Reflexiones sobre los niños de la calle Jorge Pesqueira Leal Los

Anuncio
Universidad de Sonora
Rector
M.C. Jorge Luis Ibarra
Mendívil
Vicerrector
M.C. Pedro Ortega Romero
Director de la División de Ciencias Sociales
Dr. Daniel Carlos Gutiérrez Rohán
Jefa del Departamento de Trabajo Social
Lic. María de los Ángeles Ruiz Hernández
Directorio:
Dirección general :
Maria de los Ángeles Ruiz Hernández
Análisis
Reflexiones sobre los
niños de la calle
Jorge Pesqueira Leal
3
Daniela: un testimonio
Joel Alfonso Verdugo Córdova
Los niños de la calle:
políticas públicas y sociedad civil
Manuela Guillén Lúgigo
5
8
Director:
Joel Alfonso Verdugo Córdova
Consejo editorial: Natalio Kisnerman, Marcos
Chinchilla Montes, Qlivia Peralta Montoya, Hilda
Benitez Carreón, Maren Von Der Borch, Jorge
Roldán Zimbrón, Filogonio Sánchez Peralta, Emilia
Martínez-Brawley, Manuela Guillén Lúgigo, José
Dario Arredondo López, Joel Verdugo Córdova y
María del los Angeles Ruiz Hemández.
Portada y diseño de interiores: Manuela Matus Verdugo.
Trabajo social con familias sin
hogar Emilia E. Martínez-Brawley
Paz M-B. Zorita
12
Neoliberalismo: fábrica de
pobres
Fotografía: .JQ(:I Montoya y Alejandro Zabaleta.
José Darlo Arredondo López
16
Distribución; María Dolores Carvajal Granillo y Clarissa Arenas Hijosa,
Tiraje: lOOO ejemplares.
Derechos Humanos
Los derechos de las
Periodicidad: Semestral
niñas y los niños Sergio
E-maíl: [email protected]. Teléfonos y fax: (0162) 59- 21- 78.
Edificio 1O-C. Campus universitario.
Gocobachi Partida
Colaboradores: Guadalupe Elena Granillo García, Rosa Maria lslas
Durón, Olga Alicia Gutiérrez Coronado, María del Carmen Marmolejo
López; Manuela Guillén Lúgigo, Maria Engracia Carrazco Valenzuela,
María Dolores Carvajal Granillo, Amelia lruretagoyena Quiroz, Jaime
Alonso Espinoza Muñiz, Lucía Olivarez Celis, Delfina Delia Urrea
Flores, Clarisa Arenas Hinojosa, Maria Victoria Núñez Navarro, José
Dario Arredondo López, Jorge Pesqueira Leal, Ana Lilia Banda Castro,
Federico Zayas Pérez, Juan Poom Medina, Manuel Santillana, Patricia
22
El Trabajo Social y sus quehaceres
Cronología de la Carrera
de Trabajo Social de la
Universidad de Sonora
Rosa María Islas Durón
24
Aranda Gallegos, Marcos Chinchilla Montes, Natalio Kisnerman, Rito
Domingo Maldonado, Francisco Morales Calatayud, Luz Maria Durán
Moreno.
Los artículos publicados en esta revista son responsabilidad de los
autores.
María Dolores Carvajal Granillo
fundadora de la Escuela
de Trabajo Social
María de loS Ángeles Ruiz
Hernández
27
Reseña
Vidas callejeras: pasos
sin rumbo
Hilda Benítez Carreón
30
Editorial
Savia, la Revista del Departamento de Trabajo Social de la
Universidad de Sonora, nace de la necesidad de contar con un
órgano de difusión, en el que se expongan las experiencias
acumuladas a lo largo de estos valiosos años de ejercicio
profesional que hemos tenido los trabajadores sociales, unos, en
el ámbito de las instituciones, otros, en la docencia, como
formadores de las futuras generaciones.
Asímismo, debe de ser el punto de confluencia de voluntades e
inteligencias, en donde, de manera responsable, se discuta, se
reflexione y se analice, tanto la problemática social que nos
corresponde atender, como las estrategias para su solución.
En este primer número de la revista, se aborda como temática
central el fenómeno de los niños de la calle, problema que en
nuestro medio, ha sido escasamente estudiado y atendido por los
trabajadores sociales, pero estamos consientes, que ello debe de
ser motivo de preocupación si nos quedamos impasibles ante
esta situación que lacera a tantas vidas infantiles.
Ser trabajador social no es una tarea fácil, pues para nadie
resulta grato enfrentarse a diario con esa parte de la realidad que
no requiere disfraz para ocultar su dolor , su miseria, su hambre,
su desesperanza; sin embargo, esa es la parte de la realidad en la
que elegimos estar. Inevitablemente, ello nos obliga a cerrar
filas en aras de lograr mejores niveles de bienestar para esos
sectores de la población, que cada vez son mayores y que cada
vez más, se acotan a sus posibilidades de sobrevivencia.
El significado etimológíco de la palabra savia es "líquido nutritivo de los vegetales que corre por los
vasos y fibras de las plantas II .En su sentido figurativo, el término hace referencia a "10 que da fuerza,
energía 0 impulso".
Nos interesa recuperar el significado implícito de la definición etimológíca y su sentido figurativo
para justificar el nombre que proponemos para la revista.
La palabra savia hace referencia ala vida que da fuerza, energía e impulso. Implícitamente nos remite
al elemento oxígeno, que es producido por el reino vegetal para hacer posible la vida humana.
Figurativamente, aplicada al Trabajo Social, la savia nos remite necesariamente a otra forma de
oxígeno. La oxigenación del campo profesional.
Como órgano de reflexión, análisis y comunicación, la revista Savia constituye el punto de encuentro
que hará posible la oxigenación del campo profesional, al nutrirse de corrientes de pensamiento
diversas. Su contenido, el líquido nutritivo; sus páginas, las fibras a través de la cuales fluirán ideas,
valore~, conceptos, reflexiones, preguntas, críticas constructivas, que permitan robustecer no sólo el
conocimiento sino el quehacer profesional de quienes reciban el oxígeno, en forma de palabra impresa.
Si atendemos sólo a la fonética de la palabra, escuchar el nombre savia, nos permite jugar con el
sentido del término y nos remite, también, a la noción de saber. La revista Savia constituye un espacio
para la construcción y comunicación del saber especializado del campo y de otros saberes que en el
ámbito de la interdisciplina nutren al Trabajo Social. Saber de todos que fluye como la savia, siempre
nutritiva y generadora de vida, de impulso, de fuerza. El saber y la fuerza entrelazados en un proyecto
editorial: la revista Savia.
Manuela Guillén Lúgigo
permanecemos impasibles, sordos a su dolor, indiferentes a su
realidad y preocupados a lo sumo por nuestros hijos, sin saber
que al negarlos, nos negamos a nosotros mismos y lo que de
humanos nos es inherente.
La realidad que atraviesan los niños de la calle es expresión
tangible de graves desaciertos sociales. Ellos, a tan tierna edad,
nos muestran rasgos de conducta contra los que el Estado, la
Iglesia y la Sociedad dicen luchar, aunque su sola presencia dé
testimonio, de una comunidad en la que se vive la incongruencia
entre lo que se piensa, se dice y se hace.
Nos rasgamos las vestiduras ante eventuales problemas
comunitarios, enarbolamos todo género de banderas para
enfrentar injusticias sociales, proclamamos a los cuatro vientos
nuestra decidida participación en las acciones contra la violación
a los derechos humanos y ellos, los niños de la calle, nos miran
silenciosos y confundidos en los cruceros de la ciudad, sin
comprender nuestras prioridades.
El niño de la calle, en principio es producto del desamor. Antes
de ser arrojado a todo género de peligros, y tal vez desde su
nacimiento, ha iniciado su propio calvario, viviendo inenarrables
manifestaciones de maltrato y sufriendo, en carne propia, todas
aquellas expresiones de la conducta humana reprobadas moral y
socialmente.
En una sociedad en la que la impunidad campea, cada adulto
responsable de lo sucedido aun menor de la calle se escuda en
ella; en una comunidad donde la corrupción sienta sus reales, el
niño de la calle sufre en sí mismo sus efectos; en una sociedad
donde la violencia es la constante, el niño de la calle se convierte
en su.más burdo reflejo; en una sociedad atrapada en la vorágine
de la inseguridad y de la drogadicción, el niño de la calle es la
más indefensa de las víctimas.
Si la calle es la única vía de escape para casos extremos de
maltrato infantil, se debe a que nosotros no hemos querido o no
hemos sabido establecer estrategias oportunas de rescate
En la calle, el niño, dada su tierna edad, queda en estado de
plena exposición, de tal manera que rápidamente es atrapado por
la promiscuidad sexual, la violencia, la drogadicción y conductas
antisociales; es decir, aquellos vicios, perversiones y
desviaciones que tanto nos preocupan.
Cada niño de la calle es la flagante muestra de nuestra
ineptitud. Su alma ha sido emponzoñada y nosotros
Doctor en Criminología y activista en el
rescate de niños de la calle.
3
Si Hermosillo es el hogar de todos nosotros, ¿cómo podemos
llegar a casa, convivir con nuestros hijos y dormir tranquilos,
cuando sabemos que tal vez, aquel niño que momentos antes
observamos en un crucero, está experimentando el sufrimiento
infrigido por el envilecimiento de seres que merecían el más
severo de los castigos? .
interdisciplinarios y trabajarían para crear condiciones favorables
que culminaran, con el convencimiento del niño, de que existen
opciones y espacios donde se le quiere y se le apoyaría para
liberarse de las cadenas que lo atan a la calle.
En esta etapa, de lograrse el rescate, el niño sería enviado, en
principio, a Casa Hogar Jineseki, que cuenta con las medidas de
seguridad para mantenerlo en dicho lugar, debiendo, el equipo
interdisciplinario, todavía en esta fase, acompañar al menor para
proveerle seguridad y el sentimiento de que están sucediendo
acontecimientos trascendentales en su vida.
El niño de la calle ha sido tan afectado emocionalmente que ha
dejado de creer en los demás, salvo en sus compañeros en
desgracia, cuya fuerza de atracción se escapa a nuestra lógica; él
sabe que ya nada tiene que perder por ser portador de aquéllo
que degrada a la dignidad humana. Es por esto que su rescate se
dificulta y no podemos esperar que cualquier plan que se
implemente, tenga los resultados que queremos.
b) RESCATE COERCITIVO. Si con el plan de sensibilización
no se logró el objetivo propuesto, correspondería entonces a las
autoridades policiacas estatales o municipales, previo el diseño
de la estrategia correspondiente (en la que participarían aquellas
entidades públicas vinculadas con la protección del menor),
recoger a los niños mediante un programa que contemplaría tres
etapas cronológicas, ya que se priorizaría a los menores de once
años, para continuar con aquellos cuya edad fluctúa entre los
doce y quince años para concluir con quienes tengan entre
quince y dieciocho años; quienes serían enviados a Casa Hogar
Jineseki, para concientizarlos sobre las ventajas de su rescate,
pero ya fuera del peligro que para su seguridad entrañan las
calles.
Es tan evidente la realidad de los niños de la calle, que
basta que cualquiera de nosotros se encuentre con ellos en lugares
que sabemos se reúnen, para que con impotencia y desesperación
veamos como, ante nuestros propios ojos, se drogan, retan a la
autoridad, hablan de sus experiencias sexuales y del mundo de
violencia en el que están inmersos, sin que alguien haga algo que
en realidad provoque un sesgo a su obscuro horizonte. Nosotros
como ciudadanos tenemos la decisión de actuar, pero legalmente
estamos imposibilitados para ello y nuestras acciones, en la
mayoría de los casos, se ven rápidamente truncadas por
obstáculos que solo pueden ser superados por las autoridades, en
tanto que estas últimas no han logrado acertar en las estrategias a
seguir para su rescate.
c) EVALUACION. En Casa Hogar Jineseki se efectuaría una
evaluación de cada niño y se diagnosticaría su condición, lo que
necesariamente implicaría su pronóstico y un plan emergente de
tratamiento con el fin de crear condiciones para su traslado y
atención en instituciones abiertas, atendidas por la sociedad civil
y cuyo compromiso sería su protección permanente.
La complejidad del problema, dadas las características del
perfil de personalidad de los niños de la calle, implica planes de
acción conjuntos en los que tengan cabida instituciones públicas,
religiosas, sociales, privadas y la ciudadanía en general,
partiendo en principio del reconocimiento, en la capital de
nuestro Estado, de las tareas que actualmente llevan a cabo las
Casas Hogar Jineseki (DIF -SONORA), Guadalupe Libre
(Iglesia Católica), Madre Teresa de Calcuta (Comisión de
Protección y Asistencia del Menor, A. C. ),y Todos Somos
Hermanos (Comité de Colaboración Comunitaria de México,
A.C.).
Un plan de trabajo susceptible de cristalizar, particularmente
en la ciudad de Hermosillo, por contar con las casas hogar ya
mencionadas sucintamente, pudiera llevarse acabo de la
siguiente manera:
d) PROTECCION PERMANENTE. Superada la etapa de
resistencia del menor, al ser liberado de la calle y encontrarse
bajo su control las adicciones de que es víctima, éste sería
enviado a alguna de las instituciones sociales ya mencionadas
para su atención integral, hasta su edad adulta, abriéndose con
ésto, un espacio para los ciudadanos preocupados por la realidad
de estos niños, para participar en actividades tendientes a evitar
su recaída es decir, su retorno a la calle.
e) SUPERVISION. La institución responsable de la atención
permanente de los menores, mantendría un enlace contínuo con
Casa Hogar Jineseki, ya que en calidad de institución
gubernamental, le correspondería la vigilancia y supervisión de
la atención que se provea a éstos y en caso de que regresaran a la
calle, iniciar una vez más y cuantas ocasiones sean necesarias su
rescate.
a) SENSIBILIZACION. Mediante contacto directo e
individualizado a cargo de estudiantes de las carreras de Trabajo
Social y, Psicología y Ciencias de la Comunicación, quienes
integrarían equipos
4
Daniela: un testimonio
Joel Alfonso Verdugo Córdova
Deyda Daniela R., nació el 24 de
abril de 1984 en Nogales, Sonora.
Su infancia, como la de tantos otros
niños de su condición, fue dificil; la
pobreza fue un escenario real desde
antes de su nacimiento, la soledad y
el desamparo se mitigaban en su
mente
infantil
sólo
con
responsabilidades de adulto.
Desde los siete años conoció la
calle como única posibilidad de
sobrevivencia; sin embargo, y pese a
todo, ella trata de construir otros
significados para su vida; quiere
tener una profesión que le permita
ayudar a los demás, y su voluntad se
impone a las adversidades.
Vivió en las calles, trabajó,
robó, se drogó, sintió emociones en ella. Como tantos otros
niños del mundo -los malapJpes sudafricanos, los changudoas
de Tanzania, los pájaros fruteros de alguna parte del EcuadorDaniela hizo de la calle un remedo de hogar que da fe de una
sociedad deshumanizada.
le compraba un regalito a mi hermano, a mi no me compraba
nada... Entonces mi mamá tuvo un accidente en carro y ya no
trabajaba, después se repuso y yo empecé a ir a "La Yarda" en el
mercado Francisco I. Madero Gunto con una amiguita que me
invitó). La verdura que tiraban yo la recogía o me la regalaban y
la llevaba ami casa y con eso nos manteníamos. En la mañana
iba ala escuela, y en la tarde iba a "La Yarda " , duré yendo
como un año y feriecita, después empezamos a pedir dinero y
nos fuimos al VHl...
¿C6mo fue tu infancia?
