Espero que los lectores sientan la necesidad de leer a Newman Comunicadores católicos / Medios impresos Por: Entrevista realizada por Anita S. Bourdin, traducción del francés por Patricia Navas | Fuente: Zenit.org LYON, micoles 24 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- Espero que los lectores de mi libro sientan la necesidad de leer al mismo Newman, declara el obispo emito de la diesis francesa de Saint Denis, monser Olivier de Berranger en la siguiente entrevista a ZENIT. El prelado destaca el carter mariano del proceso de Newman: Mar simboliza para nosotros no so la fe de los sencillos, sino tambi la de los doctores de la Iglesia. El Palacio de Buckingham anuncique Benedicto XVI visitarGran Breta del 16 al 19 de septiembre de 2010 y presidir en Coventry, la Misa de beatificaci del cardenal John Henry Newman. Como preludio a esta beatificaci, Ediciones Ad Solem acaba de publicar un libro insito: Par lamour de linvisible, itinaires crois de John Henry Newman et Henri de Lubac [Por amor a lo invisible, itinerarios cruzados de John Henry Newman y Henri de Lubac n.d.r.]. En esa obra, monser De Berranger ofrece una manera original de abordar el pensamiento del cardenal Newman y su actualidad. - Co se le ocurrila idea de acercar los rostros de Newman y de Lubac? Monser De Berranger: Es el editor quien acerca los rostros de estos teogos en la tapa del libro, gracias a una foto de cada uno de ellos tomada en torno a sus 70 as. Newman (1801-1890) y De Lubac (1896-1991) no son del mismo siglo ni del mismo pa. Uno es oratoriano, el otro jesuita. Pero el pensamiento del primero ejerciuna influencia que anticipa el Concilio Vaticano II (1961-1965). El segundo, que participen como experto, no duden aportar lo que fue este acontecimiento espiritual del Movimiento de Oxford, del que Newman fue uno de los principales leres en la espera de renovar la Iglesia en Inglaterra entre 1833 y 1843, cuando ve en ella una via media entre el protestantismo y lo que consideraba una tendencia a las exageraciones supersticiosas en el romanismo. Profundizando, a partir de su estudio de los Padres de la Iglesia, en la cuesti del desarrollo de la doctrina cristiana, se dio cuenta de que la verdad en su plenitud se encontraba en la Iglesia catica y decidisu surrender, es decir, su adhesi a la Iglesia romana el 9 de octubre de 1845. - Por quel padre De Lubac hab leo la obra del cardenal Newman con tanta atenci? Monser De Berranger: Porque ve en un teogo cuyo pensamiento, al igual que el de los alemanes Johannes Adam Mler (1796-1838) y Matthias Joseph Scheeben (1835-1888), pod contribuir a renovar la vida de la Iglesia. Y ello a trav de influencias contrarias al modernismo, condenado por san P X en 1910, y del neo-tomismo, que demasiado a menudo le parec una mala respuesta a las preguntas formuladas a la fe cristiana por nuestros contemporeos, por ser prisionero de formulaciones abstractas alejadas de la tradici patrtica... y del mismo santo Tom de Aquino. Lo que De Lubac apreciaba de Newman era la pureza de la fe, junto a una aguda comprensi de las exigencias de la cultura cientica. Adem, hab entre Newman y De Lubac otra afinidad, adem del hecho de haber sido nombrados cardenales al atardecer de sus vidas, uno por Le XIII y el otro por Juan Pablo II (como Journet, Daniou, Congar, Grillmeier,...): una afinidad de tipo espiritual. Ambos han tratado de ser humildes intpretes de la fe m arraigada en la Tradici. - Usted habla de su pasi por hacer amar la Revelaci cristiana a sus contemporeos: qutienen, en el fondo, en comn? Monser De Berranger: Precisamente la misma sensibilidad a la Revelaci, la que la constituci conciliar Dei Verbum pondrde relieve, completando de alguna manera la constituci Dei Filius del Concilio Vaticano I (1870). Ambos tienen un conocimiento muy profundo de la Escritura en la historia, en la que el Verbo encarnado es la clave de interpretaci. Pero no se trata de una pura declaraci de principios. Es, para el uno y