La Dermatitis de las Manos:

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El Prof. Dr. William Abramovits nos hace llegar la cuarta y última parte de la
extraordinaria revisión que ha venido realizando sobre el tema. Nos lo envia con la nota:
“Espero les sea de utilidad práctica o al menos de sano entretenimiento”.
Los Editores
La Dermatitis de las Manos VI Entrega y última
De todas las dermatitis la que afecta las manos se merece un capítulo aparte.
Hace un par de meses Theodore “Ted” Rosen, M.D., Profesor Titular de Dermatología de
la Escuela de Medicina de la Universidad de Texas en Houston, me invitó a escribir un
artículo para una revista dermatológica de la que es editor. Lo que sigue es la traducción
y resumen de lo que preparé para él.
El tratamiento exitoso de la dermatitis de las manos (DM) depende, no tanto de la
selección de un corticoesteroide apropiado, sino de como se actúa sobre su causa.
Pragmaticamente definimos al la DM severa como aquella que no responde a las medidas
preventivas y terapéuticas usuales, a la reparación de la barrera functional de esa piel, a la
aplicación de esteroides tópicos, y a la administración de breves cursos de esteroides
sistémicos; en otras palabras, al tratamiento convencional; que tiende a recurrir
inmediatamente al descontinuar el tratamiento, aún parcialmente, que se caracteriza por
un curso prolongado o con frecuentes recidivas; y que afecta significativamente a la
calidad de vida del paciente, a veces al punto de discapacitarlo.
El término DM deja mucho que desear, en buena parte por su imprecisión. Acá abarca
cualquier proceso inflamatorio que comprometa a la piel de las manos; incluyendo
eccemas y una larga lista de dermatosis inflamatorias que se extiende desde atopia y otras
reacciones, muchas de causa externa como la dermatitis por contacto (DC), hasta otras de
causa interna como erupciónes medicamentosas o reacciones auto- y hetero-inmunes.
El término eccema de las manos (EM) lo reservo para el sindrome caracterizado por
prurito, coloraciones y tonalidades que van del eritema pálido al violaceo, descamación,
vesiculización, erosiones, exhudación, excoriaciones y costras. Usualmente el EM se
debe a una predeterminación genetica que se expresa através de una defectuosa función
de barrera más una desregulada respuesta inmune a antígenos comunes, frecuentemente
involucrando a la inmunoglobulina E. Algo que está cuestionablemente relacionado al
gen que regula la producción de filagrina.
Hay muchas maneras de clasificar a la DM. En su mayoría las clasificaciones tratan de
reflejar la patogénesis de la enfermedad, o su historia clínica. Ellas abarcan desde la DC
tanto alérgica como no alérgica, física (como la fricción y las quemaduras) o química
(cáustica por ejemplo) irritativa, nutricional, metabólica, neoplásica, disqueratótica o
acantolítica, auto-inmune, infecciosa, y multifactorial como lo son la psoriasis, el eccema
atópico, el PsEma (un sindrome entre psoriasis y eccema que yo inventé), el liquen plano
y las artropatías reactivas (el antiguo Reiter’s, etc.)
Los patrones de afectación selectiva, como dorsal, palmar, lateral (en dedos o manos), y
misceláneos, (como en delantal, anular, pulpítico, lenticular, paroniquial) pueden
caracterizar su causa o sugerir su diagnóstico. Por ejemplo, las reacciones a los guantes
de lavar de goma/hule tienden a localizarse en el dorso de las manos y en las muñecas, las
localizadas en los pulpejos de los dedos en personal odontológico sugieren alergia a los
acrilatos, o en otros, reacciones a plantas y vegetales, o alergia a dicromatos. Patrones
cambiantes (del dorso a la palma por ejemplo) deben alertar al dermatólogo a repetir las
pruebas de parche o a considerar etiologías irritativas.
Otras clasificaciones utilizan signos que se correlacionan con la historia natural de la
enfermedad, dividiéndola en aguda, sub-aguda, y crónica; y subdividiéndola en húmedas,
secas, y difíciles de categorizar o menos communes. Las húmedas tipicamente
correspondiendo con las vesiculares agudas o relapsantes / recurrentes, maceradas,
ulceradas, pompholyx (dishidróticas) y recurrentes. Las secas corresponden a las
papulares / descamativas, hiperqueratósicas o liquenificadas, que son usualmente
crónicas. Las difíciles de categorizar/menos comunes se corresponden con formas
folicularespustulosas, ulcerosas, purpúricas, liquenoides, dispigmentarias y multiformes.