Nací en N ogales, hace 16 años. Allá vivíamos mis dos
hermanos, mi mamá y yo en una casa de material, vivíamos
bien, nunca nos faltó nada. Cuando nos vinimos a Hermosillo,
nació mi hermanito, acá sí nos fue mal, aquí vivíamos en casa de
cartón en la Primero Hermosillo... Nunca tuve papá, nunca lo
conocí, mi mamá nunca nos platicó y yo nunca pregunté hasta
que me dieron ganas de conocerlo, de saber quién era,
preguntarle por qué no vivió con nosotros, por qué no nos
atendió... Mi mamá trabajaba en un restaurante, trabajaba por la
noche, y como mi hermano mayor ya se había ido, yo cuidaba a
mi hermanito. Mi mamá estaba enferma de la vesícula y tenía
otra enfermedad que no sé que era. Luego se fue mi hermana, no
quiso vivir en la pobreza y ya nomás quedamos mi hermanito
chiquito y yo. Recuerdo que en Navidad, con el dinero que mi
mamá ganaba haciendo moños, compraba un pastel y hacía
chocolatito caliente, y después en la noche festejábamos,
¿Qué edad tenías?
Tenía como siete años y medio, estaba en segundo de
primaria, estabamos en las vacaciones, después nos fuimos hasta
Ley Sahuaro2 y nos daban dinero. Con eso ayudábamos a
nuestras familias. Después vimos a unos niños que hacían
malabares y nosotras quisimos hacerlos también. Vimos que les
daban dinero y empezamos con unas pelotitas... Yo le dije a mi
mamá 'voy a ir con una
Maestro en el Departamento de Trabajo Social de la
Universidad de Sonora.
5
porque cuando dormíamos en el parque, muchas veces no nos
dejaban dormir los policías, nos corrían, nos querían agarrar o si
no llegaban los cholos y nos aventaban con piedras o nos querían
pegar. En las alcantarillas era más fácil esconderse, nos cubría
del frío y no nos encontraba la policía. Además la gente no se te
quedaba viendo, porque cualquier gente que te ve, parece que te
quIere comer...
amiga porque vamos a hacer malabares y nos van a dar dinero',
me dijo 'no, yo no quiero que vayas para allá, es muy peligroso'.
Entonces me levanté muy tempranito y me fui, en ese tiempo
eran unas vacaciones, dejé dormidos a mi mamá ya mi hermano
y me fui a hacer malabares. En la tarde llegue con 50 pesos y ya
me iba todos los días. Estaba de vacaciones, y sabía bien mi
mamá que no le iba a hacer caso, y no me dijo nada después...
En la calle compraba comida y ya cuando llegaba a mi casa le
daba todo el dinero a mi mamá. Cuando llegaba ella me decía
'vienes muy cansada, cómprate algo', 'nó -le decía- yo ya comí
mucho'. A veces compraba unas sodas o unas papitas...
¿Qué sentían cuando se les quedaba mIrando la gente? Pues
nos daba rabia, les decíamos ¿qué? ¿por qué nos
miran? N os daba risa que se nos quedaran viendo, algunos les
tiraban piedras, también hacíamos un chorro de desmanes, nos
pasábamos el semáforo en verde. Había una chamaquita bien
tumbada, decía 'voy a ver el reloj' , y se paraba en media calle
viendo el reloj. Los carros tenían que frenar, sí, lo hacíamos de
pura cura... Andábamos todos cochinos, a veces durábamos dos
o tres días sin bañarnos, hasta que íbamos a nuestras casas,
aunque ya después dormía en la pura calle, cuando se murió mi
mamá. ..
¿Así conociste a otros niños?
Si, así empezamos, fuimos conociendo más boulevares, el del
Sahuaro, en donde esta Telemax, el Navarrete, el Luis Donald03
1 y así fuimos conociendo a más chamacos. Ya después
conocimos a otros, pero ellos andaban metidos en la droga,
nosotros no sabíamos ni en cuenta de eso, y ya después
empezamos a usar nosotros también, pero mi mamá nunca supo.
..
¿Qué edad tenías cuándo se muIió tu mamá?
110 12 años. Ami hermanito se lo llevaron al DIF4 y luego se
lo dieron a mi hermano mayor. Dejé de ir a la escuela, se quemó
la casa, yo no quise irme con mi hermano, estaba muy enojada
con él, porque el nunca, viéndonos que nos estábamos muriendo
de hambre, nunca fue capaz de decirnos 'tengan un miserable
pan', nunca nos fue a visitar. ..Ya entonces fue más duro porque
me empecé a ir a la calle, haga de cuenta que vivía allá en las
alcantarillas, empecé a robar, a entrarle más duro a las drogas,
en las pandillas, así. ..yo pensaba que allí estaban mis amigos,
era donde me la pasaba suave, donde estaba la emoción, donde
no me decían nada, donde hacía lo que yo quería, me la pasaba
feliz...
¿.Usaban solvente?
Primero usamos resistol, thiner, spray y después usamos otras
cosas como pingas, coca, bueno, no mucho pero también
empezamos a inyectarnos heroína. Nosotros comprábamos la
droga, o ellos, los chamacos que conocimos, nos la regalaban,
tenían 15, 16 o 17 años, nosotros ya estábamos más grandes
teníamos ocho o nueve años...
¿Los molestaba la policía?
Sí, por hacer malabares nos agarraban y nos llevaban a la
Comandancia Centro, ala Norte, ala Sur y allí nos encerraban en
barandilla, hasta que nos iban asacar nuestras familias...
¿Dices que empezaste a robar?
Empezamos a robar así cosas chiquitas, entrábamos a Ley y
nos robábamos un perfume o un pantalón o una camiseta así. Ya
después empezamos con los chamacos grandes a robar estéreos
de los carros, llantas, rines, hasta un carro se robaron; lo
abrieron y nos dijeron súbanse y ya nos fuimos para el
aeropuerto, lo fueron a estrellar contra un árbol...
¿Siempre regresabas a tu casal
Al principio si, después ya no, sobre todo después de que mi
mamá se murió. Nos quedábamos bien noche y nos
empezábamos a ir en taxi. Como nos quedábamos más noche
ganábamos más. Juntábamos lo de las dos, y algunos chamacos
también vivían por el mismo rumbo y entre todos pagábamos lo
del taxi y nos íbamos como a las 11 o 12 de la noche, ya después
empezábamos adormir en la calle...
¿Cómo era la relación entre las niñas y los niños?
¿Dónde dormíanl
N os juntábamos un cQorro, como 25, había unas niñas más
chiquitas, bueno no chiquitas sino más tontitas, pero por lo
general éramos tres a las que no nos hacían nada, porque
nosotras nos les poníamos al brinco. Pero había unos bien buena
onda que nos decían 'no se preocupen,
Primero empezamos adormir en el casino, en un parquecito,
juntábamos cartón y hacíamos como casitas, y después
dormíamos en alcantarillas. ..en las alcantarillas
6
nosotros las vamos a cuidar' , pero a otras si las
agarraban, se las llevaban. ..
¿TuVlste nOVlO?
Sí, lo conocí allí, me dijo que si quería andar con
él, pero todos son bien celosos. Tener novio tenía un
beneficio porque me cuidaba más, pero siempre
había unos que se querían pasar y había unos pleitos
bien feos entre ellos mIsmos. ..
¿Cómo fue que dejaste la caUe?
Me agarró la policía, me iba a llevar a la GranjaS y
escuché a un hombre que me decía 'cuídense, o te
internas en algún lado y te repones de la adicción, o
te llevan a la Granja'. Me quedé acá, pensando y dije
no pues sí, y y~ después me trajeron a la Cuidad de
los Niños y ya me quedé aquí, después ya no
aguantaba y me fui otra vez a la calle y me andaban
buscando. ...Sentía que la droga era un problema, no
aguantaba, me desesperaba mucho y me fui, después
volví; Después me mandaron a la Madre Teresa6 y
crecí más. Allí terminé la secundaria. ..Extrañaba la
calle, pero yo quería. Lo pensé mucho, salir adelante,
lo que tengo pensado es seguir estudiando, tener mi
profesión y ayudar a mi hermanito a que salga
adelante, quiero que estudie y yo quiero salir
adelante. ..
¿Qué te gustaría eStudiar?
Todavía no sé, pero quiero algo que me ayude a mi,
que me guste y que ayude a otras personas, me gusta
mucho ayudar. ..
¿Te gustaría estudiar medicina o enfennería? "No, eso no,
nada de sangre..."
¿ Trabajo Social?
"Sí, me gusta mucho, bueno eso tengo en mente, conocí a una
trabajadora social que ayudaba mucho a los chamaquitos, Lolita,
estaba en el DIF Sonora, ahora está en Jinesequi7 .La miraba
como se comportaba y yo decía 'quiero ser como ella'. Me
gustaría ayudar mucho, me siento muy feliz, porque ya estoy en
la prepa y porque estoy viviendo una vida muy distinta a la que
tenía..."
Entrevista realizada en octubre de 2000 en La Ciudad de los Niños, Hermosillo,
Sonora, México.
Notas:
I Supermercado
2 Supermercado
3 Boulevares de la ciudad de Hermosillo, Sonora, México. 4
Desarrollo Integral de la Familia
¿.Algo más que quisieras decir?
5 Granja para menores infractores
"Solamente que todos tenemos una segunda oportunidad, que
estoy muy agusto aquí, pero no feliz todavía..."
6 Casa Madre Teresa de Calcuta
7 Programa de apoyo a la niñez dependiente del DIF
7
I. Hacia una conceptualización de los niños de la calle
No cabe duda de que se trata de un problema que ha
preocupado a distintos sectores de la sociedad. Muestra de ello
son, por un lado, el conjunto de acciones que tanto el gobierno
como distintos grupos de la sociedad civil realizan para ofrecer
alternativas de solución al mismo y, por otro lado, las distintas
investigaciones que, para reconocer y explicar la magnitud de
dicha problemática, han llevado a cabo diferentes instituciones y
grupos académicos, tanto a nivel internacional como a nivel
local.
Uno de los problemas más graves que actualmente aqueja a
muchos de los países del mundo, es el de los niños de la calle.
Pequeños que, de acuerdo a la legislación ya las más elementales
normas éticas y morales, debieran estar siendo atendidos por los
adultos y realizando actividades como el estudio, e I juego, el
deporte, etc. Sin embargo, las cifras muestran una realidad muy
diferente: la de los niños que tienen que salir a la calle a ganarse
el sustento diario.
El fenómeno de los niños de la calle está asociado al
crecimiento urbano y al desarrollo de las grandes ciudades.
Constituye, así mismo, una parte dcl lado obscuro de la
modernidad: la pobreza y la exclusión social. A partir de la
década de los años ochenta, se ha hecho presente en los centros
urbanos más importantes del país.
Sin embargo, la información que sobre el particular ha sido
publicada revela que el problema se conceptúa desde diferentes
perspectivas y, por consiguiente, las acciones para resolverlo
responden a distintas visiones.
¿Cómo se ha definido a los niños de la calle?¿cuál es la
característica o características fundamentales para considerarlos
como tales?
La UNICEF ha estimado que hay por lo menos 40 millones de
niños de la calle a lo largo del mundo, de los cuales 25 millones
se encuentran en las calles de América Latina. En un diagnóstico
realizado por esta organización, en el año de 1993, en diferentes
países latinoamericanos, se encontró que en la ciudad de México
existían 650,000 niños trabajando sin protección legal y
Hay quienes han definido a estos niños como "Ios menores
que se ganan la vida trabajando en la vía pública o niños que
residen habitualmente en las calles todo el tiempo o gran parte
del día (...)" estos niños están inmersos
que 200,000 de ellos prácticamente vivían en las calles ~ (Unicef,
1986).
Maestra en el Departamento de Trabajo Social de la
Universidad de Sonora.
8
en la cultura de la calle y expuestos a peligros, violencia y
consumo de drogas. Es decir, la calle se ha convertido en su
casa; es su primer ambiente para el trabajo, e 1 juego, el sueño y
el lugar donde crecen (Peralta, 1994).
También se ha dicho que son pequeños que pasan una
proporción importante de su tiempo en las calles, usualmente
como niños trabajadores; o que muchos de ellos mantienen
vínculos con la familia, pero duermen fuera, ocasionalmente, por
la distancia entre sus casas y el lugar de trabajo, no asisten
regularmente ala escuela y algunos no son admitidos en la casa
paterna hasta que obtienen dinero en la calle (Larmer, 1986).
Estudiosos del problema señalan que, en condiciones similares
a otras ciudades latinoamericanas, en el caso de México, la
mayoría de estos niños son varones, provienen de hogares
pobres, permanecen en la calle fundamentalmente para obtener
ingresos y muchos de ellos son delincuentes y reportan abusos
fisicos (Lusk, 1989; Valverde y Lusk, 1989).
Así mismo, se ha encontrado que en la mayoría de los casos,
los factores económicos han sido mencionados por los niños
como la razón principal para dejar la casa y la escuela, para
trabajar en las calles (Pineda et al., 1978; Judge, 1987).
Aunque aludiendo a una diversidad de variables, las anteriores
definiciones coinciden en identificar como características del
problema al trabajo infantil ya la situación de permanencia en la
calle. Sin embargo, no se requiere ser erudito en la materia, para
afirmar que no todos los niños que trabajan o que pasan una
parte importante del tiempo en la vía pública, deben ser
considerados nli1os de la calle.
El estudio realizado por la Universidad del Estado de Nuevo
México, a principios de la década de los años ochenta, en la
franja fronteriza entre México y los Estados Unidos, ha
permitido avanzar en la identificación de distintos grupos de
niños "de la calle" en situación distinta. Se clasificó a los
menores de la calle como: 1) trabajadores de las familias de la
calle, 2) trabajadores de la calle independientes y 3) niños de la
calle.
Los primeros pertenecen a familias que trabajan en la calle o
en la línea fronteriza; los segundos son niños o niñas que
trabajan
independientemente
para
obtener
ingresos
complementarios a los del hogar (estos niños, además de trabajar
en la calle asisten a la escuela) y, en la tercera categoría están
incluiqos aquellos .niños para quienes la calle es algo más que
un lugar de trabajol . Estos niños trabajan por la noche
vendiendo artículos a la clientela de los restaurantes, bares y
centros nocturnos. Muchos de ellos han sido arrestados o han
sufrido abusos
flsicos (las agresiones más comunes son el ser golpeados o
asaltados). Así mismo, tienen poco contacto con sus familias,
poca protección2 o apoyo, no acuden a la escuela y tienen una
larga historia de problemas con la justicia. Sus aspiraciones
ocupacionales son muy limitadas y tienen un futuro bastante
sombrío (Peralta, 1994).
En nuestra opinión es necesario avanzar en el análisis del
fenómeno de los niños de la calle, de tal manera que sea posible
acceder aun concepto con la suficiente capacidad explicativa,
como para diferenciar, por ejemplo, a los nli1os en la calley por
lo tanto en situación de riesgo (la condición de riesgo tiene que
ver con el tiempo de permanencia en la calle, el tipo de
actividades que en ella se realizan, el abandono o no de la
escuela, la presencia o no de prácticas como el consumo de
drogas, etc. ), de las condiciones y / o indicadores que
permitirían definir a estos menores como nli1os de la calle.
Sin duda que ello favorecería la definición de estrategias
específicas para unos yotros, tanto a nivel de prevención como
de rehabilitación.
Llegados a este punto, y apoyándonos en la definición de la
tercera de las categorías planteada por Peralta (1994), la
pregunta obligada es ¿quién o quiénes deben hacerse cargo de
los niños de la calle, frente al abandono familiar de que son
objeto?; ¿qué se ha hecho y qué se hace para atender este
problema?
