NIÑOS Para el otoño, sus plantas de calabaza habían crecido, ¡y había grandes calabazas de color naranja! Paul buscó a su papá para mostrárselas. “¡Has cuidado tus calabazas muy bien!”, le dijo su papá. “¡Sí! Y voy a cuidar bien de mí mismo, para llegar a ser grande también”. Paul sonrió. “¡Y cuando sea grande, podré ir a la misión, igual que Eric!”. ◼ El autor vive en Utah, EE. UU. O c t u b r e d e 2 0 1 5 77