Nota II: Ser feliz como un monge

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"SER FELIZ COMO UN MONJE"
Luego de una oscura era de Piscis, la aurora de Acuario empieza a
iluminar la mente de los científicos contemporáneos; ya podemos apreciar como
la intuición está remplazando a la razón, y prueba de ello son los avances que
se están realizando en le campo de la física cuántica.
El problema no es de la ciencia como tal, si no de muchos investigadores
que no pueden abandonar el dogma materialista y evolutivo que los ha marcado
a fuego por generaciones – fueron programados así en sus escuelas y
universidades - y no tienen aún los elementos técnicos que necesitan para
realizar estudios sobre objetivos tan intangibles como vastos.
Lo que se puede hacer, es registrar en un electroencefalograma, lo que
sucede cuando una persona medita, y luego arribar a conclusiones observando
los cambios de comportamiento. Ahora bien, lo que pasa realmente en la mente,
la conciencia, los estados de ánimo y las experiencias recogidas, son íntimas y
detectables a través de la capacidad psíquica de captar conocimiento más allá
de la mente; lo otro son sólo los efectos.
El espíritu científico avanza rápido y en muchas disciplinas la miopía
materialista se ve arrasada por la evidencia de los hechos.
Muchos buscadores de lo real en los fenómenos paranormales,
empecinados en descubrir el engaño, tuvieron que reconocer que la
clarividencia, clariaudiencia, telepatía, bilocaciones, desdoblamientos astrales,
materializaciones, etc. no son falsos.
Si todo va caminando lentamente en la dirección correcta ¿Por qué nos
preocupamos por el avance científico, si nos consta que todo esto es real?
Por varias razones. Una de ellas es que en la Era de Acuario la Religión y
la Ciencia van juntas, y estamos viendo como poco a poco se están acercando.
Debemos apoyar, destacar, y utilizar sabiamente este adelanto que no hace más
que realzar y reconocer la validez del conocimiento místico que desde todas las
épocas se ha venido impartiendo y no se lo valoraba debidamente por ser de
carácter espiritual.
Por otro lado, en este mundo que los hombres hemos creado - no es más
que la proyección interior de lo que cargamos dentro - el engaño y la burla ha
sido una de las herramientas más utilizadas para desacreditar todo lo espiritual.
Muchos se han vestido de túnica blanca para explotar a los ingenuos y
sacándoles dinero les vendieron parcelas en el paraíso dejándolos en ridículo
ante la opinión pública. Hay quienes viven soñando que son Maestros con
iniciaciones que se auto adjudicaron o adquirieron, y se rodean de otros incautos
para alimentar su ego ensoberbecido.
Algunos inquietos por temas espirituales han buscado el aval de la ciencia
para no salir esquilmados al meterse en “cosas raras” al decir de la gente;
cuando la limosna es grande, hasta el pobre desconfía.
Actualmente, si no se mete el dedo en la llaga del Señor, no se cree, y si
hay elementos estudiados y comprobados que puedan quebrar el escepticismo y
el temor, se deben utilizar para demostrar que lo que se enseña es real y cierto.
Son herramientas ha nuestro alcance que no debemos desestimar.
Veamos ahora, por ejemplo, el aporte que hace a través de sus
investigaciones Richard Davidson, profesor de sicología y siquiatría en la
Universidad de Wisconsin en Madison, y también director de su Laboratorio
Brain-Imaging en el Centro Waisman. Davidson cuenta con un doctorado en
sicología y neurociencia, y ha pasado 35 años investigando el cerebro humano y
las emociones. Ha publicado unos 200 documentos sobre el sistema de
circuitos cerebrales tras las emociones humanas, como también muchos
capítulos y revisiones de libros de texto, y editado 13 libros.
Marta Tarbell - The Telluride Watch (Colorado) 1 - hace la siguiente
referencia sobre una conferencia que el destacado profesor, ofreció en marzo de
2007 sobre "SER FELIZ COMO UN MONJE" en el Palm Theatre de Telluride:
Davidson pasó la primera mitad de su carrera "enfocándose en los
cambios en el cerebro" asociados con desordenes de la emoción y el
ánimo, la ansiedad y el autismo.
"Todavía
hacemos
ese
trabajo", dice él, de la investigación
en los desordenes sicológicos y de
ánimo, pero desde 1992, cuando se
acercó al Dalai Lama con una
petición para investigar las ondas
cerebrales de los monjes en
meditación, el enfoque cambió hacia
un mayor entendimiento sobre "lo
que sucede en el cerebro" de
personas
que
experimentan
emociones positivas, "y las formas
en que podemos cultivar esas cualidades".
Con ese fin, Davidson ha pasado los últimos quince años
investigando y representando las ondas cerebrales de los monjes en
meditación – las ondas cerebrales que "son muy distintas", dice él, y
revelar "la atención enfocada y la integración de redes a gran escala del
cerebro" en aquellas personas que tienen entrenamiento en la meditación.
En cambio, dice Davidson, la representación en imagen del cerebro
muestra que "a un individuo sin entrenamiento le es difícil enfocar su
atención en un objeto por más de algunos segundos antes de que la mente
comience a vagar". Esto es porque "el estado del cerebro es el producto de
nuestro condicionamiento, nuestras historias de aprendizaje y los medios
en que vivimos".
En el cerebro del meditador sin entrenamiento, explica él, "es típico
que haya un diálogo cognitivo, mucho pensamiento al azar asociado al
cambio que sucede de manera muy automática", un estado que a menudo
se menciona en círculos de meditación como 'el cerebro del mono'. "Éste
es el tipo de estado cerebral que se altera radicalmente mediante la
práctica de meditación a largo plazo", explica él.
1
http://www.casatibet.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=628&Itemid=219
Davidson, quien medita diariamente entre 30 y 45 minutos, advierte
que el modificar nuestro estado cerebral "toma años de entrenamiento".
La meditación, él enfatiza, no es necesariamente "algo que uno pueda
intentar en casa, por uno mismo", aunque, "nuestro trabajo sí muestra que
incluso pequeñas cantidades de entrenamiento meditativo para personas
totalmente nuevas en ello, pueden tener un efecto beneficioso que se
puede medir".
"El entrenamiento mental es algo que visualizo como tan importante
como el entrenamiento físico para mantener nuestra salud física", dice
Davidson en su conclusión tras décadas de investigación del
funcionamiento del cerebro humano. "Necesitamos preocuparnos de
nuestras mentes de la misma forma en que nos preocupamos de nuestros
cuerpos", sostiene. "Todos estaríamos mejor, y el mundo sería un mejor
lugar".
Contemplativa es la palabra clave cuando se trata de la ciencia de la
felicidad, observa Davidson. "Cada una de las grandes religiones del
mundo tiene un lado contemplativo", indica, "y los lados contemplativos
de todas las grandes religiones son distintivamente no fundamentalistas".
El camino a la contemplación requiere de práctica, sostiene él. "Con
práctica suficiente, todos tenemos la capacidad de vivir vidas más felices",
afirma. "El entrenamiento mental es algo que veo como tan importante
como el entrenamiento físico para mantener nuestra salud física", y con
ello, enfatiza, viene la mayor habilidad para tratar a nuestros compañeros
"con compasión y bondad".
Es importante que un hombre de la talla del Prof Richard Davidvson, no
sólo estudie sino que practique la técnica de la meditación y de testimonio de los
beneficios que otorga para la salud del ser humano.
Este aporte sólo abre las puertas a un sinnúmero de investigaciones que
iremos entregando en próximas notas.
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