Campus Más cerca del fin de la malaria Carlos Chaccour «Los primeros experimentos los pagué con mis ahorros» Después de pasar más tres años como el único médico en una comunidad indígena del Amazonas en Venezuela, donde vio por primera vez la cara de la malaria, Carlos Chaccour (Caracas, 1979) cursó un máster en la London School of Hygiene and Tropical Medicine. Allí se le ocurrió la idea de usar la ivermectina para luchar contra la malaria. Médico residente de la Clínica Universidad de Navarra e investigador del Instituto de Salud Tropical, el Dr. Chaccour acaba de ser nombrado coordinador de un grupo de trabajo internacional sobre esta enfermedad que mata a un niño cada minuto. Texto Ana Eva Fraile [Com 99] Fotografía Manuel Castells [Com 87] y Carlos Chaccour El ébola ha acaparado la atención mediática recientemente, pero existen otras realidades más devastadoras de las que no se informa. Como la malaria, una de las enfermedades tropicales más extendidas del planeta. Según datos del último Informe Mundial sobre el Paludismo, presentado en diciembre por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de casos de malaria ascendió a 198 millones en 2013, y la enfermedad ocasionó 584 000 muertos en el mundo. Está presente en Asia, Latinoamérica, Oriente Medio y algunas zonas de Europa, pero la región más afectada es África subsahariana, donde se concentra un 90 por ciento de todas las muertes por malaria. Se calcula que solo en 2013 la enfermedad se cobró la vida de 453 000 niños 70—Nuestro Tiempo invierno 2015 menores de cinco años. En África estos datos se traducen en que un niño muere cada minuto por esa causa. Acabar con la malaria es una de las metas prioritarias de la OMS, que se ha planteado como Objetivo del Milenio reducir su tasa de incidencia en un 75 por ciento para 2015. ¿Se va camino de lograrlo? La malaria ha ido disminuyendo en los últimos años. Las muertes por esta infección han caído drásticamente desde 2000 —entre 2000 y 2013, las tasas de mortalidad han descendido en un 47 por ciento a nivel mundial y en un 54 por ciento en África subsahariana—. Una mayor voluntad política y el aumento de la inversión —se ha pasado de menos de cien millones de dólares en el año 2000 a dos mil setecientos millones en 2013, una cifra muy positiva pero que aun así representa la mitad de los fondos necesarios para alcanzar los objetivos mundiales— han conseguido que poco a poco el mapa de la malaria se encoja. Es decir, en la actualidad hay menos países endémicos, y en los países endémicos se produce un menor número de casos y, por tanto, se registran menos muertes. Observando el mapa de incidencia del paludismo, ¿se podría establecer una relación causa-efecto entre malaria y pobreza? En torno a esta enfermedad existe un problema económico sobre el que también se discute, porque la malaria está íntima- mente ligada a la pobreza. En este debate se enfrentan dos posibles argumentaciones: que hay mucha pobreza en esas regiones porque la malaria, al afectar a gran cantidad de la población, disminuye la producción de la zona; o al revés, que la pobreza es el contexto ideal para que prolifere la malaria. Es como el dilema de qué fue primero, el huevo o la gallina. Personalmente creo que se da una confluencia de las dos corrientes. Por supuesto, la malaria tiene un componente de generar pobreza, pero es natural que haya más transmisión de la enfermedad en zonas rurales probres, donde las casas son de calidad limitada, donde se utilizan materiales naturales, donde proliferan los charcos, donde no hay agua potable, etcétera. En definitiva, donde el mosquito que causa la malaria encuentra muchos sitios para poner huevos y reproducirse con facilidad. La malaria no es solo un problema de muerte y enfermedad, sino un problema de pobreza y subdesarrollo. La malaria es generadora de miseria. ¿Cómo se puede combatir la malaria? La malaria es un parásito que transmite un mosquito, por lo tanto, luchar contra la malaria tiene dos frentes posibles: matar al parásito, es decir, curar a la gente; o matar al mosquito para prevenir la transmisión. Las dos líneas de acción son importantes porque cuando la gente está enferma hay que dar alivio a su sufrimiento, pero lo más eficiente, como se ha comprobado en los últimos años, es matar al