reglas y lenguaje privado: la lectura kripkeana de

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REGLAS YLENGUAJE PRIVADO:
LA LECTURA KRIPKEANA DE
WITTGENSTEIN
Pablo Fuentes 0.*
Las
Investigaciones Filosóficas l de Ludwig
Wittgenstein es una de esas pocas obras del pasado siglo que generan un
unánime consenso respecto a su importancia y protagonismo en los giros
filosóficos de las últimas décadas. Esto debido a que los trazos
argumentativos que en ella se presentan logran subvertir no solo buena
parte de las tesis paradigmáticas de la filosofía de ayer y de hoy, sino
también los hábitos filosóficos que dieron origen a esas tesis. Dos de
esos trazos argumentativos son de especial relevancia : las
consideraciones sobre seguir una regla (CSR), situadas entre § 138 y
§ 242, Y los argumentos sobre lenguaje privado (ALP), entre § 243 y
§ 315. Tradicionalmente, estos dos retazos han sido expuestos en forma
independiente, y solo recientemente de modo extensivo, como un solo
argumento. Una obra que ha fomentado esta lectura extensiva de CSR y
ALP es la de Saul Kripke, Wittgenstein 011 Rules and Privare Language 2 •
Concebida durante la década de los sesenta, pero solo publicada en
1982, se trata de un texto de gran influencia para nuestra época, y que
desborda el interés específico P9r el pensamiento de Wittgenstein. De
hecho, la obra goza de tal prestigio, que no son pocos los que atribuyen a
'"
Instituto de Filosofía. Pontificia Universidad Católica de Chile.
En adelante, PU . Utilizaré la traducción de García Suárez y Moulines (Wittgenstein
1988).
Kripke. 1984. Las traducciones son mías.
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SEMINARIOS DE FILOSOFIA. Vols. 17-18.2004-2005
sus argumentos un valor intrínseco, sin consideración de la exégesis
(ajustada o no) que Kripke hace del filósofo.
En lo que sigue, haré revisión de los contenidos elementales de
esta obra, atendiendo más a la eficiencia (hasta cierto punto original) de
sus ideas, que a su fidelidad exegética. Solo hacia el final de este escrito
se dejarán apuntadas algunas precisiones respecto de esta última
cuestión, delineando una posible pauta de evaluación para decidir si esta
lectura kripkeana de Wittgenstein se ajusta o no a Wittgenstein.
La lectura extensiva de CSR y ALP surge, en la interpretación de
Kripke, como una reacción en contra de las lecturas convencionales de
PU, según las cuales ALP es una argumento que se inicia en § 243 Y que
se distingue de CSR por una motivación temática precisa, no
subordinada a esas ' otras consideraciones sobre seguir una regla.
Contrariamente a esto, Kripke sitúa lo que él llama "el auténtico
argumento del lenguaje privado" en las secciones precedentes a § 243,
en una zona tradicionalmente asignada a CSR. En efecto, según Kripke,
la conclusión de ALP queda explícitamente enunciada en § 202, con el
célebre pasaje en que Wittgenstein afirma la imposibilidad de seguir una
regla privadamente 3 . De este modo, § 243ss (el tradicional ALP), es
concebido por Kripke como un conjunto de parágrafos que pese a su
aplicación a una temática precisa (el lenguaje de las sensaciones), forma
parte de un argumento mayor en torno al lenguaje, y en ningún caso
logra constituir un cuerpo aislado (1984: 3).
Pues bien, más que dos argumentos -uno sobre normatividad, otro
sobre el lenguaje de las sensaciones- el Wittgenstein de Kripke presenta
un solo cuerpo argumentativo, cuyo tópico fundamental es el lenguaje, y
una de cuyas aplicaciones específicas es la de los parágrafos § 243ss,
que versan sobre la relación de este con las sensaciones. Bajo esta
presentación, el foco de atención en la exposición de Kripke estará
centrado en los pasajes precedentes a § 243ss, en lo que
convencionalmente se considera CSR. En efecto, aparte de las citas para
la distribución general del argumento, § 243ss casi no se mencionan en
el transcurso de su exposición. De este modo. el "auténtico ALP" es
presentado por Kripke sin el "tradicional ALP". Consciente de ello.
Kripke afirma que la omisión puede parecer como presentar Hamlet sin
el Príncipe, pero que lo relevante para el lector debe ser la fuerza
intuitiva de las ideas presentadas en los argumentos. De hecho. para
3
"y por tanto no se puede seguir 'privadamente' la regla, porque de lo contrario creer
seguir la regla sería lo mismo que seguir la regla" (PU, § 202).
