Obteniendo los Datos Linfoma de Hodgkin Panorama general Tipos de linfoma de Hodgkin El linfoma de Hodgkin, también llamado enfermedad de Hodgkin, es una categoría de linfoma, un cáncer del sistema linfático. El linfoma se origina cuando las células del sistema linfático cambian y se multiplican sin control, lo que puede formar un tumor. Hay diferentes tipos de linfoma de Hodgkin. Es importante conocer el tipo, ya que de ello depende la elección del tratamiento. Los médicos determinan el tipo de linfoma de Hodgkin observando bajo microscopio una muestra de tejido en busca de células anormales con determinadas proteínas. El sistema linfático está formado por tubos delgados que se ramifican por todo el cuerpo. Su tarea es combatir las infecciones y las enfermedades. El sistema linfático transporta la linfa, un líquido incoloro que contiene linfocitos (glóbulos blancos). Los linfocitos combaten los gérmenes en el cuerpo. Los linfocitos B (también llamados células B) producen anticuerpos para combatir bacterias y los linfocitos T (también llamados células T) destruyen virus y células extrañas, y activan a las células B para que produzcan anticuerpos. En diferentes áreas del sistema linfático, en todo el cuerpo, existen grupos de órganos con forma de frijol llamados ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos se encuentran en grupos en el abdomen, la ingle, la pelvis, las axilas y el cuello. El sistema linfático también incluye el bazo, que produce linfocitos y filtra la sangre; el timo, que es un órgano ubicado debajo del esternón; y las amígdalas, que se encuentran en la garganta. El linfoma de Hodgkin afecta principalmente los ganglios linfáticos; por lo general comienza en el cuello o el área entre los pulmones y detrás del esternón. También puede originarse en grupos de ganglios linfáticos en las axilas, la ingle o en el abdomen o la pelvis. Si el linfoma de Hodgkin se disemina, puede extenderse al bazo, el hígado, la médula ósea o los huesos. Aunque raras veces, también puede suceder que se disemine a otras partes del cuerpo. Linfoma de Hodgkin clásico. El linfoma de Hodgkin clásico (LHC) se diagnostica mediante el hallazgo de las células de “Reed-Sternberg.” Aproximadamente entre el 20% y el 25% de las personas con LHC en los Estados Unidos también tuvieron el virus de Epstein-Barr (VEB, el virus que causa mononucleosis infecciosa). La siguiente lista describe diferentes subtipos de LHC. Linfoma de Hodgkin con esclerosis nodular. El linfoma de Hodgkin con esclerosis nodular es la forma más frecuente de LHC (hasta el 80% de las personas con LHC tienen este tipo). Aparece más comúnmente en adultos jóvenes, en especial en mujeres. Además de las células de ReedSternberg, hay franjas de tejido conectivo en el ganglio linfático. Linfoma de Hodgkin clásico rico en linfocitos. Aproximadamente el 6% de las personas con LHC tienen esta forma. Su aparición es más frecuente en hombres y, generalmente, compromete otras áreas además de la torácica (mediastino). El tejido contiene muchos linfocitos normales además de células de Reed-Sternberg. Linfoma de Hodgkin con celularidad mixta. Este tipo de linfoma se presenta en adultos mayores y, más frecuentemente, en el abdomen. Contiene muchos tipos diferentes de células, entre las que se incluyen grandes cantidades de células de Reed-Sternberg. Linfoma de Hodgkin con depleción linfocítica. Este linfoma es el subtipo menos frecuente de LHC, y aproximadamente el 1% de las personas tienen esta forma. La mayoría de las veces, aparece en adultos mayores, personas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y en personas de países no industrializados. El ganglio linfático contiene casi todas las células de ReedSternberg. Linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico nodular. Aproximadamente el 5% de las personas con linfoma de Hodgkin tienen linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico nodular. No forma parte del grupo de LHC, sino que, desde el punto de vista genético y de las proteínas, se parece más al linfoma no Hodgkin de células B. Es más frecuente en pacientes más jóvenes y a menudo se encuentra en los ganglios linfáticos del cuello. Factores de riesgo Un factor de riesgo es cualquier factor que aumenta la posibilidad de que una persona desarrolle cáncer. Si bien