Julión Riquelme, O. P. * Profesor de la Facultad de Teología, U. C. GRACIA Y PECADO EN LA ANTROPOLOGIA DE LA TIRANA p RETENCIOSO y OBLIGADO es para teólogos indicar la acelon de la Gracia y del Pecado en situaciones culturales determinadas. La manifestación cultural que atrae nuestra atención está ahí, desde hace varias generaciones (1): la fiesta religiosa de La Tirana, celebrada por gente que vive modestamente, de recursos económicos más bien limitados, peregrinos que pertenecen por lo general al mundo obrero (2). De antemano reconocemos que nuestra pretensión en sus objetivos será parcialmente alcanzada y nuestra obligación, medianamente cumplida. Aclaremos, pues, qué entendemos teológicamente por Gracia y por Pecado. Gracia es, en primer lugar, la cercanía Hombre-Dios, que Dios libre y desinteresadamente propone como meta y destino a la humanidad entera en Jesucristo, la cual los hombres han de aceptar libremente, sirviendo la Historia o Realidad de mediación en este diálogo (3); por tanto, Gracia es, en segundo lugar, el encontrarse del hom- • Con la colaboración de: Céline Gérard, Gertrudis Purificación Argárate, Juan Belis, Germán Cortés, Marie Pacheco, Andrés Rojas, Inés Scudellari, Laura Vargas. la tradición popular los inicios de la conquista española. las celebraciones situarlos Cf. 10FT, 1.1.3. Para simplificar las Notas codificamos los documentos-fuentes en las siguientes siglas: CST Cancioneros de los Bailes de La Tirana; EFT Encuesta de la Fiesta de La Tirana, realizada por la Facultad de Teología y FLACSO-ELAS, Santiago de Chile, julio de 1970. 10FT Informe de la Observación de la Fiesta de La Tirana, realizado por la Facultad de Teología y FLACSO-ELAS, Santiago de Chile, julio de 1970. Este informe se publica en este mismo número de Teol091a y Vida. Las citas se dan conforme a la numeración de los párrafos en la revista. PRT El Baile Piel Roja de Alberto Madrid, Tocopilla, estudio realizado por J. van Kessel, FLACSOELAS, Santiago de Chile, 1969. (3) Ex 3, 4s; 12, 43s; 13, 21-22; Mt 3, 2. 11-12 4, 17; 25, 6, 2s; habría que (2) 3, 7s; La Tirana Devés, Según época 19s; Jos 1, 2-5; Rm 4, 25. de Eduardo (1) 19, 31s; de Coté, 2 Sam 2, 1; 1 Re 3, 5s; 8, en la 10-11; 138 JULlAN RIQUELME, O. P. bre con la Historia y su valor salvífico, el Evangelio; es hallarse en plena cercanía de la Realidad; es ver, dialogar y actuar en la adquisición y crecimiento desde el tiempo de su meta y destino; es el modo de ser del hombre en el que la vida de Dios va en su misma vida de manera humanamente consciente por la fe. A su vez, Pecado o Esclavitud o Tinieblas, es la etapa anterior al encuentro del hombre con la Historia (4); es hallarse alejado de la realidad; dialogar es estar privado o desposeído de ver, y actuar en la adquisición y crecimiento de la cercanía divina, su destino, a él debido por invitación universal y gratuita de Dios; es el modo de ser del hombre anteriormente a la presencia en su vida de la Gracia de Cristo, a través de la fe. En realidad, coexisten en cada grupo e individuo humanos la presencia de la Gracia y del Pecado: cada hombre es a la vez un llamado y un alejado de Dios. Esta oposición dialéctica, propia de la revelación cristiana, hecha presente de manera crucial al interior del hombre, configura para éste y realiza en él la dramaticidad de la Hiistoria y la vida como combate por alcanzar la alianza con el destino que por Gracia le es ofrecido: Yahvé mismo en Cristo (5). Mediante la libertad sub¡etiva, vale decir mediante la conciencia, el hombre va optando y abriéndose camino al interior del Mysterium salutis o del Mysterium iniquitatis, cuya simultaneidad temporal la experiencia cristiana palpa y comprueba. En otras palabras: la posibilidad de aliarse con su destino de Gracia se le ofrece al hombre en el tiempo, en la Historia y precisamente en su dramaticidad. Por eso, la Historia viene a constituirse en el único lugar del diálogo Hombre-Dios, diálogo que inaugura y anticipa el centro mismo de su destino: la cercanía de Dios. La labor teológica en este caso consiste en subrayar y precisar en la estructura religiosa de La Tirana las actitudes frente a la Historia más sobresalientes que constituyen en los peregrinos encuentro con su verdadera