EL ARTE CLÁSICO GRECIA ÍNDICE *La arquitectura griega −Introducción............................................ pág. 1 y 2 −Los órdenes..............................................pág. 2 y 3 −El templo griego................................... pág. 3, 4 y 5 −El teatro griego.............................................. pág. 5 −La Acrópolis de Atenas..................... pág. 6, 7, 8 y 9 *La escultura griega −La época arcaica.................................... pág. 9 y 10 −La época clásica................................... pág. 10 y 11 −La época postclásica.................................... pág. 11 −La época helenística............................. pág. 11 y 12 BIBLIOGRAFÍA • Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2003. • Enciclopedia Larousse. • Libro de texto de 2º de Bachillerato de Historia del Arte de SM, Varios Autores. • Páginas web: www.artehistoria.com, www.arquivolta.com, www.rincondelvago.com, 1.La arquitectura griega • Introducción: −orígenes del pueblo griego. El origen de la civilización griega lo encontramos retrocediendo hasta el año 3000 a.C. con el pueblo llamado minoico. Su vida giraba entorno a un Palacio, centro económico, político y religioso. Era un pueblo de grandes comerciantes, pacífco y amante de la naturaleza. Del arte minoico podemos destacar: los palacios de Knosos, Faistos y Hagia Triada. En 1450 a.C. la cultura minoica se extinguió dando paso a la micénica, pueblo indoeuropeo que poseía una lengua de la que procede el griego. Estos se instalaron en el Peloponeso, en ciudades amuralladas y austeras, era un pueblo belicoso y su sociedad estaba jerarquizada en torno a una casta guerrera, y presidida por un rey que debía su prestigio a una eficaz dirección en la guerra. Del arte micénico destacan las ciudades de Argos, Tirinto y Micenas. 1 En el 1200 a.C. los dorios (pueblo indoeuropeo) colapsaron la cultura micénica, irrumpiendo en Grecia con gran violencia, haciendo desaparecer toda forma de arte y retroceder la cultura. Entre el año 800 a.C. y el 500 a.C. se desarrolla el auténtico genio griego a partir de su sentido de libertad y del valor de lo humano, que derivan del espíritu aristocrático de estos invasores. Entre los siglos V y IV a.C. la cultura griega se encuentra en su apogeo. Mientras conseguían los mejores frutos de su arte, no tuvieron un periodo largo de paz. A mitad del siglo V a.C. se desarrollaron las guerras médicas, donde el pueblo griego venció a los persas (batalla de Platea, 479 a.C.). Después de esto desde el s. VI a.C. Atenas era la que detentaba el poder, ya que fue la que lideró estas guerras. Esto llevó a una rivalidad con Esparta que desembocó en las guerras del Peloponeso (430 a.C.), que acabaron con la victoria del pueblo de Esparta. Después de esto las guerras se continuaron durante todo el s. IV a.C. y esto llevó a la cultura griega a un período de decadéncia. En este período, el arte clásico desaparece y en su lugar aparece el postclasicismo, basado en Atenas. La figura de Alejandro Magno enlaza el postclasicismo con el helenismo. A pesar de la enorme extensión de su imperio, la herencia griega sólo cuajó en Asia Menor y el bajo Egipto, y se prolongó hasta que el área cayó en manos de los romanos. −características generales Entre los griegos de los siglos V y IV a.C. la arquitectura privada no tenía ninguna importancia. Todas las actividades públicas sucedían en el ágora, plaza pública sin forma definida que crecía al compás de la ciudad; era frecuente que se rodease de pórticos de columnas denominados stoas. Las stoas que han llegado hata nosotros son ya de época helenística. Tanto en la arquitectura religiosa como en la laica, los griegos levantaron sus edificios ajustando la forma a la función, un ejemplo es el caso del estadio, un recinto alargado para las carreras que se rodeaba de sencillas gradas al aire libre, o la palestra, edificio en torno a un patio cuadrado y porticado al que se abrían las estrechas habitaciones de los atletas y de sus preparadores. Desde finales del s. IV a.C., sobre todo en Asia Menor, las ciudades se embellecen con efectos escenográficos en los que sus monumentos destaquen o sorprendan. 