El eccema dishidrótico, mejor llamado pómpholyx por su cuestionable ausencia de
relación histológica con glándulas sudoríparas se merece su propio párrafo. Esta forma
crónica o recurrente se caracteriza por exacerbaciones que comienzan con intenso prurito
o ardor, pequeñitas y tensas vesículas (mal llamadas microvesículas, porque no son
microscópicas [yo las llamo minivesículas]), que coalescen en vesículas, ampollas, y
evolucionan a pústulas, usualmente afectando el aspecto palmar de las manos y los dedos,
así como sus lados. Su etiología más frecuente siendo atopia, DC y reacciones
inmunológicas a hongos y bacterias.
La DM representa alrededor del 20% de todos los eccemas que los dermatólogos vemos;
de todas las dermatitis al menos un 20% afecta a las manos.
Las causas mas comunes de DM incluyen: agua, jabón, detergentes, solventes, ácidos y
álcalis, fricción, abrasiones, trauma térmico, contacto con metales, fragancias,
preservativos (no condones), proteinas animales, caspa de animales, goma y latex.
Etiologías menos comunes o recientemente reportadas incluyen: polillas blancas,
cercarias, hongos shiitake, hortensias (hydrangea), gardenias (peonies), cortezas de
álamos, henna, lúpulo (de hacer cerveza – canabinácea), fito-fotodermatitis, eccema
fotoalérgico o post-traumático, perforaciones en lengua u orejas, radiaciones,
medicamentos, cortico-esteroides tópicos o su dependencia, biocidas, parvovirus,
espárragos, papas crudas, resinas, y pare usted de contar.
Fumar, hábito a veces asociado a DM, fue recientemente desvirtuado como etiología en
un estudio que incluyó 13.452 individuos.
Otro estudio (retrospectivo) con abundante casuística sugirió que el patrón clínico no
sirve para sugerir la etiología (como yo les decía en un previo párrafo y con esto último
no estoy de acuerdo).
Una serie de medicamentos usados contra el cáncer producen un sindrome doloroso y
eritematoso en las manos y piés; en ella se encuentran: metrotexate, 6-mercaptopurina,
carbamazepina, sorafenib y sunitinib (inhibidores de multiquinasa), bevacizumab y
ranibizumab (anticuerpos monoclonales que inhiben al factor de crecimiento del
endotelio vascular).
El impacto de la DM en la calidad de vida de los pacientes es motivo fundamental para su
tratamiento. La DM afecta aspectos laborales, domésticos, sociales, psicológicos,
sexuales, y económicos. Paradojicamente hacerle al paciente cambiar de trabajo tiene un
efecto contrario en su calidad de vida y aumenta el costo del cuidado medico.
El costo de los medicamentos para el tratamiento de la DM se estima en $70 por paciente
por mes, sin tomar en cuenta lo que el paciente compre por cuenta propia. El costo total
del cuidado de una persona con DM cuesta más de $ 8.000, incluyendo consultas
médicas, pruebas alérgicas, dias de trabajo perdidos, etc.
En los Estados Unidos la mayor cantidad de quejas laborales por DM las generan
enfermeras (> 55%), los higienistas dentales (14%), los bioanalistas y técnicos de
laboratorio (10%) y el personal de servicio [camareras, etc.] (5%). Entre los empleados
de hospitales el 75% reporta empeorar en relación al trabajo y el 79% alega mejorar
durante vacaciones.
Un estudio conducido por la Oficina Nacional del Registro Danés de Accidentes
Laborales en pacientes con DM de origen ocupacional determinó que la severidad de la
enfermedad, los dias de trabajo perdidos, y el desempleo está en directa relación con la
edad, particularmente luego de los 40 años, en personas de escazos recursos, o con
historia de dermatitis atópica. Los empleados en la industria de alimentos (panaderos)
fueron los más frecuentemente afectados, seguidos de los peluqueros, y de los higienistas
dentales y asistentes quirúrgicos.
En casos de DC comprobada lo que produce el mayor impacto emocional es la afectación
de la cara seguido por la de las manos.
El diagnóstico, intervención y tratamiento temprano se asocian a mejorías en la calidad
de vida. La implementación de medidas de preventivas ha demonstrado que reducciones
a la exposición a agentes nocivos reduce los casos de enfermedades de las manos de
causa laboral.
Pacientes seguidos por seis meses mejoraron en promedio, pero ciertos signos o síntomas
se mantuvieron a la severidad inicial; esto, con mayor frecuencia en trabajadores poco
hábiles, más viejos, o con recurrencias más frecuentes y otras atopias.