meta y destino (Gracia), y las que impiden ese diálogo, cuyo acceso a ellos en iusticia le es debido (Pecado). Para ello, primero, estableceremos un diagnóstico sobre la percepción y compromiso con la Historia en los bailes, sirviéndonos de los tres tipos de conciencia que el método de Paulo Freire nos ofrece (6); segundo, a partir de este diagnóstico y las investigaciones de nuestro grupo, sacaremos algunas conclusiones iluminándolas con los te 0logúmenos Gracia-Pecado; tercero, presentaremos la noción de Pecado propia de La Tirana. (4) Pecado: 16-20; (5) (6) Jb 14,4; 7, 6; 8, Sal 51, 7; 15. Tinieblas: T. de Aquino, penitentes se Summa theol., puede entender ras y método en Principalmente crítica, 1969; Santiago Sobre la Suma en Mt 9, Chile, la acci6n teol6gica 1968; cultural, Lc 19, 12; 12, 10; 35. Jn 46; de santo de Tomás adultos: La educaci6n IClRA, Santiago crítica como de 8, 21; 16,9; Rm 5, 6s. Esclavitud: Rm 6, 6. 14, 4. 1-11, q. 85, a.5, ad 2. de todo hombre; para La alfabetizaci6n de 13; Jn 8, Si bien el texto la exégesis del de Aquino, de práctica Chile, Rialp, su visi6n de 1969. se refiere texto, Cf. Madrid Ingenua, la libertad, a los bautizados y G. Lafont, Estructu- 1964, p. 248. comprensi6n ICIRA, de su visi6n Santiago de Chile, LA ESCATOLOGIA. l. DE LOS BAII.ES DE LA TIRANA 139 DIFERENTESTIPOS DE CONCIENCIA FRENTEA LA HISTORIA EN LA TIRANA 1.1. La conciencia mágica contiene una concepción de la Historia como des- tino impuesto, que rige la vida del hombre sin que éste tenga un papel creativo y sonal. El hombre encerrado en la conciencia mágica busca lo maravilloso y per- sorpren- dente.. vive en función de valores que están fuera de sí mismo; no se toma a sí mismo como sujeto de la Historia sino como mero objeto; su praxis se caracteriza por la ausencia de compromiso. Quizás la soledad de las pampas nortinas, lo inhóspito de la naturaleza la dureza del trabajo en minas y puertos condicionan búsqueda de la felicidad do, estático y olvidado en la antropología dejándola inacabado y a medio camino, y a él, abisma- de gran parte de la Realidad; en todo caso, se descubre de La Tirana una marcada dosis de conciencia mágica. Para los peregrinos, por ejemplo, el e!e del mundo es la "tierra Tirana". La tierra que durante el año los soporta fatigados rruño "santo"; santa de La está en función del te- el tiempo que siempre los acompaña en sus trabajos está en función del J 6 de julio cada año. En otras palabras: a una sola tierra, de diálogo o en el hombre del norte su parcelan la epifanía de la divinidad no considerando todo tiempo con la divinidad y lugar como momentos y lugares (7). En los días de la fiesta todo lo que está en relación con ese espacio maravilloso y con la Chinita vale la pena, si bien no por sí mismo: así, Dios no interesa por Sí mismo sino porque tiene algo que ver con la Virgen; Cristo no es encontrado como Salvador de la humanidad entera sino simplemente como el "hijo" La Comunidad-Iglesia su jerarquía se relaciona no es percibida de María (8). en cuanto Comunidad con la custodia del templo "santo"; de salvación; la vida sacramental no les dice nada aunque la aceptan en algunos casos por imperativos tradicionales (9). La Virgen y el espacio prestigioso que preside permanece en una esfera distinta de la praxis cuotidiana, quedando los problemas íntimos y muchos momentos de la vida al margen de la influencia de la divinidad algunos peregrinos pagan año acostumbran a buscar su "medio pollo" En resumen, la antropología caracterizada (10). En los días de la fiesta, lo justo a sus reemplazantes en el trabajo; durante el (ll). de La Tirana presenta una conciencia mágica por ubicar en su centro el valor "la tierra de La Tirana es santa", valor que es compartido y manifestado a través de las categorías "manda", (7) Cf. CBT, Baile Chuncho, Segundo saludo, en Estrofa 11; Primera cesión, en Estrofa 1; Baile Español, Canción a la Virgen, Estrofa da, en Estrofa 11. 10FT, 3. 1. (B) Cf. 10FT 3.2.1 (9) Cf. 10FT, 2.2; "sacrifi- retirada, en Estrofa 11: Primera proVIII; Sociedad Los Huasos, Despedi- Y 3.2.2. 3.2.3. (10) Cf. EFT, Respuesta 16, alternativas a, d y f: la Virgen no castiga a los que toman lo ajeno (56%), ni á los que pegan a su esposa {70%l. ni a quienes engañan a su esposo {60%}. 