repercusiones de la ley 13/2009 de 3 de noviembre de reforma de

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INDICE
REPERCUSIONES DE LA LEY 13/2009 DE 3 DE NOVIEMBRE DE REFORMA DE LA LEGISLACIÓN
PROCESAL PARA LA IMPLANTACIÓN DE LA NUEVA OFICINA JUDICIAL EN PROCEDIMIENTO
LABORAL
Resumen
I. Introducción
II. La Ley 13/2009. Las claves fundamentales de la Ley: La reforma y modernización de la Administración de
Justicia. Regular distribución de competencias funcionales de jueces y secretarios judiciales
III. Objetivos complementarios de la Ley
III.1 Reforzamiento de las garantías del justiciable
III.2 Fomento de las buenas prácticas procesales
III.3. Mejoras procesales fruto de la experiencia aplicativa de las leyes de procedimiento
III.4. Modernización tecnológica de la Administración
IV. Incidencias específicas de la Ley 13/2009 en la Legislación Procesal Laboral. Partes procesales
IV.1. De la competencia, de la representación y defensa procesal
IV.2. De la acumulación de acciones, procesos y recursos
IV.3 De la acumulación de procesos
IV.4 De los actos procesales
IV.5 De las resoluciones procesales
IV.6 De la evitación del proceso: de la conciliación previa y la reclamación administrativa previa
IV.7 De los actos preparatorios, de la anticipación de la prueba y del embargo preventivo
V. Conclusiones
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REPERCUSIONES DE LA LEY 13/2009 DE 3 DE NOVIEMBRE DE REFORMA
DE LA LEGISLACIÓN PROCESAL PARA LA IMPLANTACIÓN DE
LA NUEVA OFICINA JUDICIAL EN PROCEDIMIENTO LABORAL
Revista n.º 7/2010 de Información Laboral/Legislación
Alexis Acosta Tejera
Abogado
RESUMEN
La aprobación de la Ley 13/2009 de la nueva oficina judicial supone, en primer lugar, un nuevo impulso para lograr
la reforma y modernización de la Administración de Justicia conforme a los valores constitucionales. Uno de los medios
esenciales para conseguirlo es la implantación en España de la nueva oficina judicial. En segundo lugar, la reforma
legislativa supone un estímulo para todos los operadores jurídicos en cuanto a la organización de las diferentes
jurisdicciones, con el fomento de unas prácticas con las que se trata de dar nuevas competencias a los secretarios
judiciales para que los jueces y magistrados cumplan los objetivos encomendados por la Constitución Española. Es
decir, juzgar y ejecutar lo juzgado, asumiendo el cuerpo de secretarios judiciales funciones que anteriormente realizaban
los jueces y magistrados.
A su vez, todos los órdenes jurisdiccionales se ven afectados por la Ley 13/2009. En el procedimiento laboral, al
igual que en el resto de órdenes jurisdiccionales, se otorgan nuevas competencias a los secretarios judiciales, se produce
el reforzamiento de las garantías del justiciable, el fomento de las buenas prácticas procesales y la modernización
tecnológica de la Administración, que se traduce en la posibilidad de que todos los actos y resoluciones judiciales que se
producen en el proceso se puedan realizar en soporte digital, cualquiera que sea la forma originaria de estos documentos.
Otra materia que aborda esta nueva reforma es la autorización de la firma del recurso de suplicación por parte de
los graduados sociales, eliminando el requisito de intervención preceptiva de letrado para la formulación del recurso
de suplicación; también se modifica la rúbrica del capítulo V de la LPL, para añadir en su sección V los derechos de
conciliación de la vida personal, familiar y laboral reconocidos legal o convencionalmente.
I. INTRODUCCIÓN
El Boletín Oficial del Estado de fecha 4 de noviembre de 2009 publicaba la Ley 13/2009, de la oficina judicial
(1), denominada de «reforma de la legislación procesal para la implantación de la nueva oficina judicial», y supone
para los operadores jurídicos, a partir del día primero de mayo del presente año 2010, la entrada en vigor de la citada
ley, conforme a lo establecido en la disposición final tercera (2).
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(1) La Ley Orgánica 1/2009, de 3 de noviembre, es complementaria de la Ley de reforma de legislación procesal para la implantación de
la nueva oficina judicial por la que se modifica la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.
(2) La disposición final tercera de la Ley 13/2009 establece que la presente ley entrará en vigor a los seis meses de publicación en el BOE,
excepto el apartado 3 del artículo 15, por el que se adiciona un nuevo apartado 3 al artículo 23 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento
Civil, que entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE.
Ante la entrada en vigor de la Ley 13/2009, nos encontraremos en la jurisdicción social, y en otras jurisdicciones,
con una profunda reforma en la Ley de Procedimiento Laboral, texto refundido establecido en el Real Decreto
Legislativo de 7 de abril de 1995 (en adelante LPL), en que se reforman varios preceptos de dicha ley; como
objetivo principal aparece la atribución de nuevas competencias a los secretarios judiciales (3), y como objetivos
complementarios de ley, el reforzamiento de las garantías del justiciable, el fomento de las buenas prácticas procesales,
la modernización tecnológica de la Administración, así como modificaciones legislativas que se comentarán en este
trabajo, por ejemplo la autorización de la firma del recurso de suplicación por parte de los graduados sociales,
eliminando el requisito de intervención preceptiva de letrado para la formulación del recurso de suplicación, y la
modificación de la rúbrica del capítulo V de la LPL para añadir en su sección V los derechos de conciliación de la
vida personal, familiar y laboral reconocidos legal o convencionalmente. En resumen, toda la adaptación de la LPL a
la Ley 13/2009 de la nueva oficina judicial.