los factores de riesgo pueden influir en el desarrollo del cáncer, la mayoría no es una causa directa de esta enfermedad. Algunas personas con diversos factores de riesgo nunca desarrollan cáncer, mientras que otras sin factores de riesgo conocidos sí lo hacen. Sin embargo, si usted conoce sus factores de riesgo y consulta a su médico, podrá tomar decisiones inteligentes sobre su estilo de vida y los cuidados de la salud. Se desconoce la causa exacta del linfoma de Hodgkin, pero aparentemente los siguientes factores aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Edad. Las personas de entre 15 y 40 años y los mayores de 55 tienen más probabilidades de desarrollar linfoma de Hodgkin. Sexo. Los hombres tienen una probabilidad ligeramente mayor de desarrollar linfoma de Hodgkin que las mujeres en general, aunque el subtipo con esclerosis nodular es más frecuente en las mujeres. Antecedentes familiares. Las hermanas y los hermanos de personas con linfoma de Hodgkin tienen una probabilidad más alta, aunque aún pequeña, de desarrollar la enfermedad. Exposición a virus. Las personas infectadas con el VEB podrían tener un mayor riesgo de desarrollar algún tipo de linfoma de Hodgkin. Sin embargo, probablemente hay otros cuantos factores involucrados. La mononucleosis es una enfermedad muy común, pero el linfoma de Hodgkin es muy poco frecuente. Cuando el linfoma de Hodgkin no está asociado con VEB, quizás haya otros virus involucrados. Es importante destacar que, si bien puede haber virus involucrados en el desarrollo del linfoma de Hodgkin, no existen pruebas que indiquen que este tipo de cáncer sea contagioso. El contacto cercano con una persona que tiene este cancer no aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad. Síntomas Las personas con linfoma de Hodgkin pueden experimentar los siguientes síntomas. En algunos casos, unas personas no presentan ninguno de estos síntomas, y estos síntomas pueden estar causados por otra condición que no es cáncer. Si le preocupa algún síntoma de esta lista, hable con su médico. Entre los síntomas frecuentes asociados con linfoma de Hodgkin, se pueden mencionar: • Inflamación no dolorosa de los ganglios linfáticos del cuello, las axilas o el área de la ingle que no desaparece en unas semanas • Fiebre sin razón aparente que no desaparece • Pérdida involuntaria de peso • Sudores nocturnos (que generalmente empapan) • El prurito (comezón generalizada) es otro síntoma ocasional del linfoma de Hodgkin • Cansancio • Dolor en los ganglios linfáticos asociado con la ingesta de alcohol Si los ganglios linfáticos del tórax están afectados, pueden ejercer presión sobre la tráquea y causar dificultad para respirar, tos o molestia torácica. Diagnóstico Los médicos utilizan muchas pruebas para diagnosticar el cáncer y determinar la magnitud de la enfermedad. Algunas pruebas también pueden establecer cuál es el tratamiento más eficaz. En la mayoría de los tipos de cáncer, la biopsia es el único método para formular un diagnóstico definitivo. Si no se puede realizar la biopsia, el médico podría sugerir que se lleven a cabo otras pruebas que ayuden a establecer un diagnóstico. Las pruebas con imágenes pueden utilizarse para averiguar si el cáncer se ha diseminado. Se pueden utilizar las siguientes pruebas para diagnosticar el linfoma de Hodgkin: Antecedentes médicos y examen físico. La historia clínica completa y el examen físico pueden mostrar evidencia de los síntomas típicos, como sudores nocturnos y episodios de fiebre, y de los ganglios linfáticos o bazo afectados o agrandados. Biopsia. La biopsia consiste en la extracción de una pequeña cantidad de tejido para su examen con microscopio. Otras pruebas pueden sugerir la presencia de cáncer, pero el diagnóstico de linfoma de Hodgkin sólo puede efectuarse después de la biopsia de una muestra del tejido afectado. Si no hay ganglios linfáticos agrandados en el cuello, la axila o la ingle, podría ser necesaria la biopsia de otros, como los que se encuentran en el centro del tórax. Por lo general, una biopsa requiere cirugía menor, aunque en ocasiones es posible hacer una biopsia bajo anesthesia local utilizando una aguja, mientras se le realiza un estudio al paciente (la mayoría de las veces, una tomografía computarizada [CT o CAT]). La tomografía computarizada se utiliza