Conclusiones generales

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Conclusiones generales
Conclusiones generales
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La restauración exitosa de un ecosistema alterado es la prueba de fuego de nuestra comprensición de ese
ecosistema
A. D. Bradshaw
Los dos primeros capítulos de la presente memoria han puesto de manifiesto que las
distintas especies que componen los espartales evaluados se distribuyen el espacio de forma
estructurada y que el patrón espacial de Stipa tenacissima juega un papel fundamental en la
distribución de las propiedades edáficas superficiales a escala de individuo y parcela. Los
patrones
espaciales
encontrados
pueden
tener
importantes
implicaciones
para
el
funcionamiento y dinámica de estos ecosistemas semiáridos mediterráneos.
El estudio de la covariación espacial entre las distintas especies muestra una clara
divergencia entre los patrones espaciales de Globularia alypum y los del resto de especies,
sugiriendo la presencia de una relación de interferencia que puede estar mediada por factores
alelopáticos. También se ha detectado una clara asociación entre las distribuciones espaciales
de Anthyllis cytisoides y Brachypodium retusum que podría deberse a una interacción positiva
entre ambas. Este fenómeno resulta de gran interés debido a la importancia de estas especies
en ambientes mediterráneos y a su posible utilización en las actividades de restauración de
zonas degradadas. Los análisis realizados no han permitido detectar una clara asociación entre
el patrón espacial de S. tenacissima y el del resto de especies.
La utilización de varias técnicas de análisis espacial y mallas de muestreo es una
aproximación efectiva a la hora de analizar en detalle el patrón espacial de la vegetación en
zonas semiáridas de cobertura vegetal discontinua. Las tres técnicas evaluadas permiten
caracterizar de manera satisfactoria esta distribución espacial y aprovechar las capacidades de
almacenamiento y tratamiento de la información que proporcionan los sistemas de
información geográfica, siendo recomendable la utilización de una u otra en función de los
objetivos de dicha caracterización. Si se centran en una comparación entre el patrón espacial
de la vegetación de distintas zonas o en una evaluación de los cambios temporales en una
zona, el método de Burguess & Webster es una excelente alternativa a la variedad de técnicas
existentes dada su sencillez de uso e interpretación, así como a la escasa intensidad de
muestreo que requiere. Si se pretende una caracterización más detallada del patrón espacial de
las especies que componen una comunidad y de sus interacciones, la utilización de la
geoestadística y de SADIE es preferible. SADIE debería utilizarse cuando el objetivo
principal sea la determinación estadística de los patrones espaciales de las distintas especies,
así como la representación mediante mapas de las manchas (“patches”) y los claros (“gaps”),
que en numerosas ocasiones no pueden detectarse únicamente con un mapa de la vegetación.
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Por el contrario, la geoestadística es recomendable cuando el interés se centre en evaluar los
cambios en el patrón espacial de las especies individuales y de sus interacciones con la escala.
Las propiedades edáficas superficiales muestran complejos patrones espaciales en los
espartales estudiados, tanto a escala de parcela como de individuo. En ambos casos, el
desarrollo de S. tenacissima condiciona la distribución espacial de la mayor parte de ellas,
siendo este patrón de gran importancia a la hora de definir la dinámica de los flujos de
escorrentía e infiltración. Las diferencias en la composición relativa de los componentes de
las costras biológicas promovidas por la presencia de S. tenacissima fomentan la generación
de escorrentía en las zonas desnudas y el aumento de la infiltración en el microambiente
generado por esta especie, favoreciendo así el tránsito de los flujos de agua desde las zonas
desnudas a las manchas vegetadas.
Los resultados presentados en el segundo bloque de capítulos resaltan la importancia
de la distribución heterogénea de la vegetación en el establecimiento de plantones de especies
arbustivas en zonas semiáridas degradadas, así como su potencial para mejorar la restauración
de estos ambientes. También ponen de manifiesto la transcendencia de la variabilidad
espacio-temporal en las condiciones abióticas y de las interacciones indirectas a la hora de
predecir el resultado de la interacción entre dos especies. De cara a incorporar la facilitación
en las actividades de gestión y restauración de la vegetación es necesario tener un buen
conocimiento sobre la ecología y los factores que intervienen en la interacción entre las
especies a utilizar. En el futuro se debe poner un énfasis especial en el estudio de la dinámica
espacio-temporal de los efectos netos, positivos y negativos a una escala mayor que la
utilizada en la presente investigación.
En los espartales evaluados existe una relación de facilitación entre S. tenacissima y
las especies arbustivas introducidas. Esta interacción es la suma de efectos positivos (mejora
en las condiciones microclimáticas y edáficas y captación de agua de escorrentía) y negativos
(competencia por el agua) de distinta magnitud, siendo la mejora del microclima en los
alrededores de S. tenacissima el principal mecanismo responsable de la facilitación observada.
La dinámica de estos efectos se caracteriza por un aumento de su magnitud conforme lo hacen
las condiciones climáticas adversas en un gradiente espacio-temporal de estrés hídrico, y están
de acuerdo con las hipótesis planteadas por Bertness & Callaway (1994). Los resultados
presentados en la presente memoria suponen el primer intento experimental de analizar estas
cuestiones en zonas semiáridas y proporcionan información de interés para comprender el
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funcionamiento y dinámica de los espartales e incorporar este conocimiento en la restauración
de estos ambientes.
