transtornos carenciales - Revista Clínica Española

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313
TRASTORNOS CARENCIALES
']'O>IO 1
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jSezsoセ^エG@
ZUSAMMENFASSUNG
In 40 Tuberkulosen-Kranken haben wir im Blur,
was wir Hama t isch en -R edox-Komplex nennen be.
stimmt. Gleichzeitig bestimmen wir d en Askorbinsauregehalt des Harnes. Als solchen betrachten wir
nur diej enige M enge die 5 mgrs. per 1 o o c. c. :tls
Reduktions-wert ausgedrückt überschreiten.
Wir finden im Harn Unternormale-Werte. Die
Kurven wclche die Schwankungen des Redox -Ko mp lexes im Blut darstellen , sind verschied en a ls bei
gesunden Personen.
RÉSUMÉ
Dans 40 malades tuberculeux, nous faisons un
dosage en sang de ce que nous appelons le complexe
d 'oxydo-réduction hématique, et de l'acide ascorbique de l'urine, considérant comme te! dans la dosifiC<ltion l'exces sur 5 mgrs. pour 1 oo c. c. exprimé
en valeurs de réduction.
Nous trouvons dans l'urine des valeurs de titr.ltio_n inférieures aux normales, et les courbes qui representent les modifications du complexe d' oxydoréduction hématique, sont d ifférentes de celles &:s
personnes normales.
SOBRE LOS TRASTORNOS CARENCIALES
OBSERVADOS EN MADRID DURANTE
LA GUERRA
I.
LOS CUADROS CLfKICOS PRESENTADOS CO!'\ :<.lAS
FRECUENCIA Y SU CLASlriCACIÓN
F.
JIMÉNEZ GARCÍA
y
F.
graセde@
COVIÁN
En trabajos anteriores (1, 2) nos hemos ocupad?
de los caracteres de las dietas que fueron consumtdas por los habitantes de Madrid 、セイ。ョエ・@
la guerr_a;
demostrando la ineficacia de las m1smas para satisfacer los diversos aspectos de las necesidades nutritivas del organismo humano.
Para no e ntrar en r epeticiones de lo que allí se
dijo, recordarem os tan sólo que el valor calórico dz
dichas dietas osciló, por término medio, alrededor
del 50 )lo del mínimo calculado como ョ・」ウ。イ
セッ@
para el habitante medio d e Madrid. La cantidad de
proteínas fué del mismo orden, siendo además de
procedencia casi exclusivamente vegetal. Finalmente, las sales y vitaminas se contenían en proporción
muy inferior a la necesaria, haciéndose notar de
modo especial la carencia de las vitaminas del grupo b セL@ e n el invierno 1937-38.
No es difícil imaginar las consecuencias de semejante alimentación para el organismo de los individuos a ella sometidos.
Por una parte el descenso del valor calórico de
la dieta, que empezó a hacerse notar ya a principios
áel invierno 1936-37. dió lugar a una desnutrición
progresiva de toda la población, que en un principio se manifestaba solamente por la pérdida de peso
que aquejaban casi todos los habitantes de la ciudad, quienes veían desaparecer de día en día sus materiales de reserva.
En un período más avanzado, esta desnutrición
gen eral empezó a manifestarse en formas típicas de
carencias alimenticias diversas. Los pacientes no
mostraban sólo una desnutrición "cuantitativa",
inespecífica, sino que a su d esn utrición se añadí:In
ahora los síntomas característicos de la carencia de
diversas substancias indispensables .
Los cuadros clínicos de dichas carencias empez..lron a multiplicarse, presentándose unas veces en la
forma clásica ya conocida, y adoptando en otras ocasiones aspectos no identificables con ninguna enfermedad carencial de las clásicamente conocidas. Por
otra parte, el número de casos con sintomatología
mixta era cada vez más numeroso, y conforme iba
aumentando. aumentaba también la complejidad de
los mismos. De este modo nuestro material llegó a
ser considerablemente variado y abundante y se impuso la necesidad de hacer una clasificación del ュゥセᆳ
mo que nos permitiese poder catalogar los datos recogidos.
En principio nuestra experiencia puede dividirse
en dos grandes grupos de observaciones:
0
1.
Pacientes con desnutrición simple o inespecífica.
2. o
Pacientes con trastornos carenciales "específicos".
Del primer grupo de pacientes nos ocuparemos
en próximas publicaciones, dedicándonos de mo-
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31-l
..
...
. ,. ..
..
