la democracia paritaria en europa

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Gabinete Técnico
LA DEMOCRACIA PARITARIA EN EUROPA
Diciembre 2004
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Gabinete Técnico
1. INTRODUCCIÓN
2. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
3. TIPOS DE CUOTAS
4. LAS CUOTAS Y EL SISTEMA ELECTORAL
a. Las Cuotas en un Sistema Electoral Mayoritario
b. Las Cuotas en un Sistema Electoral Proporcional
c. Aplicación a España
5. LA LEGISLACIÓN SOBRE CUOTAS EN LA UE DE LOS 15
a. Introducción
b. Instrumentos legislativos
c. Finlandia
d. Italia
e. Bélgica
f. Francia
g. Grecia
6. LAS CUOTAS EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN LA UE DE LOS 15
7. INSTRUMENTOS JURÍDICOS INTERNACIONALES
a. Naciones Unidas
b. Europa
c. España
ANEXO I
Las Cifras: mujeres y hombres en la UE de los 15
ANEXO II
Las cuotas en los partidos políticos de la UE de los 15
ANEXO III
Enlaces a páginas Web
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“El principio de igualdad no impide el mantenimiento o la
adopción de medidas que supongan ventajas concretas en
favor del sexo menos representado”
Constitución Europea
1) INTRODUCCIÓN
Desde el PSOE la apuesta por la igualdad entre hombres y mujeres está unida de
forma indisoluble con nuestra apuesta por la democracia. Queremos mejorarla y
garantizarla. Queremos una democracia viva y participativa, donde su ejercicio no se
limite al hecho de votar.
Comprobamos sin embargo que vivimos hoy en día en una democracia que no está
del todo participada por las mujeres, existe un grave déficit de representación
femenina en todas aquellas esferas de poder establecidas en nuestro país. Hay que
reconocer los últimos avances conseguidos por el Gobierno Socialista, que en esta
apuesta incondicional por la igualdad ha llevado a España a estar entre los primeros
países de la Unión Europea y del mundo en cuanto a participación de las mujeres en
cargos públicos.
Si volvemos la vista atrás, nos encontramos que en los pocos años que llevamos de
democracia las mujeres han alcanzado niveles de igualdad similares al resto de las
europeas, el salto cuantitativo y cualitativo ha sido enorme. Sin duda, los primeros
Gobiernos socialistas tuvieron mucho que ver con este adelanto, pero no podemos
olvidar que el hecho de estar plenamente integrados en la Unión Europea ha sido
también decisivo para que las diferencias entre hombres y mujeres hayan ido
disminuyendo de forma progresiva.
La igualdad en la educación y los niveles formativos de las mujeres españolas, iguales
e incluso algo superiores a los hombres es un buen ejemplo de esta igualdad ya
conseguida. Sin embargo, los modelos sociales son difíciles de cambiar, el acceso al
empleo y la plena participación en el mercado laboral
constituyen una de las
asignaturas por completar. Evidentemente no podemos negar que la situación nada
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Gabinete Técnico
tiene que ver con la de hace dos décadas, pero no podemos darnos por satisfechos
cuando hoy en día, por ejemplo, las mujeres tienen el doble de desempleo que los
varones, cifra que se mantiene entre las jóvenes.
Estos avances y cambios sociales, consolidados o en proceso, han tenido también su
relativo reflejo en cómo las mujeres se han incorporado a la vida política de nuestro
país. Decimos relativo, puesto que no ha sido en ningún momento una presencia
realmente
importante.
Las
mujeres
se
han
encontrado
y
se
encuentran
infrarrepresentadas en aquellos espacios de poder y toma de decisiones.
La crítica y la acción sobre esta importante cuestión debe seguir siendo uno de los
ejes principales de nuestra labor política. No nos equivocamos ni somos negativos al
decir que la representación actual de mujeres en la esfera política no está consolidada,
ni debe depender del compromiso y buena voluntad de un sólo partido político. Por
esto mismo el desarrollo de estrategias debe ser continuo.
Si queremos que en nuestra sociedad exista una igualdad real, de lo primero que nos
deberemos ocupar es de la igualdad en la representación política, compartir el poder y
la toma de decisiones entre hombres y mujeres. Son los espacios donde por definición
se establecen las pautas, las políticas y las estrategias para la igualdad, y por esto
mismo, las mujeres no pueden ni deben estar ausentes.
Las mujeres tienen que ejercer su derecho a ser elegidas y los poderes públicos -tal y
como marca nuestra Constitución- deben remover los obstáculos que impidan este
derecho, y en esta tarea nos encontramos como Partido y como Gobierno. Debemos
consolidar y avanzar en lo ya conseguido, para que en un futuro sea algo normal ver el
hemiciclo lleno de hombres y mujeres por igual. Para que todos y todas tengamos las
mismas posibilidades, sin “oscuros mecanismos” que impulsan a los unos sobre las
otras a la hora de ocupar puestos de responsabilidad y representatividad.
Por estas razones, entre otras, el sistema electoral debe transformarse y adaptarse a
estos cambios que venimos reclamando desde hace tiempo, tenemos ejemplos muy
cercanos en la Unión Europea o en América Latina, y deberemos fijarnos en ellos para
ver errores y aciertos.
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Hoy en día poner en marcha acciones positivas hacia las mujeres -el tratar de forma
desigual a quienes de partida no están en la misma situación- es una estrategia que
se está extendiendo por una gran parte del mundo. Naciones Unidas tiene mucho que
ver con esto. La última Conferencia de la Mujer, celebrada en Beijing en el año 1995
fue un hito en la historia de la Igualdad y a ella le debemos muchos de los avances de
los cuales disfrutan millones de mujeres en el mundo, las españolas entre ellas.
Existen instrumentos jurídicos internacionales para respaldar nuestra acción en este
sentido y a ellos deberemos referirnos y acudir para nuestra estrategia política. Europa
es un ámbito privilegiado para el avance de las mujeres, así el Consejo de Europa, la
Comisión y el Parlamento Europeo se han ocupado y preocupado por mejorar
nuestras democracias y su apuesta por la igualdad es inequívoca.
Es precisamente en este ámbito europeo donde nace el concepto de Democracia
Paritaria, en la Cumbre “Mujeres en el poder” celebrada en Atenas en 1992. Desde la
preocupación por una democracia que debe corregir el déficit de presencia de
mujeres, la cumbre de Atenas define la democracia paritaria como aquélla que
apuesta por una representación equilibrada entre hombres y mujeres de forma que
ninguno de los dos sexos ostente una presencia mayor al 60%.
El derecho al voto conseguido en nuestro país hace más de 70 años fue un avance en
la democracia fundamental, hoy debemos dar un paso más y establecer los medios
necesarios para que las mujeres puedan ejercer el derecho a ser representantes, sin
los obstáculos ni las dificultades que hoy en día todavía existen en nuestro sistema
político.
Nuestro compromiso como socialistas es firme y claro. Queremos una sociedad más
justa, más democrática y por la tanto una sociedad en la que hombres y mujeres
compartan por igual el poder.
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2) ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
La presencia de las mujeres en los parlamentos es uno de los
más claros indicadores de la participación de las mujeres en
los procesos políticos.
(Las mujeres en la política y la toma de decisiones en el final del
siglo XX . Naciones Unidas, 1992)
La mitad de los casi 400 millones de habitantes de la Unión Europea de los 15 son
mujeres y, sin embargo, este hecho no se refleja en sus Congresos y Senados, en el
Europarlamento y mucho menos en otros espacios de poder y toma de decisiones
donde las personas no son elegidas mediante un proceso electoral sino mediante
designación directa.
Los pasos que se han dado en las últimas décadas son considerables, y la presencia
femenina ha ido aumentando de forma paulatina. En el Parlamento Europeo hemos
pasado de 29’7% de mujeres en la legislatura 99-04 a un 30’3% en la legislatura recién
estrenada, un avance mínimo. El hecho de la incorporación de los países de la nueva
ampliación es relativamente decisivo. Si no los incluimos el porcentaje de mujeres se
eleva a un 32’3 %. Es decir, la presencia de mujeres sube dos puntos, aunque en
ningún caso alcanzamos la paridad en los términos más populares del 60 / 40.
Si analizamos los datos de participación en el tiempo, nos encontramos con que en 20
años el porcentaje de eurodiputadas casi se ha duplicado, aún así la presencia
podemos considerarla baja. Hemos pasado de un 16% en 1984 a un 30% en el año
2004. De cada 10 eurodiputados, 3 son mujeres.
Los países que más mujeres han aportado a esta cámara europea siempre han sido
los países nórdicos y aquellos con más tradición en políticas de igualdad, como
Finlandia, Suecia o Dinamarca. Estos países se han encontrado siempre entre los
primeros puestos del ranking y sus delegaciones han estado compuestas entre un
30% - 50% de mujeres o incluso un 57% como es el caso actual de Suecia.
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No es ninguna casualidad que los datos de estos países referidos a sus Gobiernos y
Cámaras de representación sean igualmente positivos, en cuanto a la presencia
femenina. Como Suecia que en su Congreso las mujeres son el 45% y en el Gobierno
un 52%. Así como Finlandia con un 38% en el Congreso y un 47% en el Gobierno. La
constancia en el tiempo es un claro indicativo de la gran apuesta por la igualdad de
oportunidades de estos países. Ningún país escandinavo tiene legislación que obligue
a algún tipo de cuotas en listas electorales.
Un cuadro ejemplificador es el Ranking Europeo (ver Anexo I, Pág. 8), en el cual se
han sumado el total de cargos políticos (Gobierno, Diputados/as, Eurodiputados/as), el
único país que cumple con la Democracia Paritaria es Suecia con un 45% de mujeres.
Seguida de los Países Bajos, Finlandia, Dinamarca, España y Bélgica. Todos estos
países están por encima del 35%. Si bien de estos datos nos debemos felicitar, hay
que resaltar que la media europea es solamente del 25%. Es decir de los 5579 altos
cargos, solamente 1426 están ocupados por mujeres. Llaman poderosamente la
atención los casos de Italia, Irlanda y Grecia con apenas un 13% de mujeres.
El modelo nórdico
Una de las mayores expertas en cuotas electorales, Drude Dahlerup, nos indica
claramente que el modelo nórdico no debe ser el modelo a seguir, si bien, nos
deberemos fijar en su recorrido histórico.
Ante la pregunta de qué han hecho estos países para alcanzar estos niveles de
representación femenina, los investigadores e investigadoras han señalado como
principales responsables a los cambios estructurales llevados a cabo en estos países,
como por ejemplo la secularización del Estado, la solidez de los partidos
socialdemócratas, el tremendo desarrollo del Estado de Bienestar, la incorporación de
la mayoría de las mujeres al mercado laboral, la educación, los tipos de sistemas
electorales, etc.
