A nivel de las aberturas naturales del cuerpo se refleja sobre el

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f ^; ,
CAYI'1'LJL( ) YR I ^^II^RO
LA PIEL
G^eneralidn^lee.
b;l cuerpo del c^^nejo y utros rnarniteros
aparece recubierta y protegido por un te,gumento llamado ^piil, que, a su vez, está re^•estido de pelc^.
5e ettiende 5^brc toda la l^eriferia del
cuerpo' del anímal. Recubre sus eminencias "
^^ depresiones y reproduce, redondeándolas
rnás o menos, las forrnas exteriores de los
órganos subyacentes.
^
La. superficie de la piel debiera ser exactamente igttal a 1a superficie del cuerpo que
recubre. Es, sin embargo, un poco rrrayor
debido a los repliegues que forma el tegumentó externo en ciertas regiones.
A nivel de las aberturas naturales del
cuerpo se refleja sobre el contorno de estas
aberturas para cuntinl^rarse, siu línea de demarCación bien precisa, con cl tegunrento
interno, o sea, CUlI laS rllerllbrarlaS II]UCOSas.
El espesur de la 1)iel varía no sólo cc,n la
raza del anirnal, sino c^n el sew, la edad y
otras niuchas circun,taricias t inchrso, en cl
mismo indi^-idu^^, ^c:^,rírn las regiones clcl
cuerpo.
Sabido c^ clue la^ 17ieles 1)rucecltr^te^ de
macho son siempre más gruesas clue las procedentes de hembras,.y nc) sólo más gruesas, sino más difíciles de trabajar, por lo
que el precio del curtido varía según el sexo
de1 animal. Por el contrario, si se tratara
de producír cuero, son preferibles las pieles de anirnales machos, así como las pieles
de animales criados cn praderas proporcionan mejor cálidad de cuero que los criados
^ en establos.
•
Las pieles sun bastante resistentes, y al
misrno tiempo, flexibles, ^racias a lo que adquieren valor en la industria. Una de las
prácticas a que se som^ete la piel para prepararla en peletería es el ^cst-^rado. Naturalmente que el es^irado, o aurnento de la superficie de la piel, será siempre a expensas
de su espesor. Esta operación del estirado
tiene un límite, que es el correspondiente a
su elasticidad, y está también en relación
ei ^u la tlensiclacl ^lel prl^,, tuclx ^^ ^e'i ^^ue. ^^^1 .^.^^
aumc^ntu de supenc^ie de la piei^lle^á;^^^a,,
rejada la clismtnucicín de la dénsicl^td, ct^alidad muy iml^;urtalite en peletería. `^
^
^
I.a resititencia de la picl es debida l;rincipalmentc a 1• •' ras conjuntivas y elásticati clue en ^4^ eñA
c^^nstitucitín cle ]a cler-
^..^^
;^
iiiis.
I.a culoi<^.ci^lc ^` piel varía segíin la
raza, edad,^ tr^
a^i ^'
^
alimentaci^ó ^^,
^
La superfi ' " e^' a piel dista mucho de
ser lisa. Presenta eminencias, surcos, orificios y producciones anexas, como irñas y
^elo.
.
. Las eminencias pueden ser permanentes
.^ temporales. Las primeras son debidas a
tas papilas ^iel clermis, y la5 serundas a la
l;royección hacia -afuera cle los folículos pilosos bajo la influencia del frío, sustos o
emociones.
^
En los surcos y pLegues cli5tinguiremos :
Los srTrcos ^iraterpapr^ares, que separan
tmas de otras las hileras de papilas.
Los pl^^egues ynzrsc^alares, que se forman
en las porciones del tegumento en que se
insertan míisculos.
Los ^li^e^^ztie.r aytic^tlar^s o de locomoción, ^
debidos a los movimientos c1ue ejecutan
unas subrr ^,tras las difrrentes palancas del
esqueletu ; y^
Los pli,egues sc^^,iles, debidos a la acción
de los atios.
En cuanto a los orificios, so» tnuy variables, y corresponden :
i.° A los folículos pil^^sos, que dan paso a los pelos; y
2." A las glándulas 5ebáceas }^ sudoríparas, lx>r las que se derrama al exterior la
tnateria sebácea y el sudor.
Co^titución n,nntómica de In piel.
C;onsideracla desdt r1 pttnto de vista de
5u ^ onstituci^íii, la piel se compone esencialmente de tres capas superpuestas de un
modo regular, que son :
r:a Epiderzitiis, o capa superficYal.
^
2.a De^rmis o cori^orz., que constituye la
verdadera. piel comercial o cuc^ro.
3:a . Hi/^od^rmis. Tejido subcutáneo, que
sirve para adherir la piel a las capas musculares superficiales.
Esta última capa desaparece, en gran parte, durante el desuello y después al descarnar las pieles.
