estoy convencido de que tengo una paz, una tranquilidad y una

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estoy convencido de que tengo una paz,
una tranquilidad y una serenidad que
no es consecuencia automática y posible de mi propia psicología. No hay
psicología humana que solamente en los
parámetros humanos produzca como
resultado esto. No. Desde ahí les puedo
decir que con la gracia de unidad y sin
ningún misticismo extraño, solo con la
integridad natural con la que siempre
he intentado vivir, experimento que el
Señor está muy cercano, que la Auxiliadora realmente me sostiene y nos sostiene; y a don Bosco le he pedido muy
vivamente que nos ayude y me ayude a
acompañar bien su Congregación. Les
confieso que me conmueve y me golpea
el sentir que la última responsabilidad,
no la única, también lo ha puesto él por
medio del Espíritu en mis manos y en
nuestras manos. Eso sí que realmente
interpela vivamente, pero ahí es donde
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C S R F P
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A N I M A C I Ó N
uno se confía y se abandona en el Señor. Me da una gran paz, por eso soy
tan insistente en eso, me da una gran
paz sentir que si nosotros no perdemos el norte en nuestra identidad carismática en llegar a la misión y a los
jóvenes, si somos fieles a esto, estamos
haciendo lo único importante, porque
el resto viene, lo construimos. En este
contexto y en este marco, yo creo que
la mayor alegría es la de sentirme como
me siento con una gran paz y también
la de sentir que realmente por medio de
mi persona soy una humilde mediación
para la comunión, para ser vinculo de
comunión entre tantos que sin duda
nos seguimos viendo en el tiempo. Esto
es muy lindo. No me preocupa escribir cosas, no me preocupa hacer cartas
magistrales. Tengo el empeño y el deseo de ir construyendo fraternidad y
comunión y espíritu de familia y no de
una manera controladora, sino irnos haciendo cercanos en tantos lugares. Esta
es mi mayor alegría, satisfacción, el cariño que experimentas por donde vas. Y
esto es bonito. Al menos yo no lo vivo
como ninguna veneración a la persona,
en absoluto, lo vivo y lo siento como un
profundo deseo de seguir sintiéndonos
familia y comunión en torno a Don
Bosco.
Don Bosco que está muerto y que está
en el cielo los que lo seguimos somos
personas de carne y hueso, que nos corresponde este servicio de sucederle con
humildad, pero insisto, junto con los
hermanos y hermanas que uno tiene al
lado. Porque lo otro podría ser incluso
idolatría. Don Bosco ha sido único. El
Señor Jesús Cristo ha sido uno y único.
El Papa es su vicario, y es el que hoy in-
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