El último negocio

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Justicia, Seguridad y Policía
La Plata, viernes 26 de mayo de 2000
A sangre fría
Dos pistoleros entraron a una casa de comidas rápidas. Ataron a los empleados y les dispararon a quemarropa.
Cinco murieron y dos fueron internados con graves heridas. Es el peor caso en Nueva York en los últimos años
El horror empezó el miércoles a las 23,
cuando dos hombres armados irrumpieron
en una casa de comidas rápidas, que estaba a
punto de cerrar. Fue una ejecución, a sangre
fría. Los asesinos amordazaron a los empleados, les ataron las manos a la espalda, los
obligaron a tumbarse en el suelo boca abajo y
les dispararon con una pistola.
Mal herido, Patrick Castro, de 23 años, pudo quitarse las ataduras y llamar al número
de urgencias para pedir ayuda.
Cuando la Policía llegó al lugar, el cuadro
era tétrico. Cinco empleados, baleados, estaban en una cámara frigorífica del sótano.
Otras dos, yacían entre las mesas.
En el ataque murieron Ramón Nazario, de
45 años; Anita Smith, de 22; Jeremy Mile, de
19; Jean August, de 27, y Al Ibadat, de 40. Y
también fue baleado Joaquione Johnson, de
18 años, quien se encuentra en estado crítico.
Por la descripción de los sobrevivientes, los
asesinos son hombres, de 18 a 20 años, ne- de béisbol Mets y el estadio nacional de tenis
gros, que vestían ropa informal y que parecí- donde se disputa el torneo abierto estadounidense.
an conocer bien el lugar.
El asesinato múltiple fue considerado por
El jefe de detectives del Departamento de
una parte de la prensa
Policía de Nueva York,
estadounidense como
William Allee, declaró La masacre es considerada un
un duro golpe a la Toen una rueda de prenlerancia Cero, la polísa que el motivo del duro golpe a la política de
tica de mano dura imasesinato pudo ser el Tolerancia Cero, en un clima
pulsada por el alcalde
robo, pero no precisó
de violencia en aumento. La
Rudolph Giuliani.
si había desaparecido
tasa de asesinatos en Nueva
“Es el peor crimen
dinero de la caja.
que he visto en mis
La zona de Flushing, York subió el 12,4% en el
en el barrio de Quenueve años en este carens, donde ocurrió la primer trimestre de 2000
go”, declaró el fiscal
matanza, está catalodel distrito Richard
gada como la segunda en población asiática Brown, quien no descartó pedir la pena de
en Estados Unidos, después de San Francis- muerte, en caso de que se detenga y juzgue a
co.
los autores de la masacre.
El Wendy’s donde ocurrió la masacre está
La tasa de asesinatos en Nueva York subió
cerca del Estadio Shea, donde juega el equipo el 12,4 por ciento en el primer trimestre del
año, después de haber bajado recientemente a
niveles que no se veían desde los años 60. El
año pasado hubo 667 asesinatos, una declinación notable desde el récord de 2290 en 1990.
Los tiroteos de policías han acaparado últimamente los titulares en Nueva York, y los
asesinatos masivos son relativamente escasos.
En 1995, un hombre disparó en una zapatería
del Bronx y mató a cinco personas. Dos semanas antes, un individuo efectuó disparos en
un comercio del Harlem y luego le prendió
fuego. El atacante y siete personas murieron.
Wendy’s, la tercera cadena de restaurantes
de comida ligera después de McDonald’s y
Burger King, tiene su sede central en Dublin,
Ohio. La cadena tiene unos 5500 locales en el
mundo, 4600 de ellos en Estados Unidos.
Para atenuar el golpe publicitario negativo,
Wendy’s ofreció una recompensa de 25.000
dólares a cambio de informaciones que faciliten la detención de los sospechosos.
El último negocio
Un recluso condenado a muerte intentó
subastar -a través de Internet- cinco entradas para ver su ejecución, cuya fecha todavía no ha sido fijada. Las cotizó a 100 dólares cada una.
Michael Toney, sentenciado a la pena capital por la muerte de tres personas mediante
la explosión de una bomba en Fort Worth
(Texas) en 1985, pretendió hacer su último
negocio usando el espacio de Ebay, una casa
especializada en subastas por Internet.
Toney hizo toda la operación desde su celda; pero la casa de subastas detectó la oferta
cuatro horas después de la publicación y la
bloqueó. En ese período nadie pujó por las
entradas.
El condenado dijo en su anuncio que pensaba utilizar el dinero para un fondo de
mantenimiento de sus dos hijas pequeñas. Y
opinó que hay dos tipos de personas que
podrían pujar por una entrada para ver una
ejecución: gente compasiva que quiere ayudar a las niñas y sádicos. “Por desgracia
-agregó en el texto- los sádicos no escasean
en el mundo frío y cruel en el que vivimos.
A los compasivos, les agradeceré su acción y
a los sádicos se la perdonaré”.
Toney aprovechó el espacio para decir que
es inocente y que le han condenado injustamente. Está llevando a cabo una campaña
para intentar convencer de su inocencia a
todo el que quiera leer los cientos de cartas
que manda desde la prisión.
La condena ha sido apelada y Toney está,
sin muchas esperanzas, esperando una resolución del Departamento de Justicia.