- t3 DF.R:^4TS n ^OR[O\
Es la parte fundamental de la piel, a la
^luc cíebe stt resistencia y stt elasticidad.
Poclemo5 consiclerar en la dermis dos capas: ^rnfnttclu^ c^ rcticttlar ^^ st^^erfii'i^crl o
l^apilar.
La profunda está en relación con el tejiclo S7tibcutáti^eo, y la superficial, con la epidermis. En la capa superficial se encuentran unas eminencias, ordinariamente pequeñas, llamadas papilas, qtte son perpendiculares a la superficie de la dermis, por regla general, y otras veces más o menos iy1clinadas ( i ).
La e^tructura general de la dermis es la
de un tejido conjuntivo, con fibras elásticas, fibras musculares lisas y células adiposas o de grasa.
El tejido co^ajztzativo es el elemento predominante en el dermis. Se dispone en forma de fascículos, cilíndric os o aplanados,
entrecruzándose en todos los sentidos y,formando una espe^ie de enr•ejado, de mallas
mu^ho más apretadas en las capas superficiales ctue en las profundas.
(i) Estas papilas son las que originan la granuhcid^^,
más o menos fina, de las pieles rurtidas.
l:ntre t^^d^^s estos fascícttl^^s conjunti^•^^s
de la dermi^ e^isten diseminadas nunier^^sas
Fig: ^.
Esquema de la estructura de la piel, según I2• Ferrer:
A, epidermis; B, tlermis; G subcutis; D, pelo; i a ^, ^capas o estratos de la ^epidermis; 6, rona pápilar; ^, zona
reticular de la dermis; 8 y q, vasos y nervios; ii, glándula
sudorípara; iz, subcutis; i3, pelo; i4, glándula sebácea;
i6-t^, folículo piloso•
célttla> conjttntit^^i,, y Ct]trEl'rllz^c^i^^^l1^^^ ^;
citaclos bacecill^^s aparece ttn ^r^r^,,,t^íy^cro ^^e:
^le eshacios libres, <<tte sirven de ^,sierr^^^ a^
las ^lándttlas, v^ts^^^^ y ner^-ic^s, y^^llen^^cl^^
t^^clc^s ]r^s httecus ttna matería atn^^rfa. ^^^'
. Las fil»^^rs ^^lrístrccrs rn 1<^l derniis están
representadas por la ^^ariedacl d^et^torde^. Se
encuentran extremadamente rat»ihcadas }'
anastomosadas entre sí, fortnancío una ^
vasta red que se entremezcla cun los fascículos conjunti^-os, la cual ocupa tc^do el
espesor de la dermis ( i).
I,as ftbr^as n^t^scz-rlar^es lisas fc^rntan lus
músculos erectores
e^ s pelos. Estos peen
ntran alrededor`
que^ios tnúsculó
de los folíettlos _ os^s2 er^^ts capas sttperfiria^rc r^P ^a rlPr
El ^tej^o ^a,^
s^t^^ e^ ste en las capas
sttperficiales cie ^lern^i^ , al^arece, en camy
bio, en las capas larofíxticlas.
r t^ir^rxnrrs
I.a epidernlis es la capa superficitial, y se
extiende a manera de una fina cubierta pro=
tectora de la dermis.
Yosee la epidertnis dos caras: una ^:c(t) Esta cap^a o estrato reticular amstituye la verdaciera parte fundamental tfel caern.
•
_ ^G -
ry
tertua y c^tra itate^rtui; la hriniera, llaniada
tarribién cóytir.ea, y la segtmda, yti7lcosa-.
La cara su^Yfr^cial o e.rt^^rrr^ de ]a hicl,
^^frece numer^sas eminer^cias, pern^anentes
5 6 7 tZ 13 ^
t0
5 6
Fig, z.^
jEstructura esyuemática de la piet (sección delgada, vista
a^l microscopio) : r, epidermis, cnn. la capa córnea a y la
germinativa b; z, dermis; 3 y 4, tejido subcutáneo, con
glomúrulos de grasa; g, arteria; 6, vena; q, nervio; $, corpúsculo tactil ; q, glándu^la sebácea; to, glándula sudorípara; tt, pelo; tz, bulbo píloso; r3, papíla pifosa ; i,}, músculo que mantiene el pelo erquido. (Según Schmeil.)
o temporales; surcos y pliegues de varias
clases y ^rificios para el paso de los pelos,
cle la materia sebáeea y clel sudor. Fstá
formada p^r células planas, secas, córneas,
totalmc;nte muertas, c^ue se desp^tidei
^
^ .' ^ ^^ ^^, .-- ...
escamas.
La cara interna de la epidermis se enc^^
tra formada por células vivas, alargadás,
quc al desarrollarse hacia la capa córnea se'
van aplastando, inueren y proporcionan los
elementos constituyentes de la capa córnea
externa.