durante la biopsia para guiar al médico al lugar correcto. La muestra extraída durante la biopsia es analizada por un patólogo (un médico que se especializa en interpretar análisis de laboratorio y evaluar células, tejidos y órganos para diagnosticar enfermedades). Luego de realizar el diagnóstico, otras pruebas pueden ayudar a determinar la magnitud o estadio de la enfermedad y a obtener otra información que facilite a los médicos la planificación del tratamiento. Entre las pruebas se incluyen las siguientes: Pruebas de laboratorio. Los análisis de sangre podrían incluir un hemograma completo (CBC, por sus siglas en inglés) y análisis de los distintos tipos de glóbulos blancos, además de pruebas de la función hepática. Es posible que el médico también indique una prueba de la velocidad de sedimentación eritrocitaria (VSE). Pruebas por imágenes. Para determinar dónde está ubicado el cáncer y si se ha diseminado, el médico podría emplear las siguientes pruebas por imágenes: Tomografía computarizada (CT o CAT). La tomografía computarizada crea una imagen tridimensional del interior del cuerpo con una máquina de rayos X. Una computadora luego combina estas imágenes en una vista detallada de cortes transversales que muestra anormalidades o tumores. A menudo, se inyecta un medio de contraste (una tinción especial) en una vena del paciente para obtener mejores detalles. La tomografía computarizada del pecho y el abdomen puede ayudar a detectar un cáncer que se ha diseminado a los pulmones, los ganglios linfáticos y el hígado. Tomografía por emisión de positrones (PET). La PET es una forma de crear fotos de los órganos y los tejidos internos del cuerpo. Se inyecta en el cuerpo del paciente una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva (llamada glucosa radiactiva) que los órganos o los tejidos mas actives (como el cancer) absorben. Esta sustancia emite energía, la cual detecta un escáner para crear las imágenes. Los estudios PET también pueden utilizarse para determinar el estadio del linfoma de Hodgkin, aunque es recomendable que siempre se efectúen con una tomografía computarizada. Esta prueba también puede realizarse para determinar la respuesta del linfoma al tratamiento. Imágenes por resonancia magnética (MRI). Las MRI utilizan campos magnéticos, en lugar de rayos X, para producir imágenes detalladas del cuerpo. Se puede inyectar un medio de contraste en una vena del paciente para crear una imagen más clara. En ocasiones se utiliza en el linfoma de Hodgkin. Biopsia de médula ósea. En una biopsia de médula ósea, se inserta una aguja a través de la piel en la parte posterior del hueso pélvico (cadera). Con anestesia local para adormecer el área o con sedación se extrae una pequeña cantidad de hueso y de médula ósea, y se examina con un microscopio. La decisión respecto de la necesidad de una biopsia de médula ósea depende de la extensión de la enfermedad y de los resultados de determinadas pruebas de laboratorio. Determinación del estadio La determinación del estadio ayuda a definir dónde se ubica el linfoma de Hodgkin, si se ha diseminado y hacia dónde, y si está afectando las funciones de otros órganos del cuerpo. Los médicos utilizan exámenes de diagnóstico para determinar el estadio del cáncer. El conocimiento del estadio permite al médico decidir cuál es el mejor tratamiento y predecir el pronóstico del paciente (posibilidad de recuperación). Existen diferentes descripciones de estadios según los diferentes tipos de cáncer. El estadio del linfoma describe el grado de diseminación del tumor en números romanos del uno al cuatro (I, II, III o IV). Estadio I: E l cáncer se encuentra en una región de ganglios linfáticos. Estadio II: Cualquiera de estas condiciones: • El cáncer se encuentra en dos o más regiones de ganglios linfáticos del mismo lado del diafragma. Estadio III: • El cáncer se encuentra en áreas de ganglios linfáticos a ambos lados del diafragma. Estadio IV: • El linfoma se denomina estadio IV cuando hay compromiso diseminado (multifocal), lo que significa que el linfoma se encuentra en múltiples áreas. Las regiones comunes para la enfermedad diseminada son el hígado, la médula ósea o los pulmones. Enfermedad Recurrente: El linfoma recurrente es aquel que ha vuelto a aparecer después del tratamiento. Puede regresar al área