Los Zapatos de Montaña Hace 65 años, la incorporación de materiales de caucho en las suelas supuso un gran salto en la evolución del material de montaña, ya que por su relación calidad / dureza / adherencia, superó con creces a los materiales existentes. Su aplicación a los calzados de la época permitió afrontar con mayores garantías las ascensiones. Desde entonces hasta el inicio de los 80, las botas de piel fueron las más codiciadas por ser éstas las únicas con las que poder realizar ambiciosas ascensiones. Fue ya en la década de los 80 cuando aparecieron las primeras botas con carcasa de plástico que, en condiciones de frío extremo, superaban en propiedades térmicas a las de piel. La aparición de las botas "plásticas" no implicó la desaparición de las clásicas botas de piel "duras", que es como se las denominaba, ya que con la piel se obtiene mayor flexibilidad y sensibilidad. Las botas de piel transmiten mejor las sensaciones de agarre y tracción, se obtiene un mayor control de la pisada y permiten una transpiración que nos evitará problemas en la piel. Así pues, teniendo en cuenta que no todas las botas son indicadas para todas las condiciones y, la mejor elección es aquella que se adapte a nuestras necesidades y anatomía. La bota es una de las partes más importantes de nuestro equipo. De ella depende el goce y disfrute de una suave caminata o una dura marcha en alta montaña. Ésta debe proporcionar una comodidad, seguridad y resistencia óptima que nos garantice completar el itinerario sin problemas. Entre las partes de una bota técnica de montaña podemos destacar: 1.SUELAS El caucho es el elemento más utilizado. Según el material y el diseño del grabado, tendremos mayor o menor adherencia en terrenos mojados o helados. Los grabados de estas suelas están diseñados para expulsar el barro y elementos que pudieran adherirse (fig.3). El reparto de las distintas densidades de la suela, principalmente del talón, nos ayudará a amortiguar los impactos de choque de nuestro pie contra el terreno (fig.1 y 2). Este efecto también se consigue en algunos modelos a través de cámaras de aire situadas igualmente bajo el talón. Las suelas de escasa absorción de impactos transmiten las ondas perceptibles de la planta del pie hasta la base del cuadríceps (muslo), mientras que en todas las suelas técnicas apenas alcanza la rodilla. El grabado de estas suelas está concebido para que en bajadas el talón retenga la bota y no patine (fig.4), mientras que en ascensiones consigue mejor adherencia gracias a la puntera (fig.5) y la forma y resistencia de los laterales (fig.6) proporciona un mejor agarre del pie en los canteos evitando torceduras y lesiones debidas a las irregularidades del terreno. Algunas suelas disponen de un reborde en punta y talón adecuado para poder acoplar crampones con fijación automática (fig.1). PARTES DE UNA BOTA TÉCNICA DE MONTAÑA 1. Casco rígido para la protección de los dedos. 2. Plantilla extraíble, absorvente y transpirable. 3. Entresuela flexible anatómica con torsión longitudinal para mayor control. 4. Doble y triple cosido. 5. Gancho con sistema autobloqueante. 6. Cordón de alta resistencia. 7. Anillas de lazado rápido, inoxidables. 8. Cuello de caña acolchado. 9. Tirador para calzarse. 10. Membrana impermeable/transpirable. 11. Zona acolchada para incrementar el confort. 12. Soporte rígido para envolver y proteger el talón. 13. Amortiguación. 14. Densidad media para amortiguación. 15. Suelas con grabado antideslizante. 16. Pared lateral. Soporta el pie en el canteo. 17. Exterior en piel hidrofugada. 18. Protección añadida para las costuras de la entresuela. 2.PLANTILLAS. Fabricadas en distintos materiales y densidades, aportan gran comodidad a nuestro arco plantar. Las formas anatómicas permiten un apoyo perfecto del talón al encajarlo en la base de la bota (fig.7), configurando así un sistema anti-torsión y de control de supinación-pronación (caída interior o exterior del talón (fig.8)). Algunas están preparadas con orificios de aireación y canales de evacuación para la circulación del aire. Todo ello ayuda a combatir las fatigas musculares. 3. INTERIORES. Existen botas que disponen de un calcetín de membrana situado entre el forro interno y la carcasa externa, que combinado con el termosellado de las costuras y la protección de la zona de los ganchos metálicos, impermeabilizan totalmente la bota permitiendo a la vez la necesaria transpiración del pie. Conviene aclarar que este tipo de membranas, al ser combinadas con los distintos materiales de la bota y el ácido del sudor del pie, irán perdiendo efectividad. El mismo efecto produce la flexión repetida que se produce al caminar, el elevado peso corporal y el deslizamiento del pie, que causarán micro-desgarros interiores del material, razones por las que a los 3 o 4 años y según el trato que se le de, la membrana habrá perdido su total fiabilidad. Son materiales que cumplen exigentes normativas internacionales de calidad, pero a los que no podemos exigir imposibles. Materiales térmicos de mínimos espesores, común en las botas de alta montaña, aislan los pies del frío exterior sin dar volumen ni peso adicional y permitiendo mejor tacto sobre el terreno. En el caso de las botas de plástico, los botines internos son independientes de las carcasas exteriores y extraíbles. Además, las botas plásticas, son usadas exclusivamente para alta montaña y condiciones extremas debido al poder de retención térmico que poseen. 4. EXTERIORES Y CARCASAS. Para la confección de los diferentes tipos de botas se utilizan, desde las carcasas independientes de plástico en las botas de alta montaña y expedición, al nylon cordura, serrajes o pieles para el exterior, con lo que se consigue comodidad, adaptabilidad y resistencia a la abrasión. El hidrofugado de las pieles y el impermeabilizado de los nylons y serrajes consiguen repeler el agua protegiendo, a su vez, los materiales contra la humedad exterior. Las costuras son aseguradas con doble y hasta triple cosido para conseguir una extraordinaria solidez y durabilidad del calzado. Las punteras están reforzadas interiormente con una pieza rígida para proteger los dedos de los golpes, así como el refuerzo que envuelve el tobillo y lo mantiene firme. Los cordones super resistentes permiten un fiable lazado y un uso prolongado. Algunos modelos disponen, en uno de los corchetes o ganchos, de sistema autobloqueante que permite variar la tensión del cordón para así poder lazar independientemente la presión en puntera de la presión de la caña de la bota. El refuerzo acolchado adicional en el cuello de la caña, nos dará mayor comodidad sobre todo en las bajadas. Los modelos exclusivos femeninos e infantiles están diseñados de manera que el ancho y el empeine sean un poco más reducidos y la zona del tendón de aquiles ajustado a su morfología para conseguir una mayor adaptación. TIPOS DE PIELES Existen varios tipos de pieles con los que puede confeccionarse una bota de montaña. Para la confección de una bota de montaña de piel deben utilizarse pieles de animales sanos y seleccionarse tan solo de las mejores zonas, como puede ser la espalda, para conseguir cubrir las altas exigencias necesarias para unas prestaciones y duración óptimas de nuestro material. Una vez curtida la piel del animal ésta es cortada y dividida en tres capas (dibujo A): (B) Flor: Es la parte más exterior de la piel y por tanto la de mayor calidad. La piel Flor a su vez está dividida en dos tipos, según en tratamiento aplicado. - Brillo: Es la piel Flor sin ningún tipo de tratamiento. Su aspecto es brillante y suele ser más barata que la Flor Nobuk. - Nobuk: Se trata de la piel Flor a la que se ha aplicado un proceso de raspado para conseguir un mayor índice de transpirabilidad y un aspecto y tacto más suave y agradable. Es el tipo más caro y de mayor calidad. (C) Serraje: Se trata de la segunda capa que aparece en el corte de la piel del animal. Es una pieza de menor calidad que el Flor, pero a la vez