10FT, 2.2; 3.1. (11) Cf. 10FT, 2.2. JULlAN RIQUELME, O. P. 140 cio" y "mérito" (12), pero que en definitiva ayudan a crear una indecisión frente al misterio de Cristo y sus implicaciones terrestres (13). l. 2. capacidad La conciencia de oplnlon se manifiesta por una actitud "amorfa" e in- del individuo de separarse del grupo y pensar por cuenta propia. La gente vive una situación, tiene conciencia de ella, pero es incapaz de tomar una postura crítica: "las cosas siempre han sido así y así tienen que seguir". Quien posee la conciencia de opinión expresa sólo un parecer o dictamen sobre realidades que no son incontrovertibles sino cuestionables; se caracteriza por un compromiso poco claro e indeciso frente a la Historia. Veamos casos concretos. La manera de encarar el conflicto del quiosco durante la fiesta demuestra a las claras un porcentaie bastante alto de conciencia de opinión en los bailes. Propiamente se trataba de la invasión del "tecnologismo" concretizada en un quiosco, devastando así la cosmovisión de los peregrinos, pero ellos no lo percibían cabalmente. Las opiniones estaban divididas: algunos lo consideraban un "adelanto" para el pueblo; otros, un estorbo a los bailes yola vista del templo; otros, una construcción para fines turístico-monetarios; la mayoría, un resultado de móviles políticos (14). Incomodidades en lo habitacional, dificultades en la adquisición del agua y esfuerzos considerables para mantener aseado el campamento, en una palabra, fal- (12) Manda: la 'manda', como forma primordial de relacionarse con la divinidad, surge en la vida diaria por la enfermedad de algún familiar o de ellos mismos, inestabilidad en el trabajo o deseo de un trabajo mejor, falta de armonía en la familia u otras situaciones problemáticas: todo ello es capaz de motivar plegarias y promesas a la Virgen. Pero hay casos en que la "manda" no surge por mo~ tivos s610 personales o familiares: en más de una ocasi6n un baile dedica su sacrificio para pedir misericordia por un pueblo del sur, que sufre a causa de los terremotos de 1960; se esperaba que la Virgen solucionara estos problemas. Con la ilmanda" los peregrinos sienten haber "cumplido" con la Virgen y con su religión católica. la "manda" es más que un mero propósito, es una pro mesa hecha a la Chinita de asumir el sacrificio que impone la subida a La Tirana u otro más definido,lo cual merece a su vez el favor de Virgen y la soluci6n de los problemas. De ahí que la "manda" esté ligada estrechamente a las nociones de l/sacrificio" y "mérito". Cf. CaT, Sociedad los Huasos, Segunda entrada, en Estribillo. EFT, Respuesta 9: el 61,7% de los bailarines viene a La Tirana para cumplir una "manda". 10FT, 2.2; 3.1. PRT, p. 57. J. Van Kessel, los bailes religiosos de Tarapacá y Antofagasta, FLACSO-ELAS,Santiago de Chile 1970, p. 273. Sacrificio: además de las molestias del viaje, se agregan en la misma Tirana incomodidades por cierta falta de organización, cansancio provocado por el bailar, ruptura de los horarios habituales porque hay que ir a participar. caminar I,ijos del pueblo para ciertas necesidades: en definitiva, la fiesta exige una fuerte dosis de "sacrificio", que consiste en una oblación que los peregrinos hacen de sus vidas, habi Iidades y tra jes, realizada en forma comunitaria por los bailes, con la cual oblaci6n, mediante el cansancio, ellos proclaman la santidad de la Chinita y el dominio de ella sobre sus vidas y problemas. Cf. (BT, Baile Español, Entrada en el templo, en Estrofa IV; Pieles Rojas del Carmen, Segunda entrada, en 4 w Estrofa IV. 10FT, 1.3. 1; 3. 1. Mérito: pareciera existir la convicción de que a mayor sacrificio, corresponde también mayor "mé_ rito" o valor para lograr la soluci6n de los problemas. Y no s610 los problemas, sino también la amistad de la divinidad, pues más de un peregrino opinaba que aunque la Virgen no cumpla no hay que perder la fe en ella; si no cumpli6 "por algo será". El "mérito" aparece, así, como algo propio que los peregrinos adquieren mediante el sacrificio de la manda, y que a la vez los hace dignos de que la Chinita les solucione los problemas y les brinde su protecci6n y amistad. Cf. CBT, Baile Chuncho, Primera retirada, en Estrofa 11. 