REVISTA CL!NICA ESPA!VOLA
mento al estudio de los del segundo grupo
En la serie de publicaciones que encabeza ・ウエセ@
trabajo, tratamos de describir las características ger.erales que mostraron los trastornos carenciales, que
s.? desarrollaron en la población de Madrid. No セ・@
trata de un estudio clínico de los mismos, que también queda reservado a otro lugar; sino de una exposición de sus rasgos más salientes, y sobre t o do,
ae la descripción de la forma en que las enfermedades se desarrollaron en relación con la dieta y los
caracteres de los sujetos afectados. Para ello empezamos dedicando este trabajo a describir de manera
sucinta los cuadros más frecuentemente presen tados
entre nuestros pacientes, y a proponer una clasificación de los mismos con arreglo a las carencias que
los han originado.
I mporta hacer constar que probablemente ninguno de los síndromes observados representa una carencia pura en el verdadero sentido de la palabn;
se trata siempre de carencias múltiples, en que se
awcia la falta simultánea de elementos indispensables diversos. Sin embargo, en una buena parte de
ellos hemos podido inquirir la causa fundamentc1l
del trastorno. y a ella nos referimos cuando hacemos
la clasificación, sin negar con ello la participación
dl otras carencias en la génesis de la enfermedad.
sino destacando cuál ha sido la más importante
entre todas las que exist en al mismo tiempo.
MATERIAL Y :O.IÉTODOS DE ESTUDIO.- Nuestro
mater ial de enfermos carenciales abarca una estadística de algo más de 3.ooo enfermos adultos , estudiados en la consulta de enfermedades carenciales sostenida durante la guerra. N o hay que decir
que este número n o encierra, ni mucho m enos, la
totalidad d e casos d e tales enfermedades qu e se presentaro n en M adrid ; pe ro con stituye por así decir,
un índice de lo que ocurrió en la totalidad de la
població n . R ep etid os cál culos y comparacio nes prolijas con el material estudiado p o r o t ros colegas qu e
trabajaro n en M adrid al mismo tiempo q ue n osotros, n os han conve ncido de la fidelidad con que
nuestro ma te rial representa en escala reducida, la
totalidad del brote de enfermedades carenciales desarrollado en nuestra p oblació n . Todo lo qu e aquí
digamos es. po r t anto, v álido para la t ot alidad de
la en fe rmería, y sólo los valo res absolutos serán
d istintos.
L os in te ntos realiz ados para averigu ar el número
total de casos d e en fe rmedades carenciales, ocurridos
en Madrid, h an tropezado con d ificultades insuperables, p or la a usencia de est adísticas dignas de crédito durante aquella ép o ca. T an sólo, y gracias a la
gentileza d el d octo r J . Ü RTEGA, pudimos dispon er
ét' las estadísticas d e m o rtalidad d urante el último
añ o de g uerra. Las cifras de esta estadíst ica están
som et idas a gran número de causas de erro r , y n o
pueden se r t o madas com o b ase de un cálculo defini tivo. No o bst ante, h em os in tentad o o btene r una
idea g roseram ente aproximad a de la cantidad de enferm os carenciales basándonos en dich a estadística.
L os resu ltados obtenidos se rán comunicad os oport un am ente.
L imitándon os a n uest ro m ate rial, el p ri mer cu:dado h a sido la clasificació n de los pacien tes atendiendo al cuadro clín ico desa rro ll ad o. D ich a 」ャ。セ
QM
1.• octubre 19IO
ficación presentó grandes dificultades en un princi.
pío, tanto J?Or la presentación de síndromes poco 0
nada conoodos, como por la gran abundancia de
formas mixtas o de tránsito entre unos sínd romes V
otros. De todos セッ、ウ@
fué ーセウゥ「ャ」@
ir encuadrando
todos n u\!stros paoen tes, con ligeras excepciones. en
una serie de cuadros sindrómicos cuyas característi.
cas más salientes describimos a continuación, insistiendo de nuevo en que la descripción que sigue no
representa un estudio clínico completo de tales síndromes. ウセ@
trata tan sólo de exponer aquellos datos
más precisos para la inteligencia de la forma en que
ho.?mos distribuido nuestro material.
LOS Sf:--lDRO}.IFS CARENCIAL I·S \lÁS AスNiportaセᆳ
TES.- Presc ind1endo de un grupo de ウ■ョ、イッュセ@
demasiado complejos para ser mcluídos en una clasificación como la que vamos a establecer, los síndromes más importantes observados en Madrid han
sido los siguientes:
1 ."
2. 0
3.
4·"
S·"
0
Pelagra y pelagra "sine pelagra".
Neuropatías carenciales.
Neuritis óptica y acústica ca r,ncial.
Glositis simple.
