mujeres destacadas

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LAS MUJERES
H O M E NA J E
EN LAS CALLES
D E P U E RT O M A D E RO
1810-2010
INTRODUCCIÓN
La publicación del cuadernillo “Las Mujeres homenaje en las calles de
Puerto Madero”, representa para el programa Puertas del Bicentenario un
humilde homenaje al rol protagónico de la mujer en la construcción de la
identidad nacional.
A algunas de ellas, la ciudad de Buenos Aires le brindó, para reforzar la
memoria popular, un lugar en la identificación de las calles del barrio de
Puerto Madero.
Sus vidas y trayectorias resignifican seguramente, las luchas y utopías de las
mujeres de la generación del Bicentenario, que con esfuerzo, dedicación y
trabajo acompañan la consolidación de una sociedad más justa y solidaria.
Silvana Giudici
LAS MUJERES HOMENAJE EN LAS CALLES DE PUERTO MADERO
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uchos de los que pasean por este rincón urbano se preguntarán, en el
mejor de los casos, quiénes fueron las mujeres que dan nombre a estas
calles. Tal vez otros tantos no tengan idéntica inquietud, pero es inevitable percibir la nomenclatura femenina que caracteriza a esta zona. No es casual que
el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sea el día de este barrio. En 1995 la
licenciada Leticia Maronese, presentó una denuncia acerca de la actitud discriminatoria respecto del género femenino en la asignación de nombres de las calles porteñas. De ahí, que se haya revisado el tema y que el barrio se vea poblado de calles
que responden a mujeres talentosas, comprometidas y luchadoras que enorgullecen
al género. Por fin, la mujer se abrió camino en Buenos Aires. La intención de estas
líneas es que no sólo sean nombres que sirvan para ubicarnos, sino acercar la historia de estas personas que dejaron huella en su andar. A pesar de que hayan pasado muchos años sin que la ciudad les ofreciera su merecido homenaje, éste al fin
les ha llegado y seguramente continuará a medida que se vayan abriendo nuevas
arterias. Para una mejor organización decidimos presentar en orden alfabético
(teniendo en cuenta los nombres, no los apellidos) los datos más importantes de
estas mujeres que dan nombre a parques, plazoletas, bulevares y calles del barrio.
M
Alicia Moreau de Justo
Aimé Painé
Azucena Maizani
Azucena Villaflor de Devicenti
Cecilia Grierson
Carolina Elena Lorenzini
Elvira Rawson de Dellepiane
Emma de la Barra
Encarnación Ezcurra
Fenia Chertkoff
Juana Manuela Gorriti
Juana Paula Manso
Julieta Lanteri
Macacha Güemes
Alicia Moreau de Justo
Manuela Sáenz
Mariquita Sánchez de Thompson y Mendeville
Marie Langer
Marta Lynch
Martha Salotti
Micaela Bastidas
"Siempre creí que este país merecía ser distinto. Que un día íbamos a
unirnos todos y el destino cambiaría. Recuerdo los barrios obreros de
esta ciudad cuando llegábamos con las banderas rojas, y la gente se iba
reuniendo y se iban logrando cosas. Cuando el Partido Socialista era
una parte linda de la vida. Cuando las mujeres nos juntamos por primera vez y empezamos a pelear por nosotras...".
