Juicio No - Corte Nacional de Justicia

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JUEZA PONENTE: DRA. MARÍA DEL CARMEN ESPINOZA
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. SALA ESPECIALIZADA DE LA FAMILIA, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA.- Quito, a
19 de junio de 2012, las 11h15’.
VISTOS: (JUICIO No. 162-2012 PVM).- Practicado el resorteo de causas e integrado legalmente este
Tribunal, conocemos el proceso en nuestra calidad de Juezas y Juez de la Sala Especializada de la Familia,
Niñez y Adolescencia.
ANTECEDENTES.-Sube el proceso en virtud del recurso de casacióninterpuesto por la parte demandada de
la sentencia dictada por la Segunda Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la
Corte Provincial de Justicia del Azuay el 31 de mayo de 2011, a las 10H40, misma que confirma la dictada
por el Juez Décimo Cuarto de lo Civil del Azuay, que declara con lugar la demanda de divorcio propuesta
por Lauro Cazorla Arízaga contra Nora Elizabeth Vanegas León. Inconforme con lo resuelto,la
demandadainterpone recurso de casación, el que ha sido admitido por la Sala de lo Civil, Mercantil y
Familia de la Corte Nacional de Justicia el 24 de noviembre de 2011, las 14H10.
1. COMPETENCIA.- La competencia de esta Sala está asegurada en virtud de lo dispuesto en los artículos
184.1 de la Constitución de la República, 172 en relación con el 189.1 del Código Orgánico de la Función
Judicial y1 de la Ley de Casación.
2. FUNDAMENTOS DEL RECURSO.-Lacasacionista alega como infringidas en la sentencia impugnada las
disposiciones legales contenidas en los Arts. 81 y 110 del Código Civil. Funda su recurso en la causal
tercera del artículo 3 de la Ley de Casación, “por falta de aplicación de los preceptos jurídicos aplicables a la
valoración de las pruebas contenido en los artículos 115, 142 y 207 del Código de Procedimiento Civil, que condujo
a la falta de aplicación del artículo 110 numeral 3 del Código Civil; así como también la (sic) fundamento en la
causal primera del Artículo 3 de la Ley de Casación, por falta de aplicación de precedentes jurisprudenciales
obligatorios como son los publicados en la Gaceta Judicial XII,8P, 1619.”
3.CONSIDERACIONES ACERCA DEL RECURSO DE CASACIÓN.- La casación es un medio de impugnación
extraordinario y supremo cuyo objetivo fundamental es atacar la sentencia para invalidarla o anularla por
los vicios de fondo y forma de los que puede adolecer; proceso que se verifica a través de un
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cotejamiento riguroso y técnico de la sentencia con el ordenamiento jurídico vigente, para encontrar la
procedencia o no de las causales invocadas. Actividad jurisdiccional confiada al más altoTribunal de la
Justicia Ordinaria, que en el ejercicio del control de constitucionalidad y legalidad, lo que busca es
garantizar la defensa del derecho objetivo en aras de la seguridad jurídica, pilar fundamental en el que se
cimenta el Estado Constitucional de derechos y justicia; la igualdad de los ciudadanos ante la ley, así como
la unificación de la jurisprudencia a través del desarrollo de precedentes jurisprudenciales fundamentados
en fallos de triple reiteración.