Todos estos factores estructurales han hecho que la igualdad entre hombres y mujeres
sea una realidad constante, a lo que también se debería sumar que el movimiento de
mujeres de estos países ha promovido de forma constante la presencia de mujeres en
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la política. Lo que nos quiere decir esta experta, es que este no puede ser el modelo
porque les ha llevado más de 80 años llegar al punto donde se encuentran
actualmente. Las mujeres del mundo no quieren esperar ese tiempo, y sí en cambio
tienen las herramientas necesarias para propiciar una presencia equilibrada de
hombres y mujeres en los parlamentos.
La apuesta socialista en España
España ha dado un gran salto en este año 2004. Con la llegada del PSOE al poder,
nuestro país se ha colocado, con diferencia, entre los primeros países de la UE. Nos
encontramos alineados con los países nórdicos. El proceso ha sido distinto, nada tiene
que ver la trayectoria de nuestro país con la de estos últimos. Eso sí, la firme creencia
en que con las mujeres la democracia está completa, es compartida.
Este avance no ha sido de ninguna forma algo gratuito e inesperado, la adopción de
las cuotas dentro del Partido Socialista ya en el año 1988 propició un aumento
considerable de mujeres en el Congreso de los Diputados. Y con los años arrastró al
resto de partidos de nuestro país a incluir a un buen número de mujeres en sus listas
electorales.
Hoy en día, el Partido Socialista ha abandonado el sistema de cuotas para las mujeres
y ha adoptado la denominada Democracia Paritaria o cuota neutral. Hemos
conseguido que las socialistas sean el 46% del Grupo Socialista del Congreso de los
Diputados y el 21% de la totalidad del Congreso. Y la composición del Gobierno
presidido por Jose Luis R. Zapatero nos ha lanzado directamente al mismo nivel que
los países pioneros en cuanto a igualdad de oportunidades.
La apuesta socialista por compartir el poder entre hombres y mujeres se ha visto
reflejada en todos los espacios: Congreso, Parlamento Europeo y Gobierno. El mundo
nos mira como un ejemplo a seguir.
Pero este avance es, en estos momentos, reversible. Nada impide que en próximas
legislaturas se retroceda en cuanto a participación femenina. Es decir, depende de la
voluntad de cada partido y en especial de aquel que está en el poder. Seguir
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avanzando y consolidando las posiciones es vital para la lucha por la igualdad y este
será, precisamente, uno de nuestros grandes retos en los próximos años.
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3) TIPOS DE CUOTAS
Como norma general no podemos hablar de un sistema de cuotas mejor que otro. La
legislación de las cuotas no ha supuesto en muchos casos que la presencia femenina
se aumente de forma automática. Dependerá de muchos factores, quizás el más
importante sea el sistema electoral de cada país y de cómo se establezca la cuota.
Pero eso lo podremos ver más delante de forma detenida.
Dentro de una clasificación amplia debemos establecer tres divisiones:
Cuotas constitucionales: establecidas en las Constituciones de los países.
Cuotas legislativas: establecidas en las diferentes legislaciones, ya sea legislación
electoral o mediante leyes de igualdad.
Cuotas de los partidos políticos: introducidas a través de los estatutos de los
partidos políticos o resoluciones (depende del partido) determinan un porcentaje de
mujeres en las listas electorales que presenta ese partido. También hay cuotas en los
partidos para los órganos de decisión internos.
Por otra parte, las cuotas se deben adaptar al tipo de sistema electoral o de elección
de cargos. Estos varían de un país a otro y también del órgano que se vaya a escoger.
No podemos enumerar todos los tipos de cuotas que se han establecido, pero si las
más representativas.
Cuota femenina: reserva de un determinado número o porcentaje de puestos en
la lista. Determina un porcentaje de puestos que deben ser ocupados exclusivamente
por mujeres sobre el total de la lista. Este sistema no implica necesariamente la
colocación de las mujeres en los puestos de salida, por lo que el resultado puede no
reflejar ese porcentaje. Es una cuota de mujeres.
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Doble cuota femenina: al igual que la anterior determina un porcentaje de mujeres en
la lista y pero además indica los puestos en los que van colocadas las mujeres. Puede
establecerse mediante numerosas fórmulas.
•
Cremallera: un hombre – una mujer en determinados tramos.
•
En puestos de salida: determina que ese mismo porcentaje se debe
guardar en los puestos de salida o que previsiblemente vayan a ser
elegidos.
•
Por tramos: establece tramos en los cuales debe guardarse ese
porcentaje.
Estas dos cuotas implican una presencia mínima de mujeres, pero debemos tener en
cuenta que en muchos casos se ha interpretado como un máximo de hombres,
constituyendo una barrera infranqueable para las mujeres. Además ha recibido
muchas críticas acerca de su discriminación hacia los hombres.
Cuotas neutrales: se diferencian de las anteriores en que no es una cuota de
mujeres, sino que determina un equilibrio entre los dos géneros, estableciendo o bien
un porcentaje como el 40 / 60 ó la igualdad total del 50%. Se define como que, en una
lista no podrá haber ni más de un 60% ni menos de un 40% de cualquiera de los
sexos. Por esto mismo, no podemos decir que es una cuota de mujeres. Es lo que
denominamos Democracia Paritaria.
Este sistema, puede además incluir los mismos mecanismos de colocación de la doble
cuota, para determinar la distribución de hombres y mujeres, y que no se de el caso de
una lista en la que los primeros 50 puestos sean hombres y los 50 últimos mujeres.
Estas cuotas neutras han ayudado mucho, pues no se entienden como una
discriminación hacia los hombres e incluso han tenido la ocasión de ayudar a hombres
a ser elegidos.
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Argumentos en contra de las cuotas
•
Las cuotas están en contra del principio de igualdad de oportunidades desde el
momento en el que las mujeres tienen preferencia sobre los hombres.
•
Las cuotas son antidemocráticas, porque los votantes deben ser quienes
deciden quienes son elegidos.
•
Las cuotas implican que los políticos son elegidos por su género no por su
cualificación, y dejan a los más preparados a un lado.
•
Muchas mujeres no quieren ser elegidas porque sean mujeres.
•
Introducir cuotas significa introducir conflictos en la organización de los partidos
políticos.
Argumentos a favor de las cuotas
•
Las cuotas de mujeres no discriminan sino que compensan, eliminan las
barreras que tienen las mujeres para entrar en los espacios políticos. Implica
hacer iguales a quienes de partida no están en la misma situación de igualdad.
•
Las cuotas implican que un buen número de mujeres estén en las Asambleas y
Congresos, eliminando a la mujer simbólica, sola entre muchos hombres.
•
Las mujeres tienen el derecho como ciudadanas a una representación en
términos de igualdad.
•
La experiencia de las mujeres es necesaria para la política.
•
La política y las elecciones nos hablan de la representación, no de la educación
y las titulaciones.
•
Las mujeres están igualmente cualificadas que los hombres, pero se ha
subestimado y degradado esta cualificación en contraposición al
modelo
masculino de poder.
•
En realidad son los partidos políticos quienes controlan las listas. Es decir, ellos
(los partidos) deciden quienes van a ser elegidos y no son los votantes quienes
los eligen. Por lo tanto, las cuotas no violan los derechos de los votantes.
•
La introducción de las cuotas puede ocasionar conflictos, pero será sólo de
forma temporal.
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•
Las cuotas como acción positiva que son, tienen una limitación en el tiempo.
Una vez conseguido su objetivo y su consolidación, deben desaparecer.
•
Muchos sistemas electorales tienen ya cuotas establecidas y aceptadas por
todos, como lo son las cuotas geográficas o poblacionales que aseguran una
representación mínima para zonas con poca población, islas, etc.
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4) LAS CUOTAS Y EL SISTEMA ELECTORAL
Han sido diversos los intentos, los mecanismos y los modelos adoptados para
potenciar la presencia de las mujeres en los procesos de toma de decisiones públicas
Por lo que respecta a las cuotas tendentes a garantizar un determinado equilibrio en la
presencia de personas de ambos sexos en los órganos representativos elegidos por
los ciudadanos —parlamentos, asambleas regionales o municipales, etc. —, se puede
observar que no siempre hay un traslación directa entre la cuota y el porcentaje de
mujeres que hay en el parlamento u órgano en cuestión.
Efectivamente, si comparamos el ranking de países de la UE por porcentaje de
presencia femenina en las cámaras bajas de los parlamentos nacionales, puede
observarse que los cinco países
con mayor porcentaje de mujeres no tienen un
sistema de cuotas impuesto por ley, y sólo uno de los diez primeros lo tiene, Bélgica.
(Anexo I. Pág. 3)
Como hemos visto anteriormente esto tiene que ver con el modelo nórdico de igualdad
de oportunidades, pero también con el tipo de sistema electoral y cómo interfiere en la
aplicación de las cuotas.
Efectivamente, la legislación que impone un determinado equilibrio entre los dos sexos
en las listas electorales no actúa igual en un sistema mayoritario que en uno
proporcional. Para ver estas diferencias sobre la práctica real podemos acudir a
Francia, donde en función de que elección se celebra se aplica un sistema u otro.
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a) LAS CUOTAS EN UN SISTEMA ELECTORAL MAYORITARIO
Como veremos más adelante, Francia es, sin lugar a dudas, el Estado que ha hecho
una apuesta legislativa más fuerte para garantizar el equilibrio entre ambos sexos en
la composición de las cámaras legislativas, las asambleas regionales y los plenos
municipales; estableciendo una cuota del 50% (±1 puesto) en las listas para el sistema
proporcional, y una relación del 49%-51% en las elecciones por sistema mayoritario.
Sin embargo, tras las primeras elecciones a la Asamblea Nacional celebradas bajo la
vigencia de la ley el porcentaje de mujeres en esta Cámara es del 12,67%, mientras
que en el caso del senado el porcentaje es el 10,28%.
¿Cuál es la razón de esta diferencia? La respuesta debería incluir muchos factores,
pero sin lugar dudas el sistema electoral juega un papel importante. La elección de los
diputados
franceses
se
realiza
a
través
de
un
sistema
mayoritario
por
circunscripciones uninominales. Es decir, en cada departamento circunscripción se
elige un solo miembro de la Asamblea Nacional.
Aunque en todos los departamentos sólo se presentasen las dos mismas formaciones
políticas; y ambas presentasen cada una un 50% hombres y un 50% de mujeres, que
el resultado fuera un 50% de miembros de la cámara de cada sexo sólo se
garantizaría si en cada circunscripción los candidatos de ambas formaciones
coincidieran en el sexo. De lo contrario, la posibilidad de un resultado es pequeña.
La probabilidad de que el resultado sea igual a la cuota establecida disminuye si se
tiene en cuenta que se presentan más formaciones políticas, que no lo hacen en todas
las circunscripciones y que el sexo de quienes compiten en cada circunscripción no
tiene por que coincidir.
