indicaciones para el trámite de nulidad matrimonial

INSTRUCTIVO PARA PREPARAR EL CUESTIONARIO
PARA ESTUDIO DE NULIDAD MATRIMONIAL
Favor leer estas indicaciones antes de responder el cuestionario.
OFICINA DEL TRIBUNAL ECLESIÁSTICO:
Lunes-Martes-Miércoles-Viernes de 08:00 a.m. a 4:00 p.m.
Jueves de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.
Ubicación: Sede de la Conferencia Episcopal de Costa Rica,
calle 22, avenidas 3ª y 5ª, San José.
100 Norte de la Escuela Juan Rafael Mora
1. ¿Cómo ve la Iglesia Católica el Matrimonio?
Para la Iglesia el matrimonio es la unión entre un varón y una mujer, hecha delante de
Dios, con el fin de fundar una familia. (Gen 2, 18-24). Por esta razón es una unión sagrada
(Tob 8, 5-10), así que no es solo un contrato de intereses entre dos personas sino también
una alianza de amor fundada en la misma voluntad de Dios. Es Dios quien llama a las
parejas al matrimonio, para que su unión exprese cómo Cristo ama a la Iglesia (Ef 5, 2132).
Por eso la legislación de la Iglesia dice en el canon 1055 del Código de Derecho Canónico:
§ 1.
La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un
consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y
a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Señor a la dignidad de
sacramento entre bautizados. § 2. Por tanto, entre bautizados, no puede haber contrato
matrimonial válido que no sea por eso mismo sacramento.
Además el Señor ha establecido que el vínculo del matrimonio no se puede romper, es
decir, que el matrimonio es indisoluble cuando dijo: “lo que Dios ha unido no lo separe el
hombre” (Mt 19,6; Mc 10,9). De hecho, cuando los discípulos le preguntaron al Señor,
sobre la ley del divorcio que había escrito Moisés, Él aclaró que en la ley del Evangelio
esto no es posible (Cf. Mt 19, 1-9; Mc 10, 1-12; Lc 16, 18).
2. ¿La Iglesia puede divorciar?
Según lo anterior la Iglesia no puede divorciar a personas casadas por la Iglesia. La Iglesia
sabe que el MATRIMONIO ES INDISOLUBLE, y que no recibió de Nuestro Señor
Jesucristo la potestad para “DISOLVER” o “ANULAR” un matrimonio
3. ¿Entonces qué hace la Iglesia con los matrimonios en un Tribunal Eclesiástico?
La Iglesia puede declarar que un matrimonio religioso ya celebrado nunca existió si se
comprueba que había un impedimento en alguno de los contrayentes, un defecto de
consentimiento por parte de alguno de los contrayentes o si algo no se respetó en la
forma cómo se realizó la boda. A esto se le conoce como DECLARAR NULO O
INVÁLIDO un matrimonio, o más comúnmente se llama NULIDAD.
Además, la CONSUMACIÓN otorga estabilidad absoluta al vínculo matrimonial. Por
ello, el Papa puede liberar de sus compromisos a una pareja que, después de celebrar la
boda, nunca haya consumado su unión. Esto se conoce como DISPENSA.
La Iglesia siempre va a partir de que un matrimonio es válido hasta que se demuestre lo
contrario.
Para declarar la dispensa o nulidad la Iglesia actúa por medio de un TRIBUNAL
ECLESIASTICO competente, que realiza un PROCESO JUDICIAL, según normas
establecidas por los cánones del Derecho Canónico (las leyes de la Iglesia).
4. ¿Cuáles son los primeros pasos para que alguien pueda iniciar un estudio de
nulidad?
Lo primero que una persona debe hacer para iniciar un proceso de nulidad es hablar con un
sacerdote, tal como el párroco de su localidad, un vicario parroquial, o algún director
espiritual o sacerdote conocido.
En segundo lugar, la persona interesada debe conseguir el CUESTIONARIO DE
NULIDAD MATRIMONIAL, en la Sede del Tribunal Eclesiástico, en alguna
parroquia o en línea.
Luego el Cuestionario se debe presentar en el Tribunal Eclesiástico, junto con una carta del
sacerdote con quien se habló previamente, que haga constar que han conversado sobre el
tema y por eso se está refiriendo al Tribual.