mucho más económica. Para calzado de media montaña o trekking ligero y hiking puede ser una buena opción. (D) Crupón: Es la última capa que puede conseguirse. Al igual que las panzas y patas del animal, son las pieles más baratas y de peor calidad. No pueden utilizarse para la confección de material tan exigente como pueden ser las botas de montaña. Esta piel suele ser utilizado para la confección de calzado barato e incluso algunos fabricantes han llegado a a utilizarla en imitaciones de botas de montaña que ya a simple vista aportan una muy dudosa calidad. CÓMO ELEGIR LA MEJOR BOTA SEGÚN LA UTILIZACIÓN Si realizas pequeñas incursiones en la montaña y sólo deseas aproximarte a la naturaleza, andar por tronchas, veredas y caminos, deberás elegir una bota de senderismo o hiking. Si deseas un calzado para utilizarlo en una suave caminata de fin de semana y a la vez poder llegar a cualquier lugar cómodo y seguro, tus botas serán las de trekking. Si lo que buscas es un calzado para llegar aún más alto, con el que puedas pisar sin problemas nieve o hielo y puedas colocarle unos crampones, obteniendo a la vez una mayor protección contra el frío, tus botas en este caso serán unas de alta montaña. OTRAS CARACTERÍSTICAS A TENER EN CUENTA Para salir de los caminos, la bota deberá protegerte los tobillos (botas de caña alta). Si vas a andar por terrenos húmedos y lluviosos, presta especial atención a la impermeabilidad de tu bota. Para bajas temperaturas con nieve, las botas deben ir preparadas con aislantes térmicos para soportar mejor las temperaturas extremas. En caso de que necesitemos usar crampones, elegiremos una bota con suela rígida. Si nuestros crampones son automáticos, la suela requerirá una forma apropiada en punta y talón (las de trekking preparadas para los crampones automáticos no son adecuadas para travesías invernales ya que pueden causar problemas de congelación). El talón del pie se ajustará a la base del calzado, ofreciendo una fijación total contra el canteo del tobillo. La punta debe permitir que el movimiento producido al andar no dificulte el riego sanguíneo y confort de los dedos. Es recomendable probar la bota subiendo y bajando por una rampa, ya que el comportamiento del calzado en terreno llano es muy distinto del que vamos a encontrar en nuestras salidas, donde los desniveles serán habituales. De esta forma, el pie se desplazará de forma natural y podremos detectar la holgura y las posibles futuras molestias. Es necesario probarse las dos botas, ya que es habitual que se tenga un pie más largo que el otro y aunque la diferencia suele ser poca (medio número, en talla inglesa, supone una diferencia de 4 mm. de longitud), a veces de ello depende la elección de la talla. Elegir la talla que se necesite y no una talla superior como se hacía antíguamente. Utilizar, al probar las botas, el mismo calcetín que usaremos en nuestras salidas, teniendo en cuenta que un buen calcetín es primordial para conseguir el máximo rendimiento del calzado. CONSEJOS PRÁCTICOS Las botas confeccionadas con tejidos y pieles finas (trekking y hiking), pueden tratarse con productos que impermeabilizan la parte externa. Esto es importante, ya que, aunque algunas tengan membranas interiores impermeables y transpirables, si el exterior se moja perderemos calor en el pie. En caso de frío intenso o calambres, pueden usarse cremas y lociones especiales que después de su aplicación activan la circulación de la sangre, proporcionando calor en la zona aplicada y una sensación de descanso. En caso de emergencia también pueden usarse unas bolsitas que al ser desprecintadas producen una reacción química, desprendiendo un intenso calor. Una bota de una talla inadecuada puede llegar a producir ampollas, el mayor enemigo del montañero. En caso de sufrir problemas de ampollas por rozamiento podemos usar unos adhesivos muy delgados, que emulando una segunda piel evitan y previenen su aparición. Unos buenos calcetines son primordiales para un resultado óptimo de las botas. Los cambios bruscos de temperatura pueden deteriorar y envejecer prematuramente las botas. Así pues, evitar acercar y/o secar cerca del fuego, radiadores, junto a ventanillas de vehículos cerrados expuestos al sol o en exteriores. Si las botas se mojan debemos dejarlas secar a temperatura ambiente. Extraeremos las plantillas y podremos ayudarnos con papeles de periódico que introduciremos en su interior para que absorban la humedad. Si las botas estuvieran sucias, éstas deberán limpiarse con un trapo humedecido con agua clara (si hay barro, ayudarse con un cepillo semiduro). La plantilla se extraerá y se limpiará con agua y jabón, dejando secar bota y plantilla lentamente en lugar abierto y aireado, rellenando con papel de periódico el interior de la bota para prevenir deformaciones. Si guardamos las botas de piel durante largos periodos o se aprecian signos de resecamiento (grietas), aplicar un tratamiento hidrofugante. Sólo podremos aplicar grasas sintéticas, ya que la clásica grasa animal puede llegar a pudrir la piel o a reblandecerla demasiado. Una grasa inadecuada podria destruir la hidrofugación original de la piel. Evitar que en las botas se introduzcan elementos, especialmente punzantes, que puedan deteriorar el interior, sobretodo en las botas que dispongan de membrana impermeable transpirable, la cual puede rasgarse y perder toda su efectividad. Si no dispones de un buen calzado, no te detengas en la nieve; hazlo sobre una piedra o matojo para evitar la pérdida de calor por el contacto. Los Calcetines Cuando somos niños poseemos unas protuberantes almohadillas en la base del pie, que amortiguan y mitigan las cargas que se acumulan sobre el pie al caminar. Con el paso de los años y debido al apoyo de nuestro peso de manera incisiva en varios puntos de nuestra planta del pie, vamos perdiendo esta protección natural. Esto produce molestias y dolor de pies. Estas molestias, además, pueden verse incrementadas si nuestros pies son excesivamente planos o cavos, ya que, el arco plantar, que actúa como amortiguador, pierde toda su función. ALMOHADILLADOS Y COMBINACIÓN DE MATERIALES Pocas son las marcas que utilizan en un solo calcetín ambas propiedades, así que vale la pena comprobar que no nos den gato por liebre detrás de bonitos blisters publicitarios. Los calcetines confeccionados con rellenos de distintos espesores son más voluminosos en zonas donde el pie necesita una almohadilla extra y tienen menores dimensiones donde, por su anatomía, se requiere un mínimo tacto para poder reflejar la información que nos transmitirá el calzado. Los calcetines que combinan distintos materiales nos darán las mejores prestaciones para poder realizar con la mayor fiabilidad el deporte que practiquemos. Este tipo de calcetines, gracias a la composición de sus fibras, suelen tener una gran resistencia, aportando una larga duración. ¿CÓMO SE FORMAN LAS AMPOLLAS? Un calzado poco adecuado ejerce presiones y produce rozaduras o el deslizamiento del pie, causando rozaduras y ardor en la piel. El movimiento natural al andar también produce un sobredimensionamiento del pie en cada apoyo. La excesiva presión causa una ruptura de las capas internas de la piel, apareciendo la ampolla. En unos buenos calcetines técnicos la fricción del movimiento que causa las ampollas ocurre dentro de las fibras del calcetín y no en las capas internas de la piel. UNO O DOS CALCETINES Como ocurre con la piel, los calcetines técnicos preparados para ello son recomendables de utilizar en 2 capas (2 calcetines). Para ello deben estar compuestos de diversos materiales y volúmenes para no inmobilizar completamente el pie. Recordemos que si los dedos entran en contacto continuo con el material de la bota, el frío traspasará por contacto directamente del material de la bota al dedo. Así pués debe cuidarse de conservar una pequeña cámara de aire entre dedos y punta de bota. 1ª capa. En verano se utilizará un calcetín que absorba el sudor y mantega la piel seca; en invierno el calcetín deberá conservar la temperatura del pie a la vez que evacúa la transpiración. Un calcetín de lana 100% será demasiado voluminoso. 