1.2 Órdenes La arquitectura griega está fundamentalmente representada por los templos, que se construyen conforme a unos principios o normas, que constituyen los órdenes arquitectónicos o estilos. Son dos los estilos que surgen en época arcaica, el dórico y el jónico, que responden a las dos raíces del arte griego, la doria y la jonia, la primera más en relación con las culturas de los metales europeas, y la jonia con Asia Menor. Ya en el siglo V a.C. se añade el orden corintio y, más tarde, en pleno período helenístico aparece el capitel compuesto. El estilo dórico se extiende fundamentalmente por Grecia y Sicilia. Tiene su origen en las construcciones de madera, cuyas formas se transponen a la piedra. Se caracteriza por la columna de fuste estriado, con aristas vivas, sin base; capitel formado por collarino, equino y ábaco cuadrado; y entablamento que se divide en tres fajas, el arquitrabe, liso; el friso con triglifos que responden a las cabezas de las vigas transversales en las construcciones de madera y entre ellos las metopas, lisas o decoradas, que primitivamente servían para tapar los huecos entre las cabezas de las vigas; y rematando el entablamento, la cornisa saliente, con pequeños taquitos o mútulos. El estilo Jónico, originario de Asia Menor nos ofrece unas proporciones más esbeltas y elegantes. La columna estriada ya tiene base; el capitel , inspirado en modelos eólicos, tiene dos volutas encuadrando el equino, y el 2 ábaco es más fino; el entablamento nos ofrece un arquitrabe dividido en tres fajas horizontales o platabandas, friso corrido y cornisa. El estilo corintio es prácticamente una variación del estilo jónico. Se caracteriza fundamentalmente por el capitel formado por dos cuerpos, el inferior con doble fila de hojas de acanto y unos caulículos o tallitos que surgen entre estas hojas y se enroscan en los ángulos y centros; el ábaco es curvo y más fino, y el entablamento sigue el modelo jónico, más enriquecido por molduras o elementos decorativos. 1.3 El templo griego El edificio más importante en la cultura griega fue el templo. Este realizaba la función de casa del dios o diosa al que estuviera dedicado y los fieles entraban a contemplar su imagen, no era un lugar para la oración o reunión. Los sacrificios se hacían en un altar exterior en el lado oriental del templo. En sus comienzos, los materiales utilizados eran el adobe para los muros, y la madera para las columnas. Pero a partir del s. VII a.C. (período arcaico), estos fueron reemplazados por la piedra. La estructura natural se recogió en elementos arquitectónicos que vienen a ser como símbolos de lo que era la naturaleza original del edificio: los soportes de madera se convirtieron en columnas con estrías que recordaban las del leño, lo que fueron las cabezas de viga pasaron a convertirse en piezas acanaladas llamadas triglifos, los espacios entre aquellas vigas dieron lugar a las metopas, etc. Los templos tenían el tejado a dos aguas, lo que deja un espacio para la decoración (frontón), y en origen tenían un pórtico con dos columnas (megarón) que se completa con una columnata alrededor (peristilo). Los templos se elevan sobre unas gradas (krepis, cuyo último escalón es el estilobato), y según sus características reciben diversas denominaciones, de las que las principales son las siguientes: *hípetro (sin techo), *próstilo (con pórtico con columnas), *in antis (cuando los muros de la cella o naos avanzan hasta el frente), *anfipróstilo (con pórtico delante y atrás), *períptero (rodeado de columnas), *pseudoperíptero (con columnas adosadas en los lados), *áptero (sin columnas), *monóptero (circular), *tetrástilo (con cuatro columnas en el frente), *hexástilo (con seis columnas), *octástilo (con ocho columnas), *decástilo (con diez columnas). El templo griego tiene planta rectangular y suele estar formado por tres partes: el pronao o vestíbulo abierto, definido por la prolongación de las naves laterales y dos columnas entre ellas; la nao o cella, dividido habitualmente en