Este sacerdote puede ver el Cuestionario y darle a la persona algunas indicaciones, aunque
es preferible que la redacción del cuestionario se mantenga en lo posible como la persona
interesada la realizó.
5. ¿Debería yo iniciar el estudio de nulidad porque tengo problemas en el matrimonio
o porque yo sé que algo no anduvo bien en la celebración de la boda?
Para presentar el estudio de nulidad, es necesario que las partes ya no estén conviviendo y
que su separación sea definitiva.
Solo se puede presentar el caso ante el Tribunal, después de haber pasado 6 meses desde la
separación definitiva.
En caso de que se considere que hay alguna posibilidad de reconciliación, se debe buscar
ayuda oportuna en lo espiritual y psicológico, y tratar de resolver los problemas de pareja,
para salvar el matrimonio.
Incluso un matrimonio nulo, se puede convalidar, cuando se ve que existe la posibilidad de
mantener la estabilidad del núcleo familiar.
6. ¿Cómo se prepara el Cuestionario de Nulidad Matrimonial?
Sobre el Cuestionario se deben tener en cuenta algunas cosas.
El CUESTIONARIO se debe redactar con base en hechos verdaderos, NO en meras
suposiciones o sospechas y según la versión de la persona que lo presenta.
Advertencia: Quien llena el cuestionario no debe consultar sobre los hechos a la otra parte
(su cónyuge), ni pasarle las propias respuestas para que redacte las suyas, mucho menos
ponerse de acuerdo para proponer alguna versión de los hechos al Tribunal.
De comprobarse que esto se dio se cerrará inmediatamente el proceso.
No obstante, sí se pueden consultar datos como por ejemplo: número de cédula, dirección,
nombre completo de los padres (los que se piden en la pregunta 2).
7. ¿Cuáles son los pasos de un estudio de nulidad matrimonial?
La CAUSA o PROCESO inicia con la aceptación de la DEMANDA presentada por la
parte ACTORA (el esposo o la esposa), es decir quien primero presenta el cuestionario.
Esta persona funge como parte DEMANDANTE mientras que su cónyuge será la parte
CONVENIDA.
8. ¿Qué pasa si quien fue mi cónyuge no desea participar o desea ayudarme?
Una vez que se solicita el estudio de nulidad la persona que inicialmente presentó el
cuestionario, la parte demandante es la que lleva activamente el caso.
Esto significa que es la persona que está llamando para pedir información sobre el estado
del caso, la persona que coordina sus citas, que aporta pruebas y documentos, la persona a
quien se llama para alguna gestión y a quien se envían las comunicaciones en las distintas
etapas del proceso.
No obstante, la parte convenida, tiene el derecho y el deber de involucrarse, aunque sea de
manera pasiva en el proceso.
Esto quiere decir, acudiendo al tribunal si se le solicita, aportando testigos, recibiendo
comunicaciones.
Sin embargo, en caso de que la parte convenida no quiera participar, debe saber que esto le
puede acarrear consecuencias legales, en su participación en la Iglesia y en la resolución
que da el Tribunal en la Sentencia.
Para renunciar a este derecho debe hacerlo preferiblemente por escrito.
Para efectos del caso, es de considerar que se contará con menos recursos para determinar
la certeza de nulidad en el proceso, pero el caso seguirá en estudio.
Siempre es preferible y, en algunos casos, es hasta crucial, que ambas partes estén
participando en el proceso.
La parte demandante debe aportar al menos una dirección física y, por lo menos, un
número telefónico de la parte convenida en el Cuestionario, pues sin estos datos no se le
aceptaría el Cuestionario. Conseguir esta información sí se puede hacer con la ayuda de un
abogado.
Las partes nunca deben ponerse de acuerdo sobre una versión de los hechos o “montar el
caso”, es decir: “yo me echo la culpa” o “digamos que fue así o asá”. Esto es ilegal desde
el punto de vista del derecho canónico e inmoral para una persona creyente. No existe la
Nulidad por mutuo acuerdo o por adulterio, como algunas personas intentan poner como se
hace en los divorcios civiles.
9. ¿Hay que presentar pruebas al tribunal?
La siguiente fase en el proceso se llama la INSTRUCCIÓN DE LA CAUSA es decir
el momento de recabar pruebas solicitadas por el juez, estas pruebas pueden ser:
- Varios documentos que pide el juez,
- Los interrogatorios a las partes demandante y convenida (los esposos),
- Declaración de TESTIGOS,
- Cuando sea oportuno, otras pruebas libres de toda sospecha que el JUEZ pida o
autorice,
- En algunas ocasiones también hay peritajes psicológicos.