Depresión y estrés se correlacionan con prurito, comienzo a temprana edad y pruebas de
parche no contribuyentes. Esto causa deseperación, búsqueda de información y necesidad
de apoyo psicológico. Y la cronicidad conlleva estrés físico, emocional y financiero.
El diagnóstico de DM aparte de ser clínico basa su diferencial en los resultado de cultivos
bacterianos, virales y micológicos; exámenes directos y tinciones para bacterias, virus,
parásitos y hongos. Biopsias para estudios de rutina y especiales o inmunofluorescencia;
microscopía confocalizada y otros métodos de imagenología. Las pruebas alérgicas de
parche continuan siendo el estándard contra el que se miden otras modalidades, como las
serologías.
La severidad de la DM se mide con una variedad de herramientas, como por ejemplo el
Indice de Severidad del Eccema de las Manos (ISEM o HECSI en inglés). Ella ha
demostrado consistencia entre investigadores clínicos, algunos de los cuales han
propuesto mejorarla agregándole un componente subjetivo basado en síntomas reportados
por pacientes.
En el 2005 propuse una herramienta que combina un estimado global de severidad con
una escala que mide eritema, edema/induración/pápulas, exhudados/costras, fisuras,
excoriaciones, descamación, liquenificación, con otra que integra el área afectada, curso
y prurito. Esta herramienta la validé con un estudio en cien pacientes, el cual generó un
puntaje distribuido de forma lineal y sin agrupaciones, lo que sugiere que la herramienta
es apropiada. El problema está el que es algo laboriosa, por lo cual no se ha establecido
con suficiente firmeza.
Diferencias entre la severidad auto asignada por los pacientes (en una escala visual que
va del 0 al 10) y la utilizada por la Oficina Danesa de Accidentes Laborales, basada en
morfología, área, y frecuencia de recurrencias, sugiere la necesidad de integrar los
determinantes generados por médicos y pacientes.
Una escala de cinco niveles, comparando con cuatro fotos por nivel, ha demonstrado ser
confiable y reproducible entre investigadores.
Sorprendentemente, en un estudio, la pregunta “Tiene usted eccema de las manos? resultó
más sensible y específica que la estimación del grado de severidad del eritema, pápulas,
vesículas, descamación, fisuras y liquenificación.
En pacientes seguidos por seis meses para investigar factores asociados con severidad y
mal pronóstico, usando una escala fotográfica y HECSI, se observó que muchos de los
que mejoran se mantienen sintomáticos, el mal pronóstico va en relacion con la edad,
presencia de DA, frecuencia de recurrencias, y falta de habilidad laboral.
La prueba de parche es eficiente y relevante como método para determinar la causa de
reacciones alérgicas en DM.
La prueba con goma/latex natural, preservada en amoníaco, permite diferenciar a los
pacientes con hipersensibilidad retardada de aquellos con respuesta tipo 1 mediada por
IgE (los que pueden dearrollar asma, urticaria aguda y hasta shock anafiláctico).
El uso de pruebas de parche en gentes con DM llevó al retiro del mercado europeo al
preservativo metildibromoglutaronitril, usado en jabones líquidos y cosmeticos.
Un estudio de 644 pacientes en que se sospechaba DC a textiles el 13% reaccionó a tinte
azul disperso y a formaldehido.
Entre estudiantes, amas de casa, trabajadores de campo, paramédicos, vendedores,
maestros, y fotógrafos con pompholyx (de nuevo, el mal llamado eccema dishidrótico), el
40% reaccionó a uno o más alergenos; sulfato de níquel causó el 14%, dicromato de
potasio el 8%, fenilendiamina el 8%, dinitrofurazona el 8%, fragancias el 6% y cloruro de
cobalto el 4% de las reacciones.
Entre pacientes con DM y pruebas positivas a oro, evitar el uso de joyas de ese metal en
manos y muñecas (sortijas, brazaletes, etc.) resultó en reducciones de dermatitis de la
cara y párpados, sugiriendo que el dióxido de titanio en polvos faciales, bases y sombras,
absorbe partículas de oro.
Entre pacientes con eccema discoideo o numular, los patrones de distribución más
frecuentes fueron: manos y piés (44%), manos y antebrazos (30%), piés y piernas (12%),
torso y extremidades (12%). Las pruebas de parche mas frecuentemente positivas fueron
a dicromato de potasio (20%), niquel (16%), cloruro de cobalto y fragancias (12%).