Olga Cossettini
Petrona Eyle
Pierina Dealessi
Raquel Forner
Regina Pacini de Alvear
Rosario Vera Peñaloza
Rosita Quiroga
Trinidad Guevara
Virginia Bolten
Victoria Ocampo
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Nació en Inglaterra el 11 de octubre de 1885 y era hija de Armando Moreau y de
María Denanpont, ambos franceses. Su padre había participado activamente en los
sucesos de la Comuna de París, en 1871, y por esa causa se había debido exiliar en
distintos países europeos, hasta establecerse en Buenos Aires hacia 1890. Los ideales que sustentara en ese momento, comunes por otra parte entre los inmigrantes
más politizados de la corriente migratoria, serán los que utilizará para la educación
sin prejuicios de su hija. Desde muy pequeña participa con su padre en reuniones
políticas y en la Escuela Normal Nº 1 tuvo como docente a Hipólito Yrigoyen. Su
gran curiosidad intelectual y vivo interés por el hombre y sus problemas la lleva a
completar, una vez terminado el magisterio, los estudios de medicina. Se graduó en
1913 con diploma de honor. Había cursado el sexto año de estudios en el área de
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Ginecología y el séptimo y último, en la de Clínica del Hospital de Clínicas, de
cuyo viejo edificio hoy sólo se conserva la capilla, en el centro de la plaza Houssay.
Comenzó su actividad política en 1906 y sumó a su vida profesional sus inquietudes feministas. En 1902 creó junto a otras compañeras "El Centro Socialista
Feminista" y "La Unión Gremial Femenina", asentando de esta manera las bases
para la equidad de los derechos de la mujer en la sociedad argentina.
Fue una de las organizadoras del Primer Congreso Femenino Mundial en 1910. En
ese mismo año fundó también el Ateneo Popular y en 1918, la Unión Feminista
Nacional. Esposa de Juan B. Justo y madre de tres hijos, aunó sus esfuerzos para
no descuidar su profesión ni su familia, ayudar a los pobres y defender a las mujeres. Fue directora de la revista “Vida Femenina”y aconsejaba a las madres desde
“La Vanguardia”: Lea usted algún libro, reflexione sobre su lectura... Entre sus
obras se destacan "La mujer en la Democracia" y "El Socialismo según la definición de Juan B. Justo". Entre 1936 y 1939, cuando la sublevación fascista desgarra
España llevándola hacia la guerra civil, participa de mítines y programas radiales
mientras organiza campañas de solidaridad de apoyo a la República.
“…ya no retrocedemos como no retrocedió ella cuando se trató de
hacer política partidaria o construir la Política que nos compete como
ciudadanas. La que promovió desde la Sociedad Luz de Barracas, desde
el Congreso popular de Educación, o desde la Unión Feminista nacional, o en el Comité Pro Paz, en el Congreso Internacional de Obreras y
en tantos otros territorios ocupados por los desposeídos y los humillados. Lo que supo y pudo hacer tendiendo puentes entre su maternidad,
su militancia política, su profesión y su matrimonio. Mostrando cómo se
puede ser feminista y al mismo tiempo militar en política mientras se
atiende la profesión, se cuida a los hijos y se acompaña al marido, poseyendo una identidad propia, aún siendo la "señora de". Pudo hacer
todo esto en la época en que parecía imposible lograrlo, sin optar entre
una y otra pasión. Fue un modo de ser revolucionaria integrando las
capacidades de la mujer.”1
Preocupada desde siempre por la vigencia de los Derechos Humanos, no podía permanecer ajena a los hechos que se desarrollaban en el país y a los 90 años se erige
en uno de los miembros fundadores de la Asamblea Permanente por los Derechos
Humanos. Antes había hecho lo propio con la Confederación Socialista Argentina
y la Fundación J. B. Justo, las que presidió hasta su muerte, ocurrida en Buenos
Aires, el 12 de mayo de 1986.
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Aimé Painé
“La confianza en nosotros mismos fortalecerá nuestra identidad y ayudará a descubrir y respetar nuestra verdadera historia, pues respetar
nuestra historia y nuestra cultura es crecer con dignidad hacia todos los
pueblos del mundo.”