PABLO FUENTES: REGLAS y LENGUAJE PRIV.... DO: LA LECTUR.... KRIPKE.... N.... DE WITTGENSTEIN
estos efectos, Kripke no duda en sacrificar deliberadamente la fidelidad
exegética en pos de otras variantes expositivas. Más que el argumento de
Wittgenstein o el argumento de Kripke, se nos dice, lo que se presenta en
su texto es "el argumento de Wittgenstein tal como este impresionó a
Kripke, tal como este presentó un problema para él" (1984: 5).
Pues bien, ¿cómo se presenta ese problema? Lo que Kripke define
como el tópico central de PU es entendido en su interpretación como una
nueva forma de escepticismo filosófico (1984: 7). Esta presentación tiene
una estructura bipolar: Wittgenstein plantea una paradoja que luego se
ocupa de resolver. Lo peculiar de esta estructura es que la paradoja en
cuestión afecta al ámbito del lenguaje, y más precisamente, al
significado, y que la solución que Kripke atribuye a Wittgenstein se
desplegaría dentro del mismo marco escéptico en que fue planteado el
problema. Ante una paradoja escéptica, Wittgenstein ofrecería una
solución escéptica.
Según Kripke, la paradoja en cuestión está explícitamente
enunciada en el § 201 de PU: "Nuestra paradoja era esta: una regla no
podía determinar ningún curso de acción porque todo curso de acción
puede hacerse concordar con la regla". El problema, presentado en el
seno argumentativo de CSR, es explicitado en su exposición bajo un
muy simple ejemplo extraído de la aritmética: la suma entre 68 y 57.
Para efectos del argumento, Kripke otorga a esta operación la cualidad
de no haber sido realizada antes por el ejecutante: por hipótesis, '57' es
un número mayor a cualquier otro número utilizado en operaciones
anteriores. Como la matemática es un campo infinito, y los ejecutantes
de ella poseemos una competencia finita, tal situación es sin duda
posible: basta pensar en dos números particularmente extensos .
Llamaremos a esta hipótesis, la "hipótesis del nunca antes".
Ahora bien, dada esta condición, el ejecutor realiza la operación y
obtiene el resultado de '125'. Su convicción de que este resultado es
correcto se justifica en dos planos: a) en el sentido aritmético de que 125
es la suma de 68 y 57 y b) en el sentido metalingüístico de que 'más', tal
como se intentó usar la palabra en el pasado, denota una función que
aplicada a los números '68' y '57', da como resultado '125'. La
distinción aquí es que si el signo '+' denotara, meta lingüísticamente, otra
operación, 125 seguiría siendo, aritméticamente, la suma de 68 y 57. El
desafío que el escéptico antepondrá a la convicción del ejecutante irá
emplazado solo en el sentido metalingüístico. La formulación que hace
Kripke del reto escéptico es brillante por su concisión y claridad, y bien
vale la pena citar las no más de veinte líneas en que se formula la
paradoja:
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SEMINARIOS DE FILOSOFfA. Vols . 17-18. 2004-2005
Ahora bien, supongamos que me encuentro con un extraño escéptico.
Este escéptico cuestiona mi certeza sobre mi respuesta, en lo que acabo
de llamar el sentido 'metalingUístico'. Tal vez, sugiere , tal como yo usé
el término 'más' en el pasado, la respuesta que pretendía para ' 68 + 57'
debería haber sido '5' [... ) Después de todo, dice, si ahora tengo tanta
confianza en que mi intención, tal como usaba el símbolo ' +' , era que
'68 + 57' resultara denotar 125, esto no puede ser porque yo explícitamente me haya dado instrucciones para que 125 fuera el resultado al
efectuar la adición en este caso particular. Por hipótesis, no hice tal cosa.
Pero, desde luego, la idea es que en esta nueva instancia, yo debería
aplicar exactamente la misma función o regla que tantas veces apliqué en
el pasado. Pero, ¿quién va a decir cuál es esa función? En el pasado yo
me di solo un número finito de casos que ejemplificaran esta función.
Todos ellos, hemos supuesto, involucraban números menores que 57. Por
lo que quizá en el pasado yo usé 'más' y '+' para denotar una función
que llamaré 'quus' y simbolizaré mediante '\1)' . Esta queda definida así:
x '\1)'y =x + y, si x, Y < 57
=5 en cualquier otro caso
¿Quién podría decir que no es esta la función que precisamente significaba mediante '+'? (1984: 8-9).
