5.2. Terapia ocupacional

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importante conseguir en la posición de sedestación una potente reacción de enderezamiento del tronco que evite el hundimiento o desplome del mismo. Así mismo hay que
evitar actitudes viciosas en el sueño.
Se deben realizar ejercicios de reptación y volteo dirigidos, consiguiendo una buena
tonificación, independencia de los movimientos de cintura escapular y pelviana y potenciar y resistir los movimientos de torsión del tronco para aumentar la estabilidad del
mismo.
Aunque el niño no tenga adquirida una sedestación completa, hay que insistir en los
ejercicios.
Es de vital importancia la realización de una reeducación propioceptiva precoz
mediante la corrección postural y los ejercicios evocados.
Cuando el niño inicia la marcha es el momento álgido para la escoliosis, la realización de los ejercicios debe ser intensificada en su domicilio y con los profesionales.
Si la escoliosis está estructurada y precisa contención con ortesis deben seguir realizándose los ejercicios.
5.2. Terapia ocupacional
La terapia ocupacional es un tratamiento cuyo objetivo es la reinserción del minusválido en los ámbitos personal, profesional y social, mediante el aprendizaje de actividades dirigidas a mejorar o suplir la función deteriorada.
Para lograr sus objetivos en muchas ocasiones precisa de dispositivos que facilitan
esa función, son las denominadas “Ayudas Técnicas”.
Su campo de actuación es amplio y diverso:
— Restablecer la función física, motricidad fina, potenciación muscular, coordinación
visomanual.
— Autonomía de las actividades de la vida diaria (A.V.D.), es decir, en el conjunto
de actividades usuales que desarrollamos a diario, entre otras levantarse de la cama,
aseo, desvestirse/vestirse, calzado, alimentación, desplazamiento, y desempeño de una
actividad laboral, escolar, etc.,
— Ergonomía, es decir, estudio de la economía articular en el desempeño de determinadas funciones como son coger peso, trasladar objetos, actitud en la cama, sentado,
escribiendo, etc.,
Adaptaciones en distintos ambientes, colegios, trabajos, domicilios, etc.
Para cada una de estas actividades nos vamos a encontrar ayudas técnicas diferentes, las cuales deben ser resistentes, duraderas en el tiempo, de fácil colocación y manejo, y seguras.
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La terapia ocupacional en niños y adultos con SWP está encaminada a conseguir:
• Tonificación muscular.
• Utilización de los miembros superiores como control y soporte postural.
• Mejora en el equilibrio y la coordinación ojo-mano.
• Potenciación de la motricidad fina y el uso de la pinza término-terminal.
• Integración bilateral de los miembros superiores.
• Potenciar la capacidad de aprendizaje, trabajo y atención.
• Desarrollar la autonomía personal.
• Modificación de posturas viciosas, con implantación de una ergonomía en el estudio y A.V.D.
• Aprendizaje en el uso y manejo de ayudas técnicas si lo precisa.
Para ello se realizan sesiones de tratamiento individuales en el caso de niños pequeños o con retardo psicomotor, el método terapéutico más utilizado es el de Bobath.
En colaboración con el logopeda y el fisioterapeuta, trabajarán conjuntamente, pero
cada uno desde su perspectiva, cada uno de los objetivos.
Con respecto a la ergonomía comentar que es una ciencia novedosa, con apenas
30 años, pero muy útil para la sociedad y que valora entre otros aspectos:
— Con relación a las dependencias utilizadas por pacientes:
• anchura de los espacios
• desniveles con escalones
• lavabos, duchas, servicios, etc.
• puertas que se abren en sentido contrario
— Con respecto al paciente:
• la altura de la cama (si ésta es muy baja sufre más la columna del cuidador)
• la localización de la cama o la silla (si está pegada a la pared es más difícil su
acceso)
• mención aparte tiene por su importancia la temperatura
Otra de las facetas primordiales de la ergonomía es la de definir cómo realizar determinadas tareas, como por ejemplo, coger peso para prevenir problemas de columna.
Los afectados con SPW deben seguir estrictamente estas normas de conducta, enseñadas por los terapeutas ocupacionales:
1. Mantener los pies separados, uno al lado del objeto o de la persona a coger y
otro por detrás.
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2. Mantener la espalda recta, casi vertical.
3. Hundir la barbilla en el pecho.
4. Coger el objeto con toda la mano, no con los dedos.
5. Mantener los codos y los brazos pegados al cuerpo.
6. Descargar el peso del cuerpo directamente en los pies.
Los pies deben estar separados, la espalda debe estar recta con los miembros inferiores
en cuclillas, se debe espirar en el momento de iniciar el esfuerzo, de esta manera disminuirá la presión sobre las vísceras abdominales y evitamos la formación de hernias. La barbilla
estará hundida en el pecho para que la columna cervical siga al resto de la espalda. La
mano abierta pues muchas veces los dedos no tienen la fuerza necesaria para asir los codos
y los brazos pegados al cuerpo, ya que, son los más potentes y además dan estabilidad.
Por último, el peso del cuerpo debe de recaer directamente sobre los pies y así se
consigue un mayor impulso y mejor equilibrio.
El impulso lo da el pie colocado detrás.
5.3. Tratamiento de las deformidades
La deformidad más típica de los niños con SPW es la escoliosis, la instauración de
un tratamiento fisioterápico precoz y de unas medidas posturales adecuadas encaminadas a disminuir la progresión de la curva no siempre son exitosas.
Todos los autores concluyen que curvas menores de 20º, si bien no precisan en condiciones normales un tratamiento específico, en estos niños además de las medidas higiénico-posturales, se instaurará un tratamiento cinesiterápico con concienciación de la postura y ejercicios de autocorrección y tonificadores de la musculatura paravertebral, abdominal, y ejercicios respiratorios.
Las curvas mayores de 30º se tienen que tratar de forma ortopédica con corsets. Los
distintos autores consultados propugnan las ortesis de Milwaukee, corset de Boston y ortesis de termoplástico de contención. La obesidad extrema que presentan muchos niños con
SPW hace imposible la adaptación del corset, sobre todo, con corset de Boston.
Las curvas por encima de los 50º son subsidiarias de tratamiento quirúrgico. Dentro
de todas las técnicas, la más utilizada es la instrumentalización de Harrington y DTT de
Cotrel, obteniéndose reducciones de hasta 30º.
Todos los corsets deben estar prescritos por médicos especialistas, quienes serán los
encargados de chequearlos una vez prescritos, así como revisiones periódicas. La adaptación al corset debe ser progresiva, pero en el plazo de una a dos semanas debe llevarse entre 16 y 23 horas.
La duración del tratamiento depende de la evolución de la curva, y de la necesidad o
no de tratamiento quirúrgico. Una vez finalizado el crecimiento óseo, se retirará el corset.
Siempre tienen que hacerse ejercicios de gimnasia o deportes.
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