Fue la última princesa mapuche y se destacó por la defensa de los derechos de su
pueblo. Nació y se crió en Ingeniero Huergo, una ciudad en la provincia de Río
Negro. Vivió en Buenos Aires, pero se decidió a salir al campo y encontrar sus orígenes. Esto dio lugar a que extendiera su repertorio e incluyera temas de autoría
propia y de profundas raíces indígenas. “Yo he nacido para cantar mapuche, porque siento que tiene que ser así. He nacido para no estar en silencio, al igual que el
resto de mi gente”, afirmaba. En muchos lugares del país hay instituciones o espacios públicos que llevan su nombre, tal es el caso de la Municipalidad de General
Roca que llamó Aimé Painé a la plaza de un nuevo barrio de más de 800 viviendas
en septiembre de 2003. Existe una biblioteca homónima en Pico Truncado. El nombre del ballet de San Martín de los Andes también le hace honor a esta artista. En
Buenos Aires, el Jardín de Infantes Nº 2 del Distrito Escolar 16 de la calle
Condarco 3984, lleva su nombre por Ley Nº 969. Aimé Painé falleció en el
Paraguay en 1987.
Azucena Maizani
Azucena Maizani nació en Buenos Aires el 17 de noviembre de 1902 y falleció en
la misma ciudad el 15 de enero de 1970. Reconocida por su “decir” el tango, hecho
de sentimientos y dolor, fue conocida por el seudónimo de “La Ñata Gaucha”. Sus
primeras presentaciones fueron en la década de 1920, destacándose su presencia
como corista en “El bailarín del cabaret”, de 1923.
Enrique Delfino la hizo debutar cantando tangos en la obra de Alberto Vacarezza
“A mi no me hablen de penas”. A ella se debe el estreno de tangos famosos como
“Soy un arlequín” de Enrique Santos Discépolo, “Organito de la tarde” de José
González Castillo y Cátulo Castillo y “Esta noche me emborracho” de Discépolo,
pero también, a su manera, compuso algunos que continúan en el repertorio de las
cantantes actuales, como “Pero yo sé” y “No salgas de tu barrio”.
1 - GIBERTI, Eva, Brindis con Alicia, extraído de Red Informativa de Mujeres de Argentina,
www.rimaweb.com.ar.
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Actuó en España y Francia, con mucho éxito, admirada sin reservas por Carlos
Gardel y muchos cultores del tango de sus tiempos. Sin embargo, las vueltas de la
vida la hicieron llegar a su final en decadencia y casi en la pobreza. En la película “Tango”, de Luis Moglia Barth, Azucena aparece cerrando el film con una
memorable interpretación de la ”Milonga del 900” con letra del gran Homero
Manzi y música de Sebastián Piana, vestida con su tradicional traje masculino.
Azucena Villaflor de Devicenti
Madre de Plaza de Mayo. Señalada por Astiz. Desaparecida.El nombre de Azucena,
ama de casa que de joven había trabajado en la fábrica Siam, retumba en la noche
oscura de la última dictadura militar. El 30 de noviembre de 1976 desapareció
Néstor Devicenti, estudiante de arquitectura y Azucena, como hacían otros familiares en esa época, comenzó a deambular por diferentes reparticiones e inició todo
trámite y gestión que le permitiera saber algo de su hijo. Como ella, había muchos
en idénticas condiciones pero fue esta mujer a la que el terror no la paralizó quien
propuso a otras madres que se reunieran, que se organizaran y que tomaran como
centro para esas reuniones la Plaza de Mayo, referente de las manifestaciones en
nuestra ciudad. Catorce mujeres se encontraron por primera vez en la Plaza de
Mayo la tarde del sábado 30 de abril de 1977. De ahí en más comenzaron a reunirse todos los jueves. Recuerda Adela Antokoletz:
Las primeras rondas nacieron porque la policía les prohibía a las
madres mantenerse juntas en la plaza. ‘Retírense!’ –agredían a las
madres. Sí, nos retirábamos, para allá, en una diagonal y pegábamos la
vuelta y volvíamos por otra. Así es como nace la plaza. Si no hubiese
sido por Azucena no sé si hubiera habido Madres de plaza de Mayo.