2ª capa. Será de un calcetín exterior que ofrece mayor confort, amortiguación y nos protege de las fricciones. TRANSPIRACIÓN DEL PIE Es importante resaltar que el pie en actividad y en el interior de una bota de trekking transpira con una intensidad de 200 ml por cada 8 h (un vaso de agua). La Mochila Durante la marcha se exige al cuerpo la ejecución simultánea de varias funciones, como son el movimiento de brazos y piernas, balanceo de los hombros y del tronco, rotación de las caderas, etc. Por este motivo, para un óptimo transporte, la mochila debe adaptarse a nuestra morfología y a la utilización que vayamos a darle. El desarrollo de una mochila eficaz, exige profundos conocimientos de los principios de biomecánica y ergonomía, así como intensas pruebas sobre el terreno para comprobar el resultado. El sistema de porteo ideal requiere repartir bien la carga y evitar la presión de ésta sobre nervios, vasos sanguíneos, músculos y huesos. De este modo obtenemos comodidad y al limitar el movimiento de la carga, mejoramos nuestra estabilidad y aprovechamiento de la energía. Existen diversos materiales que se utilizan para la confección de una mochila, aunque el más utilizado, devido a su ligereza y resistencia a la abrasión, es la Cordura®. El Kevlar es mucho más resistente, pero al ser mucho más caro se utiliza en muy poca proporción. Los bolsillos laterales aumentan la capacidad de carga, aunque, por contra, desestabilizan la marcha y dificultan el paso por lugares estrechos. Algunos modelos disponen de bolsillos accesorios que pueden adaptarse a las cintas portaesquís. CLASIFICACIÓN Dependiendo del uso que le demos a la mochila, podremos clasificarlas en distintos grupos: Mochilas de gran carga. Capacidad de 70 a 110 L Mochilas de excursión o fin de semana. Capacidad de 45 a 70 L. Mochilas de ataque una jornada. Capacidad de 30 a 45 L Mochilas de escalada. Pequeñas y muy técnicas. Mochilas Lady. Aunque cualquier mochila puede resultar satisfactoria para una mujer, las de este grupo están adaptadas explicitamente a las morfologías femeninas. Espaldas más cortas, caderas más anchas y pecho más expuestos son las principales diferencias en relación a anatomías masculinas. Mochilas estancas. Un grupo de mochilas de reciente aparición. Son totalmente estancas al agua y sumergibles, disponiendo a la vez de las mejores regulaciones. Ideadas para descenso de barrancos, rafting, travesías en nieve o con mucha lluvia, etc. DENIER Es la unidad utilizada para indicar la finura de los hilos de un tejido. Expresa el peso en gramos de 9000 m de hilo o fibra. A modo de ejemplo, 500D significaría 500 Deniers. Como norma general, un denier pequeño será agradable al tacto y poco resistente (la seda tiene 2 deniers), lo contrario de un denier grande, que será más resistente y más rugoso al tacto. La resistencia también se incrementa al disminuir la distancia entre hilos en el tejido. Por eso, un saco de patatas tiene un Denier muy alto, siendo poco resistente a consecuencia de la gran distancia entre hilos. En cambio, determinados tejidos confeccionados con seda pueden llegar a ser muy resistentes gracias al tramado compresivo entre hilos. Por tanto, un buen tejido con alto denier y una distancia entre hilos muy pequeña será muy resistente y a la vez abrá disminuido la rugurosidad al tacto. VOLUMEN La capacidad de carga de una mochila (volumen) se calcula en Litros. También hay que tener en cuenta que los bolsillos añaden volumen a la mochila. PARTES DE UNA MOCHILA 1. Ajuste de la altura de la tapa. Incorporado en algunos modelos, es otra forma de adaptar las distintas solicitudes de carga a la que sometamos la mochila. 2. Asa de izado. Con ella manejaremos más facilmente la mochila cuando no la tengamos cargada sobre nuestras espaldas. 3. Tirantes superiores de los hombros o estabilizadores. Permiten adaptar la forma de la mochila a la espada del usuario en función del peso de la carga. 4. Hombreras anatómicas. Se adaptarán a la forma espaldahombro-tórax, reduciendo el apoyo indirecto de las hombreras sobre el cuello. Los modelos diseñados para mujeres están pensados para liberar la carga de encima de los pechos. Mejoran cuando son anchas y acolchadas. 5. Espalda acolchada. Primordial cuando se transporta mucho peso o cargas con aristas que puedan clavarse en la espalda. 6. Ajuste pectoral. Mantiene las hombreras en su lugar correspondiente, mejorando la estabilidad general. 7. Tensores de hombreras. Ajustan las hombreras desde su base a distintas capacidades torácicas. 8. Cinturón acolchado y anatómico. Reduce la presión ejercida sobre las caderas por el peso de la mochila a través del cinturón. 9. Ajuste de cintura. Este cinturón evitará que la mochila salte al andar. 10. Ceñidores de balanceo del cinturón. Reducen el balanceo lateral, sobretodo cuando la mochila es alta. 11. Acolchado lumbar. Mejora la comodidad del lugar donde va a recaer el mayor peso del conjunto. 12. Cuelgadedos. Al colgar el dedo pulgar de ellos mantendremos las manos a la altura del corazón y evitaremos que se hinchen con motivo de llevarlas bajas. 13. Ajuste de altura. Adapta la mochila a las distintas alturas de las espaldas de los usuarios. 14. Cintas de compresión y porta-esquís. Las mismas cintas realizan ambas funciones. Si la mochila viaja medio vacía pueden tensarse y evitar así movimiento de la carga y el consiguiente balanceo. 15. Cruceta anatómica. El inicio de las hombreras está diseñado para repartir la carga directamente al centro de las clavículas, liberando el cuello y apoyando entre los homoplatos. 16. Bolsillo en la tapa. Para tener a mano los pequeños accesorios que utilizaremos continuamente. 17. Portamaterial. Permitirán cargar material en el exterior de la mochila de una forma segura (aislante, crampontes, etc.). CÓMO AJUSTAR LA MOCHILA AL CUERPO 1. Una vez cargada a la espalda, la cruz formada por el inicio de las hombreras 2. 3. 4. 5. debe coincidir entre los homoplatos de la espalda (fig.1). En los modelos que no dispongan de estabilizadores, esta zona podrá quedar un poco más elevada, dependiendo de la morfología de cada usuario. Cerraremos el cinturón (fig.2). Su posición corresponderá con la parte superior de la pelvis. Tensaremos de forma que exista contacto por todo el contorno de la cintura. Tensaremos los ajustes laterales del cinturón (fig.3), hasta que no exista balanceo de los bajos de la mochila. Tensaremos las hombreras (fig.4) hasta notar que existe contacto en toda la zona del pecho, hombros y preferiblemente también el inicio de la espalda. Tensaremos los tirantes superiores de las hombreras (estabilizadores), de manera que se anule el balanceo de la parte alta de la mochila y teniendo la precaución de que no moleste al giro de la cabeza (fig.5). Para mejorar la inmovilización de la carga resulta muy útil la cinta de pecho. CONSEJOS A causa de las costuras, es imposible que una mochila tradicional sea completamente estanca. La utilización de bolsas interiores estancas o el empleo de una funda exterior impermeable (cubre-mochilas), garantizará mantener su contenido seco. Distribuir el material en bolsas de plástico de distintos colores, mejora la disposición en el interior de la mochila y facilita una rápida localización. Impermeabilizar la mochila periódicamente ayudará a su conservación, evitando la penetración de la humedad. En determinadas ocasiones (en caso de alud o caída al agua), sistemas que te permitan desembarazarte rápidamente de la mochila, pueden ser de gran utilidad. Las varillas metálicas extraíbles que tienen en sus espaldas algunos modelos de mochilas pueden ser utilizadas para una emergencia para improvisar una tablilla inmovilizadora en caso de romperse el hueso de una extremidad Los Bastones Telescopicos Las primeras expediciones fueron las que empezaron a utilizar este tipo de bastones