[37] Rafael Chaves y José Luis Monzón (1). “Economía Social

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CORRIENTES QUE CONVERGEN Y QUE DISPUTAN CONCEPTOS E
IDENTIDADES EN LA ECONOMIA SOCIAL Y SOLIDARIA.
Epistemología de la Economía Social y Solidaria1.
Polanyi sostenía que “las civilizaciones, como la vida misma,
derivan de la interacción de gran número de factores interdependientes que no
pueden reducirse por regla general a instituciones circunsciptas”.
La autodenominada “ciencia económica” que se aisló y subordinó
a las restantes ciencias sociales, sostuvo y sostiene como principio rector de la
vida económica y también política y social, la supuesta “mano invisible del
mercado”. Las afirmaciones que sostienen esta creencia son un artículo de fé.
El capitalismo en su etapa globalizada y financiarizada transformó
a la “maximización de los beneficios” de oferentes y demandantes guiados por
el mercado, en el comportamiento racional excluyente de las personas,
haciendo que individuos asociales y amorales jurídica y moralmente inimputables, en salvaje competencia darwiniana y con los ojos puestos en la
acumulación ilimitada de riqueza y desbordado consumo, sean el único espejo
en el que por imperio de los más variados factores de poder y de conformación
de subjetividad, se conformó el panóptico que generó el “sentido común” y el
conocimiento científico y popular.
Esta “ciencia”, y esta mirada con los instrumentos que proporciona el poder y el control comunicacional, se expresó como el “pensamiento
único” que conformó un irracional “sentido común”, en el que se reconocen
científicos, docentes, comunicadores, trabajadores y también la gente sencilla.
No obstante, ni la economía puede ser entendida al margen de las
instituciones ni de la realidad, ni los hombres vivieron nunca fuera de la sociedad que incide en sus comportamientos relevantes, que no son sólo egoístas y
depredadores.
La praxis social exhibe desde siempre, que existe una forma
alternativa de hacer sociedad y economía que pone en evidencia que otro
mundo es posible.
En el marco del pensamiento crítico la economía social y solidaria
propone desde la realidad, otra forma de organizar la economía y de afrontar
su relación con las restantes ciencias sociales, que también fueron
transformadas en estructuras dogmáticas y formales.
Para entender a la “economía social y solidaria” es menester
consultar su práctica, pero también es imprescindible utilizar nuevos
instrumentos epistemológicos que desborden y proporcionen conocimiento,
superando las certezas inalteradas de las ciencias sociales que construyeron
“El tema de la denominación es de fondo, o como diría Marx, es una discusión material. Es
material en tanto es una discusión sobre los contenidos y no sobre las formas o la apariencia.
La cuestión del nombre no es menor porque hace a la identidad, es decir a una determinada
manera de hacerse presente y ser reconocido en el mundo.
Se habla de Tercer Sector; Sector non profit,Economía Social, Economía solidaria,
Socioeconomía de la solidaridad, Economía del trabajo, etc. Todos estos conceptos tienen en
común que se refieren a la economía nocapitalista y no estatal”
Juan Pablo Martí. (2008) “La Economía Solidaria y su aporte al desarrollo”.
http://www.economiasolidaria.info/drupal-ecosolidario/sites/default/files/documentos_biblioteca
/Eco_Solidaria_0003.pdf
1
sociedades que tras desatar fuerzas productivas formidables, han desembocado en una crisis global que también es humanitaria.
“En el plano epistemológico es preciso atacar en su origen la
creencia económica cuya normatividad se oculta bajo la referencia a
una neutralidad axiológica, y privilegiar un enfoque científico que no
eluda la cuestión de las relaciones entre economía, ética, derecho,
sociología y política.
Al contrario de la idea de un mercado autorregulado, conviene
advertir que su surgimiento y su existencia supone instituciones
sociales.
El mercado autorregulador no es una realidad histórica sino una utopía
que ha transformado culturalmente la percepción de la economía y que
manifiesta una gran perfomatividad generando profundos cambios institucionales..
Polanyi destaca la pluralidad de los principios económicos. Mauss
reconoce la pluralidad de las formas de propiedad. La organización económica
es un conjunto complejo de economías, con frecuencia opuestas, modelada por
instituciones sociales evolutivas
“La mayoría de los mercados que existen actualmente son,
fundamentalmente reglas, instituciones y redes que encuadran y controlan la
formación y el encuentro de la oferta y la demanda”2.
Por ello Chaves afirma que el estudio desde la economía social es “un
proceso intelectual guiado por valores explícitos y socialmente relevantes, una
perspectiva prescriptiva y activista del trabajo del científico social y no
meramente explicativa y predictiva, un enfoque analítico crítico pero
constructivo orientado a la transformación social, el reconocimiento de la
complejidad, dinamismo y multidimensionalidad de los problemas sociales y
que exige la introducción de métodos analíticos basados en la
interdisciplinariedad y en una ontología holística o sistémica”.
“La presencia de las valoraciones en el proceso científico es despojada
de su cariz peyorativo, pues éste deriva fundamentalmente de la idea de evitar
legitimar un proceso intelectual que introduce ‘subrepticiamente’ juicios de valor
mientras pretende, ilegalmente, conseguir el sello de objetividad y con él de
calidad científica”
La naturaleza multifacética (económica, social, política, psicológica) de los
problemas, y en consecuencia, de las causas y remedios a éstos, dada la
intensa relación entre tales facetas, condiciona al economista social a abordar
la realidad de una manera holística, y con ella a adoptar una perspectiva
metodológica interdisciplina (Chaves) 3.
En esa perspectiva metodológica es en el ámbito del “derecho” en el
que se debaten las instituciones jurídicas y los “derechos” que sostienen al
sociometabolismo capitalista globalizado y financiarizado (Schujman M. 2006) 4.
Mauss nos habla siempre de “derecho y economía”.
Laville Jean Louis. “Definiciones e instituciones de la Economía”. Y “”Con Mauss y Polanyi
hacia una Teoría de la Economía Plural”. Ambos trabajos en “Que es lo económico” Materiales
para un debate necesario contra el fatalismo. Ed. Ciccus 2009. pags. 54/5/9.94/100..
3 Rafael Chaves. “La Economía Social como enfoue metodológico, como objeto de estudio y
como disciplina científica”. Revista: CIRIEC—España, nº 33, págs. 115-140
4
Schujman Mario. “Derecho Económico y Social – Globalización, Lex Mercatoria y Análisis
Económico del Derecho o Constitucionalismo y Derechos Humanos”. Editorial UNR. 2006.
2
El derecho de “propiedad individual y privada” y la “libertad contractual”
como pilares en torno a los cuales se ocultan y se interpretan los sistemas
jurídicos, ponen en evidencia que para el proceso transformador que reclama la
economía social y solidaria el derecho, debe reformular su perspectiva
epistemológica y recoger y jerarquizar en la interpretación, pero también en la
aplicación de las normas, los valores emergentes de los derechos humanos y
económicos, sociales y culturales, cuya efectiva realización coadyuvará a poner
a la reproducción de la vida por encima de la reproducción del capital. Es
menester pensar las instituciones jurídicas desde lo sustancial subordinando lo
formal.
Algunos economistas tomaron la posta de repensar socialmente la
economía, los juristas aún están en deuda, salvo honrosas excepciones.
Los orígenes de la praxis y del concepto de Economía Social y Solidaria
La “economía social y solidaria”, es un conjunto de prácticas
ancestrales “comunitarias”, “de buen vivir”, de “solidaridad”, “cooperación”, de
“don”, “redistribución”, “ayuda mutua” y “reciprocidad”, que organizadas, para
producir, distribuir y consumir, y en procura de satisfacer “derechos –
necesidades” de sus integrantes, de comunidades, o de sectores de la
sociedad, resisten o enfrentan, al individualismo egoísta y depredador
hegemónico, en la búsqueda de una sociedad más humana y más justa.
A esta conclusión la abonan desde diferentes ópticas disciplinarias e
ideológicas:5
Kart Polanyi (Nota 1 Polanyi 2011)6 sostiene recurriendo a estudios
antropológicos e históricos, que hasta el advenimiento de la sociedad
“Una visión de la ruptura epistemológica, desde una perspectiva jurídica, en la economía Social
y Solidaria” Revista del Equipo Federal de Trabajo. Ed. Nro. 79. Publicado el 4.12.11.
http://www.newsmatic.epol.com.ar/index.php?pub_id=99&sid=1044&aid=71634&eid=79&Nomb
reSeccion=Economia&Accion=VerArticulo
5
Desde las sociedades altamente heterogéneas de la periferia no resulta fácil admitir que la
tópica polanyana de la pluralidad de principios de integración social habilite la disolución total
de la tópica marxista de la formación económica social. (143)
Otra economía implica un cambio civilizatorio. (145).
Coraggio Jose Luis. “Polanyi y la economía social y solidaria en América latina” en “Que es
lo económico” Materiales para un debate necesario contra el fatalismo. Ed. Ciccus 2009. Pags.
143/5.
6 “Veamos el caso de una sociedad tribal. El interés económico del individuo es raras veces
predominante, porque la comunidad protege a todos sus miembros contra la inanición, a menos
que ella misma afronte una catástrofe, en cuyo caso los intereses se verán de nuevo
amenazados en forma colectiva, no individual. El mantenimiento de los lazos sociales es
fundamental
La realización de todos los actos de intercambio tales como los regalos que se espera recibir
en reciprocidad aunque no necesariamente de los mismos individuos, debiera explicar por sí
misma la ausencia de una noción de la ganancia o aun de la riqueza, fuera de los objetos que
tradicionalmente elevan el prestigio social.
El orden de la producción y la distribución deriva de dos principios del comportamiento ue no se
asocian primordialmente con la economía: La reciprocidad y la redistribución” (Polanyi explica
que sus fuentes antropológicas son Malinowski y Thrnwald. (Pag.94/5)
Todas las economías de grandes transacciones en especie eran administradas con el auxilio
del principio de redistribución”. (99).
capitalista en la que se produjo la “gran transformación, fueron
la
“reciprocidad” y la “redistribución”, los principios económicos en los que
reposaron las relaciones socio económicas, independientemente de las
relaciones políticas de poder que se sucedieron.
Carlos Marx
estudia la formación económico social capitalista,
poniendo de relieve que la sociedad humana no siempre estuvo dividida en
clases, y con el concurso de estudios antropológicos (que exploran entre otros el
denominado “modo de producción asiático”), explica que el individualismo y la
explotación de un hombre por el otro, y la sociedad dividida en clases no son
un rasgo natural de la sociedad humana. Que existieron y existen otras formas
de propiedad, y de organización social, distinta a la propiedad privada lucrativa
de los medios de producción. ( Alvaro García Linera 2010) 7
Gerardo Cardenas Falcón sostiene que “en muchas de las culturas
peruanas y bolivianas, la producción reposaba en el funcionamiento de los
ayllus, comunidades locales de aldea en las que residían grupos de parentesco
del tipo linaje. La propiedad del suelo era comunal y la tierra era redistribuida
periódicamente, sin que ellas pudieran transformar ese derecho de uso en
Jamás ha existido el salvaje individualista, recolector de frutos y de caza para sí mismo o para
su familia
En los vastos sistemas de redistribución de la antigüedad, los actos de trueque y los mercados
locales, constituían un aspecto habitual, pero subordinado.
La descripción de la mano de obra, la tierra y el dinero como mercancía e enteramente ficticia,
sin embargo es con el auxilio de esta ficción que e organizan los mercados de mano de obra,
tierra y dinero”.
Karl Polany. “La Gran Transformación”. Edic. Reimpresión 2011. FCE. Bs.As. Cap. IV pags. 91
y sgts. pag. 99, 101 y 110.
7
Karl Marx nos habla de “sociedades donde no existía la propiedad privada de las condiciones
fundamentales de la producción y donde se desarrollan relaciones de convivencia económica,
política, administrativa, comunales”., de “formas de comunidad ancestral o arcaica o formas de
propiedad y producción comunitaria”. En el Capital Tomo I pags. 375 y 369, hace referencia a
“la propiedad comunal como un estado geneal de la organización social de la producción, uno
de cuyos tipo característicos serían la forma “indica, oriental o asiática.”.
En Alvaro Garcia Linera. “Forma valor y forma comunidad”. Aproximación teórico abstracta a
los fundamentos civilizatorios que preceden al Ayllu Universal”. Edit. Prometeo – Clacso. 2010.
Bs.As. Pag. 241.
Sin embargo la
La zádruga de los sud eslavos constituye el mejor ejemplo, existente aún, de una comunidad
familiar de esta clase. Abarca muchas generaciones de descendientes de un mismo padre, los
cuales viven juntos, con sus mujeres, bajo el mismo techo; cultivan sus tierras en común, se
alimentan y se visten de un fondo común y poseen en común el sobrante de los productos. La
comunidad está sujeta a la administración superior del dueño de la casa (domàcin), quien la
representa ante el mundo exterior, tiene el derecho de enajenar las cosas de valor mínimo,
lleva la caja y es responsable de ésta, lo mismo que de la buena marcha de toda la hacienda.
La comunidad familiar, con cultivo del suelo en común, se menciona ya en la India por Nearco,
en tiempo de Alejandro Magno, y aún subsiste en el Penyab y en todo el noroeste del país. El
mismo Kovalevsky ha podido encontrarla en el Cáucaso. En Argelia existe aún en las cábilas.
Ha debido hallarse hasta en América, donde se cree descubrirla en las "calpullis"[descritas por
Zurita en el antiguo México; por el contrario, Cunow ("Ausland", 1890, números 42-44) ha
demostrado de una manera bastante clara que en la época de la conquista existía en el Perú
una especie de marca (que, cosa extraña, también se llamaba allí "marca"), con reparto
periódico de las tierras cultivadas y, por consiguiente, con cultivo individual.
Frederick Engels. “El origen de la Familia, de la Propiedad Privada y el Estado”. Cap. II y III.
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/cap5.htm
derecho de alienación y por tanto en cualquier forma de propiedad privada,
aparte de la comunal”8.
Federico Engels avanza en un trabajo antropológico “El Origen de
la familia, de la propiedad privada, y del Estado”.en el desarrollo de este
concepto. En estos trabajos aparecen nítidamente las cuestiones inherentes al
poder y al derecho de propiedad en relación con la detentación de los medios
de producción.
Y también Marcel Mauss que en su estudio etnográfico “Sobre los
dones y sobre la obligación de hacer regalos” demitifica las afirmaciones que
sostienen que el trueque, y el contrato fundado en la propiedad privada
individual, son las formas naturales del intercambio (Mauss 1922) 9.
“Kropotkin sostenía que en la naturaleza, además de la lucha mutua,
“se observa al mismo tiempo, en las mismas proporciones, o tal vez mayores,
el apoyo mutuo, la ayuda mutua,(…)de manera que se puede reconocer la
sociabilidad como el factor principal de la evolución progresiva”.
El psicobiólogo Michael Tomasello se expresa con igual contundencia:
“Los homo sapiens están adaptados para actuar y pensar cooperativamente en
grupos culturales hasta un grado desconocido en otras especies”.
“Las hazañas cognitivas de nuestra especie, sin excepción no son
productos de individuos que obraron solos sino de individuos que interactuaban
entre si, y lo dicho vale para las tecnologías complejas, los símbolos
lingüísticos y matemáticos, y las más complicadas instituciones sociales (…) El
origen de la cultura se deriva del hecho de que los seres humanos se hayan
puesto a pensar juntos para llevar a cabo actividades cooperativas”
Resulta raro que los tópicos contrarios estén tan extendidos en el
mundo industrializado y que las situaciones de violencia, egoísmo y
competencia feroz estén tan presentes en el mundo de hoy.
Pero, en contra de lo que parece y de lo que la teoría estándar predice,
en la historia de la humanidad lo que ha prevalecido es la vida en común, los
bienes comunales, y la autogestión de los mismos.
“Es irónico que los últimos avances de las ciencias humanas subrayen
nuestra capacidad para cooperar, nuestra preocupación por el bienestar de los
demás y nuestras inclinaciones altruistas, precisamente en una época en la
que todos tenemos pruebas más que abundantes del daño que los seres
humanos pueden inflingirse mutuamente” (Tomasello 2010) 10.
Gerardo Cardenas Falcón.(1983) “El sector de Economía Social en el Perú”. Ed. Centro de
Estudios para el Desarrollo y la participación”- Industrial Tipográfica. Lima Perú.