Un estudio que comparó la prueba de parche con la mezcla de fragancias estándard con
una nueva selección de 14 ingredientes a los que las manos podrían estar expuestas,
demostró positividad a al menos un alergeno en el 10.2% de 658 pacientes con DM
enlistados consecutivamente. La nueva combinación identificó el doble de lo hizo la
mezcla tradicional; citral, 1-limonene e hidroxi-iso-exil-3-carboxi-aldehido-cicloexano
siendo los agentes a los que más reacciones ocurrieron.
Compositae, la familia de plantas entre la que se encuentran margaritas y girasoles, causa
entre el 0.7 y el 1.4% de las DC en la poblacion general Europea; y es una de las 10
causas mas communes de DM. La prueba de parche para esta planta se hace con la
mezcla sesquiterpen-lactona.
Dado el incremento progresivo en la frecuencia de pruebas de parche positivas a própolis,
alergia que ocurre con mayor frecuencia en manos y cara, se ha recomendado su
exclusion de productos para uso tópico en niños.
Las manos fueron las areas más frecuentemente afectadas (82%) entre empacadores y
trabajadores de campo evaluados clinicamente y por pruebas de parche que incluyeron
pesticidas. Las positividades más frecuentes fueron a cloro-talonil (54%), tiabendazol
(13%), imazalil (10%), e hidróxido de aluminio (10%).
Las pruebas de parche resultaron positivas con menos frecuencia (47%) entre 105
pacientes con DM (v. 63% entre 361 con DC en otras partes del cuerpo). Lo cual sugiere
un papel relevante para irritacion como causa de DM.
Entre 5.839 pacientes a los que se les practicó pruebas de parche, las manos fueron los
sitios más frecuentemente afectados; en el 64% la DM fue de tipo alérgico y en el 80%
fué de tipo irritativo. Las alergias más frecuentemente identificadas por pruebas de
parche fueron a carba y tiuram, resinas con epóxidos, formaldehido y níquel.
Entre 360 empleados de la industria de la salud, con DM relacionada al trabajo el 16.5%
tenía dermatitis alérgica y el 44.4% irritativa. Entre 59 trabajadores con eczema de las
manos el 73% tuvo respuestas positivas en la prueba de parche, el 30% de ellas en íntima
relación al empleo; menos de lo que pasó con otros eczemas donde la asociación fué del
55% (en 160 pacientes) entre los que la proporción de atopias fué igual.
Las ocupaciones entre las que se reporta incrementos en incidencia o prevalencia de DM
incluyen: peluqueros, músicos, agricultura, industrias alimentaria, manufacturera,
electrónica, de lavandería y limpieza hogareña, de construcción, pintores, personal
médico y odontológico. Prevalencias desde un 80 hasta un 88%, dentro de los grupos
previamente mencionados, se reportaban en trabajos publicados en los ‘80; prevalencias
más recientemente reportadas giran alrededor del 10 al 15%.
El uso de biocidas (antisépticos a base de alcohol o cicloheximida, por ejemplo) se da
como explicación en profesiones relacionadas a la medicina, agricultura e manufactura.
Entre trabajadores en la industria electronica la DM ocurrió con particular frecuencia
entre los que pegan o despegan, recortan, imprimen, impregnan o platean circuitos; el
3.8% resultó tener DC de tipo alérgico y el 35.5% de tipo irritativo.
Entre empleados de la industria de la manufactura de turbinas las resinas de epóxidos
causan la mayoría de las DC alérgicas; ademásentre ellos, aunque las mujeres se
aplicaban más cremas protectoras y humectantes no se notaron diferencias por sexo en la
incidencia de DM.
En una fábrica alemana 1355 trabajadores de la industria metalúrgica, en la cual es 97%
son hombres, la implementación de fuertes recomendaciones de protejerse las manos,
incluyendo el uso de barreras protectoras y cremas hidratantes, fué poco exitosa.
El contacto con gasolina de forma repetitiva o prolongada le causó hiperqueratosis,
resequedad, oniquias, fisuras y dermatitis a 52 trabajadores de la industria de solventes.
La prevalencia de DM producida por níquel entre peluqueros que usan tijeras y ganchos
de crochet, es más entre las de mayor edad; probablemente el resultado de regulaciones
que excluyen ese metal de esos instrumentos. Estudios basados en cuestionarios sugieren
que un 80% de las peluqueras sufren de DM, otros basados en exámenes clínicos detectan
prevalencias de solamente el 16.4%; la prueba de parche más frecuentemente positiva es
parafenilendiamina, luego paratoluendiamina, monotioglicolato y persulfato de amonio.