Para todo era ella, nunca faltó. Yo puse también toda mi pasión, venía
desde los tribunales de San Isidro de donde era empleada, derecho a la
plaza para llegar a las tres y media. Porque a esa hora pasaba un montón de gente. “Ustedes son maestras jubiladas, ustedes por qué se reúnen acá?”, preguntaba la gente. Entonces era la manera, la única
manera de difundir y la gente ya avisaría. Cuando empezamos a dar la
vuelta iba gente y nos miraba. Y a veces, si llovía nosotras veíamos
gente llorando. Se mojaban también, como nosotras, claro. Caíamos
con paraguas, con pañuelos, con lo que fuera. Pero vi gente que lloraba. Ya sabían quiénes éramos y a qué íbamos.2
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Para ese entonces, Astiz se había infiltrado en el grupo que se reunía en la Iglesia
de la Santa Cruz haciéndose pasar por hermano de un desaparecido y había marcado el destino de muchos de los que estaban allí. Azucena fue raptada el 10 de
diciembre de 1977, el mismo día en que aparecía la solicitada publicada por las
madres de Plaza de Mayo en el diario La Nación.
En julio de 2005, un equipo de antropología forense identificó sus restos.
La metieron en “capuchita” dentro de la ESMA, con su vestido de mangas cortas, atada y vendada. En las horas siguientes, ella descubrió que
allí había otros detenidos y les preguntó sus nombres así, cuando la
dejaran libre, avisaría a sus familias. También les dio el nombre de su
hijo secuestrado por si alguien sabía algo de él. Pero casi no tuvo más
tiempo. Antes de que pasara una semana la sacaron de allí, la subieron
a un avión y la arrojaron al mar. Por capricho de las mareas, su cuerpo fue a parar a las arenas de Santa Teresita y quedó enterrada como
NN en un cementerio cercano, en donde esperó más de veintisiete años
para ‘aparecer’.3
El 8 de diciembre las cenizas de Azucena fueron enterradas en la Plaza de Mayo y
cubiertas de azucenas blancas y claveles rojos. En la ceremonia, que presidió su
hija, se descubrió una placa con la siguiente leyenda: “Fue mantenida en cautiverio en la ESMA y días después arrojada viva al mar. Sus restos fueron identificados en julio de 2005. Juicio y castigo a los culpables”.
Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, donó en su memoria una placa que
está ubicada sobre su calle a metros de los diques. En la esquina de su casa, en la
Av. Mitre y Crámer de la ciudad de Avellaneda, otra placa le rinde honor a esta
madre que recibió de Astiz el beso de la traición.
Cecilia Grierson
Fue la primera médica argentina (lo cual no es poco) pero encasillarla en la medicina sería una simplificación ya que fue investigadora, docente y escritora. Nació
en Buenos Aires el 22 de noviembre de 1859. A los 13 años se inició como maestra rural y se graduó a los 19 como maestra. Cumplidos los 23 años ingresó a la
2 - GOÑI, Uki, La Verdadera historia de Alfredo Astiz, El Infiltrado, Buenos Aires, Editorial
Sudamericana, 1996.
3 - ARROSAGARAY, Enrique, “Azucena, secuestrada cuando iba al mercado”, nota en diario Clarín,
Buenos Aires, 9 de julio de 2005.