Edema de hambre.
P ELACR\ y PELAGRA 'SI:"\1 PELt\GRt\".- Coincidimos con la mayoría de los autores en considmr
cerno artdicial toda clasificaCion o división en estadios de la vanadísima smwmatología de la Pelagra.
Nuestra ・クセイゥ」ョ。@
ha mostrado que al lado de
unos cuantos sínwmas fundamentalrs. los fX'Iagrosos presentan una nqu1..za ウッイーセNョ、エ」@
、セ@
smtom セ@
va riad ísimos, que a veces d ific ultan el diagnóstltO
d i:' la en fe rm edad. D el m ism o m odo la evol ución
varía t an to de un os a otros casos, q ue es completarr.ente arbit rario el trat ar de es t ablecer períodos en
el curso d e la m ism a .
Aceptam os un pequeño g rupo de pelagra sine pelagra en el cual incluímos t odos aque llo<> pacientes
que p rese ntaban un cuad ro de pelagra ind udable.
en el que sólo fa ltaba n los sín to m as cutáneos.
No va m os a d iscutir las razon es en favo r de la
admisió n de t al g rupo, p ues en nuestra experiencia
la existen cia d e t ales casos fué indudable y todos los
h echos clínicos, ter apéuticos y experimentales apoyaron lo fun dado de concebir ta l entidad como un
cuadro cl ínico bien delimitad o.
L a acept ac ió n d el cu ad ro de pelpgra sine pelagra.
n os lleva al p roblema de si deben incluirse en él
otros sínd rom es, q ue se p resenta ro n co n g ran frecuencia , y que p oseen un a g ran afinidad con la pelag ra, p ero que n o ex hiben lesio n es cutáneas. El conocimien to m ás completo de estos cu adros nos perm itió in d ivid ua liza rl os, de t al m odo, qu e sin ョ・ァセイ@
su parentesco con la pelag ra h an pod ido ser descrt
tos como entidades n osológicas distintas de aqué!l_l·
desde el p un to de v ista clínico. L a denominaClon
de pelagra sin e pelagra , qued a por tanto reservada
a aquellos casos indudables de pe lag ra, en que no se
observan lesiones cu tá neas .
S íntomas generales. - - L a m ayoría de los pacien tes de este gru po, después de un período de desn utrición más o m enos inten sa, com ienzan aque·
jan d o un a serie de síntomas gener ales, en tre los アセ・@
se enc uen t ra astenia, sensació n de m areo, ligera diS·
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tッセキ@
セ [ meio@
1
4
TRASTORNOS CARENCIALES
minución de la agudeza visual, ruidos de oídos, pérdida de memoria, caída de pelo e insomnio más o
menos pronunciado. A veces también se observan
ligeros edemas en las extremidades inferiores, sens2ción de frío y algunas alteraciones de la sensibilidad poco marcadas.
Después de un período de duración variable (generalmente algunos meses), el cuadro clínico aparece dominado por una serie de síntomas del aparato
digestivo. Consisten éstos en estomatitis y glositis,
acompañadas por sialorrea intensa y alteraciones de
la sensibilidad gustativa, glosofaringitis intensa, dificultad de deglución, sensación de cuerpo extraño
en la epiglotis, y a veces afonía.
Los pacientes se quejan de molestias gástricas y el
análisis del contenido gástrico demuestra la present?ción casi constante de aclorhidria o hipoclorhidria.
En contra de lo expuesto por otros autores nuestros enferm os no presentan alteraciones del apetito,
e mcluso muestran un evidente aumento del mismo.
Los vómitos fueron excepcionales. El estreñimiento
y la diarrea fu eron los síntomas más abundantes.
Sobre todo esta última constituía en los casos ava:1zados el más frecuente y temible de los síntomas.
Los pacientes hacían 20 y 30 deposiciones diarias ,
sin que los remedios habituales fuesen capaces de
aminorar el trastorno. En cambio, la administración
de ácido nicotínico produjo la desaparición de la
diarrea de manera rapidísima.
Los síntomas cutáneos de nuestros pacientes se
ajustaron en un todo a la descripción clásica de
CASAL .l. La mayor parte de ellos desarrollaron las
lesiones en los equinocios de primavera y otoño,
siendo las localizaciones más frecuentes el dorso de
rr.anos y pies y el cuello (collar de CASAL). También se observaron en menor proporción algu nas lu calizaciones atípicas.
Los síntomas n erviosos y mentales se hicieron
sentir casi desde el principio de la enfermedad. Consisten en acroparestesias, hormigueos, sensación d e
calor o frío en las extremidades, etc. Estas alteraciones van acompañas de cambio de carácter, irritabilidad psíquica, melancolía, etc.