La epidermis está esencialmente constituída por célu^as epiteli^ales, llamadas célul^as epidé^~m^icas, que no son uniformes, sino
que poseen apariencia exterior distinta en
las partes superficiales y en las profundas.
Existen, en la epidermis cinco capas, que,
a partir de las profundas, son :
La capa basilar (fig. i.a, i) está formada
por una sola clase de células cilíndricas ^ ó
prismáticas que se implantan en la dermis
perpendicularmente a la superficie de la piel.
Está demostrado que pueden separarse ,
todas las capas de la epidermis, a excepción de la basilar, ^ sin que se destruya la
epidermis. Basta dejar intacta la^ últirna, o
c^ap^a basil^ar, para ver cómo se regeneran las
demás. Por esta razón ha recibido el nombre de cxzp^a ge^ner^atriÑ.
La capa de Mal¢ighi (fig. i.a, 2) se compone de muchos estratos de células poliédricas.
s
El pigmento se encuentra en las células
cle la capa basilar y del estrat7T^ra tnalpighiano; de él depende el color de la piel.
La capa grarzulosa se compone cle dos o
tres hileras de células aplanadas en sentido
de la superficie de la piel (fig. T.a, 3).
La característica especial de estas células es la presencia en su interior de ^ranulaeiones especiales clue se colorean vivamente por el carmín o por la hematoxilina.
Estas granulaciones son líquidas, .y las
sustancias que Ias componen han recibido
^el nombre de el^icli^rn. Esta parece ser ei
agente activo de la queratinización.
La capa t^ra^rspa^r^^tte, situada encima de
la granulosa, aparece a primera vista c^mo
homogénea (fig. i.a, 4)•
Y gor íiltimo, la capa ^cár^i^e^a es la más
superficial a la epidermis, y se compane de
células en forma de láminas clelgadas y regularmente superpuestas en sentido de sus
caras. La eleidina ha desapareeido completamente y la queratinización es completa.
VASOS Y GT.ANDUI,AS DE LA PIEI,
Los vasos sanguíneos dé la piel forman
en el tejido celular sui^cutáneo, inmediata-
^ i^ _._
mente pur debajo cl^ la dermís, una l^rimera
red, que podemos llamar arterial srchdí^rmíc^ (fig. 2.a, 5)^
Dc esta rerl salen numerosas ran^..;s, que
penetran en el espesor de la dermis, y después de haber daclo ramúnculos a las glándulas sebáceas y sudoríparas, así como a
los folículos pilosos, vienen a constituir,
por debajo de las papilas, una segunda red,
a la que 'llamaremos •rcd s^ib^apila.r.
I.as venillas engendradas en las papilas
terminan, luego en una red venosa sub^ia.¢ilar. Después atraviesan la dermis y reciben numerosos afluentes que provienen de
los folículos y^de las glándulas, y finalmente van a termmar en los z^asos subcutásr^os.
Lo mismo que hemo ^ diclio de los vasos
sanguíneos podemos decir de los linfáticos.
En la base de las papilas forman éstos
una red de mallas estrechas, y en esta red
subpapilar es donde terminan los linfáticos
de las papilas, así como algunos vasos linfáticos procedentes de las glándulas de la^
piel y de los folículos pilosos.
Las glándulas sudar^par^ccs (fig. i.a, i i y
fig. 2.a, io) tienen por misión secretar el
sudor y derramarlo en la superficie de la
piel.
Cada una de eilas está consti•tuída por un
___^_
tttbo largo y^ delgadu, una de cuyas extremidades se abre en la superficie libre de
la epidermis, mientras que la extremidad
opuesta termina en forma de fondo de saco.
EI tubo, en su priilcipio, es rectilíneo, y
después se dobla y apelotona sobre sí mismo, de modo que forma una pequeña masa
esferoidal, a la que se da el nombre de glo»tiérulo gla^id^clar, y a la porción rectilínea
se denomina cosiriu,cto sud^ri^CUro.
El glomérulo glartdular ocupa las partes
profundas de la dermis, o el tejido celular
subcutáneo, y el conducto se abre, en la sugerficie de la piel, por un orificio pequeñísimo (poro).
Las gláyululas sebáceas sori glándulas en
racimo, situadas en Ias capas superficiales
de la dermis, que segregan una materia grasa o sebá^ea, la cual vierten, bien en un folículo piloso, o direetamente en la superficie
de la epidermis.
Si las glándulas sebáceas se abren dentro de un folículo piloso se ]as denamina
glándu.lus pilos^as. Si se abren directamente
en la superficie externa de la piel, no tienen
ninguna relación con el pelo.
, Todas ellas se componen de la glándula sebácea propiamente dicha y del conducto excretor.
- ZI -
S^^n producciones epidérn^i`^s^^^^que= se
hresentan en los anintale^ en fortt^a ^cte 1átninas córneas, blancas o coloreadas, forman
parte de un sistema defensi^^^> rudinientario y sir^^en, en niuchos cas<,s, de herramientas de trabajo.