II. Políticas públicas y sociedad civil
Diferentes organizaciones e instituciones públicas y privadas
se han abocado a la tarea de realizar distintas acciones tendientes
a atenuar el problema. A nivel internacional, una de las más
importantes es la UNICEF. Anualmente dedica una gran
cantidad de recursos para operar y / o apoyar Fundaciones
dedicadas ala atención de la infancia, en aquellos lugares donde
el problema de la pobreza, el abandono y el trabajo infantiles
adquiere magnitudes alarmantes, como es el caso de algunos
países de Africa, Asia y América Latina (UNICEF, 1985; 1986).
Por su parte, el gobierno mexicano ha impulsado, en los
últimos años, distintos programas de asistencia social con el
propósito de mejorar las condiciones de vida de los niños de la
caIle, también llamados menores en situaclon extraordinaJia.1.
No obstante los esfuerzos que en la materia se han realizado en
nuestro medio, a través de instituciones como DIF (Desarrollo
Integral de la Familia), fundamentalmente a través del programa
Jineseki, éstos resultan poco sistemáticos y significativos para la
atención integral de la compleja problemática en que se
encuentran envueltos estos menores. Decimos que son poco
sistemáticos porque sus acciones están
9.
supeditadas a la práctica de planeación sexenal -con lo que los
programas específicos para los niños de la calle pueden o no
formar parte de la agenda del gobierno en turno -ya los recortes
al gasto público en materia de política social de los últimos años,
con lo que se han visto mermados los recursos destinados a la
asistencia pública4
las necesidades sociales allí donde las haya; resultan innovadoras
y creativas en sus alternativas.
En relación con el Estado, pueden acoplarse con más facilidad
a los cambios de manera constante, presentar nuevas estrategias
en el momento necesario, debido a su menor grado de burocracia
y su mayor flexibilidad. Su grado de informalidad les permite
atender algunos problemas con mayor eficacia puesto que tienen
más facilidad para conectar con el problema a su base, en la
calle, en el medio exacto en el que se encuentra la dificultad,
cosa que también es más dificil para las organizaciones
gubernamentales, cuyos planteamientos suelen ser más distantes,
más fríos, debido a su obligada burocratización (Funes, 1995:
184).
Mientras que, a partir de los años de la crisis, los gobiernos
redujeron el gasto social aludiendo el imperativo de saneamiento
de las finanzas públicas y de su optimización, para orientarlo a
zonas y grupos prioritarioss ; la sociedad civil diversificó su
estrategia de participación para dar respuesta institucionalizada a
muchos de los problemas que entraron en rezago. Uno de ellos es
el que nos ocupa en este trabajo, el de los niños de la calle.
Distintas organizaciones no gubernamentales e instituciones
altruistas en México, asumieron también la responsabilidad de
atender, de diferentes maneras, la realidad dramática que viven
estos niños.
Con lo anterior, no pretendemos ni minimizar las acciones que
realiza el gobierno para atender los problemas de los niños de la
calle, ni sobreestimar las que provienen de las diferentes
organizaciones de la sociedad civil. Al fin y al cabo, el problema
es responsabilidad de la sociedad en conjunto. Sin embargo
resulta importante señalar que sería deseable la definición de
normas, en base alas cuales se fijaran ámbitos de competencia
diferenciados para la atención del problema, por parte de los
organismos públicos y las organizaciones privadas.
A nivel nacional, instituciones como Ednica6 , Juconi7
Hogares Providencia IAps , Ministerios de Amor9 , La Ciudad
de los Niños1o, por mencionar algunas; aparecieron en el
escenario social para ofrecer a los niños de la calle diversas
alternativas con el propósito de mejorar sus opciones de vida a
través de un conjunto de programas como albergues, casas hogar,
retorno ala escuela, servicios psicológicos para los niños y sus
familias, atención a la salud, etc.
En Hermosillo, pueden mencionarse asociaciones como
Forjando el Mañana A. C. , Comité de Colaboración Comunitaria
de México A.C., Casa Todos Somos Hermanos A.C., Casa
Madre Teresa de Calcuta, la Comisión de Protección y
Asistencia al Menor y la Ciudad de los Niños, todas ellas
instituciones emanadas de la sociedad civil.
Con sustento en motivaciones filantrópicas, morales o
religiosas; lo cierto es que estas organizaciones se han
involucrado en una dimensión de la asistencia social, que tiene el
propósito de ofrecer alternativas diversas para atender a los
menores que viven en la calle.
En nuestra opinión, el Estado debiera diseñar políticas
específicas de largo alcance, en el marco de las cuales se
formularan programas permanentes que permitieran la atención
integral de los niños de la calle y de aquellos que se encuentran
en situación de alto riesgo. Ello porque las acciones asistenciales
aisladas suponen paliativos que de ninguna manera son
suficientes para influir significativamente en la prevención y / o
solución de la problemática que viven estos niños.
Evidentemente se trata de un problema complejo en el que
interactúan distintos factores, tanto estructurales como
psicológicos, sociales y culturales ( como la condición de
pobreza, el analfabetismo o bajo nivel de instrucción, el
hacinamiento, la violencia intrafamiliar, el abandono, etc.), lo
que hace necesaria una estrategia rectora, de atención integral
permanente, en la que se involucren las instituciones públicas y
privadas en un esfuerzo coordinado, a fin de .optimizar los
recursos disponibles y evitar la duplicidad de acciones. II
Las organizaciones altruistas pueden ser definidas como las
formas de acción colectiva solidaria, prototípicas de las
sociedades democráticas occidentales de finales del siglo xx.
De lo contrario" el escenario futuro es fácilmente previsible:
aparecerán nuevos programas y se clausurarán aquellos que se
consideren poco eficaces, como resultado de los vaivenes
sexenales de las políticas públicas; surgirán otros tantos
esfuerzos solidarios de la sociedad civil, preocupada por esta
problemática, y se ofrecerán las
El altruismo es "un tipo de acción social en la que el sujeto
expresa una intencionalidad inmediata de búsqueda de
beneficios para otro u otros terceros, ajenos al desarrollo de la
acción" (Funes, 1995: 37)
Las organizaciones voluntarias se revelan históricamente
como especialmente útiles para detectar
10
J~" " ! '. r
~,,~ cf
cuyo objetivo es "incidir en la construcción de organizaciones infantiles
mediante el impulso de acciones sociales y comunitarias a favor de la
niñez callejera o en riesgo de serio, para mejorar sus condiciones de
vida" (http:/ /www/ednica.org.html)
7 La Fundación Junto con los Niños de Puebla, A.C. (JUCONI), realiza
una amplia gama de actividades educativas, que comienzan en la calle
con Operación Amistad, continúan en la Casa Juconi o en el Centro
Juconi y termina con el regreso a su hogar y comunidad con el
Seguimiento. Los objetivos de esta asociación civil son regenerar la
pérdida de la autoestima de los niños de la calle, integrar a los niños a la
educación formal para buscar mejores trabajos futuros y reintegrarlos a
sus familias (http:/ /sunl.pue.upaep.mx)
8 Hogares Providencia es una institución de asistencia privada que data
de 1975 y que actualmente cuenta con 25 hogares en el país.
9 Esta institución tiene albergues para los niños de la calle en distintas
ciudades del país, como Guadalajara, Distrito Federal, Cuernavaca,
Tuxtla Gutiérrez y Nuevo Laredo. Se sostiene de donativos y con
aportaciones de diferentes empresas patrocinadoras (Telcel, Mexicana
de Aviación, Kellogs, Instituto Fleming, entre otros). Ofrece un
conjunto de servicios como atención psicológica, servicios médicos,
bolsa de trabajo, asesoría educativa, etc. (http:/ / Ministerio s deam or.
org. mx )
10 Uno de los propósitos centrales de esta organización es ofrecer un
ambiente familiar sustituto que favorezca el desarrollo integral de los
niños de la calle (educativo, afectivo, de salud, etc.). Por la población
que atienden, son especialmente importantes la de Monterrey, Nuevo
León y la de Hermosillo, Sonora.
11 Desde nuestro punto de vista a las instituciones públicas
corresponden, fundamentalmente, la definición de las lineas rectoras
para la atención integral del problema y las acciones de tipo preventivo
alternativas de solución que se consideren adecuadas a la
vertiente
del
problema que se
reconozca como
., .
mas apremlante.
Mientras no se
~
~
visualice el problema desde una pers...";,,
pectiva bolista; es
decir, desde una
~
perspectiva global, en
la que se consi- deren
los distintos factores
involucrados
(socioculturales,
psicológicos,
familiares, etc.) y
mientras no se aborde
integral- mente con la
concurrencia si~"- -" multánea de las distintas instituciones y organizaciones sociales, en base a una política general
de amplio alcance, las acciones específicas que se realicen serán
limitadas e insuficientes para detener el flujo de nuevos niños sin
rostro y sin futuro que diariamente nuestra sociedad expulsa a la
calle.
~: .." , ""
~;:
Referencias:
Alvarez,Margarita y Gonzalez, Yoliria. "El menor callejero ante sus necesidades
sociales", MemonÍlS de la II Convención
Nacional de Trabajo Soci~ ENTS-UNAM, México. 1994.
Felsman, J.K. "Streets urchins of Cali: on risk resilency and adaptation in chilhood",
Doctoral Dissertation, Harvard University, Cambridge, 1981.
Funes Rivas, Maria Jesús. La ilusión solidaria: las organizaciones altruistas como
actores sociales en los regímenes democráticos, U.N.E.D., Madrid, 1995.
Hoge, W UNICEF does what it can to help America's 40 million abandoned children,
New York, 1983.
Larmer, B.. "Mexica11 street children opt for misery with freedom", The Chnstian
Science Monitor, I, 1988.
Lusk, M.W "Street children programs in Latin América", Joumal of Sociology and
social Welfare, 16 (1), 1986.
Peralta, Felipe. "Children of the streets of M.pexico, implications to the agencies and
programs in the U.S.A.", Memoria de la II Convención Nacional de Trabajo Social
(capítulo Intemacional), ENTS-UNAM, México, 1994
Pineda, Y. G. (etal). Elgamin: Análisis de datos secundarios, Litografía Arco,
Bogotá, Colombia, 1978.
UNICEF.:Preventiveprogram forchildren andyoutages 7to 18, with community
participation, Bogotá, Colombia, United Nations Children's Fund, 1986.
UNICEF. Worksheet for the regional operal1:ng plan for abandoned and street
children, Bogotá, Colombia, United Nations Children's Fund, 1985.
Yalverde, L. A. y Lusk, M. W (1989): "Street children of San José, Costa Rica",
Logan Utah State University, Department of sociology and Social Work, Research
monograph, 2, 1989.
Notas:
1 La cuarta parte de los niiios entrevistados. en esta investigación.
pertenecen al tercero de los grupos señalados y son considerados.
además. en mayor situación de riesgo; tanto por el tipo de familias a las
que pertenecen (familias en condiciones de pobreza extrema.
desintegradas. etc.). como por el tipo de trabajo que realizan (trabajo
nocturno. mendicidad, o comercio sexual).
2 Para enfrentar los peligros de la calle. muchos de estos niños realizan
estrategias de protección. como el pertenecer apandillas.
3 El Programa MESE (Menores en situación extraordinaria) ha sido
llevado a cabo por el Sistema DIF en todo el país. con el propósito de
ofrecer alternativas de estudio y atención directa a los niños que por
motivos de trabajo o por abandono pasan gran parte del tiempo en la
calle.
4 Aunque no ha sido la regla en todos los estados del país. al respecto
resulta importante citar el ejemplo de la interrupción temporal del
programa MESE de Tamaulipas. Una de las Trabajadoras Sociales del
DIF en ese estado. expresó que "el sistemaDIF estatal inició en 1985. en
Reynosa. Tamaulipas. el programa Menor en Situación Extraordinaria.
Sin embargo, por el cambio de administración en la entidad, se vio
interrumpido de enero a octubre de 1987'. (A1varez y González. 1994:
236)
5 Planes Nacionales de Desarrollo: 1988-1994. 1994-2000.
6 Ednica. es una institución de asistencia privada. fundada en 1989,
11
Trabajo social con familias sin hogar: Un caso de
Arizona, Estados U nidos
Emilia E. Martínez-Brawley* y Paz M-B. Zorita**
la aprobación de la Ley de Reunificación Familiar ayudó
a mejorar la situación. Esta Ley, que se enfocaba a la
reintegración de aquellos miembros de la familia que
habían estado separados por una razón u otra, proveyó
ayuda para el pago de alquileres a aquellas familias cuya
reunificación dependía del acceso a una vivienda
adecuada.
El contexto político-social de las familias sin hogar en los
Estados Unidos
El de los niños de la calle -como se les conoce en América
Latina, Asia o África- no es un fenómeno muy impactante en los
Estados Unidos. En Latinoamérica y otras partes del mundo, se
encuentran niños desamparados que nunca conocieron el seno
familiar, o que nunca tuvieron la protección de un adulto
responsable.
Las leyes tradicionales de protección de menores y
huérfanos, establecieron -a través de las décadas- que el
Estado era el responsable de la tutela de un menor que
aparentemente no estuviera protegido por su familia, o
por un adulto responsable. Las leyes que regulan el
tutelaje, proveen un alto grado de protección a todos
aquellos ciudadanos que comunican la situación de
abandono -real o aparente- a las autoridades
correspondientes. Estas leyes y prácticas están muy
arraigadas en la cont:iencia del público norteamericano
En los Estados Unidos, la situación es bastante
diferente. La economía, la historia industrial, las leyes de
protección de menores de comienzos del siglo XX y la famosa
Ley de Seguridad Social del 1935, aseguraron, a través de las
décadas, un mínimo de prevención y un sistema regulatorio de la
vida familiar bastante eficaz. En diciembre de 1990, la Liga para
la Promoción del Bienestar Infantil (Child Welfare League of
America), en una reunión titulada Ellinpacto de la falta de
vivienda en el bienestar del niño (DeWoody 1992), declaró que
la situación de las familias sin vivienda afectaba de manera muy
negativa al cuidado de los niños, pero que en cambio,
*Profesora Titular de Trabajo Social de la
Universidad Estatal de Arizona . **Profesora
Asociada de la misma Facultad.
1?
y en la de los profesionales del. ramo, y se aplican con bastante éxito
al caso de los preadolescentes.
su situación de debe a que provienen de familias disfuncionales"
(Flohr 1998:3, traducción nuestra).
En relación a la protección de los menores y jóvenes, la
situación más dificil es la del adolescente que muchas veces -poi
razones ajenas a la economía o la carencia de vivienda- sale de
su casa voluntariamente, en busca de libertad y autonomía, o
huyendo de situaciones abusivas. En el caso de los adolescentes,
la aplicación de las leyes de protección, o aún de los programas
de ayuda, es más dificil pues estos jóvenes a menudo evitan el
contacto con cualquier adulto.
En una economía próspera que ha encarecido la vivienda,
madres y / o padres de familia se encuentran más a menudo en
situaciones donde no pueden proveer un hogar permanente a sus
hijos. La falta de políticas especificas de salud, además, complica
la situación, ya que hay familias que se convierten en indigentes
porque tienen gastos médicos extraordinarios.
Diferentes investigadores sociales han intentado encontrar
métodos exactos para el c!alculo del número de personas sin
vivienda. Pero cualquiera de ellos se ha topado primero con el
problema de que todos los censos se basan en los domicilios de
los habitantes; y segundo, con el dilema de definir en qué
consiste la falta de domicilio. En el contexto cultural de los
Estados Unidos los investigadores se preguntan, por ejemplo, si
debería contabilizarse como SlÍ1 domicilio a una persona que
está acogida en la casa de un amigo o pariente, o que vive en un
arreglo de hospedaje temporal. También se preguntan si deberían
censarse como sin domicilio a aquellos que viven en casas de
cartón o de paja, o por debajo de los estándares mínimos de la
comunidad.