La DM es más prevalente entre enfermeras en unidades de cuidado intensivo (65%) que
entre las de consultas externas (50%). Prevalencias anuales, obtenidas por cuestionario,
demonstraron una correlación entre DM y el número de veces en que 148 enfermeras de
un hospital australiano se lavaban las manos. La prevalencia de DM entre estudiantes de
enfermería en China es similar a la del Japón pero mucho más alta que la de Alemania,
Holanda y Australia.
Entre 107 higienistas dentales diagnosticados con DM por examen clínico 29 tenían DC
alérgica, 15 urticaria por contacto y 12 dermatitis irritativa; goma o hule y látex
proveniente de sus guantes, y metacrilatos provenientes de materiales restaurativos
fueron las causas mas comunes de DM alérgicas. El 17.4% de los ortodoncistas noruegos
reportaron en cuestionarios sufrir de DM (v. 40% en 1987) esta importante reducción se
le atribuye a cambios en los jabones y medidas higiénicas, ya que las reacciones a
biomateriales no han cambiado.
En músicos la DM es más frecuente entre los que tocan instrumentos de cuerda como
violines y bajos, mientras que la dermatitis de los labios es más frecuente entre los que
tocan instrumentos de viento como flautas y oboes. Las etiologías más frecuentes son
colofonía, maderas exóticas, níquel, barnices y própolis (cera de abeja). Esta última es la
causa mas frecuente de DC entre abejeros; esa cera se usa en la manufactura de pastas
dentales, unguentos y cosméticos.
Distrofias ungueales, paroniquias e hiperqueratosis ocurren frecuentemente en los
cultivadores de arroz.. El 73% reporta prurito relacionado a la ocupación.Trauma
repetitivo genera nódulos y placas en tejedores de alfombras. DM de transmisión
conyugal se reportó recientemente en una pareja de jardineros.
La dermatitis atópica parece ser un factor de riesgo para el desarrollo de DM y de EM.
Igualmente lo son la historia previa de DM, lesiones a nivel de areas de flexión. Otros
factores, como atopias respiratorias no incrementaron el riesgo. Aunque en un estudio al
que entraron 59 pacientes con DM, el 78% de los cuales tuvo pruebas de parche
positivas, y el 30.5% asociaba su DM al trabajo, la historia de atopia no se encontro
aumentada en otro al que entraron 50 pacientes diagnosticados con eczema de las manos
el 67.4% tenía rhinitis alérgica, el 25% asma, el 82% eczema en otras áreas y el 52%
historia familiar de atopia.
A partir de los 30 años la incidencia fué la misma entre hombres y mujeres, en un estudio
involucrando a más de 3000 personas de la población general de Suecia, con EM; antes
de los 30, sexo femenino, eczema en la infancia, y atopias respiratorias, aumentaron el
riesgo.
En un estudio retrospectivo de pacientes referidos a un centro dermatológico para
ponerles pruebas de parche, el 32% tenía DM; de tipo alérgico el 54%, irritativo el 27% y
en el 56% se relacionó al empleo. Entre las mujeres la ocurrencia de la forma alérgica se
mantuvo constante entre los 21 y 60 años, mientras que la irritativa alcanzó su maximó en
la tercera década; en los hombres eso ocurrió en la quinta.
Al 8.8% de 502 personas con DM y pruebas de parche negativas, se le diagnosticó
dermatitis atópica de comienzo tardío; el 3.2 % tenía historia de DC.
Entre pacientes con psoriasis la DM se expresa con igual frecuencia en amblos sexos. A
los hombres, cuestionablemente, se les tiende a ofrecer tratamientos más agresivos.
DC en las manos se pueden desarrollar entre los que utilizan herramientas de metal
hechas de cobalto, niquel, cromio o aleaciones de los mismos. Las pruebas de parche se
pueden hacer con discos de estas aleaciones que se pueden solicitar de los fabricantes.
El euro, moneda que reeplazó a la moneda nacional de algunos paises europeos, es una
aleación con tan bajo contenido de níquel como para reducir la incidencia de DM en
algunos de tales paises; excepto entre personas simultaneamente expuestas al cobre,
metal que sinergisticamente facilita la sensibilización al niquel.
Pruebas de manipulación que simulan exposición diaria a monedas, proveen resultados
confiables. Recientemente se diseñó un método para cuantificar al níquel detectable en la
piel de individuos expuestos por su ocupación y que consiste en medir la presencia de ese
metal en agua ultra-pura en probetas dentro de las cuales se sumergen el pulgar y el
índice.