Como el lector podrá advertir, la función 'quus' que introduce el
escéptico es compatible con todos los usos que en el pasado el ejecutor
pudo haber hecho del signo '+', Y permite que la pregunta del escéptico
apunte a un cambio en el \.ISO de los términos. Quizás, se nos dice, cuando
usé el término 'más' en el pasado, siempre quise decir 'quus', y ahora, por
efecto de algún desvarío, no estoy más que malinterpretando mi uso
previo. Debemos recordar que por la "hipótesis del nunca antes" no me he
dado instrucciones específicas que fuesen incompatibles con esta
suposición. Y esto, obviamente, se aplica a cualquier tipo de ejecución
lingüística, no solo la aritmética. Podemos cambiar el ejemplo kripkeano
por uno que ilustre la aplicación de un concepto común y corriente: el que
Juan haya significado cielo mediante 'cielo' está puesto en duda por el
hecho de que Juan pudo haber estado haciendo uso de otra regla
lingüística (una regla "torcida", si se quiere, pero no por ello carente de
normatividad 4 ), la cual insta a usar ' cielo' con la significación usual de esa
4
Para un instructivo análisis en términos de "regla torcida" (bent rule), cf. Blackburn
1984: 69-109.
PABLO FUENTES: REGUlS y LENGUAJE PRIVADO: UI LECTURA KRIPKEANA DE WITTGENSTEIN
palabra en el pasado, pero un modo distinto de significación en el futuro.
Para ello, baste suponer que Juan realmente quiso decir 'chielo', donde
'chielo' quiere decir cielo antes del 1 de enero de 2006, y árbol después.
Así planteadas las cosas, el reto escéptico va dirigido a nuestras
adscripciones de significado (i.e ., a atribuir a una persona el háber
significado tal cosa mediante tal signo), y se puede reducir a lo
siguiente: citar algún hecho (jact) de mi uso pasado del signo, que
constituya el haber significado adición en vez de quadición. Si se puede
ofrecer un solo hecho, las inquietudes del escéptico tendrán solución.
Cualquier respuesta debe cumplir solo con dos condiciones: (i) debe dar
un reporte del tipo de hecho que constituye significar '+', (ii) debe ser
posible, a partir de este hecho, determinar el uso correcto o incorrecto
del signo '+' (debe justificar la respuesta a la sumatoria).
Es importante precisar el carácter de esta demanda. Y es que pese
a suscitarse en un impreciso lugar del lenguaje, la demanda kripkeana
por un hecho fáctico no ostenta ningún tipo de restricción epistémica.
Todo 10 que el escéptico pide es un hecho -sea este físico o mental- que
logre constituir normativamente el haber significado 'más' y no 'quus'.
Para ello, las condiciones normativas quedan explicitadas en el punto (i)
y (ii), sin consideración de que el hecho en cuestión surja de la esfera del
comportamiento o 'al interior de nuestras mentes'. Kripke está muy
consciente de esta licencia, y su exposición pone especial cuidado en
resaltar que bajo el tratamiento wittgensteiniano de la cuestión, no
existen limitaciones conductistas de ningún tipo. Es por esto que el reto
escéptico que Kripke atribuye a los textos wittgensteinianos no tiene,
según su interpretación, el carácter conductista que muchas
interpretaciones tradicionales han querido atribuirle. Por el contrario,
para Kripke, la investigación wittgensteiniana, al dar amplia cabida a la
búsqueda de un hecho semántico en el campo de 10 mental, es
"profundamente introspectiva" (1984: 48).
Ahora bien, bajo estas consideraciones, el argumento de Kripke
comienza por rechazar el campo del comportamiento como posible
respuesta al reto escéptico. Con el recurso de la "hipótesis del nunca
antes" y la formulación de la función 'quus', Kripke logra plantear la
paradoja de que cualquier curso de acción que el ejecutor haya realizado
en el pasado puede hacerse concordar con una función variada. Esto,
como ya está dicho, queda registrado en la conocida sentencia
wittgensteiniana de § 201: "una regla no podía determinar ningún curso
de acción porque todo curso de acción puede hacerse concordar con la
regla". Es frente a esta paradoja que el interlocutor kripkeano, en una
primera instancia, pretende poner fin al reto escéptico apelando a la
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SEMINARIOS DE FILOSOFIA, Vols. 17-18,2004-2005
objetividad de otras reglas más generales ("reglas para interpretar una
regla"), que estarían presentes al momento de ejecutar una operación
como "68 + 57". El error del escéptico consistiría en apelar, dentro del
ámbito del comportamiento. a un número finito de operaciones
realizadas en el pasado. y en no considerar el hecho de que bajo esta
nueva operación se acude a una serie de "instrucciones interiorizadas".
que serían interpretadas en su forma más primitiva por el ejecutante.