mosquito. Esta aproximación ha —Viaje a África. Gracias a la beca MIR del Colegio de Médicos de Navarra, Carlos Chaccour ampliará su formación en Mozambique. provocado que la transmisión de la malaria disminuya. ¿Con qué herramientas se cuenta en la actualidad para frenar su avance? Una primera gran intervención es el rociamiento interno residual. Consiste en impregnar las paredes de las casas con insecticidas, que permanecen en ellas al menos seis meses. De este modo, cuando los mosquitos que pican se posan en las paredes a digerir la sangre, absorben el insecticida y mueren. Gracias a este sistema de protección indirecta se ha logrado invierno 2015 Nuestro Tiempo —71 Campus Más cerca del fin de la malaria reducir una proporción importante de la población de mosquitos, lo que implica una menor transmisión de la enfermedad. La segunda gran estrategia es el uso de mosquiteros para camas tratados con insecticida. Por un lado, protegen a las personas de las picaduras mientras duermen y, por otro, matan a los mosquitos que se posan en los hilos de estas mallas. Pero hay circunstancias que escapan a estas dos medidas: ¿y si los mosquitos no se posan en las superficies rociadas?, ¿y qué sucede con los mosquitos que pican en el exterior? por ciento de los mosquitos que habían picado a gente que había ingerido la droga se moría antes de tres días, mientras que el 80 por ciento de los mosquitos que picaban a gente que no había tomado nada, seguía vivo a los tres días. Los resultados fueron tan alentadores que pensamos que nuestra idea podría llegar a convertirse en una forma adicional de controlar la malaria, un complemento perfecto para las herramientas habituales en la lucha global contra la enfermedad, como los mosquiteros o los insecticidas residuales para las paredes. ¿Continúan siendo eficades estas herramientas para salvar vidas? Así como las bacterias se hacen resistentes a los antibióticos, hay mosquitos que se han hecho inmunes a los insecticidas debido a su utilización prolongada. Además, en el sudeste asiático —en la región de Camboya— han aparecido parásitos que han desarrollado resistencia a varios fármacos antimaláricos. Justo en ese mismo lugar perdimos la cloroquina en los años sesenta, la mefloquina después y ahora la artemisina, uno de los tratamientos más potentes. El riesgo de su extensión a otras zonas del mundo, especialmente a África, representaría un grave problema: la malaria podría volver a niveles de transmisión y mortalidad previos a las intervenciones. ¿Por qué resulta tan innovadora su propuesta? Porque mataría a los mosquitos de la malaria en cualquier entorno y en todo momento. En una comunidad donde mucha gente tomase ivermectina no importaría si el mosquito pica de día o de noche, dentro o fuera de las casas, si descansa en la pared o lo hace en un árbol, porque moriría igualmente y se cortaría la transmisión de la enfermedad. Además, asegura un largo recorrido, ya que los mosquitos responsables del paludismo resistentes a los insecticidas no han tenido tiempo aún de desarrollar resistencia a la ivermectina. ¿Qué se puede hacer para afrontar un momento tan crítico? El tiempo se acaba para desarrollar nuevas medicinas que paren la extensión del paludismo. Si queremos ganar la batalla, es necesario inventar nuevas fórmulas. En 2004, decidió enfocar su investigación hacia la creación una nueva «arma»... Nuestro trabajo está basado en la ivermectina, un medicamento capaz de matar a los mosquitos que se alimentan de la sangre de las personas tratadas. Es un medicamento seguro, ampliamente usado en los trópicos para el control de enfermedades parasitarias como la ceguera del río. Mientras estudiaba en Londres un máster sobre enfermedades tropicales realicé un ensayo clínico para comprobarlo: el 80 72—Nuestro Tiempo invierno 2015 matar al mensajero «Para combatir la malaria se ha demostrado que lo más eficiente es matar al mosquito que la transmite» a contra reloj «Hay mosquitos que se han hecho imnunes a los insecticidas y hay parásitos que han desarrollado resistencia a los fármacos. Esto representa un grave riesgo, sobre todo en África» donantes on line «El micromecenazgo ha supuesto para nosotros una alternativa en tiempos de crisis. Esta tendencia hará más democrática la investigación en el futuro» ¿En