Caso HM

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NEUROCIENCIAS
NUCLEO 2: ESTRUCTURA Y FUNCION
CASO CLÍNICO: CASO HM
Milner describió un caso (1966), de un joven de 27 años, operario, en quien
Scoville reseccionó las partes mediales de ambos lóbulos temporales para el
tratamiento de la epilepsia rebelde que tenía desde los 10 años de edad y que
no se podía controlar con drogas lo que le incapacitaba totalmente. No se supo
la causa de la epilepsia pero podría haber estado relacionada con un trauma de
cráneo que sufrió a los 9 años, al caer de su bicicleta perdiendo la conciencia
por 5 minutos. Se le practicó una incisión de 8 cm de longitud del lóbulo
temporal medio, incluyendo la corteza, la amígdala subyacente y los dos
tercios anteriores del hipocampo, en un intento desesperado por resolver su
epilepsia. Se le quitó el hipocampo junto con una pequeña área medial del
lóbulo temporal de ambos lados. Poco después desaparecieron los problemas
epilépticos, su coeficiente intelectual (CI) mejoro de 104 a 118 pero no era
capaz de aprender cosas nuevas.
Así describían su vida: Durante las tres noches que paso en la el hospital
(Clinical Research Center), el paciente llamó a la enfermera nocturna y le
preguntó, después de muchas disculpas, si le podía decir donde estaba y como
había llegado allí. Se daba cuenta perfectamente que estaba en un hospital,
pero no era capaz de reconstruir ninguno de los acontecimientos del día
anterior. En otra ocasión hizo la siguiente observación: Todos los días son
únicos en sí mismos, igual que cualquier alegría o tristeza que pueda tener. A
menudo hacía descripciones de su propio estado, diciendo que era como
pasear por un sueño. Su experiencia parecía ser la de una persona que
comienza a darse cuenta de lo que la rodea, sin llegar a comprender totalmente
la información, porque no recuerda lo que acaba de ocurrir.
Desde la cirugía este hombre ha presentado una pérdida grave de la capacidad
de establecer nuevas huellas de memoria. Tiene un trastorno de memoria casi
completo para todas los acontecimientos y experiencias posteriores a la lesión.
Vive enteramente con recuerdos a corto plazo de unos pocos segundos de
duración y con los recuerdos que conserva de antes de la operación. “Su
madre observa que hace el mismo rompecabezas, día tras día, sin mostrar
ningún efecto debido a la práctica y que lee las mismas revistas una y otra vez
sin encontrar nunca familiares sus contenidos. El mismo olvido se aplica a las
personas que ha conocido después de la operación, incluyendo a los vecinos
que han visitado regularmente la casa en los últimos 6 años. No ha aprendido
sus nombres y no reconoce a ninguno de ellos si los encuentra en la calle. Su
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reacción emocional inicial puede ser intensa, pero será de corta duración, ya
que el incidente que la provoca se olvida pronto. Así, cuando se le informó de
la muerte de su tío, al que se hallaba muy apegado, se puso muy mal, aunque
enseguida pareció olvidar todo el asunto y de vez en cuando, más adelante,
preguntaba cuando iba a venir a visitarles su tío; cada vez que oía de nuevo la
noticia de su muerte, mostraba los mismos síntomas de intensa consternación,
sin la menor sombra de habituación.
El único modo en que este paciente puede mantener información nueva es por
repetición verbal continua, produciéndose el olvido tan pronto como esa
repetición se ve interrumpida por alguna actividad nueva que llame su
atención. Al pedirle que se aprendiera el número 584 pudo repetirlo
inmediatamente después durante varios minutos. Sin embargo olvidó el
número cuando se distrajo momentáneamente. Tenía grandes problemas de
memoria espacial: al trasladarse a una nueva casa, le llevó casi un año
aprender el camino para ir a ella.
Cuando realizaba las pruebas neuropsicológicas, levantaba la vista
repentinamente y decía con cierta ansiedad: “Me pregunto en este momento si
he hecho o he dicho algo mal. Sabe Ud.? En este momento lo tengo todo claro,
pero qué ha ocurrido inmediatamente antes? Eso es lo que me preocupa. Es
como el despertar de un sueño: simplemente no recuerdo.
HM mantenía intacta la comprensión del lenguaje. No podía describir su
trabajo en el centro de rehabilitación estatal (Colocar encendedores en cajas de
cartulina), aun de después de 6 meses de dedicación diaria. Sin embargo llegó
a ser “vagamente consciente” de la muerte de su padre y del asesinato del
Presidente Kennedy. H M no mejoró su memoria con el paso del tiempo,
aunque podía realizar solamente aprendizajes motores. Por ejemplo aprendió a
remarcar las líneas del contorno de una estrella mientras miraba su mano y la
estrella en un espejo al igual que los sujetos normales cuando aprenden esta
tarea. Inicialmente cometió muchos errores que corrigió después de varios
días de práctica. La memoria a corto plazo estaba intacta al igual que la
memoria del pasado y de la infancia. La cirugía le produjo además una
amnesia retrógrada parcial que afectaba los recuerdos de los años previos a la
intervención. HM sigue vivo y la Dra. Brenda Milner ha trabajo cerca de 40
años con este paciente en el Instituto neurológico de Montreal y ha tenido que
presentarse cada vez que se han encontrado. HM siempre se pone una edad
inferior a la que tiene y no se reconoce en una fotografía reciente de sí mismo.
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