escuela peripatética de la economía

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ESCUELA PERIPATÉTICA DE
LA ECONOMÍA
Jorge Isauro Rionda Ramírez
La escuela peripatética (siglo IV a C.), corresponde al liceo
que funda Aristóteles (Filipo de Macedonia) en Atenas al
arribar a trono Alejandro Magno (su estudiante putativo).
De aquí las primeras lecciones sobre economía, palabra
misma que usa Aristóteles para referirse a la
administración de la casa, aunque sus lecciones al respecto
del valor, el dinero y el interés también le hacen nombrarla
como crematística (que no es un término propio sino de
Tales de Mileto relativa a la posesión de la riqueza).
La crematística es en sí el saber al respecto de cómo lograr
la usura en el comercio, y con ello riqueza, cuestión que
tanto Platón como su alumno Aristóteles condenan al
considerarle contra natura, puesto que no proviene del
esfuerzo propio (trabajo). Concepto posteriormente
retomado en el mundo cristiano para justificar la
reprobación de la avaricia como pecado capital.
Tomás de Aquino (santo), en el siglo XIV, término del
orden cristiano católico conocido como el Medioevo o
feudalismo, rescata del pensamiento heleno la tesis de
Aristóteles (384-322ac) de la purificación que mediante
potencia en que cambia las cosas, llevan como sinergia a un estrato de acto puro con
que se identifica a Dios, lo absoluto. Del pensamiento de Aristóteles, el pensamiento
cristiano católico toma la visión de la sinergia en que se sucede la potencia o cambio de
las cosas. Por ello, se tiene que todo tiende a mejorar siempre. Aspecto de singular
interés para el mundo occidental, en especial para pensadores en materia económica
(crematística). Las orientaciones iniciales van hacia cuestiones axiológicas, del valor de
los minerales preciosos (bimetálico: oro y plata) y algo novedoso para el pensamiento
de herencia medieval: el interés y la usura mediante el comercio, cuestión que toca de
forma crítica al pecado capital de la avaricia. En el pensamiento aristotélico la usura
está condenada éticamente, cuestión que Agustín de Hipona (santo), desde el siglo IV d.
C. reconcibe para fundamentar el pecado capital de la avaricia (usura).
De Aristóteles se hereda el enfoque relativo a la familia y a la empresa. Concibe que el
trabajo es la fuente del valor de las cosas, observa que las cosas por su valor son sujetas
de intercambio (valor de cambio), y que la última posibilidad de uso de una cosa para la
persona es su posibilidad de intercambio por otro valor de uso distinto pero equivalente
en valor. Habla del valor del dinero y de la acumulación de la riqueza. Es el primero en
distinguir las funciones del dinero como medio de cambio y unidad de medida de los
intercambios.
Del Dios trascendente del pensamiento filosófico clásico (Sócrates, Platón y Aristóteles)
parte el fundamento de los derechos naturales, puesto que si Dios reina, mas no
gobierna, entonces el Hombre es un ente libre de su albedrío, lo que es el principal
derecho natural, y del cual derivan otros dos, el de la propiedad y el de la herencia
(posteriormente rescatado en el pensamiento del empirista inglés John Locke).
Juan Carlos Martínez Coll, economista español contemporáneo, considera que “La
importancia que podemos dar a Aristóteles en el pensamiento económico se debe
exclusivamente a la influencia que ejerció sobre los pensadores islámicos y de la
Escuela de Salamanca, que construyeron su pensamiento y sus análisis apoyándose
explícitamente en el pensamiento aristotélico….”
FUENTE:
Biblioteca Multimedia Eumed (eumed.net) www.eumed.net Consultada el 28 de febrero
de 2010.
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