4. ANÁLISIS DEL CASO CONCRETO EN RELACIÓN A LAS IMPUGNACIONES PRESENTADAS.CAUSAL TERCERA: La recurrente acusa “falta de aplicación” de los preceptos jurídicos aplicables a la
valoración de la prueba, contenidos en los Arts. 115, 142 y 207 del Código de Procedimiento Civil, lo que
condujo a la falta de aplicación del Art. 110 numeral 3 del Código Civil. Fundamenta su alegación diciendo
que “La Sala por un análisis parcial, dividido, cortado y no de conformidad con los artículos 115, 142 y 207 del
Código de Procedimiento Civil llega a al conclusión que este matrimonio ha dejado de ser tal, y que se ha
demostrado la causal que se invoca. Sin embargo la realidad procesal y lo que consta en autos, demuestra
absolutamente todo lo contrario, pues, si se hubiese apreciado la prueba en conjunto, y la propia confesión judicial
del actor en forma completa e indivisible – y no de manera dividida como se ha hecho-, así como también si se
hubiese tomado en consideración los testigos presentados por mí, y no como ha hecho la sala, que de un solo
plumazo, los ha mandado al tacho de la basura, sin siquiera dar una motivación legal y justa como correspondía
en derecho, sabiendo además que, de los recaudos procesales, el actor jamás tachó a mis testigos, por la razón de
que han sido absolutamente probos; pues si se hubiese apreciado y valorado la prueba de manera justa se llegaría
a la conclusión como lo afirman varios testigos de que el actor no vive en el hogar, sino por el contrario vive en
una casa de la ciudadela Santa Anita, como el propio actor afirma en su confesión judicial, y por lo tanto mal
puede concederse el divorcio alegando la causal tercera del artículo 110, puesto que como condición o requisito
sine quanon para que esta opere es que las injurias graves o actitud hostil que manifiesten un estado habitual de
falta de armonía de las dos voluntades debe darse en la vida matrimonial, por lo que resulta absurdo que esta
causal pueda ser invocada por un cónyuge que no está haciendo vida matrimonial, es lógico que tienen que estar
viviendo juntos y no separados para que exista vida de pareja…”. El Art. 115 del Código de Procedimiento Civil
establece que “La prueba deberá ser apreciada en conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana crítica, sin
perjuicio de las solemnidades prescritas en la ley sustantiva para la existencia o validez de ciertos actos. La jueza o
el juez tendrá obligación de expresar en su resolución la valoración de todas las pruebas producidas”, en tal
virtud, es obligación del juez valorar las pruebas debidamente actuadas dentro del proceso, atendiendo a
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las reglas de la lógica, la razón y la experiencia, sin que ello implique, de modo alguno, imposición al
juzgador sobre el resultado de la valoración de la prueba, ni le exima de ajustar su actuación al método
determinado por la ley, que, como queda dicho, exige el uso de la razón y la lógica en la formulación de los
juicios para formar convicción sobre la verdad de los hechos, todo lo cual debe plasmar en sus
resoluciones, las que de conformidad con el Art. 76 numeral l) de la Constitución de la República del
Ecuador, deben ser motivadas, esto es, deben contener la exposición razonada de los hechos y normas
que justifican la decisión adoptada, la que, por tanto, además de legal debe estar racional y lógicamente
concebida, ateniéndose a los términos de la ley y a los hechos o elementos objetivos en que se
fundamenta. En la especie, la recurrente cuestiona la valoración que el Tribunal Ad quem, a su juicio,
realiza de la prueba testimonial actuada dentro del proceso, cuando en realidad el juzgador de instancia,
cumpliendo con la obligación de valorar en conjunto todas las pruebas actuadas dentro del proceso,
considera otras pruebas, como las copias de la denuncia presentada por la ahora demandada contra el
actor, ante la Comisaría de la Mujer y la Familia del cantón Cuenca, en la que manifiesta: “…nuestra
relación se ha agravado debido a que no existe comunicación, tampoco comprensión y de alguna forma hasta la
compatibilidad se ha terminado entre nosotros…” y, en virtud de la cual, por pedido de la señora Nora
Elizabeth Vanegas León, su cónyuge José Cazorla Arízaga debió salir del hogar. Considera también la
exposición realizada por la propia demandada al contestar la demanda, en la que sin embargo de sostener
que “…hace varios años atrás he sido víctima de las más graves injurias que ha proferido en mi contra el
actor…”afirma que “…la armonía del hogar en ningún momento se ha roto…”, a pesar de que, según dice “…mi
cónyuge me abandonó hace algunos días…”. En definitiva, cuando de los diferentes medios probatorios que
obran en el proceso, el juzgador funda su convicción en una prueba no incurre en un error manifiesto pues
está facultado para formar libremente su convencimiento sin sujeción a la tarifa legal, con el único deber
de indicar en la parte motiva las circunstancias que causaron su convencimiento.Con estos antecedentes
y tomando en cuenta que la demandada no ha logrado desvirtuar la causal de divorcio invocada, esto es,
injurias graves o actitud hostil, y siendo ella misma la que pone de manifiesto la ruptura de la
affectioconyugalis, que, por una parte, ha derivado en desavenencias que no permiten el cumplimiento de
los fines del contrato matrimonial, que son procrear, vivir juntos y auxiliarse mutuamente; y, que por
otro, según ella misma, ponen en riesgo su integridad física y psicológica, pues afirma servíctima de
insultos y vejaciones por parte de su cónyuge, lo que revela un estado habitual de falta de armonía de las
dos voluntades en la vida matrimonial, todo lo cual no configura la causal tercera por ella alegada.