qué punto se encuentra la investigación en este momento? Por su farmacocinética, el efecto de la ivermectina era de corta duración y estamos centrados en buscar formas de mantener la droga en sangre durante más tiempo. Consideramos que la mejor vía era un implante subcutáneo de silicona —ya empleado en tratamientos hormonales y del cáncer de próstata, por ejemplo­— porque permite mantener dosis pequeñas de fármacos durante muchos años. Contactamos con una compañía de California que preparó tres prototipos distintos con los que conseguimos demostrar que la liberación prolongada de ivermectina en niveles adecuados (tóxicos para los mosquitos pero inocuos para las personas) es una técnica factible. ¿Los implantes subcutáneos presentaban alguna desventaja? Plantearse a largo plazo la colocación de —Instituto de Salud Tropical. La investigación ha contado con el inestimable apoyo del Dr. José Luis del Pozo. dispositivos subcutáneos en zonas rurales puede acarrear complicaciones. Por eso, en colaboración con el Centro de Investigación en Salud Global de Barcelona —parte del Hospital Clinic de la Universidad de Barcelona— y la industria farmacéutica, tratamos de desarrollar nuevas formulaciones más fáciles de aplicar y que tengan mayor potencial de ser aceptables en comunidades. ¿Cúando podría ser la ivermectina una realidad? Nuestro proyecto debe superar varias barreras. La primera, en el terreno regulatorio. ¿Es ético? Estamos proponiendo administrar a la gente un fármaco que no les aporta un beneficio directo. Es decir, les curaría la sarna, los piojos, la oncocercosis, pero no les va a curar la malaria. Estamos planteando a las personas que tomen un medicamento para matar mosquitos, algo poco habitual pero con antecentes. Existen vacunas para la malaria que no curan la malaria, pero que evitan que las personas se la transmitan a los mosquitos. Aquí hay una pregunta interesante de fondo: si yo te digo que te voy a poner una vacuna que no te va a curar ni te va a prevenir la malaria, pero si contraes malaria no se la vas a transmitir al mosquito y, por tanto, no vas a contagiar a nadie, ni a tus hijos ni a tus vecinos, ¿te la pondrías? Es una intervención altruista, y las agencias reguladoras como la FDA lo están estudiando. Pero lo que se ve en el horizonte es que ese beneficio comunitario y el beneficio personal indirecto pueden suponer una base suficiente para permitir el uso de estas tecnologías, ya sea en vacunas o en ivermectina. Este es un terreno nuevo que nadie ha explorado y la agencia reguladora debe aprobarlo. ¿Qué otros obstáculos podrían entorpecer el desarrollo de su proyecto de investigación? La regulatoria es una primera batalla. Y luego está la batalla económica. La investigación en enfermedades tropicales siempre es difícil: no suelen recibir mucha financiación porque no es lucrativo. La crisis económica y los recortes en investigación han contribuido a secar aún más las fuentes usuales de financiación. Parte de los experimentos iniciales los pagué con mis ahorros. Después hablé con mis amigos, colegas y familiares para que todos aportaran algo, aunque fuera una pequeña cantidad. También recibí dos donaciones de nueve mil euros y quince mil dólares de gente muy generosa. Así reunimos 30 000 euros para poner en marcha el proyecto, pero no era suficiente. Fue entonces cuando la investigación Malaria Mission se lanzó a la red para conseguir fondos a través de una campaña de crowfunding en la plataforma Indiegogo, el 25 de abril del año pasado. ¿Funcionó? Frente a los grupos grandes y experimentados, que resultan inversiones más seguras, a los equipos jóvenes como el nuestro les cuesta arrancar. Para nosotros el micromecenazgo, una tendencia que sin duda hará un poco más democrática la investigación en el futuro, ha supuesto una alternativa en tiempos de crisis. Mi mujer, Julie, trabajó muchísimo en la campaña, que también contó con la colaboración de invierno 2015 Nuestro Tiempo —73 Campus Más cerca del fin de la malaria MAPA DEL PALUDISMO ¿Qué es la malaria? ÁFRICA, EL CONTINENTE CON MÁS DEFUNCIONES LAS FASES DE LA ENFERMEDAD La malaria o paludismo es una enfermedad causada por un parásito que se transmite a las personas a través de la picadura de un mosquito. De todas las muertes causadas por la malaria en 