diferentes naves separadas con columnas, situándose en su interior la estatua del dios titular del templo; el opistodomo, estructura similar al pronao pero en el lado opuesto, utilizado habitualmente para guardar los tesoros de la ciudad o del templo. Suelen también estar rodeados por un peristilo. • Los templos dóricos Los cambios en el templo dórico se perciben tanto en la planta como en el alzado. Los primitivos templos solían ser muy largos y estrechos y fueron evolucionando hasta que la longitud de los laterales se fue aproximando al doble de la del frente del edificio. La evolución se observa también en los elementos del alzado: los fustes se estilizan, aumenta la distancia entre columnas, el capitel se aligera y el entablamento se estrecha. 3 Grecia tomó del arcaísmo el templo ya formado. A principios del s. V a.C. se levantó en Olimpia el templo de Zeus, era períptero, y los lados mayores tenían el doble de columnas que los menores más una, lo que quedó como norma. Los templos de la Magna Grecia pueden dar una idea de lo que pudo ser este templo en Olimpia. Sin embargo, estos dan la impresión de estar más cerca del arcaísmo por la pesadez de sus elementos y proporciones. Para hallar un perfecto equilibrio entre solidez y elegancia hay que esperar a la construcción del Partenón de Atenas en el momento clásico del orden dórico. En orden dórico existen ejemplos de templos que no corresponden al tipo de base rectangular: *El tesoro: templo motivo, donado como agradecimiento o promesa a alguna divinidad. *El tholos: Es un pequeño templo con una sla nave circular rodeada de columnas y que parece derivar de algún tipo de monumento funerario. • Los templos jónicos y corintios Tras las guerras médicas, Atenas adoptó el orden jónico para mostrar su alianza con los que fueron víctimas de los persas. Un buen ejemplo es el templo de Atenea Niké en la Acrópolis. También en esta parte de la ciudad está el Erecteion, que expresa muy bien las transformaciones de la sensibilidad religiosa de finales del s. V a.C. Llama la atención la complejidad de su estructura, con diferentes entradas y con un acusado desnivel. Hay una tendencia enorme a investigar formas distintas para expresar una nueva religiosidad motivada por el misterio de la muerte. Son divinidades ancestrales y de la tierra, relacionadas con la fertilidad y el infierno, algunas de las que se veneran, así como tumbas de los míticos reyes que fundaron Atenas y lugares sagrados que también tenían relación con la fundación de la ciudad. El nuevo orden corintio, con los capiteles de hojas de acanto, era en el s. V a.C. un estilo que respondía a esta nueva sensibilidad religiosa, ya que el acanto se asociaba al mundo de los muertos. • El teatro griego La descripción más antigua de las partes de un teatro primitivo está escrita por Vitrubio en su libro V. Las tres partes principales eran: El theatron (cavea de los latinos) que se construía aprovechando el desnivel del terreno. Era un espacio reservado para los espectadores, que rodea la orquestra o las edificaciones de la escena (literalmente en griego, tienda o barraca, en latín scena), un recinto circular donde el coro se movía y recitaba. Como la orquestra era el germen del teatro, determinó también la forma de éste, y en el teatro griego conservó su forma circular en muchos edificios, como por ejemplo, en el Teatro de Epidauro (s. IV a.C.) el mejor conservado. Frente al theatron y tras la orquestra se encontraba la skena, una plataforma rectangular y elevada donde se situaban los actores. El auditorio estaba dividido por hileras de asientos en forma de cuñas o cunei también longitudinalmente por un pasillo o praecinctio, se le ponían asientos de piedra en hileras, en forma de gradas, análogas a las de los actuales tendidos en las plazas de toros. El teatro griego surgió como una forma de culto a Dionisio y en Atenas se convirtió pronto en un lugar en el que los ciudadanos asistían al juego de fuerzas irracionales y pasiones humanas en el que se decide el destino de los hombres, de manera que el teatro puede entenderse así como un edificio religioso. A partir del s. V a.C. se popularizó la comedia, se introdujeron decorados y tramoyas en la skena y la fiesta perdió en parte ese significado original. 