Uno de cada cuatro escolares repite curso antes de acabar

Anuncio
Local
ALDIA
Uno de cada cuatro escolares repite curso antes de
acabar Secundaria
Cerca del 40% de los alumnos de ESO suspende alguna asignatura a lo largo de su vida escolar, mientras
que un 13% no llega a obtener el graduado. Matemáticas e Inglés son las materias que plantean las mayores
dificultades
M. JOSÉ TOMÉ
SAN SEBASTIÁN. DV. Uno de cada cuatro escolares vascos concluye
la Educación Secundaria tras haber repetido algún curso. Según las
últimas estadísticas del Departamento de Educación, de los 16.000
alumnos que el último año estaban matriculados en cuarto de la ESO
en Euskadi, 4.400 eran repetidores, es decir, el 27%. La radiografía
del fracaso escolar en Euskadi revela que cerca del 40% de los
estudiantes suspende alguna asignatura a lo largo de su vida escolar
y que uno de cada cuatro alumnos de Secundaria pasan de curso con
asignaturas pendientes. Un 13% no llega a obtener el graduado. En
Bachillerato, el porcentaje de alumnos que no pueden empezar la
carrera por no alcanzar el aprobado en una o más asignaturas se
eleva al 20%.
Una profesora reparte un test entre sus alumnos.
[DV]
El mayor porcentaje de escolares rezagados se encuentra en la
escuela pública. En concreto, el pasado curso, el 21% de los alumnos que cursaban 4º de ESO en colegios
privados o concertados habían repetido algún curso, frente a un porcentaje del 34% en la red de centros
dependientes de la Administración. La razón es lógica, al acoger la escuela pública en sus aulas a mayor
proporción de inmigrantes -que en muchas ocasiones se incorporan a las aulas con los cursos empezados- y
alumnos con necesidades especiales.
Pese a estos datos, la situación en el País Vasco está lejos de ser preocupante. Según revelaba un reciente
estudio de la Fundación Jaume Bofill, Euskadi es, junto a Navarra, la comunidad autónoma en la que menos
alumnos repiten de toda España y se encuentra por debajo de la media estatal. Los expertos, sin embargo, no ven
el lado positivo a este resultado: «Repiten menos alumnos de los que deberían hacerlo. Muchos escolares pasan
de curso sin tener superadas determinadas asignaturas y las lagunas de aprendizaje se hacen cada vez más
amplias», considera Eva Cerezo, de Gugaz Aurrera, asociación dedicada a proyectos de refuerzo escolar.
Según los resultados del pasado año escolar en Euskadi, un 28% de los alumnos vascos llega al último curso de
Secundaria con suspensos y un 14% debe repetir 3º. De primero a segundo de la ESO pasaron el curso con todas
las asignaturas aprobadas el 66% de los alumnos. De segundo a tercero, el porcentaje se redujo a 62% mientras
que los escolares que promocionaron de tercero al último curso de la ESO con el expediente «limpio» rondó el
59%. En los tres cursos, el índice de escolares que suspendieron más de dos asignaturas fue del 7%. Una media
del 12% repitieron curso.
Matemáticas es una de las materias que más se atragantan a los estudiantes. En concreto, un 19% de los alumnos
de 1º de ESO suspendieron esta asignatura, un porcentaje que se elevó al 24% en 3º. «Aumenta la cifra de
suspensos porque no adquieren una base sólida. Si los alumnos no aprenden a sumar, difícilmente van a aprender
a multiplicar», razona la experta en fracaso escolar. Como es tradicional, Educación Física y Religión siguen siendo
las 'marías'; apenas un 4% las deja pendientes.
Presiones externas
La lengua extranjera y la vasca -con un porcentaje de suspensos en torno al 16%- son otras materias que más
frecuentemente deben recuperar los escolares. Según Cerezo, la verdadera asignatura pendiente de los alumnos
es la «comprensión lectora», sobre todo, en euskera. «Ponemos un texto de 1º a los alumnos de 3º y no lo
entienden. La comprensión es horrorosa».
La pedagoga lamenta que la decisión de si un alumno debe repetir o no dependa de factores externos a sus
necesidades reales. «Hace falta que los padres asuman que su hijo no puede pasar de curso y, además, que el
centro tenga plazas», señala. Cerezo cree que debería prevalecer la necesidad de que el alumno adquiera una
base «sólida» sobre los prejuicios que aún pesan ante la temida palabra «repetir». «Las familias llegan a esgrimir
argumentos como que el chaval va a dejar de ver a sus amigos. Es un error que acaban pagando caro».
Descargar