en la que se originó o aparecer en otra parte del cuerpo. La recurrencia puede producirse poco después del primer tratamiento o años más tarde. Tratamiento El tratamiento del linfoma de Hodgkin depende del tamaño y la ubicación de los ganglios linfáticos agrandados, los resultados de los análisis de sangre, el tipo de linfoma de Hodgkin, y la edad del paciente, sus síntomas y su estado general de salud. En muchos casos, un equipo de médicos trabaja con el paciente para determinar el mejor plan de tratamiento. Los métodos de tratamientos más frecuentes para el linfoma de Hodgkin son la radioterapia, la quimioterapia o una combinación de ambos métodos. Esta sección describe los tratamientos que son la norma de atención (los mejores tratamientos disponibles) para este tipo específico de cáncer. Se aconseja también a los pacientes que consideren participar en estudios clínicos cuando tomen las decisiones relacionadas con el plan de tratamiento. Un estudio clínico es un estudio de investigación para evaluar un tratamiento nuevo, a fin de comprobar que sea seguro, eficaz y, posiblemente, mejor que un tratamiento estándar. Su médico puede ayudarlo a revisar todas las opciones de tratamiento. Actualmente, se recomendará a la mayoría de los pacientes con linfoma de Hodgkin, incluido el estadio I o el II, que reciban algo de quimioterapia, seguida por radioterapia en las áreas de ganglios linfáticos afectados. (Para algunos pacientes con enfermedad en estadio temprano, quizá sea posible administrarles un tratamiento relativamente breve de sólo quimioterapia, sin la necesidad de aplicar radioterapia. Este tratamiento puede realizarse en unos pocos pacientes elegidos cuidadosamente y debe ser analizado con el médico). Para la enfermedad de estadio III o IV, la quimioterapia sigue siendo el tratamiento primario, aunque podría recomendarse radioterapia adicional, especialmente en áreas de ganglios linfáticos grandes. A continuación se describen los tratamientos más frecuentes para el linfoma de Hodgkin. Radioterapia La radioterapia es el uso de rayos X con alta potencia u otras partículas para destruir las células cancerosas. El médico que se especializa en administrar radioterapia para tratar el cáncer se conoce como radiooncólogo. La radioterapia para el linfoma de Hodgkin siempre es de rayos externos, que es aquella que se aplica desde una máquina fuera del cuerpo. Siempre que sea posible, la radioterapia generalmente se dirige a las áreas de ganglios linfáticos afectados para reducir el riesgo de efectos secundarios. Los efectos secundarios inmediatos producidos por la radioterapia dependen del área del cuerpo que se está tratando. Estos pueden incluir cansancio, reacciones leves en la piel, malestar estomacal y diarrea o deposiciones líquidas. Los pacientes que recibieron radioterapia en el cuello quizá tengan dolor en la boca o la garganta. La mayoría de los efectos secundarios desaparece poco tiempo después de finalizar el tratamiento. Si bien el riesgo de efectos secundarios a largo plazo, también llamados efectos tardíos, disminuye a medida que se mejoran los tratamientos. Para minimizar el riesgo de efectos secundarios de largo plazo, se están realizando estudios clínicos que intentan determinar las dosis óptimas y el campo más pequeño posible para la radioterapia. Quimioterapia La quimioterapia es el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. La quimioterapia sistémica se administra a través del torrente sanguíneo y se focaliza en las células cancerosas por todo el cuerpo. El médico que se especializa en el tratamiento del cáncer con medicamentos es un oncólogo clinic. Algunas personas quizás reciban la quimioterapia en el consultorio del médico; otros posiblemente se traten en el hospital. Un régimen (plan) de quimioterapia normalmente consiste en una cantidad específica de ciclos administrados en un plazo determinado. Para el linfoma de Hodgkin pueden utilizarse muchos tipos diferentes de quimioterapia. Las combinaciones de medicamentos que se usan con más frecuencia en los Estados Unidos se llaman “ABVD” y “Stanford V”. Otra combinación de medicamentos, conocida como “BEACOPP”, actualmente se usa en forma generalizada en Europa y cada vez más en los Estados Unidos. • ABVD: doxorrubicina (Adriamycin), bleomicina (Blenoxane), vinblastina (Velban, Velsar) y dacarbazina (DTIC-Dome). Generalmente, la quimioterapia ABVD se administra cada dos semanas durante dos a ochos meses. • Stanford V: mecloretamina (Mustargen, Nitrogen Mustard), doxorrubicina, vinblastina, vincristina (Vincasar), bleomicina, etopósido (VePesid, Toposar), prednisona (varias marcas comerciales) y G-CSF (factor estimulante de colonias de granulocitos). La quimioterapia se administra en forma semanal durante dos a tres meses y, normalmente, se administran dos o tres de estos medicamentos cada semana. • BEACOPP: bleomicina, etopósido, doxorrubicina, ciclofosfamida (Cytoxan, Clafen, Neosar), vincristina, procarbazina (Matulane) y prednisona. Existen varios programas de tratamiento distintos; sin embargo, habitualmente, se administran diferentes medicamentos cada dos semanas. Por el momento, no se sabe a ciencia cierta cuál de estos tratamientos de quimioterapia es mejor para los pacientes con linfoma de Hodgkin, y el mejor tratamiento podría ser diferente dependiendo del tipo y el estadio del linfoma. Por este motivo, muchos estudios clínicos están en curso para comparar estos diferentes tratamientos quimioterapéuticos. Estos estudios clínicos se diseñan para determinar qué combinación resulta más efectiva y cuál produce menos efectos secundarios a corto y a largo plazo. En distintos momentos durante el ciclo de quimioterapia, habitualmente sus médicos repetirán algunas de las pruebas realizadas en un principio, especialmente las tomografías computarizadas y las tomografías por emisión de positrones. Estas pruebas se utilizan para saber cómo está respondiendo el linfoma al tratamiento. Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del paciente y la dosis utilizada, pero pueden incluir fatiga, riesgo de infección, náuseas, vómitos, inapetencia y diarrea. Estos efectos secundarios suelen desaparecer cuando finaliza el tratamiento. Si bien el riesgo de efectos secundarios a largo plazo disminuye a medida que se mejoran los tratamientos, la quimioterapia aún causa, en algunos casos, efectos secundarios tardíos y permanentes. Los medicamentos utilizados para tratar el cáncer se evalúan constantemente. A menudo, hablar con su médico es la mejor forma de conocer los medicamentos que le recetaron, qué objetivo tienen y cuáles son los posibles efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos. Trasplante de médula ósea/células madre Efectos secundarios Un trasplante de células madre es un procedimiento médico en el cual la médula ósea enferma se reemplaza con células altamente especializadas, llamadas células madre hematopoyéticas. Las células madre hematopoyéticas se encuentran tanto en la sangre en circulación como en la médula ósea. Hoy en día, este procedimiento se llama más frecuentemente trasplante de células madre en lugar de llamarse trasplante de médula ósea, porque en realidad lo que se trasplanta son las células madre sanguíneas y no el tejido de la médula ósea. El cáncer y su tratamiento pueden producir diversos efectos secundarios. Sin embargo, los médicos han logrado importantes avances en los últimos años en la reducción del dolor, las náuseas y los vómitos, así como en otros efectos secundarios físicos de los tratamientos del cáncer. Muchos tratamientos que se utilizan ahora son menos intensivos, pero tienen la misma eficacia que los tratamientos usados en el pasado. Los médicos también cuentan con muchas maneras de proporcionar alivio a los pacientes cuando se presentan estos efectos secundarios. Existen dos tipos de trasplante de células madre, según el origen de las células madre sanguíneas de reemplazo: alotrasplante (o trasplante alogénico, ALLO) y trasplante autólogo (AUTO). El trasplante de células madre no se El temor a los efectos secundarios del tratamiento es común después de un diagnóstico de cáncer, pero puede ser útil saber que prevenir y controlar estos efectos es uno de los principales objetivos de su equipo de atención médica. utiliza como el primer tratamiento para el linfoma de Hodgkin; sin embargo, es posible que se recomiende el alotrasplante para los pacientes con linfoma remanente en la médula ósea después del tratamiento o en los que se detecta la recurrencia de la enfermedad. Antes de comenzar el tratamiento, hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios de los