en sus caminatas. Su uso, cada vez más extendido en todos los niveles, los convierten en una herramienta muy útil. Está demostrado que evitan lesiones musculares de los miembros inferiores, columna, articulaciones, ayudan al descanso de la musculatura respiratoria y producen un efecto de calentamiento en los músculos de los brazos. ¿UNO O DOS BASTONES? Al caminar, el ser humano soporta el peso de todo su cuerpo más la carga en una sola pierna. En ella mantiene el equilibrio hasta el próximo paso, donde traspasa el peso al otro pie. El bastón nos proporcionará un mínimo de 2 puntos de apoyo en todo momento. Tal vez esto no nos resultará lo suficientemente atractivo hasta el momento en que debamos vadear un río o realizar una larga caminata a media ladera. Los bastones ayudarán a ascender cuestas de hasta 40º de frente, siempre y cuando no encontremos hielo. También permitirán realizar los descensos con más rapidez y seguridad, reduciendo el riesgo de caídas, sobretodo con mucha carga y nos ayudarán en la superación de obstáculos. Utilizar un par de bastones es como andar con cuatro piernas, ya que reparten los esfuerzos a todas las extremidades y por tanto ofrecen mayor seguridad que uno solo. TRAMOS Los de 3 y 4 tramos se reducen a un mínimo tamaño. Los de 2 tramos son más ligeros y más robustos e ideales para el esquí de travesía ARANDELAS Las arandelas grandes, ideales para travesía invernal, evitan que el bastón se hunda en nieves blandas y profundas. Las arandelas pequeñas, específicas para trekking, walking y skating, son más manejables e ideales para nieve dura, hielo y zonas sin nieve o con poca. UTILIZACIÓN Al clavar los bastones en el terreno, los brazos deberán conservar una posición de ángulo recto de 90º. En descensos, los alargaremos adecuadamente para que el cuerpo conserve la postura más recta posible. En subida deberemos reducir el tamaño para poder incorporar el cuerpo hacia adelante. En flanqueo a media ladera ajustaremos uno más corto que el otro para que las manos queden a la misma altura. No utilizar nunca el bastón sin arandela cuando nos desplacemos por la nieve, ya que se hundiría en cada clavada. PROTECCIÓN CUTANEA Los rayos ultravioletas o UV favorecen la formación de melanina y facilitan la síntesis de la vitamina B, pero sus efectos nocivos (deshidratación, quemaduras, disminución de las defensas cutáneas, cancer de piel, alergias y envejecimiento prematuro de la piel) nos advierten de sus peligros si no se tienen las debidas precauciones. TIPOS DE UV Estos rayos se componen de UV-A, UV-B y UV-C, de los cuales un 98% es UV-A. Los UV-C (200-290 nm) son absorvidos por la estratosfera gracias a la capa de ozono situada a unos 60 Km sobre la superficie terrestre. Sin embargo, existen lugares del planeta, donde a consecuencia de la contaminación, esta protección natural ya no ofrece garantías. Los UV-B (290-320 nm) atraviesan la piel en su capa externa o capa córnea, compuesta de celulas muertas, llegando hasta la epidermis. Los UV-A (320-400 nm) atraviesan la capa córnea, la epidermis y llegan hasta la dermis. El resultado de cada uno de los espectros UV depende de su energía y de su capacidad de penetración. Por este motivo, cuanta mayor cantidad de radiación sea absorvida en las células muertas de la piel, es decir, en la capa córnea, menores daños nos ocasionarán. Precisamente ésta es la función de las cremas fotoprotectoras, retener y absorver los rayos UV. TIPOS DE PIELES El bronceado es un proceso fotodefensivo por el cual nuestro organismo fabrica melanina. Esta capacidad viene dada por la intensidad del sol y por el fototipo cutáneo. Así pues, existen 5 fototipos o categorías distintas según la sensibilidad de cada piel: Fototipo I y II. Piel clara, ojos azules y pelo rubio o pelirrojo. Bronceado casi nulo y se queman fácilmente. Fototipo III y IV. Piel blanca u oscura, ojos y cabellos castaños. Bronceado gradual y se queman moderadamente. Fototipo V. Pigmentación de tipo mediterráneo. Bronceado intenso y rara vez se queman. Niños menores de 10 años. Deberá tenerse mayor cuidado ya que su piel es más fina y permeable. ZONAS SENSIBLES No todas las zonas de la cara reaccionan igual frente al sol. La nariz y los pómulos, además de ser unas zonas más prominentes y expuestas al aire y al sol, tienen una piel más fina, por lo que deberá usarse una mayor protección, llegando incluso a usar cremas de pantalla o de protección total. Los labios tienen una piel extremadamente fina que se descama fácilmente. El frío, viento y los rayos solares suelen dar rápidamente cuenta de ellos si no se utiliza de forma continuada una protección labial adecuada. En caso de no haber utilizado protección labial y sufrir por ello un herpes solar, deberá tratarse con una pomada antivírica. PROTECCIONES Como medida de clasificación se utiliza el I.P. (índice de protección), que significa la tolerancia de cada tipo de piel. Por ejemplo, un I.P. 5 multiplica por cinco el tiempo de resistencia de la piel al sol. Un aspecto importante es la incorporación de filtros solares, los cuales reflejarán y absorverán los rayos nocivos, evitando la penetración en la piel. CONSEJOS Aplicar el fotoprotector entre 15 y 20 min. antes de la exposición y renovarlo como mínimo una vez al día. Tomar las mismas precauciones en días nublados. Una piel blanca y pálida tiene que usar un elevado filtro de protección y una vez empiece a broncearse puede reducirlo. Rehidratar la piel después del sol para devolver su elasticidad y defensas cutáneas. Producirá una acción reparadora y calmante. RAYOS SOLARES LAS RADIACIONES SOLARES La luz solar está formada por 3 tipos de rayos: 56 % de infrarrojos o IR (sólo transmiten calor). 39 % de rayos visibles (producen los deslumbramientos). 5 % de ultravioletas o UV (son los que broncean la piel y producen quemaduras). EL SOL EN LA MONTAÑA En paisajes con nieve, la luz solar rebota sobre ésta, reflejándose por término medio con un 80 % más de intensidad. La altura también nos acerca al foco de rayos que atraviesan la atmósfera, así, cada 300 m de altura recibimos un 4 % más de radiación solar. Si las nubes son altas dejan pasar los rayos UV, filtrándolos en parte, si son bajas. CONSECUENCIAS Después de una prolongada exposición al sol sin ningún tipo de protección, pueden aparecer lesiones en la vista. Los UV producen desde conjuntivitis hasta ceguera, al perjudicar irreparablemente la conjuntiva y la cornea (recordemos que los UV están presentes aunque el día esté nublado). Los rayos visibles son percibidos por el cerebro después de ser recibidos por la retina y pueden provocar intensos deslumbramientos que nos cansarán la vista. Los IR son absorvidos por los ojos. ELEMENTOS PROTECTORES En cuanto a colores, el gris es un buen filtro para los IR, ideal para países muy cálidos. El marrón es bueno para los UV, perfecto para uso en montaña y bajo luz artificial. El verde protege equilibradamente de los UV y los IR y es apto para todos los usos. Los tratamientos anti-reflejos están hechos al vacío y evitan la pérdida de la parte de la intensidad de luz que, por su ausencia, ocasiona la formación de imágenes fantasmas. Con el tintado se obtienen las tonalidades espejo que desvían parte de la luminosidad. Los cristales orgánicos (material plástico) absorven bien los rayos visibles, son muy resistentes (casi irrompibles) y muy ligeros (6 g por lente aprox.). Los cristales minerales (meniscos con superficie óptica, cóncava) absorven bien todos los rayos, son más frágiles, a menos que hayan sido endurecidos y muy resistentes a las rayaduras o abrasión. EL SACO DE DORMIR Al elegir un saco de dormir, es necesario valorar nuestras necesidades partiendo del uso que vayamos a darle. No es lo mismo utilizar un saco para ir de camping, que para hacer media o alta montaña. Tampoco nos servirá igual para cualquier estación del año, así que su adquisición será adaptada a la estación en la que normalmente lo utilicemos. Lo ideal sería disponer de 2 sacos: uno para primavera-verano (épocas calurosas) y otro para otoño-invierno (utilización con fríos extremos), aunque lo más habitual es disponer de un solo saco, polivalente para las 4 estaciones del año. Hay que tener en cuenta que no solo el tipo y cantidad de relleno afectarán a la capacidad de retención térmica de un saco. Su construcción será determinante para proporcionar las máximas prestaciones en cualquier postura y situación. PARTES DE UN SACO Exterior. Se utilizan nylons y tejidos similares. Los tratamientos de hidrofugado ayudan a repeler la humedad ambiental. Los confeccionados con tejidos impermeable/transpirable pueden utilizarse tranquilamente en vivacs, aunque para estos casos utilizaremos normalmente las fundas de vivac. Interior. Suelen ser de nylon o de algodón. El nylon es mucho más ligero que el algodón, pero a diferencia de este último, con el sudor se pega a la piel. El algodón, en verano, absorbe la humedad generada por la transpiración y en invierno retiene el calor. Rellenos. Son los que nos protegerán realmente del frío. El sistema consiste en conseguir formar el mayor número posible de cámaras de aire del mínimo tamaño. El peso y volumen del material serán los menores posibles. Las fibras sintéticas permiten meter el saco directamente en la lavadora, con el mínimo de cuidados y son los ideales como sacos de verano, los cuales, a consecuencia del sudor, se ensucian antes. Los sacos de gama alta utilizan fibras de menor volumen, con retenciones térmicas superioriores. La pluma tiene la propiedad de expandirse y comprimirse mejor que la fibra. También ocupa menos espacio cuando el saco está dentro de su funda y a igualdad de prestaciones, pesa menos. Su inconveniente es que son más delicados que los sintéticos y hay que evitar que se mojen, razón por la cuál, en su interior algunos modelos llevan nylon y no algodón (el algodón absorbe humedad). Tampoco puede lavarse a menudo como el caso de las fibras y debe realizarse con productos especiales. De no ser así, la pluma se apelmaza y se crean huecos en el interior de las cámaras del saco. Costuras. Un saco de altas prestaciones siempre dispondrá de costuras internas/externas disociadas o desplazadas. Los sacos que dispongan de única costura, transmitirán directamente el frío a través de ellas. Cremallera lateral. Permitirá entreabrirlo si la temperatura es alta. Las cremalleras especiales de los sacos invernales evitan que se hielen. Los modelos que disponen de una tapeta con el mismo relleno que el resto del saco evitan la entrada del frío, el viento y la lluvia. Normalmente los diestros elegirán un saco con la cremallera a la izquierda y los zurdos a la derecha para facilitar su uso. Casi todos los sacos del mismo modelo, que dispongan de ambas cremalleras, podrán ser unidos, formando lo que sería un único saco de 2 plazas. Collarín térmico. Es una pieza que, unida al interior del saco, puede ceñirse alrededor del cuello. Evita la pérdida del calor del cuerpo, permitiendo si se desea, dejar la entrada del saco totalmente abierta. Todo saco utilizado para fríos extremos debería disponer de collarín. Capucha. Su diseño contribuirá a evitar pérdidas de calor en la zona de la cabeza. Loft. Es el grosor o volumen que adquiere el saco al expandirse su relleno. Dependiendo del tipo de relleno (pluma o sintético) y su calidad, nos aislará más o menos. Así pués, dos sacos con el mismo loft no tienen porque aislar igual, sino que simplemente tendrán el mismo grosor. PARTES DE UN SACO 12345- Base espaciosa. Tapéta térmica en cremallera. Ceñidor de cabeza. Capucha ajustable. Collar térmico ceñidor. 6- Velcro de ajuste en hombros. 7- Costuras diferenciadas. 8- Cremallera de doble cursor. 9- Bandas anti-deslizantes. 10- Cintas para colgar. TIPOS DE SACOS Sacos de primavera-verano. Son ligeros y resistentes, con el interior de algodón para absorber el sudor. La cremallera lateral permitirá entreabrirlo si la temperatura es alta. Los de fibra podrán lavarse a menudo. Sacos de invierno. Los de mayor retención térmica son los de 'duvet'. Los de fibras sintéticas de alta calidad ocuparán mayor volumen y pesarán más. Los sacos que suelen emplearse para invierno tienen resistencias de temperatura que oscilan entre los -5º C y los -20º C. Los utilizados para fríos extremos aguantan mucho más. Sacos Super-ligeros. Como su nombre indica, la principal característica es su poco peso y reducido volumen para el transporte. Suelen utilizar fibras con buena retención térmica para no tener que renunciar a su función principal que es la de protegernos del frío. TEMPERATURAS MÁXIMAS Hay que tener en cuenta que el indicador de temperatura especificado por cada fabricante, siempre está dado en su límite extremo, pudiendo variar según el metabolismo del usuario, la humedad ambiental, presión atmosférica, velocidad del viento, cansancio, alimentación inadecuada y la propia noción de frío. Estas cifras deben ser empleadas como instrumentos comparativos y debemos interpretarlas a modo de orientación y nunca como valores absolutos. Si realizamos una estancia dentro de un saco, con una temperatura exterior al límite de su temperatura máxima, lo pasaremos realmente mal si no nos protegemos con algo más. No solo el tipo y cantidad de relleno afectarán a la capacidad de retención térmica de un saco. Su construcción será determinante para proporcionar las prestaciones de dicho saco en cualquier postura y situación. MATERIALES USADOS EN LOS FORROS Gore Dry Loft®. Membrana que proteje de la nieve y de la lluvia ligera, a la vez que es altamente transpirable. Detiene completamente el viento, evitando la pérdida de calor. Microlite®. Poliamida de alta tenacidad, muy ligera y repelente al agua. 54 g/m². MicroMax®. Micropoliester de gran rendimiento. Repelente al agua y buen protector de la pluma gracias al poder de transpiración. Nylon Oxford®. Extremadamente resistente y ligero. Usado para las zonas de mayor estrés y desgaste. Nylon RipStop®. Tratamiento antidesgarro que se le confiere al tejido mediante un cuadrillé. Nylon Taffeta®. Nylon superligero repelente al agua, corta-viento y muy resistente a la abrasión. Pertex P4®. Nylon Taffeta de alta calidad. 54 g/m². Powertex®. Laminado impermeable, transpirable y cortaviento. Silky Taffeta®. Fina, suave y ligera malla de nylon. Sofitex 2000®. Membrana con una impermeabilidad de 10.000 mm de columna de agua, una transpirabilidad de 7.000 g/m² 24 h y cortaviento. Super Microfibre®. Microfibra de poliester ligera y muy transpirable. Alta resistencia al viento, el agua y los rayos UV. VaporWick® Taffeta. Suave tejido con un tejido con un alto poder de expulsión de humedad. TIPOS DE PLUMA Existen distintas calidades y su clasificación de mayor a menor retención térmica sería el duvet, el plumón y la pluma triturada. Con el duvet difícilmente notaremos el tacto de la caña, que en definitiva es la que reduce el efecto de retención térmica y reduce la capacidad de compresión. A las pulgadas cúbicas ocupadas por una onza de pluma se le llama 'cuin'. Cuanto más alto sea el 'cuin', mayor será su espesor (loft) y mayor retención térmica aportará. Por normal general 500 cuin suele aceptarse como el estandard. RELLENOS DE FIBRA Hollofil II®. Fibras huecas de poliester Dacron, con 4 canales y siliconadas. Suave al tacto y resistente al lavado. Hollowfibre 4®. Fibra con 4 canales huecos en su interior, que retienen hasta un 20% más de calor que una fibra sólida, incluso en mojado. Antialérgico y muy resistente al lavado. LCW®. Poliéster siliconado que entremezcla un 70% de fibras huecas (ligeras y atrapan eficázmente el calor) y un 30% de microfibras espirales (elásticas para mantener el loft). Micro-loft®. Microfibra con un gran poder de retención calorífico incluso en mojado y reducido volumen. Anti-alérgico y muy resistente al lavado. Polarguard® 3D. Fibra continua resistente y duradera. Altamente comprimible en reducidos espacios, tiene un alto poder de retención térmica y un peso similar al de la pluma. Thermolite® Extreme. Combinación de 3 fibras. La primera tiene un fino denier para una buena retención térmica y compactibilidad. La segunda otorga gran resistencia y durabilidad al tejido. La última está anillada configurando una especie de muelles que propician el loft. Es anti-alérgico, inhodoro, resistente al lavado y seca rápido. Thinsulate® Liteloft. 