(3) El Preámbulo de la Ley III lo considera objetivo primordial compartido en la reforma de todas las leyes procesales, regulando la
distribución de competencias entre jueces y tribunales, por un lado, y secretarios judiciales por otro.
El objeto de estudio en este trabajo es el análisis de la reforma del procedimiento laboral en un contexto de reforma
general de la Administración de Justicia que se ha convertido en un objetivo crucial e inaplazable (4), más en estos
momentos en la jurisdicción social, donde existe un auténtico aumento de los asuntos debido a la «crisis» económica.
(4) Así se constata el Preámbulo de la Ley 13/2009 y se continúa afirmando lo siguiente «… Los ciudadanos tienen derecho a un servicio
público de la Justicia ágil, transparente, responsable y plenamente conforme a los valores constitucionales. Uno de los medios para conseguirlo
es la implantación en España de la nueva Oficina Judicial, cuyo objetivo es la racionalización y optimización de los recursos que se destinan al
funcionamiento de la Administración de Justicia».
II. LA LEY 13/2009. LAS CLAVES FUNDAMENTALES DE LA LEY (5): LA REFORMA Y
MODERNIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. REGULAR DISTRIBUCIÓN DE
COMPETENCIAS FUNCIONALES DE JUECES Y SECRETARIOS JUDICIALES
(5) A los efectos me parece oportuno remitir al lector al esquema sinóptico publicado en el Avance informativo especial Lex Nova,núm.
4, Lex Nova, 2009, Valladolid.
Siguiendo el preámbulo de la Ley 13/2009 en su apartado segundo, podemos decir que una de las claves
fundamentales para que las oficinas judiciales alcancen el objetivo de prestar un servicio próximo y de calidad, recogido
en la Carta de Derechos de los ciudadanos ante la Justicia, reside indudablemente en los profesionales que trabajan en
la Administración de Justicia, en concreto, los secretarios judiciales.
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La ley, en su apartado tercero del preámbulo, establece lo siguiente: El objetivo primordial compartido, por tanto,
en la reforma de todas las leyes procesales es regular la distribución de competencias entre jueces y tribunales, por
un lado, y secretarios judiciales, por otro. La idea inspiradora de la reforma ha sido la de concretar las competencias
procesales del cuerpo de secretarios judiciales, configurado como un cuerpo superior jurídico, de modo que, a salvo
los supuestos en que una toma de decisión procesal pudiera afectar a la función estrictamente jurisdiccional, se ha
optado por atribuir las competencias de trámite de que se trate al secretario judicial. De este modo, se garantiza que el
juez o tribunal pueda concentrar sus esfuerzos en la labor que le atribuyen la Constitución y las leyes como función
propia y exclusiva.
En lo relativo a la puesta en marcha del procedimiento, se le atribuye al secretario judicial competencia para
admitir la demanda. Se trata de una actuación reglada, la ley sólo exige la comprobación de ciertos requisitos formales,
el examen de la jurisdicción y la competencia objetiva y territorial (6).
(6) El juez admite la demanda en los siguientes supuestos: tercería de dominio, escritos iniciadores de procedimiento por nulidad, separación
y divorcio, división de la herencia, liquidación del régimen económico matrimonial, vía ejecutiva, del juicio cambiario, del proceso penal.
En lo relativo a la inadmisión de la demanda, se sigue reservando a jueces y tribunales la decisión acerca de
ésta, en la medida en que supone cercenar un derecho constitucional reconocido y requiere exigir un pronunciamiento
judicial. Esto supone que, apreciada por el secretario judicial la falta de alguno de los requisitos o presupuestos de la
demanda, deberá dar cuenta al juez para que éste se pronuncie sobre su admisión.
(7) En el orden penal este criterio de admisibilidad se exceptúa, dada la especialidad de la jurisdicción penal por razón de la naturaleza de
los derechos afectados; en ella se reserva la admisión de la denuncia o querella al ámbito de la potestad jurisdiccional del juez o tribunal.
En cuanto a la terminación del procedimiento, la idea que preside la reforma es que, en aquellos casos en que
pueda ponérsele fin como consecuencia de la falta de actividad de las partes o por haber llegado éstas a un acuerdo,
pueda el secretario judicial dictar un decreto que ponga fin al procedimiento. De este modo, han sido atribuidas
al secretario judicial la declaración de terminación anticipada del procedimiento por desistimiento del actor, por
satisfacción extraprocesal, la enervación de la acción de desahucio por pago o consignación de las rentas del arrendatario
con pleno consentimiento del arrendador, y la declaración de la caducidad de la instancia por la inactividad procesal
de las partes.