10FT, 3.1. (13) (14) Cf. 10FT, 3.2.1. (f. 10FT, 4.2. LA ESCATOLOGIA DE LOS BAILES DE LA TIRANA ta de organizaclon, podría 141 estimular a una reacclon humanamente acertada, lo cual no sucede (15). Por ejemplo, al interrogarles "si hubiera un fondo de un millón de escudos disponibles para el santuario, ¿cómo quisieran ustedes que se invirtiera ese dinero?", la mayoría (42,8%) servicios médicos, higiene yagua respondió: "50% potable" para el templo y 50% para (16). Al respecto conviene notar que en este caso la conciencia de opinión se encuentra influenciada por la conciencia mágica, ya que esta falta de organización en parte la interpretan al interior de la categoda "sacrificio", fuertemente vivida por los peregrinos: es necesario sacrificarse por la Chinita, de lo contrario la fiesta no tendría mérito (17). El mismo tipo de conciencia encontramos frente a la no adaptada organiza- ción de la Iglesia-Institución en lo economlCO, pues sólo circulan entre los grupos diferentes opiniones con el fin de superar el malestar existente, quizás por falta de información (18). Por consiguiente, se vive una abultada conciencia de opinión, causada en parte por la conciencia mágica, situando así a La Tirana en una indiferencia e indecisión ante la Historia. ~. 3. Se habla de conciencia crítica cuando el hombre, después de descubrir la situaciór. en la cual vive, es capaz de criticarla y hacer algo por cambiarla. Es de- cir, esto conciencia descubre, discierne y juzga las contradicciones de la Historia y se compromete en ella con el fin de superarlas. Inesperadamente nos sorprende La Tirana por su fuerte conciencia crítica. Poseen, en efecto, los bailes una clara idea de "clase" o de grupo de trabajo, dentro del cual saben luchar por sus intereses y bienestar; ven en estos grupos laborales sus propios intereses. Esta conciencia de clase, fuertemente desarrollada, se vincula estrechamente con la fiesta religiosa: la gente siente que la fiesta es una celebración de ellos, ellos la organizan, la viven y la sienten; para ellos los ricos vienen sólo a mirar como turistas o a criticar o a hacer negocios. Los peregrinos, por lo menos durante la fiesta, proclaman preferir el valor religioso al valor monetario (19). Es de notar que incluso cuando los conflictos laborales provocaron escasez y baja calidad en las condiciones alimenticias, como se descubrió en algunos casos, esto no impidió que las familias obreras afectadas dejaran de venir y participar en su fiesta de La Tirana (20). En realidad, esta conciencia crítica en ellos se caracteriza por concebir la Historia con una contradicción inherente polarizada por el mundo de los ricos y el mundo de los pobres. Esta misma conciencia de clase trabajadora actúa frente a cierta prensa san· tiaguina, parcial e injusta en la apreciación de la fiesta, porque los peregrinos, ade· (15) (16) (17) (18) (19) (20) Cf. 10FT. 1.2; 1.3.1; 2.2. Cf. EFT, Respuesta 12. Cf. SBT, Baile Chuncho, Primera entrada, en Estrofa l. 10FT, 3. 1. Cf. 10FT, 3.2.3; 4.1. Cf. EFT, Respuesta 3: labores de casa y obrero son las ocupaciones pp. 10, 13, 21, 41, 42, 75. Cf. 10FT, 1.2. que sobresalen. 10FT, 2.1. PRT, 142 JULlAN más de ser gente bien informada RIQUELME, O. P. por la prensa y radio de los acontecimientos de Chile y del mundo, que emplea el lenguaje con soltura (21), comprometen ellos una acción centrada en un intento de mutua comprensión con los turistas, como método para disipar malentendidos en torno a la celebración: desean que vengan para que conozcan los bailes, sepan el gran sacrificio que significan y se den cuenta que no se trata de algo folklórico ni pagano sino de actos verdaderamente religiosos (22). Notamos también cómo esta conciencia crítica, si bien en este caso unida a la mágica, enfrentó eventuales abusos en la política de partidos del país. Al respecto, es significativa partidarios, la indignación general que hubo, incluso por parte ante la imprevista visita del candidato comitiva y destacamento de carabineros. presidencial de sus independiente con La gente no se oponía a que él viniera sino a la forma cómo venía. Esto, sumado a la actitud de evitar temas políticos y, cuando se tocaban, hacerlo con bastante respeto y sin apasionamiento opiniones contrarias, manifiesta claramente el valor compartido frente a las entre los peregrinos de una Tirana como lugar donde hay que construir la unidad y extirpar, por tanto, todo lo que provoque divisiones: si la política divide, la política está profanando La Tirana (23). En resumen: si bien en La Tirana se manifiesta una conciencia mágica en la relación vertical hombre-divinidad, en el sentido que no se la cuestiona, se mani- fiesta también una conciencia crítica en la relación horizontal bos tipos de conciencia paralizan hombre-hombre. Am- a La Tirana en una generalizada conciencia de opinión ante la Realidad. 