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Algunas soluciones las ha buscado el laborismo británico, puesto que el sistema para
la elección de los miembros de la Cámara de los Comunes en el Reino Unido es a
través de circunscripciones uninominales. Así en 1992 se pusieron en marcha las «allfemale shortlists». Este sistema consistía en que en el 50% de las circunscripciones
vacantes con opciones de victoria la candidata debía ser elegida entre una lista
compuesta íntegramente por mujeres. Este sistema fue declarado ilegal en 1996 por
un tribunal que lo encontró contrario a la ley contra la discriminación por razón de sexo
de 1975 Recientemente, la nueva legislación contra la discriminación por razón de
sexo aprobada en 2001 permite la adopción de medidas de acción afirmativa, lo que
podría permitir a los laboristas, y otros grupos políticos, volver a este sistema. Cosa
que han hecho en alguna ocasión, pero no de forma sistemática.1
Ante la situación creada tras la decisión judicial, y antes de la aprobación de la nueva
legislación en 2001, el Partido Laborista puso en marcha para las elecciones al
Parlamento de Escocia2 y a la Asamblea de Gales un nuevo sistema para garantizar la
presencia de las mujeres en sus respectivas asambleas. El sistema llamado
«twinning» consiste que a efectos de la elección de los candidatos a las elecciones se
unen dos circunscripciones vecinas, teniendo en consideración las opciones de
victoria, de forma que los miembros del partido en esas circunscripciones eligen los
candidatos de las dos al mismo tiempo, disponiendo de un voto para un hombre y de
un voto para una mujer.
1
Véase: http://www.thisisthenortheast.co.uk
2
Los 129 diputados que integran el Parlamento de Escocia se elige por un sistema mixto. 73
diputados son elegidos por el sistema tradicional uninominal, uno en cada una de las
circunscripciones de las elecciones al Parlamento de Westminster; y 56, 7 por cada una de las
8 regiones, son elegidos por un sistema proporcional. De todos ellos, 51 son mujeres.
(Véase: http://www.scottish.parliament.uk/msp/elections/sourceSheets/sss03-06.pdf)
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b) LAS CUOTAS EN UN SISTEMA ELECTORAL PROPORCIONAL
Visto lo anterior, cabría pensar, que cuando nos encontramos ante un sistema
proporcional, las cuotas electorales sí se traducen en una presencia, como mínimo,
equivalente de ambos sexos en el órgano para cuya elección se aplican. Pero esto
tampoco es así.
Volviendo otra vez a usar Francia como ejemplo, puede observarse que pese a
establecerse una cuota del 50% articulada por el método «cremallera», el porcentaje
de mujeres entre los eurodiputados elegidos por Francia es del 42,3%. Obviamente la
desviación es mucho menor, si bien ésta existe.
En estos casos las desviaciones estarían causadas por el tamaño de la circunscripción
(el número de escaños a elegir) o por la casualidad de que a la hora de atribuir los
puestos a las distintas formaciones el corte se produzca en todas con un hombre más.
Veamos un ejemplo.
•
Para unas elecciones la ley establece una cuota del 50% (con una
desviación permitida de ±1 puesto) articulada mediante el método
«cremallera».
•
En una circunscripción X, en la que se eligen 35 diputados, todas las
candidaturas han presentado como cabeza de lista a un hombre, por lo que
los números pares son ocupados por mujeres y los pares por hombres.
•
Tras el escrutinio la distribución de los escaños queda de la siguiente
manera: candidatura A, 17 escaños; candidatura B, 11 escaños;
candidatura C, 7 escaños
•
El resultado será que habrá 19 hombres (54,28%) y 16 mujeres (43,72%).
•
Si, en vez de 35 diputados, se eligen sólo 4 y el resultado es: candidatura
A, 2 escaños; candidatura B, 1 escaño; candidatura C, 1 escaño. La
consecuencia es que, con igual orden de colocación en las listas, el
resultado es que sólo un 25% de los diputados elegidos es mujer.
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c) APLICACIÓN A ESPAÑA
Para concluir se podría trasladar estos ejemplos al sistema electoral español.
En el caso de las elecciones al Parlamento Europeo, el establecimiento de un sistema
como el francés tendría muy buenos resultados. En las elecciones al Congreso de los
Diputados, tendría un buen resultado en las grandes circunscripciones (Madrid,
Barcelona, etc…), si bien una pequeña desviación sobre la cuota siempre podría
producirse; según disminuyese el tamaño de la circunscripción la relevancia porcentual
de la desviación podría aumentar.
Finalmente, para el caso del Senado, donde el sistema es un sistema mayoritario
corregido,3 aunque la práctica indique que generalmente se vota en bloque a los
candidatos de las formaciones que concurren, no hay forma de garantizar un
porcentaje mínimo de mujeres.
Este es una de las razones por las cuales las mujeres en todas las legislaturas han
brillado por su ausencia en esta cámara. Sólo en la actual legislatura las mujeres son
un 25%. Ni siquiera en el Grupo Socialista se cumple la paridad, y las mujeres son el
27% del Grupo.
3
En las circunscripciones que eligen más de un senador se puede votar a un número de
candidatos inferior en uno al número de puestos a cubrir.
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5) LA LEGISLACIÓN SOBRE CUOTAS EN LA UE DE LOS 15
a) INTRODUCCIÓN
Existen diversos mecanismos para incentivar la presencia de la mujer en los
parlamentos, asambleas o consistorios. Estas medidas se pueden clasificar en dos
grandes grupos: las adoptadas mediante instrumentos no legislativos, ya sean estos
privados (resoluciones o estatutos de fuerzas políticas) o públicos (recomendaciones o
declaraciones de conferencias, foros o reuniones auspiciadas por organismos
internacionales); y las adoptadas mediante instrumentos legislativos, es decir,
mediante la promulgación de normas jurídicas que —dada la relevancia de la cuestión,
la representación política, generalmente tienen el rango de ley o constitucional—
establecen la obligación de que en todos o determinados procesos electorales se
garantice bien la presencia de un número mínimo de mujeres, bien un determinado
equilibrio entre la presencia de hombres y mujeres.
b) INSTRUMENTOS LEGISLATIVOS
Dentro de este grupo de instrumentos nos encontramos, a su vez, con dos tipos: las
normas programáticas o principios; y las reglas, o normas concretas, que obligan a la
adopción de una determinada conducta.4
Las primeras establecen principios que el ordenamiento ha de cumplir, directrices que
los poderes públicos han de seguir para la consecución de un determinado objetivo; en
4
A este respecto puede ser clarificadora la distinción entre principios y reglas dentro de las
normas jurídicas (véase Ronald Dwoking, Taking Rights Seriously, Duckowrth, Londres, 1978,
Capítulo II; y Manuel Atienza y Ruiz Manero, Las piezas del derecho, Ariel, Barcelona, 1996,
pp. 6 y ss.).
19
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este caso la igualdad entre hombres y mujeres en la participación en la vida social y/o
en el acceso a cargos públicos o de representación. Por su parte, las segundas son
reglas, normas que contemplan medidas concretas de acción afirmativa, ya sea
estableciendo una cuota de presencia mínima femenina, o fijando unos límites a la
presencia de candidatos de un mismo sexo, sea cual sea éste.
Estos dos tipos de normas, en principio, no son excluyentes entre sí. Es más, en
algunos casos se han utilizado como complementarias; las primeras estableciendo una
directriz para los poderes públicos a nivel constitucional, y las segundas en leyes que
ejecutan ese mandato mediante el establecimiento de algún sistema que garantice la
efectiva presencia de las mujeres en los parlamentos, asambleas legislativas,
consistorios, comités y organismos consultivos, grupos de trabajo, etc…
En la Unión Europea (UE)5 encontramos ejemplos de los dos tipos de normas, así
como de su coexistencia en un mismo ordenamiento.
Como no puede ser de otra manera, todos los Estados Miembros reconocen la
igualdad entre los sexos. Pero la mayoría lo hacen a través de la genérica afirmación
del principio de igualdad contenida, de una u otra manera, en todas las constituciones
europeas y los también genéricos, mandatos a los poderes públicos de remoción de
las trabas que impidan la igualdad efectiva de los ciudadanos (véase artículos 14 y 9.2
de la Constitución Española), sin que sus legislaciones electorales o reguladoras de la
composición de organismos públicos tampoco prevean acción afirmativa alguna a
favor de las mujeres.
Una situación intermedia, la representarían Alemania y Austria, en cuyas
Constituciones se recoge expresamente la igualdad entre hombres y mujeres, así
5
Encontramos ejemplos de este tipo en ordenamientos de Países en Desarrollo y en América
Latina, pero dadas las diferencias socioeconómicas, culturales, políticas e institucionales no
utilizaremos estos casos salvo con un puntual carácter ejemplificativo. Así mismo, todas las
referencias a la UE y a sus Estados Miembros deberán entenderse hechas a la composición y
estados integrantes antes de la última ampliación, a la UE de 15.
20
Gabinete Técnico
como el mandato para la remoción de las desigualdades existentes entre ambos, el
cual también se recoge en las leyes constitucionales suecas (cfr. arts: 3.2 de la Ley
Fundamental de la República Federal de Alemania; 7.2 de la Ley Constitucional
Federal de Austria; y 16 del Capítulo 2 del Instrumento de Gobierno).
Pero sólo son cinco los Estados Miembros que han establecido previsiones
constitucionales o legales en las que de manera expresa se busca garantizar la
efectiva igualdad entre hombres y mujeres a la hora de acceder a cargos públicos y
representativos. Estos países son Finlandia, Italia, Bélgica, Francia y Grecia.
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Gabinete Técnico
c) FINLANDIA
Es sin duda uno de los Estados pioneros en el reconocimiento de los derechos
políticos de las mujeres: en 1906 concedió a las mujeres el derecho de sufragio activo
y pasivo en las elecciones nacionales, convirtiéndose en el primer país europeo en
hacerlo; en 1917 se hizo lo propio para las elecciones locales; y en 1926 se aprobó la
ley por la que se posibilitaba la elección de mujeres para cargos estatales, etc.
En la actualidad, la Constitución finlandesa además de proclamar el principio de
igualdad en su primer párrafo del artículo 6, en el cuarto párrafo del mismo artículo se
mandata la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres en la vida social y
laboral a través de la ley:
«Las personas son iguales ante la Ley.
No se puede, sin motivo admisible, otorgar tratamiento desigual a
persona alguna por razón de su sexo, edad, origen, idioma, religión,
convicciones, opiniones, estado de salud, minusvalidez u otro motivo
inherente al individuo.
Los niños deben ser tratados igualitariamente como individuos, y
debe permitírseles, de acuerdo con su madurez, influir en los asuntos que
les afectan.