En materia de ejecución, se atribuye a los secretarios judiciales en el artículo 456.3 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, salvo aquellas competencias que exceptúen las leyes procesales, por estar reservadas a jueces y magistrados.
Es competencia de los secretarios judiciales la decisión de medidas ejecutivas concretas para llevar a cabo la
orden de ejecución, habiéndose otorgado también a los secretarios judiciales la decisión acerca de la acumulación
de ejecuciones.
Por último, interesa destacar que, con el fin de dotar de homogeneidad a todo el sistema en una reforma de tanto
calado, se opta por cualquiera el orden jurisdiccional de que se trate, el mismo nombre al recurso que cabe contra las
resoluciones del secretario judicial. Recurso de reposición cuando se interpone ante el secretario judicial que dictó la
resolución impugnada, o bien recurso de revisión cuando se trate de que el juez o tribunal decida la cuestión (8).
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(8) Los jueces y tribunales de lo social adoptarán sus decisiones por medio de autos, providencias y sentencias, en los casos y con las
formalidades legalmente previstas en el artículo 49.1 de la LPL.
Los secretarios judiciales resolverán por medio de diligencias de ordenación, decretos y diligencias de constancia,
comunicación y ejecución, y con las formalidades legalmente previstas, según el artículo 49.2 de la LPL.
En el orden social y contencioso administrativo desaparece la referencia al recurso de súplica, Avance informativo
especial Lex Nova, núm. 4, ob. cit.
III. OBJETIVOS COMPLEMENTARIOS DE LA LEY
III.1 Reforzamiento de las garantías del justiciable
Para la consecución de este objetivo se introduce en la LPL, en la Ley de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa y en la Ley de Enjuiciamiento Criminal la grabación de vistas de modo generalizado, tal como se había
anticipado en la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Se prevé la utilización de la firma electrónica reconocida u otro sistema de seguridad en la grabación de la
vista, audiencia y comparecencias, de forma que queden garantizadas la autenticidad e integridad de lo grabado. En
este sentido, se establece que el documento electrónico que contenga la grabación, siempre que incorpore la firma
electrónica reconocida del secretario judicial, constituirá el acta a todos los efectos. En este sentido, sólo será necesaria
la presencia del secretario judicial en la sala si lo han solicitado las partes o, si excepcionalmente lo considera éste
oportuno, atendiendo, entre otras razones, a la complejidad del asunto o al número y naturaleza de las pruebas que
deban practicarse.
En el supuesto de que no pudieran utilizarse los mecanismos de registro o de garantía que permitan
respectivamente la grabación de las vistas o garantizar la autenticidad de lo grabado, el acta se extenderá por el secretario
judicial que concurra a la vista.
El contenido del acta extendida por el secretario judicial, cuando no fuera posible la utilización de medios técnicos,
deberá recoger con la extensión y detalles necesarios todo lo actuado. Se establece de forma obligatoria la extensión
del acta por procedimientos informáticos; con ello se busca la erradicación del acta manuscrita y, en muchos casos,
ilegible (9).
(9) Preámbulo IV de la Ley 13/2009.
III.2 Fomento de las buenas prácticas procesales
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Otro de los objetivos complementarios de la ley es que se introducen mecanismos jurídicos tendentes a facilitar la
acumulación de acciones, procesos, recursos o ejecuciones, con el fin de evitar la multiplicidad de actuaciones cuando
diversos procedimientos tienen el mismo objeto.
También para lograr este objetivo se introduce en todas las leyes procesales una nueva regulación relativa a los
señalamientos de toda clase de vistas. El señalamiento se verificará teniendo en cuenta siempre los criterios que el
Presidente de la Sala o Sección o el titular del órgano judicial indique a los secretarios judiciales en lo concerniente
tanto a su organización general del trabajo como a la duración aproximada de la vista, una vez estudiado el asunto de
que se trate. El secretario judicial, conforme a estos criterios, establecerá fecha y hora de las vistas o trámites y lo hará
desde un servicio centralizado y gestionando una agenda «programada de señalamientos» (10).
(10) No obstante, dice la ley, respecto a los señalamientos se deberá tener en cuenta que los pleitos se señalarán para juicio a medida
que vayan llegando a un estado que así lo permita, y siempre de acuerdo con las prioridades que para ciertas materias las propias leyes procesales
establezcan. También se deberá considerar otros aspectos como la disponibilidad de la sala, la organización de los recursos humanos de la oficina,
el tiempo necesario para llevar a cabo las citaciones a los intervenientes, así como la coordinación con el Ministerio Fiscal en los procedimientos
en los que las leyes prevean su intervención.
III.3 Mejoras procesales fruto de la experiencia aplicativa de las leyes de procedimiento (11)
(11) En la Ley de Enjuiciamiento Criminal se elimina toda referencia a la pena de muerte. En el proceso monitorio se eleva la cuantía
a 150.000 euros; se persigue dar cobertura a un proceso que se ha mostrado rápido y eficaz, para las deudas dinerarias vencidas, exigibles y
documentadas.
Destacamos la reforma del articulado de la LPL, en concreto sus artículos 21.1 y 21.3, para autorizar la firma del
recurso de suplicación por parte de los graduados sociales, eliminándose la intervención preceptiva de letrado para el
recurso de suplicación (12).
