Excursiones Virtuales Culturales Catedrales de Castilla y León Material de apoyo al profesorado Catedrales de Salamanca Catedrales de Salamanca Excursiones Virtuales Culturales Material de apoyo al profesorado Catedrales de Salamanca A falta de una, Salamanca tiene dos catedrales, una pegada junto a la otra. La “Catedral Vieja” de Santa María, fue fundada por el obispo Jerónimo de Périgord, y se empezó a construir en el primer tercio del siglo XII, terminándose a fines del siglo XIV. Como en esos tiempos Salamanca era una ciudad muy próxima a la frontera con los musulmanes, fue proyectada como si fuese una fortaleza, de ahí que popularmente sea conocida como fortis salmantina. Hoy en día tiene un aspecto menos militar, porque desaparecieron las almenas de la Torre Mocha y las losas de la cubierta de la nave, que fueron sepultadas con tejas vulgares. Esta Catedral Vieja estuvo a punto de ser derribada cuando decidieron construir la Nueva, pero era tan hermosa que al final no lo hicieron. Aunque no fue sólo por eso. Tanto tiempo pasó desde el comienzo de las obras de la Catedral Nueva en torno a 1520 hasta su conclusión en 1733, que la necesidad de un espacio donde celebrar el culto mientras se terminaba la construcción de la Nueva hizo que indultaran la Vieja, quedando una pegada a la otra, y así hoy entramos en la Vieja desde los pies de la Nueva. La Catedral Vieja tiene planta basilical con tres naves que conducen a los tres ábsides semicirculares de la cabecera y un destacado crucero. No existe continuidad entre los gordísimos pilares y los arranques de las bóvedas, al ser ideados los primeros para soportar bóvedas de cañón que fueron sustituidas por otras de crucería. El cimborrio, que vemos muy bien desde el río Tormes, conocido popularmente como Torre del Gallo, es su elemento más destacado, y se eleva sobre el crucero apoyado en cuatro impresionantes pechinas, que son como triángulos de lados curvos que permiten pasar de la planta cuadrada a la circular. Hacia el interior tiene forma de media naranja con ocho gajos, hacia el exterior forma medio cónica decorada con escamas. El modelo del cimborrio está inspirado en la catedral de Zamora, y se hicieron también versiones similares en la colegiata de Toro y la sala capitular de la catedral de Plasencia. Poco queda de la fachada románica, tapada por otra del siglo XVIII, que estaba flanqueada por la torre de las campanas (ésta quedó bajo la torre de la Catedral Nueva) y la Torre Mocha. Nave mayor Catedral Vieja En el interior del ábside central de esta Catedral Vieja destaca el imponente retablo mayor, decorado con 53 tablas renacentistas dedicadas a la vida de la Pág. 2 Catedrales de Salamanca Excursiones Virtuales Culturales Material de apoyo al profesorado Virgen y Jesucristo, y sobre él las pinturas al fresco del cascarón superior, donde se representa el Juicio Final. Sus autores fueron Dello Delli y sus hermanos Sansón y Nicolás Delli, éste también conocido como Nicolás Florentino. El retablo mayor está presidido por una imagen de la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad, realizada en madera y cubierta de planchas de bronce dorado con incrustaciones de esmaltes y piedras preciosas. La capilla de San Martín o del Aceite, situada bajo la torre de Las Campanas, fue pintada por Antón Sánchez de Segovia en 1262. El presbiterio -espacio que da paso al altar mayor- y los brazos del crucero conservan varios sepulcros decorados con pinturas de los siglos XIII y XIV que acogieron los restos mortales de un hijo de Alfonso IX, un arcediano y dos obispos. La Catedral Vieja tiene un claustro del siglo XVIII diseñado por Jerónimo García de Quiñones, que sustituyó a otro románico arruinado tras el terremoto de Lisboa de 1755. Accedemos desde una portada románica que comunica con el brazo sur del crucero. A fines del siglo XII se enterró allí el maestro Randulfo, un sabio profesor de origen inglés cuyo epitafio (inscripción que se pone junto a un sepulcro) dice: “El día diez del mes de marzo Randulfo desde la región inferior huyó del mundo, pues el mundo no podía ya encerrarle; lo terrestre