Investigadores del problema de los adolescentes sin
techo, describen la situación de la siguiente manera:
"Si Usted vive en una ciudad de tamaño medio o ha
visitado una recientemente, habrá visto a jóvenes
vagabundos sin casa. Se congregan en ciertas áreas de los
centros de las ciudades, por ejemplo, en the loop en Des
Moines, the wal1 en Saint Louis, o the aveen Seattle.
Durante el mal tiempo, se reúnen en los centros
comerciales (malls). En las ciudades más grandes, puede
haber varias áreas definidas por límites geográficos e
ideológicos. En Seattle, por ejemplo, están First Avenue,
Broadway y University District. En contraste con los
adultos sin domicilio, los adolescentes vagabundos son
dificiles de identificar" (Whitbeck and Hoyt 1999:3,
traducción nuestra).
Estos son problemas de definición que quizá se deben a las
particularidades culturales de cada sociedad. Pero aún tomando
en cuenta los posibles errores de cálculo, según estadísticas
recientes en los Estados Unidos actualmente existen alrededor de
500,000 personas sin domicilio. A través de esta cifra, se puede
ver que el problema de las familias sin vivienda es bastante
grave. En Los Angeles, por ejemplo, el 19 por ciento de los no
domiciJiadosson familias con niños; en Nueva York, la cifra
asciende al 74 por ciento; en Filadelfia, a159.1 ; en San Antonio,
al 67 por ciento (Flohr, 1998:5).
Dejando a un lado el tema de los jóvenes vagabundos -pues no
forma parte de los objetivos centrales de este trabajo- surge en
los años ochenta un problema más general: el de las familias sin
domicilio. La población sin techo, que solía estar constituida por
hombres o mujeres solteras, con serios problemas psíquicos, se
ha transformado de tal forma que ahora, y cada vez más, es un
problema incluso de familias intactas. Con frecuencia, el
problema actual, en los Estados Unidos, no es un caso de niños
sin supervisión sino un caso de familias completas que no tienen
acceso a una vivienda:
Las políticas sociales enfocadas a este problema, son
numerosas y variadas. Mencionaremos aquí solamente el Stuart
E. McK1Í1ney HomeJess Act, de 1987, que fue la base para la
creación de varios programas cuyo objeto es proveer de, por lo
menos, un techo temporal a estas familias. Hay básicamente dos
programas de hospedaje temporal: uno, llamado de emergencia,
provee techo, alimentos e implementos básicos de higiene, y
está limitado a los 90 días. El otro, llamado de transiclon,
también provee hospedaje y alimentación, pero el beneficiario
tiene que contribuir con una suma básica. Este programa cubre a
1.0 máximo dos años. Su objetivo no sólo es la protección de
los miembros de la familia, sino también la rehabilitación social
de la misma, facilitando su reintegración a la comunidad y al
trabajo remunerado.
"El problema de las familias sin domicilio es uno de los
más profundos e inquietantes de los traumas sociales de los
años noventa, y será una de las cuestiones más importantes
del siglo XXI. ..La falta de domicilio contradice la esencia de
lo que comúnmente se entiende por vida familiar, es decir, la
provisión de un lugar seguro y cálido para la crianza de los
niños. La mayoría de las familias sin hogar están
encabezadas por madres solas, víctimas de la pobreza, la
falta de educación y de recursos, ya menudo, de la
discriminación étnica. ..A estas mujeres, se les dificulta
encontrar empleo, ya menudo
1 ~.
Un caso específico: el programa de los United Methodist Outreach
Ministries (UMOM) en Phoenix
Intentaremos ahora describir un programa específico
con el que hemos realizado un proyecto educativo, con
la participación de estudiantes de trabajo social. En
la ciudad de Phoenix, Arizona, la combinación de una serie de
factores -pobreza en medio de la prosperidad;
un sistema de asistencia social minimalista; un mercado de
vivienda caro y comercializado- ha dado lugar al crecimiento del
problema de las familias sin techo. En consecuencia, surgieron una
serie de programas especializados. Organismos públicos y
privados intervienen para proporcionar un techo a estas familias,
pero solamente mientras que estén intentando reintegrarse a la
vida domiciliada. Utilizando los fondos provistos por la Ley
McKinney,
los fondos asignados al municipio para este objetivo,
así como do naciones de particulares, una agencia social. llamada
UMOM (United Methodist Outreach Ministries) estableció, en
1991, un p.rograma de albergue para familias sin domicilio. Este
programa que fue pionero en su género, hoy día es el más grande
de su tipo en el Estado de Arizona.
Tratándose de una novedad en el contexto de los servicios
sociales de la localidad, el programa atrajo
el interés de la administración de la Escuela de Trabajo Social, que
veía en él una oportunidad pedagógica y
de cooperación con la comunidad. A continuación, esbozaremos el
trabajo realizado con este programa,
por una profesora y un grupo de alumnos. . En 1995, a raíz de la
donación de fondos por parte
de un ciudadano, la administración de la Escuela de Trabajo Social
pudo iniciar un proyecto con este programa. Se creó una unidad
educativa compuesta por siete estudiantes y una profesora. Esta
última, no solo debía apoyar alos estudiantes sino también al
programa, a través de la supervisión del trabajo social.
-programar la salida de las familias. Esto implicaba
cerciorarse de que los involucrados hubieran comenzado una
vida independiente; y si esto no fuera así, de que hubieran
logrado asegurarse un lugar en un programa transicional, en
donde pudieran permanecer, como ya se dijo, por el lapso de dos
años.
Los estudiantes tenían las siguientes responsabilidades: tramitar la admisión de las familias, y en especial,
explicar las condiciones de admisión al programa -a fin de
asegurar el éxito de la intervención;
Obviamente, estos objetivos, aunque simples de describir, eran
muy difíciles de lograr. El aprendizaje de los estudiantes a través
de su intervención en este programa, fue rico y directo, pues no
solo se encontraban con las dificultades individuales de cada
familia, sino también con los problemas sociales subyacentes.
Era muy fácil que las familias allí albergadas, experimentaran
desánimo y desesperanza. La sociedad que las rodeaba,
mostraba actitudes de rechazo, e incluso los propios empleados
del programa lo mostraban. Una de las ventajas de tos
estudiantes era su espíritu menos endurecido -cosa que a veces
se convertía en desventaja ya que con facilidad, perdían la
paciencia con sus propios colegas.
-elaborar, junto con las familias, un plan de trabajo que cubría
su estancia. Este plan debía ser individualizado, y debía incluir la
asistencia escolar de los niños, atención medica inmediata, y
planes para conseguir trabajo y vivienda;
-hacer el seguimiento del programa. Las familias debían
procurar seguir el plan por sus propios medios, pero los
trabajadores sociales debían estar al tanto de cualquier
impedimento con que se encontraran;
14
Estos grupos con frecuencia se apoyaban en fábulas o pequeñas
historias, para ilustrar dimensiones especiales del cuidado
mutuo. A la vez, se discutía el proceso de maduración del
programa;
Al comienzo, el programa no tenía trabajadores sociales
titulados. De tal forma, su modus operandiera un tanto práctico,
vertical y pedagógico -estilo que, en cierta medida, contradice
los 'Postulados básicos del trabajo social norteamericano que
tiende al antiautoritarismo, a la horizontalidad y al respeto -a
veces extremo- a la autonomía de las personas. En las escuelas
de trabajo social, el énfasis está puesto sobre la
autodeterminación de los sujetos -lo que a veces genera
problemas en las instituciones en donde los límites operativos y
financieros requieren de instrucciones concretas y hasta
autoritarias. Una de las consecuencias de esta filosofia educativa
del trabajo social es que los alumnos suelen sospechar de
cualquier institución así como de sus reglas administrativas.
De tal forma, uno de los dilemas importantes que tenía que
resolver la profesora, era la manera de reconciliar ambos estilos
-tan válido el uno como el otro. De tal manera, la profesora
ponía el énfasis sobre un estilo muy humano pero eficiente, y de
respeto total a las reglas que habían sido escritas para proteger a
las familias, e igualmente, a los trabajadores. Los estudiantes
generalmente veían a las reglas como una forma de opresión de
las familias, y no se daban cuenta de que muchas de ellas eran
necesarias para lograr la convivencia entre más de 400 personas
bastante traumatizadas, en un lugar que distaba mucho de ser
una comunidad tradicional, con su historia y sus reglas sociales
transmitidas a través de las generaciones. Una de las lecciones
"'1ás importantes para los estudiantes, entonces, fue la
experiencia de que era posible establecer límites sin caer en
autoritarismos y trampas burocráticas. De tal forma, a través de
un esfuerzo conjunto se logró que el programa descubriera sus
propios parámetros, y que sus reglas fueran definiéndose de
manera cada vez mas clara, tanto para el personal como para los
estudiantes.
-la profesora asistía a las reuniones del personal, ya que fue
allí que ella tuvo la oportunidad de aliviar tensiones que
inevitablemente surgían al chocar dos filosofias o concepciones
diferentes.
Finalmente, una de las lecciones más acabadas tanto para la
profesora como para los alumnos y el programa, fue el
reconocimiento de que un proceso de innovación necesariamente
es lento y costoso. El experimento era un éxito tanto práctico
como financiero, ya que al obtener el apoyo del municipio, se
incrementaron las fuentes de ingreso. La conclusión fue en el
sentido de que si se quiere lograr el cambio, hay que perseverar,
cosa que a veces choca con la lógica de una sociedad que
sobrevalúa la eficacia y la rapidez.
A aquellas personas o instituciones de otras latitudes que
quieren experimentar de la manera como nosotros lo hicimos, les
mencionaremos tres requisitos básicos:
-el apoyo incondicional de la administración de la escuela y
del programa, así como algún subsidio monetario que permite
pagar a los estudiantes una pequeña beca para recompensar sus
esfuerzos;
-una valoración justa de la contribución de los estudiantes al
bienestar de las familias albergadas, lo que facilita el apoyo de la
administración en caso de conflicto;
-constancia y dedicación por parte de un profesor que no solo
tenga interés en la enseñanza, sino también en la exploración de
nuevas prácticas del trabajo social - prácticas cuya eficacia aún
no ha sido demostrada.
Lecciones pedagógicas y de innovación
Resumiendo, queremos decir que para lograr la innovación, es
necesario construir una situación propicia para la colaboración
entre una.escuela de Trabajo Social y un programa, así como
crear las condiciones para que en caso dado, los involucrados los estudiantes, los profesores, la administración de la escuelaestén protegidos.
Muchos pasos eran necesarios para llegar aun punto de
maduración, tanto de los estudiantes como de la agencia. Los
siguientes son los más importantes:
-se establecieron reuniones grupales semanales, en las cuales
los estudiantes discutían los casos de las familias frente a las
teorías de trabajo social que estaban aprendiendo en el aula;
-se crearon grupos de apoyo a los que se les invitó también a
los empleados. En ellos, se daba énfasis alas dimensiones
psicológicas de una comunidad de apoyo mutuo. El punto de
partida era que tanto los estudiantes como los empleados
repetian sus experiencias de cuando recibían cuídados. mientras
les tocaba cuidar a otros.
Referencias
DeWoody, M. Confivnf1ng Homclcssncss Among AmcJican Familics: Fcdcral
Programs and Stratcgics, Child Welfare League of America, Washington D.C.,
1992.
Flohr, J. K.. Childrcn of Polerty. Transitional Programs for Homclcss Womcn with
Childrcn, Garland Publishing Inc., New York, 1998. Whitbeck, L.B. & Hoyt, D.R.
Nowhcrc to Grow: Homclcss and Runawaya Adolcsccnts and thcir Fami1ics,
A1dine de Gruyter, New York.1999.
15
Neoliberalismo: fábrica de pobres
José Darlo Arredondo López
En América Latina y el
Caribe se han aplicado, en
los últimos años, una serie
de medidas económicas
que, lejos de aliviar la
penuria existente la han
profundizado. Las esperanzas de progreso y
bienestar no han sido
satisfechas y, según informa la Comisión EconÓmica para América Latina
y el Caribe (CEPAL), 220
millones de personas viven
en condiciones de pobreza,
lo que representa el 45 por
ciento de la población de
área, de los cuales 117
millones son niños y
adolescentes menores de 20
años (La Jornada, 18-VIII-00).
Lo anterior se asocia estrechamente a la emergencia de
gobiernos que han antepuesto la razón económica a las
consideraciones de índole política y social, entendida aquella
como el sometimiento a la inevitable ola de modernidad
comandada por los países post-industriales del llamado primer
mundo. Las políticas de ajuste y estabilización han producido
efectos perniciosos para la vida de las sociedades de la región y
han desarticulado su trama social y cultural.
telamiento del sector estatal ya permitir la compra en gran escala
de empresas públicas por extranjeros, así como dar prioridad al
pago de la deuda externa a expensas del desarrollo social y
económico de sus propios países" (Petras y Morley, 1999:216217).
La segunda oleada neoliberal estuvo representada por Carlos
Andrés Pérez en Venezuela, Carlos Menem en Argentina,
Fernando Collor en Brasil, Alberto Fujimori en Perú, Jaime Paz
Zamora en Bolivia, Luis LaCalle en Uruguay y Carlos Salinas
de Gortari en México, en donde se recrudecieron las criticas a
las consecuencias del neoliberalismo, como son la pobreza, el
estancamiento, la fuga de capitales, a fin de diluir el descontento
popular respecto a la primera oleada de regímenes neoliberales y
ganar por la vía del discurso populista, la voluntad electoral.
Aun mayor sacrificio para la población se añadió una mayor
centralización del Ejecutivo y el Legislativo en un contexto de
creciente inconformidad ciudadana.
El fenómeno de referencia se ha presentado en tres etapas
sucesivas, a partir de los años ochenta, siendo representativos de
la primera etapa u "oleada" de los gobiernos neoliberales, la
representada por Fernando Balaúnde y Alan García en Perú, Raúl
Alfonsín en Argentina, Julio Sanguinetti en Uruguay, José Sarney
en Brasil y Miguel de la Madrid en México. Tras haber llegado al
poder en medio de una euforia democratizante y populista, muy
pronto exhibieron una "reencontrada disposición para llevar a
cabo los programas de 'estabilización' y de ajuste estructural
prescritos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco
Mundial (BM), comenzando a desmembrar los programas de
bienestar social, a debilitar la legislación laboral, a dar los
primeros pasos hacia el desman-
Maestro del Departamento de Economía de la
Universidad de Sonora.
16
representadas en el sector maquilador, al que un régimen
especial le ha permitido emplear insumos importados
libres de impuesto con fines de exportación de los
productos ensamblados o acabados. Otra parte está
constituida por empresas no maquiladoras, pero que
también han disfrutado de programas especiales de
importación exenta de impuestos arancelarios para la
parte exportable de su producción final.
La tercera oleada corresponde a los gobiernos que llegaron al
poder entre 1993 y 1995, que son los de Alberto Fujimori en
Perú y Carlos Menem en Argentina, ambos reelectos; Rafael
Caldera en Venezuela, Gonzalo Sánchez de Lozada en Bolivia,
Fernando Henrique Caldoso en Brasil y Ernesto Zedillo en
México. "Tal como la segunda oleada de neoliberales, lo que
ellos habrán de demostrar es que las [políticas de ajuste
yestabilización] no son un fenómeno pasajero; que el sacrificio
social no es una condición temporal en el camino a la
prosperidad a gran escala en el largo plazo; que lo que las clases
medias inferiores y las clases trabajadoras están experimentando
hoy día es una espiral continua de dedinaclon de los niveles de
nda, dado que las' estabilizaciones ' temporales son seguidas por
nuevas series de medidas de 'ajuste' que erosionan
adicionalmente los niveles de vida " (idem: 227).