En las uñas consicleranios tre^ partes :
la raíz, el cuerpo y la extremidad libre.
Se conoce por órgano productor ^le la
ttña a la porcián de la dermis que se encuentra en contacto con ella.
Esta descansa sobre la dermis por su
cara profunda, y se halla engastada por su
extremidad superior y^^or sus bordes laterales en una rantu-a formacla también por
el mismo dermis.
Pelo.
I,os pelos son producciones epidérmicas
ñliformes y flexibles due se.desarrollan, en
mayor o menor níunero, en la superficie lirre de la piel.
Distinguirenios : el p^elo propiatnente dícho, y el fodíc7^ilo fiiloso: es decir, 1^^ cavidad
de la dermis donde se encuentra implantado
el pelo y cuya parte inferior, elevada en
forma de papila, es su ór^ano l^rodttct^^r.
p^ig 3 „
Nacimiento del pelo: a, epidermis; b, dermis; c, pelo;
d, bulbo pil^so; ^^, folículo piloso; ^, glándula sebácea;
,^, músc^rlo eractur.
El pelo propiamente dicho consta de dos
partes : tma, que es el tallo, y otra, la raíz,
metida en él folículc^ dérmico. Aquí existe
un abultam'rento, que es el bzilbo, y cuya extremidad libre está excavada en forma d^e
ctípula y sirve de alojamiento a la papila,
c1ue se encuentra en el fondo del folículo.
El folículo piloso no es más que una depresión dc la piel en forma de botella, estrecha lx^r stt cara externa y abultada en la
interior, y cuenta ron míisculc^s erectores
del pelo.
Lste está constituído por tres capas concéntricas, que son : la ^ne^rfl^t, la szrsta^ttia
cortic^al y la ^epirl^rmácr.tl^z.
F,elos tGctiles.-Ei conejo, coma la mayoría de los mamíferos, presenta p^elos táctiles, en ^forma de cerdas, más o menos rígidos, irnplantados especialmente en el labio superior, constituyendo el bigote.
Estos pelos difieren de los ya estttdiados,
implantados en el resto del cuerpo, por presentar tul aparato vásculonervioso, que se
desarrolla alrededor del folículo, el cual
clueda transformado de este modo en un
órgano especial 'de sensibilidad exqttisita.
La muda y ^sus con^cu^nciaa.
El pelo del conejo tiene una vida relativamente breve. Llegado el momento de su
muerte, se cae naturaluiente y es sustituído
por el pelo de nue^•a formación.
^ste fenómeno toma el noltibre de ^^ra2ui^a,
y puede I»anifestarse en cuatro fortnas
distintas: ntuda COIltlnlta, de la infancia,
anual y patológica.
i.^ 111^^c1a coriti^rr.^rr^r. -^ Yuede definirse
diciendo que es el fenómeno cn virtud clel
cual el pelo dc un animal l^uecle caerse en
cualquier momento de su vida, siendo inmediatamente sustitttído por un nuevo pelo.
a.a 147ud^ ^d^e la inf^ara^i,a. - Hacia el
cuarto día de la vida del roedor aparece cubierto por un,^^c^finísimo y lanoso. Hacia el fin de 1^ prit^i^a semana ^el pelo adquiere brillat^te
tF^na el aspecto de la
borra del corl^jo
lt^' Y hacia el fin de la
séptima setn^.na
v'f`
se inicia la Inuda
en los gazap^sY, mo nto peligroso, al fin
del cual el coné
arece con el pelo propio de la raza, con pureza de cok,r y brillantez.
Cuanto n^ás robusto }^ precoz sea el animal, tanto n^ás rápida y ntenos peligrosa
es la muda.
'
3.a Mud^u. ^a^it^ul.-Es ntuda periódica,
dependiente del medio ambiente, y tiene lu^gar en épocas fijas para ulia región determinada, clim^^ticamente tíhica,
I,a muda anual divide la clase d^ ^él
pieles de invierno y pieles de vei'ára, ^n
diferencias de clasificación y de pre ^io.' ^.
d..a Miula patológ^icc^.-Debida a uiiPa
enfermedad interna, o externa, a la que ^órresponde una ^nférrri+^^d de la piel.
,`^1
.l/^rda• nritr^ y ^ri^acin^r,^n,to del .f^^lo.
K ti
^
En todas la e^explo iones ganaderas,
nos una vez al año
se observa que, p e^^
y dentro de deterniinadas épocas, afectadas,
desde luego, por una gran cantidad de -factores intrínsecós y extrínsecos, los animales cambian de pelo.
Se observa también que entre la cantidad'
y calidad del pelo viejo y la cantidad y calided del pelo nuevo, una vez verificada la
muda, existe una serie ininterrumpida de
estados intermedios, lo que nos l^ermite asegurar que la mu•da no es un cambio bruscc^,
sino lento, ininterrumpido y continuo.