75% poliéster y 25% polipropileno. Las fibras individuales tienen una camisa exterior con un punto de fusión menor que el alma interior. Con ello se soporta mejor el desgarre que soportan los cajones sintéticos que lo llevarían a un pronto envejecimiento. Es ideal para utilizaciones en que continuamente se mete y saca el saco de su funda. Gran poder térmico. Trevira® Fill. Fino entrelazado de fibras elásticas que forman millones de cámaras de aire. Desplaza la humedad hacia el exterior y mantiene el calor, confiriendo un mayor confort. Un acabado con silicona permite a la fibra obtener una gran capacidad de deslizamiento, suavidad y poder de recuperación. No retiene el polvo ni produce alergias. CONSEJOS DE UTILIZACIÓN Agitar el saco enérgicamente para que las fibras huecas recojan aire y aumenten de volumen. De este modo se consiguen aumentar sus cámaras de aire (loft) y mejorar su retención térmica. En situaciones de frío extremo, cubrir la cabeza con un gorro de lana, pluma o fibra térmica. Con ejercicios gimnásticos antes de acostarse atemperaremos antes el interior. Si nuestras ropas están húmedas podemos utilizar el saco como secadora. Si las temperaturas son muy bajas, protegeremos nuestras botas colocándolas en el fondo del saco, dentro de una bolsa de plástico o papel, para que no se endurezcan. Dormir con la ropa utilizada durante la jornada, disminuye el descanso. El sudor y la humedad dificultan el sueño. Utilizaremos poca ropa y es conveniente saber que para dormir es mejor un par de prendas finas que una gruesa. La humedad generada por la transpiración se acumula en el relleno del saco, haciendo que éste pierda parte de su capacidad térmica. Por la mañana extraeremos su interior para airearlo. El peso de la persona comprime el relleno del saco, disminuyendo su protección térmica. El frío y la humedad procedentes del suelo son muy perjudiciales para nuestro organismo. Por ello, es importante la utilización de colchones aislantes, que además evitarán que las irregularidades del terreno dañen nuestra espalda. Utilizar una funda de vivac aumentará la retención térmica del saco, además de protegernos de la humedad, manchas en el saco y desgarrones. Con un saco demasiado largo se tendrá que calentar mucho más aire y por tanto será más frío. La mayoría de los sacos son de longitud única, así que puede utilizarse una cuerda o ropa para atar los bajos y reducir el tamaño interior. CONSEJOS PARA LA CONSERVACIÓN Colgar el saco cuando no se utilice para evitar que la presión de la funda de transporte deteriore sus fibras. Esto es muy beneficioso para los sacos de pluma. Un buen saco de plumas permanecerrá en la funda de transporte (funda de compresión) el tiempo mínimo necesario. Cuando no se utilice, se usarán las fundas de almacenaje especiales para ello. Así evitaremos que la pluma se apelmace. Es conveniente guardar los sacos (sobretodo los de pluma) en su funda sin enrollarlos. De otro modo, al repetirse siempre los mismos pliegues, quedarían zonas del relleno vacías. Empezar a embutirlo en su funda por los pies, a la vez que se reparte el volumen por toda la zona. De este modo el aire saldrá por la cabeza del saco sin dificultad. No fumar dentro del saco, ya que sus materiales suelen ser altamente inflamables. En caso de rotura, quemadura o desgarrón, utilizar los adhesivos especiales para repararlos. Utilizar fundas interiores de algodón nos evitará tener que lavar regularmente el saco, pués solo tendremos que lavar ésta. CÓMO LIMPIAR UN SACO Un saco de dormir con unas mínimas prestaciones solamente puede lavarse con productos especiales para ello. Se dejará secar a la sombra. Los de pluma pueden tardar hasta 5 o 6 días en secar. Nunca utilizaremos secadora. El saco de pluma se extenderá en horizontal y cuando esté seco se desmenuzará y desapelmazará la pluma, sacudiéndolo hasta que recupere su loft. La Vestimenta de Montaña Hasta no hace demasiado tiempo, el clásico plumón era la prenda más utilizada para combatir las bajas temperaturas. A pesar de su magnífico poder de retención del calor y a causa de su enorme volumen y los problemas que aparecen en la pluma en caso de mojarse (los modelos que no disponen de membrana impermeable), han restringido su uso a situaciones muy específicas, como pueden ser las expediciones. La vestimenta por capas se ha impuesto hoy en día como la mejor solución. Así pues, con una camiseta térmica (aleja la humedad del cuerpo, secando la piel), un forro polar (retiene el calor) y la chaqueta con membrana (impermeable, transpirable y protector contra el viento), cubriremos todas nuestras salidas. Según la época del año o las condiciones de la actividad a realizar, las combinaremos todas juntas o por separado obteniendo así el mejor rendimiento. SISTEMA DE VESTIMENTA POR CAPAS Es el modo de conseguir el mejor rendimiento de nuestras prendas. Con ello se controla el calor y la humedad corporal. La 1ª capa (ropa interior). Aleja de la superficie de la piel la humedad producida al sudar, evitando así la sensación de estar empapados. Estar secos es fundamental para evitar el riesgo de congelación. La 3ª capa (membranas impermeable-transpirables). Protege contra el viento y el agua. La 2ª capa (prendas térmicas). Retiene el calor producido por el cuerpo entre las cámaras de aire que forman sus tejidos. a finalidad del sistema de vestir por capas es la de evitar los 4 tipos distintos de pérdida de calor: Convección. El aire frío penetra y circula por el interior de la prenda, desplazando y expulsando el calor hacia el exterior. Una envoltura impermeable, cierres en los puños, tobillos y cuello y cordón ceñidor en la cintura, impedirán la salida de calor corporal y la entrada del frío exterior. Conducción. Al entrar en contacto con superficies frías, como por ejemplo al sentarnos encima de la nieve, perderemos nuestro calor a través del tejido. Se evita gracias a las protecciones en las zonas de contacto de los guantes, calzado y pantalones. Evitando que la prenda se moje y absorva agua, también reduciremos este efecto. Evaporación. A bajas temperaturas el sudor representa un serio problema. Las moléculas de agua del sudor que se filtran a través de las prendas quedan embebidas por el tejido, convirtiéndolo en un perfecto conductor del calor corporal hacia el exterior. Por esta razón es importantísimo suprimir la humedad de la superficie de la piel. Radiación. El cuerpo convierte los alimentos en radiaciones infrarojas que irradian de la piel en todas direcciones. Sólo las texturas compactas pueden interceptar estas radiaciones, que transformándolas en calor, lo mantienen entre las capas. EFECTOS DEL VIENTO SOBRE LA TEMPERATURA: Ver Tabla de Temperatura v/s Velocidad del Viento TEMPERATURA CORPORAL Creemos que es importante conocer los mecanismos reguladores que utiliza nuestro organismo para mantener la temperatura corporal. Nuestro cuerpo se mantiene a una temperatura constante de aproximadamente 36,5ºC. En determinadas ocasiones estas temperaturas se elevan a propósito, aunque de forma inconsciente. Esta hipertermia, conocida como fiebre, no es más que un sistema de defensa de nuestro organismo, el cuál limita la actividad de ciertos virus y bacterias que no pueden desarrollarse a temperaturas superiores a los 38ºC. Esta es una de las razones por las que estas reacciones del organismo no deberían tomarse tan a la ligera, contrarestándolas de inmediato con toda clase de antibióticos y armas químicas. Cuando no actuan estos sistemas de defensa natural, el organismo debe regular la falta o el exceso de temperatura de forma inmediata. En el momento en que