Se promoverá la igualdad entre hombres y mujeres en la actividad
social y en la vida laboral, especialmente al determinarse la remuneración
y demás condiciones de la relación de servicio, de acuerdo con lo
establecido más precisamente por Ley.» (Constitución de Finlandia).
Este mandato ha sido cumplido por el legislador finlandés con la aprobación de
diversas normas. Pero, por lo que se refiere al objeto de este informe, merece nuestra
atención la Ley sobre igualdad entre mujeres y hombres (8.8.1996/609), en cuyo
artículo 4 puede leerse:
22
Gabinete Técnico
«El deber de las autoridades de promover la igualdad
Las autoridades promoverán igualdad entre las mujeres y los
hombres decidida y sistemáticamente, especialmente cambiando las
circunstancias que impiden el logro de la igualdad.
El porcentaje mínimo de mujeres y de hombres en comités del
gobierno, comités consultivos y otros cuerpos correspondientes, y en los
cuerpos municipales, exclusivos de consejos municipales, será el 40, a
menos que haya razones especiales para lo contrario.
Si una agencia, una institución o una compañía municipal o con
mayoría estatal tiene una junta, junta directiva o algún otro cuerpo del
ejecutivo o administrativo compuesto por representantes elegidos o
designados, ese órgano comprenderá un proporción equitativa de mujeres
y de hombres, a menos que haya razones especiales para lo contrario»
[Ley sobre igualdad entre mujeres y hombres (8.8.1996/609)].
En los párrafos 3º y 4º de este artículo se establece que, «salvo que haya razones
especiales», el porcentaje mínimo del 40% para la presencia de cualquiera de los dos
sexos en la composición de los siguientes organismos:
• Comités del Gobierno
• Comités, juntas, etc… consultivos
• Cuerpos municipales exclusivos de los plenos municipales
Así mismo, se establece que en las Juntas, Juntas directivas, o cuerpos ejecutivos y
administrativos compuestos por representantes (elegidos o designados), de las
empresas en las que el Estado tenga mayoría deberá haber una representación
equitativa de ambos sexos.
Cuatro años después de la entrada en vigor de la Ley, según fuentes del Comisionado
para la Igualdad finlandés, cumplen con la norma el 70% de los comités y sólo el 3%
esta compuesto en exclusividad por hombres. Representando las mujeres el 43% de
los miembros; el 42% de los grupos de trabajo (12% compuesto sólo por hombres); y
23
Gabinete Técnico
el 61% de las Juntas Directivas de las agencias e instituciones, pasando la presencia
de mujeres del 27% al 40%. Por lo que respecta a los órganos directivos de las
empresas estatales sólo el 24% de sus miembros son mujeres.6
Finamente hay que señalar que pese a lo que pudiera pensarse, en Finlandia no se
ha establecido una obligación legal de incorporar un porcentaje mínimo de mujeres u
hombres en las listas electorales, dejándose tal decisión en manos de los partidos. No
obstante, en octubre de 2004 Finlandia ocupaba el cuarto lugar del ranking mundial (el
tercer país europeo y de la UE) de porcentaje de presencia femenina en el parlamento
(37.5%).
6
Fuente: http://www.stm.fi/Resource.phx/tasa-arvo/english/authorities/ombudsman/quatas.htx
(Página web del Comisionado para la Igualdad de Finlandia)
24
Gabinete Técnico
d) ITALIA
Cuando la Constitución italiana, en su artículo 3,7 reconoce el principio de igualdad lo
hace utilizando la fórmula clásica que prohíbe la discriminación por varias razones,
entre ellas el sexo, pero sin hacer una mención expresa a la igualdad entre hombres y
mujeres. Asimismo en el 2º párrafo del citado artículo 3 se encarga a la República
eliminar todas las trabas que impiden la igual participación de los ciudadanos en la
«organización política, económica y social del país».
No obstante, a la hora de reconocer el derecho al sufragio activo sí encontramos una
afirmación expresa de la igualdad entre hombres y mujeres cuando en el artículo 48 de
la Constitución italiana se dice que «son electores todo los ciudadanos, hombres y
mujeres»8. Lo mismo ocurre cuando se regula el derecho al sufragio pasivo y el
acceso a cargos públicos en el artículo 51, en cuyo primer párrafo se puede leer:
«Todos los ciudadanos, de uno y otro sexo, pueden acceder a los cargos públicos y a
los cargos electivos en condiciones de igualdad, con los requisitos establecidos por la
ley.»
7
«Artículo 3
Todos los ciudadanos tienen la misma dignidad social y son iguales ante la ley sin que
pueda prevalecer distinción alguna por razones de sexo, raza, lengua, religión, opiniones
políticas u otras circunstancias personales y sociales.
Corresponde a la República remover los obstáculos de orden económico y social que,
limitando el derecho a la libertad y la igualdad de los ciudadanos, impiden el pleno desarrollo
de la persona humana y la participación efectiva de todos los trabajadores en la organización
política, económica y social del país.» (Constitución italiana)
8
«Artículo 48
Son electores todos los ciudadanos, hombres y mujeres, que hayan alcanzado la
mayoría de edad.
El voto es personal, igual, libre y secreto. Su ejercicio constituye un deber cívico.
La ley establecerá los requisitos y las modalidades del ejercicio del derecho al sufragio
de los ciudadanos en el extranjero y asegurará su efectividad. Para este fin, se crea una
circunscripción del Extranjero para la elección de las Cámaras, a la cual se asignarán el
número de escaños establecido por la Constitución según los criterios determinados por la ley.
El derecho de voto no puede sufrir limitaciones sino por motivos de incapacidad civil o
por efecto de sentencia penal firme o en los supuestos de indignidad moral especificados por la
ley.» (Constitución italiana)
25
Gabinete Técnico
En este contexto constitucional, con la aprobación en 1993 de la Ley de 25 de marzo
de 1993, n.º 81 de Elección directa del Alcalde, del Presidente de la Provincia, del
Consejo Municipal y del Consejo Provincial, Italia se convirtió en el país pionero de la
UE respecto al establecimiento por ley de una cuota electoral. En sus artículos 5.2 y
7.1 la Ley establecía, respecto a la elección de concejales de las poblaciones de hasta
15.000 habitantes y de más de 15.000 habitantes respectivamente, que «en la lista de
candidatos ninguno de los sexos podía estar representado […] en medida superior a
dos tercios».
No obstante la vida de estas prescripciones normativas fue corta, puesto que el 9 de
octubre de 1995 la Corte Constitucional italiana, mediante su sentencia 422/1995
declaraba la inconstitucionalidad de dichos preceptos, así como la de otros muchos de
naturaleza análoga.9
La Corte fundamentó su fallo en la consideración de que el contenido del artículo 5.2
de la Ley 25 de marzo de 1993, nº 81, así como el resto de preceptos anulados de
esta y otras leyes, contravenían lo establecido en los artículos 3.1 y 51.1 de la
Constitución italiana.
Dejando al margen las cuestiones preliminares y algunas
consideraciones del tribunal, los argumentos utilizados por la Corte Constitucional
italiana para motivar su fallo fueron los siguientes:
1. Los artículos 3.1 y 51.1, sobre todo este último, garantizan la absoluta
igualdad entre los dos sexos en
la posibilidad de acceder a los cargos
públicos electivos. Igualdad que el alto tribunal interpreta en el sentido de que
«la pertenencia a uno u otro sexo no puede ser tenida como requisito de
elegibilidad, en consecuencia que lo mismo debe afirmarse por lo que
9
El origen del caso se encuentra en una impugnación realizada por un elector de Baranello
porque de los treinta y seis candidatos contenidos por las tres listas presentadas a las
elecciones locales, sólo uno era una mujer; lo que el elector consideraba una violación del
artículo 5.2 de la Ley en el texto citada. Por razones que no vienen al caso, dicha impugnación
fue desestimada en primera instancia, resolución que el elector apeló mediante el
correspondiente recurso ante el Consejo de Estado. Fue este órgano el que, pese a revocar la
interpretación hecha por el tribunal de primera instancia, decidió, ante las dudas de
constitucionalidad que le planteaba la norma a aplicar, elevar una cuestión de legitimidad
constitucional a la Corte Constitucional. Cuestión cuya resolución dio lugar a la sentencia en
cuestión.
26
Gabinete Técnico
respecta a la “candidabilità”.»10 Por tanto, continua la Corte, «contrasta con
los invocados parámetros constitucionales la norma legal que impone en la
presentación de las candidaturas a los cargos públicos electivos cualquier
forma de cuota en razón del sexo de los candidatos.»11 Lo que de por sí la
Corte considera suficiente para declarar la inconstitucionalidad de las normas
sometida a juicio.12
2. Pese a utilizarse una formula «neutra» en el texto de la Ley 25 de marzo de
1993, n.º 81, el establecimiento de esta cuota se hace con la «clara finalidad
de asegurar a las mujeres una reserva de puestos en la lista de los
candidatos, al fin de favorecer las condiciones para un reequilibrio de la
representación de los sexos en las asambleas municipales.»13 finalidad que,
en tanto constituiría un modo de acción afirmativa para la consecución de una
igualdad sustancial y no sólo formal entre hombres y mujeres, podría estar
amparada por el artículo 3.2 de la Constitución.
3. La Corte sostiene la constitucionalidad de las medidas de acción afirmativa al
amparo del artículo 3.2 de la Constitución, si bien considera que éstas (las
acciones afirmativas) tienen su límite en la incidencia directa sobre derechos
fundamentales establecidos por la Constitución. O, en palabras de la propia
Corte, «… si tales medidas legislativas [en referencia a las medidas de acción
afirmativa], intencionalmente desiguales, pueden ciertamente ser adoptadas
para eliminar situaciones de inferioridad social y económica, o, más en
general, para compensar y remover la desigualdad material entre los
individuos […], no pueden en cambio incidir directamente sobre el contenido
mismo de aquellos mismos derechos, rigurosamente garantizados en igual
medida a todos los ciudadanos en cuanto tales.»14 Esto es, a juicio de la
Corte, lo que ocurre en el caso de la ley electoral impugnada. Para el tribunal,
ésta incide sobre un derecho para cuyo disfrute la Constitución establece una
paridad absoluta entre los ciudadanos, por lo que cualquier diferenciación en
10
Sentencia Corte Constitucional n.º 422/1995, 12 de septiembre, Fundamento jurídico (F.j.) 4
11
Ídem.
12
Véase. Sentencia Corte Constitucional n.º 422/1995, 12 de septiembre, F.j. 5, primer párrafo.
13
Sentencia Corte Constitucional n.º 422/1995, 12 de septiembre, F.j. 5
14
Sentencia Corte Constitucional n.º 422/1995, 12 de septiembre, F.j. 6
27
Gabinete Técnico
razón al sexo no puede sino resultar objetivamente discriminatoria,
disminuyendo para algunos ciudadanos el contenido concreto de un derecho
fundamental a favor de otros…»15.