tratamientos específicos que recibirá. Los efectos secundarios específicos que pueden presentarse dependen de diversos factores, entre ellos, el tipo de cáncer, su ubicación, el plan de tratamiento individual (incluidas la duración y las dosis del tratamiento) y el estado de salud general de la persona. En un alotrasplante, las células madre se recolectan del donante cuyo tejido tenga el mayor grado de compatibilidad posible con el del paciente a nivel genético; esta prueba se llama clasificación del antígeno leucocitario humano (HLA). En la mayoría de los casos, el hermano o la hermana del paciente puede ser el donante, aunque también pueden serlo personas no emparentadas. Millones de personas en todo el mundo se presentan voluntariamente para donar células madre para aquellos pacientes que no tienen compatibilidad de estas células en sus familiares. Su equipo de atención médica buscará un donante compatible en un registro computarizado. Además, en ocasiones se considera una donación de células madre provenientes de la sangre del cordón umbilical si no hay familiares donantes disponibles. En el trasplante autólogo, se usan las propias células madre del paciente. Las células madre se obtienen del paciente cuando él o ella están en remisión del tratamiento previo. Luego, las células madre se congelan hasta que se necesiten, generalmente después de finalizar el tratamiento de dosis altas. Pregunte al médico qué efectos secundarios son más probable que se manifiesten (y cuáles no), cuándo es probable que ocurran y cómo serán tratados por el equipo de atención médica si efectivamente ocurren. Además, asegúrese de comunicarse con el médico para informarle sobre los efectos secundarios que desarrlle durante y después del tratamiento. Además de los efectos secundarios físicos, es posible que también se produzcan efectos psicosociales (emocionales y sociales). Efectos tardíos del tratamiento Los pacientes que reciben tratamiento para el linfoma de Hodgkin corren más riesgo de padecer otras enfermedades o afecciones más adelante, dado que la quimioterapia o la radioterapia pueden causar daños permanentes. Los tratamientos han mejorado en los últimos 30 años y en la actualidad los pacientes tienen menos probabilidades de tener efectos tardíos, sin embargo, todavía existen algunos riesgos. Varias de estas enfermedades y condiciónces incluyen cánceres secundarios, daño cardíaco o pulmonary, disfunción de la tiroides, problemas con fertilidad y depresión u otros problemas psicológicos. Por lo tanto, es importante que los pacientes visiten regularmente a sus médicos para su seguimiento, a fin de controlar la aparición de cualquier enfermedad o afección. Después del tratamiento Después de finalizado el tratamiento para el linfoma de Hodgkin, elabore con su médico un plan de atención de seguimiento. Este plan puede incluir visitas al médico y pruebas médicas para supervisar su recuperación durante los próximos meses y años. La atención de seguimiento luego del tratamiento para el linfoma de Hodgkin es importante para detectar la posible recurrencia del linfoma y los efectos tardíos del tratamiento. La frecuencia de la atención de seguimiento y las pruebas realizadas depende de varios factores, incluida la extensión original del cancer y el tipo de tratamiento. Por lo general, todas estas pruebas, incluidas las tomografías computarizadas, los estudios PET y las biopsias de médula ósea, se repiten después de finalizado el tratamiento para asegurarse de que el linfoma haya desaparecido. Luego, la frecuencia de los exámenes de detección adicionales depende de los resultados de las primeras pruebas realizadas después del tratamiento. En general, cada visita de seguimiento incluye una discusión con el médico, un examen físico y análisis de sangre. En algunas visitas, se realizan tomografías. En la mayoría de los centros oncológicos, las visitas de seguimiento en el comienzo se programan a intervalos de dos a tres meses durante el período en que el riesgo de recurrencia es mayor, y el intervalo entre visitas se incrementa con el paso del tiempo. Las visitas subsiguientes podrían ser sólo dos o tres veces por año hasta que transcurran cinco años; luego, se debería continuar con visitas anuales a un oncólogo. Se debe prestar especial atención a los exámenes de detección