(12) Permítaseme hacer constar dos opiniones totalmente contrapuestas sobre la posibilidad de acceso del graduado social al recurso de
suplicación, y que realice el atento lector sus propias conclusiones:
«Desde hace más de cincuenta años, el colectivo de graduados sociales viene reivindicando, primero al Estado,
después al poder legislativo y, también cómo no al ejecutivo la necesidad que la LPL establezca la posibilidad
de que este colectivo firme el recurso de suplicación… La profesión de graduado social se caracteriza por un
elemento fundamental frente a otras profesiones, como las de abogado y procurador, y ese elemento fundamental es
la especialización, la exclusividad del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social para el graduado social, frente
al abogado o procurador. Esta especialización, por otra parte, pasa inadvertida, incluso a veces despreciada, para el
legislador pues siendo este profesional el que más horas lectivas (comparando los estudios de Relaciones Laborales con
Derecho, naturalmente) dedica al mundo laboral, sin embargo la ley ha vetado la firma en la formalización del recurso de
suplicación hasta fechas recientes». Prólogo de Francisco Javier San Martín Rodríguez, Presidente del Consejo General
del Colegio Oficial de Graduados Sociales. González, Alfonso: El Recurso de suplicación. Cuestiones prácticas, Lex
Nova, 1.ª ed., Valladolid, 2009.
«La actuación de los graduados sociales en el ámbito del recurso de suplicación implica, por un lado, que los
ciudadanos verá disminuida su garantía de calidad en defensa de sus derechos e intereses, lo que será más nítido aún
cuando entre en vigor la ley de acceso. Y por otro, que el sistema de defensa en España sufrirá una quiebra, si bien
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más práctica que teórica…». González Cueto, T.: «Últimas reformas legislativas: algunas claves para preocuparse»,
Revista del Consejo General de la Abogacía Española, núm. 57, octubre de 2009.
III.4 Modernización tecnológica de la Administración
Se introduce la posibilidad de que la publicidad en los Boletines Oficiales sea sustituida en los términos que
reglamentariamente se determinen por la utilización de medios telemáticos, informáticos o electrónicos.
Además, se modifica la regulación de las subastas judiciales para permitir que bajo la dirección del secretario
judicial puedan efectuarse pujas electrónicas (siempre que se cuente con medios técnicos) sin requerir la presencia
física obligatoria de los intervinientes en una sala.
Con ello se evita la discriminación, puesto que hay más participación, se fomenta la transparencia y publicidad,
se obtienen mejores precios y se evitan las prácticas de colusión, es decir, el pacto entre dos personas para perjudicar
a terceros.
IV. INCIDENCIAS ESPECÍFICAS DE LA LEY 13/2009 EN LA LEGISLACIÓN PROCESAL LABORAL.
PARTES PROCESALES
IV.1 De la competencia, de la representación y defensa procesal
Se modifican los actuales artículos 5, 14, 15, 18, 19, 20, 21, 23 y 24 de la LPL.
Las novedades que se introducen en la reforma de citada ley son las siguientes:
a) El legislador introduce la posibilidad, en materia de competencia, de que el órgano jurisdiccional se declare
incompetente para conocer de la demanda por razón del territorio, artículo 5.1.
b) Se añade un apartado 4 al artículo 15, en el cual se faculta a la parte actora para formular un incidente
de recusación a los secretarios judiciales y de los miembros de los demás cuerpos de funcionarios al servicio de la
Administración de Justicia.
c) En materia de representación y defensa procesales, el artículo 18.1 de la LPL suprime la referencia al graduado
social colegiado para ampliarla a todo graduado social.
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d) El artículo 19.2 de la LPL establece, dentro de las nuevas competencias de los secretarios judiciales, la
admisión de la demanda, la comprobación de los requisitos formales y, en el supuesto de la acumulación de procesos
correspondientes a varias demandas presentadas contra un mismo demandado, afectando de este modo el proceso a
más de diez actores, el requerimiento a las partes actoras a que designen un representante común.
e) El apartado 3 del artículo 20, respecto a la actuación procesal de los sindicatos en nombre e interés de los
trabajadores afiliados a ellos, se modifica en el sentido de cambiar la expresión «ante presencia judicial» por la nueva
redacción «si en cualquier fase del proceso el trabajador expresara en la oficina judicial».
f) Se modifican los artículos 21.1 y 21.3 de la LPL en materia de defensa procesal que pueda ser realizada por
abogado, siendo facultativa en la instancia. En el recurso de suplicación los litigantes habrán (obligatoriedad) de estar
defendidos por abogado o graduado social colegiado. En el recurso de casación será preceptiva la defensa de abogado.
g) Se modifica el apartado 2 del artículo 24 sobre la intervención y llamada a juicio del Fondo de Garantía
Salarial para hacer constar la intervención del secretario judicial dictando un decreto y haciendo constar la subrogación
producida.
IV.2 De la acumulación de acciones, procesos y recursos
a) Se modifica el artículo 27 de la LPL; el actor puede acumular en su demanda cuantas acciones le competan
contra el demandado, aunque procedan de diferentes títulos, siempre que todas ellas puedan tramitarse ante el mismo
juzgado o tribunal. En los mismo términos puede el demandado reconvenir.
b) También se pueden acumular, ejercitándose simultáneamente, las acciones que uno o varios actores tengan
contra uno o varios demandados, siempre que entre esas acciones exista un nexo por razón del título o causa de pedir.
