CÓMO COMBATIR LOS GÉRMENES Tenga las Manos y la Cocina Limpias Los gérmenes proliferan en las cocinas, baños y, en realidad, en todas las habitaciones de nuestros hogares. Con unos pocos cambios simples en la rutina, nuestras familias pueden deshacerse de los gérmenes como la E. coli y la salmonella. Como primera medida, compre un desinfectante para matar a los organismos que causan enfermedades. Compre aquél que realmente sea desinfectante, no simplemente un jabón o limpiador elegante. Puede ser un jabón o inclusive lejía. Úselo en toda la cocina, para limpiar tablas para picar, fregaderos, mostradores, manijas de la nevera y otros utensilios y superficies. Algunas personas preparan una solución desinfectante de lejía al 0.5 por ciento, para rociar o lavar las superficies de la cocina y el baño. Para preparar esta solución desinfectante, de una botella de concentrado de cloro al 3.5 %, mezcle una parte de cloro con seis partes de agua y fabrique su propio desinfectante. Prepare una nueva solución desinfectante todos los días, ya que la del día anterior perderá su eficacia. Las esponjas y trapos de cocina húmedos son perfectos caldos de cultivo para gérmenes. Todas las noches lave las esponjas en el lavaplatos. Si no tiene lavaplatos, colóquelas en una vasija con un poco de desinfectante y vierta agua hirviendo sobre ellas – luego enjuáguelas y cuélguelas para que se sequen o colóquelas en la secadora. No deje las esponjas y trapos húmedos tirados sobre el fregadero. Lave sus trapos de cocina en la lavadora con agua caliente, detergente y lejía. ¡Lávese las manos! Puede parecer un poco tonto que le indiquen cómo lavarse las manos, pero si no se hace correctamente los gérmenes permanecerán–junto con el riesgo de infección. Si aprendemos a lavarnos las manos, siguiendo estas reglas básicas, reduciremos significativamente la incidencia de infección. Si enseñamos a nuestros niños a lavarse las manos de esta manera, le damos protección de por vida. • Siempre use agua corriente tibia y un jabón suave, preferentemente líquido. Las toallitas húmedas no son efectivas ni reemplazan al lavado de manos. • Humedezca las manos y aplique una pequeña porción (del tamaño de una moneda de 10 centavos a un cuarto) de jabón líquido sobre las manos. • Frote ambas manos enérgicamente hasta que se haga espuma y continúe durante por lo menos 15 segundos. • Cante la canción del ABC a ritmo lento mientras se refriega las manos–eso le tomará por lo menos 15 segundos. Asegúrese de fregar entre los dedos, debajo de las uñas y en la parte superior y palmas de las manos. • Enjuague las manos con agua corriente tibia. Deje correr el agua mientras se seca las manos. Informe de PKID sobre la hepatitis pediátrica 167 • Seque las manos con una toalla limpia, desechable (uso único), teniendo cuidado de no tocar las manijas de los grifos ni el portatoallas con las manos limpias. • Cierre el grifo usando la toalla como barrera entre sus manos y el grifo. • Descarte la toalla usada en un cubo de basura revestido con una bolsa resistente a los líquidos (plástica). Es preferible usar cubos de basura con tapas que se abren y cierran con un pedal. • Considere usar una loción para manos para evitar agrietamientos. Si usa lociones, trate que sean líquidas o en tubos a los que se puedan sacar por chorritos de tal manera que sus manos no tengan contacto directo con la boca del envase. El contacto directo con la boca del envase podría contaminar la loción que queda en el envase. • Cuando ayude a un niño a lavarse las manos, sosténgalo (si es un bebé) o párelo en un escalón seguro a una altura en que las manos del niño puedan quedar suspendidas libremente debajo del chorro de agua. Ayude al niño a realizar todos los pasos anteriores y luego lave sus propias manos. En el 2002, (CDC) (Centros Nacionales para el Control y Prevención de Enfermedades) publicó nuevas directrices para mejorar el cumplimiento de la higiene de las manos en ambientes del cuidado de la salud. Los funcionarios de CDC recomendaron el uso de productos para frotarse las manos a base de alcohol, especialmente en los casos en los que no haya agua y jabón cerca. La mejora en el hábito de lavado de manos o el uso de sustancias para frotar las manos a base de alcohol han detenido las epidemias en instituciones del cuidado de la salud, han reducido la transmisión de organismos resistentes a los antimicrobianos (que algunos denominan super microbios) y a reducir los índices generales de infecciones. Los padres y los niños también se benefician de las sustancias para frotarse las manos a base de alcohol, especialmente cuando tienen