Foto Clínica

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FOTO CLÍNICA
Erosión dental por vómitos de repetición.
Dr. D. Marco Verdasco Sepulcri.
Médico Odontólogo.
Master en Operatoria Dental y Endodoncia (UCM).
Especialista Univeristario en Implantología (UCM).
Vocal del Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y
Estomatólogos de la I Región.
Correspondencia:
Dr. Marco Verdasco Sepulcri
Profesor Waksman, 12-5º B. 28036 Madrid.
Fecha de recepción: 29 de octubre de 2005.
Fecha de aceptación para su publicación: 10 de noviembre de 2005.
Cient. dent., Vol. 2, Núm. 3, Diciembre 2005. Págs. 167-171.
La erosión dental es un proceso destructivo de los tejidos duros dentarios por
la acción sobre la superficie del diente de ácidos de origen no microbiano o
radiaciones.
Los ácidos que ponemos en contacto con la superficie del diente van a producir una disolución de la fase mineral, afectando, por tanto, principalmente
al esmalte.
Cuando la destrucción del esmalte es muy intensa, observamos exposición de
la dentina.
El esmalte es atacado por sustancias ácidas cuyo pH es inferior al valor umbral
de 5,5.
La localización de las lesiones nos va a informar muy claramente de dónde
proceden los ácidos que atacan al diente. Cuando las encontramos en las
caras vestibulares de los incisivos y caninos superiores, los ácidos proceden de
comidas y bebidas ácidas (cítricos, fresas) ingeridas con una frecuencia muy
superior a lo normal.
Cuando las lesiones aparecen en las caras palatinas de incisivos superiores, de
los premolares superiores y, menos frecuentemente, de los primeros molares
superiores, podemos afirmar que los ácidos responsables del ataque proceden
del tubo digestivo por regurgitación de ácido gástrico (hernia de hiato, incompetencia del cardias), o por vómitos (úlcera gástrica, neoplasias de estómago
o duodeno, hiperémesis gravídica severa, anorexia-bulimia). En estos casos
de regurgitación o vómito, la arcada inferior no suele afectarse debido a la
protección que le brinda la lengua y la saliva.
Las imágenes que mostramos pertenecen a una paciente de treinta y dos años
con antecedentes de vómitos de repetición por anorexia-bulimia. Observamos
que presenta un proceso destructivo severo de los tejidos duros dentarios de
etiología no cariosa, con una distribución de las lesiones dentales típica de los
vómitos de repetición. Los incisivos centrales superiores mostraban una gran
destrucción de sus caras palatinas y severo acortamiento de su longitud, por
lo cual realizamos su rehabilitación mediante coronas de cerámica sin metal. El
resto de piezas dañadas no han sido tratadas en esta fase por expreso deseo
de la paciente (figuras 1 y 2).
Observamos una importante pérdida del esmalte a nivel de las caras palatinas
y bordes incisales de los incisivos superiores, y de las caras palatinas y cúspides
palatinas de los premolares superiores (figura 3).
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DR. D. MARCO VERDASCO SEPULCRI.
Estas lesiones que aparecen en la arcada superior no son tan evidentes en la
inferior, debido a la protección que brinda la lengua a los dientes inferiores en
el momento del vómito (figura 4).
Al realizar el chequeo de la oclusión en máxima intercuspidación y en movimientos excéntricos, observamos que la paciente presenta un segundo proceso
destructivo de los tejidos duros del diente de etiología no cariosa consistente
en una atrición o desgaste patológico por bruxismo (figuras 5 y 6). El bruxismo es un apretamiento o rechinamiento de los dientes de forma voluntaria o
inconsciente durante determinadas fases del sueño.
Los desgastes dentales por atrición patológica se localizan en superficies oclusales, bordes incisales, caras palatinas de incisivos y caninos superiores y en las
caras interproximales. Los desgastes oclusales severos que llegan a la dentina
muestran unas caras oclusales cóncavas, por desgaste de la dentina de menor
dureza que el esmalte, con una zona periférica de esmalte de mayor altura que
la dentina. Esta imagen es más frecuente en los molares inferiores.
Al valorar la oclusión de la paciente, vemos que la atrición o desgaste patológico por bruxismo produce unas lesiones en los dientes que son de diferente
morfología, localización y distribución a las producidas en la erosión por
vómito.
La paciente en la actualidad no es vomitadora, por lo cual centraremos el tratamiento en la realización de un ajuste oclusal eliminando posibles interferencias
que puedan estar desencadenando su bruxomanía, rehabilitación protésica de
piezas afectadas, tratamiento con fluoruros tópicos para reducir la solubilidad
del esmalte dañado (disminuye el pH crítico entre 4, 5 y 5 ) en piezas que no
son rehabilitadas con coronas y, finalmente, si no desaparece su bruxismo,
colocaremos una férula oclusal para tratar de eliminar el bruxismo o proteger
los dientes del desgaste que en ellos produce.
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Pág. 168. Cient. dent., Vol. 2, Núm. 3, Diciembre 2005.
EROSIÓN DENTAL POR VÓMITOS DE REPETICIÓN.
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Figura 1.
Figura 2.
Cient. dent., Vol. 2, Núm. 3, Diciembre 2005. Pág. 169.
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DR. D. MARCO VERDASCO SEPULCRI.
Figura 3.
Figura 4.
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Pág. 170. Cient. dent., Vol. 2, Núm. 3, Diciembre 2005.
EROSIÓN DENTAL POR VÓMITOS DE REPETICIÓN.
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Figura 5.
Figura 6.
Cient. dent., Vol. 2, Núm. 3, Diciembre 2005. Pág. 171.
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