El método de inmersión también se ha intentado con fragancias, pero el resultado no
concuerda con las pruebas de parche.
En un estudio sobre DM por contacto de tipo irritativo la piel de negros afro-americanos,
evaluada por microscopía confocalizada, fluorescencia y pérdida de agua transepidérmica, resultó más resistente a desarollar DM que la de blancos europeos quienes
desarrollaron más disfunción de barrera, alteraciones del estrato córneo, espongiosis y
paraqueratosis.
A partir de ahora comienza el cuarto envio del Dr. Abramovits. Los Editores
El tratamiento de la dermatitis de las manos se basa en el reconocimiento de su causa; el
cual debe ser el resultado de la interpretación de una historia cuidadosamente obtenida,
un examen dermatológico detallado y completo, el análisis de las pruebas de laboratorio y
de parche (cuando indicadas), y lo revisado en la parte inicial de este resumen.
Cuando la causa es identificada, ella debe ser eliminada, prevenida y medicada. Cuando
eso no se logra o tal causa no resulta prevenible o tratable específica o exitosamente con
medidas sencillas y convencionales, se puede tomar una serie de pasos de utilidad en
múltiples y difíciles circumstancias.
La prevención por medio de educación y modificaciones del estilo de vida son requisitos
a considerar. Se debe tomar medidas que reduzcan la exposición a factores ambientales
que produzcan irritación, prescibiendo guantes apropiados o vehículos que protejen o
recuperan la función de la barrera cutánea, recomendando humectantes si es que hay que
restituirle al estrato córneo el agua perdida. En el mercado hay una variedad de lociones a
base de aceites, petrolato y otros agentes capaces de atrapar humedad y proteger las
manos de daños de tipo físico (fricción, por ejemplo) o químico.
En fábricas europeas, traves de la implementación de programas de prevención basados
en evidencia médica y científica, que incluían el uso de guantes de goma o hule y
plástico, el uso de guantes de algodón y otras telas por dentro de los anteriores, la
discusión con los empleados sobre estas medidas y los problemas que originaron su
necesidad, se redujo la incidencia de EM de 56% a 41% en un año. Otro estudio sugirió
que el uso breve e intermitente de guantes hipoalergénicos, la reducción de la exposición
a productos irritantes por medio de entrenamiento y la reducción de la frecuencia del
lavado de las manos, disminuye la incidencia de DM.
El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de los Estados Unidos de Norte
América promueve el frotar las manos con productos a base de alcohol en lugar de
lavarlas con jabones y detergentes sintéticos (“sindets”?) como método para reducir el
daño a la piel por resequedad e irritación. La incidencia de DM de tipo irritativo resulta
ser más alta cuando se usan desinfectantes a base de gluconato de clorohexidina al 4%,
menor si se usan detergentes sintéticos sin agentes antimicrobianos, y es aún menor si se
utilizan lociones o geles limpiadores a base de alcohol con emolientes. No se recomienda
lavarse las manos con detergentes sintéticos luego de haberse aplicado desinfectantes a
base de alcohol.
Una referencia en la que se revisa la evidencia que justifica el uso de guantes y de
desinfectantes para las manos a base de alcohol la pueden conseguir en la version en
inglés de esta columna que está a punto de ser publicada en Dermatology Clinics.
Igualmente, ahí conseguirán otro artículo que revisa las prácticas de higiene de las manos
en las que se proveen guías y programas para la correcta antisepsia a seguir por los
profesionales de la salud.
En el ambiente industrial gran parte de las DM por contacto resultan de la exposición a
monómeros y aditivos. La exposición a resinas y aditivos resulta en lesiones a nivel de
los dedos, manos y antebrazos directamente, e indirectamente del cuello y la cara. Y para
los que manejan resinas se recomiendan técnicas específicas de prevención.
Bajos índices de irritancia se les ha asignado a unos cuantos jabones y detergentes
sintéticos como son el Dove Blanco y Rosado, Dove Baby, Limpiador de Manos Dove,
Dove Body Wash para Piel Sensible (Lever Brothers), Cetaphil (Galderma), Aderma
(Pierre Fabré) y Camay Classic (Procter & Gamble).
Endurecimiento, el fenómeno de incrementada resistencia a traves de la repetida
exposición a una noxa, como son la luz ultravioleta y ciertos irritantes, es menos efectivo
que la toma de medidas preventivas.