2. La evolución de la escultura griega 4 El tema principal de la escultura griega es la representación del cuerpo humano, en la que los artistas plasman su concepción del ideal de la belleza física. El cuerpo se concibe como un conjunto en el que sus partes guardan unas proporciones determinadas y sus miembros tienen unas medidas justas. La escultura en la Grecia antigua, tiene una gran importancia para la escultura de hoy en día. La evolución de la escultura griega tuvo cuatro grandes períodos que fueron: la época arcaica, la época clásica, la época postclásica y la época helenística. 2.1 Época arcaica Este primer período se extendió desde finales del s. VIII al s. VI a.C. Lejos del monumentalismo de otras culturas, los griegos concibieron su arte siguiendo el postulado de Protágoras según el cual el hombre es la medida de todas las cosas. La escultura del arcaísmo tiene un marcado carácter sagrado. Esta escultura muestra, primero en madera (xoanon) y más tarde en piedra, imágenes de los dioses con los símbolos que la tradición religiosa asignaba a cada divinidad. Característicos de este período son los kouroi, atletas divinizados, elevados a la categoría de immortales; se representan como héroes y en ningún momento pueden considerarse retratos y las Korai que son figuras votivas de muchachas, junto a las que se depositaban ofrendas. Durante esta época los artistas se esforzaron en humanizar la escultura. Las primeras imágenes arcaicas están encajadas en un esquema geométrico, son frontales e impresionan por lo que tienen de sobrehumano. La sonrisa anima la expresión del rostro, pero es un gesto estereotipado. En torno a los años 540−535 a.C. se va sustituyendo la geometrización que segmentaba las figuras humanas por el modelado que define las partes del cuerpo como volúmenes; se rompe el frontalismo poco a poco y desaparece la simetría. De la cabeza en las esculturas cabe destacar el tratamiento que le dan al pelo, siempre rizado en bucles simétricos. En el paso del s. VI al V a.C., la sonrisa arcaica desaparece y el artista investiga la forma de integrar la expresión del sentimiento. 2.2 Época clásica Este período comprende el s. V a.C. Entre el año 500 y el 460 a.C. se distingue un primer período clásico llamado severo porque las imágenes pierden la característica sonrisa arcaica y adoptan una expresión de reflexiva serenidad. El ideal de la época es el equilibrio entre el sentimiento y el dominio de él. Las obras más significativas son las figuras de los frontones del templo de Zeus en Olimpia. El griego clásico confía en hallar el bien en este mundo, creen que el mundo es armonioso y que el hombre, con su razón, puede encontrar el orden y la felicidad. Miron, un escultor beocio, estudia el movimiento, algo que los griegos asocian al desorden, pero Miron busca orden en el movimiento y halla una postura (rhytmos) en la que la figura, parada resume la trayectoria de su movimiento. Policleto de Argos fue un teórico que en su obra, el Canon, busca la armonía en la proporción y la simetría. En sus esculturas del hombre adulto establece que la longitud total del cuerpo debe ser siete veces la cabeza. Así, trata de hallar la naturaleza ideal del ser humano. Fidias, el gran escultor ateniense, gran influencia para el arte de su época, posee un ideal de orden consistente en la creación de figuras conscientes, pensativas, que parecen capaces de sentir, pero que surgen contenidas y llenas de nobleza. 5 En esta época la búsqueda del naturalismo llega a su máxima expresión alcanzando la perfección en todos los aspectos técnicos. La perfección se expresa con formas ideales, no realistas, pues no se muestran las peculiaridades individuales, sino el individuo como prototipo ideal por lo que no se representa a una persona concreta, sino a un ser genérico y perfecto. 