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Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y siendo todavía estudiante fundó en el ámbito del Círculo Médico Argentino, la primera Escuela de
Enfermeras del país, entidad que ella misma dirigió hasta 1913. En 1888 fue nombrada Practicante Menor del hospital Rivadavia. En 1889 se graduó con una tesis
sobre ginecología y comenzó a ejercer en el hospital Ramos Mejía. Dedicada de
pleno a la salud fundó en 1892 la Sociedad Argentina de Primeros Auxilios. Las
discapacidades físicas no quedaron excluidas de su accionar, motivo por el cual
colaboró con el establecimiento en Buenos Aires del Instituto de Ciegos. Fue autora de libros y publicaciones. Siempre atenta a la labor docente, introdujo el estudio
de la puericultura en el país. Su labor feminista fue importante ya que luchó por los
derechos y la equidad social de las mujeres. Como dijimos sus intereses eran variados. Se sabe que realizó investigaciones sobre la comunidad escocesa radicada en
el Partido de Monte Grande, protagonizando un destacado rol en los primeros años
de vida del Partido Socialista Argentino, fundado en 1896. Junto a Alicia Moreau
de Justo, Elvira Rawson y Julieta Lanteri-Renshaw, quienes entre otras, iniciaron
la lucha por los derechos civiles y políticos femeninos, demandaron oportunidades
educativas y de trabajo y propusieron reformas al Código Civil en beneficio de la
situación de la mujer. En 1910, Cecilia Grierson presidió del Primer Congreso
Feminista Internacional de la República Argentina, convocado por la Asociación de
Mujeres Universitarias. Allí se analizaron temas como la situación de las mujeres
en la educación, la legislación, el abandono de los hijos, la necesidad del sufragio
femenino, entre otros. Estas luchas reivindicativas tuvieron éxito recién en 1926,
cuando se reformó el Código Civil con la incorporación de muchas de las demandas acerca de la condición de la mujer en el país, como la posibilidad de disponer
de sus propias ganancias, formar parte de sociedades civiles o mercantiles, etc.La
primer médica de toda América del Sur murió el 10 de abril de 1934 en Córdoba,
tras haber pasado allí sus últimos años. En su homenaje, al año siguiente se impuso su nombre a la Escuela de Enfermería de la Ciudad de Buenos Aires, que ella
había fundado.
Carolina Elena Lorenzini
Carolina Elena Lorenzini nació el 15 de agosto de 1899 en la actual localidad de
Alejandro Korn, en la provincia de Buenos Aires. La “aviadora gaucha” era muy
querida por el pueblo de La Pampa, que ella visitaba con cierta asiduidad con su
avión. Fue una adelantada en la lucha de la mujer por ocupar un lugar en la sociedad junto al hombre. Carola tenía una manera de ser mujer en la Argentina de los
años 30 y principios de los 40 que la distinguía. Además de aviadora, era atleta,
jinete, jugadora de tenis, lanzadora de jabalina. Pero también se la recuerda como
una mujer de pueblo. Esta hija de inmigrantes era incapaz de aceptar las diferencias sociales.
El 13 de noviembre de 1935 se transformó en la primera mujer que cruzó por aire
el Río de la Plata. Con su avión Fleet 51 y sin brújula, Carola aterrizó en terrenos
cercanos a Carmelo. Había comenzado su carrera de aviadora poco antes, en el año
1931, cuando fue aceptada en el Aero Club Argentino, cuando la aviación era categóricamente masculina. Dos años más tarde obtuvo su carnet de piloto civil. Pero
su gran pasión fue la acrobacia... Junto a su maestro Santiago Germano formó un
dúo de aviadores acróbatas que ofreció espectáculos en Argentina, Brasil y
Uruguay.
En 1939 la revista Vosotras la destacó como una de las ocho mujeres del año y en
1940, al lograr unir las catorce provincias argentinas, llegó a la tapa de la revista
deportiva de la editorial Atlántida, El Gráfico.
El 23 de noviembre de 1941 todo el país se conmovió ante la muerte trágica de
Carola Lorenzini. Dado que por lazos familiares y amistosos estuvo vinculada a
algunas comunidades pampeanas, entre ellas la de General Acha, allí se sintió con
mucho dolor la noticia de su trágico fin en el aeródromo de Morón. Lorenzini era
experta en el ‘looping’ invertido, especie de voltereta en la que se desafía la gravedad. Esta vez el looping invertido fue desbaratado por la muerte. El 24 de noviembre de 2001 el Correo Central Argentino lanzó una serie de estampillas que homenajean a dos pioneros de la aviación en la Argentina: junto al piloto de origen francés Jean Mermoz, se recuerda a la entrañable Carola Lorenzini.