10. ¿Debo contratar un abogado?
En los procesos judiciales en la Iglesia existe la figura del abogado, un asesor legal, sin
embargo, no es un abogado civil, de los que habitualmente se buscan para casos penales.
Se trata de personas con estudios en derecho canónico, cuya labor es asesorar a la persona
a lo largo del proceso.
En este momento, este papel lo cumplen personas en el mismo tribunal, como un servicio
gratuito, por lo que no es conveniente contratar un abogado civil, quien aparte de cobrar
por sus servicios, muchas veces no es conocedor del proceso canónico y que puede
confundir a las personas.
11. ¿Quiénes pueden ser mis testigos? ¿Qué tienen que decir ellos?
La parte demandante obligatoriamente y la parte convenida opcionalmente aportan 5
testigos para la fase de Instructoria. La lista le será solicitada a cada parte en el momento
en que el juez lo pida.
Si la parte demandante no aporta los 5 testigos, no se puede presentar el caso.
Un testigo para ser hábil para declarar debe tener varias características:
- Debe haber sido mayor de edad a la fecha en que se realizó la boda.
- Debe ser una persona católica, ojalá practicante.
- Debe haber conocido a la pareja desde el inicio del noviazgo hasta la separación
definitiva.
- Debe estar capacitada para declarar (no tener problemas mentales, alzhéimer, etc.)
- No pueden ser hijos de la pareja, ni nuevas parejas de alguno de los dos.
Es preferible que, en la medida de lo posible, no comunique a los posibles testigos (casi
siempre familiares o amigos de las partes) el contenido de su cuestionario, para que
mantengan limpia la propia versión de los hechos, que tiene cada testigo.
No es necesario que los testigos sepan detalles íntimos de la vida de la pareja o que
conozcan situaciones que estaban en el silencio de la conciencia de cada una de las partes,
así que es necesario que la persona interesada no comunique estos hechos a sus testigos, si
es que ellos no los conocen previamente.
12. ¿Puedo presentar pruebas como fotos, videos, correos electrónicos?
Si la persona desea aportar documentos u otras pruebas, no debe hacerlo al momento de
presentar el cuestionario de nulidad.
Solamente puede indicar que tiene en su poder estas pruebas al redactar el cuestionario, en
las preguntas en que usted considere valioso señalar la existencia de estos documentos.
Sin embargo, queda a discreción del juez pedir que se aporten estas evidencias en el
momento de la Instructoria.
13. ¿Qué es la sentencia?
La RESOLUCIÓN puede llegar años después de iniciado el proceso y puede suceder que
un matrimonio se declare “NULO”, lo que sería una SENTENCIA AFIRMATIVA, o
bien, que en cambio, se declare que “NO CONSTA LA NULIDAD”, o sea una
SENTENCIA NEGATIVA.
La nulidad se declarará siempre que haya dos sentencias afirmativas en relación con una
misma causal, esto es, en PRIMERA Y SEGUNDA INSTANCIA.
En el caso de una SENTENCIA NEGATIVA en primera instancia, el caso se puede
apelar, para lo cual se le puede pedir orientación al juez sobre el procedimiento más
oportuno.
Nota: Ninguna de las partes puede programar celebración de nuevo matrimonio canónico
sin que antes conste que efectivamente el matrimonio es NULO, mediante DOS
SENTENCIAS AFIRMATIVAS.
14. Si se declara nulo un matrimonio, ¿qué pasa con los bienes gananciales?, ¿mis
hijos serían ilegítimos?
El proceso canónico en Costa Rica sea de dispensa o de nulidad no tiene ningún efecto
en la vía civil.
Por lo tanto, en las sentencias no se definen temas como la patria potestad de los hijos, ni
bienes gananciales que competen a un proceso civil.
En caso de resolución afirmativa, si alguna de las partes queda habilitada y desea contraer
nupcias, debe tramitar el divorcio civil (de no haberlo hecho antes) pues el matrimonio por
la Iglesia en Costa Rica sí tiene efectos civiles.
Los hijos nacidos dentro de un matrimonio que se declare nulo son considerados como
hijos legítimos de la pareja, pues no se cuestiona la validez de la paternidad o maternidad.