4. Además, para la Corte la ley impugnada, no puede ampararse en el artículo
3.2 de la Constitución porque no busca la remoción de las causas que han
situado a la mujer en esa situación de desigualdad, los obstáculos que
impiden a las mujeres alcanzar un determinado resultado. Lo que la Ley
impugnada hace es atribuir directamente el resultado mismo al colectivo: «la
reconocida disparidad de condiciones, en resumen, no es eliminada, sino
constituye sólo el motivo que legitima una tutela preferencial sobre la base del
sexo.»16
5. Finalmente, la Corte Constitucional italiana, en el Fundamento jurídico n.º 7
de la sentencia analizada circunscribe la inconstitucionalidad de estas
medidas a las que son establecidas por ley, siendo en cambio valoradas
positivamente aquellas que son implementadas por las formaciones políticas
respecto a sus propias listas. Considera así el tribunal que el ámbito de las
cuotas no es la ley sino los estatutos de los partidos políticos. Para el tribunal
esta es la postura sostenida por el Parlamento Europeo en la Resolución 169
de 1988,
que al apelar a los partidos políticos, y no a los gobiernos o
parlamentos, para que reserven una cuota a las mujeres en sus listas,
reconoce , según la Corte Constitucional, la «la impracticabilidad de la vía de
solución legislativa» en este campo.
Con posterioridad a la anulación de esta Ley, en Italia han seguido produciéndose
acontecimientos relacionados con la regulación legal de la presencia de las mujeres en
las listas electorales. Así, en 1997 un comité conjunto de ambas cámaras propuso
algunas modificaciones constitucionales, entre las que se encontraban algunas
recomendaciones para promover el equilibrio de representación entre ambos sexos; si
bien, todavía no han sido implementadas.
15
Ídem.
16
Ídem.
28
Gabinete Técnico
En 1999 se aprobó el Texto único en materia de ordenamiento de los entes locales,
mediante el artículo 31 de la Ley de 3 de agosto de 1999, n.º 265, en cuyo artículo 6.3
puede leerse: «Los estatutos municipales y provinciales establecerán normas para
asegurar condiciones de paridad de oportunidades entre hombre y mujer en el sentido
de la ley de 10 de abril de 1991, n.º 125, y para promover la presencia de ambos
sexos en las juntas y en los órganos colegiados de la comuna de la provincia, además
de en los entes, empresas e instituciones de ellos dependientes.»
El 31 de enero de 2001 se aprobó la Ley Constitucional nº 2 cuyo artículo 2 establece
que, «con el objeto de conseguir el equilibrio en la representación de los sexos», la ley
regional «promoverá condiciones de paridad para el acceso a las consultas
electorales». Asimismo, mediante la Ley Constitucional de 18 de octubre de 2001, nº
3, se aprobó una reforma del artículo 117, en cuyo párrafo 6º puede leerse: «Las leyes
regionales removerán todo obstáculo que impida la plena paridad de los hombres y de
las mujeres en la vida social, cultural y económica y promoverán la paridad entre
mujeres y hombres en el acceso a los cargos electivos.» 17
En aplicación de estos preceptos, la ley regional de 25 de julio de 2002, en sus
artículos 2.2 y 7.1 modifica la ley regional de 12 enero de 1993, nº 3, para la elección
del Consejo regional del Valle d’Aosta. Dichas modificaciones supusieron la
introducción del artículo 3-bis, que establece que las listas electorales deben contener
«candidatos de ambos sexos», y la reforma del artículo 9.1, cuya actual letra a) prevé
la declaración de oficio de la invalidez de las listas en las que «no estén presentes
candidatos de ambos sexos.»
La importancia de estas disposiciones es que en 2003 fueron objeto de un nuevo
pronunciamiento de la Corte Constitucional italiana, como consecuencia del recurso
presentado por el Presidente del Consejo de Ministros.
La impugnación argumenta que estas dos disposiciones violan el principio de igualdad
contenido en los artículos 3 y 51 de la Constitución italiana, a la luz de la interpretación
realizada por la Sentencia de la Corte Constitucional 422/95, de 12 de septiembre.
(Anteriormente analizada).
17
Preceptos similares se pueden encontrar en los estatutos especiales de diversas regiones de
Italia.
29
Gabinete Técnico
En su pronunciamiento la Corte Constitucional, sin modificar totalmente la posición
expresada en sus anteriores sentencias, abre una puerta a la posibilidad de establecer
normas por las que se obligue a los partidos políticos a incorporar mujeres en sus
listas, so pena de ser declaradas nulas dichas listas. Los argumentos manifestados en
la sentencia pueden resumirse en los siguientes:
1. Las disposiciones impugnadas no suponen el establecimiento de requisito
adicional alguno de elegibilidad, al tiempo que no pueden ser calificadas de
medidas de acción afirmativa puesto que no suponen el establecimiento de
ningún trato desigual entre los sexos. Y, por tanto, no hay «ninguna incidencia
directa sobre el contenido de los derechos fundamentales de los ciudadanos,
de uno u otro sexos, todos igualmente elegibles sobre la base de los únicos e
iguales requisitos prescritos.»18 Asimismo, «tampoco puede hablarse de la
incidencia en un hipotético derecho de los aspirantes a candidatos a ser
incluidos en una lista», cuya formación permanece en el ámbito de la libre
elección de los partidos. En otros términos: «las disposiciones examinadas no
establecen un vinculo con el ejercicio del voto o con el ejercicio de los
derechos de los ciudadanos elegibles, sino con la formación de la libre
elección de los partidos y de los grupos que elaboran y presentan las listas
electorales, prohibiéndoles (sólo) la posibilidad de presentar listas formadas
por candidatos todos de un mismo sexo.»
2. «Las disposiciones impugnadas de la ley electoral del Valle d’Aosta operan en
este terreno, introduciendo una obligación legal respecto a la decisión por la
que se forma y presenta la lista. Lo que, en suma, ya se auspiciaba llegar a
través de opciones estatutarias o reglamentarias de los partidos (los cuales
en cambio, hasta ahora, en general no han mostrado gran propensión a
traducirlo espontáneamente en hechos con reglas de autodisciplina previstas
y efectivamente seguidas) es aquí perseguido como efecto de una obligación
legal. Una obligación que se justifica plenamente a la luz de la finalidad
promocional hoy expresamente prevista en la norma estatutaria.»19
18
Sentencia Corte Constitucional 49/2003, de 13 de febrero, F.j. 3.
19
Ídem. F.j. 4.
30
Gabinete Técnico
3. En resumen: la obligación queda circunscrita al momento de la formación de
la lista, «y no incide de modo alguno sobre los derechos de los ciudadanos,
sobre la libertad del voto de los electores y sobre la igualdad de
oportunidades de las listas y de los candidatos y de las candidatas en la
competición electoral, ni sobre el carácter unitario de la representación
electiva», pudiendo por tanto considerarse estas medidas «una legítima
expresión en el plano legislativo del intento de realizar la finalidad
promocional expresamente sancionada en el estatuto especial [de la región
del Valle d’Aosta] en vista del objetivo del equilibrio de la representación.»20
Si bien la sentencia de 422/1995 supuso un duro golpe para la legislación sobre
cuotas en Italia, la evolución normativa y, sobre todo, jurisprudencial permiten
vislumbrar una mejora de la situación. Especialmente por el camino que abren los
argumentos utilizados en la Sentencia 49/2003.
En resumen: la situación actual está marcada por la existencia de un gran número de
mandatos al legislador para que garantice y promueva el acceso de las mujeres a
cargos públicos y de representación electiva. Mandatos que hasta el momento se han
desarrollado tímidamente puesto que, sin establecer cuotas, se limitan a imponer la
necesaria presencia de alguna mujer en las listas electorales. En caso de
incumplimiento las consecuencias van desde la no sanción a la invalidez de la
candidatura en cuestión.
20
Ídem. F.j. 5.
31
Gabinete Técnico
e) BÉLGICA
En el plano constitucional, dejando a un lado la especifica mención a la igualdad de
derechos entre hombres y mujeres recogida en el párrafo 3º del artículo 10 de la
Constitución de Bélgica —«la igualdad de las mujeres y de los hombres está
garantizada»—, y tras la modificación constitucional de 21 de febrero de 2002,
encontramos una serie de disposiciones que mandatan la presencia de personas de
distintos sexos en la composición de los consejos de ministros, diputaciones
permanentes, en los colegios del burgomaestre (alcalde) y de concejales, etc… Así en
el artículo 11-bis se lee:
«La ley, el decreto o la norma contemplada en el artículo 134
garantiza a las mujeres y a los hombres el igual ejercicio de sus derechos y
libertades, y favorecerán, en particular, su igual acceso a los mandatos
electivos y públicos.
El Consejo de Ministros y los Gobiernos de comunidad y región
contarán con personas de personas de diferente sexo.
La ley, el decreto o la norma contemplada en el artículo 134
organizarán la presencia de personas de diferente sexo en las
diputaciones permanentes de los consejos provinciales, de los órganos
colegiados de el burgomaestre y concejales, de los consejos de ayuda
social, de las oficinas permanentes de los centros públicos de ayuda social
y en los ejecutivos de cualquier otro órgano territorial interprovincial,
intermunicipal o intramunicipal.
Las líneas que preceden no se aplican cuando la ley, el decreto o la
norma contemplada en el artículo 134 organizan la elección directa de los
diputados permanentes de los consejos provinciales, de los concejales, de
los miembros del consejo de ayuda social, de los miembros de la oficina
permanente de los centros públicos de ayuda social o de los miembros de
los ejecutivos de cualquier otro órgano territorial interprovincial, intermunicipal
o intramunicipal.»
32
Gabinete Técnico
En el plano legislativo, Bélgica también se incorporó, siguiendo los pasos de Italia, al
establecimiento por ley de cuotas en las listas electorales. Así, en mayo de 1994 se
aprobó una ley que preveía el establecimiento de una cuota para las mujeres en las
listas electorales en dos fases. En la primera 1994-1999 se disponía que, al menos,
uno de cada cuatro puestos de las listas electorales (25%) debía estar ocupado por
una mujer. Fue con esta regulación con la que se celebraron las elecciones de 1996.
A partir de del 1 de enero de 1999 entró en vigor la segunda fase de la ley y la cuota
se aumento a un puesto de cada tres (33%).
En caso de incumplimiento la sanción consiste en la limitación del número de
candidatos que puede presentar la candidatura infractora. Es decir: en una
circunscripción en la que haya que presentar 15 candidatos, al menos 5 deben ser
ocupados por mujeres; de no ser así, y por ejemplo sólo hay 3 mujeres, la candidatura
es válida, pero sólo constara de 13 nombres (el máximo de hombres permitido, 10
(66%), más 3 mujeres, permaneciendo vacíos 2 puestos). De esta forma los partidos
que no cumplan pueden ver que no cubren todos los escaños que en principio les
corresponderían.