Los cortico-esteroides tópicos se han mantenido en primera línea como agentes para
tratar la DM, esto se debe a su poderosa acción anti-inflamatoria, independiente de la
causa. Los inhibidores tópicos de la calcineurina, el tacrolimus y el pimecrolimus, se han
recomendado en las dermatitis que afectan la piel del dorso de las manos y como agentes
que reducen la frecuencia de necesidad de usar corticoesteroides. Un estudio reportó
mejoría estadisticamente significativa con aplicaciones de crema de pimecrolimus al 1%
dos veces al día bajo oclusión; las concentraciones sistemicas de la droga se mantuvieron
bajo límites cuantificables. Otro estudio en el que se usó unguento de tacrolimus al 0.1%
trés veces diarias por 8 días para tratar EM demostró reducciones estadisticamente
significativas en eritema, descamación, induración, fisuras y prurito.
Dos preparaciones con efectividad anti-inflamatoria recientemente introducidas al
mercado norteamericano como “medical devices” o “implementos médicos”, el
Atopiclair (Chester Valley) a base del bloqueador del metabolismo de cortisol ácido
glicirrhetínico y telmestina, y el Mimyx (Stiefel/Glaxo) a base del cannabinoide
palmitamide MEA, y que estan indicadas para reducir los síntomas de algunos eczemas,
no estan adecuadamente estudiadas como para ser recomendadas en DM.
Un estudio reciente, quizás el último del que fuese co-autor el legendario dermatólogo,
colega y amigo, Albert Kligman MD, recomienda el uso de inmersión de las manos en
agua por 20 minutos cada noche, seguidos de la aplicación de un unguento a base de
cortico-esteroides ultrapotentes, ya que esta modalidad resultó en mejorías dramaticas o
resolución completa de DM recalcitrante y resistentes a modalidades convencionales. En
mi consulta usamos algo llamado “la técnica de Lewis” basada en un principio similar, el
paciente se aplica una crema de cortico-esteroides ultrapotentes, luego se pone guantes de
algodón húmedos y sobre ellos otros de goma o vinilo al acostarse o al menos por algunas
horas mientras ve televisión o no hace otras actividades, antes de irse a dormir.
Un gel a base del retinoide bexaroteno ha demostrado ser bién tolerado y resultó en
mejorías clínicas significativas en un estudio abierto, randomizado o aleatorizado de 55
pacientes con EM a los que se les asignó ese producto v. cortico-esteroides de baja o
mediana potencia. La alitretinoina, otro retinoide, también parece prometedor en esta
indicación.
La toxina botulínica parece ser una alternativa adecuada o al menos una terapia adjunta
de valor en DM de tipo ampollar. En un estudio en los pacientes con pompholyx el
prurito mejoró en un 39% en la mano inyectada con Botox, mientras que la inyectada con
solución salina empeoró en un 52%. En otro, el Indice de Severidad del Eczema
Dishidrótico (DASI en Inglés) disminuyó del 36 al 3 en la mano inyectada con toxina
botulínica + cortico-esteroide tópico, mientras que solo lo hizo del 28 al 17 en la mano
tratada con el cortico-esteroide solamente.
Las radiaciones ionizantes se mencionan con frecuenca como útiles en el tratamiento de
la DM, pero estudios adecuadamente controlados para darle fundamento a tal afirmación
son pocos o inadecuados. Una muy completa revisión de los estudios en los que se
utilizaron rayos X superficiales o rayos grenz, llevó a conclusiones contradictorias. En
otro estudio con rayos grenz el 64% de los pacientes con DM alegó que el tratamiento
valió la pena, de ellos el 77% lo repetiría si fuese necesario. Modernos equipos que
generan megavoltaje a bajas dosis de haces de electrones parecen prometedores; al menos
hay un caso de DM reportado en el que tal tratamiento resultó en la prolongada remission
en un paciente en el cual otras modalidades, incluyendo cortico-esteroides sistémicos,
habían fallado. Este equipo es demasiado costoso para los consultorios dermatológicos
pero muchos departamentos de radiología lo tienen.