En un grupo de casos el cuadro aparece dominado por completo por los trastornos psíquicos. Los
enfermos presentan entonces graves alteraciones
mentales, con manifestaciones que los hacen entrar
de lleno en el campo de la psiquiatría. Nuestro colf:ga el doctor LLOPIS 4 ha realizado el estudio de
estas alteraciones mental es que será dado a conocer
oportunamente.
N_EUROPATÍAS CARENCIALES.- En un grupo
cons1derable de enfermos el cuadro clínico se hall;::ba_ dominado por una セ・イゥ@
de síntomas por parte
del SIStema nervioso, al lado de los cuales las demás
alteraciones quedaban por completo en un segundo
plano, desprovistas de todo relieve clínico.
Este grupo fué el más numeroso y característico
dt nuestra experient ia, y es completamente seguro
que los enfermos en él incluídos mantuvieron las
características neuro lógicas fundam entales durante
todo el curso de la enfermedad. El estudio detenido
de la sintom atolog ía nerviosa de estos pacientes, lleセ」N、ッ@
a cabo por nuestros colaborado res los doctores
ERAITA y MARQUEZ, ha permitido agrupar a los
315
enfermos en una serie de cuadros clínicos perfectamente definidos y cuyas características vamos a reseñar.
Como carácter común a todos estos pacientes debemos señalar la ausencia de lesiones cutáneas duイ[セョエ・@
todo el curso de la enfermedad.
E l síntoma dominante en todos los enfermos de
este grupo fué la presentación de acroparestesias de
intensidad diversa. A continuación de sensaciones o
molestias dolorosas, más o menos definidas en las
extremidades, los pacientes comienzan a quejarse de
sensación de hormigueo en los dedos de los pies v
de las manos. En muchos casos tales alteraciones,
apenas si rebasan su localización inicial y no llegan
a traspasar en sentido proximal los límites de las
terceras falanges. En otros, por el contrario, se extienden en dicha dirección afecta ndo zonas más amplias de la extremidad. A estas parestesias suele seguir una sensación de ado rmecimiento, de insensibilidad, que se localiza en la misma región que
aquéllas.
En una parte considerable de los enfermos de este
grupo, estos y algunos otros fenómenos parestésicos
de carácter elemental y apenas doloroso constituían
prácticamente toda la sintomatología nerviosa. Por
esta razón y conforme a la propuesta del doctor
PERAlTA , hemos catalogado los cuadros ofrecidos
por estos pacientes bajo la denominación de SÍNDROME PARESTÉSICO SIMPLE, o solamente de SÍNDROME PARESTÉSICO.
En otros casos se observó una sintomatología
mucho más compleja y alarmante. En efecto, con
gran frecuencia mezcladas y superpuestas a las parestesias indicadas, aquejan los enfermos una serie
de manifestaciones sen sitivas como pinchazos, latigazos, dolores neurálgicos, sensación de que se les
arranca las uñas o la carne, etc.
Estas manifestaciones, de ordinario muy dolorosas, y a veces de carácter fulgurante, pueden localizarse también en las partes más distales de las extremidades; y del mismo modo que las parestesias
de que antes nos ocupamos, adquieren una intensidad mayor durante la noche llegando a ser insoportables para los enfermos. Para combatirlas, es
frecuente que los enfermos paseen por la habitación
con los pies descalzos, o que duerman con ellos
fuera de las ropas de la cama. Tales medidas eran
con frecuencia insuficientes para calmar la sensación
de ardor o quemadura, que en general se acompañaba de una acusada hiperestesia que hacía insoportable el contacto de la zona afectada con cualquier
objeto.
Con la misma, o mayor frecuencia, han padecido
los enfermos sensación de frío en las extremidades
y no era raro encontrar en un m ismo sujeto ambos
tipos de sensaciones. En otros casos se observaron
además "parestesias de humedad " (hygric dysaesthesiae), localizadas en las extremidades y a veces m
el tronco. En éste y en la cabeza se presentaban a
veces sensaciones de opresión.
Los casos en que coinciden las sensaciones parestésicas con las causálgicas, constituyendo ambas la
sintomatología fundamental del enfermo, forman
tam bién un grupo clínicamente bien definido y al
que se ha dado el nombre de SÍNDROME PARESTÉSICO-CAUSÁLGICO.
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316
En un tercer grupo de enferm os. a di fe ren cia :Je
los anteriores, después de un breve pcnodo inicial
parestésico se instalaba rápidamente un a smto matología que indicaba con toda claridad la existen cia
de alteraciones en dife rentes vías d e cond ucción de
la m edula : de modo especial en los cordones posteriores y laterales.