En 2002 la modificación de diversas normas electorales dio como resultado que para
las elecciones al Parlamento Europeo,21 al Consejo Regional Valón, al Consejo
Flamenco, al Consejo de la Región de Bruselas-Capital,22 a las Cámaras Legislativas
Federales y al Consejo de la Comunidad Germanófona,23 la diferencia entre el número
de hombres y mujeres integrantes de las listas no podía ser superior a uno, debiendo
ocupar los dos primeros puestos personas de distinto sexo. Respecto a esta última
21
Véase artículos 2 y 3 de la Ley, de 17 de junio de 2002, asegurando una presencia igual de
hombres y mujeres en las listas de candidatos en las elecciones al Parlamento Europeo.
22
Véase: artículos 2, 5, 6 y 10 de la Ley especial, de 18 de julio de 2002, asegurando una
presencia igual de hombres y de mujeres en las listas de candidatos en las elecciones al
Consejo Regional Valón, al Consejo Flamenco y al Consejo de la Región de Bruselas-Capital.
23
Véase: artículos 2, 4 y 5 de la Ley, de 18 de julio de 2002, asegurando una presencia igual
de hombres y de mujeres en las listas de candidatos en las elecciones a las Cámaras
Legislativas Federales y al Consejo de la Comunidad Germanófona. Finalmente, en los
artículos 5 y 31 de la Ley, de 13 de diciembre de 2002, relativa a diversas modificaciones en
materia electoral, para los casos de las elecciones a las Cámaras Legislativas Federales y al
Consejo de la Comunidad Germanófona, extiende las disposiciones sobre la paridad entre
hombre y mujeres en las listas a los suplentes.
33
Gabinete Técnico
parte, las respectivas disposiciones transitorias establecían que, en las primeras
elecciones tras la entrada en vigor de la ley en cuestión, los tres primeros puestos de
las listas electorales no podrían estar ocupados por personas del mismo sexo.
34
Gabinete Técnico
f) FRANCIA
En 1982 una enmienda a la legislación electoral introdujo una cuota electoral mínima
del 25% para candidatos de cualquiera de los sexos en la elecciones locales de los
ayuntamientos de más de 2500 habitantes, ley que fue declarada inconstitucional por
el Consejo Constitucional ese mismo año. De modo que, igual que en la mayoría de
los países europeos, las cuotas electorales para garantizar la democracia paritaria
quedaron circunscritas al ámbito de los estatutos y reglamentos de los partidos. En
esta situación, el PSF, en la línea del resto de partidos socialistas europeos, adoptó
una política interna de cuotas que se mostró bastante efectiva en la promoción del
acceso de la mujer en cargos políticos. En parte consecuencia del éxito de las
medidas adoptadas por nuestros compañeros franceses, y en parte por la maduración
de un debate que nunca se cerro, en 1999 se produjeron una serie de modificaciones
que han convertido a Francia en el país europeo puntero en cuanto a legislación
electoral paritaria se refiere; aunque como hemos visto anteriormente y debido al
sistema electoral francés, ello no tiene por qué trasladarse al resultado.
Como se contaba con la experiencia de la ley de 1982 y de su expulsión del
ordenamiento por el Consejo constitucional, se decidió adoptar una serie de medidas
que garantizasen que el texto legal que se aprobara fuera constitucional.
Para ello se empezó por modificar la Constitución de la V República con la Ley
constitucional 99-569, de 8 de julio, relativa a la igualdad entre las mujeres y los
hombres. Con esta Ley el Congreso (reunión conjunta de la Asamblea Nacional y del
Senado) procedió a la introducción de dos preceptos destinados a dar cobertura a los
posteriores desarrollos legislativos. El primero de ellos, consistió en la introducción de
un último párrafo en el artículo 3 de la Constitución en el que se lee: «La ley
favorecerá el igual acceso de las mujeres y de los hombres a los cargos electivos y a
las funciones electorales». Por su parte la reforma del artículo 4 complementó el texto
anterior al establecer que los partidos y las agrupaciones políticas «contribuirán a la
aplicación del principio enunciado en el último apartado del artículo 3 en las
condiciones determinadas por la ley.» Así, con el primero de ellos se establece una
35
Gabinete Técnico
autorización al legislador para la adopción de medidas de acción afirmativa en el
ámbito electoral, y por le según se vincula a los partidos a la consecución de la
igualdad entre hombre y mujeres en el campo dela representación política, en los
términos establecidos por la ley.
El segundo paso consistió en la enmienda del Código electoral francés, y de otras
leyes que regulaban procesos electorales24, así como de la Ley 88-227 de 11 de
marzo de 1988 relativa a la transparencia financiera de la vida política. Dicha reforma
se llevó a cabo mediante la Ley 2000/493, de 6 de junio, tendente a favorecer el igual
acceso de las mujeres y de los hombres a los cargos electivos y a las funciones
electorales.
Como consecuencia de las modificaciones introducidas por esta Ley en la legislación
electoral, en aquellos procesos electorales en los que la elección se lleve a cabo
mediante un sistema proporcional se establece una cuota del 50%: «En cada una de
las listas, la divergencia entre el número de los candidatos de cada sexo no puede ser
superior a uno.»25 La diferencia estriba en la colocación de los candidatos.
Para la elección de los consejeros municipales de las ciudades de 3500 habitantes o
más, y elecciones al Consejo General de de Saint-Pierre-et-Miquelon, «en cada grupo
entero de seis candidatos en el orden de presentación de la lista debe figurar un
número igual de candidatos de cada sexo.»26 Mientras, para la elección de senadores
en aquellas circunscripciones donde se realiza por sistema proporcional —donde se
eligen 4 ó más senadores—, las elecciones al Parlamento Europeo, la elección de los
consejos regionales de Córcega y la Asamblea de Córcega, la elección de los
miembros de la Asambleas de la Polinesia francesa, y la Asambleas territorial de las
24
Las otras leyes modificadas son: la Ley 82-471 de 7 de junio de 1982 relativa al Consejo
superior Francés en el extranjero, la Ley 77-729 de 7 de julio relativa a la elección de los
representantes en el Parlamento Europeo, la Ley 83-27 de 19 de enero modificadora de
diversas disposiciones relativas a la elección de los consejos municipales de Nueva Caledonia
y de las Polinesia francesa, y Ley 52-1175 de 21 de octubre relativa a la composición y la
formación de la asamblea territorial de la Polinesia francesa.
25
Artículo L264 del Código Electoral, en la redacción dada por el artículo 2.1 de la Ley
2000/429.
26
Véase. Artículos: L264 y L331-2 del Código Electoral.
36
Gabinete Técnico
Islas Wallis y Fortuna, y Mayotte, «cada lista estará compuesta alternativamente por
un candidato de cada sexo.»27
La verificación del cumplimiento de las exigencias legales se lleva a cabo en el
momento de la inscripción de la candidatura, y en el caso de no reunir los requisitos
fijados por la ley, entre ellos el de la paridad entre los sexos, no será inscrita, y por
tanto no concurrirá a las elecciones.
En Francia no todos los procesos electorales se rigen por un sistema proporcional.
Así, tanto la elección de los senadores de determinadas circunscripciones, como la de
los diputados de la Asamblea Nacional son elegidos por un sistema uninominal
mayoritario. Es decir, sólo hay un puesto en liza y cada formación política sólo
presenta un candidato para ocupar ese puesto. Como es lógico, para estos casos no
se puede establecer, o es mucho más difícil, una obligación legal de cuotas. No
obstante, esto no significa que no se pueda adoptar ninguna medida, y así la Ley
2000-493, en su artículo 15 procede a la modificación del artículo 9-1 de la Ley 88-227
de 11 de marzo de 1988 relativa a la transparencia financiera de la vida política, en los
siguientes términos:
«Cuando, para un partido o una agrupación política, la divergencia
entre el número de candidatos de cada sexo que declara estar vinculado a
este partido o agrupación, en la última renovación general la Asamblea
Nacional, […], sobrepasa un 2% del número total de estos candidatos, el
importe de la primera fracción que se le asigna en aplicación de los
artículos 8 y 9 se disminuye en un porcentaje igual a la mitad de esta
divergencia informada entre total estos candidatos.
Esta disminución no es aplicable a los partidos y agrupaciones
políticos que presentan candidatos exclusivamente en ultramar cuando la
divergencia entre el número de candidatos de cada sexo que están
vinculados no es superior a uno. […]»
27
Véase. Artículos: L300, L346, L370, LO406-1 y L418 del Código Electoral; y 9 de la Ley 77729 de 7de julio, relativa a la elección de representantes en el Parlamento Europeo.
37
Gabinete Técnico
Como ocurrió en 1982, ésta ley también fue objeto de una impugnación ante el
Consejo Constitucional. En esta ocasión los recurrentes fueron más de sesenta
senadores que expresaron su rechazo a la Ley 2000-493. Dejando a un lado las
cuestiones referidas a los artículos de la ley que poco tienen que ver con el objeto
de este informe y siguiendo la reconstrucción realizada por el Consejo
Constitucional en su decisión, los recurrentes se dirigen contra dos grupos de
cuestiones: los artículos 2, 3, y 5 a 8 de la Ley; y el artículo 15.
Por lo que se refiere al primer grupo los argumentos de los senadores recurrentes
son:
1º. Que la reforma constitucional operada por la Ley Constitucional 99-569 no
derogó el conjunto de los artículos 3 y 4 anterior a la reforma.
2º. Que el texto introducido por la reforma por la reforma no estableció normas
sino directrices, no pudiendo justificarse por esas disposiciones medidas
obligatorias o penalizadoras.
3º. Que los artículos 2, 3, 5, 6, 7 y 8 de la ley impugnada establecen una
auténtica obligación de establecer cuotas, lo que resulta contrario a los
artículos 3 y 4 de la Constitución, así como al artículo 6 de la Declaración de
derechos del Hombre y del ciudadano de 1789;28 como señalo en su
pronunciamiento 82-146, de 18 de noviembre, el Consejo Constitucional.
Por lo que respecta al artículo 15 de la Ley, los recurrentes se apoyan en los
siguientes argumentos para pedir su anulación:
1º. Que la redacción del artículo 9-1 de la Ley 88-227 dada por la ley impugnada
establece una sanción para aquellos grupos o formaciones políticas que,
teniendo en consideración todos los departamentos donde hayan concurrido
a las elecciones, no hayan presentado un equilibrio entre los candidatos de
uno y otro sexo menor o igual a un 2%
28
«Artículo 6.- La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen
derecho a contribuir a su elaboración, personalmente o por medio de sus representantes. Debe
ser la misma para todos, ya sea que proteja o que sancione. Como todos los ciudadanos son
iguales ante ella, todos son igualmente admisibles en toda dignidad, cargo o empleo públicos,
según sus capacidades y sin otra distinción que la de sus virtudes y sus talentos.» (Declaración
de derechos del Hombre y del Ciudadano, 1789).