La muda anual en el conejo adulto sé
produce a la entrada del invierno; según la:^
regiones climáticas, de octubre a enero. ^'
como los mejores y más numerosos nacimientos tienen lugar en la primavera, resulta que el conejo adulto efectúa su muda
anual a una edad l^r^xima a los ocho me-
ses; es decir, cuando ha terminado su desarrollo y cuerita, por tanto, con suficientes
reservas or^ánicas. Y así, se observa muy
raramentc la muertc de conejos adulto^
como a msecuencia del proceso cle la muda.
t tuito n^tty interesante será conocer ccítno se efecttía el crecin^iento del pelo, ya
que la asistencia a la5 Extwsiciones convendrá a aquellos aniiiiale^ que posean la
máxima longitud y densidad del pelo.
Y vamos a examinar esta característica
en una raza det
ada : la Cinchilla.
Al nacimienl•`^° dé4^,, ,hinchilla observacift-^. La razón es pordí^e del ani mal apareque en los priii^e
cen los pelos d `"e ^l^t̀^, z como casi todos, o
la mayor parte ^de los los de jarre o púas
égros, éstos son los
en el Chinc^illá^
que dan la tonali zd oscura a la piel ^del
^
animal.
A fin de la primera semana aparecen los
pelos de la borra; éstos quedan semicubiertos por las píias, por lo que se acfára tui
poco ]a piel.
A partir de estc: momento el pelo sigtte
creciendo con idéntica coloración aparente,
hasta la quinta o sexta semana, en la que
pttede aparecer un cambio en su coloración.
Durante esta época ía piel del Chinchilla
aparece cubierta por una masa más lanosa
que peluda, y es en la quinta semana cuando el Chinchilla se cncuentra en el mejor
estado de s^ pelo.
A partir de la quinta semana se produce
una muda continua, que es la muda del serniadulto, y que se prolonga hasta los cinco meses, momento el más fa^-orable para
cl sacrificio.
Este momento óptimo de la piel del animal es muy breve, toda vez que se inicia
nuevamente otra mud 1 correspondiente
a la edad adultá, t
rná ^, a^íos siete u
^^
ocho meses.
Coincide, o de ' ^^ idi^' la termina=
n'^á .es ión fría, ya
ción de esta rnuda
aver ^ pelo pierde
que al llegar la p
fácilmente en
en calidad, lo que se
el Chinch'illa por la deco oración y falta de
lustre y brillantez en la piel.
El momento óptimo del semiadulto para
la mejor utilización de la piel dura una semana, aproximadamente. La del adulto de
siete u ocho meses dura un mes. Es, pues,
rnás fácil utilizar la piel del adulto rlue la
del semiadulto.
Será, pues, más conveniente presentar en
l^as Exposicion,es a^aiJV^ale.s de siete u ocFe^o
m^s^es g^u^e ^c^ni^^rt^^r1e.c ^d^ cinco sn^se^s.
_. zg ^
Tengamos en cuenta que, a medida que la
estación f ría avanza, el pelo se hace más
oscuro ; por cl contrario, cuando marchan^os haeia la época de ]os calores, la piel se
decolora.
Existirá, pues, en cada añu, uiia época,
clurante Ia cual se encuentra la piel en las mejores eondicíones para ser utílizada por la
peletería.
Acopl'a^tai^,rrrto du^^^nu^tc 1^ r^i^ud^a.
Un punto que se deriva de lo dicha anteriormente es si conviene o no acoplar las
hembras precisamente en el momento en
que su piel no posee las óptimas coniíiciones. Dicho más coneretamente : t presenta
atgftn inconveniente el acoplamiento de
hembra en mucía ?
Exceptuando este caso, es sabido que puede cubrirse ttna hembra attnque no Posea su
manto completo de pelo.
Por regla general, durante la muda
anual de otoño la hembra no se deja cubrir; la mayor parte de los saltos son infecundos. Pero existen casos en que la cuhrición se efectúa y que ésta es fértil y
viable.
Tndttdahlemente, y así lc^ clemuestra 1^
^ ^^ ^
^^.,,,^
l^ráctica, estu5 animales así nacicíos,^+
unen condiciones características exce `l^n,
^ps-tes.DifíclmnobdráagYi`
ejemplares reprc^ductores. Pero COIno-s^gíin el ^lustre biólogo doctor Creus afirma^
tales caracteres no son hereditarios, no
existe, pues, inconveniente alguno en uiilizar como reproductores los animales nacidos durante los meses de noviembre y diciembre.
Podemos resumir lo dicho anteriormente afirmando :
i.° Que el conejo, en su primer año de
vida, experimenta dos mudas importantes
bajo el aspecto de productor de piel: la primera, hacia el quinto mes ; la segunda, del
octavo al noveno.