9 “En los derechos y economías que nos han precedido, jamás se verá el cambio de bienes,
riquezas o productos durante una compra llevada cabo entre individuos. No son los individuos
sino las colectividades las que se obligan mutuamente, las que cambian y contratan, las
personas que estan presentes en el contrato son personas morales: clanes, tribus, familias…
Lo que intercambian no son exclusivamente bienes o riquezas, muebles e inmuebles, son
sobre todo gentilezas, festines, ritos, servicios militares, mujeres, niños, danzas, ferias en las
que el mercado ocupa sólo uno de los momentos . Estas prestaciones y contraprestaciones
nacen de forma mas bien voluntaria, por medio de presentes o regalos, aunque en el fondo
sean rigurosamente obligatorias bajo pena de guerra privada o pública”.
Marcel Mauss. “Ensayo sobre los dones: Razón y forma del cambio en las sociedades
primitivas. 1923. Publicado en Sociología y Antropología. 1971. Madrid, Edit. Tecnos.
10 Michael Tomasello.(2010) “¿Por qué cooperamos”. Ed. Katz. Buenos Aires.
Paco Puche. “Por Que Cooperamos”.14.2.11. con citas de: Kropotkin, P. (1989), “El apoyo
mutuo”, Ediciones Madre Tierra (de la edición inglesa original de 1902) p. 43 y 86 .Tomasello,
M. (2010). “¿Por qué cooperamos?”, Katz Editores, p. 17, 18, 117 y 127.
8
. Estos conceptos fueron retomados, desarrollados y corroborados por
múltiples trabajos antropológicos e históricos de quienes estudian la economía
social y solidaria, en su necesidad de poner de manifiesto que la
“naturalización” de la sociedad capitalista y de su socio metabolismo es una
falacia absoluta, una “utopía” que “fetichiza” la realidad al decir de Marx y
Polanyi. Se trata de pura ideología expuesta como si fuera ciencia.
Desde las épocas más remotas de la humanidad comportamientos de
cooperación, solidaridad, reciprocidad y don convivieron incluso con el
esclavismo. En todos los tiempos el hombre se expresó en coincidencia, pero
también en contradicción, con la “formación económico social” dominante.
Ya en el Egipto de los Faraones, (Defourny 2001) existían los fondos de
seguros colectivos y las corporaciones. “El registro más lejano que se conoce
al respecto se debe al descubrimiento del Prof. William Petrie en Kahun, una
localidad de Egipto, donde encontró una inscripción que da cuenta de la
existencia – hace más de 4.500 años – de una asociación dedicada a prestar
servicios funerarios a sus miembros. Conforme a ese texto, se sabe ahora que
Senefru, hijo de Hera, soldado del faraón, tuvo una sepultura digna gracias a
que su abuela y unas tías pertenecían a una asociación de albañiles de
cementerios”
En Grecia se conocieron tres clases de entidades: las “thiasoi”, las
“eranoi” y los “orfeones”. Con distintas variantes, tenían fines religiosos,
sociales y económicos. Para su sostenimiento, dependían de las cuotas de
ingreso, donaciones e intereses de inversiones y préstamos. (Defourny, Moirano,
Elgue)
Los Romanos se agrupaban en colegios de artesanos y en “sodalitia”,
asociaciones de carácter religioso. Hubo también agrupaciones de militares,
que pagaban a sus integrantes los gastos de traslados, una suma a los que
eran dados de baja, socorros para los que eran destituidos y atendían también
los funerales de sus miembros. Estas asociaciones romanas se sostenían con
las cuotas de ingreso –en dinero y en especie- y con las cuotas mensuales.
También en la América prehispana algunos pueblos primitivos
practicaban la idea básica de la economía social: Una gestión basada en la
ayuda mutua y una propiedad comunal del principal instrumento de producción.
(hoy en situaciones extremas es fácil verificar en la sierra peruana, en los éjidos mejicanos, y
fundamentalmente en el proceso socio político boliviano o en el Movimiento “Tupac Amaru”
argentino el arraigo de las prácticas comunitarias en los pueblos originarios)
“La costa peruana proporcionaba medios alimenticios a culturas bien
definidas 8.500 años A.C, es decir antes del surgimiento de las primeras
ciudades en la Mesopotamia. En muchas de las culturas peruanas y
bolivianas, la producción reposaba en el funcionamiento de los “ayllus”,
comunidades locales de aldea en las que residían grupos de parentesco del
tipo linaje. La propiedad del suelo era comunal y la tierra era redistribuida
periódicamente entre las familias, sin que ellas pudieran transformar ese
derecho de uso en derecho de alienación y por tanto en cualquier forma de
propiedad privada, aparte de la comunal.”(Cardenas Falcon 1973).
También en el medioevo feudal es posible encontrar instituciones que
traducen principios diversos a aquellos que informan a aquellas que
www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Educacion_Ambiental/Por_que_cooperamos,
preponderaban en esa sociedad. Zamagni (2005), vincula estas prácticas de lo
que denomina como “economía civil” o “civilizada” con el cristianismo.
Las asociaciones monásticas fueron el refugio en toda Europa de
manifestaciones de asociativismo primitivo.
En los países germánicos y anglosajones aparecen en el siglo IX las
“guildas” y en el Siglo XI la “cofradía”. (organizaciones de ayuda mutua y caridad)
En los albores del siglo XIV, afirman su espacio los gremios,
fortaleciendo las condiciones de trabajo de los oficios más calificados.
En el medioevo la realidad asociativa se expresa también de diversas
formas en China en los Siglos VII y VIII (sociedades agrícolas de seguros mutuos) o
en Bizancio (corporaciones alimenticias), o las cofradías de artesanos y los grupos
de trabajo en Africa precolonial. (Elgue Mario. “Prehistoria y Orígenes de la Economía
Social”. Campus. MEES UNR)
En Europa, el desarrollo del capitalismo, trae aparejadas
importantes luchas obreras. Las organizaciones sindicales, mutuales y
cooperativas son las formas que adopta la autodefensa de los asalariados.
“La más antigua mutual de la que se tiene conocimiento parece ser la
Unión Tipográfica Italiana de Socorros Mutuos, fundada en 1728.
En 1844 modestos tejedores de Lancashire constituyen “en las
entrañas mismas del pueblo, al decir de Charles Gide” en Rochadle, la primera
cooperativa como una reacción contra los efectos y abusos de las
manifestaciones sociales de la revolución industrial, cuyos principios e ideales
constituyen el núcleo esencial que da origen a la ética, a los valores y a los
principios que a lo largo del tiempo desarrolla la Alianza Cooperativa
Internacional y que sustentan ideológicamente a la economía social
fundacional.11.
“La Economía Social, como hecho económico, antecede a la
formulación teórica y conceptual de la misma.Si bien la idea y la práctica de la
cooperación son aplicadas desde muy antiguo, casi desde las primeras etapas
de la civilización como medio de atender problemas económicos de producción
y sociales de distribución, no es sino hasta inicios de la Revolución Industrial en
que se agudizaron las necesidades materiales de los trabajadores y, gracias a
la prédica de pensadores como R.Owen, Cabet, Derrion e igualmente de
personas como Raiffeisen, y Desjardins, surge en diferentes países la
necesidad de unirse, de asociarse bajo principios de igualdad y libertad a fin de
obtener los bienes y servicios indispensables para su subsistencia, es así que
nacen las primeras cooperativas y otras experiencias similares regidas por
conceptos análogos a los que rigen actualmente a la economía social”12
La economía social es una encrucijada en la que convergen en su
origen las ideas de las diversas corrientes del pensamiento, estas primeas
experiencias fueron intepetadas por las utopías socialistas de Robert Owen,
Charles Fourier, Wiliam King, Henri de Saint Simón, Pierre Joseph Proudhon,
“Todos los rasgos esenciales de la cooperación se dan cita en la oscura tienda de la calleja
del Sapo, que abre sus puertas el 21.12.1844. Esfuerzo propio, ayuda mutua, democracia,
libertad y voluntariedad, ausencia de lucro.
Holyoake G. J. “Historia de los pioneros de Rochdale. Librería y Editorial de la Fedeación
Argentina de Cooperativas de Consumo. Bs.As. 1944.
12 Gerardo De Cárdenas Falcón. “La economía social ¿Es una opción post capitalista?”.
Trabajo remitido por su autor.
11
Philippe Buchez13 y muchos más que en el siglo XIX promueven el
asociativismo. Desde la ambigua, pero pletórica idea saintsimoniana de
“sociedad de productores”, pasando por las “cooperativas” de Owen 14, y el
falansterio de Fourier. (Quijano 2007 pag. 146). La tradición socialista comenzó con
los socialistas utópicos y sus discípulos. Pero hubo que esperar los aportes de
Constantin Pecqueur (1842) y François Vidal (1846).
La pluralidad ideológica de los pensadores que desarrollaron las ideas
del asociativismo y del cooperativismo se expresó en corrientes religiosas, en
concepciones solidaristas y también en autores afincados en el pensamiento
liberal.
El cristianismo social y las comunidades cristianas que sostienen la
ideología que difunde la encíclica “rerum novarum” (1891) han hecho una
importante contribución para impulsar la economía social. En Esta corriente de
pensamiento Fréderic Le Play creo una ¨”Revista de Economía Social” (1856) y
destacó su función en la Feria Universal El pensamiento de Frederic Raiffeisen
que origina las primeras cajas rurales de ahorro y crédito es fundacional,
ámbito en el que reviste importancia la obra de Herman Schulze también en
Alemania y de Luigi Luzzatti en Italia, todos ellos vinculados al ideario social
cristiano.
Aun en el plano del liberalismo clásico León Walras (Las asociaciones
populares de consumo, de producción y de crédito Paris 1865) y John Stuart Mill son
reconocidos como impulsores del Asociativismo y de la Economía Social.
No menos importante es la corriente solidarista que tuvo como mentor
a Charles Gide. Para quien el espíritu solidarista tiende “a la abolición del
capitalismo y del proletariado sin sacrificar ni la propiedad privada ni las
libertades heredadas de la Revolución”. Según esta visión, la ayuda mutua y la
educación económica a través de la cooperación debían transformar al hombre.
(Defourny. Orígenes pag. 84)
Las nacionalidades y las religiones han jugado también en tiempos
recientes un rol importante en la conformación de entidades asociativas y de
nuevas prácticas, sustentadas en el trípode que conforman las necesidades, la
ideología y la lucha para enfrentarlas, en ocasiones muy vinculadas al estado y
a las religiones y en otras desde la sociedad civil.
Los protestantes y los católicos fueron el motor de los movimientos
cooperativos y mutuales en América del Norte. (En este sentido, las comunidades
hutteritas EEUU y oeste de Canadá, hace más de un siglo, han creado organizaciones y
formas de producción cooperativas, imbuidas de su percepción de los valores de la fe y de la
interacción comunitaria).
El importantísimo movimiento cooperativo de Québec, tiene una
impronta ideológica católica en su origen.
En Latinoamérica, sobresalieronn las posturas de las comunidades
eclesiásticas de base, que ejercieron los lineamientos de la “Teología de la
Liberación”, entre cuyas opciones aparece la creación de cooperativas y de
entidades asociativas, como instancias de protagonismo popular.
13
El Belga Felipe Bouchez (1796/1865) concibió y desarrolló las ideas centrales en las que se
afirma el Cooperativismo de Producción o de Trabajo
14 Robert Owen (1771/1858) fue un innovador de técnicas y sistemas sociales (Las colonias de
New Lanark en Inglaterra y de Nueva Armonía en EEUU, la bolsa Nacional equitativa para los
obreros,Carlos Fourrier (1772/1858 y su idea del “Falansterio”. William King (1786/1865)
Carlos Uribe Garzón. “Bases del Cooperativismo”. Ed. Fondo Nacional Univesitario. Bogotá.
Colombia. 5ª. Edición. 2002...
Tanto el judaísmo (Kibutz) como el Islam (bancos islámicos, sin interés al
presentan ideas y realizaciones identificadas con la economía social. La
filosofía del “Grameen Bank “da otra mirada del Islam, otra lectura de la cultura
musulmana, en la cual las mujeres tienen un destacado rol en el derrotero
emprendedor.
El voluntariado y las acciones justas (karma), dan un perfil budista no
lucrativo a iniciativas comunitarias asiáticas que tienen mucho que ver con el
Tercer Sector.
Las experiencias de autogestión en Yugoslavia, y las formas
asociativas a que dio lugar el gobierno de Velazco Alvarado en el Perú y la
rebautizada como “República Cooperativa Socialista de Guyana” son otros
ejemplos de intentos de instalar otra forma de hacer sociedad y economía .
capital)
(Elgue Prehistoria Orígenes 2010).
En la Argentina, la mutual más antigua que se registra y continúa
funcionando es la “Asociación Francesa La Unión de Socorros Mutuos”,
fundada el 1° de octubre de 1854 y la Sociedad de Socorros Mutuos “San
Crispín”, de 1856, que también sigue en actividad” (Moirano) y en 1884 los
inmigrantes europeos constituyen la primera Cooperativa de Consumo15.
Estos comportamientos que son inherentes a la naturaleza social de la
condición humana se manifiestaron con todas sus contradicciones, en las
organizaciones nacidas en la resistencia a las consecuencias sociales y
sectoriales de la acumulación capitalista, sostenida por trabajadores
industriales, productores rurales y sectores medios urbanos, a través de los
tiempos, y se desarrolla renovada y multiplicada en el Siglo XXI con nuevas
expresiones formales e informales, generadas por
quienes han sido
postergados o excluidos por la sociedad neloliberal globalizada.
Con potencia económica en el norte y con un contenido social que
imagina transformaciones, en el sur postergado y conflictivo.
Estas prácticas han suscitado una miríada de miradas académicas y
no académicas, que intentan comprender y sistematizar estos comportamientos
sociales, que dan cuenta de la necesidad de cambios cualitativos en la
sociedad, porque su propia y real existencia y su desarrollo, no pueden ser
explicados con los paradigmas teóricos que sustentan la intangibilidad del
modo de producción, de acumulación y de vida, que impone la “sociedad
neoliberal globalizada” y mucho menos por el “pensamiento único” que
congela el cuestionamiento del conocimiento, con “a - prioris”, dogmáticos cuya
aceptación implica rechazar la diversidad y el conocimiento popular (Paulo Freire
1992 – Lía Tiriba 2002)
En los albores de la formación económica y social capitalista, nacieron
conjuntamente con las organizaciones sindicales, las primeras entidades
cooperativas y mutuales como entidades de socorros mutuos, aún antes de
tener reconocimiento legal, y fueron producto de la práctica y de las ideas de
los trabajadores para procurarse mediante la lucha sindical, la cooperación y la
ayuda mutua y condiciones mas favorables para su propia subsistencia, la de
sus familias y las de la comunidad en la que vivían.
Estas ideas se tradujeron en las corrientes de pensamiento propias de
la época (socialistas, cristianas, solidaristas e incluso liberales) y contribuyeron al
desarrollo del sindicalismo, del mutualismo y el cooperativismo.
15
Mario Schujman. “Las Cooperativas en la Argentina”. Edición UNR y MAEES, 2011.
“La noción de servicio social organizado por la acción de asistencia
mutua, con el único objeto del bien común, conforma un universo económico
diferenciado del contexto de la economía de mercado que opera en función de
la ganancia óptima” (Vainstok 1985 pag. 24).
Economía Social de Mercado
En la posguerra y en Alemania, la preservación de la economía de
mercado, y el denominado “milagro alemán”, se asentaron en la política
económica de Ludwig Ehrard, y ello dio lugar a un desarrollo teórico, vinculado
a la “Escuela de Friburgo” (Walter Eucken) y al “ordoliberalismo” que iban en
sentido político contrario al de los precursores de la economía social, aunque
partía de reconocer que la economía de mercado para funcionar requería de un
marco de políticas que la sostuvieran.
Esa política recurrió a “instituciones del derecho social progresivas”
implementadas previamente en la República de Weimar y en las reformas de
las leyes sociales de Bismarck.
Se tata en la definición de Lachman16 de ”una concepción surgida del
compromiso político que hacía confluir la libertad de mercado con la eficiencia
de la competencia, pero al mismo tiempo, también quería garantizar una
existencia digna a los sectores menos privilegiados de la sociedad
“Se basa en el pensamiento liberal y presupone la creación y
preservación de un adecuado funcionamiento de la economía de mercado y del
régimen de competencia.
En el macronivel la equidad social se procura a través de medidas
redistributivas directas (redistribución vertical –política impositiva de acuerdo a
la capacidad contributiva) e indirectas (horizontal a través del seguro social)
por parte del Estado, guiadas por las directrices de libertad, solidaridad y
justicia de la ética cristiana, pero sin influir en el funcionamiento del mecado.
