g) "Excesiva elevación del hastial sin amparo de ninguna especie

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g) "Excesiva elevación del hastial sin amparo de ninguna especie"; este pun-
to se sumaba a la censura constructiva de la intervención de Badajoz,
cuando en realidad estaba ocultando más bien un criterio estético que
retomará posteriormente Demetrio de los Ríos al hablar más detenidamente de este coronamiento plateresco; desde el punto de vista constructivo contribuía esta sobrecarga a la ruina del hastial con su excesiva elevación y el enorme peso de estos cuerpos cooperaba a incrementar el desequilibrio general de la fábrica.
Los efectos de todas estas causas obrando a la par se dejaba sentir en los síntomas evidentes de una ruina que se agudizaba por momentos. Los desplomes de la pilas de caracol, junto con el muro del hastial, los desvíos y desuniones de la fábrica y su desquiciamiento, las grietas y fracturas verticales
y oblicuas, manifestaban una descomposición progresiva y un desequilibrio
alarmante que fue expresivamente descrito por Demetrio de los Ríos (La
Catedral de León, 1895, t. II, p. 17): "toda esta máquina (el remate de los
Badajoz), azotada por los ciclones, obligada a fatal cabeceo y echada sobre
antigua construcción que se muele por momentos, abriéndose en rajas oblicuas y verticales, éstas últimas de hasta veinte hiladas, y calando todas las
delgadas paredes de las pilas, rompiéndose el formero por uno de sus hombros y cayendo incesantemente en menudos detritus la deshecha piedra del
triforio, rosa, enjutas y torrecillas, hasta entapizar cien y cien veces la terraza, donde tal arena cruje de continuo bajo nuestros pies, y dando, en fin,
otras muchas señales de ruina, sorprende no se haya venido la susodicha
máquina al suelo desde que la denunció Don Juan de Madrazo y la volvimos
a denunciar nosotros hasta tres veces, deteniéndonos mucho en estudiar sus
siete vicios originarios de construcción y los siete nulos efectos resultantes
de ella". Con estas vehementes y efusivas palabras defendía Demetrio de los
Ríos la demolición del hastial, al tiempo que pretendía silenciar las tempestuosas críticas que se alzaron contra el desmonte completo del lienzo de
hastial, como denunciaba el propio Demetrio de los Ríos cuando violentamente arremetía contra "aquellos tan torpemente obcecados que aún pretenden que tal muro se podía sostener por más tiempo". Sometido el proyecto a la obligada supervisión de la Academia de San Fernando, el informe
de la Sección de Arquitectura, en el que actuó como ponente Si meón Avalos,
dio vía libre al derribo del hastial. Demetrio de los Ríos dejó a la Academia
el peso de la decisión sobre cómo debía reconstruirse el hastial una vez desmontado; en su proyecto de 1887, contemplaba las dos alternativas posibles, es decir, la reposición del remate plateresco una vez afirmada la solidez
del hastial o bien la construcción de un gablete gótico según las pautas que
había marcado Juan de Madrazo en el homólogo hastial meridional. La crítica estática de este remate de Badajoz había comenzado ya cuando Demetrio de los Ríos enunció las causas del desequilibrio y deterioro del hastial.
Entre los "siete vicios constructivos" enumerados por Ríos, tres hacían especial referencia a estos cuerpos añadidos en el siglo XVI: en primer lugar, su
defectuosa integración con la estructura inferior al cargar el remate sobre el
haz exterior del hastial, y después por las propias cualidades constructivas
del coronamiento, a modo de "cuerpos volados fuera del paramento exterior
del hastial" y, por último, por su excesiva elevación que hacia peligrar la
estabilidad de todo el lienzo de fachada. Pero todos estos efectos negativos
que este coronamiento había ocasionado en la estabilidad del hastial se derivaban en última instancia de un principio más general: con la inserción de
un cuerpo ajeno al organismo constructivo gótico se había violado la unidad
del sistema en equilibrio de la Catedral de León, desbaratando la lógica relación que mantenían todos sus miembros constitutivos: "la vulneración de los
fueros de la verdad estética" era el principal cargo imputado por Demetrio
de los Ríos al remate del siglo XVI (ibídem, 1895, t. II, pp. 115-16): "sin
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Catedral de León con el andamiaje para el
desmonte y reconstrucción del hastial
occidental (1889 ca).
[Cortesía de Ignacio González-Varas).
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