2012, nueve de cada diez se produjeron en África. CASOS DE MALARIA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS 1 0-24% 25-49% 50-74% 75-100% Esporozoitos de malaria Células hepáticas infectadas —En la selva. Como médico en el Amazonas, Carlos Chaccour vivió con las enfermedades de la pobreza. alumnos y graduados de las facultades de Comunicación y Medicina. Preparamos vídeos informativos para que la gente apostase por un proyecto innovador que puede ayudar a salvar vidas. Nuestra meta era recaudar veinte mil dólares, y finalmente conseguimos quince mil —el 75 por ciento del objetivo, que está muy bien—. Fue una experiencia muy enriquecedora porque contactamos con miles de personas, de las que recibimos apoyo económico o moral. ¿Puede conducir este proyecto a la cura definitiva de la malaria? En el campo de las enfermedades tropicales es muy frecuente buscar una «bala de plata» que acabe con el problema. Pero este enfoque mesiánico de la ciencia es un error, porque la malaria es una enfermedad muy compleja y para su control se necesita la suma de múltiples estrategias. ¿Hacia dónde se orientan sus próximos pasos? Han comenzado a interesarse por el proyecto especialistas con más contactos, prestigio y trayectoria que yo, que soy co74—Nuestro Tiempo invierno 2015 mo el «Diego de la Vega» [álter ego de El Zorro] de las enfermedades tropicales. Su ayuda impulsará nuestro trabajo, que ahora se centra en el desarrollo de un segundo prototipo, y la realización de los ensayos clínicos necesarios. En diciembre fue nombrado coordinador del Grupo de Trabajo para la Eliminación de la Malaria a través de la Ivermectina. Un puesto desde el que usted podrá aunar esfuerzos. El equipo, que aglutina a los principales científicos en este ámbito en todo el mundo, surgió tras la reunión convocada por la Asociación Americana de Medicina Tropical, en la que participaron la OMS, la Fundación Bill & Melinda Gates y expertos de instituciones como Harvard University, Liverpool School of Tropical Medicine o Colorado State University. En este foro presentamos nuestro trabajo y otras líneas de investigación, y se vio la necesidad de poner en un marcha un plan común. En mayo viajará a Mozambique, ¿qué estudiará en África? Gracias a la Beca Dr. Ignacio Landecho del Colegios de Médicos de Navarra, con el patrocinio de laboratorios Cinfa, podré ampliar mi formación durante cuatro meses en el Centro de Investigación en Salud Manhiçaa. Se trata de una institución que lidera un proyecto que persigue erradicar la malaria en tres estados de Mozambique. Tendré la oportunidad de ver de primera mano cómo trabajan en un centro donde hay una altísima incidencia de VIH, malaria y menos recursos. Pedro Alonso, director del Programa Mundial de Malaria de la OMS, se ha propuesto un ambicioso objetivo: reducir en un 90 por ciento las muertes en 2030. ¿Podría erradicarse esta enfermedad en la próxima década? Yo espero poder ver en algún momento de mi vida un mundo en el que nadie muera de malaria. Si todos colaboramos, creo que puede conseguirse. Lo que va a acabar con la malaria es el trabajo conjunto y el esfuerzo de muchos grupos con un plan definido común de investigación y desarrollo. 2 Hígado Merozoito Los gametocitos se reproducen en el estómago del mosquito y se convierten en esporozoitos Células hepáticas sanas Célula sanguínea infectada Los esporozoitos pasan a sus glándulas salivales y de ahí a otra persona 3 5 4 1 Un mosquito Anopheles hembra que porta el parásito lo inyecta en el cuerpo humano 2 Viaja por el torrente sanguíneo hasta el hígado. Allí se multiplica en las células hepáticas 4 Otro mosquito pica al enfermo y chupa los gametocitos (forma del parásito precursora de la enfermedad) 5 El parásito se reproduce dentro del mosquito, que cerrará el ciclo al picar e infectar a otra persona sana EXPOSICIÓN A LA MALARIA SEGÚN POBLACIONES 1.500 1.000 500 0 Sud. Asia Áfr. Med. Amé. Eur. asiát. Pac. orie. Bajo riesgo (‹1 caso/1.000/año) 3 Sale de nuevo a la sangre, donde infecta y destruye los glóbulos rojos en un proceso cíclico Alto riesgo (›1 caso/1.000/año) QUIÉN ASUME EL TRATAMIENTO DE MALARIA 0 20 40 60 80 100 África América Sudeste asiático Europa Mediterráneo oriental AsiaPacífico Sin tratamiento Privado Público Nt invierno 2015 Nuestro Tiempo —75