Pero he aquí que el texto kripkeano logra mostrar la fuerza de la
paradoja. pues lo que se suponía era una objeción al planteamiento
escéptico. termina por favorecer su punto. Y es que justamente es esta
condición determinante de la regla (cualquier regla) lo que está puesto
en duda. Sucintamente: la indeterminabilidad de una regla no se resuelve
apelando a otra regla más generala primitiva. pues la misma objeción se
le puede hacer a esta. creando así un regreso al infinito. La idea de la
indeterminabilidad de la regla -y con ello, de su interpretación- está
respaldada por Kripke en los siguientes textos de Wittgenstein. más
conocidos como la objeción de la "regla para interpretar una regla":
"¿Pero cómo puede una regla enseñarme lo que tengo que hacer· en este
lugar? Cualquier cosa que haga es. según alguna interpretación. compatible con la regla" -No. no es eso ·10 que debe decirse. Sino esto: Toda
interpretación pende. juntamente con lo interpretado. en el aire; no puede
servirle de apoyo. Las interpretaciones solas no determinan el significado (PU. § 198).
De ahí que exista una inclinación a decir: toda acción de acuerdo con la
regla es una interpretación. Pero solamente debe llamarse "interpretación" a esto: sustituir una expresión de la regla por otra. (PU. § 201).
De este modo. el paso de una esfera pública (comportamiento) a
una privada (interpretación). no logra sofrenar el rigor de la sentencia:
cualquiera sea la regla que comparezca ante la mente del ejecutor.
poseerá el mismo carácter de indeterminabilidad que la apelación al
comportamiento. Apelar a otras reglas generales o primitivas para
justificar la determinabilidad de una regla cualquiera no es más que
aplazar el problema hacia otro ítem con el mismo déficit. pues lo que
llamamos "interpretar una regla" no es más que reemplazar una
, expresión de la regla por otra.
El argumento goza de una fuerza intuitiva notable. y es donde
Kripke mejor utiliza los textos wittgensteinianos. Lo particularmente
interesante es que la demanda escéptica por un hecho normativo se
PABLO FUENTES: REGLAS y LENGUAJE PRIVADO: LA LECTURA KRIPKEANA DE WITTGENSTEIN
aplica sin restricciones epistémicas de ningún tipo. La referencia
wittgensteiniana a un Dios omnisciente. con libre acceso a todos los
hechos disponibles. no hace más que extender el desafío escéptico desde
el ámbito de lo público-observable a lo privado-mental (y con ello. a
todo el ámbito de lo experienciaI 5). Kripke está muy consciente de este
alcance. y su exposición tiende a hacer patente lo irreversible del reto
escéptico: del comportamiento a reglas interiorizadas, de reglas
interiorizadas a "experiencias introspectibles" (1984: 41). La
importancia de este último paso radica en que su alcance descarta como
respuesta putativa una de las "piedras de toque del empirismo clásico",
como son los variados ítemes experienciales, incluyendo las imágenes 6 .
La conclusión que Kripke extrae de este conjunto de
consideraciones es la siguiente: no hay un solo hecho en el vasto ámbito
de mi comportamiento e historia mental (no hay un solo hecho acerca de
mf) que logre constituir el haber significado tal cosa por tal signo. Esta
ausencia no solo pone en jaque. aparentemente. la idea de que una regla
determina de por sí un curso de acción. sino también. y con ello. toda la
idea de significado, la cual parece "desvanecerse en el aire" (1984: 22).
y es que toda adscripción de significado carecerá del estatus objetivo
que poseen las proposiciones fácticas. en tanto no logre reportar su
condición de verdad (en tanto un hecho fáctico pueda ser citado para
atribuirle verdad o falsedad). Esta es la paradoja escéptica a la que
Wittgenstein. según Kripke, propondría una solución. y que se expone en
la tercera parte del libro. intitulada "La solución y el argumento del
'Lenguaje Privado· ... Veamos en qué consiste.
Kripke plantea que hay dos modos de responder a una paradoja
escéptica como la que le atribuye a Wittgenstein. Por una parte. existe lo
que él llama una "solución directa" (straight solution). que consistiría en
una respuesta que pruebe que las dudas planteadas por el escéptico son
infundadas. En nuestro caso, una respuesta directa a la paradoja
escéptica consistiría en el reporte de un hecho capaz de constituir el
5
6
Para este interesante punto, cfr. 1984: 40-43. Otro intérprete que destaca la
importancia del ámbito experiencial es McGinn, 1987.
El argumento que refuta a las imágenes como constitutivas del significado es similar
al de las experiencias, y está asociado a algunos textos wittgensteinianos notables
sobre la indeterminabilidad de los métodos de proyección (PU, § 139 - § 140).
Además de esta refutación, Kripke examina extensamente la posibilidad de que sean
las "disposiciones" el hecho constitutivo del significar una cosa por un símbolo. No
detallaré aquí la refutación de esta idea, pues se aleja bastante del foco de atención
de los textos de PU . El mismo Kripke reconoce (1984: 6), que este extenso
tratamiento tiene más de argumentación propia que de exposición wittgensteiniana.
