso-administrativo cuando es aplicable el
Derecho estatal.
21.3 (IMP) Ámbito, extensión y límites de la jurisdicción contenciosoadministrativa (
1) Cláusula general de competencia:
El Art. 1.1 contiene la cláusula general o definición genérica de la
competencia de la jurisdicción contencioso-administrativa; según dicho precepto,
los órganos de la jurisdicción conocerán de las pretensiones que se deduzcan en
relación con “la actuación de las Administraciones Públicas sujetas al Derecho
Administrativo, con las disposiciones generales de rango inferior a la Ley y con los
Decretos legislativos cuando excedan los límites de la delegación”.
2) Criterios subjetivos de la delimitación de la competencia:
A) Actuación de las Administraciones Públicas
En primer lugar, el factor subjetivo:
-Administración General del Estado.
-Administraciones de las CCAA.
-Entidades que integren la Administración local.
-Entidades de Derecho público que sean dependientes o estén vinculadas al Estado,
las Comunidades Autónomas o las Entidades Locales.
En segundo lugar. el factor objetivo: tratarse genéricamente de una
“actuación” de las citadas Administraciones.
Y, en tercer lugar, un factor de régimen jurídico: el que dicha actuación
de las Administraciones debe hallarse “sujeta al Derecho administrativo”.
B) Actividad de los órganos constitucionales, judiciales y electorales
Son los siguientes:
En primer lugar, “los actos y disposiciones en materia de personal,
administración y gestión patrimonial sujetos al derecho público adoptados por los
órganos competentes del Congreso de los Diputados. del Senado. del Tribunal
Constitucional, del Tribunal de Cuentas y del Defensor del Pueblo”, se trata,
exclusivamente, de la actividad interna realizada por dichos órganos, lo que deja
fuera del ámbito de la jurisdicción, la actividad típica, “constitucional” de dichos
órganos.
En segundo lugar, “los actos y disposiciones del Consejo General del Poder
Judicial y la actividad administrativa de los órganos de gobierno de los Juzgados y
Tribunales, en los términos de la Ley Orgánica del Poder Judicial”.
Y, por último “la actuación de la Administración electoral, en los términos
previstos en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General”.
C) Actos de Gobierno
El Gobierno actúa habitualmente de modo bifronte: de una parte, como
órgano supremo de la Administración respectiva , en cuya calidad adopta decisiones
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típicas e inequívocamente administrativas; de otra como órgano constitucional ,
mediante actuaciones que en algunos casos se hallan específicamente previstas en
el texto fundamental.
No plantea dudas de ningún tipo que las decisiones del Gobierno de orden
administrativo se hallan plenamente sujetas al control de la jurisdicción
contenciosa.
La LJCA de 1998, ha respetado parcialmente esta exclusión al atribuir a la
jurisdicción contenciosa, en su art.2 a), “la protección jurisdiccional de los derechos
fundamentales, los elementos reglados y la determinación de las indemnizables que
fueran procedentes, todo ello en relación con los actos del Gobierno o de los
Consejeros de Gobierno de las Comunidades Autónomas, cualquiera que fuera la
naturaleza de dichos actos”.
D) Actividad de las Corporaciones de Derecho Público
El art.2.c) LJCA establece que “los actos y disposiciones de las Corporaciones
de Derecho público adoptados en el ejercicio de funciones públicas”.
E) Actividad jurídico-pública de los concesionarios
El art.2.d) LJCA aparece referida a los actos dictados por los concesionarios
de servicios públicos.
3) Criterios objetivos de delimitación de la competencia
Son 4:
a) Las normas reglamentarias y los Decretos legislativos en todas aquellas
materias en las que el Gobierno se haya excedido en el ejercicio de la delegación
otorgada por el Parlamento.
b) Los contratos administrativos(en al parte del contrato sometida a Derecho
administrativo y no la parte sometida a Derecho civil) y los actos separables de
los contratos privados.
c) La responsabilidad patrimonial de la Administración.
d) Las autorizaciones para entrada en domicilios.
4) Materias excluidas:
De una parte, y de forma un tanto obvia, el art.3 LJCA dispone en sus
apartados a) y b) la exclusión de las materias correspondientes a los restantes
órdenes jurisdiccionales: esto es, “las cuestiones expresamente atribuidas a los
órdenes jurisdiccionales civil, penal y social, aunque estén relacionadas con la
actividad de la Administración Pública” y “el recurso contencioso-disciplinario
militar”.