Con respecto a radiaciones no-ionizantes, tratamientos de DM con psoralenos tópicos y
UVA (TUVA) o sistémicos (PUVA), han sido objeto de publicaciones con resultados
controversiales. Un gel de psoraleno seguido de luz UVA ha sido reportado como mejor
y más económico que los baños de psoraleno seguidos de la misma luz en dermatitis
palmoplantares severas. Estudios preliminares usando el láser excimer 308 nm. Sugiere
su utilidad en el tratamiento de la DM; en uno de ellos la pustulosis palmo-plantar
respondió particularmente bién v. la forma en placas de psoriasis, la forma atópica y el
EM. En otro en el que se usó UVB 311 la DM de pacientes con psoriasis respondió en 9
de 11 en 20 a 38 sesiones mientras que 11 de 16 pacientes con EM mejoraron en 11 a 31
sesiones. En un estudio prospectivo, aleatorizado y doble ciego en el que 28 pacientes
con EM fueron tratados con UVA-1 de alta intensidad o luz falsa 5 veces a la semana por
3 semanas los resultados fueron superiores tanto en términos de prurito y DASI en el
grupo que recibió UVA-1.
En lo pertinente al tratamiento sistémico, los antihistamínicos, los antagonistas de
leucotrienas, los cortico-esteroides, la ciclosporina, el metotrexato, el micofenolato, la
azatioprina, la hidroxi-urea, la talidomida, múltiples antibióticos, retinoides, agentes
biológicos, etc. han sido probados en el tratamiento de la DM. Una reciente y muy
completa revisión que yo hice del tema y que presenté en la penúltima Reunión Anual de
la Sociedad de Dermatología Medica determinó que los estudios que soportan el uso de
cada una de estas medicaciones son en su mayoría insuficientes o pobremente
controlados. Así mismo, una revisión sistemática de 100 artículos publicados sobre el uso
de agentes sistémicos en DM, entre los cuales 31 eran aleatorizados, concluyó que la
evidencia a favor de su uso en la práctica de la dermatología es inadecuada.
Paradojicamente la exposición tópica a la azatioprina y al micofenolato (al tocar las
tabletas) le ha causado dermatitis por contacto a pacientes y personal en la industria
farmacéutica.
La ciclosporina se ha reportado como efectiva en reportes aislados y series de pocos
pacientes. La psoriasis pustulosa tipo acrodermatitis contínua respondió a bajas dosis de
ciclosporina en unos pocos pacientes. Pero, complicaciones de tipo infeccioso ocurrieron
en algunos.
La alitretinoina, un pan-agonista de los receptores a retinoides, administrada por via oral,
ha dado buenos resultados en estudios preliminares en pacientes con EM en los que
potentes cortico-esteroides tópicos habían fallado. En un estudio que incluyó 1000
pacientes con EM el 80% respondió a la alitretinoina oral mientras que solamente el 8%
respondió al placebo.
Varios agentes biológicos se han usado exitosamente en DM, particularmente en la
relacionada a psoriasis. El etanercept produjo remisiones a largo plazo en varios
pacientes con psoriasis pustulosa de tipo acrodermatitis contínua, pero casos de falla
terapéutica con etanercept también se han reportado. También con infliximab, otro agente
que bloquea al factor de necrosis tumoral alfa, los resultados son a veces satisfactorios y a
veces no, en algunos pacientes con entidades como arthritis reumatoide, se han reportado
dermatitis psoriasiformes como complicación por su uso. Hay un solo reporte de éxito
terapéutico (ninguno de fallo) con adalimumab (otro biológico contra el mismo receptor)
en un paciente con acrodermatitis continua que no mejoraba con acitretina ni infliximab.
Un paciente con DM que no había mejorado ni con cortico-esteroides ultra-potentes, ni
con triamcinolona intralesional, ni con fototerapia, respondió dramática y sostenidamente
con alefacept. El efalizumab, otro anticuerpo biológico, al que se asignara el limitado
trabajo de resolver DM, ya que causaba severas complicaciones en pacientes con
psoriasis vulgar, fué retirado del mercado luego de que con su uso se reportaran
demasiados casos de complicaciones neurológicas letales de causa viral.
La tetraciclina, en combinación con cortico-esteroides tópicos produjo una respuesta
“dramatica y sostenida” en un paciente con acrodermatitis contínua.
La talidomida en combinación con fototerapia se reportó como exitosa en un infante con
acrodermatitis contínua.
Finalmente, lo opuesto puede ocurrir con intentos de tratamiento sistémico. Una
fito/fotodermatitis de las manos fue causada por la administración iatrogénica de una
infusión de hierbas supuestamente terapéuticas para esta indicación.
En conclusión, el tratamiento de la DM depende de su causa; si es posible establecerla,
evitarla es primordial. Si no, hay una serie de medidas de prevención y generalidades
terapéuticas cuya implementación debe producir resultados satisfactorios.
William Abramovits.
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