del cáncer, así como a los factores de riesgo cardíaco, durante toda la vida de la persona. Para los pacientes que recibieron radioterapia en el cuello o tórax, es importante vigilar la función de la tiroides. La atención de seguimiento también debería abordar la calidad de vida, incluidas las cuestiones emocionales. En particular, se recomienda a los sobrevivientes de linfoma de Hodgkin a que conozcan los síntomas de depresión y hablen de inmediato con su médico si los tienen. Los pacientes tratados por linfoma de Hodgkin deberían aplicarse la vacuna antigripal todos los años. Ademas, es posible que a algunos pacientes se les recomiende aplicarse la vacuna contra la neumonía, que podría repetirse cada cinco a siete años. Se aconseja a las personas en recuperación de linfoma de Hodgkin que sigan las pautas establecidas para una buena salud, entre ellas, mantener un peso saludable, no fumar, tener una alimentación balance, y realizarse los estudios de detección para el cáncer recomendados. Consulte a su médico a fin de elaborar el mejor plan para sus necesidades. El ejercicio moderado puede ayudarlo a recobrar sus fuerzas y energía. Su médico puede ayudarlo a diseñar un plan de ejercicios adecuado en función de sus necesidades, sus aptitudes físicas y su estado físico. Preguntas para hacerle al médico Oficina Nacional 115 Broadway, Suite 1301 New York, NY 10006 (212) 349-2910 (212) 349-2886 fax La comunicación periódica con el médico es importante para tomar decisiones informadas sobre la atención de la salud. Considere preguntarle a su médico lo siguiente: • ¿Qué tipo de linfoma de Hodgkin tengo? • ¿Mi biopsia ha sido estudiada por un patólogo experto en linfoma? • ¿En qué estadio se encuentra mi linfoma de Hodgkin? Helpline:(800) 500-9976 [email protected] • ¿Qué factores de pronóstico favorable y desfavorable tengo? Website: lymphoma.org Email:[email protected] • ¿Cuántos pacientes con linfoma de Hodgkin atiende cada año? • ¿Me puede explicar mi informe de patología (resultados del análisis de laboratorio)? • ¿Qué opciones de tratamiento tengo? • ¿En qué estudios clínicos puedo participar? Con apoyo de becas recibidas de: • ¿Qué plan de tratamiento recomienda? ¿Por qué? • ¿Qué tratamiento de quimioterapia recomienda, cuántos tratamientos y por qué? • ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de la quimioterapia sola frente a la quimioterapia más radioterapia? • ¿Qué radioterapia recomienda, si es que la recomienda, y por qué? • ¿Cuáles son los efectos secundarios posibles del tratamiento para el corto plazo y para el largo plazo? • ¿De qué manera este tratamiento afectará mi vida cotidiana? ¿Podré trabajar, hacer ejercicio y realizar mis actividades habituales? • ¿De qué manera puedo mantenerme lo más saludable posible durante el tratamiento? • ¿Debo pedir una segunda opinión? • ¿Si me preocupa cómo afrontar los costos relacionados con el tratamiento del cáncer, ¿quién me puede ayudar con estas inquietudes? • ¿Cómo afectará este tratamiento mi capacidad de tener hijos en el futuro? ¿Tendría que almacenar mi esperma en un banco (hombres) o tomar píldoras anticonceptivas (mujeres)? ¿Debería hablar con un especialista en fertilidad antes del tratamiento? • ¿Qué pruebas de seguimiento necesitaré y con qué frecuencia? • ¿Qué servicios de apoyo tengo a mi alcance? ¿Y para mi familia? ©2011 Lymphoma Research Foundation Consiguideno los Datos es publicado por la Lymphoma Research Foundation (LRF) con el proposito de informar y educar a los lectores. Porque el cuerpo y respuesta al tratamiento de cada persona es diferente, uno no debe diagnosticar si mismo o embarcar en un curso de tratamiento sin antes consultar con su médico. LRF no es responsable por el cuidado médico de ninguna persona. Actualizado por ultimo Junio 2011 Linfoma de Hodgkin: http://cancer.net/patient/Cancer+Types/Tipo+de+Cancer/Linfoma+de+Hodgkin imprimido con permiso. © 2011 American Society of Clinical Oncology. Todos los derechos reservados. www.Cancer.Net Recursos La Lymphoma Research Foundation ofrece la Línea de Ayuda en cual profesionales estan disponibles para contester preguntas y proveer apoyo individual a usted y sus amados en español por vía de un servicio de traducción. Para más información, envie un correo electrónico a [email protected] o llame a 800-500-9976.