Primavera silenciosa Archivo

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Primavera silenciosa es un clásico de la literatura medioambiental. Su primera edición data de
1962 –sólo dos años antes del fallecimiento de su autora. Rachel Carson sin duda fue pionera
en contribuir a que las discusiones sobre el medioambiente se convirtieran en uno de los
asuntos más importantes –si no el más importante-- para amplias capas de la sociedad mundial
en el siglo XXI.
Esta zoóloga, nacida en 1907 en Springdale, Pensilvania,
inició sus trabajos sobre la preservación del
medioambiente cuando contratada por el Buró de la Pesca
de Estados Unidos debió escribir guiones para radio
durante el período de la Gran Depresión de los años 30.
Fue después de publicar varios folletos y libros que en 1952
publica su obra El mar que nos rodea, basada en
investigaciones acerca de los procesos que formaron la
tierra, la luna y los océanos. Este libro, junto a sus
publicaciones anteriores, sitúa a Carson entre los escritores
naturalistas más famosos del gran público. Su prosa amena,
directa y a la vez de un lirismo sutil le granjeó un gran
número de lectores que seguían la aparición de sus libros.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Carson se
concentró en el estudio de los efectos perniciosos del mal
uso de pesticidas sobre el medioambiente. Con Primavera
silenciosa, en 1962, cuestiona las prácticas de científicos
agrícolas y del gobierno de su país, y hace un llamado a
transformar la manera en que la humanidad percibía la
naturaleza.
Su severa crítica en este libro al uso del DDT, al que calificaba de "elíxir de la muerte", fue uno
de los detonantes del movimiento medioambientalista mundial en los años 60: "Por primera
vez en la historia del mundo", decía, "todo ser humano está ahora en contacto con productos
químicos peligrosos, desde el momento de su concepción hasta su muerte. En menos de dos
décadas de uso, los plaguicidas sintéticos han sido tan ampliamente distribuidos a través del
mundo animado e inanimado, que se encuentran virtualmente por todas partes." Las
evidencias que Carson mostró a partir de sus investigaciones científicas eran demoledoras.
"Nosotros nos sentimos adecuadamente impresionados por los efectos genéticos de la
radiación; ¿por qué, entonces, podemos quedarnos indiferentes al mismo efecto causado por
los productos químicos que diseminamos ampliamente por nuestro alrededor?", se preguntaba
en esta obra.
La famosa revista Time recientemente situó a Carson entre las 100 personalidades más
influyentes del pasado siglo. Sin embargo, en el momento de la publicación de Primavera
silenciosa, reseñó su libro como una "simplificación excesiva de redomados errores" y calificó a
este icono de la lucha por la preservación del medioambiente como "palabras emotivas". Los
consorcios industriales afectados por las denuncias de Carson, unido al Departamento de
Agricultura de Estados Unidos, lanzaron un furibundo ataque contra esta científica y escritora.
"La belleza del mundo vivo que he estado tratando de salvar", le escribía en carta a una amiga a
raíz de la publicación de Primavera, "me ha dominado –eso y la ira hacia las acciones
insensibles y salvajes que se llevan a cabo. Me he sentido urgida por la obligación de hacer lo
que podía –si no lo hubiera al menos intentado, no me hubiera sentido feliz de nuevo. Pero
ahora puedo pensar que he contribuido en algo."
Carson apenas respondió a los ataques de que fue víctima a partir de sus denuncias de la
contaminación del medioambiente. Dejó que su libro hablara por sí solo. En una entrevista, sin
embargo, al establecerse el vínculo entre pesticidas y resultados agrícolas, le preguntaron: "¿Y
usted, Carson, qué es lo que usted come?" A lo que la autora respondió: "Hidrocarburos
clorados, como todo el mundo".
Rachel Carson escribió en su capítulo 14 de Primavera silenciosa: "Uno de cada cuatro",
dedicado a la proliferación del cáncer a partir de la contaminación ambiental: "La batalla de las
cosas vivas contra el cáncer empezó hace tanto tiempo que su origen se pierde en la distancia
(...) Con el advenimiento del hombre la situación empezó a cambiar, porque este ser, único
entre todas las formas de vida, puede crear sustancias productoras del cáncer, las que en
terminología médica se llaman carcinógenas. Una parte de esas sustancias fabricadas por el
hombre han formado parte del medioambiente. (...) Por la evidencia conseguida con los
experimentos animales podemos ver que cinco, o quizás seis de los plaguicidas, deben ser
clasificados como carcinógenos". Carson falleció afectada de cáncer, a los 56 años.
Pero como ella misma dijo, "aquellos que como los científicos o los hombres de fe indagan en
los misterios y bellezas de la tierra, nunca están solos ni carentes de vida". Primavera silenciosa
sembró la semilla de un nuevo activismo mundial que ha incorporado a fuerzas populares en
favor de la preservación de la naturaleza y las especies hasta la actualidad. Un activismo que
deberá continuar alertando para transformar prácticas nocivas, y así preservar la naturaleza y
las futuras generaciones.
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