poco tiempo o no tienen acceso a agua y jabón. Se pueden comprar sustancias comerciales para frotarse las manos a base de alcohol en tiendas o puede fabricarlas en el hogar. Para fabricar la solución en su hogar, mezcle: • Tres partes de alcohol (etanol o isopropanol) • Dos partes de glicerina Coloque todo en un recipiente pequeño y llévelo en su cartera, mochila o maletín. Para usar esta solución, vierta en la palma la cantidad suficiente como para cubrir la uña de su dedo pulgar, luego frote las dos manos, cúbralas completamente y frote hasta que seque. No necesita una toalla para secarse las manos. Probablemente cuando el tiempo está caluroso, la solución se puede tornar muy pegajosa. Si esto ocurre, puede agregar más alcohol. Si la mezcla está muy aguada, agregue un poco más de glicerina. Para matar los gérmenes en forma efectiva, la solución debe tener por lo menos el 60 por ciento o tres partes de alcohol. Si sus manos están visiblemente sucias, debe lavarlas con agua y jabón. La enseñanza de un lavado de manos eficaz comienza a una edad temprana. Consiga un banquito para que los niños más pequeños puedan alcanzar el jabón y el grifo del agua. Enséñeles cómo lavarse las manos y asegúrese de que lo hagan antes y después de comer, después de ir al baño o de jugar afuera, y en general, cuando hayan manipulado algo que pueda contener gérmenes o cuando tengan las manos sucias. Si estimula a los niños, se lavarán las manos con gusto. Haga que sea una actividad divertida y cante mientras ellos lo hacen. 168 Informe de PKID sobre la hepatitis pediátrica CÓMO COMBATIR LOS GÉRMENES Para enseñarles como se adhieren los gérmenes, coloque un poco de nuez moscada en una pequeña cantidad de vaselina y frótela en sus manos antes de que se las laven. Explíqueles que la nuez moscada representa los gérmenes. Ellos van a tener que lavarse bien las manos para poder deshacerse de los “gérmenes”. El tiempo que le llevará enseñarles los principios básicos del lavado de manos ¡será mucho menor que el que necesitaría para cuidar al niño si se enferma! Actualmente, se discute la eficacia del jabón antibacteriano en contraposición al jabón convencional. Históricamente, el jabón común contenía ingredientes que ayudaban a remover la suciedad de la piel. El jabón antibacteriano (más apropiadamente, antimicrobiano que también puede ser activo contra hongos, virus y bacterias) contiene cantidades suficientes de un antimicrobiano tópico para matar algunos de estos microorganismos. En testimonios presentados ante (Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos), los médicos informaron que los jabones antimicrobianos eran levemente más efectivos que los jabones convencionales para matar los virus de la hepatitis A y polio (poliomielitis) en experimentos de lavado de manos. Sin embargo, otros aducen que el agente común contra los gérmenes de los jabones antibacterianos puede causar problemas futuros por introducir gérmenes nuevos. Científicos que estudian el Triclosán, el exterminador de gérmenes que contienen estos jabones, creen que el ingrediente podría estimular a las microbacterias para que muten y resurjan más fuertes. El Dr. Jeoffrey Boscamp, Jefe de Enfermedades Infecciosas Pediátricas en Hackensack University Medical Center (Centro Médico de la Universidad de Hackensack), dijo que los jabones antibacterianos pueden matar los gérmenes con demasiado éxito, de tal manera que los niños no podrán desarrollar una resistencia a dichos gérmenes. Otros señalan que la mayoría de las bacterias de la piel son protectoras. Están ahí para evitar que bacterias dañinas proliferen y hagan que uno se enferme. Si las bacterias no están, no pueden cumplir su función. Frotar las manos con jabón antibacteriano quita las bacterias buenas y las malas. Otra razón para ser cauto con estos jabones tan potentes es por que contienen una clase de químicos (derivados de fenol cloruro) que absorbidos por la piel y eventualmente, con el uso a largo plazo pueden penetrar en los tejidos corporales y dañar el hígado. Estos químicos se tornan aún más potentes cuando se los combina con el cloro de los sistemas de agua públicos. El correcto lavado de las manos reduce de un tercio a la mitad el índice de infecciones bacterianas y virales, con las infecciones gastrointestinales a la cabeza ya que se reducen en un 80 por ciento. Sin importar qué partido tome en el debate sobre los jabones, simplemente agarre un poco de jabón y comience a lavarse. Es la medicina preventiva más fácil que conocemos. Informe de PKID sobre la hepatitis pediátrica 169 170 Informe de PKID sobre la hepatitis pediátrica