2. LA ACTITUD DE LA TIRANA ANTE LA HISTORIA, LEIDA A LA LUZ DE LOS TEOLOGUMENOS GRACIA - PECADO 2. l. Después de nuestras investigaciones hemos llegado a esta paradójica sión: los peregrinos se desenvuelven al interior cual, interpretado conclu- de una conciencia de opinión. desde los teologúmenos Gracia-Pecado, significa Lo que La Tirana vive una indiferencia o indecisión ante la Historia, es decir, manifiesta una ausencia de compromiso claro con la Gracia; esta indecisión, en sentido bíblico, es un estado anterior a la conversión y, por tanto, un estado de esclavitud, pues la Historia no tiene espectadores sino actores, querámoslo o no (24). Podría entonces preguntarse, ¿son libres o no los peregrinos en este tipo de conciencia? Hay que distinguir: en casos particulares, el hombre de La Tirana puede ser libre en esta situación en cuanto que la supera o la profundiza en el momento en que se le ofrece la posibilidad de una conversión a la Historia y, en ella, a su valor de plenitud, el Evangelio; glo(21) (22) (23) (24) !¡! Cf. Cf. Cf. Rm 10FT, 10FT, 10FT, 3, 10. 1. 1.3. 3.2.4. 1. 1. 4; 3. 1. 19. 23; 6, 6. 16-20; 7,6; 8, 15. 143 LA ESCATOLOGIA DE LOS BAILES RELIGIOSOS DE LA TIRANA balmente, los peregrinos no son libres en relación a este tipo de esclavitud, puesto que decidirse libre y absolutamente por quedarse alejado de la Historia no es en modo alguno más sencillo que decidirse libre y absolutamente por acercarse a ella asumiéndola. 2. 2. Esta generalizada conciencia de oplnlon se sostiene en un dualismo radical más hondo, del cual la conciencia de opinión es sólo punto de confluencia y resultante. En efecto, esta antropología vive un dualismo radical polarizado por una conciencia (mágica) de la santidad de la tierra de La Tirana y por una conciencia (crítica) de clase trabajadora. Así, por e¡emplo, frente a la falta que, como hemos dicho, incluye incomodidades en lo habitacional, de organizaci6n, en laadquisici6n del agua y en lo higiénico, la conciencia religiosa dice: "La Tirana nos exige sacrificio; de lo contrario no habría mérito" y, por su parte, la conciencia crítica exclama: "La Tirana es una fiesta de nosotros los obreros" Gracia-Pecado este dualismo radical ducida y dramática quiebra (25). Desde el punto de vista de constituye globalmente antropológica que la Gracia una inconciliada, irre- respeta y desea superar exigiendo de antemano a La Tirana su obediencia a la Historia, mediante una conversión a la conciencia crítica. La no-respuesta a la exigencia, sería para La Tirana detener el proceso que la puede llevar al diálogo Dios-Hombre, pues se habría cerrado a o pretendido domesticar la Gracia, prefiriendo la permanencia carcelaria de la lejanía de Dios. 2. 3. Este dualismo radical tra enmarcado latente en la conciencia de oplnlon además se encuen- en una curiosa cosmovisión. Por un lado, los peregrinos confiesan "la tierra de La Tirana es santa", el eje del mundo y el 16 de julio el centro del tiempo (elemento religioso) (26); por otro lado, la Historia, para ellos, contiene la contradicci6n de dos mundos: el mundo de los ricos y el mundo de los trabajadores, su mundo (elemento profano) (27). No se puede decir que el elemento religioso sea totalmente la clave de intel-pretación y superación de las contradicciones descubiertas en el elemento profano, pues consideran a la fiesta de La Tirana como una fiesta religiosa de trabajadores: es una eclosión religiosa del mundo obrero y, den- tro de la vida obrera, este elemento religioso sí manifiesta índice de ser clave de solución y superaci6n, pero no de la contradicción más radical. En la óptica de