38
Gabinete Técnico
2º. Que dicha penalización es desproporcionada en relación con el objetivo
establecido en los artículos 3 y 4 de la Constitución y que, en consecuencia
viola el principio de de necesidad de las penas enunciado en el artículo 8 de
la Declaración de derechos del Hombre y del ciudadano de 1789, así como el
principio de proporcionalidad.29
El Consejo Constitucional, en su Decisión 2000-429 de 30 de mayo, desestimó las
pretensiones de los senadores recurrentes por lo que a los artículos antes
señalados se refiere, declarando su constitucionalidad.30 Los argumentos del
Consejo pueden resumirse en los siguientes:
1) En referencia a los artículos 2, 3, 5, 6, 7 y 8 de la Ley 2000-493 el Consejo
Constitucional manifiesta que en la Constitución «nada se opone a que el poder
constituyente introduzca en el texto de la Constitución las nuevas disposiciones
que […] deroguen las normas o principios de valor constitucional».
2) La reforma constitucional operada por la Ley 99-569 tiene por objeto, y como
efecto, suprimir las trabas constitucionales, respecto del establecimiento de un
sistema obligatorio de cuotas, señaladas por el Consejo en decisiones
precedentes. Por tanto, «los recurrentes no pueden prevalerse del efecto del cosa
juzgada de de las citadas decisiones». Con ello se niega relevancia a la doctrina
constitucional esgrimida por los recurrentes.
3) Como se desprende de los trabajos preparatorios de la reforma del artículo 3 de la
Constitución, ésta tuvo claramente por objeto permitir al legislador la introducción
en el ordenamiento jurídico de disposiciones que hicieran efectivo el igual acceso
de hombres y mujeres a los cargos electivos y a las funciones electorales, sin
perjuicio de otros valores, principios y disposiciones constitucionales aún vigentes.
4) Las disposiciones impugnadas, relativas a la imposición legal a las candidaturas de
presentar un determinado equilibrio entre los sexos entran dentro del elenco de
29
«Artículo 8.- La ley sólo debe establecer penas estricta y evidentemente necesarias, y nadie
puede ser castigado sino en virtud de una ley establecida y promulgada con anterioridad al
delito, y aplicada legalmente.» (Declaración de derechos del Hombre y del ciudadano, 1789).
30
La decisión 2000-429 estima parcialmente el recurso presentado contra la Ley 2000-493,
pero lo hace en relación con aspectos que, salvo por las previsiones relativas a la elección del
Consejo Superior de los Franceses en el Extranjero, no tienen que ver con el establecimiento
de cuotas para la presencia de equilibrada de los dos sexos en las listas electorales.
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Gabinete Técnico
medidas que el legislador puede adoptar bajo la protección de la nueva redacción
del artículo 3 de la Constitución. Por tanto, ha de desestimarse la solicitud de su
declaración de inconstitucionalidad.
5) Por lo que se refiere a la impugnación del artículo 15, considera que la nueva
redacción dada al artículo 9-1 de la ley 88-227, no establece una sanción, sino una
modulación de la ayuda pública asignada a los partidos y grupos políticos
concurrentes a las elecciones en aplicación del los artículos 8 y 9 de la citada ley.
Modulación que tiene por objeto incentivar a los partidos políticos la
implementación del principio de igual acceso de hombres y mujeres a los cargos
electivos y funciones electorales.
6) Que por todo ello no es aplicable el principio de necesidad de las penas, esgrimido
por los recurrentes, siendo por tanto constitucional dicha modulación.
40
Gabinete Técnico
g) GRECIA
En Grecia encontramos los dos tipos de cuota: la establecida para los procesos
electorales, y la que determina la composición de órganos colectivos ejecutivos o
consultivos de la administración pública.
A nivel constitucional, entre otras disposiciones, el artículo 4 de la Constitución griega
en su primer apartado afirma el principio de igualdad —«todos los griegos son iguales
ante la ley»— para, a continuación, en el apartado 2, hacer una mención expresa de la
mujer al establecer que: «Los hombres y las mujeres griegos tiene iguales derechos e
iguales obligaciones»
Más adelante, gracias a la reforma del texto constitucional realizada en 2001, se dio
una nueva redacción al artículo 116 de la Constitución en la línea de reforzar la
igualdad entre hombres y mujeres, así como para dar cobertura a posibles medidas de
acción afirmativa. Así el artículo 116.2 establece:
«2. La adopción de medidas positivas para promover la igualdad
entre hombres y mujeres no constituye discriminación por razón de sexo.
El Estado atenderá a la eliminación de las desigualdades existentes,
especialmente al detrimento de las mujeres.»
Con anterioridad a la reforma constitucional, en septiembre de 2000 se aprobó la Ley
2839/2000, de 12 de septiembre, sobre la regulación de materias relacionadas con el
Ministerio de Asuntos Exteriores, Administración pública y otras disposiciones. Ley con
la que se estableció un sistema de cuotas en los consejos de dirección, consejos de
administración y órganos colectivos del sector publico.
En su artículo 6 esta Ley aborda «la regulación de materias relacionadas con la
Secretaría General para la Igualdad». En el primer apartado de este artículo 6 se
41
Gabinete Técnico
establece una cuota para cada sexo de al menos un tercio en la composición de los
consejos departamentales de la administración pública, de organizaciones del sector
público y de cuerpos de la administración local; siempre y cuando sea suficiente el
número de empleados que reúnen los requisitos para el nombramiento y el numero
sea mayor de uno.
Así mismo, esta cuota de un tercio, se aplica las propuestas o recomendaciones de
miembros de consejos de dirección u otros cuerpos colectivos de dirección de
organizaciones del sector público o privado, que realice la Administración pública,
organizaciones del sector público o los cuerpos de la administración local, siempre que
el número sea mayor.
En el apartado dos se establece la creación de un Comisión Regional de Igualdad en
cada de las 13 regiones del país.
Finalmente, el artículo 75 d la Ley 2910/2001, de 2 de mayo, estableció una cuota de
al menos un tercio para las elecciones municipales; cuyo incumplimiento conlleva la
nulidad de la lista.
42
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6) LAS CUOTAS EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN LA UE DE LOS
15
Como ya hemos dicho anteriormente, dos de los más valiosos instrumentos que
garantizan la presencia de mujeres en los parlamentos son las cuotas legalmente
establecidas en las leyes electorales y las cuotas establecidas en los partidos políticos.
Ambos instrumentos son válidos y cada uno tiene sus respectivas ventajas. Podemos
decir que en todos los países europeos de antes de la ampliación uno de los dos tipos
de cuotas se ha puesto en marcha con mayor o menor éxito.
Para analizar los datos siempre deberemos tener en cuenta la gran influencia que
tiene el sistema electoral del país en cuestión, puesto que no es lo mismo hablar de un
Congreso elegido por sistema uninominal que el de una lista electoral proporcional.
Las mujeres ganan escaños allá donde el sistema sea proporcional y cuanto más
número de puestos se pongan en juego.
Hemos visto de forma detallada cómo se han establecido las cuotas en las diferentes
legislaciones, pero no podemos ni debemos pasar por alto la repercusión del
establecimiento de cuotas en los partidos políticos. Gracias a estas últimas el número
de mujeres ha aumentado de forma significativa en los parlamentos y diferentes
comités decisorios de los Estados.
Como se puede ver en la tabla anexa sobre las “Cuotas en los Partidos”, la adopción
de las cuotas en los partidos políticos se ha dado fundamentalmente en aquellos
partidos de izquierdas y en los verdes o ecologistas, salvo casos como el alemán.
Pero es importante resaltar que esta práctica ha llevado a los partidos populares y
demócrata-cristianos del entorno a aumentar el número de mujeres en sus listas
electorales, es decir, adoptan un sistema de cuotas informal. El caso más cercano lo
tenemos en nuestro propio país, donde el Partido Popular, presionado socialmente, ha
incluido cada vez más mujeres en sus listas. Con un ritmo menor que el Partido
Socialista, todo hay que decirlo.
43
Gabinete Técnico
En el año 2001, de los 76 partidos políticos existentes en los Estados miembro de la
Unión Europea el 46% (35 partidos) usaban algún tipo de cuota. En 35 de estos
partidos con cuota las mujeres han conseguido niveles de representación por encima
del 24%, y de estos, el 69% tienen la doble cuota (porcentaje y lugar).31
La representación de las mujeres permanece por debajo del 10% en 17 de los partidos
políticos, de los cuales sólo uno de ellos tiene una doble cuota. 32
En la mayoría de los partidos políticos se ha evolucionado hacía las cuotas neutras,
hacia el modelo de democracia paritaria. Este modelo o el del 50-50 está vigente en
casi todos los partidos y en prácticamente todos los países, salvo Portugal, donde el
Partido Socialista tiene una cuota de mujeres del 25% y en Grecia, donde el PASOK
tiene una cuota del 20%. Precisamente dos de los países con menor representación
de mujeres en sus cámaras, pese a que su sistema electoral proporcional facilitaría el
establecimiento de cuotas.
Otro caso es el del Reino Unido que ya hemos comentado anteriormente, que debido
a su sistema electoral y las sentencias en contra de las cuotas, ha sido difícil
establecer algún tipo de cuotas, incluso como norma interna de los partidos. Pero esto
no significa que no hayan buscado modelos y realizado una verdadera apuesta por la
igualdad en el Partido Laborista.
Los partidos más importantes de Alemania han puesto en marcha también una política
de cuotas. Los verdes y el PDS tienen una doble cuota del 50% combinada con el
sistema de cremallera. Los socialdemócratas han alcanzado en 1998 el 60 / 40%. Y
uno de los pocos casos de Europa de partido conservador con cuotas lo constituye el
CDU que en 1996 introdujo una cuota del 30% para las mujeres, tanto en los órganos
internos como en las listas electorales. Este acuerdo generado en Alemania ha hecho
que los niveles de representación femenina se hayan incrementado de forma
considerable en el Bundestang.
31
Squires, Judith and Mark Wickam-Jones. Women in parliament: a comparative analysis.
London, Equal Opportunities Comission, 200.
32
Russell M. Women’s representation in UK politics: what can be done within the law? London,
The Constitution Unit, 2000, p.15-16
44
Gabinete Técnico
Por último no podemos dejar de mencionar el caso de Dinamarca donde, en este
momento, ninguno de sus partidos políticos disponen de cuotas electorales. El Partido
Socialista (SF) fue el primer partido político que introdujo una cuota del 40% en 1977,
y las abandonaron en 1996. En 1983 pusieron la misma cuota para las elecciones al
Europarlamento y fueron abandonadas en el año 1990. Los Socialdemócratas (SD),
partido perteneciente a la Internacional Socialista, hicieron un recorrido similar,
adoptando el 40% en 1983 y abandonándolo en 1996.