2.° Que la muda se efectúa en un tiempo más o menos largo, y que su duración
y época están influenciadas por muchos
factores extrínsecos, como su medio ambiente, la alimentación y la instalación.
3.° Que los trastornos observados en
los ^azapos nacidos por .efecto de un acoplamiento durante la muda no^ son hereditarias.
^
.
Ft pc^ríodo dc^ m^r^^^cz y ha proy^ewi,fe.
Dos puntos interesantes y que se encuentran en íntima relación con la óptima
producción de la piel, son : el tiempo quc
dura la mucía y]a fase cn que se encuentra
el pelo en el momento del acoplamiento de
los padres.
En cuanto al tiempo que dura la muda
hemos de tener en cuenta no sólo los factores intrínsecos y e^trínsecos, cuya influencia es notable, sino también la época del año
en que dicha muda tiene lugar, como consecuencia de la fecha de nacimiento del
animal.
Existe una gran dificultad en controlar
y relacionar los resultados vistos de la muda de los animales. Tengamos presente que
no basta examinar a un reproductor y observar la inexistencia de pelo nuevo para
asegurar que aquel animal se encuentra en
óptimo estado en relación con su piel.
Puede ocurrir que en el acoplamiento de
dos padres, aparentemente en el mismo estado en relación con stt pelo sé encuentren
realmente en el extremo de dos estados
completamente distintos. Así sucede, por
ejemplo, cuando acoplamos macho y hembra sin aparición de nuevo pelo, pero que
el macho no ha iniciado su ntuda y la n^adre la ha terminado.
Puede ocurrír Io contrario, con peores
re^ultados, toda vez que la muda tendrá ]ugar precisamente durlnte la preñez.
Ahora bien; la muda en la"'descendencia,
^ se verifica en las mismas condiciones
cttando ambos progenitores se acoplen en
perfecto estado fisiológico, terminada la
muda, o cuando se encuentren dentro cíe
ella, o en las distintas combinaciones due
pue^den formarse ?
,
Y aun suponiendo que se llegase a determinar de manera absoluta y completa
esta situación óptima por su pelo, z los resultados, es decir, la muda de la progenie,
no estará influenciada en muchos casos por
factores fisiológicos, suponiendo que eliminemos todos los factores extrínsecos que
le pudieran afectar?
Dentro de todo ello, Ia muda sísacroraa,
es decir, la muda que se opera en animales
provinentes de padres acoplados en el mismo estado fisiológico normal respecto a su
pelo, produce buenos resultados.
En casi todos los e^cperimentos verificados a base de mttda síncrona se ha observado qtte los hijos prqvinentes de tales cruzamientos han gozado dé buena salud y
c^fectíian su mucla con l^unttlalidad y regUlaridad.
Muchos autores opinan que la muda está
asociada a un estado fisiológico no completamente normal ; pero algunos, como el profesor Creus, áfirman que no está probado
que la muda sea un estacío cle depresión
fisiológica.
Sin discutir los asertos de tales autores,
muy respetables en sus opiniones, hemos
de notar que la muda es ttna función fisiológica que comprende clos actos. Es el primero la pérdida del pelo viejo, y el segundo la aparición del nuevo.
Esta segunda fase ha de realizarse a expensas del animal, obteniendo el pelo nuevo
de su alimentación o de sus reservas. Y esta
superfuncionalidad de los órganos afectados no cabe duda que coloca al animal en
condiciones anormales.
^
Y, en efecto, se observa en muchos casos, llegado el período de muda, que algunos antmales comen excesivamente y otros,
por el contrario, aparecen en estado depresivo, índice ^de una anormalidad manifiesta.
Luego, en estos momentos, cuando el conejo se encuentra en muda, no se halla en
óptimas condiciQnes para el acoplamiento,
preñez y lactancia de sus gazapos. Lá :Na-
_. 33 ._.
^
í^dMY'9'r^rF
turaleza, además, nos dicc lu tnismq,,^y^.^„^
que en esa época las madres oponen resistencia a la cubrición y los padres svrt ^p^=.
rezosos gara el cumplimiénto de su labor
procreadora.
°
Si admitimos cvmo cierta la ^.^firmación
del prufesor Lreus cle clue nu se han vbservado efectos adversos en los animales nacidos de acoplarnientos verificados ^lurante
la muda, no es menos cierto que eaiste una
mayor proporcic52i de 'mortalidad en los gazapus nacidos en determinada época.
Proviene el hecho, a nuestro ^uiciu, de
que es mucho más importante la época del
riacimiento que el estado de los padres en
el momento de la prucreación.
No olvidemos que en las páginas anteriores hemos visto que los conejos efectúan
tres mudas en tiempos próximamente fijos
y determiuádos, y rh.ie en dichos mo^nentos
su estado ^isivlógico es anormal.