En consecuencia, a partir de los años ochenta, el eje de la
economía se desplazó del mercado interno al externo, y se pasó
de una economía caracterizada por una fuerte presencia del
Estado como impulsor del desarrollo y actor en los procesos
productivos, a una en la que la iniciativa privada, nacional y
extranjera, tomó el papel principal en el crecimíento y el
desarrollo, de manera tal que los centros del control de las
decisiones se puede decir que son externos y, en parte, del sector
privado nacional, considerándose la libre competencia como el
principal regulador de la actividad económíca.
El sector maquilador, que casi no adquiere insumos de
origen nacional, ha observado un crecimiento explosivo,
cuadruplicando, desde 1986, el número de plantas y
empleando a la quinta parte de la fuerza industrial de
México.
Por otro lado, la gran mayoría de los establecimientos
industriales medianos, pequeños y micro, además de su rezago
tecnológico y de capacidad de gestión, padecen los efectos de la
caída del mercado interno, la falta de crédito en condiciones
favorables, además de otras limitaciones financieras y de
comercialización. La aportación del sector manufacturero al PIE
ha sido modesta (22.5 por ciento en 1994, 22.6 en 1995 y una
ligera tendencia al incremento al final de la década que no
rebasa el23 por ciento), de manera que no resulta un sector tan
importante en la formación del PIE como se había supuesto. En
cambio, el sector servicios es el que ha predominado, sin
embargo presenta una dualidad en su composición: por un lado
se tienen grandes empresas modernas (por ejemplo en el turismo
y el comercio al menudeo) y por otro, millares de pequeñas y
micro- empresas, sin base financiera ni capacidad de
crecimiento.
El Estado redujo drásticamente su presencia y se dejaron al
libre juego de las fuerzas del mercado los sectores agropecuario,
financiero y de comunicaciones y transportes, y se descansó en
las inversiones privadas para tratar de asegurar la expansión e
infraestruCtura de estos sectores.
Por su parte, el sector financiero y de seguros presenta graves
problemas a los que busca solución, vía participación del capital
extranjero, mediante costosas reestructuraciones y reacomodos.
Los servicios y el comercio aportan el 60 por ciento del PIE.
Sin embargo, el sector agropecuario sigue sumido en una crisis
profunda generada por la descapitalización sufrida durante más
de tres décadas, lo cual es de por sí grave si se considera que
alrededor del 25 por ciento de la población nacional es
propiamente rural. De los 72 millones de hectáreas cultivables
75 por ciento son tierras de temporal, trabajadas con escasa
tecnología y productividad y rentabilidad bajas. El minifundismo
representa el 60 por ciento de los 6.3 millones de unidades de
explotación rural, que cuentan con un promedio de menos de
cinco hectáreas, lo que se refleja en baja rentabilidad.
El desarrollo económico de México ha presentado una
constante: las disparidades regionales. Así, la zona
metropolitana de la ciudad de México concentra en la actualidad
43 por ciento del PIB (35 por ciento de la industria
manufacturera), y la suma de Monterrey y Guadalajara, aporta
el17 por ciento. Los desequilibrios regionales se agudizaron con
la reforma estructural impulsada en los años ochenta. El norte y
parte del centro de México participan activamente en la
dinámica de la globalización de los mercados (sobre todo el de
Estados Unidos) y la modernización tecnológica, no así el sur y
el sureste que presentan cuadros evidentes de estancamiento
económico, excepto algunos centros petroquímicos y de la
industria petrolera.
El sector industrial manufacturero presenta algunas ramas
modernas (automotriz, vidrio, cemento, farmacéutica,
electrónica, metálica básica, maquinaria y equipo para oficinas y
la informática), en buena parte
17.
En México no se ha alcanzado una calidad de vida aceptable
para el conjunto de la población, en cambio se observan severos
contrastes entre las condiciones de vida de un sector minoritario
de la población, menos de un tercio de la misma, respecto a una
mayoría empobrecida y en proceso de profundizar su
problemática de carencias y de marginación. La desigualdad es
un hecho que no sólo tiene alcances estadísticos, sino que se
manifiesta en renglones como la falta de acceso efectivo y
permanente a la educación ya los servicios de salud, la pobreza
rural y la marginación de las comunidades indígenas, los
asentamientos urbanos precarios y carentes de servicios y entre
otros, de manera particular en América Latina, la intensa
emigración de fuerza de trabajo al exterior.
representan el 62 por ciento de la población (La Jornada, 15-IV-
El no haber desarrollado un aparato industrial capaz de
exportar manufacturas antes de 1984-1985, debilitó, ante el
descenso de las exportaciones petroleras y las elevadas
obligaciones del servicio de la deuda externa, la perspectiva de
un crecimiento futuro del país. Los grandes cambios en la
orientación estratégica del desarrollo instaurados a partir de 1985
con la apertura comercial y los incentivos a la exportación de
manufacturas, en ese sentido llegaron tarde. Consecuentemente,
el país no ha podido reducir el desempleo ni las tasas crecientes
de marginación, lo que resultó agravado por las altas tasas de
fecundidad.
La pobreza se manifiesta en el medio urbano tanto como en el
rural. La pobreza extrema se concentra en las áreas rurales de
los estados menos desarrollados y en las comunidades indígenas.
Utilizando cifras no ajustadas, el Banco Mundial reconoce que
la pobreza rural mexicana asciende a 85 por cie~to, aunque con
ajustes alcanza el 54 por ciento de la población. Tal situación es
más aguda en los estados del sur, en los que el Banco calcula
que están en pobreza más de dos tercios de la población (La
Jornada, 15-IV-00).
00).
En el actual contexto, pobreza no sólo significa un ingreso
insuficiente para acumular un pequeño acervo de bienes
productivos y llevar un nivel mínimo de vida, sino que está
asociada a la falta de acceso a los servicios de salud, dificultad
para que los hijos concluyan la educación primaria, carencia de
condiciones núnimas de vivienda, falta de calificación y
oportunidades para lograr un empleo permanente y mejor
remunerado. Las oportunidades se reducen y, en el mejor de los
casos, significan empleo parcial, precario o carente de
protección social en el gran sector de la economía subterránea o
informal.
Los registros estadísticos de empleo, muchas veces se refieren
a trabajos eventuales y de una calidad ínfima, en consecuencia
con bajos ingresos y ausencia de protección social. En el
documento El empleo y el desempleo en México 1994-2000, el
Centro de Estudios Económicos del Sector Privado señala que la
tasa de desempleo abierto ha descendido al 2.0 por ciento,
"aunque la oferta de puestos de trabajo asociada a ingresos
'decorosos' continúa siendo muy reducida " .La institución
señala que, en 1994, la proporción de personas que no tenía
empleo pero que lo había tenido era de 85.1 por ciento respecto
a la población desocupada abierta, cifra que se incrementó en
julio de este año en 1. t , alcanzando e186.2 por ciento,
asimismo, el porcentaje de ocupados que perciben menos de un
salario mínimo ha aumentado en los últimos cinco años de 8 a
10.6 por ciento.
A esto respondió el gobierno de la república con programas de
control de la natalidad (planificación familiar), pero resultó que
la fuerza de trabajo ya había nacido y en breve lapso presionaba
el mercado ocupacional al demandar plazas de trabajo.
Actualmente se lanzan al mercado ocupacional alrededor de un
millón de jóvenes en edad laboral, contra una capacidad de
absorción del aparato productivo de aproximadamente 400,000
empleos.
La función distributiva del Estado mexicano se ha quedado
rezagada en forma considerable ante los repetidos ajustes de la
economía en los últimos años que, para contener y reducir la
inflación, se han caracterizado, en general, por la contracción de
la demanda interna, con las consecuencias que ya se señalaban:
elevados índices de desigualdad y la enorme extensión de la
pobreza y la pobreza extrema.
También refiere que en 1995, la escolaridad promedio de la
población de 15 años en adelante apenas rebasaba los siete años
cursados, mientras que en 1999 dicho indicador apenas alcanza
los ocho años, lo cual significa que no ha habido un avance en el
promedio de la escolaridad de la población (El Financiero, 13X-00). Por otra parte, el Centro de Análisis y Proyecciones
Económicas para México (CAPEM), reporta que el nivel salarial
del país es similar al de 1940, debido a las políticas de ajustes.
Señala que el 34.9 por ciento de la población
Al inicio de la década de los noventa, la población en pobreza
alcanzaba e160 por ciento del total, ahora, según Julio Boltvinik
(La Jornada, 18-VII-00), se contabilizan en 75 millones de los
cuales 45 millones son indigentes o mexicanos en extrema
pobreza. Según el Banco Mundial, con cifras ajustadas al
consumo y tomando en cuenta factores geográficos y otros, los
pobres en México
18
jera directa profundiza su papel como eje organizativo de
la estrategia capitalista.
gana un salario mínimo, mientras que de los 37 millones de
personas empleadas de la nación, solo 17 millones 789 mil tienen
cobertura social. De la población con 65 años o más, 2 millones 8
mil personas viven sin pensión, mientras que otros dos millones
275 mil sí la tienen (El Independiente,22-IX-OO).
En estas condiciones, resulta aventurado hablar de desarrollo
sustentable y equitativo, más si consideramos la exclusión que de
lo social hace el actual modelo de desarrollo. El cambio tendría
que darse por la vía de una adecuada combinación de las políticas
económicas con las sociales, en un contexto en el que se aliente la
inversión yel crecimiento del PIE.
La globalización es un proceso, o más bien un conjunto
de procesos que vienen desarrollándose con fluctuaciones
a lo largo de los últimos cinco siglos, que observan
dinámicas desiguales y su efecto conjunto es
profundamente diferenciador tanto dentro de los espacios
económicos nacionales y regionales, como entre las
regiones del mundo.
La globalización requiere de ser enfocada a partir de la
evidencia de la extraordinaria movilidad del capital, de su
tremenda fuerza expansiva cuando se lo abandona a su
propio dinamismo. Esa expansión combina la dimensión
local con la proyección global. Los períodos de aparente
aquietamiento transnacional del capital son también
períodos de profundización del capital en espacios
nacionales, tras lo cual vuelve a alzar el vuelo hacia los
espacios internacionales. La alternancia entre estos dos
períodos de movilidad transnacional y de profundización
nacional involucra la metamorfosis del capital. Para
profundizar sus raíces y su expansión dentro de fronteras
nacionales, el capital debe asumir la forma de capital
productivo y comercial; los activos financieros asumen un
papel complementario. Al contrario, para poder moverse
de un mercado a otro en escala global, el
La globalización implica la existencia de fuerzas exógenas que,
de una u otra manera, marcan de manera precisa y específica los
lineamientos a seguir en materia de política económica e
internacional. Se trata de una noción excluyente de las fuerzas
sociales y de la dinámica interna de la sociedad civil, la cual
resulta ser la más afectada por el proceso globalizador.
Como categoría histórica, la globalización es un equivalente ala
internacionalización económica y, por lo tanto, es un fenómeno
íntimamente ligado al desarrollo capitalista, intrínsecamente
expansivo y que ocurre en el contexto del poder y las
contradicciones del capital. Si por globalización econÓmica se entiende la internacionalización económica,
es decir, la existencia de
una economía internacional relativamente abierta y
con grandes y cre~ientes
flujos comerciales y de
inversión de capital entre
las naciones, entonces no
es un fenómeno nuevo e
irreversible. Es igualmente
cierto que estos flujos de
bienes, inversiones, producción y tecnología
tienden a ajustarse a pautas
de especialización y de
división internacional del
trabajo, así como que el
peso del comercio y de la
inversión se va modificando a favor de esta última, un hecho especialmente notorio a partir de la
década de los ochenta,
cuando la inversión extran-
19
capital debe liquidarse y asumir la forma de activos financieros,
tal y como ocurre en ~uestros días. Desde una perspectiva de
largo plazo, se puede afirmar que estos períodos de vertiginosa
expansión transnacional y de manifestaciones como capital
financiero constituyen la norma del capital.
En nuestro país, la globalización se ha traducido en una seríe
de acciones que han permitido que el Estado abandone su papel
rector en la industria petrolera y abrír unilateralmente la
economía, desmantelando el aparato productivo nacional y gran
parte del empleo. Ello ha permitido la prívatización del ejido, de
la infraestructura portuaria, carreteras, ferrocarriles, electricidad,
petróleo; petroquímica y acero, el sector pesquero, entregar gran
parte de las gasolineras a empresas distribuidoras de los Estados
Unidos y aplicar reformas administrativas tendientes a la
homologación de los municipios mexicanos colindantes con los
condados estadounidenses a lo largo de la frontera norte. El
Tratado de Libre Comercio (TLC) y los compromisos de
geopolítica y soberanía que implica se deben ala globalización,
según la posición oficial en esta matería.
Los intereses de las transnacionales terminan siendo
equiparados con las fuerzas histórícas del desarrollo de la
sociedad, de ahí que surjan posiciones deterministas respecto ala
globalización y, consecuentemente, ala inevitabilidad de la
hegemonía del capital transnacional. Se equiparan los intereses de
los sectores empresariales de los países capitalistas avanzados y
sus corporaciones con las tendencias histórícas, con lo que
implican que es poco lo que la sociedad civil de las naciones en
donde operan pueda hacer. El interés privado transnacional
subordina y termina por excluir al interés público tanto nacional
como internacional.
Esto ha encaminado un proceso de integración vertical de
Améríca Latina respecto a Estados Unidos, reforzando sus
necesidades económicas y de segurídad, empezando con una
absorción silenciosa de México. En este sentido, el TLC actúa
como un mecanismo que acaba con los impedimentos
jurisdiccionales del Estado mexicano aun acceso irrestricto de la
inversión extranjera estadounidense y en menor medida la
canadiense, la cual actúa como una estrategia que permite el
control, a partir de lo económico, de la vida política, militar
hasta la del medio ambiente del país receptor. Esta estrategia se
fundamenta prímordialmente en el sector prívado y de manera
particular en las corporaciones multinacionales.
desdibujando no pocos de sus aspectos sociales, lo cual se vio
agravado por los efectos de los ajustes económicos, dando por
resultado un proceso de intensidad creciente de sustitución de
las políticas sociales y de seguridad social, por una
intensificación de la jornada de trabajo, mayor flexibilidad
laboral perdiendo algunas de las reivindicaciones logradas en el
pasado, en un contexto generalizado de deterioro de las
condiciones de reproducción. Esto devino en la instauración de
los intereses del gran capital por sobre los del trabajo y sus
conquistas.
La ola de desregulaciones emprendidas por los gobiernos
latinoamericanos tuvo como consecuencia la privatización de sus
activos productivos e incluso aquellos propiedad de la nación.
Con esto, el Estado y el gobierno se encontraron sin capacidad de
regular y orientar activamente la economía, y sin margen de
negociación tanto en el ámbito económico como político,
quedaron subordinados al capital, no sólo nacional, sino
preponderante mente al de los grandes centros e instituciones
financieras.
En los círculos gubernamentales, privados y académicos, la
orientación económica y política dominante, logró
homogeneizar conceptos cuyos contenidos iban dirigidos ala
aceptación acritica de la vía neoliberal. Ello permitió que se
delinearan estrategias mundi¡iJes con particularidades
nacionales, y el resultado fue la década perdida.
A la llamada década perdida de los ochenta, síntesis de
endeudamiento y estancamiento, se le puede agregar buena parte
de la década de los noventa, con desindustrialización, deterioro
y pobreza. El significado de la crisis actual es doblemente
nociva, por lo que la misma crisis representa y porque ésta está
precedida por un largo periodo recesivo con destrucción de la
riqueza social en un contexto de rezagos históricos.
Por lo anterior, se puede concluir que la política neoliberal se
orienta a propiciar la mayor participación del sector privado de
la economía para que éste sea el motor del crecimiento
económico nacional, ya través de ello generar el beneficio de la
sociedad. Es por esto que se privilegian los mecanismos del
mercado, orientados p;or la gran empresa privada, para que se
asignen los recursos y se reestructure la economía y así obtener
los objetivos de crecimiento y bienestar que se estaba buscando.