Las medidas redistributivas indirectas deben eliminarse allí donde no son
imprescindibles. (Hamm)
Rosner afima su adscripción a la Economía Social de Mercado desde
la pespectiva de la Doctrina Social de la Iglesia y pone énfasis en el principio
de subsidiariedad que es uno de las bases del modelo; siempre donde sea
posible se debe dar prioridad a la autoayuda y a la responsabilidad individual.
(Erhard).
Muchos de los modernos conceptos de co-gestión de las empresas o
de responsabilidad social empresaria, tienen su origen en esta corriente de
política económica, y muchos otros buscan sus antecedentes en el derecho
social que procura la defensa de los derechos colectivos e individuales de los
trabajadores.
Críticas a la Economía Neoliberal desde la economía Clásica. (Stiglitz,
Galbraith, Krugman, Drucker, Axelrod)
“Un autor que hizo un aporte significativo en la comprensión de la
economía social fue paradójicamente Wilfredo Pareto, uno de los teóricos que
más contribuyó al desarrollo de la teoría neoclásica.
Werner Lachman y Hans Jurgen Rosner.. En “Seguridad Social en la Economía Social de
Mercado”. Edit CIEDLA. Fundación Adenauer. 1995. ISBN 950.9431.44.3. Pags. 26/8 y sgts.
16
El veía al sistema cooperativo como un complemento de la economía
de mercado, precisamente cuando se producen fallos de mercado y la
competencia es imperfecta17.
En una situación de estas, las empresas grandes no tendrían
problemas y las que afrontarían dificultades en el mercado serían los pequeños
“negocios al detal”, aspecto que sería resuelto por las cooperativas” (Alvarez y
Gordo 2007).
Ya las crisis cíclicas del capitalismo obligaron a replantear los criterios
de la economía clásica. John Maynard Keynes, introdujo el concepto de la
inestabilidad de la demanda agregada, proveniente de los shocks ocurridos en
mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los
inversionistas, por lo que sostuvo que es necesaria la intervención del estado
en políticas fiscales y monetarias activas para mitigar los efectos adversos de
los periodos recesionarios y de las fluctuaciones cíclicas de la actividad
económica.
Su obra dedicada al empleo ponía en discusión buena parte de lo que
los economistas clásicos habían enseñado.
Galbrhaith fue aún más allá, porque desplazó la matería de análisis de
la economía de la econometria y la teoría económica a la política económica y
sus consecuencias en la sociedad y en la economía política. En tiempos
recientes su “cultura de la satisfacción” y “la economía del fraude inocente” son
fértiles críticas de la “economía de mercado”.
“En la segunda mitad del siglo XX los economistas fueron criticados
más de una vez por su desconexión con lo político y lo social, por considerar la
realidad sólo como un número.
Las matemáticas resultan fundamentales para el desarrollo científico,
tienen una relación con la lógica y hasta con la filosofía, y permiten una tarea
de cuantificación sin la cual se harían imposibles los diagnósticos en el mundo
moderno, y sin ellos no se podrían tomar decisiones adecuadas.
Pero al haber dejado la economía y el sistema financiero en manos de
los matemáticos, además de haberse demostrado negativo por sus resultados,
refuerza la idea de que es necesario humanizar las ciencias exactas o duras,
sobre todo cuando sus consecuencias afectan a la humanidad ”.(Fraga 2008 pag.
42)
Aún los pensadores de las ciencias económicas y de la administración
que lideraron en su momento las corrientes de pensamiento que dieron lugar al
crecimiento vertiginoso de los conglomerados globalizados, advierten hoy que
las contradicciones que esta etapa del capitalismo ha engendrado, no
consienten la reiteración de fórmulas dogmáticas.
La sociedad bipolar en la que el mercado excluye al estado o el estado
es el enemigo del mercado va perdiendo adeptos.
“La economía de mercado de hoy, que con tanta competencia
abastece de bienes de consumo y servicios, lo hace persiguiendo la retribución
a relativamente corto plazo. No invierte para prevenir los efectos antisociales
de su producción ni de sus productos”.(Galbraith pag. 36)
El comportamiento racional egoísta y competitivo ya ha dejado de ser
para un universo de pensadores el parámetro excluyente para explicar el
funcionamiento de los mercados. Se producen profundos cambios en el
Virgolini Edmundo y Otros. “Empresas Cooperativas y Teoría Económica”. Editorial UNR
Serie de Publicaciones de la Maestría en Entidades de la Economía Social. Nro. 3. Ed. 2011.
17
pensamiento económico, y aún en el denominado “saber convencional” que
sustituyó al conocimiento científico.
“Alguien debe dar la voz de alarma cuando el sastre intelectual del
emperador no es lo que él piensa que es. Empecemos a decir la verdad:
La competitividad es una palabra sin sentido cuando se aplica a la
economía nacional. Y la obsesión por la competitividad es tan engañosa como
peligrosa” y sólo se fundaba en el “saber convencional”.
“Hace pocos años el saber convencional, resumido en mercados libres
y moneda sólida, era considerado por muchas personas como verdad revelada,
aunque ciertamente hubiesen muchas evidencias en contra (Krugman pag. 29 y
111) ).
Ese “saber convencional”, que descartó los comportamientos
solidarios, la cooperación y la reciprocidad como conductas relevantes en la
sociedad y en el mercado, no tiene incluso relación con la opinión de los
cientistas, se evidencia como pura ideología instrumental para la acumulación
de poder y riqueza.
Axelrod (2003 pag. 9) puntualiza que “la cooperación basada en la
reciprocidad, puede evolucionar y sostenerse, incluso entre egoístas, siempre y
cuando exista la perspectiva de una interacción a largo plazo”
. Esa interacción se produce cuando es inducida por normas estatales
o es consecuencia de la existencia de organizaciones que la institu-cionalizan.
El corazón del imperio reserva para el “tercer sector” asimilado al
concepto de las organizaciones “non profite” un amplio espacio en su
economía.
La necesidad de recuperar “capital social” y de encontrar caminos para
el desarrollo del “capital humano” en la sociedad de la exclusión y del
conocimiento aparecen como imperativos.
Drucker puntualiza que “solo el sector social, es decir, el no
gubernamental, la organización sin fines de lucro, puede crear lo que ahora
necesitamos o sea comunidades para ciudadanos y especialmente para los
trabajadores del conocimiento, que se imponen cada vez más en las
sociedades desarrolladas.
Sólo las organizaciones sin fines de lucro pueden proporcionar la
enorme diversidad de comunidades que necesitamos: Desde iglesias hasta
asociaciones profesionales, desde organizaciones que se hagan cargo de los
que carecen de techo hasta clubes de salud.
Sólo instituciones del sector social pueden proporcionar las
oportunidades de ser voluntario, lo cual permite al individuo moverse en un
ámbito que puede controlar, a la vez que realizar alguna actividad en la que los
resultados sean significativos.
Lo que el siglo XXI necesita, por sobre todas las cosas, es un
igualmente explosivo crecimiento del sector social sin fines de lucro (Drucker pag.
191)”
Las recientes crisis financieras han puesto de relieve, aún para los
economistas más renuentes que “Hay baches inmensos en el actual sistema
financiero que hay que rellenar. El mercado, no es capaz de solucionar estos
problemas por sí mismo y ahora la gente tiene que correr a los gobiernos en
busca de emergencia. No es buena señal porque muestra que la confianza en
los mercados se ha evaporado.
Las finanzas y la economía real tienen que estar conectadas. En
EEUU el sistema financiero se ha separado completamente de la economía
real.
Se ha demostrado que la mano invisible de Adam Smith que
supuestamente resuelve los problemas del mercado no existe. Esta mano
invisible ha desaparecido por completo en los últimos días. Lo que estamos
viviendo es un fracaso dramático de los mercados que no son transparentes,
por el contrario son sólidamente opacos y no reúnen a demandantes u
oferentes con aptitud de negociación y con información similar.
La economía se enjuicia diariamente a sí misma, y muchas veces llega
a conclusiones absolutamente incompatibles con el “pensamiento único”.
Tras la decorativas reuniónes del G 20, que cuestionaron la mezcla de
regulación y desregulación interesada del sistema financiero, cada país aplicó
individualmente recetas de “salvataje” que en la mayoría de los casos
expresaban un auto de fe “neoliberal”.
En Asia y América Latina se aplicó muchas veces esa receta. Ahora
los ajustes graduales que se vienen operando en todo el mundo desde la
década del 90, se transforman en “shocks” globales que sirvieron para trasladar
los costos de esos “salvatajes” (que dejaron a los conglomerados financieros
especulativos en optimas condiciones de multiplicar sus ganancias virtuales ), primero a los
inmigrantes y luego a las poblaciones estables de Grecia, Portugal, Francia o
España. Ya no se trata sólo del Sudeste Asiático o Latinoamérica.
Las políticas económicas y los consensos que ellos generan, parecen
no tener ninguna relación ni con la realidad, ni con la producción académica. La
ineptitud de estos modelos para generar “desarrollo humano sostenible” parece
ser irrelevante.
La realidad de los países que ya han sufrido esta terapia del shock de
ajuste: (Rusia, Malasia, Indonesia, Argentina, etc). Han demostrado que no generan
crecimiento económico en los lugares donde son aplicados, sólo producen
acumulación y concentración de la riqueza, con injusticia, dolor social y
deterioro ambiental.
No se trata tampoco, de que estos fenómenos ideológicos que dan
lugar a políticas económicas y sociales, no hayan sido investigados:
Si nos limitáramos a incluir en la ciencia económica los interrogantes
planteados por quienes en los últimos años han obtenido el “premio nobel de
economía”, verificaríamos que las “privatizaciones” a ultranza, que las
“desregulaciones” salvajes, los brutales “ajustes”, la destrucción de los
mercados internos por la pauperización de amplios sectores de la población, no
son el resultado de “verdades reveladas”, sino de la voracidad de unos pocos,
que utilizan en su beneficio retazos de ciencia amañados.
Sólo ignorando los aportes hechos por economistas de la talla de
Elinor Ostrom, (2009)18, de Paul. Krugman (2008)19, de Leo Hurwicz, Eric S.
Maskin y Roger Bruce Myerson (2007)20, aún limitando la cita a quienes en los
18
Que demostró como los bienes comunes pueden ser administrados en forma más efectiva
por un grupo de usuarios, y que pone el acento en el desarrollo de relaciones socio ecológicas
sustentables.
19 Que desenmascaró las falacias que se esconden tras intereses, y lo mucho que la economía
tiene de política o, lo que es lo mismo, los intereses y las fuerzas que se mueven en el
trasfondo de la disciplina.
20 Retomaron la “teoría de los juegos” pero interrogándose simultáneamente por objetivos
como el bienestar social y las ganancias privadas, y concluyeron que las condiciones del
últimos años recibieron el premio nobel de economía, puede sostenerse la
“desnudez del emperador” y la subsistencia de paradigmas que no soportan su
exposición i a la realidadEs imposible pensar la actualidad de la ciencia económica sin atender
a los brillantes estudios y conclusiones de Robert Stiglitz (2001)21 y de Amartya
Sen (1998)22.
La fetichizada religión laica, de los “mercados autorregulados” por la
“maximización del beneficio”, engendrada en ideas económicas fue trasladada
de los mercados a la vida cotidiana.
Desde algunas academias interesadas o anquilosadas, y desde
multimedios globales se ha generado un “pensamiento único” que se traduce
en un “sentido común” que considera que la salvaje y competitiva defensa
darwiniana del propio interés económico o de una situación o expectativa de
poder, es el único comportamiento racional posible.
Las ciencias sociales desprovistas de relaciones interdisciplinarias, de
ética, valores, fines, y objetivos, desprendidas de los resultados que generan,
ponen en peligro la reproducción de la vida y de las condiciones de vida en el
planeta.
El número total de personas con hambre creció en un 9% en el último
año, y es ahora un record, 1020 millones, uno cada 6,5 habitantes de planeta.
El 20% de todos los niños del mundo está desnutrido .(Bernardo Kliksberg
20/10/2009)
Que la relación con el “otro” supone siempre un “competidor”, que la
“satisfacción inmediata” es siempre más eficiente. Que la preservación del
planeta o de la convivencia es un tema ajeno a la economía y a la política que
debe aplicarla. Que la solidaridad, la reciprocidad o el don sólo son
sentimientos utópicos inútiles que generan ineficacia, son falacias sostenidas
por el prestigio de su expresión econométrica, por parte importante de la
academia conjuntamente con los medios de difusión en buena parte del
planeta, y es en América Latina donde esa verdad comienza a ser puesta en
entredicho por los pueblos con la convicción que resulta de haber visto la
“desnudez del principe”.
Stiglitz, con rigor científico, reiteradamente ha reclamado cambios
profundos en la economía global y uno de los caminos que ha transitado ha
mercado no son por regla general óptimas, la competencia no es completamente libre y los
consumidores no están perfectamente informados y llegan en relación al “dilema del prisionero”
a la conclusión inversa a aquella que proclama el pensamiento único: El egoismo perjudica a
los jugadores.
21 Los estudios de Stiglitz ponen de relieve que sólo por excepción los mercados son eficientes.
"Cuando los mercados están incompletos y/o la información es imperfecta (lo que ocurre
prácticamente en todas las economías), incluso en un mercado competitivo, el reparto no es
necesariamente “Pareto eficiente”. Casi siempre existen esquemas de intervención
gubernamental que pueden inducir resultados “Pareto superiores”, beneficiando a todos 22 Por su parte Amartya Sen, conocido por sus trabajos sobre las hambrunas pone en tela de
juicio la base de la concepción neoliberal porque enjuicia, el concepto de “libertad negativa”
que tradicionalmente utiliza la ciencia económica y lo sustituye por el de “libertad positiva”.
Ejemplifica poniendo de relieve que en la hambruna de Bengala, la libertad negativa de los
trabajadores rurales para comprar alimento no se vió afectada. Sin embargo, murieron de
hambre porque no tenían la libertad de alimentarse ni la capacidad de escapar de la muerte.
Sus trabajos han conducido a la búsqueda de nuevos paradigmas en el concepto de desarrollo,
y en la idea de ciudadanía, de libertad y de capacidad. Abren un universo para las ciencias
sociales
sido el de acercar a la economía crítica a las entidades de la economía social y
particularmente a las cooperativas23.
Corrientes del pensamiento vinculadas a la Economía Social Histórica o
Fundacional.
Organizaciones de la Sociedad Civil. El Sector “Non Profite”.
El “don” y la “redistribución” guardan estrecha relación con uno de
las miradas posibles, para el polisémico concepto de la “solidaridad”
entendida como generosidad para con terceros, definido por Mauss como
el comportamiento “voluntario”, aparentemente libre y gratuito y sin
embargo obligatorio e interesado de esas prestaciones que han revestido
casi siempre la forma de presente, de regalo ofrecido generosamente,
incluso cuando en ese gesto que acompaña la transacción, no hay más
que ficción formalismo y mentira social, y cuando en el fondo lo que hay
es la mentira y el interés económico”24.
La idea del “non profite”, asociada al concepto de “tercer sector”
tuvo un muy importante desarrollo conceptual en el mundo anglosajón, a
partir fundamentalmente de estudios e investigaciones que se llevan
adelante en la Universidad John Hopkins, y que se apoyan en
investigaciones que se llevaron a cabo en todo el mundo, dirigidas por el
Profesor Lester M. Salamon (director del Centro de Estudios de la Sociedad Civil). .
Su definición conceptual se estructura a partir de una tipología que
reclama de las mismas para su inclusión en el sector 5 condiciones:
1. Deben estar institucionalizadas. Tener una organización y reglas de
procedimiento pautadas.
2. Naturaleza privada: La organización no depende ni es directamente
dirigida por el gobierno. Esto no significa que no pueda recibir subsidios
del gobierno o que funcionarios no puedan participar en sus acciones.
3. Sin fines de lucro: A pesar de que pueden generar beneficios, estos
deben ser utilizados para desarrollar misión principal de la organización.
4. Autonomía: Las organizaciones deben tener sus propias reglas de
procedimientos, deben ser capaces de dirigir sus actividades y no deben
ser gobernadas externamente.
“Frente al “fundamentalismo de mercado” propone una economía más equilibrada con un
peso creciente de la economía social”.
23
Un sistema económico plural, con
1. Economía privada tradicional
2. Sector público
3. Economía social/cooperativa (incluidas las sociedades mutualistas, organizaciones sin
ánimo de lucro)
Joseph Stigilitz .Conferencia pronunciada en Sevilla el 25.9.08, en España en el XXVII
Congreso del CIRIEC Internacional.