Observábanse en estos en fe rmos fen ó menos de labilidad del umbral. cambio de funció n, abo lición
del sentido vibratorio, hiperpatía , abo lició n del sen·
tido de posición, ataxia, alteracio nes de la m archa ,
etcétera. Las características clínicas de este gru po
corresponden a las de la mielo patía funicular, ya
descrita como complicación n erviosa de la pelagra
y que en Madrid se presentó co m o un cuadro b ien
caracterizado en algunos en fe rm os.
D ebemos señalar aho ra que muchos en fe rm ,)S
ofrecieron cuadros complejos, que en realidad n o
eran más que formas mixtas, o de transición en tre
los dist intos cuadros sindrómicos que acaba mos 、セ@
describir y en las que se p resentaban en tremez cladas
las distintas clases de sínt omas.
Los cuadros clínicos descritos, además de la sin tom atología característica que acabamos de exponer,
presentaban una serie de al teracio nes ig ua les para los
distin tos grupos. Estos sínto mas comu n.s cstab1 n
constituídos por los sínto m as somáticos de desn utrición general. los sín tomas neurasténicos y las a!エ セ イ。」ゥッョ
・ ウ@ n euro vegetativas. Todos estos trastorn os
son co munes a los procesos carencia les d el g ru po de
l ;; Pelagra.
...
..
..
,.
:""
REVJS fA CL!NICA ESPAÑOLA
\
N EURITIS ÓPTICA RETROB{;LBAR.- Const it uyó
.el grupo de enfermos afectados por este t rastorno,
uno de los más numerosos y bien delimitados de
cuantos nos fué dado observar en Madrid. Al mismo tiempo la sintomatología fué tan hornogén:-a
que la sistematización de la misma puede hacerse en
pocos rasgos.
Los pacientes de este grupo tenían de común con
ios anteriores casi todos los síntomas que h emos
descrito corno "síntomas generales". Arrastraban
un malestar general, vago, al que a veces acornpañ:tban manifestaciones discretas de trastornos digestivos del tipo de las pelagrosas, o alguno de los síntomas sen sitivos de los síndromes parestésicos.
Lo característico en el cuadro clínico de estos pa·
cientes estaba constituído por la intensa disminución de la agudeza visual. La manera de desarrollarse este trastorno fué sumamente variable, en unos
cas'?s se presentó de modo brusco; pero en general se
venficaba de forma lenta y progresiva con períodos
de estacionamiento. No se observó en ninguno de
los pacientes de este grupo la existencia de hemeralopía, mientras que la mayor parte de ellos present<Jron nictalopía bien acusada.
El estudio oftalmológico de estos pacientes fué
realizado por los doctores POYALES y LEOZ, obteniendo interesan tes resultados que no es del caso exponer aquí, y será objeto de publicación por parte
、セ@
dichos colegas.
Basta para nuestro objeto, insistir en que la característica dominante de este g rupo de pacientes fué
la disminución de la agudeza visual sin hemeralopia, asociada a alg unos síntomas generales análogos
a los observados en los síndromes anteriores.
1 o 'Octubre 1940
A l lado de este grup o de pacien tes debe figur
. red uc1'd o en n umero;
.
otro, m uc h o m as
pero de ear
en cuanto .a l<;>s síntom:;
r;.cterísticas m u y ー。セ・」ゥ、ウ@
generales, y caractenzad? .po r una d 1smmución intln sa de la ag uden aud 1t 1va. con a lte rac iones de l
fó rm ula ac u métrica. Se trata sin d uda de una 。ヲ ・ ・ セ@
ción del nervio acúst ico aná loga a la q ue se desarroll
en el nervio óptico en los p ac ientes de l g rupo 。ョエ ・ セ@
rio r. L os en fe rmos de este grupo ha n sido estudiadcs
desde el pun to de vista aud it ivo por el doctor MARTÍN CA.LDERfN, q uien ya ha dado a con ocer algunos
de sus m te resantes res ultad os '.
G LOSITIS SIMPLE.
Este cua d ro sindrómico ba
sido con siderado com o enfe rmedad autó noma por
alg unos auto res, en t re ellos por H r=ss-T HAYSEN.
Su sintom a tología es bien con ocida, pues en nada
se d iferenc ia de la glosir1s アオセ@
acomoaña a la Pcbgta , el Sprue, la a nem 1a ¡xrniCiosa y alg unos casos
de colitis ulcerosa.