va a la tierra, al cielo lo celestial. Sol radiante por el esplendor de sus virtudes, flor sin mancilla, en su ocaso no padeció eclipse sino respecto a los desgraciados. Randulfo, pleno conocedor de una y otra naturaleza de las cosas, cuya mente concibió bien, cuya lengua enseñó, cuya mano obró o realizó sus palabras, fue bueno, mejor, óptimo; murió para los pobres de la tierra, vive para sí en el cielo”. Todo esto pone la inscripción, pero ojo, ¡que está en latín! Alrededor del claustro se abre la capilla del Salvador o de Talavera, cubierta con una cúpula de dobles nervios paralelos que forman una estrella de ocho puntas y recuerda a las musulmanas. Fue fundada por el catedrático y rector Rodrigo Maldonado -natural de Talavera de la Reina- y desde siempre se celebró allí el rito mozárabe, una misa decorada con cantos que se hacen eternos de los largos que son. El rito mozárabe era la manera de celebrar la misa que había en la Península Ibérica hasta el siglo XI, en el que empezó a ser sustituido por el rito romano, que es más menos como el que hoy conocemos. Otra capilla muy interesante es la de Santa Bárbara, fundada por el obispo Juan Lucero en 1334. En los comienzos de la Universidad de Salamanca, cuando los estudios se cursaban en la propia catedral, esta capilla servía como aula donde celebrar los exámenes de grado o de doctorado. El candidato pasaba toda la noche encerrado en la capilla sentado en una silla con los pies apoyados sobre los de la escultura yacente de la tumba del obispo Lucero y preparando la defensa de su tesis. Si el estudiante aprobaba el examen, salía por la puerta grande de la catedral, donde le esperaban sus amigos, que pintaban el anagrama de la palabra latina Victor seguida de su nombre en tinta colorada sobre alguno de Capilla de Talavera los muros de la ciudad universitaria. Si el estudiante no Pág. 3 Catedrales de Salamanca Excursiones Virtuales Culturales Material de apoyo al profesorado superaba el examen, salía por la Puerta de los Carros hacia la Calle de Tentenecio donde no había ni amigos ni fiesta. Así que ahora ya sabéis que son esas pintadas que veréis por todas partes en las calles del casco viejo de la ciudad. A fines del siglo XIV la Catedral Vieja se había quedado pequeña y consideraban que era baja y oscura. Los promotores de la Catedral Nueva contaron con el apoyo del rey Fernando el Católico, quien en 1509 ordenó a los arquitectos Antón Egas y Alonso Rodríguez, que habían trabajado en las catedrales de Toledo y Sevilla, acudir a Salamanca para hacer el proyecto del nuevo templo gótico. Tras muchas discusiones, se planteó construir una catedral paralela a la Vieja, levantada en piedra franca de Villamayor, Vista general la misma que vemos por doquier por todos los edificios históricos de la ciudad. Tiene una inmensa planta de salón (así llamada por lo amplia que es), con tres naves y dos más con capillas laterales. Hacia 1520 Juan Gil de Hontañón terminó las de la izquierda y Juan de Álava las de la derecha. La cabecera iba a rematar en una girola con capillas poligonales, pero en 1584 Rodrigo Gil de Hontañón apostó por la planta rectangular. Luego las obras estuvieron paradas durante casi todo el siglo XVII y se retomaron de nuevo en el XVIII, hasta que consiguieron terminarlas en 1733. La catedral sufrió los devastadores efectos del terremoto de Lisboa de 1755, que provocó numerosas grietas y la rotura de las vidrieras. Juan de Sagarvinaga modificó la cúpula que había alzado Joaquín de Churriguera en 1725, y reforzó el campanario, que corría riesgo de hundimiento. El arquitecto Baltasar Dreveton propuso atar la torre de Campanas con ocho cadenas tensadas y forrarla con piedra. Así puede contemplarse hoy, que forrada de piedra y aún inclinada hacia uno de sus lados, con sus 93 metros de altura. La catástrofe del terremoto se recuerda cada 31 de octubre con la tradición del Mariquelo. Se conoce como Mariquelo al valiente personaje que, vestido de charro y portando tambor y dulzaina, trepa por el exterior de la torre de las Campanas hasta la veleta que la remata, y tras la arriesgada ascensión, desde