Mauss Marcel. “Ensayos sobre el don. Razones sobre el cambio en las sociedades
primitivas. Publicado originariamente en 1923 y editado en 1971 por “Antropología y
Sociología” Ed. Tecnos en Madrid.
24
5. Voluntarismo: Este carácter significa que debe existir dentro de la
organización voluntarios que participen en las actividades de la misma.
Asimismo, no implica que toda organización deba originarse desde
ingresos del voluntariado, o que la mayoría de sus integrantes deban ser
voluntarios
En esta caracterización estructural el “beneficio público” o el “bien público”
no son explicitados, tampoco se descarta a las entidades organizadas como
empresas que participan del mercado .Pero a partir de esta tipología se definen
áreas básicas de actuación de las “organizaciones de la sociedad civil” que
integran el tercer sector, que ayudan a delimitar el concepto25.
Esta corriente de opinión pone el acento en el voluntariado como
instrumento de participación ciudadana, e incluye a aquellas entidades que en
virtud de sus reglas constitutivas no procuran beneficios a sus integrantes.
(asociaciones y fundaciones fundamentalmente),
Las fundaciones, las ONG y los voluntariados son las formas jurídicas
más representativas de las organizaciones no lucrativas, quienes regularmente
se financian con donaciones y cuotas de sostenimiento por parte de
beneficiarios, y en donde las actividades misionales se orientan a la
satisfacción de terceros.
“¿Cuál es la idea? De acuerdo a uno de sus creadores, Andrew
Carnegie, la lógica de las fundaciones sería la siguiente: “La riqueza
concentrada en lasmanos de un solo hombre es el resultado del trabajo de toda
la comunidad; y de un modo uotro debe devolverla a esta última”. Es decir, la
solidaridad, o mejor dicho la beneficencia, nose ubicaría dentro del proceso
económico sino a continuación”
Estas organizaciones, que responden a tradiciones filantrópicas y
caritativas, se diferencian de las organizaciones de la economía social y
solidaria por como se ubican respecto del sistema capitalista. Complementan la
economía capitalista y al sector público en la medida que comparten con el
sector público el distribuir servicios y están financiadas mayoritariamente por el
sector privado. Las voces más críticas sostienen que el accionar de estas
organizaciones hacen políticamente soportables los conflictos y demandas
sociales que ni el Estado ni el mercado son capaces -o tienen voluntad- de
resolver.(Martí 2008).
Esta corriente en la que el concepto de “tercer sector” fue inicialmente
esbozado a partir la idea del “non profite” en los EEUU con una muy amplia
difusión en el mundo anglosajón y comprende únicamente a las organizaciones que no otorgan a sus integrantes ningún beneficio, entendiendo que
sólo tienen este carácter las “organizaciones sin fines de lucro.
La mezcla de darwinismo social y caridad de raíz religiosa
engendraron un discurso que veía la acción voluntaria como una alternativa a
la provisión estatal de servicios sociales. El ascenso de la ola conservadora
25
1) Organizaciones de cultura, arte, recreación y deportes; 2) Educación e investigación; 3)
Salud; 4) Servicios sociales; 5) Ecología; 6) Desarrollo de la comunidad y vivienda; 7)
Protección de intereses, defensa de los derechos y políticas (se incluyen a los partidos
políticos, movimientos sociales y organizaciones que apoyan a movimientos y partidos); 8)
Organizaciones voluntarias (caridad), 9) Organizaciones ecuménicas; 10) Actividades
internacionales (programas amistosos y de intercambio cultural); 11) Relaciones laborales y
profesionales; 12) Otros sectores.
retoma el mito de idealizar lo voluntario y demonizar la acción del Estado,
negando las virtudes de la cooperación entre ambos.
Uno de los modelos típicos de estas organizaciones son las
fundaciones, organizaciones cuya principal función es distribuir recursos. La
legislación, vincula la creación de estas organizaciones con el sistema fiscal,
constituyéndolas como un mecanismo de asignación de una parte de los
impuestos (mediante el cual los “privados” pueden intervenir en la orientación de una parte
del gasto público) (C.E.N.O.C 2007 pag. 32).
En el siglo XX, las fundaciones han privatizado en gran medida el rol
redistributivo del estado, y las asociaciones civiles y las “organizacio-nes de la
sociedad civil” se han hecho cargo de muchísimas funciones políticas, sociales
e incluso de buena parte de la cooperación internacio-nal.
Este enfoque excluye a las organizaciones que distribuyen beneficios a
sus socios bajo cualquier modalidad. Con lo que se descarta a la mayoría de
las cooperativas u otras organizaciones asociativas organizadas con una
estructura empresaria, (entidades” non for profite”) como componentes del tercer
sector” (Jiménez Escobar y Morales Gutierrez 2008).
Por su parte el Banco Mundial26 y otros organismos internacionales le
asignan sustancial importancia a las Organizaciones No Gubenamentales
(ONG), subtipo de las “non profite” u organizaciones de la sociedad civil
El término organizaciones de la sociedad civil abarca para el Banco
Mundial, una gran variedad de instancias: grupos comunitarios, organizaciones
no gubernamentales, sindicatos, grupos indígenas, instituciones de caridad,
organizaciones religiosas, asociaciones profesionales y fundaciones”.
La perspectiva que para el “tercer sector” y para las “organizaciones no
lucrativas” propone la europa mediterránea y canadá.
La economía social histórica o fundacional ha asimilado y desarrollado la
concepción del tercer sector pero lo ha hecho desde diversas perspectivas
La corriente fundamental expresada por la comisión científica del
CIRIEC español en su definición cuando delimitó el ámbito de la Economía
Social, incluyó a las fundaciones las que conformaban en el sistema
anglosajón el sector “non profite” (Chavez y Monon 1) 27 pero distinguiendo a este
subsector no lucrativo, del que integra un subsector de mercado 28, con una
26“Amplia
gama de organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro, que están
presentes en la vida pública, expresan los intereses y valores de sus miembros y de otros,
según consideraciones éticas, culturales, políticas, científicas, religiosas o filantrópicas”
Banco Mundial.
http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/BANCOMUNDIAL/EXTTEMAS/EXTCSOSPANI
SH/0,,contentMDK:20621524~pagePK:220503~piPK:264336~theSitePK:1490924,00.html
27 “La Economía Social también incluye a las instituciones sin fines de lucro que son
productores no de mercado privados, no controlados por las administraciones publicas y que
producen servicios no destinados a la venta para determinados grupos de hogares,
procediendo sus recursos principales de contribuciones voluntarias efectuadas por los hogares
en su calidad de consumidores, de pagos de las administraciones públicas y de rentas de la
propiedad”. Organizaciones de interés general y Organizaciones de Interés Mutualísticos »
Rafael Chavez y José Luis Monzon. Economía Social Introducción.
28 Subsector de mercado de la Economia Social: “conjunto de empresas privadas creadas para
satisfacer las necesidades de sus socios a través del mercado, produciendo bienes y servicios,
asegurando o financiando, y en las que la distribución del beneficio y la toma de decisiones no
delimitación se ha hecho aún más compleja, porque la distinción entre
entidades lucrativas y no lucrativas trasciende el ámbito que planteaba la
concepción anglosajona, porque excluye del sector no lucrativo a las
fundaciones y asociaciones controladas por la administración pública o por
empresas lucrativas y si se hiciera rigurosa aplicación del principio finalista del
“non profite”, habría que excluir a todas las empresas que participan del
mercado, cualesquiera sea su tipo asociativo. (Chavez y Monzon. 2001)29
Es en la confluencia en el ámbito del tercer sector del concepto de
organizaciones “non profite” y “non for profite” o “not for profite but for service”,
en el que se generan grandes cambios tanto en Europa como en Canadá,
alentados por el estado de necesidad que engendra el retiro del “welfare”.
En ese crecimiento económico que ha afrontado la economía social
histórica empresaria y de mercado, una parte muy importante de las
organizaciones de la economía social, han acentuado rasgos que las asimilan
al sector lucrativo – fundamentalmente en el sector financiero y asegurador- , pero
simultáneamente se han desarrollado organizaciones constituidas en función
del interés social o de terceros.
Nuevas fronteras han estado
engendrando tipos jurídicos más
complejos y la recurrencia a formas tradicionales de la Economía Social
para cumplir objetos diversos a aquellos que originariamente habían sido
previstos. .
“El retiro del estado de bienestar y la crisis del empleo han hecho
emerger nuevas necesidades para una multitud de personas, que antes
estaban aún protegidas. Se imponen hoy nuevas demandas sociales: “la
recalificación profesional y la reinserción profesional de personas
marginalizadas del mercado de trabajo, la rehabilitación económica de barrios
urbanos desheredados o incluso la redinamización de zonas rurales desérticas.
Las empresas de inserción, las asociaciones intermedias y las
administraciones barriales en Francia, las cooperativas sociales en Italia, las
sociedades de empleo y de calificación en Alemania, las empresas de
formación por el trabajo y los talleres sociales en Bélgica, las “community
businesses en el Reino Unido, las corporaciones de desarrollo económico en
Canadá, son formas de organizaciones que surgieron en las dos últimas
décadas en respuesta a las necesidades progresivamente irritantes ”(Defourny y
O. 2001)30.
Sobre esta base existen estudios que distinguen un “tercer sector de
acción social”, insistiendo a diferencia de la visión de los autores anglosajones
en la importancia de su relación con las necesidades de la sociedad, y cuando
definen los requisitos que deben cumplir las organizaciones para pertenecer a
él indican que se trata de:
1. “Entidades privadas de carácter voluntario”.
2. Sin ánimo de lucro”
3. Que funcionan en forma autónoma” y
están ligadas directamente con el capital aportado por cada socio, correspondiendo un voto a
cada uno de ellos.
Rafael Chavez y José Luis Monzon. Economía Social. Introducción.
29 Rafael Chaves y José Luis Monzón. 2001
“Economía social y sector no lucrativo:
actualidad científica y perspectivas”. CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y
Cooperativa, nº 37, abril, pp. 7-33
30 Jacques Defourny, Patrick Delvetere, Benedicte Fonteneau. “La economía social en el
norte y en el Sur” Editorial Corregidor Bs.As. 2001.Pag. 70.
4. Tratan por “medio de acciones de interés general de impulsar el
reconocimiento y ejercicio de los derechos sociales, de lograr cohesión e
inclusión social en todas sus dimensiones y de evitar que determinados
colectivos queden excluidos de unos niveles suficientes de bienestar”.
El concepto de Organizaciones de la Sociedad Civil en América Latina y en la
Argentina.
En América Latina, las organizaciones que serían luego las que
conformarían el Tercer Sector surgieron con mucha fuerza en las décadas de
1960 y 1970, con una presencia importante en la escena pública y con un
considerable apoyo de diferentes agencias de cooperación internacional.
Con un cambio de rumbo, el inicio de la década de los ’80 comienza
con el despliegue de los procesos de democratización política en casi todos los
países de la región, acompañados por un cambio del contexto socioeconómico.
En este cambio de contexto también comienzan a cambiar las
organizaciones y la visión sobre las mismas, pues aquella percepción de un
Tercer Sector conformado por dos bloques: uno, histórico, tradicional y
conservador, integrado por las organizaciones de la caridad y beneficencia,
volcadas al servicio social; y otro, integrado por las nuevas organizaciones no
gubernamentales guiadas por una lógica política, volcadas al desarrollo social
sustentable, comienza a confundirse y a desvanecerse.
Es aquí entonces donde comienza a hablarse de un Tercer Sector más
allá del mercado y del estado.El contexto actual de las organizaciones en
Argentina y en otros países de América Latina ofrece cambios notables con
respecto a los prevalecientes en los ’90.
“Estos cambios pueden observarse en el plano de la intervención
estatal que aparece relegitimada con un rol activo en la promoción de
organizaciones y en el ordenamiento de la economía y en el plano de las
tendencias organizativas de la sociedad emergen movimientos sociales
relativamente autónomos que se articulan políticamente” (C.E.N.O.C 2006 pag. 27 )
Filmus, Arroyo y Estebanez, buscan situar a las organizaciones
existentes en relación con sus “funciones sociales en términos de su capacidad
para articular politicas sociales, sea fortaleciendo su capacidad de asistencia
directa a la población, o bien de mediación para el fortalecimiento y promoción
de esas capacidades.
Para estos autores el ámbito de actuación de estas organizaciones
conforma un “espacio publico social”: Las sociedades de socorros mutuos, las
organizaciones barriales, las bibliotecas populares. Los clubes, hasta las
O.N.G.etc. La trama social que une a la solidaridad con la filantropía y el
asistencialismo.
Con estas modificaciones dos cuestiones se plantean para las
organizaciones de la sociedad civil, por una parte su relación con el sector
público y la preservación de su autonomía, y por la otra su aptitud para
trascender el rol asistencial.
En un importante trabajo del C.E.N.O.C se afirma que el mundo de las
organizaciones es concebido como una esfera “estatal” y “social”, y a la vez
reclama “la definición de un ámbito “público social” que permite trascender la
oposición entre “sociedad vs. estado”, que prevalece en las clasificaciones que
derivan, a su vez, del postulado de una diferencia entre “privado / público”, que
asigna al primer término la esfera del “mercado” y al segundo la esfera
“estatal”.
González Bombal y Roitter, citados en esa obra, retoman la idea pero
la replantean para proponer una clasificación del “sector sin fines de lucro”
ajustada a las normas jurídicas para la constitución de organizaciones en
Argentina, ajustándola a los sujetos de derecho realmente existentes en la
legislación local – asociaciones civiles, fundaciones, cooperativas, mutuales,
sindicatos y obras sociales.
Pero es quizás en la definición del tipo de entidades que por su objeto
integran el sector donde emerge con mayor claridad la distinción con las tesis
que sustenta la doctrina anglosajona31.
Las modificaciones socio económicas en América Latina y en particular
en la Argentina, según la entienden los autores consultados por el CENOC,
nos indican que la idea del tercer sector no puede ser unívoca y debe ser
objeto de permanente reanálisis asumiendo que sustentan un punto de vista
polémico que no coincide con el que se enfoca cuando se visualiza al tercer
sector como el ámbito que sólo comprende el voluntariado, la filantropía, a las
asociaciones civiles y a las O.N.G.
La Visión Crítica del Tercer Sector.
Coraggio (2000) es particularmente crítico de una visión asistencial del
“tercer sector” y al posible papel funcional al modelo de muchas organizaciones
sin fines de lucro que ejecutan esas políticas sociales asistencialistas y
estigmatizadoras.
Afirma que el crecimiento del tercer sector o del voluntariado en
Argentina no significa necesariamente un aumento de la solidaridad social tanto
como un reflejo del retroceso en el reconocimiento de derechos sociales y en la
garantía del Estado sobre su cumplimiento. Habiendo poca base para la
filantropía empresarial y de las clases medias, el Tercer Sector se hincha pero
es pobre él mismo.
No debe extrañar que, dada la definición amplia de Tercer Sector, en
nuestro país crezca casi mecánicamente como respuesta espontánea a la
coyuntura, a la vez que se reduce el mercado interno y el empleo
remunerado.El concepto de “tercer” sector, sería un espacio de sentimientos
31
Organización de transferencia y asistencia técnica; 1.1. Ayuda solidaria / voluntariado.
(Incluye instituciones tales como, Rotary Club, Club de Leones y Scout); 1.2.. Cooperadora
escolar / Cooperadora 1.3. Asociación de consumidores.; 1.4.. Bomberos voluntarios.; 1.5.
Biblioteca.: 2. Centro / Grupo comunitario Son organizaciones de base con un fuerte anclaje
territorial.; 2.1.. Unión vecinal / Sociedad de fomento; 2.2.. Centro de jubilados; 2.3. Club social/
deportivo; 3, .Entidad religiosa: prestan asistencia espiritual y difunden valores religiosos.
Caritas y Otras; 4. Centros de estudio/ investigación;5 Federación; 5.1. Confederación; 6.
Defensa de derechos, 6.1. Organización de salud: El tipo jurídico de las organizaciones de
salud puede ser: Asociación Civil, Mutual, Fundación; 7. Organización cultural. museos, ferias
artesanales, centros de promoción y fomento de las tradiciones locales, centros culturales,
teatros;8 Organización de defensa de intereses de categorías: Asociaciones Profesionales y de
Oficios, como las Cámaras Empresarias, Sindicatos, Gremios, Ligas y Movimientos.; 9
Hogares (niños, ancianos, mujeres, adictos): 10 Institución educativa/formación; 11.