D entr o de esta deno m inación hemos incluido un
gr upo de enfermos en los que la glositis constituyó
ci s íntom a dom inantl! dd cuad ro clínico y en los
q ue el resto de la sintomatología no permitía cataloga rlos en ninguno 、セ@
los grupos 。ョ エ セウ@ ・クーオセウエッN@
E n un pr incipio t u\•i mos dificultades pa ra admitir
este cuadro como una entidad no·
la existencia 、セ@
sológica in dependiente, e ゥョ」ャオセッ@
lkgamos a pensar
que no se t rataba m ás アオセ@
、セ@
c.l'>OS en c\'olución hacia un a pelagra. El curso ul terior 、セ@
la enfermedad
ninguno d.
r.os convenció. sin emba rgo. di.' ッオセ@
,<ros lnfc r mos llegó a desarrollar un cu.1dro que pu·
diese ser diagnosticad 、セ@
pchb•1 P r di セ@ JOr
o tras raz o nlS dcn vadas 、セN@
n u-.s tra cxp.:n cnCla セオ「エ\@
el comportamiento d e tal es casos, h em os llegado 3
la conclusión de que se trata de una entidad no·
sológica autóctona, perteneciente como la pelagra y
los otros síndro mes que acabamos de describir, al
grupo d e las carencias v ita mínicas del complejo B,.
Clínicamente y aparte de la glositis, la síntoma·
tología de esta enfermedad está constituída po r algunos tras tornos gastroin testin ales, si<! more más leves
que en la pelagra y los sínto mas ァ ・ ョ ・ セ。ャ・ウ@
comunes
a todo el grupo de síndro mes (astenia, desnutrición,
alteraciones visuales y auditivas, falta de memoriJ,
apatía, etc. ) .
EDEMA DE HAMBRE. - Constituye con los cuadros anteriores uno de los mayores contingentes de
enfermos. Su sintornatología , en términos ァ・ョ ・ イ。ャ セ ウN@
coincidió con la clásicarnen te descrita por SCHIT·
TENHELM 7, 8 , 9, de tal modo, qu e creemos innecesario insistir aquí sobre los rasgos d e la ・ ョヲ・イュ、。セ
N@
cuY:o estudio clínico dejamos para ulteriores pubh·
cac1ones.
Los enfermos pertenecientes a este grupo ヲオ・セッ@
d1agnosticados y catalogados, por tanto, sin d1ft·
cultad desde el primer momento y el cuadro se presentó con tal pureza y claridad que no dió lugar 3
confusión alguna con otro posible tipo de enfermedad.
Los demás grupos de nuestra estadística contienen
una gran variedad de cuadros clínicos. Dentro de
ellos se incluyen algunos casos típicos de diversas
avitaminosis (Hemeralopía, xeroftalmía, escorbuto.
etcétera), que se presentaron de manera aislada Y en
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317
TRASTORNOS CARENCIALES
TOMO l
Nt'"''"o 1
número escasísimo, desde luego incomparablemente
inferior al de las enfermedades que acabamos de reseñar.
Como hecho importante hemos de recordar que
110 se presentó a nuestra observación ni un solo caso
de beri-beri, ni creemos que haya existido en Madrid. Las neuropatías tan frecuentes en nuestra experiencia nada tienen que ver con el beri-beri, con
el que no hay manera de confundirlas (véase GRANDE. P ERAlTA y MÁRQUEZ 10 ) '
D e mayor dificultad ha sido la clasificación d<!
las carencias múltiples, es decir, de aquellos enfermos que sin presentar una sintomatología típiCJ
ofrecían trastornos achacables a diversas carencias.
La etiología carencial era en todos los casos evidente; pero la complejidad del cuadro no permitió enajarlo dentro de una sistemática rígida. Por ello y
por el escaso número de los mismos en comparación
con la gran variedad de cuadros clínicos, prescin-
diremos de ocuparnos de ellos en los presentes trlbajos.
CLASIFICACIÓN DI::. LOS SÍ:\DRO:\!ES CARENCIALES DE MADRID.- Una vez que hemos expuesto
las características más sal ientes de los distintos cuad• os carenciales que se observaron en Madrid, con
más frecuencia, vamos a tratar de exponer una clasificación etiológica de los mismos. Huelga decir que
en ninguno de los casos se trata de carencias únicas,
sino de cuadros carenciales complejos. La clasificación sólo pretende, por tanto, señalar cuál ha sido
la carencia más importante en la génesis de cada
uno de los distintos cúadros, según lo que nos enseñan nuestras observaciones.