Elvira Rawson de Dellepiane
Si las guerras por predominio económico o territorial, rapiñas encubiertas bajo el nombre de misiones civilizadoras, pueden aún asolar a
la humanidad, si la maternidad en ciertas condiciones es todavía un crimen social y hay millones de inocentes que no disfrutan del cariño y
protección de los genitores y sufren cual criminales el desprecio social,
es porque la mujer es cobarde o es insensible o es ignorante de su propia fuerza y deber. Basta ya de guerras que siegan las vidas que nosotras damos con peligro de la vida nuestra...4
4 - Citado en BARRANCOS, Dora, Inclusión / exclusión, Historia con mujeres, Buenos Aires, Fondo de
Cultura Económica, 2002.
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Nacida en Junín el 19 de abril de 1867, recibió su título en 1892, orientando su
práctica médica hacia las mujeres y los niños. Se desempeñó como docente en
Higiene y Puericultura. Durante la revolución del 90 debió atender a heridos de
ambos sectores y recibió el reconocimiento público del doctor Leandro N. Alem.
En 1916 fundó en Uspallata, en la provincia de Mendoza, la primera colonia de
vacaciones, institución dedicada al cuidado de niños débiles. De esta manera,
lograba el apoyo del gobierno para una de sus grandes preocupaciones, los niños
discapacitados y ponía al servicio de los mismos sus conocimientos en materia de
pedagogía, sanidad escolar y protección de la niñez. Una de sus primeras propuestas, fue la obligatoriedad de la "copa de leche" en las escuelas. En 1918 se casó con
Manuel Dellepiane y tuvo diez hijos. Fue una de las grandes feministas de principios de siglo. En 1919 fundó junto a mujeres que respondían a un amplio espectro
ideológico, la Asociación Pro Derechos de la Mujer.Luchó por el reconocimiento
de su género no únicamente a nivel científico sino también en la sociedad y más
aún en la familia, ya que abogó entre otros temas por el divorcio vincular. Falleció
en Buenos Aires en junio de 1954.
Emma de la Barra
Nació en Rosario en 1861. Los hombres que la rodearon fueron periodistas por lo
cual la producción de la escritura le fue familiar desde su infancia rosarina, donde
su padre, Federico de la Barra, reunía en su casa a personajes acreditados en el
mundo intelectual. Sus dos maridos, Juan de la Barra, primero y Julio Llanos, en
segundas nupcias, compartieron el oficio. A partir de1904, se refugió en la literatura mitigando el dolor por la pérdida de Juan de la Barra y no le fue nada mal. El
caso es que en 1905 se conoció “Stella”, novela que en primera instancia aparece
anónima pero que luego firma con el nombre de César Duayen. El éxito es tal, que
se convirtió en el primer “Best séller” en nuestro país. Al año siguiente publica
“Mecha Iturbe”, que no logró la repercusión de la novela anterior. Esta maravillosa narradora también escribió un libro de lectura para niños, “El Manantial”, de
1908. Fuera de la ficción Emma de la Barra soñó con la creación de un barrio obrero próximo a La Plata conocido como "Las mil casas" en el cual proyectó la construcción de una escuela y un teatro, sin embargo no le fue tan bien como en la literatura. La utopía fracasó y perdió parte de su fortuna. Pero también activó empresas que sí resultaron, tal es el caso de la fundación de la “Sociedad Musical Santa
Cecilia” para encauzar el entusiasmo de los aficionados a la música, la primera
escuela profesional de mujeres; “La Cruz Roja”, que fundó en unión con Elisa
Funes de Juárez Celman, esposa del presidente Miguel Juárez Celman, en las pos12·
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trimerías de su gobierno, jaqueado por la revolución de 1890; la exposición de
obras de arte y joyas que organizó en 1893 con Delfina Mitre de Drago, con fines
benéficos y que permitió admirar las más hermosas expresiones artísticas que había
entonces en colecciones privadas.5
Incursionó en el periodismo y sustituyó a su marido, Julio Llanos, en las notas que
enviaba en 1915 desde París al diario La Nación durante la segunda Guerra
Mundial. En un reportaje que esta revista le hizo la autora comentaba : ”Hace un
cuarto de siglo las mujeres ocupábamos una situación especialísima dentro del
ambiente social. No se concebía la posibilidad de que transpusiera los límites del
hogar sin que violara los más elementales preceptos de su organización. Cómo iba
a atreverme a firmar una novela? Qué esperanza!. Era exponerme al ridículo y al
comentario..”6 Falleció en Buenos Aires en 1947.