.Organizaciones productivas asociadas: Cooperativas, fábricas recuperadas, microemprendimientos, emprendimientos productivos en general; 12. Agrupación de colectividades:
13 Organizaciones prestadoras de otros servicios: y 14. Otras.
afecti-vos y lazos solidarios. Un espacio sin mecanismos alienantes como los
del sistema de mercado o del sistema político. Esto es, evidentemente, distinto
de las propuestas de “economía social” o de empresa social, que no eluden al
mercado, sino que generan mercados regulados de otra manera, incluso
promovidos desde el Estado.
Como puede verse, el triángulo Estado-Mercado-Tercer Sector pierde
sentido para la visión de José Luis Coraggio. (2000)
Pero es aún más crítica la posición de otros autores cuando afirman
que “son agentes de la modernidad. Negri y Hardt (2001) entienden que es un
frente de la intervención imperial. Para Petras (1999), las ONGs son la cara
comunitaria del neoliberalismo, son una forma de neoliberalismo que viene
desde abajo y desde adentro, que despolitiza amplios segmentos de la
población.
Armando de Melo Lisboa (2007 pag. 342) no obstante, puntualiza que “a
pesar de las fuertes críticas, sospechas y acusaciones que pesan sobre las
actividades de las ONGs, ellas han sido aceptadas como una voz legítima, con
un prestigio cada vez más grande”, sin perjuicio de distinguir a aquellas cuya
autonomía está restringida por su dependencia respecto del financiamiento
público nacional o extranjero o de entidades de la economía lucrativa.
El concepto de empresas sociales.
En ese encuentro de la economía social de mercado y las
organizaciones de la sociedad civil y en sus interfaces y zonas grises, la OCDE
define a las denominadas “empresas sociales”, con un criterio que las aproxima
a la “economía social de mercado” y que comprende “a toda actividad privada
de interés general, organizada a partir de una gestión empresarial y que no
tiene como razón principal la maximización de las ganancias sino la
satisfacción de ciertos objetivos económicos y sociales, así como la capacidad
de poner en marcha por la producción de bienes o servicios, soluciones
innovadoras a los problemas de exclusión y empleo”(Laurent 2004) 32
Estas organizaciones se identifican con los principios de reciprocidad y
redistribución pero también con el principio de mercado y Laurent sostiene que
no expresan una ruptura con las organizaciones de la economía social sino una
ampliación de sus formas posibles, que ha tenido reconocimiento legislativo en
europa, con la regulación de las cooperativas sociales italianas, que realizan
una mixtura entre el enfoque caritativo y la tradición de ayda mutua. La
legislación de la “sociedad con finalidad social” belga, etc.
Economía Social Histórica o Fundacional.
La reiterada pregunta acerca de que es “la economía social”, no
admite una definición, ni un concepto univoco.
“La dificultad de la conceptualización y delimitación no es mínima
pues, aunque ciertas categorías de entidades, al menos en el plano teórico son
fácilmente encuadrables en un ‘sector diferenciado’, muchas otras se sitúan en
Gardin Laurent. “Las empresas sociales”. En “Economía Social y Solidaria, una visión
europea”. Ed. UNGS – Altamira – Fundación OSDE. Argentina. 2004. Pag.74 y sgts..
32
‘zonas institucionales fronterizas’ entre sector público, sector capitalista y sector
de la economía social”.(Chavez) 33
José Luis Monzón afirma la existencia de “fronteras borrosas y
ambigüedades conceptuales del tercer sector”, integrado por las entidades de
la economía Social.
Esta idea del tercer sector le permite a Defourny en un paso que lo
acerca a la economía popular, sumar al sector formal de la economía social, a
las organizaciones de la economía llamada no oficial o sumergida (trabajo negro,
no declarado, trabajo doméstico, actividades ilegales, etc). y profundizar la idea de sus
interfaces (originada en las tesis de Henry Desroches, que había incluido también una
interfaz con el sector sindical ), y sus relaciones con el sector público, con el sector
municipal o comunitario, y con el sector privado tradicional, y esta visión le
obliga a hablar de una geometría variable, para definir y conceptualizar a la
economía social (Jacqes Dofourny)34
Retomando el concepto del tercer sector, Reyna puntualiza que “La
acción económica para el ejercicio de la solidaridad y para la defensa de los
intereses colectivos justifica la existencia de todo un tercer sector en la
estructura económica moderna, equidistante de las empresas estrictamente
capitalistas que se justifican suficientemente en la consecución del lucro para
sus inversores, y de la propiamente pública de titularidad estatal que responde
habitualmente a intereses estratégicos (Reyna 2000) 35.
Sin embargo este carácter distintivo no supone aislamiento para el
Tercer Sector, sino que convive con las otras dos fórmulas de acción
económica, a veces de forma subordinada, pero en otras ocasiones con
carácter sustitutivo o incluso dominante”.
“Los conceptos de economía social y de “non profit sector” describen
realidades con amplios espacios comunes aunque, no totalmente coincidentes.
Junto a los conceptos de economía social y de non profit sector se
utiliza la denominación tercer sector para referirse indistintamente a cualquiera
de ellos.”. (Chavez y Monzon (1).
La Economía Social histórica o fundacional debe ser entendida desde
la idea de que conforma un modo alternativo de hacer empresa, de hacer
economía, que integra un tercer sector diferenciado del privado lucrativo y del
estado, de que responde a una tipología jurídica que institucionaliza entidades
u organizaciones que responden a su naturaleza (Chavez 2009)36, y porque se
afirma en valores diversos a aquellos que son hegemónicos en esta sociedad.
“La noción de economía social en su acepción dominante actual,
comenzó a consolidarse en Francia durante los años 70 cuando los
movimientos cooperativo, mutualista y asociativo de este país aunaron
intereses y líneas de acción constituyendo el Comité Nacional de Enlace de las
Actividades Mutualistas, Cooperativas y Asociativas y aprobando la llamada
“Carta de la Economía Social”.
33
Rafael Chaves. La Economía social como enfoque metodológico, como objeto de estudio y
como disciplina científica. CIRIEC-España, nº 33, págs. 115-140
34 Jaques Defourny. “Orígenes, contextos y funciones de un tercer gran sector”.
35 Reyna Fernandez Sebastián “Estados Modernos y Economía Social”. Montreal Junio del
año 2000.
36
El concepto de Economía Social, está integrada por cuatro grandes familias de entidades: las
cooperativas, las mutualidades, las asociaciones y las fundaciones privadas, a las que hay que
añadir otras organizaciones similares según los países de referencia
Rafael Chavez. “El Ambito de la Economía Social”. Anuario de Fundibes año 2009 pag. 131.
Esta carta concebía por primera vez la economía social como un
sector marcado por una ética social, y al fijar algunos de los rasgos que han
acompañado su conceptualización como "el conjunto de entidades no
pertenecientes al sector público que, con funcionamiento y gestión
democráticos e igualdad de derechos y deberes de los socios, practican un
régimen especial de propiedad y distribución de las ganancias, empleando los
excedentes de ejercicio para el crecimiento de la entidad y la mejora de los
servicios a los socios y a la sociedad”
Más tarde y sobre la base de la anterior definición, un organismo
belga, el Conseil Wallon de l'Economie Sociale,"(Chavez y Monzon 1) 37 incorporó,
sin dejar de lado un desarrollo inherente a los principios y valores, la referencia
a la tipología jurídica de las entidades que la integran
incluyendo a
“Cooperativas, Mutuales y Asociacones”.
La comisión científica del CIRIEC español en su definición cuando
delimitó el ámbito de la Economía Social, incluyó a las fundaciones las que
conformaban en el sistema anglosajón el sector “non profite” (Chavez y Monon 1)
38 pero distinguiendo a este subsector
no lucrativo, del que integra un
39
subsector de mercado .
Desde el 2006 en adelante se profundiza el interés de la Comunidad
Económica Europea, por el subsector de la economía social que opera en el
mercado y las entidades que la integran obtienen el reconocimiento oficial y
su definición, para su inclusión en el manual de cuentas satélites dirigido a
institutos de estadística y productores y utilizadores de estadísticas de la UE, y
se sientan las bases para la elaboración de estadísticas fiables y homogéneas
de todo el conjunto de la ES utilizando los sistemas de contabilidad nacional
vigentesr.
Todo este proceso conduce a
una asimilación de conceptos
inherentes a la economía de mercado y consecuentemente José Luis Monzón
precisa que “por ser empresas que actúan en el mercado, las cooperativas y
mutuas, igual que el resto de empresas, necesitan desarrollar procesos
productivos eficientes, que conduzcan al máximo resultado utilizando los
mínimos medios”. (Monzon 2006)40
Estas ideas y una creciente preocupación por la competencia y la
eficiencia empresaria son substanciales para entender cual es el ámbito de la
Rafael Chaves y José Luis Monzón (1). “Economía Social. Introducción”.
http://www.uv.es/uidescoop/
38 “La Economía Social también incluye a las instituciones sin fines de lucro que son
productores no de mercado privados, no controlados por las administraciones publicas y que
producen servicios no destinados a la venta para determinados grupos de hogares,
procediendo sus recursos principales de contribuciones voluntarias efectuadas por los hogares
en su calidad de consumidores, de pagos de las administraciones públicas y de rentas de la
propiedad”. Organizaciones de interés general y Organizaciones de Interés Mutualísticos »
Rafael Chavez y José Luis Monzon. Economía Social Introducción.
39 Subsector de mercado de la Economia Social: “conjunto de empresas privadas creadas para
satisfacer las necesidades de sus socios a través del mercado, produciendo bienes y servicios,
asegurando o financiando, y en las que la distribución del beneficio y la toma de decisiones no
están ligadas directamente con el capital aportado por cada socio, correspondiendo un voto a
cada uno de ellos.
Rafael Chavez y José Luis Monzon. Economía Social. Introducción.
40 José Luis Monzón. “Economía Social y conceptos afines: fronteras borrosas y
ambigüedades conceptuales del Tercer Sector”. CIRIEC-España, Revista de Economía
Pública, Social y Cooperativa, nº 56, noviembre 2006, pp. 9-24.
37
Economía Social Histórica o Fundacional, con amplia difusión en la Europa
Mediterránea, y en Hispanoamérica.
Criterio al que no es ajena la Alianza Coooperativa Intenacional.
Pauline Green al asumir la Presidencia de la Organización, destaco que “las
300 principales organizaciones cooperativas por sí solas, tienen un PIB
combinado equivalente al de España, y emplean a un 20% más de personas
que todas las corporaciones multinacionales” (Pauline Green 2010)41.
En este proceso en el 2006 el Comité Económico y Social Europeo
para la Economía Social asume que se trata de empresas privadas
organizadas formalmente, con autonomía de decisión y libertad de adhesión,
para satisfacer necesidades de sus socios a través del mercado, produciendo
bienes y servicios, asegurando o financiando y en las que la eventual
distribución entre los socios de beneficios o excedentes, así como la toma de
decisiones, no están ligados directamente con el capital aportado,
correspondiendo un voto a cada uno de ellos, e incluye también a las entidades
privadas organizadas formalmente, que producen servicios de no mercado a
favor de las familias, cuyos excedentes, si los hubiera, no pueden ser
apropiados por los agentes económicos que las crean, controlan o financian
(Monzon 2006).
Una visión crítica nos propone Martine D’Amours desde la realidad
canadiense, que quizás no pueda ser universalizada pero que introduce nuevos
cauces de análisis, quien diferencia al que denomina como “antigua economía
social” (cooperativas financieras, agrícolas y de seguros), de la “nueva economía social”
a su vez integrada por el subsector de empresas colectivas, y el de “acción
comunitaria autónoma”.
Sobre esta base formula la crítica subsector de la “antigua economía
social” y afirma que “ han experimentado una pérdida de su naturaleza en
términos de la adhesión a los principios y valores originales.
Progresivamente llegaron a constituir formas híbridas más inclinadas a
las actividades de negocios que son propias de las empresas privadas con
fines lucrativos. Esto hace que se hable en Québec, de un proceso de
“decadencia” en el sentido que esas organizaciones que originalmente
surgieron con las características de la economía social, van perdiendo
progresivamente su naturaleza”42, no obstante lo cual propone una definición
que las incluye a partir de la inalienabilidad de sus patrimonios y del
mantenimiento del principio democrático que otorga a cada asociado un voto
cualesquiera sea la magnitud de su participación económica.
Laville hace referencia a lo que denomina una nueva ola de iniciativas en
Europa para señalar esta confluencia entre la economía social de no mercado y
el asociativismo de la sociedad civil43.
Pauline Greeen. “Crisis y Oportunidad”. Discurso en la Asamblea de la ACI. ICA Digest 68.
Enero del 2010.
http://www.ica.coop/es/digest/68-digest-es.pdf
42 Martine D’Amours. “La economía social en Canadá: Su desarrollo e institucionalización”
Documento 50. Editado por el Cesot con prólogo de Mirta Vuotto, en Bs.As.
43 “Mientras antes las cooperativas descansaban en la iniciativa de una categoría única, los
trabajadores o los consumidores por ejemplo, los grupos fundadores son ahora más
heterogéneos.
Por primera vez las cooperativas pueden tener miembros voluntarios si su número no supera la
mitad del conjunto de los otros miembros: trabajadores, consumidores y personas jurídicas,
entre las cuales pueden encontrarse poderes públicos. Se identifican dos tipos de cooperativas
41
En América Latina Bastidas Delgado, construye lo que denomina un
concepto operativo de la Economía Social, en el que se pone de relieve
atendiendo a la disputa política en Venezuela, en torno a la intervención del
estado en el sector, que se trata de “organizaciones y personas que voluntaria
y directamente, sin intermediación enfrentan problemas comunes44
También en el cono sur Claudia Lisio nos proporciona una definición
muy clara y precisa que abunda en sentido común y que retoma los criterios
clásicos que tienen en cuenta la tipología jurídica de las entidades de la
economía social, y las ubica como un sector diverso al público y al lucrativo,
puntualizando las características que las distinguen. Se trata de una
conceptualización que toma partido en casi todos los temas que debatió la
doctrina europea, antes de ser atrapada por los requerimientos imperativos de
los mercados.45.
sociales, las cooperativas de servicios (sociales, de salud, de educación) y las de integración
(inserción de trabajadores discapacitados o desfavorecidos). Con resultados espectaculares ya
que genera 300.000 nuevos empleos en la década 1990, la experiencia italiana sirve de
modelo para otros países. En España, tres leyes regionales prevén cooperativas con vocación
social: en 1983 Cataluña vota una ley sobre las cooperativas mixtas de integración social, lo
mismo ocurre en 1985 en la región de Valencia y luego en Euskadi en 1993; a nivel nacional
una ley de 1999 introduce las cooperativas de iniciativa social que pueden gestionar servicios
de interés colectivo o servicios sociales públicos. En Portugal, una ley de 1996,
complementada en 1998, reconoce a las cooperativas de solidaridad social destinadas a
ayudar a grupos “vulnerables” (niños, personas mayores o discapacitadas,…) así como a
familias y comunidades desfavorecidas, cuyos miembros efectivos beneficiarios de los servicios
se distinguen de los miembros voluntarios que brindan bienes o servicios no remunerados.
En 1999 se establece un estatuto de cooperativa social de responsabilidad limitada mientras en
Francia se adopta en 2001 una sociedad cooperativa de interés colectivo.
Las cooperativas sociales o de interés colectivo fundan su dinámica en una organización
multisocietaria en cuyo seno se garantiza la igualdad jurídica entre las partes involucradas
(stakeholders).
Transforman a las partes involucradas en co-gestoras por su acceso al rango de socios. En
consecuencia, se distinguen de las empresas de capital que difunden un discurso sobre las
partes involucradas pero mantienen una fuerte jerarquización de éstas dado que no son
accionistas.
La noción de empresa social no sólo amplia el estatuto cooperativo sino que se difunde en
forma asombrosa. En el Reino Unido, el gobierno ha implementado en 2002 una “Coalition for
Social enterprise” así como una “Social Enterprise Unit” para sostener esas empresas cuyo
número se estima en 5.300 antes de crear en 2005 el estatuto de “community interest
company”.
Laville Jean Louis.” Economía Social en Europa: Una nueva ola de iniciativas en Europa”. Otra
Economía - Volumen II - Nº 2 - 1º semestre/ 2008 - ISSN 1851-4715 - www.riless.org/otraeconomia
“Conjunto de actividades económicas realizadas mediante organizaciones constituidas por
personas que voluntaria y directamente, sin intermediación, enfrentan problemas comunes,
aportando recursos propios; como conjunto poseen una estructura y funcionamiento que no
permiten el lucro, entendido éste como el remanente de una operación económica”
Bastidas Delgado Oscar Y Otros. “Hacia una política de estado para la economía social, y las
cooperativas venezolanas, como eje de un modelo de desarrollo basado en la cooperación”.