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significar tal cosa por tal signo. Por otra parte, existe lo que Kripke
llama una "solución escéptica", que partiría por concederle el punto al
escéptico, para luego hacer ver que nuestras prácticas naturales no deben
ser definidas de una cierta manera, menos aún de la manera que el
escéptico ha probado ser insuficiente. Kripke se da espacio para mostrar
cómo Hume elabora una solución escéptica al problema de la inducción.
concediendo que un argumento a priori es insuficiente para constituirse
como fuente de nuestras inferencias inductivas, y atribuyendo esta a la
costumbre. Análogamente. en el caso de Wittgenstein, se concede al
escéptico el punto de que el tipo de hecho en demanda no existe (i. e., de
que no hay solución directa), para luego desplegar un argumento que
muestre cómo las adscripciones de significado pueden ser concebidas sin
recurrir a estándares fáctico-asertivos, poniendo atención a otros factores
como son las condiciones de aserción y el rol que este y otro tipo de
proposiciones cumplen en nuestras vidas.
La solución escéptica que Wittgenstein propone para salir de la
paradoja consistiría, pues, en dos partes: un reconocimiento de que el tipo
de hecho en cuestión no existe, y una elaboración argumentativa que
concibe el asunto desde un nuevo punto de mira. La primera cuestión
-reconocer que las adscripciones de significado no ostentan condiciones de
verdad- está respaldada por el rechazo, a 10 largo de toda la primera parte
del escrito, de una amplia gama de candidatos para constituirse como hecho
constitutivo del significado. Ni el comportamiento, ni las reglas
interiorizadas, ni las experiencias, ni las disposiciones cumplen con las
condiciones normativas para ello. La segunda cuestión tiene una elaboración
distinta. El que Wittgenstein haya estado motivado en rechazar una
semántica de corte realista en pos de una visión más "contextual" del
significado, es una idea que Kripke extrae directamente de la lectura que
Dummett ha hecho de Wittgenstein, en su célebre La verdad y otros
enigmas7• Esta lectura, de gran influencia para los intérpretes de le época,
contrasta la filosofía del lenguaje del Wittgenstein de la primera etapa con lo
que posteriormente desarrolla en PU. Frente a una preeminencia de los
hechos y las condiciones de verdad en el Tractatus Logico-Philosophicus, el
. Wittgenstein de Investigaciones pondría el énfasis en describir las
condiciones de aseverabilidad y el rol que este tipo de proposiciones
cumplen en nuestras vidas. En un lema: al momento de describir el lenguaje
y justificar su normativa, más que hechos (sean estos públicos o privados) lo
que el Wittgenstein de PU busca son circunstancias.
7
Dummett. 1978. Cfr. "Wittgenstein 's Philosophy of Mathematics".
PA BLO FUENTES: REGLAS y LENGUAJE PRIVADO: LA LECTURA KRIPKEANA DE WITTGENSTEIN
Kripke cita un ejemplo muy clarificador. Las primeras secciones
de PU describen al lector el uso de la proposición "cinco manzanas
rojas". Cuando vaya la frutería, y pido mi orden al dependiente, este
se mostrará competente si coge, por cada numeral que cuenta, una
manzana roja y la pone en mi bolsa. Prácticas como estas constituyen
las circunstancias y el rol en nuestras vidas de los numerales. Una
visión del lenguaje basada en condiciones de aseverabilidad daría
cuenta de ello . Si por el contrario, nos obstinamos en buscar un hecho
superlativo que corresponda a la palabra "cinco", nos veremos
envueltos en una especie de platonismo, postulando entidades
normativas para cierto tipo de usos lingüísticos . Una visión del
lenguaje basada en condiciones de verdad (como la del Tractatus) nos
tienta justamente a este tipo de ejercicio intelectual : buscar entidades o
hechos donde solo hay usos y condiciones. La alternativa es simple: en
vez de postular ítemes correspondientes, es necesario mirar las
condiciones con que las aserciones con numerales se justifican en
nuestras prácticas diarias.
Considérese el caso del significado. La pregunta ¿qué es el
significado? (o ¿a qué corresponde el significado?), parece surgir de las
mismas premisas e inclinaciones intelectuales que el ejemplo de la
palabra "cinco". Si no se atiende a las condiciones de aseverabilidad en
que la palabra "significado" es usada, nos obstinaremos en buscar
entidades o Ítemes subyacentes (el significado como objeto intencional,
como experiencia cualitativa, como imagen proyectiva, etc.). Las
condiciones relevantes y el rol a los que Kripke alude aquí, en cambio,
han de ser delineados bajo el examen de una adscripción del tipo "Juan
quiere decir (means) adición mediante '+"'. ¿Qué se puede sacar en
limpio de este examen? Pues bien, asumiendo dos modos de considerar a
Juan (como hablante solitario o como inmerso en una comunidad),
Kripke examina los alcances de estas posibilidades . La primera instancia
abre la reflexión sobre la posibilidad de un hablante de un lenguaje
solitario, y Kripke se empeña en mostrar que bajo estas condiciones no
es posible establecer una distinción entre las condiciones de aserción de
"Juan cree que él quiere decir adición mediante '+'" y "Juan quiere decir
adición mediante '+'''. Kripke despliega aquí la idea de que bajo la
hipótesis del hablante solitario no hay criterios de corrección posible: lo
que sea que parece correcto a Juan será correcto. Esta idea tiene su
correlato en un pasaje de PU. que según Kripke constituye uno de los
parágrafos conclusivos de todo el argumento del lenguaje privado
(considerado extensivamente, Le .• CSR más ALP): "Creer seguir la regla
no es seguir la regla. Y por tanto no se puede seguir 'privadamente' la
51
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SEMINARIOS DE FILOSOFfA. Vols . 17-18.2004-2005
regla, porque de lo contrario creer seguir la regla sería lo mismo que
seguir la regla" (PU, § 202)8.