Gracia-Pecado que ni el elemento religioso ni el profano ricos-pobres ni tampoco de otra leemos una cosmovisi6n inacabado, alcanzan ya plenamente a la fe, elemento de comuni6n con el misterio de salvaci6n. Vamos a explicar esto más detenida- mente. (25) Cf. (26) Cf. CBT, Baile Chuncho, Segundo saludo, en Estrofa IV; Primera retirada, en Estrofas I y 11; Primera procesión, en Estrofa 111; Canto Dieciséis de julio, Estrofa VI; Adoración, en Estrofa 11; De.pedida, en Estrofa VII; Baile Español, en Estrofas I y VI; Saludo, en Estrofa V; Sociedad Los Huasos, Despedida, en Estrofas II Y V; Pieles Roja. del Carmen, Primera entrada, en Estrofas I y 11. 10FT, 3.1: Cf. 10FT, 2.1. (27) 10FT, 1.2; 1.3.1; 3.1; 2.1. 144 JULlAN RIQUELME, O. P. En cuanto al elemento religioso, es decir, la afirmación de la santidad de la tierra de La Tirana con sus implicaciones éticas de mandas, sacrificios y méritos, etc. Al respecto suponemos, y con causas justificadas, que los peregrinos en la búsqueda de su felicidad nidad, operante y cimentación existencial última descubren la "fuerza" en el seno de la Historia, que conforma Historia y le impone una finalidad a ese sentimiento de indigencia positiva, fuerza que es la respuesta adecuada e insuficiencia que caracteriza riosa, y la descubren además como "eterna", caducidad de la divi- y modela a la misma su existencia labo- esto es, como viniendo de fuera de la del tiempo que pasa, y, porque se dan cuenta que es algo o alguien que domina la Historia y la cubre de un extremo al otro: descubrir a la Chinita es, a nuestros ojos/ recibir una "predicación "fuerza eterna", gimiente" del Reino en ellos. Aceptada esa consecuentemente los peregrinos aceptan el "señorío de la divini- dad", se apoyan en ella, realizando así un acto de "fe inicial". cación gimiente" ni esa "fe inicial" alcanzan plenamente Pero ni esa "predi- a apoderarse gelio. Son sí tendencia les a él: esta búsqueda "a tientas" del Evan- (28) del Dios vivo da cierta seguridad, porque es religiosa, pero no da libertad, porque no es fe (29). Estos obreros, entonces, a través de su religiosidad Gracia, tomada propia en sentido preciso, permaneciendo no se encuentran con la aún cerrados ante el misterio de salvación. En cuanto al elemento profano y su relación a Gracia-Pecado. Es verdad que la conciencia de clase trabajadora no es otra cosa en los peregrinos que saberse una comunidad de un tipo de trabajo (30), y es verdad también que la contradic- ción ricos-pobres es una resultante socioeconómica del misterio del Pecado. La cosmovisión de La Tirana no alcanza a relacionar con la realidad conscientemente esta contradicción del Pecado: si bien los peregrinos militan en muchos casos por su superación, no perciben que en su misma militancia están optando por la Gracia, permaneciendo así cerrados a la honda seriedad de la Historia y restándole fuerza a su compromiso. De todos modos, cuando esta cosmovisión se actualiza en actitudes históricas se encuentra más con la Gracia a través de la conciencia de clase trabajadora que a través de la conciencia religiosa, porque el Evangelio así lo juz- ga (31) y porque el elemento religioso, en el caso de La Tirana al menos, no puede ser separado sino que debe ser incluido en su profana conciencia crftica. 3. ALGO SOBRE LA NOCION DE PECADO EN LA TIRANA Finalmente es forzoso ver cuál es la noción de Pecado propia de La Tirana. En realidad (28) (29) :i (30) (31) la confesión sacramental carece de sentido para ellos; piensan que Act. 17, 27. Es el valor que el apóstol Pablo reconoce en la religiosidad en la Carta a los Romanos, 1, 19-20; 2, 13-15. Cf. J. M. González Ruiz, El Evangelio de Pablo, ed. Atenas, Madrid 1963, pp. 129-132. Cf. M.-D. Chenu, o.p., Pour une Ihéologie du Iravall, Ed. dv Seuil, París 1965, pp. 22-23. Mt 25, 31-40. LA ESCATOLOGIA DE LOS BAILES RELIGIOSOS DE LA TIRANA 145 frente a un ser igual a uno no se puede manifestar la conciencia íntima (32). Sin embargo, parece que los peregrinos tienen conciencia de la existencia del Pecado; ellos se consideran pecadores y así lo cantan: "De lejas tierras venimos a saludarte, gran Señora, de los pecadores Madre, oh, divina gran Pastora" (33). Lo difícil es precisar qué tipo de situaciones de Pecado percibe la conciencia de La Tirana. A partir de los datos que poseemos se viene imponiendo la siguiente conclusión: los bailes poseen una noción ambigua de Pecado y otra más definida, ligada a la santidad de la tierra de La Tirana. 