Por otra parte; la época del año influye
grandemente en la salud, desarrollo y;precocidad de los gazapos, eaistiendo épocas
favorables y épc^cas adversas.
Si en un animal se unen los dos momentvs desfavorables, muda y crecimiento, ^ su
estado será completamente anormal y,adversa Si se reiine iino favorable y otro
a
desiavorablc, sc anularán parcial o totalmente sus ef ectos ; y si, por cl contrario,
coinciden l^^s nlomentos favorables, el gazapo se desarrollará nornialmente.
^^ ccj^no elt la 111UCía )' etl el CrCClllllent0
influy'en c^m gran intensidad los factores
e^ctrínsecoti, y.existe uno, el clilna, independiente cle nuestra accibn, resultará en definitiva c^ue tínicaniente Ias experiencias 10calizaclas tenclrán valor absoluto y solamente para los animales que viven dentro
del ambiente en que se hayan llevado a
cabo los experiny^os,
,
Pero, si tem^°r pót^emos afirmar que,
de,.rnu^a, el conejo deberá
dttrante la épo
descansar en tis ^ias^ reproductoras, entendiendo p^^r '^a
e n3uda, no sólo el período en que 1^íd^,.^él pelo es aparente
síno el clue l^rece^gue a éste, hasta que
el pelo adquiera la bri]]antez y lustre propios
de cada raza.
Epoca en que debe sacri8^oarse ^el animal
para obtener una b^u^ena piel.
Es indudable que en .ese momento el ani
mal deberá poseer su mejor pelo, para lo
que tendremos hresentes las dos ép^cas de
It1Uda t^UC ya heI11US dC:5crlt(^ ^interlÚrIllente.
For otra parte, la piel de invierno es más
densa, más apretada, más firme; tanto sus
pelos como el cuero gozan de mejores concíiciones. Esta será, pues, la época más a
hropósito para el sacrificiu.
^
Procuraremu5, pues,^ quc en esta época
los gazapos se encuent °en en las óptimas
condiciones de muda, eligiendo la fecha de
los a^oplamientos
a
ma que obtengamos lo que se de.^
's.^
Pero hay otr
ác^r q
agregar a los
anteriores : es el o^ic ~ y no sólo en el
factor alimenta n^t^^óbt clón del animal
a bajo precio.
Tendremos en -'e,i ^en qué épocas se
facilita la venta de .su carne o en qué épocas ésta adquiere mayor valor, y al mismo
tiempo observaremos en 'qué momento del
año poseemos mayores existencias de alimentación o ésta la obtenemos a más bajo
precio, a fin de hacer coincidir con tales
momentos las máximas existencias de gazapos en el conejar.
Estudiados todós los factores y conjugados entre sí : muda, crecimiento, mercádo, alimentación y estación invernal, llegaremos a señalar para cada localidad las fe-
cha^+ cl^^ acuplamiento niás iavc^rables hara
la ópt^in^a c^btencirín de pieles.
Pmpiedades de 1^, píel.
I.a ^^iel, <t la teii^her^ltura urdinaria, es
insoluble cn ^cl ,c^ua ; l^cru tratada con cl
agua hirvienclu ;c reblandece y termina disolviéndr^se eil c lla, hr<rlwrcivnandc^ la gelatina.
Esta sustancia es inuy parecida a la osteína ytie c^ntienen los `huesos, encontrándose, además, en la piel otra sustancia, llamada c^rii^na.
Todas las pieles entran fácilmente en
putrefacción cuandc^ se las coloca en eondiciones para ellc^ fa^^orables, como el calor
y la humeclad, dando origen at desarrollo
de numerosas colonias microbianas.
Estos nzicrobios son los ordinarios en todas las hutrefa ^ciones, y muy esl^ecialmente
el B^actcri^rrzn t^rrzi^o y Ic^s bacilos sztihtilis y
,re^ticzts.
Es, pues, de necesidad ^opoiierse al desarrollo de estas cr>lonias microbianas por
los procedimientos ^que más adelante ehpondremos.
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Compo^ición químic,a de la piel.
La hiel, adetu^is de agua, sustancias i1^inerales y^rasa, contiene diversos cuerpos
de ^aturaleza albuniínoidea.
El c-n^^te^rfclo e^i^ a^^^ita e; variable. La
cantidacl de a^;^tta ei^ ur^a l^iel es tant^^ niayor cuanto tnás delgada sea y m^^s eshunjosa su constítucicín. Así, la parte del vientre tíene niás a^-ua clue la del lc^nw.
Varía del Gg al Rl3 por 10o el contenido
de agua en pieles de vaca sudadas á pieles
de ove j a{ i).
La cantidad de sustancias »iirtc^r^ales que
la piel contiene es pequeña y varía del o,^
al o,,r, por ioo, y en las pieles encaladas
lniede asceri'der hasta el i_^ por ioo.