Asimismo, el apartado e) excluye el recurso contencioso respecto de “los
conflictos de jurisdicción entre los Juzgados y Tribunales y la Administración Pública
y los conflictos de atribuciones entre órganos de una misma Administración”.
Por fin, la Disposición Adicional 5ª LJCA excluye del ámbito de la jurisdicción
contenciosa dos tipos de cuestiones lindantes con la materia propia de la
jurisdicción social y que se atribuyen a esta última:
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-Actos sancionadores por infracciones de orden social o laboral(salvo en
materia de recaudación de cuotas de la Seguridad Social).
-Actos dictados en procedimientos de regulación de empleo y traslados
colectivos de trabajadores.
(Asuntos que podemos recurrir ante la Jurisdicción contencioso-administrativa).
21.4 Las partes del proceso
Para ser parte en el proceso se ha de tener: Capacidad y Legitimación.
A) Las Partes del proceso: demandante, demandado y codemandado
1) Demandante
La parte en todo caso necesaria es el demandante, esto es, la persona que
ejercita la pretensión frente a una determinada actuación administrativa, ya para
impugnarla o, cuando se trata de un supuesto de inactividad administrativa, para
provocar su realización.
Pero, también puede corresponder a una Administración, cuando impugne
los actos de otra Administración distinta, o bien cuando impugne sus propios actos
en el proceso denominado de lesividad.
2) Demandado
Corresponde por lo común a una Administración Pública u órgano
constitucional correspondiente , justamente la autora o autor de la actividad que
motiva el planteamiento del proceso.
3) Codemandado
La LJCA denomina también parte demandada a las personas o entidades
cuyos derechos o intereses legítimos pudieran quedar afectados por la estimación
de las pretensiones del demandante.
B) La Capacidad procesal
La capacidad procesal o capacidad para ser parte en el proceso contencioso
se rige por las reglas generales de la LEC: esto es, la poseen “los que estén en el
pleno ejercicio de sus derechos civiles” (Art.2 LEC)
Por lo común, las partes han de comparecer en juicio representadas por un
procurador y defendidas o asistidas por un abogado. Esta regla posee diversas
excepciones:
En primer lugar, la representación mediante Procurador es meramente
potestativa en los procesos que se tramiten ante Juzgados unipersonales.
En segundo lugar, también es potestativa la representación mediante
Procurador y la defensa por Abogado, pudiendo comparecer y defenderse por sí
mismos, para “los funcionarios públicos en defensa de sus derechos estatutarios”.
C) Legitimación
1) Titularidad de derechos e intereses legítimos.
2) Titularidad de competencia administrativa.
3) Condición de vecino
4) La acción pública: En estos supuestos no se necesita ni tener ni acreditar
derechos ni intereses legítimos para recurrir ante la jurisdicción contencioso-
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administrativa sino que se otorga directamente por el ordenamiento y, sólo
en los supuestos en los que este lo otorgue se dará la acción pública.
21.5 Los presupuestos de la jurisdicción contencioso-administrativa.
A) La actividad administrativa impugnable
 El objeto del proceso
1) Cuestiones generales
El objeto del proceso ha de estudiarse desde dos perspectivas jurídicas
diversas, cuyo contenido es igualmente dispar:
a) El objeto del proceso contencioso en cuanto tal, esto es, en cuanto
procedimiento judicial singular y concreto; dicho objeto está constituido por
las pretensiones de las partes.
b) El objeto del proceso contencioso en abstracto, como institución general del
control; cuestión que nos remite a la determinación de cuál sea la actividad
administrativa susceptible de impugnación.
2) La actividad administrativa impugnable
El proceso contencioso tiene por finalidad el control de la legalidad de cuatro
tipos de actuaciones administrativas.
a) Los actos administrativos
Recaerá sobre los actos que pongan fin a la vía administrativa , ya sean
definitivos o de trámite.
Ahora bien, la delimitación del concepto de acto administrativo recurrible se
completa, desde una perspectiva negativa, con previsión del art. 28 LJCA , que
declara no impugnables “los actos que sean reproducción de otros anteriores
definitivos y firmes y los confirmatorios de actos consentidos por no haber sido
recurridos en tiempo y forma”.
b) Los Reglamentos y los Decretos Legislativos
En cuanto a los reglamentos existen 2 modalidades:
- Recurso directo en el que el demandante reclama de la jurisdicción la
declaración de ilegalidad y consiguiente anulación con carácter general de
uno o varios preceptos de la norma impugnada.
- Recurso indirecto Impugnación “de los actos que se produzcan en
aplicación de las mismas, fundada en que tales disposiciones no son
conformes a Derecho, es decir, lo impugnado es el acto de aplicación de la
norma.