Se entenderá que el título o causa de pedir es idéntico o conexo cuando las acciones se funden en los mismos hechos.
c) No se pueden acumular las acciones, ni siquiera por vía de reconvención, de despido, de extinción de contrato
de los artículos 50 y 52 del ET, de materia electoral, las de movilidad geográfica, las de modificación sustancial de
condiciones de trabajo, las de derecho de conciliación de la vida personal, las de impugnación de convenios colectivos,
las de impugnación de los estatutos del sindicato y las de tutela de libertad sindical y demás derechos fundamentales.
d) En materia de extinción de contrato, cuando según el artículo 50 del ET se invoque la falta de pago del salario
pactado contemplada en la letra b del apartado 1 de aquel precepto, la reclamación salarial podrá acumularse a la acción,
solicitando la extinción indemnizada del vínculo.
e) El artículo 28 de la LPL se modifica en el sentido de reconocer la nueva competencia al secretario judicial
en el supuesto de acciones indebidamente acumuladas, dando un plazo de cuatro días al actor para que elija la acción
que quiere mantener. En el caso de que no se hiciera o se mantuviera la circunstancia de no acumulabilidad entre las
acciones, se dará cuenta al Tribunal para que en, su caso, acuerde el archivo de la demanda.
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No obstante, otra novedad de la ley es que, cuando se trate de una demanda sometida a plazo de caducidad
(13) (antes de la reforma sólo contemplaba la acumulación indebida del despido con otra acción, ahora se regula pero se
la diferencia con otras acciones sometidas a plazo de caducidad), aunque el actor no opte se seguirá la tramitación
del juicio por aquélla y el juez o tribunal tendrá por no formulada la otra acción acumulada, advirtiéndose al
demandante del derecho a ejercitarla por separado.
(13) Modificación sustancial de las condiciones de trabajo, despido, sanción, movilidad geográfica y vacaciones y procedimiento para el
ejercicio de los derechos de conciliación de la vida personal, familiar, y laboral reconocidos legal o convencionalmente.
IV.3 De la acumulación de procesos (14)
(14) En un mismo juzgado o tribunal se tramitarán varias demandas contra un mismo demandado; aunque los actores sean distintos y se
ejercitasen en ellas idénticas acciones, se acordará, de oficio o a instancia de parte, la acumulación de los autos.
a) Se modifica la rúbrica de la sección segunda del capítulo I, pasando a denominarse «acumulación de procesos»
en lugar de «acumulación de autos».
b) Según el artículo 29 de la LPL, el secretario judicial, en caso de acumulación de procesos, dará audiencia a
todos los que sean parte en el proceso de cuya acumulación se trate a fin de que formulen alegaciones.
c) Se adiciona un nuevo artículo, el 30 bis, donde se plantea que existirá la acumulación de procesos que pendan en
el mismo o distinto juzgado cuando, entre los objetos de los procesos cuya acumulación se pretende, exista tal conexión
que, de seguirse por separado, pudieran dictarse sentencias con pronunciamientos o fundamentos contradictorios,
incompatibles o excluyentes. Existe un plazo de tres días a fin de que todos los que sean parte formulen alegaciones,
resolviendo el juez la acumulación. Contra este auto no cabe recurso salvo el de reposición.
d) Se elimina la posibilidad de que las partes puedan solicitar la acumulación de recursos ante la Sala de los TTSJ
y del Tribunal Supremo, según el artículo 31 de la LPL.
e) El momento procesal para formular la acumulación de acciones y procesos debe ser antes de la conciliación y
juicio, salvo que se proponga por vía de reconvención, como se establece en el artículo 34.1 y 34.3 de la LPL.
f) Respecto a la acumulación de ejecuciones, el secretario judicial asume competencias salvo las reservadas a
jueces y tribunales, artículos 37, 38, 39 y 40 de la LPL.
IV.4 De los actos procesales
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El artículo 42 de la nueva LPL establece que las actuaciones procesales han de ser autorizadas por el secretario
judicial en la forma establecida en la Ley de Enjuiciamiento Civil y las especialidades previstas en la LPL. Se elimina
la referencia a que también podía ejercer esta función el oficial de justicia cuando estuviera habilitado para ello.
Son inhábiles los días del mes de agosto, salvo para las modalidades procesales de las acciones de despido,
las de extinción de contrato de los artículos 50 y 52 del ET, las de materia electoral, de movilidad geográfica, las
de modificación sustancial de condiciones de trabajo, las de derecho de conciliación de la vida personal, las de
impugnación de convenios colectivos, las de impugnación de los estatutos del sindicato y las de tutela de libertad
sindical y demás derechos fundamentales (artículo 43.4).
Es hábil el mes de agosto para el ejercicio de las acciones laborales derivadas de los derechos establecidos en la
Ley Orgánica 1/2004, de medidas de protección integral contra la violencia de género.