Agosto del 2011. https://sites.google.com/site/ESyCooperativismo@ESyCooper
Bastidas Delgado, Oscar. Economía Social y Cooperativismo. Una Visión Organizacional.
Editorial Universidad de San Gil /Distribuidora Norma, Colombia. Mayo 2010. Pags, 139-140
45 “La economía social está esencialmente integrada por cooperativas, mutuales, asociaciones
y fundaciones. Sus actividades no pertenecen al sector público ni a la actividad privada
tradicional que tiene como único fin el lucro. Se orientan principalmente a cubrir necesidades,
no a lucrar. Cuatro son sus características intrínsecas de desarrollo:
1) empresariado social, democrático y participativo;
44
Economía civil o civilizatoria (Zamagni 2007).
Zamagni utiliza la expresión “economía civil” o “economía civilizatoria
para hacer referencia a esa economía que da cuenta de valores y que abreva
en la solidaridad, la reciprocidad y el don.
Plantea en una visión antropológica de la economía que la naturaleza
social del hombre y la búsqueda de la felicidad como objetivo de vida determina
que . “Ni uno sólo habrá que guste de un placer suyo en el que ningún otro
participe. La naturaleza de la felicidad es constitutivamente relacional, no es
posible vivir una vida buena si no es con los demás y gracias a ellos.
En el individualismo se olvidan los motivos no pecuniarios (es decir de las
preferencias sociales) como por ejemplo el deseo y la necesidad de reciprocidad,
el deseo de evitar la desaprobación social, el deseo de desempeñar tareas de
por sí interesantes.
Pero profundiza este concepto cuando reconoce que “también los
animales son sociables y que lo humano comienza en la reciprocidad 46.”
La reciprocidad es la palabra clave de toda la estructura antropológica
y social de la economía civil. Aristóteles afirmaba que no hay “vida buena fuera
de la polis, sin amistad y sin reciprocidad, que depende de la respuesta
correlativa del otro, una respuesta que sin embargo no podemos controlar y por
lo tanto se vuelve incierta la plenitud de la felicidad.”.
En su fructífera tarea de cuestionar algunas afirmaciones dogmáticas
de la economía neoliberal cita a Adam Smith que en su “Teoría de los
sentimientos morales” nos dice, que “nadie ha visto jamás a un perro que
hiciera con otro perro un autentico y deliberado intercambio de un hueso por
otro, por esa razón cuando el perro quiere un hueso, sólo puede arrebatárselo
por la fuerza al otro. Para Smith también la riqueza o el poder son simples
medios de atraer la atención de ser reconocidos por los demás.
Zamagni descalifica la visión unidimensional que sólo atiende a
intenciones y no a inclinaciones humanas que también existen, reduciendo la
felicidad a utilidad, porque sostiene que “la utilidad personal se puede
maximizar a solas, pero hacen falta al menos dos para estar felices.
Al subjetivizar los valores, al hacerlos retrogradar al nivel de las
preferencias individuales, y al tomar estas como dadas, esa cultura niega o
limita la carga social que los valores siempre contienen”.
2) empleo y cohesión / inclusión social;
3) desarrollo local y
4) protección social mutua
Claudia De Lisio. “Algunas aproximaciones sobre la economía Social”. Trabajo elaborado a
partir del documento de la Primera Conferencia Europea sobre Economía Social en Europa
Central y Oriental. « PRAHA Economía social 2002 ampliando la economía social « Praga 24 y
25 de Octubre de 2002 – Dossier Preparatorio- Coordinado por Bruno Roelants CECOP Julio
2002
46 La reciprocidad puede ser vista como una serie de transferencias bidireccionales
independientes entre sí y al mismo tiempo interconectadas. Ninguna transferencia constituye
un prerrequisitos para la puesta en práctica de otra.
Esta es una lógica que no tiene carácter condicional (como el contrato) ni puramente
incondicional (como la filantropía) porque si bien es cierto que la prestación del otro no es
precondición de la mía, al mismo tiempo sin la respuesta de los otros no alcanzo mi objetivo.
(pag. 141 a 147),
Este autor no soslaya un tema altamente polémico en la práctica y en
la academia de la economía social, cuando dice que:
“En las condiciones actuales la mas devastadora forma de humillación
y por tanto de exclusión social, es la que pasa por la irrelevancia económica.
Sentirse inútil es peor todavía que ser explotados. La sensación de inutilidad
induce a la resignación.
Que es mas apremiante. Proteger a los de abajo o a los de afuera ?”
Poniendo de relieve que el viejo modelo de welfare (al que se aferran
políticas sociales progresistas y muchos autores) habría respondido a los de abajo. Y
propone “una nueva welfare society que debe orientarse a los que han sido
excluidos: Del proceso laboral, de la instrucción, de la participación en la vida
asociada, etc”.
Este autor que vincula sus orígenes ideológicos con la corriente social
cristiana de la iglesia, formula valiosísimos aportes a la economía social,
aunque no utilice esa denominación y se ubica en las corrientes que procuran
la convivencia del principio de reciprocidad con el de mercado.
Economía, Popular, Solidaria o Economía del trabajo
La economía popular y solidaria ha tenido en la realidad y en la cátedra
un desarrollo muy importante en América Latina, sobre todo en Brasil, Chile y
en la Argentina, países de los que son oriundos quienes encabezan las tres
grandes corrientes de pensamiento de la economía popular, solidaria o del
trabajo.
Empresas recuperadas, iniciativas enderezadas al comercio Justo,
huertas orgánicas, economía no monetizada que gira en torno al trueque,
microemprendimientos y microfinanzas, bancos populares, empresas familiares, organizaciones asociativas ubanas y rurales, agricultura familiar,
precoperativas y cooperativas enderezadas a todo tipo de actividades, se
desarrollan a partir de relaciones sociales, económicas y jurídicas diferentes..
Para algunos de esos pensadores también las actividades domesticas o
de subsistencia, de pequeña envergadura, generalmente informal y que
canalizan su producción en la venta domiciliaria o en mercados y ferias
alternativos al mercado formal, que se han desarrollado como consecuencia de
la crisis en todo el mundo, pero fundamentalmente en América Latina,
conforman este mundo de la economía popular47.
Lía Tiriba en ·”Economía popular y movimientos populares ( y una vez más, el trabajo como
principio educativo)” señala tres corrientes en la economía popular a la que define como al
sector que “corresponde a las actividades económicas que han sido desarrollada por los
sectores populares para intentar satisfacer sus necesidades básicas” distingue 3 corrientes para
su analisis:
El criterio de Orlando Nuñez (1995) afirmado en su experiencia en el ámbito de Nicaragua quien
”cree que la economía popular está compuesta por los pobres y desempleados, obreros y
asalariados del campo y de la ciudad, los productores-trabajadores directos, individuales y
agrupados en redes, sindicalizados o cooperativizados, asociados o autogestionarios, que a
pesar que estén subordinados y dirigidos por la economía capitalistas, no están dispersos,
teniendo como identidad la pertenencia a un proyecto de desarrollo nacional, alternativo al
capitalismo Los sujetos de la economía popular, orientados por “la valorización de la fuerza de
trabajo y por el valor de uso, valor de uso de los bienes y valor de uso de la propia fuerza de
trabajo”- De el hacen parte todas las unidades domésticas que “no viven de la explotación del
trabajo ajeno, ni pueden vivir de la riqueza acumulada (incluidas inversiones en fondos de
47
Estas entidades y actividades han sido engendradas para autogestionar,
o para gestionar con el concurso del grupo social más próximo, la satisfacción
de las necesidades primarias urgentes por parte de sectores excluidos de la
sociedad y de la economía, atendidos insuficientemente con fondos de política
social.
Se trata de comportamientos y organizaciones que en muchas
ocasiones transitan la informalidad jurídica, económica y social, pero que
cuando nacen, suscitan en la sociedad civil la comprensión cabal de las
ventajas de la solidaridad, de la reciprocidad y del don.
Operan en base al producido de su actividad, a aportes de sus
integrantes, de sus familias o de terceros, de organismos de bien público y de
los estados nacionales, provinciales o municipales.
La autogestión promueve en estos emprendimientos la participación
democrática y en muchos de ellos fundamentalmente durante el proceso de su
pensiones, etc.) sino que sus miembros deben continuar trabajando para realizar expectativas
medias de calidad de vida(...) aunque todos o algunos de sus miembros trabajen en los otros
dos subsistemas”
José Luis Coraggio distingue a la economía popular urbana de la economía solidaria, “se trata
de un segmento dependiente, subordinado. Las relaciones económicas que establecen no
están aisladas del conjunto del sistema, se trata de un segmento dependiente, subordinado,
que sin cambiar tales condiciones no puede plantearse un proyecto de desarrollo
independiente y a su vez identifica respecto a la economía informal, tres corrientes de
pensamiento: a) la neoliberal, representada por Hernando de Soto (1987), que considera la
necesidad de cambiar los regulaciones estatales para que estos sectores puedan salir de la
informalidad; b) la empresarial-modernizante, que bajo las vertientes individualista o
asociacionista, está presente en los programas de gobierno, organismos internacionales y
ONGs, los cuales se proponen modernizar los pequeños emprendimientos, de cara a su
competencia en el mercado; y c) la solidarista, asociada principalmente a grupos cristianos
católicos y que contando con la ayuda de las ONGs, pretende extender desde ‘abajo’, desde lo
local, los valores de solidaridad y reciprocidad en las estrategias familiares y comunitarias de
sobrevivencia y reclama participación en una cuarta corriente) que “tampoco acepta la opción
excluyente entre sociedad y Estado, sino que se propone trabajar en su interfase, previendo
que el actual proceso de desmantelamiento dará paso necesariamente a la generación de
nuevas formas estatales” (Coraggio,1995:160-163).
Luis Rasetto. Para el autor chileno, la economía popular está compuesta de cinco tipos de
actividades:
a) Soluciones asistenciales, como mendicidad en la calle, subsidios para indigentes, sistemas
organizados de beneficiencia pública o privada orientados a sectores de extrema pobreza, etc.;
b) Actividades ilegales o con pequeños delitos, como prostitución, pequeños robos, pequeños
puntos de venta de droga u otras actividades consideradas ilícitas o al margen de las normas
sociales y culturales;
c) Iniciativas individuales informales como comercio ambulante, servicios domésticos de pintura
y limpieza, mensajeros con locomoción propia, guardadores de coche, etc. muchas veces
vinculadas con el comercio formal;
d) Microempresas y pequeños talleres y negocios de carácter familiar, individual, o de dos o
tres socios: pequeños comercios de barrio, talleres de costura, bares, colmados, etc.
(generalmente dirigidos por los mismos propietarios, con la colaboración de la familia) y
e)Organizaciones económicas populares: organización de pequeños grupos para buscar,
asociativa y solidariamente, la forma de encarar sus problemas económicos, sociales y
culturales más inmediatos(generalmente surgidos de parroquias, comunidades, sindicatos,
partidos políticos y otras organizaciones populares).
gestación la solidaridad y la reciprocidad alcanzan niveles que es difícil
reconocer en la “economía social fundacional” atravesada por el mercado.
Su origen facilita el encuentro con el sector de las organizaciones de la
sociedad civil que ven en estas personas y entidades un valioso sujeto para
realizar sus finalidades enderezadas al “bien común”, pero no es sencilla su
relación con el “sector de la economía social fundacional”. También es
complicado su “partenariado” con el sector público porque en oportunidades se
transforma en mero asistencialismo clientelar que genera dependencia.
Quienes intentan desentrañar la realidad de la economía social y
solidaria, destinan sus esfuerzos a estudiar particularizadamente este
fenómeno económico social, y lo hacen en muchos casos, porque entienden
que expresa a un movimiento social, con aptitud para generar transformaciones
sociales profundas, que van más allá de cuestionar al neoliberalismo. Hunden
sus raíces ideológicas en el anarquismo libertario, en el marxismo y también en
la espiritualidad religiosa.
En funciones de gobierno, o de asesoramiento, desde la cátedra
universitaria, en la incubación de emprendimientos, orientando sus esfuerzos a
la educación popular, o a la extensión intervención, todos ellos se sumergen y
son tributarios de la realidad.
Estudian fenómenos que son estrellas fugaces y que no trascienden la
coyuntura y en otros casos su sostenimiento los modifica y trastoca. Su
relación con las políticas públicas también incide en su trabajo. Se relacionan
con el movimiento obrero, con los movimientos sociales y políticos y también
con las políticas públicas cuando encuentran espacio para ello. Se trata en
definitiva de un universo en permanente movimiento frente al cual no hay
espacio para la reflexión dogmática.
Para algunos se trata de economía para pobres, lo que es rechazado
por otros autores, y también existen divergencias respecto a si deben participar
o no del mercado. Casi todos ellos toman como referencias sustanciales el
trabajo autogestionario y la transformación de la sociedad.
Pero no todos coinciden en que es un camino para transformar a la
sociedad y a la economía capitalista.
Quijano (2007) dice que es la respuesta de los trabajadores
marginalizados y empobrecidos y de la población socialmente excluida, y la
consecuencia del creciente desinterés en la mercantilización de la fuerza viva
de trabajo individual. No es a su juicio una crítica conciente y explícita del
capitalismo, sino un camino de reciprocidad y de universalización de los
mecanismos del “polo marginal de la economía”, o en otra nomenclatura la
extensión de la informalidad, cuando ese término alude a lo que hacen los
pobres para sobrevivir, no a los capitalistas que invaden ese espacio para
precarizar y flexibilizar el trabajo”.
Nuñez (2007 pag. 115) que “La economía popular, asociativa y
autogestionara, no es un modelo para cambiar o subordinar al sistema actual,
no es un modelo para todo el mundo o para todas las naciones, sino un
proyecto para construir un alternativa económica, social, política y cultural de
resistencia popular frente a los efectos de la globalización, sentando las
condiciones para edificar a largo plazo, pero desde aquí y desde ahora, las
condiciones para una nueva economía, una nueva sociedad y una nueva
civilización”.
Pedro Claudio Cunca Bocayuva (2000 pags 243, 245, 255) asume que “La
iniciativa y el poder de decisión sobre el desarrollo, lejos de ser competencia
exclusiva del estado y de las elites económicas, debe residir en la sociedad
civil. Los actores de la búsqueda de alternativas deben ser las comunidades
marginadas, que han sido objeto declarado de los programas de desarrollo”.
“Reclama para ello el fortalecimiento de las “redes y politicas locales y
exige una conexión entre el gigantesco segmento del “precariado” y las nuevas
dinámicas de inteligencia colectiva del trabajo en red que involucran al llamado
“cognariado” (proletariado del conocimiento). La movilización democrática,
cooperativa y productiva del territorio necesita avanzar a través de la creación y
apropiación de interfaces de redes y significados generados en las formas de
producción virtuales y reales”
Armando de Melo Lisboa, (2007 pag. 373 y sgts) pone de relieve que “La
economía solidaria no es una panacea, sino una apuesta, un potencial que
florece” donde se realiza “la difícil articulación entre solidaridad y competición”
entre competencia y cooperación y cuestiona la visión clásica de los mercados
afirmando que pueden ser vislumbrados “como una mediación en la que se
renuevan los lazos de sociabilidad y reciprocidad, pues las personas buscan no
sólo maximizar sus ganancias materiales sino también sentirse reconocidas y
útiles socialmente”. Cree que “la competencia integrada a un ethos no
utilitarista, combinada con la dimensión de la responsabilidad ecológica y
social, tiene aspectos positivos, pues estimula la innovación, proporciona
calidad y multiplica las energías productivas, sin los efectos maléficos de los
juegos de suma cero (tipo gana o pierde) de la economía “casino” hoy
predominante”.
Corrientes ideológicas en la economía social y solidaria
En simplificada asimilación a las corrientes ideológicas que participaron
de la conformación del pensamiento de la economía social histórica o
fundacional y no obstante que la distancia y las circunstancias que transitaron
unos y otros es diferente,48 trataremos de reseñar a grandes rasgos las
definiciones que nos proporcionan Paul Singer desde una perspectiva marxista,
Luis Rasetto cuyo pensamiento se vincula a la doctrina social de la iglesia
católica y el heterodoxo José Luis Coraggio que construye sus tesis con
elementos teóricos de Polanyi, de Mauss y también de Marx, y quienes desde
las experiencias ecuatorianas y boliviana piensan con raíces culturales en los
pueblos originarios una economía social y solidaria enriquecida.