En los pinares semiáridos de Pinus halepensis existe una interacción indirecta negativa
entre esta conífera y las especies arbustivas introducidas mediada por las especies herbáceas,
fundamentalmente B. retusum, que se desarrollan debajo de su copa. Si bien el número de
experiencias realizadas no fue lo suficientemente numeroso como para establecer
conclusiones firmes al respecto, los resultados obtenidos sugieren que la importancia relativa
de los efectos positivos y negativos que intervienen en esta interacción es dependiente de las
condiciones ambientales, fundamentalmente de la precipitación. Al limitar el establecimiento
de especies arbustivas en las repoblaciones semiáridas de P. halepensis, la interacción
indirecta descrita puede tener notables consecuencias para la llegada de especies sucesionales
tardías en estos ambientes. También contribuyen al debate existente sobre la idoneidad de la
utilización masiva de esta conífera en la restauración en estos lugares y proporcionan
información de interés para establecer medidas de gestión encaminadas a incrementar la
diversidad y resiliencia de estas repoblaciones.
En el tercer bloque de la tesis se ha puesto de manifiesto cómo la heterogeneidad de
las propiedades edáficas y del hoyo de plantación condiciona el establecimiento de los
plantones de Pistacia lentiscus en una zona semiárida degradada con escasa cobertura vegetal.
Así, la supervivencia de esta especie presenta una distribución espacial agregada en los tres
primeros años tras la plantación. Junto a esta agregación, la característica más destacable del
patrón espacial es su persistencia en el tiempo después del primer verano en campo. La
heterogeneidad en la supervivencia está controlada principalmente por variables como la
cobertura de suelo desnudo, el contenido en arena, la compactación, la cobertura de
fragmentos rocosos embebidos y la profundidad de hoyo, siendo la primera la que tiene una
mayor importancia.
Los resultados presentados en esta memoria suponen un primer intento de evaluar,
mediante técnicas de análisis espacial cuantitativas, la evolución espacio-temporal de la
supervivencia de los plantones de especies leñosas introducidos durante las actividades de
restauración, y sugieren que SADIE es una herramienta apropiada para este fin. Este tipo de
análisis puede ser utilizado para optimizar la reposición de marras. Las observaciones
recogidas resaltan la importancia que puede tener un estudio previo de la heterogeneidad de
las variables edáficas para evitar la introducción de los plantones en zonas desfavorables y
proporcionan valiosa información sobre cómo crear artificialmente y de manera eficiente
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dicha heterogeneidad, contribuyendo así a mejorar el éxito de la restauración en zonas
semiáridas degradadas.
Buena parte de los estudios realizados para evaluar de manera cuantitativa las
implicaciones de la heterogeneidad edáfica en la supervivencia, crecimiento o estado
fisiológico de las plantas han sido realizados a escala de individuo, es decir, a distancias
situadas dentro del alcance del sistema radicular de plantas individuales, utilizando en la
mayor parte de casos especies herbáceas de rápido crecimiento y notable plasticidad radicular
(véase la revisión de Robinson 1994). Estudios donde estas cuestiones se hayan evaluado con
especies leñosas, en zonas semiáridas, y a una escala como la utilizada en la presente memoria
son menos numerosos (Rubio & Escudero 2000). La identificación y caracterización de los
mecanismos que gobiernan las relaciones recíprocas entre la heterogeneidad edáfica y la
vegetación a escalas superiores a la del individuo ha sido identificada como una de las áreas
que es necesario desarrollar en el futuro (Huber-Sannwald & Jackson 2001). Los resultados
obtenidos permiten avanzar en esta dirección en el caso de los ecosistemas semiáridos
mediterráneos, y pueden servir de base para futuros estudios encaminados a analizar con más
detalle los mecanismos que gobiernan las relaciones encontradas.
En conjunto, los resultados presentados en la presente memoria han puesto de
manifiesto que la heterogeneidad de los factores bióticos y abióticos, y las interacciones
facilitativas y competitivas, juega un papel fundamental en la implantación de las especies
arbustivas en ecosistemas semiáridos degradados. También resaltan su gran potencial para
mejorar las actividades de gestión y restauración de la cubierta vegetal. La incorporación de la
heterogeneidad ambiental en estas tareas permite aprovechar el propio funcionamiento de los
ecosistemas, acelerar el proceso natural de sucesión ecológica y facilitar la restitución de
distintas propiedades de los ecosistemas que se ven seriamente alteradas cuando la cubierta
natural es degradada. Asimismo, posibilitaría reducir los impactos ambientales y visuales, así
como los costes económicos, asociados a técnicas de uso tradicional basadas en la utilización
de maquinaria y plantaciones monoespecíficas distribuidas de forma regular. Para que esta
incorporación pueda ser una realidad es necesario incrementar la transferencia de información
entre ecológos y gestores, tal como abogan numerosos autores (Terradas, 2001, Zamora 2002,
Jordano et al. 2002, Cortina & Vallejo en prensa).
Se espera que el conjunto de resultados presentado en esta tesis haya contribuido en
algo a demostrar la importancia que la heterogeneidad ambiental tiene en la implantación de
especies arbustivas autóctonas en zonas semiáridas, y que pueda ser utilizado en un futuro
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próximo para desarrollar herramientas ecotecnológicas que permitan a los gestores mejorar las
actividades de gestión, conservación y restauración de la cubierta vegetal en estos ambientes.
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