El artículo 45 de la LPL recoge la previsión de la Ley de Enjuiciamiento Civil del año 2000, en el sentido de
poder presentar un escrito sujeto a plazo hasta las quince horas del día hábil siguiente al del vencimiento del plazo en
el servicio común procesal creado a tal efecto.
Se regula expresamente la posibilidad de examen de los autos por las partes, y por quien acredite un interés
legítimo, a quienes deberá entregárseles testimonio, copia o certificaciones cuando lo soliciten (artículo 47.1 de la LPL).
IV.5 De las resoluciones procesales
En cuanto a la denominación de las resoluciones procesales, la nueva redacción del artículo 49 de la LPL dice lo
siguiente: los jueces y tribunales de lo social adoptarán sus decisiones por medio de: autos, providencias y sentencias en
los casos y con las formalidades legalmente previstas. Los secretarios judiciales resolverán por medio de: diligencias
de ordenación, decretos y diligencias de constancia, comunicación y ejecución, y con las formalidades legalmente
previstas (artículo 49.2).
Se plantea la posibilidad de resoluciones de forma oral por el juez, tribunal o secretario judicial durante la
celebración del juicio u otros actos que presidan, documentándose en el acta con expresión del fallo y motivación
sucinta de aquellas resoluciones.
Respecto a la sentencia in voce (15) se modifica el artículo 50 de la LPL, haciéndose de tal manera que se consigne
en el acta con los requisitos establecidos en el artículo 97.2 de la LPL, y también podrá limitarse a pronunciar el fallo,
que se documentará en el acta.
(15) Considero que su expresa admisión es congruente con los principios de inmediación, moralidad, concentración y celeridad del proceso
laboral, y limita dicha posibilidad a los procesos previstos en el artículo 50.2 de la LPL.
El contenido de las resoluciones procesales se regula en el artículo 51 de la LPL, incluyéndose en ellas el lugar
donde se adopta, nombre de quien la dicte, la expresión de si es firme o no y, en su caso, los recursos que procedan,
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el órgano ante el que deben interponerse, plazo, requisitos para ello, así como los depósitos y consignaciones que sean
necesarias y la forma de efectuarlas.
La notificación de las resoluciones, según el artículo 54 de la LPL, se realizará en el mismo día de su fecha, o de
la publicación en su caso, a todos los que sean parte en el juicio y no siendo posible en el día siguiente (16).
(16) Otra consecuencia del principio de celeridad que inspira el proceso laboral. El incumplimiento de este requisito sobre el tiempo
de la comunicación no vicia de nulidad el acto comunicado. Montoya Melgar, Alfredo, y otros: Comentarios a la ley de procedimiento laboral,
Thomson Aranzadi, 2.ª ed., Navarra, 2003.
El lugar de las citaciones, notificaciones, emplazamientos y requerimientos será el local de la oficina judicial, si
allí comparecieren los interesados, y, en otro caso, en el domicilio señalado a estos efectos (artículo 55 de la LPL); si
no pudieran realizarse de la forma indicada los actos de comunicación se ordena que se intenten mediante notificación
personal, entregando copia de la resolución o cédula (17) al destinatario, si no fuere hallado al pariente más cercano
o familiar o empleado, mayores de catorce años (18) que se hallaren en el domicilio o, en su defecto, al portero o
conserje de la finca.
(17) La cédula es la entrega personal a cargo de un empleado del juzgado de un documento firmado por el secretario judicial en el que se
informa al destinatario identificado en él de haber recaído la resolución de cuya comunicación se trata. Montoya Melgar: ob. cit., p. 191.
(18) La reforma de la LPL reduce la edad; hasta la Ley 13/2009 se habla de mayores de dieciséis años.
La cédula (artículo 58 de la LPL) contendrá los siguientes requisitos que se refieren a las circunstancias de
la resolución objeto de la comunicación: juez, tribunal o secretario judicial que la adopta, asunto o proceso,
objeto de la citación o emplazamiento, lugar, día y hora a la que debe comparecer y entrega de la copia de la
resolución o cédula.
Intentado el acto de comunicación y si, habiendo utilizado los medios oportunos para la investigación del domicilio
(19), no consta el domicilio del interesado o se ignora su paradero, se consignará por diligencia, como establece el
artículo 59.1 de la LPL; en tal caso el secretario judicial la realizará por medio de edictos (20), insertando un extracto
de la resolución o cédula en el Boletín Oficial, advirtiéndose que las siguientes comunicaciones se harán fijando copia
de la resolución en el tablón de anuncios de la oficina judicial, salvo en el supuesto de las resoluciones que deban
revestir la forma de auto, sentencia o emplazamiento.
(19) Se faculta al secretario judicial para que pueda averiguar el domicilio a través de los registros, organismos, colegios profesionales,
entidades y empresas.
(20)
IV.6 De la evitación del proceso: de la conciliación previa y la reclamación administrativa previa
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El artículo 64 de la LPL regula los procesos que se exceptúan de la conciliación previa (21), incluyendo la reforma
de la UPL en este apartado el nuevo proceso de los derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral al
que se refiere el artículo 138 bis de la LPL y las acciones laborales derivadas de los derechos establecidos en la Ley
1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de protección integral contra la violencia de género.