En cuanto a los Decretos Legislativos lo recurrible es el exceso en el uso de
la delegación por parte del Gobierno. Si no es por exceso, lo conocerá el Tribunal
Constitucional.
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c) La inactividad de la Administración
Es una inactividad material de la Administración, no cabiendo aquí, por tanto
ni la inactividad formal ni el silencio.
Así, el art. 25 LJCA estipula “El recurso contencioso-administrativo es
admisible en relación con las disposiciones de carácter general y con los actos
expresos y presuntos de la Administración pública que pongan fin a la vía
administrativa, ya sean definitivos o de trámite, si estos últimos deciden directa o
indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el
procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses
legítimos.
También es admisible el recurso contra la inactividad de la Administración y
contra sus actuaciones materiales que constituyan vía de hecho, en los términos
establecidos en esta Ley.”
c.1) Inejecución de un acto administrativo
La primera viene referida a la ausencia de realización de actividades
prestacionales y, el art. 29.1 dice que Cuando la Administración, en virtud de
una disposición general que no precise de actos de aplicación o en virtud de un
acto, contrato o convenio administrativo, esté obligada a realizar una prestación
concreta en favor de una o varias personas determinadas, quienes tuvieran derecho
a ella pueden reclamar de la Administración el cumplimiento de dicha obligación. Si
en el plazo de tres meses desde la fecha de la reclamación, la Administración no
hubiera dado cumplimiento a lo solicitado o no hubiera llegado a un acuerdo con los
interesados, éstos pueden deducir recurso contencioso-administrativo contra la
inactividad de la Administración.
c.2) Obligación de realizar una pretensión concreta
La segunda se refiere a las situaciones de inejecución por la
Administración de sus actos firmes. En tal caso como dice el art. 29.2 “podrán
los afectados solicitar su ejecución, y si ésta no se produce en el plazo de un mes
desde tal petición, podrán los solicitantes formular recurso contenciosoadministrativo, que se tramitará por el procedimiento abreviado”.
d) Las Vías de hecho
Es la actividad material de la Administración carente de cobertura jurídica de
un acto o de una declaración administrativa previa.
Tanto anteriormente como ahora se pueden interponer, como vía poco
común, interdictos civiles para la vía de hecho.
Pero, los más común es lo dispuesto en el art.30 de la LJCA: “En caso de
vía de hecho, el interesado podrá formular requerimiento a la Administración
actuante, intimando su cesación. Si dicha intimación no hubiere sido formulada o
no fuere atendida dentro de los diez días siguientes a la presentación del
requerimiento, podrá deducir directamente recurso contencioso-administrativo.”.
3) Las pretensiones como objeto de cada proceso singular.
Las pretensiones son las que delimitan el objeto del proceso.
Cuando lo que se impugna son actos administrativos, reglamentos o
Decretos Legislativos, las pretensiones pueden ser dos:
a) Anulación de los actos y disposiciones susceptibles de impugnación.
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b) Reconocimiento de una situación jurídica individualizada y la adopción de
las medidas adecuadas para el pleno restablecimiento de la misma, entre
ellas la indemnización de los daños y perjuicios, cuando proceda.
En el supuesto de impugnación de la inactividad administrativa ,el art.32.1
LJCA concreta los términos de las pretensiones esgrimibles al decir que “el
demandante podrá pretender del órgano jurisdiccional que condene a la
Administración al cumplimiento de sus obligaciones en los concretos términos en
que están establecidas”, es decir, hacer aquello que la Ley le obliga.
En caso de impugnación de vías de hecho ,conforme a lo establecido en el
art.32 de la LJCA la pretensión puede consistir en:
a) Anulación de dicha actuación.
b) Reconocimiento de una situación individualizada.
c) Indemnización de daños y perjuicios por un acto ilegal.
d) Cesación física de dicha actuación.
4) El principio de congruencia
La pretensión formulada delimita los términos del debate procesal y fija los
límites del fallo. En virtud del principio de congruencia, los órganos judiciales deben
juzgar dentro de esos límites (art. 33.1). Por ello, si el Juez o Tribunal. al dictar
sentencia, estima que la cuestión sometida a su conocimiento pudiera no haber sido
debidamente apreciada por las partes. por existir otros motivos posibles de fundar
el recurso o la oposición. puede exponerlo a las propias partes mediante
providencia, concediéndoles un plazo de diez días para que formulen las
alegaciones que estimen oportunas al respecto. antes de pronunciar el fallo (art.