disminuye la temperatura el organismo, entre otras medidas, reduce el caudal de riego sanguíneo que circula a las extremidades, concentrando de este modo los fluidos y el calor en los órganos vitales, que son el tronco y la cabeza. Esta es una de las razones por las que cuando hace frío, los primeros síntomas los acusan nuestras extremidades. Otro de los sistemas para aumentar la temperatura interna es el de hacer temblar los músculos (tiritar), ya que de este modo se quema más energía. Cuando la temperatura aumenta, nuestra cabeza y nuestras axilas actúan como un radiador. Se dice que la cabeza puede llegar a expulsar hasta un 40% de la radiación corporal. Este es el motivo por el que usar un gorro puede equivaler al uso de un jersey. Además, nuestra piel empieza a transpirar y a expulsar sudor. Para evaporarse, el sudor debe absorber calor, tomándolo de nuestro organismo, que es el que tiene más cercano. Precisamente por esta razón, si mantenemos lejos de la piel, con prendas interiores especiales, el sudor de la transpiración, también conseguiremos mantener más caliente nuestro organismo. ir al principio Taller de Andinismo Universidad El Arnés Existen varios puntos en común en todos los arneses, aunque dependiendo del deporte para el que hayan sido diseñados, variarán sus diseños, gruesos, reglajes, etc. ACOLCHADO Su ventaja es la comodidad y protección. El punto negativo del acolchado es un aumento mínimo del peso y pérdida de transpiración. Se recomienda el acolchado de espuma frente a la lana u otros rellenos. REGULACIÓN EN CINTURA Adapta el arnés a la anatomía del usuario y a los distintos grosores de la ropa que utilice. REGULACIÓN EN PERNERAS Ideal para alpinismo y escalada invernal. Permite soltar las perneras sin dejar de estar encordados. Sus inconvenientes son que la hebilla de regulación suele engancharse en la cuerda, aparatos o roca (requiriendo de mayor atención) y mayor peligro de abrasión de la cinta de regulación de perneras en su paso por la hebilla, aunque puede evitarse colocando en su paso un protector de cinta. TIPOS DE PERNERAS Existen 3 tipos: Las redondas, de anillo cerrado o tipo 'O'. Pasan alrededor de la pierna y se unen con cintas cosidas a la cintura. Este tipo es cómodo para caminar y sobre todo para sentarse en reuniones, aunque no tanto para colgarse. Las triangulares o de tipo 'Y'. Compuestas por un anillo de cinta cosido sobre sí mismo, que conserva una angulación determinada y deja una apertura para la introducción de la pierna. Son las que ofrecen mayor resistencia y comodidad. Las de tipo 'b'. Ofrecen una gran polivalencia y excelente adaptabilidad. ANILLO VENTRAL Y PUNTOS DE ANCLAJE El anillo ventral es muy importante para asegurar al compañero y rapelar, a la vez que evitamos que las perneras se caigan en caso de estar desencordados. Hay baudriers con un sólo punto de encordamiento (actúa también como punto de rápel) y con 2 puntos, que precisan de un gran mosquetón de seguro (facilitan el descenso). Hay que destacar el arnés de 2 puntos de anclaje con anillo ventral. CÓMO ELEGIR EL CINTURÓN Elegiremos el arnés que mejor se adapte al deporte que practiquemos. La utilización de un arnés de escalada para hacer alpinismo y viceversa no es seguro, ya que los puntos de gravedad de sus anclajes están a distintas alturas. Talla correcta: la cintura debe ajustarse y quedar sobre las caderas, de modo que el peso de nuestro material no provoque una caída inesperada del arnés. Con la zona donde van fijadas las perneras y el punto de encordamiento bien centrados, deberá quedar un espacio de 1 o 2 dedos aprox. en el interior de las perneras, asegurándonos evitar pérdida de riego sanguíneo. RECOMENDACIONES Revisar las costuras y cintas (sobretodo las de mayor fricción) después de cada escalada y por descontado después de una caída. Con el uso y la edad del arnés, disminuye su resistencia. Los repetidos roces cortan la superficie de las fibras, ocasionando también un desgaste prematuro. Desecharlo cuando visualmente se dude de su seguridad. Recordar darle a la cinta una vuelta de seguridad sobre las hebillas. Los minúsculos granos de tierra y arena se introducen entre las fibras. Cuando el arnés es sometido a tensión, pueden producirse desgarros y ocasionar la rotura de las cintas a un valor muy inferior al normal. Así pués, al igual que las cintas y cuerdas, es conveniente vigilar no ensuciarlo ni pisarlo. Si se lavara, hacerlo con agua fría, aclarándolo varias veces para eliminar bien el jabón. Puede usarse jabón para prendas delicadas. El secado se hará a la sombra, ya que los rayos U.V. del sol deterioran el tejido. Nunca guardarlo mojado o húmedo. Evitar dejar el material en el maletero del coche expuesto al sol. La hebilla autobloqueante de 'Petzl' se ajusta con una sola mano y de un solo gesto. Esta hebilla permite abrir completamente cintura o perneras del arnés, para volverlas a cerrar con suma facilidad. TIPOS DE ARNES Suelen disponer de un buen nº de porta-materiales y una importante anchura de cintura para permitir una mayor comodidad en las reuniones. Sus perneras regulables permiten combinar distintos grosores de prendas, abrirse para poderselo colocar sin necesidad de descalzarse las botas y los crampones o hacer las necesidades cómodamente sin desencordarse. En la familia de cinturones de alpinismo cabe destacar sus tres tipos: De cintura. Los que disponen de perneras acolchadas son más cómodos a la hora de estar colgados, aunque más incómodos para caminar. También tardan más en secarse en caso de que se mojen y hay que tener en cuenta que en alpinismo invernal se requiere que el arnés permita un secado rápido. Las perneras en forma de 'O' son muy utilizadas por su comodidad al andar. Es importante complementar el baudrier de cintura con otro de pecho. En caso de llevar una mochila pesada, el arnés de pecho o en su caso el integral, se convierten en herramientas totalmente indispensables. De pecho. Únicamente para utilizar con los arneses de cintura y obtener las ventajas de un arnés integral o completo. De este modo se consigue la homologación U.I.A.A. en los arneses de cintura. Integrales. Aunque son complicados de colocar y limitan la libertad de movimientos, son cómodos para andar e ideales en grandes travesías y recorridos sobre glaciares, al igual en escaladas con mochilas pesadas. Liberan las perneras sin desencordarse. Disponen de 2 cordinos portamaterial con protección plástica y un cierre tridente para mantener unidas las hombreras antes del encordamiento. Los Crampones Los crampones son necesarios en ascensiones por donde, además de nieve, podemos encontrar hielo y son indispensables para la escalada de cascadas de hielo. La mayoría de los crampones están construídos en aleaciones de acero de poco espesor y mínimo peso, pero de una gran resistencia. Los modelos de aluminio son aún mucho más ligeros aunque un poco más débiles que los de acero. Su ligereza los hace ideales para esquí de montaña o trekking. TIPOS DE CONSTRUCCIÓN Básicamente existen dos tipos de crampones, determinados por su modo de construcción: El clásico. Las puntas son la prolongación de la pieza, dobladas a 90º con respecto a la suela y adaptadas a ésta. El de tipo caja. Todo el perfil de la estructura y sus puntas son perpendiculares a la suela. En este sistema existe mayor tendencia a la formación de zuecos de nieve, así que se puede hacer uso de un anti-zueco (anti-boot). También existen crampones que combinan los dos tipos de construcción. OTRAS OPCIONES A TENER EN CUENTA Regulables. Existen modelos que se regulan sin la ayuda de herramientas. Ideales para escuelas y agrupaciones. Articulados, semi-rígidos o rígidos. Los articulados son mejores para andar con calzado blando, siendo más cómodos al permitir cierta flexión del pie. Los semi-rígidos sirven para media y alta montaña y son adaptables a todo tipo de botas. Para escalada de dificultad son mejores los rígidos. Para botas de plástico o de esquí de montaña son recomendables