RESIDENCIA EFECTIVA. ELEMENTOS QUE CONSTITUYEN LA. Conviene destacar el significado del concepto de “Residencia Efectiva”. El vocablo residir deriva de las voces latinas residere, que significa permanecer y sedere, que significa estar sentado, de donde se sigue que residir es vivir habitualmente en un lugar; habitar en un sitio. En consecuencia, residencia significa la acción y efecto de residir y el lugar en donde una persona vive habitualmente; por su parte el vocablo efectivo, como adjetivo, establece la calidad de aquello que es real y verdadero, en oposición a lo que es quimérico o dudoso, por tanto, tiene calidad de efectivo aquello que verdaderamente se cumple o se realiza. En el caso del artículo 108, fracción I de la Constitución Política del Estado y considerando el significado ya señalado de las voces residencia y efectiva, se infiere que el concepto “Residencia Efectiva”, se toma como vivir habitualmente en un lugar de manera ininterrumpida, debiendo existir una continuidad en el tiempo que haga reales y verdaderos la acción y efecto de residir, sin que ella se interrumpa por salidas ocasionales del territorio del municipio por parte de quienes aspiren a ocupar los cargos de elección popular a que se refiere la misma disposición; en el caso, se puede cambiar de domicilio cuantas veces se quiera dentro del territorio de un municipio sin que opere la incapacidad para ser candidato, pues los autores de la norma partieron del supuesto de que quien aspire a ocupar los puestos de elección referidos, debe hallarse vinculado al municipio correspondiente conociendo sus problemas y necesidades. La residencia es el hecho de vivir en un lugar, que por sí solo no produce efectos jurídicos, si no concurre el propósito (real o presunto) de vivir en un cierto lugar para determinar el domicilio de una persona. La residencia es el elemento material del domicilio que es el lugar de habitación de una persona, el lugar donde tiene su casa. Jurídicamente, el domicilio es el lugar en que una persona física reside habitualmente con el propósito de radicarse en él; ese propósito como manifestación de voluntad del individuo, se encuentra garantizado por el artículo 11 de la Constitución General de la República que establece como facultad de los habitantes del País, el de fijar y mudar su residencia dentro del territorio de la República Mexicana, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes, de donde se sigue que esa libertad de elegir residencia, es un acto consciente y exclusivo del ciudadano; en consecuencia, para determinar el lugar de residencia debe considerarse en primer lugar esa manifestación de voluntad del interesado, objetivada en actos ejecutados en forma expresa y pública ante autoridades y sociedad del lugar respectivo; y sólo secundariamente deberá tomarse en cuenta la certificación de residencia expedida por la autoridad municipal, pues es de explorado derecho que tales certificaciones en relación a la existencia del domicilio y en consecuencia la residencia de determinada persona dentro de una jurisdicción territorial, sólo pueden acreditar de manera fehaciente ese hecho, cuando se apoyan en registros que existan previamente en el Ayuntamiento respectivo, pues es indudable que la autoridad no puede llevar un control y registro efectivo de los habitantes que residan en la comunidad ni del tiempo que han permanecido en él, por lo que para que puedan ser consideradas como documentos públicos con pleno valor probatorio, deberán adminicularse con otras probanzas para demostrar el hecho de que un ciudadano habitualmente radica y viven en determinado lugar. De la anterior consideración, se desprende que no es posible concebir la residencia efectiva dentro del territorio de un municipio sin el establecimiento de un domicilio, por lo que resulta pertinente considerar la relación existente entre residencia y domicilio como elementos necesarios y preconstituidos para el ejercicio de los derechos político-electorales que como prerrogativas tienen los ciudadanos duranguenses. RECURSO DE APELACIÓN. TEE-RAP-005/98. PARTIDO DEL TRABAJO. 18 DE MAYO DE 1998. MAYORÍA DE VOTOS. PONENTE: MAGDA. GEORGINA EMILIA VELASCO NÁJAR.