Encarnación Ezcurra
Nació en Buenos Aires el 25 de marzo de 1795 y era hija de Teodora de Arguibel
y Juan Ignacio de Ezcurra.7
Se casó con Juan Manuel de Rosas el 16 de marzo de 1813 y fue su fervorosa colaboradora, ya que sentía por su marido una devoción ciega e inconmovible. Actuó
en circunstancias difíciles, haciéndose imprescindible para manejar algunos asuntos de gobierno por su fanatismo, y también intervenía en los temas comerciales de
su marido. Su intervención fue decisiva en 1833, cuando se produjo la llamada
Revolución de los Restauradores que dio por tierra con el gobierno de Balcarce y
preparó el ascenso de Rosas al poder.
“Quiero a Buenos Aires de luto!. Luto para hombres, niños y mujeres.
Quiero iglesias, casas, barcos, edificios y caballos enlutados. Quiero
ver el luto en pobres y encumbrados. Meses y meses de luto para que no
la olviden los que más la amaron y para que no se sientan liberados de
ella los que desearon su muerte... Estuve con ella veinticinco años!. Me
amó con devoción durante veinticinco años!...“. 8
5 - SOSA DE NEWTON, Lily, Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas, Buenos Aires, Editorial
Plus-Ultra, 1972.
6 - MIZRAJE, María Gabriela, Argentinas de Rosas a Perón, Buenos Aires, Editorial Biblos, 1999, p. 167.
7 - SOSA DE NEWTON, Lily, op. cit.
8 - BILBAO, Susana, Amadísimo Patrón. Eugenia Castro, la manceba de Rosas, Buenos Aires, Editorial
Sudamericana, 2000.
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Gozaba de enorme popularidad entre el pueblo, al que protegía y halagaba, recibiéndolo en su casa, asistida por su hermana María Josefa. De gran ayuda en los
temas de gobierno, la fidelidad a su marido más de una vez la llevó a convertir a
sus contertulios de cualquier clase social en delatores. No en vano el joven unitario Esteban Echeverría, se referirá a Encarnación como “la heroína del matadero”.
Falleció en Buenos Aires el 20 de octubre de 1838.
Fenia Chertkoff
Nació el 7 de octubre de 1869, en Odessa, a orillas del Mar Negro, Rusia. Creció
en un ambiente convulsionado por el rechazo al régimen zarista. Cuando tenía dieciocho años se recibió de maestra en la escuela Normal de su ciudad natal. También
estudió música, teatro y danza y muy pronto participó en su país en la política clandestina. Siguiendo los caminos del exilio se instaló con su marido en Italia. Éste
pronto falleció y junto con su hija Victoria se trasladó a la Argentina, instalándose
en Colonia Clara, provincia de Entre Ríos, donde la mayoría de sus habitantes eran
judíos. Allí fundó una biblioteca y enseñó a leer español a los habitantes. Además
estudió italiano y francés, dedicándose a las traducciones. Relacionada con directores de revistas en el extranjero, a través de ellos fue invitada a la Universidad de
Lausana, en Suiza, donde estudió entre 1897 y 1898; luego fue a Francia y concluyó sus estudios en la Sorbona. Se especializó en Pedagogía siguiendo el método
educativo froebeliano, revolucionario para esos tiempos. Educarse no le impidió
seguir de cerca el desarrollo de las luchas obreras. Entre otros intelectuales revolucionarios de la época, Fenia mantuvo intercambios epistolares con Rosa
Luxemburgo, quien con Karl Liebknecht formara el ala izquierda del partido
Socialista Alemán. Junto a sus hermanas obtuvo la ciudadanía argentina. Instaladas
en Buenos Aires, en la casa de Enrique Dickmann, afiliado al Partido Socialista,
Fenia conoce al Dr. Nicolás Repetto, con quien se casa. En tanto, el fundador del
partido, Dr. Juan B. Justo, lo hace con Mariana y la otra hermana, Adela, lo hace
con Adolfo Dickmann. Tres casos en que los ideales en común llevan a la unión. El
19 de abril de 1920 fundó con sus hermanas y con Raquel Mesina y Gabriela
Laperriére de Coni el Centro Socialista Femenino y La Unión Gremial Femenina.