Una miríada de pensadores se referencian, en esas corrientes
atendiendo aunque ello no defina con exactitud sus coincidencias y
divergencias formulan formidables aportes a la disciplina a partir de una
rigurosa investigación e intervención en la praxis transformadora en América
Latina.
Coraggio que ha hecho aportes a la formulación de las políticas y de la
legislación que en torno a la economía solidaria se están desarrollando en
Ecuador49, pone el acento en la “contradicción dinámica” de la “contraposición
48
Los puntos de convergencia y de divergencia, de acuerdo y de debate de estos tres autores
y de sus múltiples seguidores, transita por muchísimos otros temas que exceden largamente al
de su adscripción ideológica.
49 José Luis Coraggio. “ La economía popular en el Ecuador”.
entre la lógica de la reproducción del capital y la lógica de la reproducción de la
vida humana” y propicia una sociedad fundada sobre la base de la
reproducción ampliada de la vida.
A su construcción aportan los actores de la economía popular cuya base
está constituida por la “unidad doméstica”. (Coraggio 2000 y 2007), y afirma, en la
búsqueda de una convergencia transformadora congruente con la realidad
latinoamericana, que la “Economía Popular” es la base de una “Economía
Social y Solidaría”
Entiende que no es conveniente “apurar en esta materia la formalización
de modelos para pretender imponerlos a la realidad, sino experimentar, dejar
espacio para la creatividad popular. Tampoco pueden ser predeterminados los
sujetos colectivos que requiere el desarrollo de un sistema económico dirigido a
la reproducción ampliada de la vida, sino que se irán constituyendo con el
proceso mismo, a veces encarnándose en viejas estructuras sindicales,
movimientos cooperativos, redes de solidaridad local o global, a veces
recuperando nuestras mejores tradiciones, otras innovando”.
Para ello reclama “recentrar la discusión (de las políticas sociales) en la
contradicción capital/ trabajo”.
Plantea que el ámbito más fértil para desarrollar la “economía del
trabajo” es “el local y regional” donde es capaz como “subsistema orgánico de
adquirir una dinámica parcialmente autosostenida, coexistiendo, compitiendo y
articulándose con la Economía de Capital y la Economía Pública”
Este autor en su prolífica obra (2009) 50 entiende que “la economía social
y solidaria es un programa consciente de acción colectiva que encuadra a las
prácticas que van impulsando y articulando distintas variantes de organización
económica autónomas del capital y del poder”.
Hace un esfuerzo por diferenciarse de las definiciones clásicas de la
economía social a las que en este trabajo definimos como históricas o
fundacionales, y afirma que en el ámbito que estas delimitan dentro de un
sistema con dominio del capital, “introyectan una ética del mercado capitalista
que genera un campo de fuerzas, que no puede verse como un afuera, sino
que las atraviesa y co-constituyen”, y porque no ponen en tensión el sistema
social ni proponen, por sí mismas y por las practicas que impulsan ningún
proyecto de transformación social, económica y política (Coraggio 2000 y 2007 pag.
165 a 192).
Plantea que “cuando la economía (neoliberal hegemónica en la sociedad) no
resuelve esa negatividad se genera la amenaza de un desastre social y/o
ecológico (como el que experimentamos actualmente) resultante de la inadecuación
del capitalismo con la cohesión y reproducción de la sociedad por lo que la
http://www.coraggioeconomia.org/jlc/archivos%20para%20descargar/La_economia_popular_so
lidaria_en_el_Ecuador.pdf
www.economiasolidaria.org/.../interesante_entrevista_de_radio_a_jos...
http://www.iaen.edu.ec/wordpress/?p=9681
50Coraggio
José Luis. Autor y Coautor de mas de 25 libros, y de centenares de artículos. Entre
otros:
(2007) Organizador y coautor de “La Economía Social desde la Periferia. Contribuciones
Latinoamericanas. Ed. Altamira / UNGS.
(2009) Coorganizador y coautor de “Diccionario de la Otra Economía”. Coedición de Ed.
Altamira /UNGS/ CLACSO.
(2009) b. Organizador y coautor de “ Que es lo económico. Materiales para un debate
necesario contra el fatalismo”. Ed.CICCUS
reproducción de la vida requieren transformaciones o ajustes estructurales en
el modo social de producción
Por ello concluye definiendo a la economía social y solidaria como a “un
proyecto sociopolítico y cultural de transformación que propone nuevas
prácticas conducentes, y refuerza su institucionalización en pugna con el
sistema institucional propio de una economía dominada por el principio de
mercado.
A la vez, por la misma dinámica de los procesos de transformación
social, debe apoyarse en prácticas e instituciones ya existentes que están en
los márgenes del principio de mercado total o que responden al menos a una
pluralidad de principios económicos (incluido el de mercado, pero que en el contexto de
los otros ya no es total) todo ello enmarcado por el principio ético de la
reproducción ampliada de la vida de todos.51.
Los equipos que ha conformado Coraggio a partir de la Maestría que
dirige en la UNGS están abordando importantes temas de esta diciplina:
Susana Hintze, ha profundizado en relación a la economía solidaria, la temática
de las políticas públicas52, Gonzalo Vazquez entre otros temas ha abordado el
inherente a la sostenibilidad del organizaciones de la otra economía,53 Ruth
Muñoz el del financiamiento de la economía social54 , María Victoria Deux la
temática de la “autogestión”55 y Claudia Danani56 entre otros tópicos ha
“Lo que implica no sólo los medios y procesos técnicos (en el sentido de forma concreta del
metabolismo trabajo- naturaleza inmediato), sino también las mutuas determinaciones con las
de distribución, circulación y consumo. “El sistema económico es una mera función de la
organización social” (Polanyi, 2003, p. 98), lo que incluye todas las relaciones sociales. La
economía de mercado es vista así como un intento transformador de separar la economía de la
sociedad. De la misma manera proponemos ampliar las propuestas de la Economía Social y
Solidaria: se trata de construir otra economía para otra sociedad, no de propiciar
comportamientos solidarios aislados o apenas local o sectorialmente articulados, que no se
reproducirán sin una base institucional que los favorezca (Ejemplo: la reciprocidad o la
solidaridad cambian de sentido cuando se dan entre personas o grupos asimétricos,
económicamente desiguales. La solidaridad se vuelve filantropía.)
Jose Luis Coraggio. “Principios, instituciones y prácticas de la Economía Social Solidaria”.
Incluido en “Economía social y solidaria. EL trabajo antes que el capital.”, Alberto Acosta y
Esperanza Martínez (Editores), Abya Yala, Quito, 2011
52 Susana Hintze. “Políticas sociales argentinas en el cambio de siglo”. Editorial Espacio.
(2007)
“La política es un arma cargada de futuro. La Economía Social y Solidaria en Brasil y
Venezuela”. Ed. Ciccus y Clacso. Bs.As. 2010.
Coordinadora y coautora conjuntamente con Claudia Danani de “Protecciones y
desprotecciones: “La seguridad social en la Argentina”. 1990/2010. Ed. UNGS. Abril 2011.
53 Gonzalo Vazquez. Coautor de “Empresas Sociales y Economía Social”. Ed. UNGS. (2003).
“La sostenibilidad de los emprendimientos asociativos de trabajadores Autogestionarios”. Tesis
de Maestría.(2010).
http://web.tau.org.ar/upload/89f0c2b656ca02ff45ef61a4f2e5bf24/tesisGV___version_final.pdf
54 Ruth Muñoz. Coautora de “Finanzas y Economía Social”. Modalidades en el manejo de
recursos. Coedición Altamira. UNGS. Fundación OSDE. 2005.
Coautora del” Financiamiento de la Economía Social. Actores e Instrumentos”. Ed.
UNGS.2006.
“Las finanzas y la economía social. La experiencia argentina”. Ed. Altamira – UNGS. 2008
55 María Victoria Deux. “Los procesos de recuperación de empresas en el aglomerado del
gran Rosario”. Tesis de Maestría.
Coautora de “Autogestión Obrera en la Argentina”. Edit. UNR. 2005.
56 Claudia Danani. Coautora de “Gestión Local en Salud: Concepto y Experiencias. Ed. UNGS
2008.
Editora y Coautora de “El área metropolitana de Buenos Aires”. Ed. UNGS 1997
51
prestado atención a la temática de la “salud” y de la “seguridad social en la
argentina” y a la problemática urbana en el conourbano bonaerense..
Paul Singer que hace ya mucho tiempo (1968) hizo posible los primeros
contactos de las corrientes sesentistas latinoamericanas con una versión
accesible y sencilla de la economía política marxista57, ocupa la Secretaría de
Economía Solidaria en Brasil y plantea que “el modo solidario de producción y
distribución parece a primera vista un híbrido entre el capitalismo y la pequeña
producción simple de mercancías”, se trata de un “modo de producción y
distribución alternativo al capitalismo… que une el principio de la unidad entre
posesión utilización de los medios de producción y distribución (propio de la
producción simple de mercancías) con el principio de la socialización de esos medios
(propio del capitalismo). Parece un híbrido entre el capitalismo y la pequeña
producción de mercaderías, pero en realidad constituye una síntesis que
supera a ambos.
Paul Singer (citado por Pablo Guerra) señalaba en la exposición sobre
economía solidaria que tuvo lugar en el Foro Social Mundial de Porto Alegre:
que "La autogestión es una opción profundamente revolucionaria,
anticapitalista, porque ella exige la integración de cada uno de los individuos en
un colectivo libremente escogido /.../ Estamos construyendo en medio de
contradicciones, en las fallas del capitalismo, un nuevo tipo de sociedad y de
economía. Es difícil, más no imposible...". y dando un nuevo paso, sostendrá
en otro artículo que las experiencias de economía de solidaridad no solo son
anti - capitalistas, sino también, expresiones socialistas: "Cualquier empresa
democrática, igualitaria y autogestionaria -cooperativa o no- ya es socialista. Es
una experiencia socialista, aunque sea puntual”.
Sostiene la existencia de contradicciones que enfrentan al capitalismo
con la democracia y recupera el rol transformador de los trabajadores y de la
autogestión.”La economía solidaria es una creación en proceso continuo de
trabajadores en lucha contra el capitalismo”.
Afirma que la autogestión hubiera evitado “formas degeneradas de la
economía solidaria (cooperativas de consumo y agrícola que adoptaron la gestión
capitalista)” que se constituyeron en Europa a fines del siglo XIX y polemiza en el
ámbito del marxismo con el criterio de Rosa de Luxemburgo en el sentido de
que “por el dominio del intercambio sobre la producción” en la economía
capitalista no son sustentables las cooperativas autogestionadas.
Singer asume que la autogestión generalizada de la economía y de la
sociedad –es el programa económico y político del socialismo – y que la
construcción de emprendimientos solidarios patentizará que “no es inferior a la
gestión capitalista en el desarrollo de las fuerzas productivas”.
Plantea que “la economía solidaria puede extenderse hacia todos los
campos de la actividad económica” y para ello “es imprescindible que cuente
con fuentes de financiación, redes de comercialización, asesoramiento técnico
Compiladora de “Política Social y Economía social. Debates fundamentales”. Coedición UNGS
– Altamira – Fundación Osde. 2004
57 Paul Singer. “Curso de introducción a la economía política”. Editorial Siglo XXI 2ª. Edición.
1979- Mexico – España y Colombia.
“Economía Solidaria. Un modo de producción y distribución”. En La Economía Social desde la
Periferia. Contribciones Latinoamericanas”.Ed. UNGS. Altamira. Bs.A. 2007.
“Economía Política de la Urbanización. Ed. Siglo XXI.
“Relaciones entre sociedad y estado en la Economía Solidaria”. Rev.de Ciencias Sociales.
Iconos. Flacso Ecuador. (2009).
científico, formación continua de los trabajadores y apoyo institucional y legal
de las autoridades gubernamentales”. Estructura con la que cuentan las
empresas capitalistas. Plantea el criterio del “sector integrado” y bases para la
gestión especificadas58.
“El carácter revolucionario de la economía solidaria le abre la
perspectiva de superar la condición de mero paliativo contra el desempleo”.
Antonio Cruz retoma algunos conceptos del marxismo y de Singer y
profundiza el debate afirmando que el “modo de producción” capitalista se
asienta en “la lógica de reproducción ampliada del capital” por lo que sostiene
que “la idea de la existencia de una “economía plural”, no tiene fundamento. La
economía capitalista es una selva donde toda la gente está a punto de ser
devorada.
Podemos hablar de la coexistencia de distintos modos de producción en
un período histórico dado y en una zona geográfica determinada, pero en
constante conflicto y bajo la hegemonía de uno de ellos”.
La economía solidaria en su opinión, sólo puede ser sostenible y
transformadora, si genera mecanismos que posibiliten la “acumulación de
capital económico y social – en el concepto de Bordieu), en una medida que le
permita estructurar una nueva formación social.
“Mientras que los marxistas y los keynesianos son aliados en la lucha
contra los preceptos de la corriente ortodoxa liberal, ellos divergen cuando se
trata de discutir los límites y posibilidades del capitalismo como un sistema
económico que sea social y ambientalmente viable”.59
Luis Inacio Gaiger (2007 pag. 101 a 110)) que parte de la premisa de que
aunque “no faltan contradicciones en el capitalismo, eso tampoco significa que
esté colapsando, o que haya factores que impidan su entrada en una crisis
agónica reiterativa”, señala a los emprendimientos solidarios como expresión
de una forma social de producción específica, contrapuesta a la forma típica del
capitalismo, y con la cual, no obstante deben convivir para subsistir en
formaciones históricas dominadas por el modo de producción capitalista” 60 y
destaca las virtudes y aptitudes de gestión de este modo de producción
alternativo 61 aún en esta formación económica y social.
58
Paul Singer (2007). Pags. 61/2/6/7 y 73.
Antonio Cruz . “La Acumulación Solidaria. Los retos de la economía asociativa bajo la
mundialización del capital”. Revista de Estudios Cooperativos. Vol. 16 Nro 1. Julio 2011. Ed.
Universidad de la República UDELAR, (Uruguay) (pags.15/8, 28/9).
60 Luiz Inacio Gaiger. « La Economía Solidaria y el Capitalismo en la perspectiva de las
transiciones históricas » Pags. 92 y 96.
61 Los fundamentos democráticos de la autogestión se juntan justamente con el requisito de
participación de los trabajadores, preconizados por los métodos de gestión modernos. Células
de producción, grupos de trabajo y puestos multifuncionales, a la par de otras técnicas de
gestión horizontal y responsabilización del trabajador, típicas de las normas de gestión de
calidad en boga, se acomodan con naturalidad a la estructura participativa en los
emprendimientos solidarios
La economía solidaria ha contribuido para dinamizar el enorme potencial de recursos humanos
y materiales que yace quieta en los ámbitos no mercantiles y mercantiles de la sociedad.
Contrariando la idea de que el espacio económico está completamente tomado por el
capitalismo global, las empresas solidarias tienden a ocupar nichos de mercado. Las relaciones
de cercanía, cuya ausencia encarece enormemente a la gran empresa con estrategias de
marketing, son en verdad un patrimonio de la economía popular
Luiz Inacio Gaiger. « La Economía Solidaria y el Capitalismo en la perspectiva de las
transiciones históricas ». Pags.(101/110).
Aunque el capitalismo haya optimizado las posibilidades humanas de generar abundancia,
59
Este autor, distingue el “modo de producción” de los distintos “modos
materiales de producción” introduciendo un muy importante concepto de
análisis para el debate teórico.
“Entiende que “los marcos fundamentales de una cultura del trabajo de
nuevo tipo serían las relaciones de producción caracterizadas por la
perspectiva del valor de uso y no del valor de cambio.” Concepto éste en el que
coincide con Hinkelammert y Mora Jiménez (2009).
Lía Tiriba en el marco de la economía solidaria y popular brasilera que
reinvindica como tal sólo a aquella que se despliega a partir de la autogestión y
que tiene por objeto la lógica de la reproducción ampliada de la vida, recoge
conceptos de Singer, pero también de Coraggio y Rasetto, de Marx y de
Gramsci para construir conceptos pedagógicos en torno a la investigación de
estos emprendimientos sociales productivos y con ellos sostiene que:
“Si ya no es posible creer que la vanguardia del proletariado a través de
su partido único, va a promover una gran transformación social, el tema es
como es posible superar la miseria económica y humana ? Cuando ya no hay
un ethos obrero, hay un nuevo ethos, que tal vez pudiéramos denominar “ethos
de los excluidos”.