allí entona unas canciones típicas salmantinas, entre la admiración del numeroso público que allí se junta. Esta costumbre parece que comenzó cuando, por los efectos del terremoto de Lisboa, quedó sin acceso el último piso de campanas, y la hazaña se repite para comprobar que no se inclinaba más la torre, y para rogar que no vuelva a producirse… Bóvedas Catedral Nueva Pág. 4 Catedrales de Salamanca Excursiones Virtuales Culturales Material de apoyo al profesorado El interior de la catedral se asemeja al de la catedral de Sevilla, de una sobrecogedora amplitud y luminosidad. En lo alto se abren dos tribunas corridas. Asustan los pilares sosteniendo el peso de las bóvedas, que son un prodigio de nervios cosidos y entrelazados. De la capilla mayor fue desmontado el retablo de Alberto de Churriguera en 1743, quisieron sustituirlo por un tabernáculo en mármol proyectado por Ventura Rodríguez que nunca llegó a construirse. Hoy contemplamos un tabernáculo de mármol y jaspe de Simón Gavilán y dos grandes urnas de plata con los restos de San Juan de Sahagún y Santo Tomás de Villanueva. El coro fue construido por Joaquín de Churriguera entre 1730 y 1740. Cuadro de Fernando Gallego La capilla Dorada -la más llamativa de la Catedral Nueva- fue sufragada por el arcediano de Alba de Tormes, Francisco Sánchez de Palenzuela en 1515. Diseñada por Juan de Álava, sus muros están decorados con un centenar de esculturas doradas con personajes bíblicos: Apóstoles, santos, sibilas y profetas que apoyan sobre nichos policromados. Las imágenes de Adán y Eva coinciden con el Apolo y Venus de la fachada de la Universidad de Salamanca. ¡Anda que no da miedo la imagen de la muerte que viste un sudario, agarra un ataúd y tiene un sapo pegado a sus genitales! Otro sapo también aparece sobre una calavera en la fachada de la Universidad, pero es casi imposible de ver si no te dicen dónde está. Demos ahora un paseo por las salas capitulares del siglo XVI, es decir, donde antaño se reunían los canónigos, que se usan hoy como Museo Catedralicio. Aquí podremos admirar excelentes obras de Juan de Flandes y Fernando Gallego pintadas a fines del siglo XV, y no hay que perderse la sangrienta decapitación de Santa Catalina. Precisamente la capilla de Santa Catalina fue antigua Biblioteca y alberga utensilios de construcción de la Catedral Nueva: poleas, ruedas y gruesas maromas. La capilla de San Bartolomé o de los Anaya custodia el sepulcro del fundador Diego de Anaya, obispo de Salamanca y arzobispo de Sevilla, mecenas que fundó el Colegio Mayor de San Bartolomé, el más antiguo de Salamanca. El sepulcro está tallado en alabastro por algún escultor procedente del norte de Europa y rodeado por una bellísima reja del siglo XVI atribuida a Francisco de Salamanca. La capilla fue cerrada con una bóveda estrellada del siglo XVI y conserva uno de los órganos más antiguos de España dispuesto sobre un soporte mudéjar. Otra curiosidad la encontramos en el exterior, pues en la Puerta de Ramos de la fachada norte podemos reconocer la extraña figura de ¡un astronauta! esculpida en su parte izquierda. No hay misterio ninguno, ya que fue tallada por el cantero Miguel Romero en 1992, siguiendo la tradición de incorporar un elemento de la época en cada restauración contemporánea, sobre todo en esta intervención presentada cuando tuvo lugar aquí la exposición de Las Edades del Hombre de 1993. El 20 de septiembre de 2010 el Pág. 5 Catedrales de Salamanca Excursiones Virtuales Culturales Material de apoyo al profesorado astronauta apareció con el brazo derecho fracturado y fue reparado de inmediato. El vandalismo siempre dice poco y mal del que lo ejerce, pero en el caso del Patrimonio Cultural es también su síntoma de ignorancia. Debajo del astronauta podemos ver un lince, un toro, un dragón sonriente comiéndose un cucurucho con tres bolas de helado, un cangrejo de río, una cigüeña y una liebre. ¿Qué querrán representar? A saber... Produce: NICER/Imagen M.A.S. © Textos: José Manuel Rodríguez Montañés/José Luis Hernando Garrido © Fotos: Imagen M.A.S. © Infografías: NICER Catedrales de Salamanca Pág. 6