.
La política neoliberal funciona para desregular la actividad
económica, lo que se traduce en una cada vez menor
participación del Estado en la administración y rectoría de la
economía, como la apertura externa para
Como ya se ha dicho, durante la década de los ochenta, la
atrofia de la economía-mundo y la oríentación de las políticas
gubernamentales permitieron que se fueran
20
trabajar en un contexto de economía abierta. Lo anterior pennite
que el sector privado adquiera mayor poder frente al Estado y la
fuerza de trabajo.
Permite el debilitamiento de los sindicatos frente al sector
público y privado, debido a las altas tasas de desempleo que tal
política origina. Favorece al sector financiero y especulativo para
atraer capitales.
Concentra más el ingreso en unas cuantas familias en la
perspectiva que esto se traduzca en mayor ahorro, inversión y
crecimiento económico.
El modelo neoliberal, tal como lo atestigua el caso mexicano,
permitió que las fuerzas del mercado de economía abierta
restructurasen la economía en función de sus necesidades de
acumulación y crecimiento, con lo que la función del Estado
pasó a ser más la de coadyuvante de los mecanismos del
mercado, que entidad reguladora que determina los rumbos y
destinos de éste. Al estar más subordinado al mercado y al no
regular sus acciones, ha sido incapaz de generar e impulsar las
transformaciones productivas, así como de instrumentar políticas
macroeconómicas que conformasen una dinámica sostenida,
soberana y equitativa.
niños no llegan a cumplir cinco años y al menos 50 por ciento de
la población infantil sufre de desnutrición. En el caso de
México, señala que la apertura comercial ha aumentado la
brecha salarial entre trabajadores calificados y no calificados (El
Financiero, 18-IX-00). Por otra parte, el BM señala que cuatro
de cada diez mexicanos vive con menos de dos dólares diarios, y
el 17.9 por ciento de la población debe sobrevivir con menos de
uno al día (El Independiente, OI-X-OO). Datos del Instituto
Nacional de Nutrición destacan que de los dos millones de
nacimientos anuales, un 5 por ciento fallecen por desnutrición
antes de cumplir los cinco años de edad (El Financiero, 2-X-00).
Las posibilidades de revertir los efectos perniciosos de la
aplicación del modelo neoliberal, estarían asociadas con una
mayor participación de los actores sociales y políticos en el
ánimo de transparentar y democratizar la toma de decisiones que
afecten al conjunto social, de manera que el Estado sea capaz de
retomar el papel de rector y orientador de los procesos
económicos, vinculando y compatibilizando éstos con los
objetivos y acciones de la política social.
La política económica neoliberal, además de llevar a la
recesión económica ya una alta vulnerabilidad externa, ha
desmantelado al Estado a favor de los grandes grupos
económicos, sin que esto se traduzca en mejores condiciones de
crecimiento económico ni modernización, otorgándoles, a través
de los procesos de privatización de las empresas públicas,
mayores espacios de participación. El Estado ha tenninado por
separarse de sus obligaciones constitucionales de preservar y
generar condiciones de crecimiento y bienestar para las mayorías
del país, para asumir el de defensor de los intereses y privilegios
de una minoría financiera-especulativa. Consecuentemente,
afecta los niveles alcanzados en materia de seguridad social en
aras de la rentabilidad de las empresas. De esta manera, se
desentiende de sus obligaciones de procurar la seguridad y el
bienestar social y transfiere éstas ala iniciativa privada, con lo
que se cancelan los logros de los trabajadores al desmantelar las
instituciones de carácter eminentemente social creadas como
respuesta a sus demandas, en un espacio más para la
especulación y el afán de lucro.
El Banco Mundial (BM)recientemente dio a conocer su
Informe sobre Desarrollo Mundia12000-2001 , Lucha Contra la
Pobreza, en donde señala que de un total de seis mil millones de
habitantes del mundo, casi la mitad, es decir, dos mil millones de
personas sobreviven con menos de un dólar diario. Hoy existen
más pobres que antes, y en los países con más indigencia 20 de
cada cien
Fuentes consultadas:
El Financiero, 18-IX-OO, 22-IX-OO, 02-X-OO, 13-X-OO.
El Independiente, 22-IX-OO, oi-x-oo.
La Jornada, 1S-IV-OO, 18-VIII-OO.
Petras, James y Mor1ey, Morris. "Los ciclos políticos neoliberales: América Latina
se 'ajusta' a la pobreza ya la riqueza en la era de los mercados libres", en SaxeFernández, John, Globalización: critica a unparadigma, UNAM-Plaza y Janés,
México, 1999.
21
Los derechos de las niñas y los niños
Sergio Gocobachi Partida
"... En la historia existen tiempos largos y tiempos cortos; más
es mejor no ilusionarse, pues la historia de los Derechos Humanos
es del primer tipo de tiempos" (es decir, de pasos largos). Esta
reflexión del destacado jusfilósofo contemporáneo, de origen
italiano, Norberto Bobbio, se constituye en el marco adecuado
para dar inicio al tema sobre los derechos de las niñas y de los
niños, toda vez que en esta
materia los pasos bajo los que
se ha venido desarrollando
han sido demasiado largos, a
pesar de que el sector infantil
de nuestras sociedades ha
sido considerado como el
futuro de la humanidad,
como un grupo vulnerable
que merece especial atención.
3. El niño debe ser el primero en recibir ayuda en tiempos
dificiles.
4. Al niño se le debe dotar de una manera de ganarse la vida y
debe estar protegido contra todas las formas de explotación.
5. El niño debe ser educado en la conciencia de que sus
talentos deben estar dedicados al
servicio de sus semejantes.
\El contenido de esta primera
Declaración conforma los derechos
clásicos referidos ala
Iniñez, y aún cuando de 1923 a 1924
es un "paso corto " , el siguiente
paso sería demasiado largo. ..
En efecto, 24 años después de
la Declaración de Ginebra la
Asamblea General de las Naciones
Unidas, el 10 de Diciembre de
1948, proclama la Declaración
Universal de Derechos Humanos,
como consecuencia de los horrores
generados por la segunda guerra
mundial; este catálogo de derechos
constituyen el ideal común sobre
el0..ue la humanidad
Idebe de fundar su comportamiento fraternal. En dic'l\~
La preocupación por la
dignidad inherente a los
derechos de la infancia se
remonta al año de 1923, en el
contexto de una época que se
caracterizó, entre otros
aspectos, por la explotación
del trabajo infantil.Es en este
periodo cuando la agrupación
"lnternational Save the
Children Union" por
conducto de Eglantine Jebb,
elaboró la Declaración de los
Derechos de los Niños misma
que un año después l¡t Liga de
las Naciones adopta, siendo
mundialmente conocida
como la Declaración de
Ginebra, esta declaración está contenida especialment~ en 5
artículos y que en virtud de su trascendencia histórica se
transcribe:
I documento, en relación con la niñez, en
su Artículo 25.2 se establece: "La
infancia tiene derecho a cuidados y
asistencia especiales. Así como a
igual
protección social". Por otra parte se fijan los principios
fundamentales de la educación para la paz, además del derecho
preferente de los padres a escoger el tipo de educación que habrá
de darse a sus hijos (Artículo 26.2 y 26.3).
1. Al niño se le deben dar los medios necesarios para su
desarrollo normal, tanto material como espiritual.
2. El niño hambriento debe ser alimentado, al niñc enfermo se
le debe atender, al niño retrasado se le debe ayudar, el niño
delincuente debe ser reivindicado, y al huérfano val abandonado
se le debe amparar y socorrer.
Secretario Técnico de la Comisión Estatal de
Derechn~ Humanos
2?
Once años pasaron para que la humanidad revisara la
situación de la infancia y el día 20 de Noviembre de 1959 es
adoptada la Declaración de los Derechos del Niño, cuyos diez
artículos contíenen las aspiraciones fIlosóficas y los
lineamientos generales de actuación para que los países dentro
de sus respectivas legislaciones locales, incorporen, sin coacción
alguna y en la medida de sus posibilidades, la protección y
cumplimiento de los derechos que en ella se proclaman.
Estas dimensiones giran en torno a un principio fundamental:
el interés superior del niño. Por su trascendencia e importancia
cabe hacer mención textual del contenido del Artículo 3.1 de la
citada Convención: "En todas las medidas concernientes a los
niños, que tomen las instituciones públicas o privadas de
asistencia social, los tribunales, las autoridades administrativas y
los Órganos Legislativos una consideración primordial a que se
atenderá será el interés superior del niño".
Esta Declaración impactó por su brevedad y por su profundo
contenido, en relación con los derechos que la humanidad debía
otorgar a la niñez; sin embargo, al no existir obligatoriedad fue
poco lo que se logró realmente dentro de los Estados, por lo que,
en cuanto a su eficacia y cumplimiento, aún hoy existen cuentas
pendientes. Tuvieron que pasar 30 años más para que la
humanidad, de nuevo, a través de su "memoria colectiva "
revisara, otra vez, todo lo relacionado con los derechos de la
niñez, con un previo intervalo de un año (1979) en el que se
estableció por las Naciones Unidas el Año Internacional de la
Niñez, mismo que fue el detonante que desarrolló lo que hoy se
denomina como Convención sobre los Derechos del Niño.
El contenido de esta Convención, de la cual es signatario
nuestro país, es considerado Ley Suprema en los términos del
Artículo 133 Constitucional, precepto que obliga a los jueces de
los Estados a ajustarse a los contenidos de este instrumento
internacional, debiendo ser considerado, en consecuencia, como
fundamento legal de las resoluciones que se dictan tratándose de
asuntos que afectan, de cualquier modo, a la infancia.
En mi concepto, a pesar de los pasos, además de largos,
lentos, que se han dado en relación con los derechos de la
infancia, se ha propiciado una abundante legislación en la
materia, que inclusive ha dado origen aun derecho que
pudiéramos denominar Derecho Internacional de la Infancia,
cuyo contenido básico se encuentra establecido en los
instrumentos aquí citados, además de los que contienen otros de
carácter específico, por ejemplo los que se refieren a la justicia
juvenil, tales como las Directrices de RIAD, las Reglas de
Beijín, las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la
Protección de Menores Privados de Libertad, etc.
El 20 de noviembre de 19891a Asamblea General de la ONU
adopta la Convención antes mencionada, que entra en vigor en
1990 como Ley Internacional. Este documento es único entre los
Tratados de Derechos Humanos. Contienen el espectro más
amplio sobre cualquier tratado sobre la materia.
La participación de los Organismos N o Gubernamentales,
tanto en la redacción como en la vigilancia de la ejecución, no
tiene precedentes. La Convención generó y fomentó un apoyo
inusitado, tan abrumador entre la comunidad internacional, que
está a punto de lograr su ratificación universal, es decir su
aprobación por todos los países del orbe.
A nivel nacional este proceso ha originado la expedición de
una Ley reglamentaria del Artículo 4° Constitucional relativo a
la infancia, denominada Ley para la Protección de los Derechos
de las Niñas, Niños y Adolescentes, lo que a su vez derivará en
Leyes Estatales qu~ conformarán el círculo legal de Promoción
y Protección de los Derechos Fundamentales de las Niñas y de
los Niños.
La Protección de los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, así como los Derechos Civiles y Políticos están
comprendidos en el articulado de esta Convención, ocupándose
además del desarrollo pleno del potencial de la niñez,
fundándose en conceptos filosóficos esenciales como la libertad,
dignidad y justicia. Define y sustenta derechos básicos para
niñas, niños y adolescentes menores de 18 años, clasificándolos
en cuatro grandes dimensiones:
Estamos frente aun panorama jurídico completo, para lo cual
tuvieron que pasar casi 70 años de lucha, hasta llegar al formal
reconocimiento legal, nacional e institucional de los Derechos
Humanos de la Infancia; en mi opinión el problema actual radica
en la vigencia sociológica de toda esta legislación, es decir, en
su cumplimiento real y efectivo a favor del sector más
vulnerable de la sociedad contemporánea, el constituido por la
niñez. Está en juego nuestro futuro, y para concluir con estas
reflexiones retornaremos la cita de Bobbio cuando habla de los
pasos que conforma la historia de los Derechos Humanos
(largos y cortos). De todos los que conformamos la sociedad
mundial depende que los pasos siguientes a favor de la infancia
sean cortos.
a) La sobrevivencia. b)
El desarrollo.
)L., --~"'"".,,~-c a protecclon CTc~'"c Cc""c;-,C'C"'~"~"""~ d) La
partiCipaci~n.
23
u niversidad de Sonora
Rosa María Islas Durón
El propósito de este artículo es presentar a las
nuevas generaciones de trabajadores sociales, una
cronología básica sobre el origen y evolución que,
en el transcurso de estos treinta y cinco años ha
tenido la Escuela de Trabajo Social en nuestra
Universidad de Sonora.
Sin pretender presentar un trabajo acabado
sobre la historia de nuestra escuela, lo que aquí
describo es producto de la recopilación de
información contenida en diversos documentos,
así como la experiencia obtenida en mis años de
servicio dentro de esta escuela.
1965 Fundación de la Escuela de Trabajo Social
La escuela de Trabajo Social abre sus puertas en el mes de
Septiembre de 1965. Su creación se debió a la iniciativa del Dr.
Abel Hernández Aguirre, quien, en aquel entonces, fungía como
Director de la Escuela de Enfermería y Obstetricia de la
Universidad de Sonora.
debidamente preparadas para el desarrollo de las labores
inherentes a este tipo de profesional, para combatir los aspectos
negativos de la vida colectiva y encauzar la asistencia social, era
muy bajo dado que en ese tiempo sólo había una inscripción de
645 alumnos en toda la República.
En un príncipio, la propuesta de creación de una escuela de
Trabajo Social no fue aceptada en el Consejo U niversitarío,
máximo órgano de decisión en esa época, existiendo varíos
argumentos en contra. Uno de ellos fue que las carreras de nivel
licenciatura no aceptaban incorporar en su área una carrera de
nivel medio profesional, y otro, que no existía presupuesto para
que iniciara en forma independiente.
Así mismo, se advirtió que la carrera en cuestión se cursaba
en tres años en la Universidad Autónoma de México, estando
adscrita a la Facultad de Derecho. La Comisión opinó que debía
cursarse en tres años, pero que dada la índole de la mayoría de
las materias de su currículum, quedaría adscrita a la Escuela de
Enfermería. y Obstetricia.
Se hicieron reiteradas peticiones para insistir en la necesidad
de formar profesionales en este campo, dado que existía el
antecedente de personas que, sin contar con la instrUcción
formal, desempeñaban de manera empírica funciones de
trabajadoras sociales en instituciones de salud en la localidad.
Para la inscripción en la Escuela de de Trabajo Social era
suficiente la presentación del certificado de enseñanza
secundaria, por lo que se le consideró como subpro- fesional.
Posteriormente a esta serie de argumentaciones, en sesión del
27 de abril de 1965 y bajo acta número 179 del Consejo
Universitario, se estableció la creación, organi- zación y
fu~ionamiento de la carrera de Trabajador
Por fin la iniciativa recibe apoyo y se presenta ante el Consejo
Universitario, quien lo turna a la Comisión de Grados y
Revalidación para que emitiera una opinión al respecto, en la
que argumentó que la implementación de la escuela de trabajo
social quedaba plenamente justificada, en virtud de que el
numero de personas
Maestra en el Departamento de Trabajo Social de la
Universidad de Sonora.
24
estudios, tales como antropología, economía política, pedagogía,
por mencionar algunas, lo que tuvo lugar en el marco de los
programas de corte desarrollista, mismos que fueron adoptados
en América Latina y África, para impulsar el desarrollo a través
de las instancias gubernamentales en estos continentes.
En este contexto, el Trabajo Social enfocó sus acciones hacia
el trabajo comunitario a fin de participar en la instrumentación
de programas emanados de la Alianza para el Progreso
(ALPRO).