Dicha clasificación es el resultado del estudio de
todo el material recogido en Madrid, y debe buena
parte a la colaboración de los doctores PERAlTA y
MÁRQUEZ.
(LASIFICACIOl\ DE LOS SÍKDRmtES CAREl\CIALES DE .Y1ADRID
Pelagra geuuÍII'l, y pelagra sine pelagra.
Síndrome parestésico.
l
Pelagra
. d
l Sindrome parestésico causáhrico.
' ·', 11. e ¡opatla
. funtcu
. ¡ar.
セ@
Vitaminas del ' en sentido amplio, \ S m romes
• •
complejo B2 • ) o Enfermedad
neuropattcos./ セ・オイゥエウ@
óptica retrobulbar.
(
de Casal
Neuritis acustica caremcial.
Giositis simple.
1
Carencias
de Yitaminas
Síndromes
carenciales
de Madrid
1
Sindromes bemorrágicos.
Vitamina C.
· 1 Escorbuto.
Vitamina A.
1 Xerosis. Hipcrqucratosis.
· 1 Hcmeralopia .\menorreas.
\ Síndromes Yarios. (Cuadros compiejos, con trastornos genitales,
1 cutáneo5, endrocrinos, etc.)
Otras
vitaminas.
Carencias de proteínas (aminoacidos esenciales, principalmente cistina).
Veamos ahora cómo se han repartido cuantitatinmente los diferentes cuadros clínicos dentro de
nuestro material. Dicha repartición se representa en
la Tab la r:
TABLA l
Clasificación de los pacientes carenciales adultos por
cuadros clínicos
Número de pacientes
Cuadro clinko
AhsOlltlO
Síndromes parestesico " parestésico-causálgico . . · . . . . ,
(y Pelaara
sine Pela<rra)
.
Pelagra
}.¡
. . '
b
,.,
euntts optica retrobulbar . .
Edema de hambre. .
セャッウゥエ@
simple. . . .
Smdrotues hemorrágicos.
Neuritis acustica carencial
Carencias Yarias . . .
461
Total.
Hll6
71:?
()77
.)()¡)
En o: 0
del total
:?::?,8
21,7
16,:3
:136
71
l 1, 7
10,7
:?.2
:116
]o, 1
33
l,:>
1 Edema
(
y
de hambre. Trastornos del pelo
las uñas.
Esta Tabla nos enseña que el mayor contingente
de enfermos corresponde a los cuadros neurológicos
denominados sínd rome parestésico, y síndrome parestésico-causálgico; viene después la pelagra en sus
dos formas (genu ina y sine pelagra), después la
neuritis óptica retrobulbar y el edema de hambre,
y finalmente la glositis simple. Si englobamos en
un grupo, como hemos hecho en la clasificación, a
todas las enfermed ades afines a la pelagra (pelagr.1,
síndromes parestésicos, neuritis óptica y acústica,
mielopatía funicular, glositis simple), nos encontramos セッョ@
que este grupo comprende el 73 % de
1:: totalidad de los casos observados por nosotros.
La agrupación de todos estos síndromes, bajo la
denomin ación común de ENFERMEDAD DE CASAL,
se encuentra justificada, no sólo por los caracteres
clínicos de los diferentes cuadros, que presentan rasgos comunes, sino también porque existe una comunidad etiológica evidente, que quedó bien demostra、セ@
a lo largo de nuestra experiencia.
Los demás grupos representan un volumen mucho menor. El grupo de carencias varias, aunquz
bastante extenso de por sí. no es como dijimos lo
bastante homogéneo para poder ser considerado
como una entidad nosológica.
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REVISTA CLJNICA ESPAÑOLA
318
Se ha cstud iado también la repart1oon por sexr s
dt> la totalidad de los pacientes como puede verse en
la Tabla 2!.
TABLA II
Distribución por edades y sexos de los J.II6
enfermos carenciales
:\ 1.:Unt:"ro de casos
Edad
11 a
21 a
:n a
·11 a
;)1 a
lil a
71 a
81 a
ll omt-n•s
(()
;)(l
(i(l
))
10
))
HO
11.)
))
51
!lO
))
Hombres, [セV@
...
..
1.
!32
4:3\l
338
181
.í l
2
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1 1:?0
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6
:1.11 ti
QNセE@
ü1
°
R ESUM EN . - Se describen brevemente los caract:?res de los distintos cuadros carenciales observados
en Madrid durante la guerra.
Entre ellos los más importantes fueron los siguientes:
Pelagra y pelagra sine pelagra.
Síndromes parestésico y parestésico-causálgico.
Neuritis acústica y neuritis óptica-retrobulbar.
Glositis simple.