33.2).
Lo mismo ha de observarse, en los casos de impugnación directa de
preceptos de una disposición general, si el Tribunal entiende necesario extender el
enjuiciamiento a otros preceptos de la misma disposición por razones de conexión o
consecuencia con los recurridos (art. 33.3).
5) Acumulación
Por lo demás. en un mismo proceso pueden deducirse por el demandante
diferentes pretensiones en relación con un mismo acto o con varios actos,
disposiciones o actuaciones entre los que exista conexión directa. Se produce
entonces en el mismo recurso una acumulación de pretensiones. No obstante. si el
órgano jurisdiccional no estima pertinente la acumulación, por faltar aquella
conexión directa, ordenará que la parte recurrente interponga por separado varios
recursos. otorgándole al efecto un plazo de treinta días (arts. 34 y 35
LJCA).
Iniciado el proceso y si se tiene conocimiento posterior de un acto,
disposición o actuación que guarde con el objeto del recurso en tramitación la
misma conexión directa, se puede solicitar la ampliación del recurso para abarcar
también esta nueva actuación (art. 36).
Un supuesto peculiar es aquel en que el recurso se interpone contra un acto
presunto por silencio administrativo y. durante la tramitación del proceso. recae
resolución expresa y tardía de la Administración sobre el asunto. En función del
contenido de esta resolución expresa. el recurrente podrá desistir del recurso
interpuesto o bien podrá pedir la ampliación del recurso a la propia resolución
expresa (art. 36.4).
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Caso distinto es aquel en que se interponen varios recursos diferentes por
distintas personas (normalmente) contra una misma actuación o contra actuaciones
que guardan entre sí una conexión directa. En tales casos, el órgano judicial, de
oficio o a instancia de alguna de las partes y previa audiencia de todas ellas por
plazo de cinco días, puede acordar la acumulación de los recursos, para resolverlos
todos en una misma sentencia, conforme al principio de economía procesal (art.
37.1).
En estos mismos casos se al órgano judicial no acumularlos, sino tramitar
uno o varios de ellos con carácter preferente y suspender la tramitación de los
demás hasta que recaiga sentencia en los primeros, de manera que el contenido de
esta sentencia pueda extenderse a los recursos suspendidos.
6) Agotamiento de la vía administrativa previa
 Recurso administrativo previo a la jurisdicción
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Tipo de actos: que agotan o no agotan la vía administrativa.
Tipo de recursos:
1) Alzada obligatoria
2) Imposición voluntaria
7) Plazos para los recursos
Aspecto esencial es el plazo para la interposición del recurso, que es un
plazo de caducidad, cuyo transcurso impedirá definitivamente la impugnación. Este
plazo es, en general, de dos meses y se cuenta desde el día siguiente a la
publicación de la disposición general impugnada o a la notificación o publicación del
acto expreso recurrido o, si se recurre contra la inactividad de la
Administración, desde que vence el plazo de tres meses o de un mes a partir
de la reclamación dirigida al efecto contra la Administración, en los términos del
artículo 29.1 y 2.
Si se ha interpuesto recurso previo de reposición, el plazo de dos meses
empieza a correr desde el día siguiente al de notificación de su resolución expresa o
a su desestimación presunta (que tiene lugar al mes de haberse interpuesto. como
se recordará). En el caso del recurso de lesividad, el plazo de dos meses se
cuenta desde el día siguiente al de la declaración de lesividad. Si se ha interpuesto
por una Administración contra otra requerimiento previo al recurso, el plazo se
cuenta desde el día siguiente a aquel en que se notifique el acuerdo expreso sobre
el requerimiento formulado o éste se entienda rechazado (art. 46).
Por excepción, el plazo para recurrir es de seis meses si se impugna un
acto presunto por silencio administrativo. contado desde que se entiende producido
el acto presunto según la legislación aplicable (art. 46.1). Este plazo más amplio se
explica porque, a diferencia del acto expreso, el interesado no tiene en estos casos
una notificación en la que se le señalen los recursos utilizables y el plazo para
interponerlos. Pero quizá por esta misma razón el plazo legal se antoja demasiado
breve y puede dar lugar a situaciones de indefensión.
También por excepción, como se dijo, en caso de vía de hecho, el plazo
para recurrir es de veinte días desde aquel en que se inicia la actuación material
impugnada o el de diez días a contar desde el siguiente a la terminación del plazo
que la Administración tiene para responder a la intimación del cese de dicha
actuación que el interesado puede dirigirle (art. 46.3).
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