Social, adscrita a la Escuela de Enfermería y Obstetricia,
encomendándole esta acción al Dr. Abel Hernandez Aguirre,
director de la misma, con la recomendación de que las diferentes
materias del plan de estudios se impartieran con la colaboración
de profesores de otras escuelas y que se buscara la forma más
económica para su sostenimiento.
El Dr. Hernandez solicitó el apoyo de la Trabajadora Social
María Dolores Carvajal Granillo, para colaborar como docente,
en virtud de que, en ese entonces, era la única que contaba con
titulo expedido por la Universidad Femenina de Guadalajara. La
maestra Carvajal se convierte asi, en la primera maestra del área
básica del trabajo social.
Bajo estas circunstancias empieza a operar la carrera de
Técnico en Trabajo Social, con una inscripción de 130 alumnas,
asignándose para su funcionamiento, las aulas de la planta baja
del edificio principal.
En 1972, se opera otro cambio importante en la estructura
curricular, referido ala exigencia de la preparatoria, como
condición para la inscripción en la carrera. No obstante hay que
señalar, que a pesar de ello, el grado obtenido seguía siendo el
técnico.
Ante la poca respuesta de aspirantes frente a esta nueva
disposición, dos años después se omite el requisito de la
preparatoria pero se aumentan dos semestres más, lo que
equivale a cuatro años lectivos.
En 1974 se ofrece un conjunto de materias optativas, tales
como: ciencias de la comunicación, psicología industrial,
seguridad social, técnicas de enseñanza audiovisual, entre otras.
Las modificaciones anteriormente señaladas pretendían
trascender las orientaciones, tanto paramédica y para jurídica
como la benéfico asistencial.
De acuerdo a las las asignaturas contenidas en el primer plan
de estudios, el perfil profesional estaba orientado hacia una
formación paramédica y paraj"urídica de corte benéficoasistencial. Este perfil respondía a la definición que en ese
tiempo se tenía del Trabajo Social: "trabajo social es un auxiliar
de todos aquellos profesionales, médicos, abogados, maestros,
psicólogos, sociólogos, entre otros, que se dedican al estudio y
curación de los llamados males sociales" (Alayón:145).
Al año de implementado el plan de estudios, éste sufre las
primeras modificaciones, las cuales no fueron de gran
trascendencia, ya que sólo se agregaron materias en las áreas de
derecho, psicología y trabajo social; sin embargo, el perfil de la
carrera continuó siendo el mismo.
El plan 74 queda fundamentado de la siguiente manera:
"Formar profesionistas técnicamente preparados para realizar
una practica científica, proporcionando al estudiante una base
sólida que lo convierta en un profesionista con conciencia
crítica-dinámica y compro- metido con su realidad" (Guía de
Orientación a la carrera de trabajo social 1974). El objetivo
general de la carrera era: "Promover en el individuo su
afirmación como hombre y la formación en él de una autentica
conciencia social que lo lleve a sentirse participe del grupo al
cual pertenece y, al mismo tiempo pretenda la superación de su
estatus económico y la atención de determinadas metas de
bienestar social " (Ibid.).
Década de los años 70
A principios de la década de los setenta, tiene lugar un hecho
trascendente en la historia de la escuela de Trabajo Social. El 4
de marzo de 1972 ésta adquiere su independencia de la Escuela
de Enfermería y Obstetricia, según consta en acta n° 279 del H.
Consejo Universitario. Con ello se logra también la
conformación de un órgano de gobierno propio, el H. Consejo
Directivo de la Escuela de Trabajo Social. Además, por primera
vez, la dirección está a cargo de una trabajadora social, la T.S.
Rosa Cecilia Esquer Moreno.
Década de los años 80
En 1980, se construyeron los edificios que actualmente
ocupamos como Departamento de Trabajo Social ya partir de
1984 se generan un conjunto de acciones al interior del
Departamento, las cuales tienen como objetivo impulsar un proyecto de auto evaluación académica, poniendo especial
énfasis en la evaluación del plan de estudios vigente, cuyo
propósito era elaborar un diagnostico general del currículum y su
relación con la practica profesional así como su impacto en el
medio social.
En esta misma década la escuela se traslada al edificio que
ocupaba en ese entonces la Escuela de Agricultura y Ganadería,
hoy edificio del Dictus.
Así mismo, la estructura curricular es objeto de varias
modificaciones. Una de ellas fue el pasar de años lectivos a
semestres, agregándose nuevas materias al plan de
25
Todos estos estudios culminaron con dos proyectos
específicos y de suma importancia para nuestro Departamento. El
primero fue el Programa de Nivelación u Homologación de
Técnicos a Licenciados en Trabajo Social, el cual tenía como
objetivo formar los cuadros académicos necesarios para la
apertura de la licenciatura en Trabajo Social. Este primer
programa se realizo en dos etapas; la primera se llevó a cabo, de
agosto de 1986 a agosto de 1987, a la que se incorporaron todos
los maestros que contaban con el bachillerato concluido, mismo
que fue impartido por maestros de la Escuela Nacional de
Trabajo Social de la UNAM. Al segundo curso se incorporaron
los maestros que obtuvieron su bachillerato en ese periodo,
colaborando, en esta segunda etapa, maestros de las ciencias
sociales de nuestra Universidad, impartiendo sólo las materias
básicas del trabajo so~allos maestros de la Escuela Nacional.
Estas dos etapas cumplieron con su objetivo en el año de 1988
ya que para entonces, toda la planta docente del área básica de
trabajo social contaba con la Licenciatura a nivel de pasantía,
logrando obtener su grado a través de la titulación pocos años
después.
El segundo proyecto paralelo al anterior, fue la elaboración del
nuevo plan de estudios de la licenciatura en Trabajo Social,
basado en una serie de estudios tanto del mercado laboral como
del campo disciplinario, de las necesidades sociales, estudios
comparativos de los planes de estudio que habían operado hasta
la fecha etc.
Todo esto justificó la creación del nuevo nivel, el cual culminó
con la apertura de la licenciatura, en agosto de 1989, que
prevalece hasta la fecha, teniendo como objetivo general:
"Formar profesionistas con una base teórica general que le
permita analizar criticamente los fenómenos y procesos sociales
en el contexto económico, político y social, pero que al mismo
tiempo sea capaz a través de una sólida fundamentación
instrumental- técnica, de formular y llevar a la práctica
propuestas de investigación, planeación e intervención
profesional". (Proyecto General de la Lic. en Trabajo Social).
El plan de estudios de la licenciatura quedó estructurado en
base a tres ejes curriculares: eje de trabajo social, eje de teoría e
investigación social y eje de intervención e integración
metodológica.
A partir de la segunda generación de la licenciatura y en base a
la promoción realizada en las escuelas preparatorias de todo el
Estado, se logró incrementar la inscripción, teniendo en la
actualidad un total de 384 alumnos.
Actualmente se está trabajando en un proyecto de
reestructuración del plan de estudios, así como en impulsar un
proyecto de nivelación de técnicos a licenciados en trabajo
social.
A manera de conclusión
Considero que el avance en estos treinta y cinco años, es
significativo; sin embargo, todavía hay mucho por hacer para
lograr que el profesional de trabajo social analice su intervención
dentro de un contexto más amplio, de tal manera que esté en
posibilidad de desarrollar una actitud reflexiva y de compromiso,
que se refleje en la búsqueda de la superación individual y
gremial a través de la actualización de sus conocimientos, del
intercambio profesional con otras disciplinas afines al área, de la
revisión constante de bibliografia, de la asistencia a cursos,
seminarios, talleres; todo ello con el objeto de mejorar la calidad
de su intervención, aspirando en un futuro no muy lejano aun
posgrado en trabajo social.
Personas que han ocupado la Jefatura del
Departamento
Nombre
Abel Hernández Aguirre
Jesús Salazar Acedo
Rosa Cecilia Esquer Moreno
Amelia lruretagoyena Quiroz
Hilda Benítez Carreón
Olivia Peralta Montoya
Manuela Guillén Lúgigo
María EngraciaCarazco Valenzuela
Ma. de los Angeles Ruíz Hernández
Período
1965- 1969
1969- 1971
1971- 1983
1983- 1987
1987- 1990
1990- 1992
1992- 1996
1996- 2000
2000
Referencias
Alayon, Norberto. "Defmiendo al Trabajo Social", en Antología del
Seminario en Areas Sustantivas de Trabajo Social. Educación Continua.
UNAM-ENTS, 1986.
Covarrubias Agui1ar, Ma. de la Luz. "Proyecto de Elevación de Nivel
Técnico a Licenciado en la Escuela de Trabajo Social dela Universidad
de Sonora" , Tesis de Nivel Técnico, Herrnosil1o, Sonora, junio de
1982. "Guía de Orientación para la Carrera de Trabajo Social", Escuela
de Trabajo Social. Universidad de Sonora, mimeo., abril de 1974.
Islas Durón, Rosa María. "Desempeño Profesional y Formación
Académica del Trabajador Social en Educación Especial" , Tesis de
Licenciatura, febrero de 1994.
"Proyecto General de la Licenciatura en Trabajo Social". Elaborado por
la Comisión para el Diseño Curricular de la Licenciatura en Trabajo
Social. Universidad de Sonora. Hermosi11o, Sonora, 1989.
Al interior de cada uno de los ejes se organizan una serie de
materias, seminarios, talleres y prácticas que se articulan en su
interior como módulo. Además, está dividido por áreas de
intervención las cuales son: vivienda, salud, educación y
trabajo.
En el año de 1989 se captó una población estudiantil de 23
alumnos, de los cuales egresaron en 1992 sólo qnce.
26
María Dolores Carvajal Granillo:
fundadora de la Escuela de Trabajo Social
María de loS Angeles Ruiz Hemández
educación. También fui guiada por un tío, médico de profesión,
que fue mi tutor. Él, en ese entonces, era director del Hospital
General del Estado y me informó sobre esta carrera,
argumentando que este tipo de profesionales eran necesarios.
Solicitamos información a varias escuelas de la república y
después de que la abuela dijo que no ala ciudad de México "por
peligrosa " , decidí estudiar en Guadalajara en la U
niversidadFemenina; una universidad privada que operaba con
mucho éxito en varias ciudades del país y que ofrecía muchas
opciones de carreras técnicas para la mujer.
Para el Departamento de Trabajo Social es significativo tener
en su planta docente a la T. S. María Dolores Carvajal Granillo,
una de las fundadoras de la Escuela de Trabajo Social, quien ha
participado en la formación de muchas de nuestras generaciones.
Algunos de los que fueron sus alumnos se desempeñan en el
ejercicio profesional institucional de nuestro medio; otros, se han
dedicado a la práctica de la docencia. Sin duda que las
experiencias y opiniones vertidas por ella en esta entrevista, nos
permiten apreciar una parte de la historia de nuestro
departamento, desde la perspectiva de una de sus primeras
colaboradoras.
Según su opinión, ¿cuáles fueron las condidones que
dieron orlgen a la Escuela de Trabajo Social en la
Universidad de Sonora y en qué medlda el primer plan de
estudios permitía dar !"espuesta a las mismas?
La carrera nace con mucha similitud a las que existían
en el resto del país, con un enfoque paramédico. Algunos
¿Qué la motivó a inclinarse por esta profesión, y dónde
realizó los estudios de Trabajo Social?
Para expresar cómo es que escogí esta carrera, no puedo dejar
de lado mi historia personal. Pasé mi infancia en Magdalena,
Sonora; quedando huérfana a muy corta edad. Afortunadamente
fui criada por mis abuelos, quienes fueron muy visionarios, y
siempre me motivaron a estudiar porque pensaban que la mejor
herencia era la
Maestra en el Departamento de Trabajo Social de la
Universidad de Sonora.
27
(conformaron la Asociación de Trabajadores Sociales del Estado
de Sonora), pero lo más admirable ha sido siempre su
solidaridad como grupo y su amor a la camiseta.
médicos que venían, sobre todo del centro del país, conocían de
cerca a este profesional y pensaban que se requería. Es la época
en que se fundan numerosas instituciones de asistencia y
bienestar social en la localidad, en donde ya no sólo se requerían
las profesiones tradicionales sino otras complementarias, pero no
por ello menos importantes. En este periodo fungía como rector
un médico, el Dr. Moisés Canale, y el primer director de la
Escuela y principal impulsor de este proyecto, también era
médico, el Dr. Abel Hernández Aguirre; quienes creyeron
firmemente en la necesidad de contar con este profesional.
Además pensaban que era importante ofrecer otra opción de
preparación académica, que entonces eran muy limitadas, para
las jóvenes.
Respecto a los docentes, yo creo que el hecho de iniciar un
proyecto te motiva en una forma muy especial, además de que
significa una gran responsabilidad; para los maestros era un
privilegio impartir clases en la escuela, prueba de ello fueron los
brillantes profesionales que pisaron sus aulas, manteniendo
siempre, con los alumnos, un ambiente de gran camaradería, a
veces chusco, pero con un gran respeto mutuo.
En su opinión, ¿podrían identJncarse periodos o etapas en el
proceso de desarrollo de la Escuela de Trabajo Social, desde su
fundación a la fecha? De ser así, ¿cuáles son a su jUIcio las
caracteristicas que marcaron dichos penodos o etapas? .
La carrera se inició con un plan de estudios para cursarse en
seis semestres, formulado con base en los de otras escuelas del
país, siendo éste muy extenso y con un collage de materias, con
énfasis en las áreas médica, juridica y psicológica. Muchas de
ellas tenían un enfoque asistencial pero respondían, en ese
momento, al perfil Que se Quería formar.
Sin pretender ser puntual en cuanto a fechas y acontecimientos
exactos, podemos hablar de una primera etapa, la de iniciación,
que fue la de darse a conocer, abrirse camino, abrir espacios
institucionales y cuya característica fundamental fue la práctica
comunitaria e institucional que los alumnos realizaban haciendo
camino al andar y empolvándose los zapatos.
Háblenos de su expenencia docente en los inicios de la
Escuela de Trabajo Social de la Universl"dad de Sonora
Siguió una segunda etapa, la de consolidación, en donde la
política social imperante provocó cambios en la formación de los
trabajadores sociales; políticas que demandaban profesionales
para intervenir en programas, principalmente, en las áreas de
comunidad, vivienda, educación y empresarial. Podemos decir
también que fue una etapa de auge en el mercado de trabajo.
La experiencia como docente en ese momento, marcó el
camino de mi vida futura, me casé con la docencia y ahí sigo
hasta la fecha. Fue muy duro al principio, porque yo era muy
joven, sin experiencia y con muchas alumnas de mi edad; lo que
hacía dificil imponer autoridad. Me hacían muchas travesuras
(que ahora confiesan), fue un estira y afloja constante, eran
grupos muy exigentes. Todo esto rindió muy buenos frutos y
terminamos siendo muy buenas amigas; hasta ahora muchas de
ellas son mis mejores amigas, con quienes he compartido mi
vida profesional y personal y con quienes comparto mis
inquietudes, mis anhelos y mis sueños.
Posteriormente pasamos a una etapa de estancamiento, en
donde a pesar de los cambios curriculares, cambios en los
requisitos para ingresar y esfuerzos individuales y grupales, se
cierran áreas de trabajo; unas debido ala restricción de la
política social, como es el caso del área comunitaria, y otras,
por la poca respuesta de los profesionales, como es el caso de
las empresas privadas. En esta etapa la escuela de Trabajo
Social entra en competencia con otras, ya que surgen cuatro
más, de carácter privado, en la localidad.