(21) Los procesos que exijan reclamación previa en vía administrativa son los que versen sobre seguridad social, vacaciones, materia
electoral, movilidad geográfica, modificación sustancial de condiciones de trabajo, impugnación de convenios colectivos, impugnación de estatutos
de sindicatos o modificación y tutela de derechos fundamentales.
Como excepción a la regla general de que todas las demandas que se dirijan contra las Administraciones públicas
tienen que ir precedidas de reclamación previa, el artículo 70.1 de la LPL excluye el proceso previsto en el artículo 138
bis de la LPL y las acciones laborales derivadas de los derechos establecidos en la Ley 1/2004, de 28 de diciembre, de
medidas de protección integral contra la violencia de género.
IV.7 De los actos preparatorios, de la anticipación de la prueba y del embargo preventivo
Siguiendo al profesor Montoya Melgar (22), podemos afirmar que, el proceso laboral ordinario se desenvuelve
mediante una sucesión de actos procesales típicos relativos a su iniciación, instrucción y decisión. En definitiva, la fase
de interposición de la demanda, conciliación procesal, comienzo del juicio con ratificación de la demanda y contestación
a ésta, práctica de prueba y conclusiones de las partes.
(22) Ob. cit., p. 273.
La reforma de la LPL modifica la rúbrica de la sección II del capítulo primero del título primero del libro segundo
de la LPL, denominándose esta sección II «de la anticipación y aseguramiento de la prueba» y la sección III «el embargo
preventivo».
En cuanto a los defectos formales de la demanda, se reforma el artículo 81 de la LPL, en la medida en que el
secretario judicial asume competencias en materia de admisión de la demanda, comprobando los requisitos formales
(23) y examinando la jurisdicción y competencia, requiriéndose a las partes que subsanen los defectos en el plazo de
cuatro días. Si no se acompaña del acta de conciliación, el secretario judicial advierte a la parte actora de la obligación
de acreditar el acto en el plazo de quince días, contados a partir del día siguiente a la recepción de la notificación. Según
el artículo 81.2, aportada el acta se admitirá la demanda por el secretario judicial.
(23) Artículo 80 de la LPL.
Admitida la demanda, el secretario judicial señalará, dentro de los diez días siguientes al de su presentación, el
día y hora de los actos de conciliación y juicio, debiendo mediar un mínimo de quince días (24) entre la citación y la
celebración de dichos actos, como establece el artículo 82.1.
(24) Cuatro días entre la citación y la celebración de juicio, señalaba el artículo 82 de la LPL anterior a la reforma.
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La celebración de los actos de conciliación y juicio, el primero ante el secretario judicial y el segundo ante el juez
o magistrado, tendrá lugar en única pero sucesiva convocatoria, debiendo hacerse a este efecto la citación en forma,
con entrega a los demandados, a los interesados y al Ministerio Fiscal, en su caso, de la copia de la demanda y demás
documentos (artículo 82.2).
Los actos de conciliación y juicio podrán ser suspendidos por el secretario judicial por una sola vez y por motivos
justificados, señalándose dentro de los diez días siguientes a la fecha de la suspensión (artículo 83.1). De forma
excepcional, podrá ser suspendida por segunda vez por circunstancias graves adecuadamente probadas.
La no comparecencia del actor citado en forma, y si no alegare justa causa que motivare la suspensión al acto
de juicio, tiene como consecuencia que el secretario judicial, en el primer caso, y el juez o tribunal, en el segundo, le
tengan por desistido en la demanda (artículo 83.2).
El secretario judicial intentará la conciliación judicial; si no hubiere avenencia en conciliación se pasará a juicio
(artículo 85.5 de la LPL), si a continuación el demandante ratifica o amplía su demanda sin hacer en ella variación
sustancial.
El artículo 89 de la LPL se modifica en el sentido de que las actas de juicio y el desarrollo de las sesiones se
registrarán en soporte apto para la reproducción del sonido e imagen. Este documento o soporte digital lo custodia
el secretario judicial, y siempre que se cuente con los medios tecnológicos necesarios, el secretario garantiza la
autenticidad e integridad de lo grabado o reproducido mediante la firma electrónica reconocida u otro sistema de
seguridad que, conforme a la ley, ofrezca tales garantías; en este supuesto la celebración del acto no requerirá la
presencia en la sala del secretario judicial. En el supuesto de que no existan medios para la elaboración del acta digital
se realizará de la forma tradicional (artículo 89.3).
En cuanto a las pruebas, se modifica el plazo (diez días) (25) para solicitar aquellas pruebas que, habiendo de
practicarse en el acto de juicio, requieran diligencias de citación o requerimiento (artículo 90.2).
(25) El artículo 90.2 anterior a la reforma establece un plazo de tres días.
Las preguntas para la prueba de interrogatorio de parte se propondrán verbalmente. Si el llamado a interrogatorio
no comparece sin justa causa a la primera citación, rehusare declarar o persistiese en no responder afirmativa o
negativamente a pesar del apercibimiento que se le haya hecho, podrán ser considerados reconocidos como ciertos
en la sentencia los hechos a que se refieran las preguntas, siempre que el interrogado hubiese intervenido en ellos
personalmente y su fijación como ciertos le resultare perjudicial en todo o en parte, según el artículo 91.2.
