16811 enza-sustrai 88.QXD:enza-sustrai 87.QXD 1/7/09 15:37 Página 16 BERRIAK NOTICIAS texto J. Rekondo fotografía M. Arrazola La desaparición de las abejas, un riesgo para otras especies La progresiva desaparición de las abejas ha puesto en peligro la existencia de numerosas especies, especialmente vegetales. Molestos y peligrosos para muchos, estos insectos representan para el ecosistema un valor tan enriquecedor como necesario. Las abejas están desapareciendo. Sin dejar rastro. En ocasiones en número de varios miles de individuos -una colmena entera- a lo largo de una sola noche. El fenómeno es de suma importancia pues dependemos de ellas en mayor medida de lo que pensamos. Sin abejas desaparecerían muchas especies vegetales. Tampoco tendríamos numerosos frutos o 16 sustrai 88 plantas de los que habitualmente nos alimentamos. O si los tendríamos, pero sin el gusto y color con los que los conocemos. Mientras que para la mayor parte de las personas, las abejas resultan unos insectos molestos e incluso peligrosos por causa de su picadura, para el conjunto de la naturaleza alcanzan gran importancia, hasta el punto de que, sin ellas, numerosas especies, principalmente vegetales, no existirían. Labor polinizadora Se estima que las abejas existen en nuestro planeta desde hace unos 80 millones de años. Su estilo de vida ha conllevado el que necesiten del néctar de las flores para su subsistencia con lo que en su diario ajetreo van transportando este último de unas plantas a otras. De esta manera, no sólo se logra la fecundación de las plantas (reciben los granos de polen de otras flores, aportados por la abejas en sus numerosos vuelos), sino que con ello se consigue una diversificación de las características de cada vegetal algo que resultaría imposible sin la ayuda de estos insectos. 16811 enza-sustrai 88.QXD:enza-sustrai 87.QXD 1/7/09 La labor polinizadora de las abejas resulta esencial para el desarrollo de árboles y plantas como manzanos, perales, albaricoqueros, pepinos, almendros, tomates, rábano, fresa, col, girasol, zanahoria, apio, cebolla, perro, romero y tomillo, por citar ejemplos bien conocidos. Todas ellas dependen, para su desarrollo habitual, de la fecundación por medio del polen que les aportan las abejas en su diaria visita, por lo que, sin la labor de estos insectos, perderíamos la posibilidad de alimentarnos con sus productos. En concreto el 80% de las plantas con flores que se cultivan en Europa depende, para su desarrollo, de la labor polinizadora de las abejas (cabe señalar que ni el trigo, ni el maíz ni el arroz precisan de la labor polinizadora de insecto alguno). En general, el 35% de la producción de alimentos se obtiene gracias a estos insectos. Obviamente, podría cuestionarse la posibilidad de una polinización artificial, para el caso de que las abejas no pudieran llevar a cabo su labor diaria. Pero estudios realizados a tal efecto han demostrado una vez tras otra que, de un lado, la fecundación manual resulta una tarea sumamente lenta y costosa y, de otro, los resultados obtenidos no llegan ni de lejos al nivel de sabor, color y diversidad que se logra con la labor de las abejas. Desaparición progresiva Realmente, hace ya algunas décadas que se ha ido observando una progresiva desaparición de las abejas en los distintos continentes. No obstante, tal desaparición está resultando catastrófica durante los últimos años tanto en Europa como en Asia o en América. En Europa se han indicado disminuciones notables de la población de abeja durante los últimos años en Francia, Bélgica, Italia, Alemania, Suiza, Reino Unido, Grecia, Polonia y el Estado Español. Pero el acontecimiento más llamativo por su potencial de alcance en los medios de comunicación- ha ocurrido recientemente en los Estados Unidos, en lo que se ha dado en llamar el Síndrome del Colapso de Colmenas (Colony Collapse Disorder=CCD). Allí, y solamente durante la pasada primavera, se ha reportado la pérdida del 25% de 15:37 Página 17 las colmenas (una 500.000) en alrededor de 30 de los 50 estados de la Unión, lo que mantiene desconcertados a los apicultores y a los investigadores. Por añadidura, estos desastres vienen acompañados de otros comportamientos bien llamativos. Prácticamente no aparecen insectos muertos en el entorno de las colmenas: la obreras se dan a la fuga abandonando todas sus tareas e incluso a la reina; y la reina misma, a pesar de todo, puede quedar sola en la colmena dedicada a la tarea de puesta constante de huevos (que, por falta de obreras que los transporten y les alimenten, resultarán inservibles). ¿Por qué se van? Numerosas son las causas que se han barajado, tendentes todas ellas a intentar explicar este repentino fatal desenlace de este imprescindible insecto. Fueron primero los insecticidas objeto de sospecha, y más concretamente los comercializados bajo los nombres de Gaucho y de Régent, fabricados ambos por entidades fármaco-químicas de Alemania. La composición y la actuación de estos insecticidas fue investigada durante extensos procesos en Francia cuyo gobierno llegó a prohibirlos (debieron ser retirados del mercado) al estimar que provocan daos irreversibles en las poblaciones de abejas. Hay que indicar al respecto que entra dentro de lo posible que los efectos de los insecticidas Gaucho y de Régent hayan podido provocar un descenso de la población en Francia o de otros países de Europa. Pero hay que aclarar que parece difícil que sus componentes químicos hayan resultado capaces de provocar el síndrome del CCD en Estados Unidos (síndrome éste bastante posterior a la retirada de Gaucho y Régent de los campos europeos, bien alejados, además, de los americanos). Se ha considerado también la posibilidad de que las abejas sufrieran los efectos del polen y néctar procedentes de plantas modificadas genéticamente (transgénicas). Asamblea General de las Cooperativas Agrarias texto L. G. El pasado mes de abril la Federación de Cooperativas Agrarias de Euskadi celebró su XX Asamblea General en la Escuela Agraria de Itsasmendikoi - Arkaute. Asistieron los representantes del Gobierno Vasco, representantes del Parlamento Vasco, del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi, de Ipar Kutxa, Oinarri y otros invitados, además de las cooperativas socio. Entre los acuerdos tomados destacan la aprobación de las cuentas anuales, y la capitalización de los resultados. Asimismo, se renovó la mitad del Consejo Rector, siendo los elegidos para los próximos 4 años: Alfredo Montoya por la cooperativa Garlan, Roberto Ruiz de Infante por la cooperativa Udapa, Angel Mari RuizQuintano por la cooperativa Guvac, Bautista Jauregi por Abelur, y Mateo Marañon por la bodega San Tirso. Posterior a la Asamblea, Ricardo Delgado Vizcaíno, de la cooperativa cordobesa Covap ofreció una interesante conferencia sobre su cooperativa y las claves que la han llevado al éxito. sustrai 88 17