El contenído en grasa es variable, según
la procedencia. Así, la de vaca, potro y becerro suelen tener un o,6 por ioo, mientras
(r) Según análisis verificados, at contenido en agua
cs. aproximadamente, el siguiente :
Yieles de vaca sudadas ............
Tdem íd. encaladas ...................
Idem de potro ...........................
Idem de becerro ........................
Tdem de cabra .• ........................
Idem de "oveja . ..........................
69 - 79
73 - 79
77-79
79 - 83
8•^
88
que la de cabra, cerclo y uveja a^ciende
hasta e1 ^,3 por ioo.
I a cantidad de grasa depende de la clase de alimentación cle l^s ani^nales, y es
.
mayor en la piel del lomr,.
El contenido en nitr^'^^;^eic^^ de las pieles
frescas se puede ctecir duc prácticamente
no tiene oscilación clentro de las pieles de
idéntica procedencia. Se ^^uecíe considerar,
pues, este contenido en nitrógeno conio
una cantidad fija que oscila, en pieles frescas alrededor del i^ por ioo.
El contenido en carbono es del So-5i
por ^ oo y en oaígeno del 2s-26 por ioo.
El resto es hidrógeno, más una pequeña
cantidací de azufre.
Proporcion^al^^lad ^dc 1a piel.
En la terniinología del curtidor se entiende por proporcionalidad o proporción de ^a
piel a la razón o relación existente entre su
superficie y su grueso.
Cada piel poseerá dimensiones distintas,
y es lógico suponer que esta relación de superficie a grueso sea interesante desde el
punto de vista de su aprovechamiento industrial.
^ La.s pieles, en general, poseen multitud
- 39 --
de aplicaciunes, y cada clasc de ^^iel'"*^ieríe p
una utilizaci6n espccífica. Es lqgico ad^ritir que esta prohorcionalidad ha de ser dí^t^^
tinta cttandu se trate de l^ieles clestinadas
a la fabricación de cueroa, ^wr f',Jf',IIlpl(l,
comparadas cc^n las pielcs clestinadas a la
peletería.
En la fabricación de cueros se precisa
un grueso deterniinado, juntan^ente con
una gran resistencia ; l^or el contrario, en
peletería todo ha de queclar supeditado a
otras características, entre las que señalaremos : flexibilidad, pequeño grueso y poco
peso.
Admítiremos, por tanto, que ta relación
entre la superficie dc. ^ la ^^iel y su grueso es
un coeficiente ciertame»te interesante; que
éste variará crm la cla4e cíe l^iel cle clue sc
trate, y cl cunucinliento dc dichu coeficiente permitirá señalar la utilización a^nvenien:^^-a esa clase de piel.
l^ero, para que una piel posea buenas
condiciones no^ basta clue el coeficiente de
proporcionalidad sea el conveniente. Es
preciso que ^esta piel se encuentre Fiicrr j^roporciaruadxx.
Sabemos que las distintas clases de pieIes poseen gruesos también distintos; pero
dentro de una misma clase de pieles, y aun
dentru de ttna i^lisma piel, si_ la hacemos
objeto de estudio detenid^, nos encontraremos con distintos gruesos en cada región.
Cuant^ meuores sean estas difereneias,
cuanta más i^,^tialdacl cxista en cl grosor de
la piel, cuant^a n^ás p^•o^a^^c^io^t^zdo se encuentre éstc, ta^rtc^ inejc^r se la podrá utilizar y, por tanto, n^ás valor podrá adquirir.
'rodo lo contrario diremos de las pieles
nuzl propnrci^a^+cui'as. Estas acusarán diferencias má^ prontmciadas entre el espesor
correslx>ndiente^i centro y a sus partes
laterales.
^
?
Por otra p^^te,,.cn úna piel bien proporcionada será 'i-eUát^vanaente fácil hallar cl
coeficiente de,hrá^rci^nalidad; en una picl
:^tal prnporc'ió^l^ud^a^ difícil la obtención
del citado a^efi ^i '`, ya que, aunque la superficie de la piel tendrá un valor fijo e inmutable, no será lo mismo en el representativo de su género, que variará según sus
distintas regiones.
Nomencl^atura de la giel.
Los cueros y pieles, después de desollados, y segím las regiones del cuerpo a que
corresponden reciben diferentes nombres.
que conviene conacer.
-- 4t -
El centro de la piel---que, en vida, fué
do^^so, lomos y caderas-se denomina loarw
r;K. 4.^
I^omenclxturx de lá riel.
o crupón (del f rancés croupo^n) ; los costados se llaman fialc^das o ba^rriga^d^as; garras o
pa,^as, la de las extremidades; cabe,^a, nucw^
«
o pcw.rcz+e^o, a la misma re^ión del animal
vivo.
Se denomina r•ccorte, la l^iel que Sabra
una vez separada la l^rción central o"cruP^n"•
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