los rígidos ya que son más precisos al vibrar menos. Existe algún modelo polivalente que puede ser articulado o rígido. PUNTAS Puntas laterales. El crampón no debe tener un número de puntas verticales inferior a ocho, ya que son éstas las que nos darán la estabilidad en la pisada. Puntas traseras. Las dos puntas traseras se hallan perpendiculares a las puntas laterales para conseguir un apoyo firme en descenso. Puntas delanteras. Rectas hacia abajo (fig.2). Indicadas para terrenos mixtos donde dejan trabajar a las puntas frontales con facilidad. Proyectadas diagonalmente hacia adelante (fig.1). Para escalada en hielo y nieve. Al ayudar a las puntas frontales, se consigue un buen apoyo . Puntas frontales. Longitud. Sobre hielos duros una punta corta penetrará en su totalidad sin dejarnos separados del hielo e inestables, debiendo vencer un gran brazo palanca con nuestros gemelos. Sobre hielos con la capa exterior blanda o podrida, unas puntas más largas nos facilitarán llegar a la superfície sólida sin necesidad de patear insistentemente. Inclinación. En ascensiones sencillas por nieve es preferible que estén muy inclinadas hacia abajo para ofrecer mayor estabilidad. Para uso técnico bastará una ligera curvatura, ya que si ésta es exagerada, no sólo no penetrarán bien sino que, además, las constantes patadas tenderán a doblarlas hacia abajo. Las puntas con perfil vertical (en forma de pico de piolet) tienden a una mayor inclinación y no se doblan hacia abajo. Existen sistemas de puntas modulares que permiten intercambiarlas y sustituirlas cuando estén gastadas o deterioradas. Básicamente encontramos tres tipos de puntas frontales en el mercado: Horizontales. Son las clásicas puntas todo terreno. Verticales. Las mejores en cascadas. Ofrecen menor apoyo en nieve o hielo blando. Algún m odelo incorpora puntas con perfil mixto (vertical y horizontal), quedando un perfil en "T" que penetra bien en hielo duro, ofreciendo a la vez apoyo sobre nieve o hielo blando. Monopunta. Ideal para escalada extrema en cascada. No es polivalente y suele ser algo más larga que las puntas por parejas, ya que penetra mejor y puede encajarse en agujeros o fisuras. SISTEMAS DE FIJACIÓN Fijación rápida o automática (fig.1). Sujeta la bota mediante una brida metálica en la puntera y una talonera de presión, que se asegura con una correa para evitar un descalce inesperado. Sólo puede calzarse con botas de suela rígida con bordes o rebajes en talón y en puntera para que las piezas del crampón encajen con seguridad. Atadura mixta o semi-automática (fig.2). Combina talonera de fijación rápida tipo esquí y una pequeña correa con anilla en la parte delantera para sujetar la puntera de la bota. Este sistema es polivalente al poder adaptarlo a varios tipos de botas. Correas (fig.3). Se trata del sistema más extendido. Para reducir la posibilidad de que se aflojen, pasar las correas por las anillas de afuera hacia adentro y dar a continuación una vuelta más como se ve en el dibujo. QUE CRAMPÓN ELEGIR El uso que le vamos a dar será determinante en la pieza a elegir. Crampones de marcha o randonée. Ideales en pendientes suaves. Son ligeros, articulados y suelen tener 10 puntas. Existen modelos hiper-ligeros en aluminio que, dada su fragilidad, suelen usarse en la mayoría de ocasiones para esquí de montaña. El sistema de fijación recomendado es el de correas independientes para talón y empeine para conseguir adaptarlo a todo tipo de calzado, incluso en botas de trekking. Crampones clásicos. Son los más polivalentes para todos los terrenos. Estructura clásica con 12 puntas, articulados o semi-rígidos y con fijación por lo general de correas o mixta, aunque también los hay con fijación rápida. Crampones técnicos. Los mejor adaptados a la escalada extrema de paredes verticales y casc adas heladas. Son rígidos o semi-rígidos. El sistema de fijación es por lo general automático y las puntas frontales son específicas, con perfil vertical para cascada e incluso con una sola punta. Estas puntas dan un rendimiento excelente en hielos de fusión, pudiendo ser intercambiadas en algunos modelos. Las puntas delanteras están proyectadas en diagonal hacia adelante. ANTIZUECO O "ANTIBOOT" Se trata de una lámina de caucho que, colocada en la suela del crampón, evita que se apelmace y acumule nieve entre las puntas formando un zueco, que impediría que éstas se clavasen en la superfície. Siendo ésta una de las causas de más de un accidente, el antizueco es un complemento muy recomendable, sobre todo en crampones rígidos y de tipo caja. En nieve primavera o "pasta" es más propensa la formación de zuecos. CONSERVACIÓN Revisar periódicamente las partes articuladas, tornillos y la estructura en gener al para observar posibles deterioros y holguras. Al sistema de fijación hay que prestarle especial atención, pues no podemos permitir que el crampón se nos suelte en mitad de una escalada. Hay que afilar las puntas desde los cantos respetando el corte original y sin utilizar sistemas mecánicos que puedan cambiar el temple del material al sobrecalentar la pieza. Debemos saber que los afilados exagerados reducen la vida útil del crampón y debilitan las puntas. Para evitar su oxidación procurar guardarlos secos, aconsejando hacerlo envueltos en un paño engrasado después de haberlos limpiado con algún producto aceitoso. CONSEJOS El crampón debe estar bien sujeto pero sin llegar a oprimir el pie. Es importante ser cuidadoso en el uso y transporte, ya que sus puntas pueden rasgar prendas, tanto en la mochila como en pantalones, polainas y pantorrillas. No hay que colocarlos en el exterior de la mochila sin protectores, podríamos lesionar a un compañero. Al salir de las reuniones hay que evitar hacerlo en la vertical del compañero. Llevar siempre una cinta de nylon de longitud suficiente para reemplazar o reparar la de nuestro crampón en una posible emergencia. Ajustar el crampón antes de salir de casa (en la imagen podemos ver como se ajustan diferentes tipos de correas). TABLA DE LA TEMPERATURA EQUIVALENTE DE ENFRIAMIENTO POR EFECTO DEL VIENTO Recopilación de Daniel Rutllant calma TEMPERATURA [ºC] 10.0 7.5 5.0 2.5 0.0 -2.5 -5.0 -7.5 -10.0 -12.5 -15.0 -17.5 -20.0 -22.5 -25.0 -27.5 -30.0 -32.5 -35.0 -37.5 -40.0 -42.5 -45.0 -47.5 -50.0 SENSACIÓN TERMICA POR EFECTO DE ENFRIAMIENTO POR EL VIENTO Velocidad del viento km/h 8 7.5 5.0 2.5 0.0 -2.5 -5.0 -7.5 -10.0 -12.5 -15.0 -17.5 -20.0 -22.5 -25.0 -27.5 -30.0 -32.5 -35.0 -37.5 -40.0 -45.0 -47.5 -50.0 -52.5 -55.0 16 5.0 2.5 -2.5 -5.0 -7.5 -10.0 -12.5 -15.0 -17.5 -20.0 -25.0 -27.5 -32.5 -35.0 -37.5 -40.0 -45.0 -47.5 -50.0 -52.5 -57.5 -60.0 -62.5 -65.0 -67.5 24 2.5 0.0 -5.0 -7.5 -10.0 -12.5 -17.5 -20.0 -25.0 -27.5 -32.5 -35.0 -37.5 -42.5 -45.0 -47.5 -52.5 -55.0 -57.5 -60.0 -65.0 -67.5 -72.5 -75.0 -77.5 32 0.0 -2.5 -7.5 -10.0 -12.5 -17.5 -20.0 -22.5 -25.0 -30.0 -35.0 -37.5 -42.5 -47.5 -50.0 -52.5 -57.5 -60.0 -65.0 -67.5 -70.0 -72.5 -77.5 -80.0 -85.0 40 0.0 -5.0 -7.5 -10.0 -15.0 -17.5 -22.5 -25.0 -30.0 -32.5 -37.5 -40.0 -45.0 -47.5 -52.5 -55.0 -60.0 -65.0 -67.5 -70.0 -75.0 -77.5 -82.5 -85.0 -90.0 48 -2.5 -5.0 -10.0 -12.5 -17.5 -20.0 -25.0 -27.5 -32.5 -35.0 -40.0 -42.5 -47.5 -50.0 -55.0 -57.5 -62.5 -67.5 -72.5 -75.0 -77.5 -80.0 -85.0 -90.0 -95.0 56 -2.5 -7.5 -10.0 -12.5 -17.5 -20.0 -25.0 -30.0 -32.5 -37.5 -42.5 -45.0 -50.0 -52.5 -57.5 -60.0 -65.0 -67.5 -72.5 -75.0 -80.0 -82.5 -87.5 -90.0 -95.0 64 -2.5 -7.5 -10.0 -15.0 -20.0 -22.5 -27.5 -30.0 -35.0 -37.5 -42.5 -45.0 -50.0 -55.0 -60.0 -62.5 -65.0 -70.0 -75.0 -77.5 -82.5 -85.0 -90.0 -92.5 -97.5 Vientos mayores a los 64 km/h producen un pequeño efecto adicional MUY PELIGROSO PELIGROSO Las partes del cuerpo expuestas al viento pueden congelarse en 1 minuto. EXTREMADAMENTE PELIGROSO Las partes del cuerpo expuestas al viento pueden congelarse en 30 segundos. PELIGRO DE CONGELAMIENTO DEL CUERPO HUMANO EXPUESTO AL VIENTO SIN LA APROPIADA VESTIMENTA Taller de Andinismo Universidad de Concepción Casilla 160-C, Concepción - Chile Fono: (041)204482