para el otro, una fuente de santidad porque, segn la divisa del cardenal Newman, cor ad cor loquitur: el coraz habla al coraz. ta es verdaderamente la relaci entre el creyente y Cristo y debe convertirse en la del creyente con todos, con su hermano, a quien desea llevar a amar a Aquel que se le revela por mediaci de la Iglesia. Destacado por Newman, sin certeza no hay santidad posible. Esto no quiere decir que la fe nunca estprobada por la duda, como un camino espiritual por la sequ, sino que la inteligencia debe poder basarse en un asentimiento muy firme a Cristo, segn la confesi de Pedro, roca de la Iglesia. - Por quBenedicto XVI tiene tanto inter en dar a conocer a Newman a toda la Iglesia? El Papa no so lo beatificar sino que presidirla beatificaci, y no en Roma! Monser De Berranger: Todo el mundo estde acuerdo en reconocer en Benedicto XVI a un gran teogo. Ya no scuto ha citado a Newman en sus numerosas obras. Pero debido a que ha bebido de las mismas fuentes de la gran Tradici y a que, como De Lubac su contemporeo, ha leo la obra de Newman, ha reconocido la santidad en su bsqueda de la verdad, sin importar lo que le haya podido costar. Yo tendr tendencia a creer que Newman representa para Benedicto XVI un testimonio de la misma altura que una Edith Stein (santa Teresa Benedicta de la Cruz) para Juan Pablo II. Y, con muchos otros, espero que uno y la otra sean declarados doctores de la Iglesia. - A usted, personalmente, ques lo que le gusta m de Newman? Quha querido comunicar a sus lectores? Monser De Berranger: Me gusta el hombre y la obra en su integridad. Permame citar un pasaje cebre de su 15 serm universitario en St Mary de Oxford, cuando todav era un clergyman anglicano. Meditando sobre Lc 2,19 (Mar, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en el coraz), dice: Pero Mar es nuestro modelo en la Fe, no so en la recepci sino en el estudio de la Divina Verdad. Ella no se contenta con aceptarla, vive en ella; no le resulta suficiente poseerla, se sirve de ella; somete a su raz, pero razona su fe, ciertamente no razona en primer lugar para creer despu como Zacars, sino que primero ella cree sin razones, y despu, con amor y respeto, razona sobre lo que cree. Por tanto, ella simboliza para nosotros no so la fe de los sencillos, sino tambi la de los doctores de la Iglesia, que tienen que buscar, sopesar, definir, ascomo profesar el Evangelio; para trazar una lea entre la verdad y la herej; para anticipar o remediar las aberraciones de una falsa raz, para combatir con sus propias armas (las de la fe) el orgullo y la temeridad y para triunfar sobre el sofista y el innovador (2 de febrero de 1843). Espero que los lectores de mi libro sientan la necesidad de leer al propio Newman para fortalecerse en este proceso mariano, eclesial por su ra desde los orenes del cristianismo. - Asistira la beatificaci? Monser de Berranger: Respondercomo los romanos: Se Dio vuole, certo (Si Dios quiere, ciertamente). - Su estudio del cardenal Newman y del cardenal De Lubac le ha ayudado en su ministerio? Monser De Berranger: Yo citar particularmente dos obras que me han inspirado, una m en Corea, y la otra como obispo de Saint-Denis en Francia. En Corea, fue la Gramica del asentimiento la que me ayuda enculturarme en una ea tan diferente a Europa. Newman no se muestra so preocupado por la fe de los sencillos, a fin de mostrar la coherencia profunda, sino que despliega una extraordinaria sensibilidad a la influencia de las culturas en la expresi de una misma fe. Y justo en el momento en que monser Tagliaferri, entonces nuncio en Par, me dijo que yo hab sido nombrado para Saint-Denis, yo ten que preparar una conferencia sobre una obra aparentemente menor del padre De Lubac: El fundamento teolico de las misiones. Demostrla unidad del gero humano en su fuente original, creado, y se opuso con vigor, en enero de 1941, a las tesis racistas divulgadas por el nazismo. Esta coincidencia me ha reconfortado en un ministerio planetario.