EL CUARTO ESLABÓN La epidemiología (epi-demos

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EL CUARTO ESLABÓN
La epidemiología (epi-demos-logia, estudio sobre el pueblo), es el estudio de las cosas
que le ocurren a la sociedad, que en el caso de las enfermedades infecto contagiosas
valora los determinantes, ocurrencia, distribución y control de la salud y de la
enfermedad en una población definida; es una ciencia que se dedica al estudio de las
infecciones y de la salud.
Para facilitar este estudio, se establece la llamada “cadena epidemiológica”
clásicamente compuestas por tres eslabones. En el primer eslabón estaría el agente
infeccioso, el microorganismo causante de la infección; en el segundo eslabón se sitúan
las vías y mecanismos de transmisión de dicho microorganismo; siendo el tercer
eslabón el huésped o población sana susceptible; todo ello con una puerta de salida y
otra de entrada del agente patógeno.
El CUARTO eslabón es el mediático, los medios de difusión de las noticias, en este
caso de trasmisión, no del agente etiológico responsable, pero sí del nerviosismo,
miedos e histeria colectiva, por la reconocida falta de conocimientos en esta ciencia
epidemiológica de quienes comunican estas noticias.
Un ejemplo muy reciente que todos recordamos fue el Escherichia coli en el pepino; fue
un daño menor porque no ocasiono muertes pero sí un gran susto y grandes perdidas
económicas con el correspondiente desprestigio de nuestra agricultura; sobre la bacteria
se utilizaron multitud de mensajes y ríos de tinta que evidenciaron un claro
desconocimiento, aunque el desprestigio fue fundamentalmente para la bacteria, que
formando parte de la flora normal de nuestro organismo, puede ocasionar, entre otras,
muchas infecciones urinarias, pero dicho E. coli ha aportado también avances
extraordinarios en la salud de la humanidad.
La información que se suministra a los sanitarios habría que compartirla con el sector
mediático, entre otras cosas para equilibrar responsabilidades, aunque sería una tarea
compleja por lo especializada de la misma; veamos algunos de los términos que se usan
dentro de los tres eslabones de la cadena epidemiológica y lo comprenderemos con mas
facilidad: reservorio; fuente de infección; puerta de entrada; carga viral; periodo de
incubación; portador sano; portador convaleciente; portador crónico; contagio directo;
contagio indirecto; paciente infectado; paciente enfermo; vectores; animales domésticos
y salvajes; desinfección, esterilización, saprofitos; patógenos; comensales;
colonizadores; resistencia del microorganismos en circunstancias adversas en el medio
ambiente; fómite…
Los fómite
como objetos inanimados –incluidos móviles- cuando han sido
recientemente contaminados por secreciones o fluidos, pueden transportar
microorganismos de una persona a otra. En cuanto a las personas la puerta de entrada
del virus del Ébola no distingue entre ricos y pobres, no así en cuanto a las posibilidades
de contagio y tratamiento.
En cuanto a los Protocolos, que serían un conjunto de procedimientos específicos,
destinados a estandarizar un comportamiento humano frente a una situación concreta
son, como indica la definición, inexactos pero necesarios en su cumplimiento.
Recordemos a CELSO quien diría que: “La medicina es un arte conjetural que casi
carece de reglas”.
La complejidad en la elaboración de un protocolo queda patente consultando en la
Dirección General de Epidemiología. “Lineamientos estandarizados para la vigilancia
epidemiológica y diagnóstico de laboratorio de la enfermedad por el virus de Ébola”.
No existe un protocolo con el 100% de garantías que impida la transmisión de este
virus, ya que las variables obligan a modificar la cuantificación de la fiebre, el periodo
de incubación, la carga viral infectante, entre otras variables.
Mención especial, dentro de los protocolos, tiene “ EL CONTACTO” que son aquellas
personas que se han relacionado con algún caso sospechoso o diagnosticado en los
primeros 21 días a la aparición de algún síntoma, incluidos los casos importados por
viajes a zonas de riesgo, considerándose exposiciones sospechosas, el haber dormido
en la misma cama, todos los contactos físicos directos a través de la sangre o fluidos
corporales, ropa de cama, vestimenta, cadáveres etc.
En el ámbito hospitalario, y no disponiendo de robot dedicados al cuidado del enfermo,
que se esterilizaría en cámara de gas después de salir de la habitación del paciente. El
personar sanitario siempre esta expuesto, porque la habitación del enfermo funciona
como un fómite.
Ante una enfermedad no del todo controlada, sería conveniente establecer protocolos
informativos para el CUARTO ESLABÓN. Las redes sociales se nutren
fundamentalmente de dichas noticias y la sociedad bien intencionada queda atrapada
en ellas, quizás lo aconsejable sería que se limitaran a informar y dejaran las opiniones
para los expertos.
Ante la alarma social causada por la no siempre responsable comunicación, y como
parece que se están olvidando las técnicas más elementales y eficaces en materia de
prevención, bueno sería que recordáramos una práctica elemental: ¡LÁVATE LAS
MANOS, DERROCHA AGUA Y JABÓN
Y AUTOANALIZA TUS
MOVIMIENTOS!, porque las manos son la vía mas frecuente de transmisión de
enfermedades y la liturgia del autocontrol disminuiría la movilización de
microorganismos.
Y termino, el profesional, el personal sanitario en esta enfermedad está arriesgando su
vida, merecen otro reconocimiento, no basta con ser de otra “pasta”.
Salamanca a doce de octubre de dos mil catorce.
Dr. Fausto Microbiólogo Col. 3702453
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