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Los beneficios del Sí; por Héctor Abad Faciolince
Héctor Abad Faciolince · Monday, September 26th, 2016
Fotografía de Iván Valencia. AFP.
Es bonito el adverbio “no”. Muchas veces en la vida es necesario decir “no”: no al
abuso, no a la violencia, no a la humillación, no a la injusticia, no arrodillarse al poder.
El “no” suele ser el adverbio de la dignidad: no me dejo comprar, no acepto
mermelada, no le doy la mano a un asesino, no admito que me amenacen o me
insulten. Como decía Kavafis, a todos en la vida nos llega el momento de decir el gran
“sí” o el gran “no”.
A veces la cobardía es decir “sí” (obedezco a mi superior y mato un inocente, aplaudo
por miedo a alguien con quien no estoy de acuerdo, voto lo que diga mi jefe político).
Pero a veces también la cobardía es decir “no”: no me atrevo a probar algo distinto, no
soy capaz de dar una oportunidad a quienes quieren cambiar de camino, a quienes
quieren dejar de matar por sus ideas y aceptan someter sus ideas al veredicto del
pueblo.
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En este último medio siglo Colombia
ha sido el país del “no”. Unos
campesinos se rebelaron contra
humillaciones y dijeron “no” de un
modo inaceptable: con armas. El
Estado no aceptó ninguna de las
razones (algunas válidas) de esos campesinos y se negó a transigir en todo. Su “no”
asumió también una forma inadecuada: legal, pero violenta y exagerada. Y entonces
vinieron un “no” tras otro: no me dejo y crezco, no me dejo y mato, no me dejo y
secuestro, no me dejo y trafico con tal de ganar. No, no y no. Era el “no” de la ira y del
resentimiento. Y el Estado igual: no se dialoga con terroristas, no se cede al chantaje,
no se cede a los secuestradores… Y así, de no en no, llegó el pantano. Nos
acostumbramos a que lo anormal fuera la norma: lo normal ha sido la guerra de baja
intensidad permanente. No, no y no, decía la guerrilla; no, no y no, decía el Estado.
Nonombia.
Por primera vez en medio siglo el Gobierno y la guerrilla, tras un proceso serio, largo,
arduo, y muy bien llevado (con el Acuerdo mejor que se podía alcanzar, un Acuerdo
que por definición no puede dejar contenta a ninguna de las partes) nos ofrece la
posibilidad de una salida. Y la salida es el “Sí”. Nunca en medio siglo habíamos estado
ante una oportunidad más clara, neta e importante de cambiar la lógica monstruosa,
repetitiva, de este país del “no”. En el Acuerdo no se entregan territorios; el Estado no
cambia el modelo de libertades personales y económicas; la guerrilla no podrá hacer
política con amenazas. Por eso hay que votar “Sí”.
¿Nos vamos a asustar ante este “Sí” porque la guerrilla va a tener ocho, o 16, o 30
congresistas de 268 que hay? ¿Nos vamos a echar para atrás ahora porque los
exguerrilleros van a tener libertad de palabra y de movimiento? ¿Nos vamos a negar
esta oportunidad porque Granda no va a podrirse en la cárcel, o porque el pueblo
puede votar por marxistas? En toda democracia seria se puede votar por marxistas o
comunistas o chavistas. Decir lo contrario es ridículo y dictatorial. El “No” en este
momento no es dignidad. El “No” en este momento es puro miedo: es seguir en lo
malo conocido, en el conflicto indefinido, en los tiros y las bombas, en la acusación a
una mitad del país de ser guerrillera y a la otra mitad de ser paramilitar. El “No” es la
continuación cobarde de lo absurdo y de lo que ya ensayamos. La continuación del
fracaso.
El “Sí” es tener el valor de darnos la
oportunidad de ser un país distinto,
pacífico, renovado. Un país en el que
nos podamos dedicar a lo
verdaderamente importante: el agua,
la comida, la educación, los mares, las
selvas, los páramos, la música, la cultura, los libros, la felicidad. No el país del
espanto. No el país del miedo: el país distinto. El “Sí” no promete un paraíso: somos
humanos muy imperfectos. Pero sí nos promete quitarle un pedazo al infierno de la
violencia. Sin miedo seremos más libres y más felices. Discutiremos más, pero sin una
pistola en la nuca. Voy a votar Sí, pero no por las Farc, sino para que las Farc sean un
partido sin armas, por el que se pueda votar, así yo nunca vaya a votar por ellos.
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on Monday, September 26th, 2016 at 7:05 am and is filed under Actualidad
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