3. J. Noción ambigua de Pecado. como mancha originada A veces se manifiesta el concepto de Pecado por el "pecado de Adán", heredado por todos los hombres, que los hace pecadores y, por tanto, merecedores de los castigos de la divinidad. Las canciones aluden a la historia de Adán: "Contempla, alma mía, el Juicio final, donde damos cuenta los hi¡os de Adán" (34). Este pecado, según los cancioneros, ha provocado una ruptura con la divinidad manchando a los hombres, pero la Chinita nació pura, sin esa mancha (35). Por eso los peregrinos, pobres pecadores e indignos de acercarse a ella, le piden, en una actitud de humildad, que con su amor baje a rescatarlos: "Del cielo a la tierra báiate, Señora, de los pecadores buena Pastora" (36). "Líbranos, Virgen del Carmen, del pecado original" Los textos anteriores podrían (37). llevar al teólogo a sostener: luego en La Ti- rana se tiene conciencia clara, como la tuvieron los profetas en el Antiguo Testamento, de que todos somos pecadores ante la divinidad (38). Esta conclusión nos Cf. CBT, Baile Chuncho, Primer saludo, en Estribillo y Estrofa V; Tercer saludo, en Estrofa V; Pri· mera retirada, en Estrofas IV y V; Baile Español, Entrada en el templo, en Estrofa 11; Sociedad Los Huasos, Retirada del templo, en Bendición; Despedida, en Estrofa IV y Bendición; Pieles Rojas del Carmen, Retirada, en Bendición. 10FT, 2.2. (33) CBT, Baile Chuncho, Segundo saludo, en Estrofa 11; Cf. también Primera entrada, en Estribillo y Estrofa 11; Baile Español, Entrada en el templo, en Estrofa 11; Canción a la Virgen, en Estrofa VI; Sociedad Los Huasos, Procesión, en Estrofa 111. (34) CBT, Gitanos de Iquique, Segundo saludo, en Estrofa IV. (35) CBT, Sociedad Los Huasos, Segunda entrada, en Bendición: "Madre mía del Carmelo, / sin mancha en tu concepción". (36) CBT, Gitanos de ¡quique, Despedida, en Estrofa 11. (37) CBr, Baile Chuncho, Primer saludo, en Estribillo. (38) Jer 3, 25; 7, 25-26; 14, 20¡ E~ 14, 12-23¡ Dn 9, 8. (32) 146 JULlAN RIQUELME, O. P. parece sacada con excesiva rapidez. Los cancioneros no pueden ser el criterio definitivo para medir la conciencia de Pecado que los bailes poseen. Es cierto que las canciones son antiquísimas, pero no es menos cierto que han sufrido un desgaste textual y un distanciamiento de la actual mentalidad de los peregrinos. En efecto, se dan casos en que, sea por la sencillez de la gente o por defectos en la tradición oral o por transcripciones erradas, la eiecución de los textos manifiesta expresiones incoherentes al oído de un teólogo, que al oído del peregrino no parecen inquie- tar (39); esto demuestra además que muchos contenidos de las canciones no interpretan el actual sentir de los bailes, entre los cuales incluimos su conciencia del Pecado. Los cancioneros, pues, sirven para descubrir la espiritualidad po y el tipo de evangelización en los momentos de la primitiva de cada gru- redacción, pero no para extraer una noción de Pecado profesada en nuestros días por La Tirana (40). No olvidemos que los bailes permanecieron mucho tiempo ajenos a una real evangelización. Por otra parte, los peregrinos nombran también pecados como no ir a misa, etc., pero esto es debido al contacto con la Predicación y Catequesis más actuales; decimos "nombran pecados" ya que ellos no parecen muy convencidos, como lo demuestran las encuestas, sino que sólo los mencionan porque lo dicen los sacerdotes y los catequistas de sus hijos (41). Noción mós precisa de Pecado. 