La alternativa a este problema es considerar al mismo hablante no
aisladamente sino como miembro de una comunidad. Bajo esta
circunstancia, la adscripción "Juan quiere decir adición mediante '+'"
está plenamente justificada cuando Juan se ha desempeñado
satisfactoriamente según los estándares con los que su comunidad opera.
Lo que es decir: Juan ha usado el signo '+' del mismo modo que la gran
mayoría de los otros miembros de la comunidad están dispuestos a
hacerlo. La inclinación de Juan a usar tal signo de tal manera,
conjuntamente con la inclinación a creer que ese uso es el correcto, no
tiene en sí mismo un carácter justificatorio, y es provisorio a la
aprobación de terceros. Esta aprobación tiene su punto de apoyo,
obviamente, en el hecho natural de que una comunidad lingüística
comporta prácticas uniformes. De este modo, una adscripción del tipo
"Juan quiere decir adición mediante '+'" debe mirarse bajo el prisma de
su utilidad, que no es más que la aceptación de un individuo entre sus
pares lingüísticos, con la consecuente discriminación entre hablantes
competentes y hablantes incompetentes.
Pues bien, ¿en qué situación queda ALP dentro de la interpretación
comunitaria del lenguaje que Kripke 'atribuye a Wittgenstein? Hacia el
final de su exposición, Kripke señala que la solución escéptica al
problema de las reglas contiene ya el argumento contra la posibilidad de
un lenguaje privado. En este sentido, el argumento no debe entenderse
aisladamente del trazo argumentativo mayor. La clave de esto radica en
que la solución de la paradoja wittgensteiniana no admite de por sí la
posibilidad de tal lenguaje. La imposibilidad de un lenguaje privado, de
este modo, no es más que el corolario de la solución. Bajo este supuesto,
el requerimiento de criterios externos para procesos internos -uno de los
aspectos decisivos en las interpretaciones tradicionales de ALP- no
constituye una premisa conductista dentro de un argumento sui generis
sobre el problema de las otras mentes. Más bien, se trata del
requerimiento que este juego comunitario de atribución de significados
impone para el caso particular de las sensaciones. Así vistas las cosas,
ALP no constituye un argumento independiente, sino un necesario
complemento y aplicación de las conclusiones establecidas previamente,
en lo que tradicionalmente se considera CSR. Con ello, la interpretación
8
Más adelante (1984: 10 1, nota 82). Kripke asocia esta misma idea a § 258, en pleno
corazón del tradicional ALP: "Es correcto lo que en cualquier caso me parezca
correcto. Y esto solo quiere decir que aquí no se puede hablar de 'corecto'''.
PABLO FUENTES: REGLAS y LENGUAJE PRIVADO: LA LECTURA KRIPKEANA DE WITTGENSTEIN
de Kripke logra sustraer a ALP del tradicional aislamiento con que se
exponía, y situarlo integralmente dentro de un problema general acerca
del lenguaje. Este es, con seguridad, uno de los aportes más relevantes
de su interpretación de Wittgenstein. El punto, desplegado a partir de
una asimilación e integración comprensiva de los textos, es el que grosso
modo justifica una lectura extensiva de CSR y ALP.
Con todo, hay aspectos de la lectura de Kripke que están lejos de
generar consenso. Para concluir esta aproximación general a sus
contenidos, quisiéramos tomar nota de algunos aspectos de su lectura
que merecerían una evaluación más exhaustiva, pero que conviene dejar
delineada aquí a modo de esquema. Esta evaluación tendría como
propósito determinar hasta qué punto Kripke está siendo fiel al sentido
de los textos wittgensteinianos, específicamente a aquellos en torno a
CSR y ALP.