Háblenos de la VJ"da académica de la Escuela y de las
caracterísl1"cas de alumnos y docentes de ese tiempo
De ahí pasamos, en la década de los años noventa, ala etapa
actual, en donde la escuela dio uno de sus pasos más
significativos para probar su supervivencia, es decir, para llegar
y quedarse, ésta fue la de profesionalización, que se inicia con
la creación de la licenciatura, en la que queda todavía mucho
por hacer y debe constituirse en un reto cotidiano para maestros
y alumnos de este espacio académico.
En esa época la Universidad era muy pequeña, existía una
auténtica comunidad universitaria en donde, todas las escuelas,
tanto maestros como alumnos interactuaban; en especial la
escuela tenía mucho "pegue" porque sólo había muchachas.
Fueron épocas de mucha vida universitaria, desde el punto de
vista intelectual se realizaron intercambios académicos muy
importantes. Sin generalizar, ni excluir a nadie, las primeras
generaciones se distinguieron por su empuje, por su arrojo (al
egresar se aventuraron a ir a trabajar a zonas rurales y
municipios muy alejados), propositivas y ejecutivas
28
Desde su punto de VIsta, ¿se han modificado los valores y el
grado de compromiso de los trabajadores sociales con relación
a la problemát1ca social que atienden?
Estoy convencida de que afortunadamente hay muy buenos
ejemplos de que existen auténticos y comprometidos
trabajadores sociales. Sin embargo, se observa que muchos
profesionales llegan por accidente a estudiar esta carrera, que no
tienen vocación de servicio ni sensibilidad social. Esto tiene que
ver, principalmente, con las actitudes, destrezas y habilidades,
tan en boga en nuestro mundo actual pero de vital importancia
para el Trabajo Social.
Estoy convencida de que las instancias formativas cumplimos
un papel muy importante, que las currículas deben guardar un
equilibrio prudente en el ser y el hacer, no solamente en el saber
de los estudiantes.
¿Qué balance hace usted del Trabajo Social en Sonora? Hacer
influir positivamente en mis alumnos. He tenido también la
oportunidad de organizar y dirigir otras escuelas e instancias
educativas aparte de la Universidad; y en mi vida profesional,
Dios me ha dado la valiosa oportunidad de desarrollarme en
cargos dentro de la administración pública.
Recuperando tanto su trayectoria, como su experiencia
profesional y académica ¿cómo visualiza el futuro del Trabajo
Social?
Sin dejar de reconocer la vital importancia que tiene la
macroestructura, que detona la política social y que ésta a su vez
impacta al mercado de trabajo relacionado con la profesión, veo
el futuro de Trabajo Social con optimismo; siempre y cuando
estemos dispuestos a realizar cambios significativos en dos
instancias importantes: los profesionales y los espacios de
formación de éstos. Los profesionales tendrán que estar más
motivados para hacer cambios, ser más creativos y
un balance significa hablar de pérdidas y
ganancias y esto no me gusta
mucho. Mi respuesta hace
referencia a estudios realizados
por la Escuela en diferentes
áreas del Trabajo Social además
de una percepción personal.
Creo que las historias de
frustración y fracaso son
mayores que las de éxito; siento
que aún falta mucho por hacer
en nuestro Estado para que la
profesión sea justamente
reconocida y remunerada.
Tambié~ estoy convencida de
que para que esto suceda, la
responsabilidad más grande la
tenemos los profesionales,
incluyéndome yo misma. Creo
que hemos sido muy
conservadores y nos han faltado - agallas para reproducir
experiencias profesionales exitosas que se han desarrollado en
otros estados del país.
propositivos en su trabajo y pagar el precio de estar mejor
preparados y capacitados.
La Escuela deberá, en un futuro próximo, vincularse más
ampliamente con los diversos sectores externos ala Universidad
( público, privado y social) con proyectos trascendentes de
mutua utilidad y aprendizaje; sobre todo ir ala par de los
cambios que se operan en la sociedad, agilizando modificaciones
en su cuniculum y ofreciendo, a corto plazo, opciones viables
para la nivelación de profesionales de nivel técnico a
licenciatura.
¿Cómo se siente usted a treinta y ClÍ1CO años de distanda de
sus primeras experiencias en la Escuela de Trabajo SOClaJ?
Dicen por ahí que cada quien habla por como le va en la feria.
Yo me siento muy bien; nunca me he arrepentido de la carrera
que escogí, pues ésta me ha proporcionado muchas
satisfacciones, como el ser maestra y tratar de
29
Vidas callejeras: pasos sin rumbo
Hilda Benitez Carreón
Hacer una reseña del
libro "Vidas callejeras:
pasos
sin
rumbo"
(PROMEXA, 1999), de la
investigadora
Antolina
Ortiz, es intentar descri- bir
un mundo que algu- nos no
quisiéramos que existiera, es
ver la cara fea de nuestra
sociedad que a diario nos
topamos y que asumimos
con natu- ralidad, es
descubrir cómo la gran
mayoría
permanecemos
indife- rentes ante tanta
injus- ticia.
que el 63.2% de la población percibe
ingresos inferiores a dos salarios
mínimos; en 1994 la población era
de más de 81 millones de mexicanos,
esto significa que alrededor de 51
millones sobreviven con ingre- sos
menores a dos salarios mínimos.
Además, la pobreza se muestra más
evidente, si tomamos en cuenta que
alrededor de 29.31% de los niños
menores de 15 años son analfabetas,
21.47% viven en vivienda sin
drenaje ni excusado y 20.92% no
tienen agua entubada en casas. A
esto hay que añadir los datos que
proporciona el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF), que afirma que 14
millones de niños mexicanos son
pobres, por lo que estamos hablando
de cerca de 45% de todos los
menores de 18 años .
Antolina
OrtÍz
nos
describe
"el
mundo
imperfecto" de los niños de
la calle, la crueldad a la que
se enfrentan, su entereza
ante la adver- sidad, las
formas
en
que
ellos
sobreviven, pero, sobre todo,
sin que la autora emita
juicios de valor, nos remite a
una pregunta que no podemos ni debemos soslayar
¿qué hemos hecho o
debemos hacer para que esto no ocurra?
Estos datos revelan la magnitud
del problema. Muestran como son
las condiciones de vida de no pocas
familias sin dinero ni educación,
quienes tratan de sobrevivir con
salarios ínfimos que no alcanzan
para satisfacer las necesidades más
apremiantes. Estos mexicanos se
ven presionados por las carencias y son presa fácil de tensiones,
de frustraciones, de violencia; además, de formas de evadir la
realidad como el alcoholismo y las drogas, esto se refleja
principalmente contra los niños y las mujeres que por su
debilidad fisica y su posición sufren más que nadie las
consecuencias de la pobreza.
Los niños de la calle no son un hecho nuevo. Siempre se han
dado casos del chico rebelde, aventurero, o aquél que por un
conflicto familiar se va de casa, pero cuando ésto se convierte en
un fenómeno social de graves consecuencias, debemos hacer un
alto en el camino para reconsiderar las formas de vida que esta
sociedad ofrece a sus integrantes.
La pobreza extrema que padece un número
considerable de familias mexicanas, la podemos apreciar al
revisar algunos de los datos señalados en el libro. La autora
afIrma en su texto que, cifras reveladas por el Grupo de
Economistas Asociados (GEA), menci~nan
Maestra en el Departamento de Trabajo Social
de la Universidad de Sonora.
30
cascos por su dureza; su piel pierde frescura, se mancha y
oscurece al contacto de la contaminación; duermen sobre
periódicos, cartón o trapos sucios en lugares insalubres como las
alcantarillas, los basureros y los almacenes viejos llenos de
desperdicios; el agua estancada, la fetidez y la fauna nociva y
transmisora de enfermedades los suele acompañar en sus
refugios.
Ante esta situación, el niño tiene que salir a trabajar y
conseguir apoyo para su mantenimiento y para ayudar a sus
padres. En el niño, las formas de explotación aparecen, pues en
muchas ocasiones el adulto al encontrarse en condiciones
degradantes por una sociedad que lo margina, torna sus
sentimientos en contra del más débil, se vuelve duro en sus
relaciones, aparece el abandono, el abuso y la explotación como
formas cotidianas de convivencia.
"Todo su aspecto refleja el descuido y su desesperanza -afirma
la autora- no existe en ellos la perspectiva del mañana, su vida
es hoy, ahorita, y más allá de su presente y su persona no existe
gran cosa " .Sus relaciones con los adultos suelen ser
desafortunadas, primero sus padres y después otros con quienes
entran en contacto; el policía que los quiere aprender y
extorsionar, el adulto que los quiere explotar y que los denigra
conduciéndolos generalmente al uso y venta de drogas ya la
prostitución.
La vida de los niños de la calle, tiene un factor común: "nadie
los quiere o nadie los deseó al nacer", vienen al mundo
desprovistos del amor de sus padres, éstos, no sólo no los
protegen, sino que muchas veces son el motivo por el que están
en la calle; por los abusos, los golpes, las injurias, las
violaciones, la explotación, que forman parte de su entorno
familiar, que los impulsa a ganar la calle; familias "expulsoras"
se les conocen.
Muchos de los niños de la calle de las grandes ciudades son
del interior de la república y de las áreas rurales. Como otros,
van en búsqueda de condiciones que les permita sobrevivir y
alejarse de su familia, en estas calles urbanas deben adaptarse a
la violencia que en ella se da, a los otros chicos de la calle que
imponen la ley del más fuerte, y deberán defenderse de algún
agresor; por lo que aprenden a pelear y utilizar lo que sea para
defenderse, tubos, palos, navajas y armas, de igual forma no
están exentos a los accidentes.
Un día, los niños de la calle toman la determinación de irse,
ese día, no lo piensan, lo sienten, han ido acumulando un dolor
callado, una ira contenida, una tristeza; porque de quienes
reciben la ofensa, sus madres, sus padres o padrastros, tiene un
significado mayor, ese desamor y su dolor temprano los
marcará, su visión de la vida será diferente, vienen a un mundo
hostil que no los comprende y menos los acepta.
En la calle se enfrentan a la fantasía de su libertad, de su
propia determinación, de ser ellos los autores de su propio
destino; deberán pasar por una serie de experiencias para
entender que en ella no les irá mejor.
Sus cuerpos se van llenando de cicatrices, las causas de
muerte entre ellos suelen ser enfermedades qu~ por sus
condiciones de vida se les complica, un simple resfrío puede
derivar en una pulmonía; una gastroenteritis, una infección de la
piel puede causarles trastornos permanentes.
Durmiendo en las banquetas, las alcantarillas, los parques, los
resquicios de algún edificio; pasando frío, calor, lluvia; expuestos
a una serie de peligros que los acechan, van pasando la noche,
vestidos con harapos, sucios; durante el día buscan como mitigar
su hambre, algunos se dedican a lavar parabrisas, acarrear bultos,
vender chicles, hacer de malabarista o payasito; otros, al hurto y
algunos más, ala venta de mercancía prohibida. Van de un lugar a
otro sin rumbo fijo en búsqueda de lo que aparezca, de la
oportunidad de que alguien les de algo.
Sus caras reflejan desamparo, su mirada está perdida muchas
veces, por lo que consumen o inhalan, su aspecto es el de un
mendigo, su ropa sucia y descuidada; pueden durar a veces
semanas con lo misma ropa, su baño es también ocasional.
Su alimentación es descuidada, consumen aquello que pueden
obtener, en su mayoría alimentos que no los nutre, su aspecto es
deplorable, sus pies descalzos, están llenos de costras o callos por
calzar zapatos viejos y que no son de su medida; sus cabellos
sucios y enredados asemejan
Su vida afectiva se da por la cercanía, suelen andar en dúos o
tríos donde surgen ciertos rasgos de amistad y protección. Sólo
que ésta es muy volátil debido a que las condiciones de vida no
les da esa oportunidad; suelen entrar en conflictos por las drogas
que consumen, las pocas posesiones o por rivalidades por el
poder.
Su sexualidad se inicia generalmente por efectos de una
violación cometida por un adulto, que pudo ser su padre, algún
familiar o por sus propios compañeros de la calle, además, los
lugares y las formas en que viven los hace encontrar
tempranamente experiencias variadas de sexo, lo que los
preparan a ver la prostitución como algo "normal de la que
pueden sacar cierto beneficio".
El problema para las Hiñas de la calle es mayor en la medida
que suelen ser víctimas de abuso físico y emocional por parte de
quienes las "protegen" , su indefensión las hace asumir
conductas de sumisión y pasividad, los golpes, la explotación y
abuso se da entre
31
actuar en forma activa en la búsqueda de alternativas que
permitan que este mal social no se siga extendiendo. Si bien es
cierto que nuestro trabajo cotidiano, en el ofrecimiento de un
servicio de calidad a las familias para el mejoramiento de sus
condiciones de vida, las ayuda y protege para que en su interior
no se den las formas de relaciones que provocan la expulsión de
algunos de sus miembros, esto no es suficiente.
sus novios quienes esperan que ellas, los provean
con recursos. En las parejas se repiten los
modelos de agresión, los celos ,la infidelidad, el
abandono y el maltrato contra la mujer, está
presente entre ellos. La promiscuidad se da por el
cambio frecuente de parejas o por la prostitución
que ejercen, por lo que están en riesgo de
contraer y trasmitir enfermedades venéreas o
sida.
Debemos trabajar más de cerca con este problema, conocer las
características que tiene el mismo en nuestro medio, su
dimensión, los aspectos que deben prevenirse, además,
promover la sensibilización y toma de conciencia a la sociedad,
pero sobre todo, hacer propuestas de políticas de bienestar y
seguridad social, que busquen atacar las causas: tenemos y
podemos usar nuestra presencia institucional y la calidad moral
que nos asiste para hablar en nombre de aquellos seres humanos,
los niños de la calle, que sufren la injusticia social de no tener
alternativas de una vida digna, porque, como escribe Elena
Poniatowska en el prólogo del libro de Antolina Ortiz, "un país
que no cuida a sus niños, es un país que lleva todas las de
perder" .
Las niñas, por la insuficiente información
sexual que tienen, suelen salir embarazadas por lo
que se ven obligadas a abortar en condiciones
insalubres, en manos de personas no
profesionales, en la clandestinidad, otras suelen
ser madres casi niñas. Cuando esto sucede su
carga es mayor, suelen andar con "bebes de la
calle" acuesta, descuidados, desnutridos, sin
mayor atención afectiva, ya que difícilmente
pueden ofrecer lo que ellas no recibieron.
El problema de la droga en los niños callejeros
tiene varias aristas. Por un lado el hecho de venir
de hogares donde el vicio estaba presente como
forma de vida cotidiana, además, ellos forman
parte de la calle en ambientes hostiles donde
abundan las adicciones de toda índole, pero, el
motivo de mayor peso en la inducción al
consumo de drogas, es sin duda el "estado de
ánimo", son niños sin esperanza, sienten la
poca estima social, se evaden del dolor del
hambre, de sus penas y sus angustias, las drogas
los hacen escapar.
Inician generalmente con el cemento y thiner,
de ahí a la marihuana, las pastillas, finalmente
a la cocaína y el opio, si logran sobrevivir y
escalar económicamente ciertos niveles.
Con el libro "Vidas callejeras...", la autora
confirma que la vida en la calle y las formas
en que ésta se da, propicia que la delincuencia
sea una forma de sobrevivir y de afrontar el
resentimiento social. El niño y el joven se
vuelven insensibles, sus experiencias lo han
formado así, la sociedad por lo tanto recibe de
ellos una respuesta que ella misma provocó.
La solución no es tratar de exterminarlos como
ha sucedido en algunos países, esto además de
inhumano, no resuelve de fondo el problema
ya que si las condiciones de marginación y
pobreza siguen creciendo, mayor potencial de
personas en riesgo de asumir conductas
antisociales se darán.
La dramática vida de los niños de la calle
debe hacernos reflexionar, no sólo a titulo
personal, sino también desde el ámbito
profesional, al Trabajo Social le corresponde
32
Descargar