2.3 Época postclásica Hacia el 430 a.C. regresa de nuevo a la escultura el miedo al desorden, al caos y a lo irracional. Por un lado hay artistas que reaccionan al pesimismo haciendo una escultura virtuosa y elegante, como si se evadieran de la realidad de la época, las nikai sin alas que decoran el friso del templo de Atenea Niké. Por otro lado, otras obras van dejando sitio al sentimiento, al phatos, cada vez menos contenido: las estelas funerarias del cementerio de Atenas, en su gran mayoría anónimas son las que mejor reflejan hasta que punto estaba generalizada la nueva sensibilidad, se veía en las representaciones de los difuntos, cabizbajos despidiéndose de sus familiares, o de sus objetos personales. La novedad de este siglo consiste en que no es el dolor universal el que preocupa, sino el dolor personal. La exploración de los sentimientos como algo personal se debe a Scopas de Paros, que es el creador de los frontones del templo de Atenea en Tegea, imágenes que expresaban el dolor con gestos alterados. El intento que hacen por sentir el dolor, también lo realizan con la belleza, pero a través de los sentidos. Praxiteles trabajaba el mármol para que pareciera carne viva y para que el espectador se recrease en su verismo y su belleza. Lisipo fue sobre todo un técnico y no se interesaba por los sentimientos, sino que se propuso mejorar la proporción de Policleto. Alargó a siete cabezas y media el módulo de la altura total. Lisipo hizo que las figuras invadieran su espacio, no posando para él, sino avanzando brazos y piernas, girando el cuerpo (Apoxiomenes, Hermes de la sandalia), para que se viera obligado, el espectador, a buscr un punto de vista y a moverse alrededor de la imagen. 2.4 Época helenística El arte helenístico abarca un período de tiempo muy largo y un territorio diverso y amplio. Sus características pueden explicarse a partir de la crisis de la polis. A consecuencia de ello proliferan éticas personales que dan respuesta a las inquietudes de un hombre que ya no cree en los valores colectivos y que vive en ciudades enormes en las que no hay vida común. El artista se interesa por situaciones límite de la vida. Se desarrolla tanbién en esta etapa el gusto por lo refinado y evasivo. En el helenismo se busca la variación, la anécdota, el episodioliterario especialmente dramático, y los temas son infinitos, desde lo más vulgar y superficial, hasta oscuras y eruditas alusiones a obras literarias muy escogidas. Se esculpen niños y viejos e incluso personajes como el Hermafrodita, ser que es hombre y mujer a la vez. También en esta época tiene gran importancia el retrato, evoluciona muchísimo desde los primeros retratos en el postclasicismo de Alejandro Magno. El movimiento de las figuras se intensifica en la gran mayoría de las obras: los cuerpos giran, se retuercen y ya no se puede contemplar la escultura desde la posición frontal, sino que hay que rodearla para poder captarla íntegramente. Con este fuerte movimiento la anatomía se marca con intensidad y el estado de ánimo se representa en el rostro. A pesar de la variedad de temas e inquietudes, pueden distinguirse escuelas: 6 *La de Alejandría, en Egipto imitó el estilo de Praxiteles, pero también popularizó figuritas grotescas, de niños y personajes callejeros. *En la de Tanagra, cerca de Atenas, se hacían unas figuritas de terracota que representaban damas elegantes y veladas que sintetizaban toda la gracia e imaginaciónde la época. *La de la isla de Rodas destaca por dos obras dispares: la Victoria de Samotracia, un santuario con la proa de un barco ante la cual la figura alada evocaba una victoria naval; y el grupo de Laocoonte. Esta obra, como la de la Victoria de Samotracia, recoge la sabiduría clásica, pero con un nuevo efecto, muy dramático en este caso. *La de Pérgamo, un pequeño reino en Asia Menor, la más importante: el rey Átalo I mandó erigir un monumento, hoy perdido, para commemorar su victoria contra los gálatas que aparecían en lo alto con gestos de agonía. Algo posterior es el altar de Pérgamo. *Hay una serie de obras que no se inscriben en ninguna de estas escuelas y que completan este panorama del helenismo: la Afrodita agachada y el Niño de la oca. 7