Me restringiré solo a un par de precisiones. La primera concierne a
la distinción entre estructura y contenido. Como ya está dicho, Kripke
recurre a un recurso exegético que consiste en imponer a los textos de
Wittgenstein una estructura bipolar (paradoja escéptica/solución
escéptica), que en sí misma no es manifiesta en los textos de PU. De
hecho, Kripke reconoce y se muestra en todo momento consciente de
que esta imposición es una variante expositiva suya para ilustrar el
argumento de Wittgenstein tal como este lo impresionó a él, y que el
filósofo probablemente hubiese rechazado su formulación (1984: 5, 63,
70). La justificación de su presentación radica, por tanto, casi
exclusivamente en los beneficios que esta estructura pudiese reportar
para efectos de claridad y presentación de las ideas. La estructura del
argumento facilitaría la comprensión de los contenidos, pese a que estos
no se hubiesen presentado originalmente de tal modo.
¿Cuáles son esos contenidos? Entre los que desarrolla Kripke,
destaca la idea de que el lenguaje no es una estructura a la que subyace
una esfera experiencial, constitutiva y garante de su normatividad, pues
ningún ítem mental de ningún tipo logra constituirse como hecho
normativo del significado. Ante esta negativa, Kripke atribuye a
Wittgenstein una solución que pasa por rechazar una cierta visión
privada del lenguaje, y erigir así una semántica de tipo no factualista,
capaz de reconocer las condiciones de aseverabilidad de las
proposiciones, apelando a la práctica consensuada de una comunidad en
la que el hablante es reconocido como miembro.
Como es de suponer, no han sido pocos los intérpretes que se han
preguntado hasta qué punto la claridad en la exposición de estos
contenidos es posible solo gracias a la imposición de una estructura
53
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SEMINARIOS DE FILOSOFIA, Vols. 17- 18, 2004-2005
argumentativa no del todo original a Wittgenstein. Y he aquí que los
intérpretes parecen dividirse, según dos criterios: legitimidad y
eficiencia. La pregunta es simple: ¿está legitimada la exposición de
Kripke por la mera eficiencia con que se presentan las ideas? Un
intérprete ortodoxo tomará de inmediato una posición defensiva,
arguyendo que no importando la eficiencia de esta exposición, su
legitimidad es impropia por el mero hecho de ser ajena a Wittgenstein .
Otros, quizás más interesados en los problemas que en las autorías,
decididamente ignorarán la fidelidad del planteamiento , y no
escatimarán en reconocer la fuerza y lucidez de uno de los textos más
importantes de la filosofía del lenguaje (sea este fiel o no a
Wittgenstein).
Creo que es posible, en pos de una interpretación adecuada que no
eluda el debate filosófico, una posición intermedia. Y esta debe partir
por conceder el punto de que sin duda es posible que los contenidos de
CSR y ALP fuesen mejor explicados bajo una estructura que, pace
Wittgenstein, Kripke les quiso imponer. El punto es perfectamente
válido. Pero si esto es así, lo debemos evaluar conjuntamente (o en
contraste a) un examen de CSR y ALP tal como Wittgenstein se propuso
plantearlos. Y he aquí donde una lectura más pormenorizada de los
argumentos wittgensteinianos es necesaria. Sobre todo, es pertinente
poner especial atención a aquellos lemas metafilosóficos de su obra
(aleatorios CSR y ALP) que dan cuenta de una precisa pauta
metodológica, y que algunos intérpretes recientes han catalogado como
un cierto tipo de "minimalismo filosófico"9. Una revisión cuidada de
estos pa!Oajes haría evidente que, más que una solución escéptica (o de
cualquier tipo), Wittgenstein estaría apelando a un recurso que
consistiría en abstenerse de dar respuestas positivas a preguntas
filosóficas infundadas, restringiendo su labor filosófica a hacer patente
la condición de absurdo de estas interrogantes. Para ello, esta economía
minimalista cumpliría con dos pasos metodológicos precisos:
(i)
(ii)
9
Reducir al absurdo las respuestas putativas que se dan a tales tipos
de pregunbls.
Atacar las premisas filosóficas que hicieron posible la formulación
de dichas preguntas.
Se trata de los parágrafos concentrados entre §89 y § 133 . El concepto de
"minimalismo filosófico" con que se ha catalogado esta pauta metodológica ha sido
introducido recientemente por Thornton (1998).