Edema de hambre.
Se observaron también en menor proporoon
otros síndromes carenciales conocidos (Hemeralopía.
escorbuto, etc.), y algunos cuadros complejos resultantes d e la asociación de caren cias muy variadas.
El mayor contingente de enfermos lo presentó
el grupo de síndromes parestésicos, después la pelagra y luego la neuritis óptica retrobulbar y el
edema de hambre.
Se propone una clasificación etiológica de todos
los síndromes observados.
BIBLIOGRAFíA
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2.
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6.
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8.
9.
10.
ZUSAMMENFASSUNG
Man beschre ibt k urz die Charaktere der verschi¿.
dcnen Mangcl-Syndrome bcobachtet in Madrid
wahrend des Kr icgcs.
Unter den wichtigsten waren folgcnde:
Pellagra, Pcllagra sine Pellagra, Paresthesische
und Parcsthesisch-Causalgischc Syndrome, Acusticus-Neuritis, Rctrobulbar-Opticus Neuritis, Einfa.
che-Glos itis und Hunger-Od cm.
Man bcobachtet auch in k lei ncrer Proportion andere bekannte m。ョァセャMケ、イッQ・@
(H cmeralopie,
Skorbut u. s. w.) und etn ige (ge m1schtc Bilder), Ergebnissc der Verbindung der verschil.'denen Mangel.
Dcr Grosstcil der Kran ken setzte sich aus dcr
Gruppc der Paresthesischm-Syndrome. nachher aus
der, der Pellagra , und dann aus Rctrobulbar Opt¡cus N euritis und Hungcr-bdcm, 7usammen.
Man schlagt cine atiolog ischc Klasifikation al!cr
bcobachtcten Syndrome vor.
Rf:SUMf:
0•
En dicha Tabla se ve cómo el número de pacient es hembras, fué muy superior al de varones ( 64 ..,
de hembras y 3 6 Jo de varones ) , este hecho, '>in
em bargo, no signi1ica en realidad que las mujeres
tengan mayor tendencia a padecer estas enferm,dades. En el tercer trabajo de esta serie nos ocuparemos de la influencia del sexo en el desarrollo de las
enfermedades carenciales y tendremos ocasión de di'icutir esta cuestión más de cerca.
GRANDE, F.- La alimentación en Mad rid durante la guerra.
Revista Hi!l'. y San. Pub. 1939.
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scitpNnmセ@
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ciale• de Madrid. (En prenea.)
1.• octubre 1910
On décrit avcc conosion les caractal.'s des différcnts cadres carentiaux obs;:r\'cs a Madnd p..'ndant la
guerre. Les plus importants d ャNGョエイセ@
セオクL@
étaicnt lts
suivants:
Péllagre ct péllagre "sine péllagrc" Syndr6m,'s
M」 。オウャセア」@
n」キゥZセ@
paresthésiques, ct ッ。ョNGウエィ」ゥアオャ
acoustique ct nevrnc opt1quc rétrobulb.1irl gャセsNエ@
simple. Oedcmc de faim.
On obserw aussi. en plus P• till pn pe rti n d'
tres syndrómcs carcnua ux deJa connus セィ 」ュセイ。ャッーQNZL@
scorbut, etc.) et d ' autres cadres complexes résultants
de l'association d es diverses ca rences.
C' est le gro u pe des sy nd rómes paresthésiques qui
présenta le plus gra nd continge nt de malades, apres
la péllagre, et apres, e' était la n évrite optique rétrobulbaire et l'oedeme de faim.
On propase une classifi.catio n ét io logique de tous
les syndromes observés.
SOBRE LOS TRASTORNOS CARENCIALES
OBSERVADOS EN MADRID DURANTE
LA GUERRA
II.
LA PRESENTACIÓN EN EL TIEMPO DE LOS DISTINTOS
CUADROS CARENCIALES
F.
GRANDE COVIÁN
y
F.
JIMÉNEZ GARCÍA
Es una práctica habi tual en el estudio de los ヲセᆳ
nómenos n aturales, el inquirir la evolución de los
mismos en el tiempo. Especialmente, cuando se trata
de establecer la relació n de causa a efecto entre dJS
::contecimientos, es menester con oce r la dependencia
d e los mismos en el tiempo.
El conocimiento del t-iempo en qu e ィゥ 」 ゥ ・ イ。セ@
su
p resentación las distin tas enfermed ades carenc1al(.s
y su relació n con la dieta consumida en cada momento , h a de ser sin dud a alguna, uno de los daros
de más importancia pa ra la buena inteligencia de
lo:; trastornos carenciales de Madrid.
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