La prueba pericial se llevará a cabo en el acto de juicio, presentando los peritos su informe y ratificándolo (artículo
93.1).
Cuando en el proceso se haya suscitado una cuestión de discriminación por razón de sexo, origen racial, étnico,
religión o de convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual, el juez o tribunal podrá recabar el dictamen de
los organismos públicos competentes (26).
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(26) El artículo 90.2 anterior a la reforma se limitaba la cuestión de la discriminación por razón de sexo.
V. CONCLUSIONES
Primera. La reforma que realiza la Ley 13/2009 en el procedimiento laboral puede calificarse de estructural, en
la medida en que afecta ampliamente a todo el articulado de la LPL.
Se delimitan claramente las competencias entre magistrados y jueces con los secretarios judiciales, limitando la
función jurisdiccional, básicamente, a cumplir el mandato constitucional previsto en el artículo 117.3 de la Constitución:
juzgar y ejecutar lo juzgado.
Segunda. Es importante la reforma que se intenta realizar en cuanto al fomento de las buenas prácticas procesales.
Me refiero, en concreto, a la acumulación de acciones, procesos y recursos prevista en los artículos 27 de la LPL y
siguientes (27), sin embargo, hasta la fecha, la práctica en la jurisdicción social es la siguiente: el demandante, por cada
pretensión que ejercita, formula una demanda. Las consecuencias de ello son verdaderamente desafortunadas (28).
(27) Artículo 27.2 de LPL. El actor podrá acumular en su demanda cuantas acciones le competan contra el demandado, aunque procedan
de diferentes títulos, siempre que todas ellas puedan tramitarse ante el mismo juzgado o tribunal.
(28) Aramendi Sánchez, P.: ob. cit., p. 87. Las consecuencias son que se incrementa el número de litigios, los juzgados se sobrecargan
y aumenta la asistencia a los juzgados de los justiciables. Se generan situaciones disfuncionales y de inseguridad jurídica, ya que pueden existir
sentencias contradictorias.
Por ello, considero importante facilitar la acumulación de acciones, procesos, recursos o ejecuciones con el fin
de evitar la sobrecarga de trabajo en la jurisdicción social; con ello pudieran paliarse, en la medida de lo posible, las
dilaciones en los procesos.
Tercera. En cuanto a la evitación del proceso (artículos 64 de la LPL y siguientes), considero que se pierde una
oportunidad para reformar los servicios de conciliación y mediación y, en consecuencia, el acto de conciliación. En
la actualidad, los servicios de mediación (SMAC) son organismos que se limitan a dar formato de título al acuerdo
conciliatorio de las partes cuando éstas por sí mismas lo han alcanzado. A esto se le une el hecho de que hay actos de
conciliación que no se llevan a efecto por la incomparecencia de la parte demandada, que lo considera una «pérdida
gratuita de tiempo» (29).
(29) Aramendi Sánchez, P.: ob. cit., p. 75.
Por ello, siguiendo a un sector de la doctrina, hemos de considerar que la Directiva del Parlamento y Consejo
Europeo COD 2004/0251, sobre ciertos aspectos de la mediación en asuntos civiles (laborales) y mercantiles, apuesta
por un modelo de mediación profesionalizada realizada por personas e instituciones sometidas a controles de calidad
y adecuadamente formadas.
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Cuarta. La reforma y modernización tecnológica de la Administración de Justicia es un objetivo loable pero
que debe ser puesto en duda, en mi opinión. Una razón para fundamentar la duda en el logro de los objetivos de
modernización tecnológica es el coste económico de tal medida. Una reforma y modernización tecnológica de la
Administración de Justicia no sólo pasa por la elaboración del expediente o acta electrónica judicial, sino también por
que el propio ciudadano tenga acceso a través de medios electrónicos, desde cualquier lugar, a su expediente y estado
de tramitación. Por ello, planteo mis dudas sobre este objetivo de la reforma de la LPL.
Quinta. Por último, se constata en la reforma de la LPL la ausencia de la introducción en el orden jurisdiccional
social del denominado por la doctrina (30)«proceso monitorio en el orden social» (31), y las razones que lo justifican
son las siguientes (32): la primera es práctica, ya que en los juzgados de lo social una gran parte de los litigios son
en materia de «cantidad»; no esconden una controversia jurídica real, sino el mero incumplimiento del deudor de sus
obligaciones contractuales, y la segunda razón es la entrada en vigor del Reglamento 1896/2006, del Parlamento y
Consejo Europeo, por el que se establece un proceso monitorio europeo. La Ley 13/2009 desaprovecha una oportunidad
para su aplicación en el ámbito de la jurisdicción social.
(30) Aramendi Sánchez, P.: Justicia Laboral, núm. 38, p. 83, Lex Nova, mayo de 2009, Valladolid.
(31) Las características de este proceso monitorio serían las siguientes: El juez quedaría limitado a verificar la documental aportada
por el demandante que acreditase de forma solvente la existencia de relación jurídica durante el período al que se contrae su pretensión. Artículo
818 de la LEC.
(32) Aramendi Sánchez, P.: ob. cit., p. 83.
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