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CAUSAL PRIMERA: La recurrente con fundamento en la causal primera del Art. 3 de la Ley de Casación
arguye “falta de aplicación de precedentes jurisprudenciales obligatorios, como son los publicados en la Gaceta
Judicial XII, 8P, 1619”, fundamenta su alegación aludiendo al hecho de que las injurias graves o actitud
hostil que manifiesten un estado habitual de falta de armonía de las dos voluntades debe darse en la vida
matrimonial, por lo que sostiene que “…resulta absurdo que esta causal pueda ser invocada por un cónyuge
que se encuentra separado del otro, es decir, por un cónyuge que no está haciendo vida matrimonial…”. Al
respecto, cabe mencionar que la demanda de divorcio se presenta y sortea el 23 de julio del 2010 (fs. 6
del cuaderno de primera instancia), de lo que se desprende que: ni el actor abandonó a la demandada
como falsamente ésta afirma al contestar la demanda, ni el tiempo que duró la separación fue
prolongado, por lo que las injurias graves fundamento de la demanda obviamente se presentaron durante
la vida matrimonial, conforme lo menciona el actor, quien reconoce encontrarse actualmente viviendo
fuera de su hogar, en virtud de orden emanada porautoridad competente, por lo que no existe la falta de
aplicación del precedente jurisprudencial referido.
5. DECISIÓN EN SENTENCIA:Por lo expuesto, este Tribunal de la Sala de la Familia, Niñez y Adolescencia
de la Corte Nacional de Justicia, integrado para resolver este caso, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN
NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCION Y LAS LEYES
DE LA REPÚBLICA, no casa la sentencia dictada por la Segunda Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y
Materias Residuales de la Corte Provincial de Justicia del Azuay el 31 de mayo de 2011. Sin costas ni
multas.- Actúe la Dra. Patricia Velasco Mesías, como Secretaria Relatora encargada en virtud de la Acción
de Personal No. 384 DNP de 8 de febrero de 2012.- Léase y Notifíquese.-f) Dra. María del Carmen
Espinoza Valdiviezo, JUEZA NACIONAL, Dra. Rocío Salgado Carpio, JUEZA NACIONAL, Dr. Eduardo
Bermúdez Coronel, JUEZ NACIONAL y Dra. Patricia Velasco Mesías, SECRETARIA RELATORA (E), que
certifica. F) Dra. Patricia Velasco Mesías, SECRETARIA RELATORA (E).
CERTIFICO:
Que las tres (3) copias que anteceden son tomadas de sus actuaciones originales constantes en el juicio
No.162-2012 SDP (Recurso de Casación) que sigue JOSÉ CAZORLA ARÍZAGA contra NORA VANEGAS LEÓN. La razón
que antecede no contiene enmendaduras ni borrones.- Quito, 19 de junio de 2012.
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Dra. Patricia Velasco Mesías
SECRETARIA RELATORA ( E )
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