PABLO FUENTES : REGLAS y LENGUAJE PRIVADO: LA LECTURA KRIPKEANA DE WITTGENSTEIN
Si esta apreciación es correcta, la labor filosófica de Wittgenstein
en CSR y ALP consistiría en hacer patente que aquella visión del
lenguaje empeñada en interponer un abismo entre una palabra y su uso
opera como una falsa premisa, desde la cual se proyectan una serie de
preguntas familiares, y a las cuales hacen frente una serie también
familiar de respuestas, ninguna de las cuales logra plantearse de modo
consistente . Frente a este complejo filosófico, la labor aclaratoria de
Wittgenstein tendría como fin atacar las premisas que hicieron posible
este embrollo, no sin antes hacer una revisión crítica de las respuestas
putativas a las interrogantes, reduciéndolas al absurdo. Esta reductio
tiene como fin mostrar que la pieza supuestamente garante del buen
funcionamiento del lenguaje (experiencias, imágenes, ítemes mentales
en general), no cumplen función alguna dentro del mecanismo. Y esto no
porque otras piezas de otro tipo sí se acoplarían normativamente al
engranaje, sino más bien, porque toda la idea del mecanismo ha surgido
de premisas falsas, y lo pertinente es volver a mirar, sin molduras, los
elementos mínimos que componen el cuadro. Según este esquema, la
revisión crítica de estas tesis explicativas no tiene el propósito de
subvertirlas en pos de otras tesis positivas que las reemplacen, sino, más
bien, hacer patente el absurdo de todo intento por hacer frente a estas
infundadas premisas. De este modo, más que resolver el problema
filosófico del significado, Wittgenstein se propone disolverlo, haciendo
un reordenamiento de las piezas que siempre estuvieron a la vista, pero
que por variados hábitos filosóficos, habíamos desatendido 10.
La tarea, así planteadas las cosas, consistiría en poner a prueba los
argumentos efectivos de Wittgenstein según sus propios lemas
metodológicos, y solo entonces evaluar si otras estructuras impuestas le
son pertinentes. Algunas de las escasas evaluaciones críticas que han
apuntado en este sentido, demuestran que la exposición kripkeana
lograría salir ilesa al menos en su parte negativa (el planteamiento de la
paradoja), la cual puede ser asimilada consistentemente con la estructura
de una reductio: la paradoja de la primera tendría un fiel correlato en el
10
Buena parte de las críticas a la fidelidad exegética de Kripke apuntan, justamente, a
que esta labor disolutiva de la filosofía de Wittgenstein fue pasada por alto en su
lectura. Específicamente, su error consistiría en omitir, después de haber situado la
paradoja en el primer párrafo de §201, el segundo párrafo del mismo parágrafo,
donde Wittgenstein afirma claramente que la paradoja ha surgido de un
malentendido. Esto dejaría entrever que la labor de Wittgenstein se restringiría, en
este punto, a disolver tal malentendido, más que a aceptar la paradoja y buscar una
solución . Para este punto, ef. MeDowell, 52-53 (en Miller & Wright 2002), y Miller,
1998: 209-218.
55
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SEMINARIOS DE FILOSOFtA. Vals . 17- 18. 2004-2005
absurdo de la segunda 11. Por otro lado, la parte positiva de su exposición
(la solución de la paradoja) no correría, aparentemente, la misma suerte.
y es que al atribuir a Wittgenstein una semántica de corte antifactualista. Kripke está atribuyendo a la filosofía de Investigaciones un
cierto repunte teórico; algo frente a lo cual Wittgenstein pretende
mantener inmunidad, si tomamos en serio sus propios lemas
metodológicos de no avanzar tesis en filosofía 12 . La tarea aquí
proyectada, por tanto, se reduce a esto: evaluar hasta qué punto este
minimalismo metodológico logra disolver efectivamente los problemas
planteados, y si comparativamente es más eficiente que una semántica
no factualista a la hora de arrojar luz sobre la comprensión de nuestro
lenguaje. Tal examen tendría la ventaja de fijar el foco de atención en los
contenidos y estructuras de los problemas, más que en la cuestión
(secundaria, a mi parecer) de las autorías.
BIBLIOGRAFíA
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DUMMET, M.A.E. (1978). Truth and Other Enigmas. Duckworth, London.
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MCGINN, COLIN (1987). Wittgenstein on Meaning. An interpretation and evaluation . Basil Blackwell, Oxford.
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MILLER, ALEXANDER & WRIGHT, CRISPIN. (2002). Rule-Following and Me aning . Acumen, Chesham.
PEARS, DAVID; (1988). The False Prision (vol 2). Oxford University Press,
Oxford.
'
II
Una lectura que muestra esta compatibilidad entre la paradoja kripkeana y la
reductio wittgensteiniana es Pears. 1988.
12
Cfr. PU §109. §126 Y §128.
PABLO FUENTES: REGLAS y LENGUAJE PRIVADO: LA LECTURA KRIPKEANA DE WITTGENSTEIN
THORNTON, TIM . (1998). Wittgenstein on Language and Thought. The Philoso-
phy of Contento Edinburgh University Press, Edinburgh.
WITTGENSTEIN, LUDWIG. (1988). Investigaciones Filosóficas (trad. Alfonso
García Suárez y Ulises Moulines) . Instituto de Investigaciones Filosóficas
de la UNAM.
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