Y por ello reivindica “la potencialidad de la economía popular que puede
constituiré en un amplio proceso práxico-educativo, en una escuela que debe
ser vivida no sólo paa atenuar los problemas del desempleo, sino también para
hacer que los trabajadores y la sociedad descubran na nueva manera de hacer
y concebir las relaciones económicas y sociales, tanto en el ámbito del lugar de
trabajo, como en toda la sociedad”.62
Afirma Tiriba que “Diferentemente de los procesos de ‘autoayuda’
impartidos por los gobiernos, empresarios y por otros pseudo aliados de los
excluidos del mercado formal de trabajo, el objetivo de la educación popular no
puede ser el de contribuir para ‘aliviar la pobreza’, y tampoco de ajustar las
‘competencias básicas’ de los trabajadores para que consigan competir en el
mercado, desconsiderando las necesidades reales e inmediatas de las capas
socialmente desfavorecidas. La educación popular, al contrario de la
‘educación bancaria’, tiene como uno de sus objetivos cuestionar las actual
lógica excluyente del mercado, y a la vez, crear alternativas para ella”63.
Luis Rasetto desde una óptica ideológica diferente, también ha tenido y
tiene una considerable influencia en la economía popular y solidaria
latinoamericana.
Su visión transformadora está vinculada al concepto de que mientras la
economía mundial continúa su proceso de expansión y crecimiento global, una
visión de conjunto del mundo permite prever que estamos avanzando hacia un
colapso de la misma civilización que se está expandiendo y creciendo.
fueron los movimientos sociales del trabajo los que se encargaron de luchar por su repartición
civilizando al capitalismo.
62
Lía Tiriba. Pedagogía de la Producción Asociada”. (2007) En la “Economía Social desde la
Periferia. Contribuciones Latinoamericanas”. Ed .Altamira y UNGS. Pag. 195/203
63
Lía Tiriba. Economía popular y movimientos populares ( y una vez más, el trabajo como
principioeducativo)”.http://hermes.ucs.br/ccea/dece/jmrocha/Ecosolidaria/Economa%20Lia
%20Tiriba.pdf
Luis Rasetto Migliaro. (2004. La Economía de Solidaridad. Concepto. Realidad y Proyecto.
Revista Persona y Sociedad. Vol 12 Nro 2. 1999, Santiago de Chile. MAEES. Campus Virtual
Este autor plantea la necesidad de “introducir la solidaridad en la
economía, de incorporar la solidaridad en la teoría y en la práctica de la
economía”.
Un clásico de su pensamiento es la indicación de los diferentes
caminos64 por los cuales se arriba a este racional comportamiento económico y
social que conforma a las empresas del sector solidario.
En el universo que construye (1993b) ninguna economía se vuelve
solidaria porque las personas sean buenas y generosas. El Trabajo y la
Comunidad son los factores que determinan a todos los demás factores de la
producción. La solidaridad sólo puede transfomarse en un valor económico real,
en la medida en que se plasma en la propia organización del trabajo. No sirve
idealizar una economía popular fundada en el trabajo participativo y solidario.
Más que nunca, es preciso aprender a hacerla, a materializarla en lo cotidiano
del proceso de producción.
Distingue distintos tipos de relaciones económicas: De intercambio,
donación, reciprocidad o compensación, comensalidad, cooperación,
tributación y asignación jerárquica, y otras relaciones menores, lo que
determina la complejidad de las múltiples formas en la conformación de los
mercados y de las relaciones de propiedad y apropiación de los recursos
económicos. (Rasetto 2002) (61 a 71)
Consecuentemente en su concepto “las desigualdades y las injusticias
económicas no radica en el mercado como mecanismo o sistema de
asignación de recursos o bienes, sino en el predominio del capital que da lugar
a un sistema de intercambio injustos”
Su teoría gira alrededor de una visión económica, en la que las
“empresas alternativas”, juegan un rol esencial, que se organizan a partir de
recursos y factores que son puestos en común y que generan un nuevo factor
económico el denominado “factor C”, que se conforma a partir de la
combinación de la cooperación, comunidad colectividad, coordinación y
colaboración que significa “la formación de un gro, asociación o comunidad que
opera cooperativa y coordinadamente proporcionando un conjunto de
beneficios a cada integrante y un mejo rendimiento y eficiencia a la unidad
económica”.
Distingue recursos y factores en la organización de la empresa. Los 5
factores necesarios son “la fuerza de trabajo, la tecnología, los medios de
trabajo, el factor financiero y el factor gerencial y administrativo” y sostiene que
uno de esos factores se asume como organizador, mientras que los demás se
presentan como factores organizados. La categoría organizadora determina la
naturaleza de la empresa
En su análisis de las empresas alternativas distingue distintas tipos de
empresas: La familia como unidad económica, las microempresas y talleres de
carácter familiar, la economía campesina y de comunidades, las
organizaciones económicas populares y los talleres solidarios de
autosubsistencia, la cooperativa y el cooperativismo65, la empresa de trabajadores autogestionaria66,
Afirma la concepción del sector o subsector de economía de solidaridad
coincidentemente con la denominada economía social histórica o fundacional
pero con contenidos diversos. Sostiene que la economía de solidaridad es un
proyecto integrador de los conceptos de desarrollo social y superación de la
pobreza, que plantea la necesidad de enfocar la idea de un desarrollo “social”
alternativo, a partir de catorce tesis67
A partir de las ideas desarrolladas por Rasetto, pero también de otros
autores, trabajan en Uruguay Pablo Guerra68 quien traza un recorrido por la
economía de solidaridad y sus diversas manifestaciones teóricas en el norte y
en el sur69, y Juan Pablo Martí.
La economía social y solidaria y las comunidades de los pueblos originarios.
La colonización en Latinoamérica impuso un proceso de desculturalización de los pueblos originarios y de destrucción de “una economía que brotaba espontáneamente y libremente de su suelo y de su gente,”70.
Conviviendo y en contradicción con las relaciones y las instituciones
hegemónicas, han permanecido en muchos pueblos originarios campesinos a
través de los tiempos, la vida comunitaria en la que ocupan un lugar destacado,
no sólo la reciprocidad, la redistribución, el don, la cooperación y ayuda mutua,
sino también el “buen vivir”, y una relación armoniosa con la madre naturaleza.
65
La empresa cooperativa opea con el propósito de obtener la máxima valoración posible de la
categoría económica qe se pone a la base de su gestión: La valorización del trabajo en la
cooperativa de trabajadores, del consumo posible si es de consmidores, del ahorro, etc.
Análogamente a como las empresas capitalistas se proponen la valoración del capital.
Rasetto Migliaro Luis.(2002) “Las empresas alternativas”. Editorial Nordan – Comunidad
Montevideo Uruguay. Pag.141.
66 Rasetto Migliaro Luis (2002) pags. 47, 59, 61 a 71.
67 El desarrollo social es un proceso económico, político y cultural, que es incompatible con los
actuales modelos de desarrollo económico. Se trata de un concepto de desarrollo en el que lo
local es relevante. Tiene que ver con las personas y no con las cosas. Es un proceso
comunitario en el que participan grandes grupos humanos organizados y que realizan un
esfuerzo activo. La solución al desarrollo no se puede esperar del mercado o del estado es
responsabilidad de toda la sociedad. Implica transferencias y donaciones que deben respetar la
autonomía de esos grupos o comunidades. Requiere de los aportes de la Economía y de la
Educación Popular y se conecta indisolublemente a procesos globales de transformación y
democratización económica y política.
Luis Rasetto - “Cinco constataciones claves para comprender la realidad de la pobreza en
América Latina”.
68 Pablo Guerra. “Sobre las políticas de trabajo, empleo e inclusión social. El caso del
Mercosur”. Revista del Equipo Federal de Trabajo. Nro. 79. Enero 2012.
En esta obra pone el acento en el “comunitarismo como un cuerpo de ideas crítico al
pensamiento individualista, a la racionalidad utilitarista y a los componentes liberales de la
economía” y “en la visión sustantivista (Polanyi) y la satisfacción de necesidades humanas (la
búsqueda de una “vida buena” o “sumak kawsay” de las praxis comunitarias andinas.
(2011), “Economía y Empresas. Una visión desde el pensamiento comunitarista”, Equipo
Federal del Trabajo, Año VI12, Revista nº 68
www.eft.og.ar
69 Pablo Guerra. “Economía de la Solidaridad.Una introducción a sus diversas manifestaciones
teóricas”
http://tacuru.ourproject.org/documentos/guerra.pdf.
70 Mariátegui José Carlos. “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”. Biblioteca
amauta. Ed. Miraflores. Lima Perú.1928.
La comunidad enlazada al “buen vivir, la “buena vida” o “vida en
armonía” como práctica y como parte de un sistema vida alternativo, subsiste
firmemente arraigada en las comunidades indígenas de América Latina, con un
peso que aún no ha sido ponderado con precisión, porque no es mensurado
conjuntamente con la población mestiza, ni con los campesino que comparten
con los pueblos originarios buena parte de su problemática.
No obstante aún con estas puntualizaciones es claro que la práctica de
la cosmovisión indígena campesina, no puede ser soslayada en las sociedades
latinoamericanas,71 en general y por la economía social y solidaria en
particular.
Ha dado lugar a movimientos sociales muy importantes72, ha hecho
aportes sustanciales al pensamiento crítico73, y ha engendrado políticas
públicas con contundente traducción normativa74.
Los conceptos, de “buen vivir”, de “armonía con la naturaleza”, los
“principios ético morales de no seas flojo, no seas mentiroso y no seas ladrón,
(art. 8 de la Constitución política del estado plurinacional de Bolivia) son congruentes,
traducen y enriquecen en una diversidad multiplicadora, a los valores y a los
principios de la economía social y solidaria. Y la práctica que rescata a la
comunidad como asiento de la vida social en el cual reencastrar las
instituciones jurídicas, sociales y económicas.
El principio de comunidad se expresa en Alvaro García Linera en Bolivia
en el “ayllu” ancestral como forma social de posesión de la tierra, de la
organización de la producción, de circulación de los productos, del acontecer
de las técnicas laborales” (Alvaro Garcia Linera 2010 pag. 277), y la teleología
sustancial de la “reproducción ampliada de la vida” (Hinkelammert y Mora Jiménez
71
Las comunidades campesinas gestionan diectamente sus asuntos sociales y gran parte de
sus asuntos económicos, involcran más del 15% de la población peruana”.
Cardenas Falcon Gerardo. (Ob. Cit. Pag. 251)
En el censo 2001 en Bolivia un 62,2% de la población se declara indígena.
En Ecuador las estimaciones que se hacían de que un 35% de la población es indígena
(Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas), parece en opinión de la CEPAL no tener
sustento, los datos censales reducen ese porcentaje a un 6,8%.Información del INEC (2001),
da cuenta de que más de 830.000 personas en ese país tienen identidad originaria (el 50% de
ellos quechua). Estos son datos muy controvertidos.
En México el porcentaje ronda en torno a un 10 a 12% de la población.
http://www.cepal.cl/deype/noticias/noticias/7/40337/d2_16Bolivia_INDIGENAS.pdf
http://celade.cepal.org/redatam/PRYESP/SISPPI/Webhelp/porcentaje_de_poblacion_indig.htm
72 En Bolivia tras los históricos movimientos campesinos originarios por la tierra y el territorio,
las recientes “guerra del agua” y del “gas” en el 2003. El levantamiento del ejercito zapatista de
liberación en Méjico (2004) de un contenido mucho fundamentalmente político, pero sostenido
en el movimiento comunitario indígena. Las luchas de la CONAICE en Ecuador,.etc.
73 Boaventura de Souza Santos. “Descolonizar el saber, reinventar el poder”. 2010. Ed. Trilce.
Extensión Udelar. Montevideo. Uruguay.
(b)“Refundación del Estado en América Latina. Pespectivas desde una epistemología del Sur”.
2010. Ed. Antropofagia. Bs.As. Argentina.
Quijano Anibal. “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”
www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Anibal%20Quijano.pdf
Andrés Uzeda Vasquez. “Suma Qamaña. Visiones indígenas y desarrollo”.
www.bibliocomunidad.com/.../Suma%20Qamaña,..
Eduardo Gudynas y Alberto Acosta.”El buen vivir o la disolución de la idea del progreso”.
http://lalineadefuego.info/2011/05/25/el-buen-vivir-o-la-disolucion-de-la-idea-del-progreso/
74 En Bolivia la “Nueva Constitución Política del Estado” promulgada el 7.02.09, Ed. UPS
Editorial. La Paz Bolivia. Julio 2011 y la Constitución de la República de Ecuador aprobada en
referéndum popular en el año 2008. Ed. Aristos. Quito Ecuador. 2008.
encuentra en el “buen vivir” que expresa, además de un
punto de colisión con la idea eurocéntrica de desarrollo, una forma distinta de
concebir la relación con la naturaleza76.
El principio de necesidad que originó tanto a la economía social
fundacional o histórica fundamentalmente en sus orígenes y a las expresiones
de la economía popular y solidaria en estos últimos años, es el que también ha
alentado en sistema mundo globalizado capitalista y neocolonial, a la
“Economía Comunitaria Social y Solidaria”, en el decir de Mutuberria Lazarini y
Chiroque Solano77.
Lamentablemente todavía la “economía social y solidaria” no ha
debatido suficientemente las propuestas que para el pensamiento, para la
política, para los sistemas nomativos, económicos y sociales y fundamentalmente para la práctica implican la experiencias “comunitarias” en Latinoamérica.
La referencia en el debate de la nueva legislación de Ecuador y de
Bolivia es muy importante, pero quizás soslaye una rediscusión desde nuevos
viejos, ángulos diversos, en un díalogo de saberes para entender las
dificultades que afrontan en el sociometabolismo hegemónico tanto los
emprendimientos y organizaciones
de la economía social histórica o
fundacional como los que se constituyen a partir de las ideas de la economía
popular y solidaria, para sostener su identidad y la identifica-ción de sus
2009, Coraggio 2007)75
Hinkelammert Franz y Mora Jiménez Henry (2009) “Economía sociedad y vida humana”.
Ed. Altamira. UNGS. Buenos Aies. Argentina.
76 “Hemos construido unos sistemas sociotécnicos que provocan tensiones insoportables sobre
la biosfera y deterioran la base natural de recursos. Disponemos de equipos exagerados de
artefactos técnicos en la industria y en los hogares, practicamos una agricultura con un exceso
de medios químicos y mecánicos, hemos dejado que se hipertrofie nuestra necesidad”
Esta plétora de bienes y servicios pone en peligro la continuidad de la biosfera tal como la
hemos conocido y su capacidad para satisfacer nuestras necesidades básicas de
supervivencia.
¿será la humanidad capaz de reorientar su vida y reorganizar su metabolismo con el medio
natural para asegurar su supervivencia civilizada? Se trata de un desafío sin precedentes en la
historia.
¿cómo hacer compatible este objetivo con la satisfacción de las necesidades insatisfechas de
más de dos tercios de la humanidad? ¿Cómo mejorar la alimentación, el suministro de agua y
electricidad, el transporte, etc. de esta mayoría de la población humana sin aumentar la presión
humana sobre los ecosistemas, o incluso reduciéndola como sería deseable?
75
Joaquim Sempere. “Autocontención: mejor con menos” Pags. 7 y 9.
Para el “buen vivir” en la cosmovisión de los pueblos originarios, no existen ni aquella visión de
un estado de subdesarrollo a ser superado,ni la la concepción tradicional de pobreza asociada
a la carencia de bienes materiales o de riqueza vinculada a su abundancia,
El buen vivir, más que una declaración constitucional, se presenta, entonces, como una
oportunidad para construir colectivamente un nuevo régimen de desarrollo, digámoslo más
claramente, una nueva forma de vida.
El valor básico de la economía, en un régimen de buen vivir, es la solidaridad. Se busca una
economía distinta, una economía social y solidaria, diferente de aquella caracterizada por una
supuesta libre competencia, que anima al canibalismo económico entre seres humanos y que
alimenta la especulación financiera.
Alberto Acosta. El buen vivir, una utopía por (re)construir.pags. 11/28.
Dossier. Enfoques sobre el bienestar y el buen vivir. Centro de Investigación Para la Paz.
Madrid. España 2010.
77 Valeria Mutuberria Lazarini y Henry Chiroque Solano. “Procesos de construcción de Otras
Alternativas: Desarrollo y planeamiento de la Economía Social Comunitaria en América Latina”.
Publicado en la Revista del CIRIEC. Nro 66. Octubre del 2009. Pags. 147 a 163.
integrantes con sus principios y valores, lo que perjudica las especificidades
que configuran sus fortalezas.
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