3 2. Esta noclon no se relaciona directamente ni con Dios ni con el misterio de Cristo, sino con el espacio maravilloso que, como hemos dicho, para ellos constituye La Tirana (42). "Tierra santa" es La Tirana porque es el lugar donde la Virgen se manifiesta (43). En el centro de ese paraíso está la Chinita. Ella aparece como la persona con quien se puede incluso conversar y a quien se puede recurrir en cualquier momento; es una madre a quien puede acudir cualquiera; basta tener fe en ella; está cerca del pecador, suele castigar a los hombres y a veces duramente, pero no pOI' eso hay que dejar de reconocerla como (39) CBT, Baile Chuncho, Primera retirada, en Estrofa V: "Ya hemos logrado / de tu perdón, / contentos y alegres / ya nos retiramos"; Baile Español, Saludo, en Estrofa IV: "Hoy que es tu dia, Señora, / te admiramos con amor / porque en ti, Madre, veíamos / nuestra Madre salvación"; Canción a la Virgen, en Estrofa IV: "llegamos, Señora, / de leios lugares / adorar tu fiesta / en nuestros altares"; Despedida, en Estrofa 1: "De tu centenario santo / ya llegó el último dia, / con el corazón me aparto / de tu templo, Madre mía"; Sociedad Los Huasos, Segunda entrada, eh Estrofa 1: "Oh Virgen de La Tirana, / guíanos al dentrar, / que aquí vienen tus huasitos / para poderte adorar", y en Estrofa 111:"María mía del Señor / con fe y todopoderosa / aquí vienen tus huasitos / porque tú eres milagrosa"; Entrada al templn, en Estrofa 111:"(Virgen,) Oh refugio universal, / oh belleza peregrina, / soy del alma medicina, / soy de toda enfermedad". (40) Enefecto, cada baile ha adaptado los cancioneros o ha creado nuevas canciones a fin de introducir la espiritualidad que los identifica ante la ehinita. (41) ef. (42) La imagen que los peregrinos tienen de Dios es la de un ser lejano e inaccesible, que se preocupa de los hombres y es misericordioso con el pecador, pero esto último no está tan vivo y alertante a sus conciencias: Cf. 10FT, 3.2. 1. Por otra parte, existe un desconocimiento de quién es Jesucristo, generalizándose más la idea de que se trata del "hijo" de María: ef. 10FT, 3.2.2. Ver nota 26. (43) EFT, Respuesta 16, alternativas a, d y f. LA ESCATOLOGIA DE LOS BAILES RELIGIOSOS DE LA TIRANA 147 Madre de misericordia, dado que siempre estó dispuesta a perdonar; es la razón de por qué se recurre a ella especialmente en los momentos de angustia y sufrimiento: "la Chinita siempre escucha" (44). Esto supuesto, podemos ya afirmar que la noción más precisa del Pecado, que los bailes tienen, es la de acto o expresi6n humana que profana la "santidad de la tierra" Chinita (45). Es una noción ético-religiosa mo en la revelación iudeo-cristiana. de La Tirana y la imagen de la de Pecado y no histórico-escatológica De ahí que, para los peregrinos, profana lugar la presencia de la política de partidos del país y causan indignación coel ciertas acciones reñidas con la santidad del lugar en que se encuentran (4ó). De ahí también que no consideren falta domesticar la ¡usticia frente al compañero de trabajo durante el año, pero sí durante los días de la fiesta (47); ni duden un solo momento en proclamar virtud el faenar 45 tambores más de los 25 permitidos por la Oficina o Empresa a fin de techar sus locales en La Tirana (48); ni piensan, por lo general, que haya pecado en el adulterio o en pegarle a la esposa (49). La existencia de esta noción más precisa de Pecado la confirma el hecho de que el baile religioso, fuente de sociabilidad, viene a ser para los peregrinos el lugar de la penitencia (50): allí se sienten satisfechos después de expresar comunitariamente su arrepentimiento a la Virgen e implorarle su perdón: "Echonas, Señora, tu gran bendición, yo te ofrezco mis pecados, alma, vida y corazón" (51). "Oh, gloriosa, Madre mía, échanos tu bendición a tu baile de chunchitos, que implora de vos el perdón" (52). Coexisten, pues, en La Tirana dos nociones de Pecado: una más subterránea y otra más a la superficie de la conciencia: la primera, vestigio de la Predicación y Catequesis que antaño los bailes recibieron; la segunda, religiosa, que es uno de los resultados éticos de la búsqueda de felicidad y cimentación existencial última, que los obreros peregrinos del norte de Chile emprenden y afirman encontrar en La Tirana. (44) (45) (46) (47) (48) (49) (50) (51) (52) CI. prácticamente todos los CBT. 10FT, 2.2; 3.2.3. CI. 10FT, 3.1. Ver nota anterior. CI. 10FT. 2.2. CI. 10FT. 2.2. CI. EFT. Respuesta 16. alternativas a, d y f. 10FT, 2.2. CI. 10FT, 2.2.; 2.3. Es interesante notar que la vestición como un compromiso para el peregrino (10FT, 2.3). CBT, Gitanos de Iquique. Despedida, en Bendición. CBT, Baile Chuncho, Tercer saludo, en Bendición. Este tipo del traje de súplica votivo del es común baile trae a todos algo asl los bailes.