Dinamarca en estos momentos, cuando han pasado 8 años desde el abandono de las
cuotas en los partidos políticos, tiene un 39% de mujeres en su Cámara baja. Claro
que el recorrido de este país en la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres
es, con diferencia, una historia ejemplar y pionera en el mundo.
Para finalizar, no podemos dejar de insistir en el hecho que tanto las cuotas dentro de
los partidos, como las establecidas por ley son dos instrumentos igual de validos para
alcanzar el objetivo de una democracia completa.
No se puede establecer una correspondencia entre un sistema mejor que otro, puesto
que cada país tiene una legislación diferente y este es un factor clave. Como hemos
podido comprobar podemos encontrarnos países con cuotas establecidas por ley, en
los que ese hecho no se corresponde con una presencia equilibrada de mujeres en su
parlamento.
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Gabinete Técnico
7) INSTRUMENTOS JURÍDICOS INTERNACIONALES
Son muchos los instrumentos jurídicos que están disponibles que apoyan las acciones
positivas. En ellos deberemos fijarnos para nuestra acción política. Estas
declaraciones, Convenciones, Constituciones y Leyes son fruto del esfuerzo de
muchas mujeres y hombres comprometidos con la igualdad de oportunidades. Años de
esfuerzo por avanzar en derechos para todas y todos.
a) NACIONES UNIDAS
Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Artículo 2
1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política
o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición.
Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o
por medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las
funciones públicas de su país.
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Gabinete Técnico
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
Artículo 2
1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a
garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su
jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
2. Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus procedimientos
constitucionales y a las disposiciones del presente Pacto, las medidas oportunas para
dictar las disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para
hacer efectivos los derechos reconocidos en el presente Pacto y que no estuviesen ya
garantizados por disposiciones legislativas o de otro carácter.
3. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a garantizar
que:
a) Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto
hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal
violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus
funciones oficiales;
b) La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera
otra autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá
sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y desarrollará
las posibilidades de recurso judicial;
c) Las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se haya
estimado procedente el recurso.
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Gabinete Técnico
Artículo 25
Todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna de las distinciones mencionadas en el
artículo 2, y sin restricciones indebidas, de los siguientes derechos y oportunidades:
a) Participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio
de representantes libremente elegidos;
b) Votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por
sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de
la voluntad de los electores;
c) Tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones
públicas de su país.
Convención
Sobre
La
Eliminación
De
Todas
Las
Formas
De
Discriminación Contra La Mujer
Artículo 4
1. La adopción por los Estados Partes de medidas especiales de carácter temporal
encaminadas a acelerar la igualdad de facto entre el hombre y la mujer no se
considerará discriminación en la forma definida en la presente Convención, pero de
ningún modo entrañará, como consecuencia, el mantenimiento de normas desiguales
o separadas; estas medidas cesarán cuando se hayan alcanzado los objetivos de
igualdad de oportunidad y trato.
2. La adopción por los Estados Partes de medidas especiales, incluso las contenidas
en la presente Convención, encaminadas a proteger la maternidad no se considerará
discriminatoria.
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Gabinete Técnico
Artículo 7
Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer en la vida política y pública del país y, en particular,
garantizarán a las mujeres, en igualdad de condiciones con los hombres, el derecho a:
a) Votar en todas las elecciones y referéndums públicos y ser elegibles para
todos los organismos cuyos miembros sean objeto de elecciones públicas;
b) Participar en la formulación de las políticas gubernamentales y en la
ejecución de éstas, y ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones
públicas en todos los planos gubernamentales;
c) Participar en organizaciones y en asociaciones no gubernamentales que se
ocupen de la vida pública y política del país.
Convención Sobre Los Derechos Políticos De La Mujer
Artículo I
Las mujeres tendrán derecho a votar en todas las elecciones en igualdad de
condiciones con los hombres, sin discriminación alguna.
Artículo 2
Las mujeres serán elegibles para todos los organismos públicos electivos establecidos
por la legislación nacional, en condiciones de igualdad con los hombres, sin
discriminación alguna.
Artículo 3
Las mujeres tendrán derecho a ocupar cargos públicos y a ejercer todas las funciones
públicas establecidas por la legislación nacional, en igualdad de condiciones con los
hombres, sin discriminación alguna.
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Gabinete Técnico
Plataforma de Acción de Beijing.
G. La mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones
190. Medidas que han de adoptar los gobiernos:
a) Comprometerse a establecer el objetivo del equilibrio entre mujeres y hombres en
los órganos y comités gubernamentales, así como en las entidades de la
administración pública y en la judicatura, incluidas, entre otras cosas, la fijación de
objetivos concretos y medidas de aplicación a fin de aumentar sustancialmente el
número de mujeres con miras a lograr una representación paritaria de las mujeres y
los hombres, de ser necesario mediante la adopción de medidas positivas en favor de
la mujer, en todos los puestos gubernamentales y de la administración pública;
b) Adoptar medidas, incluso, cuando proceda, en los sistemas electorales, que
alienten a los partidos políticos a integrar a las mujeres en los cargos públicos
electivos y no electivos en la misma proporción y en las mismas categorías que los
hombres;
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Gabinete Técnico
A) EUROPA
UNIÓN EUROPEA
Resolución del Parlamento Europeo sobre el Informe de la Comisión sobre la
aplicación de la Recomendación 96/694 del Consejo de 2 de diciembre de 1996,
relativa a la participación equilibrada de las mujeres y los hombres en los
procesos de toma de decisión (COM(2000) 120 - C5-0210/2000 - 2000/2117(COS))
Aprobada por el Parlamento el 18 de enero de 2001.
7. Pide que se favorezca el equilibrio de géneros en todas las políticas y en todas las
comisiones tanto a escala de la UE como a escala nacional e internacional, con una
participación que no debe ser inferior al 40% para cada género;
13. Pide a todos los gobiernos, y especialmente los de los países en los que la
participación de las mujeres en los órganos decisorios es inferior al 30%, que estudien
las consecuencias diferenciadoras de los sistemas electorales en la representación
política de los géneros en los órganos compuestos por miembros electos, que
consideren la posibilidad de adaptar o reformar dichos sistemas y, en caso necesario,
que incentiven a los partidos políticos para que estos introduzcan sistemas de cuotas,
como el sistema de "cremallera" , o adopten otro tipo de medidas que fomenten una
participación equilibrada;
51
Gabinete Técnico
Constitución Europea (cuando entre en vigor)
Parte I
Título I
De la definición y los objetivos de la Unión
Artículo I-3
La Unión combatirá la exclusión social y la discriminación y fomentará la justicia y la
protección sociales, la igualdad entre mujeres y hombres, la solidaridad entre las
generaciones y la protección de los derechos del niño.
Parte II
Carta de los derechos fundamentales de la Unión
Artículo II-83
Igualdad entre mujeres y hombres
La igualdad entre mujeres y hombres deberá garantizarse en todos los ámbitos,
inclusive en materia de empleo, trabajo y retribución.
El principio de igualdad no impide el mantenimiento o la adopción de medidas que
supongan ventajas concretas en favor del sexo menos representado.
52
Gabinete Técnico
CONSEJO DE EUROPA
Recomendación 1676 (2004) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de
Europa. La participación de las mujeres en elecciones. (Traducción libre del
borrador)
II Establecer los objetivos de aumentar la representación de las mujeres en el
parlamento y en otras asambleas al nivel del 40% por lo menos para el año 2020, en
particular por medio de:
a. Remover cualquier barrera constitucional o legal a las medidas positivas con
el objetivo de la paridad de género;
b. Alentar a los partidos políticos a asegurar el aumento de la representación
de las mujeres;
c. Adoptar reformas legislativas que introduzcan la paridad de los candidatos
en elecciones a nivel local, regional, nacional u supranacional;
e. Ajustar o reformar los sistemas electorales que muestren un impacto
negativo sobre la representación política en los órganos de elección para
promover una representación de género balanceada;
f. Instituir cuotas de género neutrales para el número de candidatos hombres y
mujeres en las listas de los partidos. Los sistemas de cuotas dobles son
recomendados especialmente porque aseguran que las mujeres están
suficientemente bien ubicadas para ser electas. La cuotas deben ser limitadas
y proporcionadas;
h. Aplicar esas medidas a todos los candidatos electos, tales como por ejemplo
Presidente y Alcaldes donde sea aplicable, así como a todos los órganos
constituidos como resultado de las elecciones como de los gobiernos;
i. Adoptar medidas legislativas y/o administrativas apropiadas para asegurar la
representación de género balanceada en todas las delegaciones nacionales en
organizaciones internacionales y foros;
53
Gabinete Técnico
Recomendación Rec (2003) 3 del Comité de Ministros a los Estados miembros
del Consejo de Europa, sobre la participación equilibrada de mujeres y hombres
en procesos de decisión política y pública
I. comprometerse en promover una representación equilibrada de mujeres y hombres
reconociendo públicamente que un reparto igualitario del poder de decisión entre
mujeres y hombres de horizontes y edades diferentes refuerza y enriquece la
democracia;
Anexo a la Recomendación Rec(2003)3
Para los fines de la presente recomendación, la participación equilibrada de mujeres y
hombres significa que la representación de cada uno de los dos sexos en el seno de
una instancia de decisión en la vida política o pública no debe ser inferior a 40%.
Sobre esta base, se invita a los gobiernos de los Estados miembros estudiar las
siguientes medidas:
A. Medidas legislativas y administrativas
Los Estados miembros deberían:
1. considerar una eventual modificación de la constitución y/o de la legislación,
incluida las medidas de acción positiva, para favorecer una participación más
equilibrada de mujeres y hombres en el proceso de decisión política y pública;
3. considerar la adopción de reformas legislativas tendentes a instaurar
umbrales de paridad para las candidaturas a las elecciones locales, regionales,
nacionales y supranacionales. En los casos que existan listas de tipo
proporcional,
prever
la
introducción
de
sistemas
de
alternancia
hombres/mujeres;
4. pensar en actuar mediante la financiación pública de los partidos políticos
para animarles a promover la igualdad entre mujeres y hombres;
5. cuando los sistemas electorales tienen un impacto manifiestamente negativo
sobre la representación política de las mujeres en las asambleas, modificar o
reformar dichos sistemas con el fin de promover una representación equilibrada
de mujeres y hombres;
54
Gabinete Técnico
B) ESPAÑA
Constitución Española
Título preliminar
Artículo 9
2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y
la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas;
remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación
de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
Capítulo segundo
Derechos y libertades
Artículo 14
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna
por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social.
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