“El Centro Femenino es la única agrupación donde las mujeres, sin prejuicio de ninguna clase y con un programa claro y definido, llenan su existencia no solamente con las tareas del hogar y del trabajo sino que amplían sus horizontes con la obra fecunda por la emancipación económica,
política y social de la clase proletaria y de la misma mujer.”
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Fenia Chertkoff participó activamente de las primeras huelgas obreras. Colaboró
además en la organización de las trabajadoras telefónicas, textiles, del comercio y
de las fábricas de alpargatas, entre otros gremios. Con esas luchas, contribuyó a la
sanción de las leyes de descanso dominical para trabajadoras sombrereras, y la “ley
de la silla”, denunciando la explotación laboral de los menores de ambos sexos en
industrias como la fosforera o la tabacalera, las pésimas condiciones de salubridad
de las instalaciones fabriles y las jornadas sin límites de día ni horarios. Falleció en
la ciudad de Buenos Aires el 31 de mayo de 1927.
Juana Manuela Gorriti
Salteña nacida en 1819 supo inscribir su nombre en una familia de hombres destacados. José Ignacio Gorriti, guerrero de la independencia y amigo de Martín de
Güemes, fue su padre. Sus tíos no tuvieron menor peso. Ellos fueron Pachi Gorriti,
popular caudillo y el culto sacerdote doctor José Ignacio Gorriti. Como tantas otras
mujeres debió seguir a su familia en el exilio, en este caso a Bolivia. Allí se casó
con Manuel Isidoro Belzú, caudillo que llegó a ser presidente de ese país en el período 1848/1865 y del que Juana Manuela se separó, desafiando los prejuicios sociales. Buscando un sitio que la acogiera llegó a Lima con sus hijos.
Allí tuvo actividades docentes, literarias y sociales. La Quena (leyenda peruana)
fue dedicada a las limeñas:
“Hijas de Lima, a vosotras cuya adorable bondad iguala a vuestra deslumbradora belleza, y cuya dulce voz y mano cariñosa han calmado mis
penas y enjugado mis lágrimas, cuando, como el héroe de mi leyenda,
vine con el corazón lleno de tristeza y desaliento a pedir a vuestro país
un poco del reposo que me era negado en el resto de la tierra, a vosotras consagro este pequeño ensayo literario.” 9
Perú es en efecto su lugar en el mundo, el que ella elige, Bolivia le dará la posibilidad del matrimonio y la maternidad, mientras que la Argentina será el principio y
el fin de su vida, el Alfa y el Omega. En Perú se la reconoce como escritora y se la
respeta. Fue una animadora de la vida cultural, de modo que dirigió revistas, escribió en diarios y organizó las famosas veladas literarias. “Sueños y Realidades”, es
considerado por la crítica el mejor de sus libros.
9 - MIZRAJE, op. cit. La autora referencia la cita indicando que pertenece al diario El Comercio, Lima,
29 de enero de 1851 y la dedicatoria está suscrita el 2 de enero de 1851.
LAS MUJERES HOMENAJE EN LAS CALLES DE PUERTO MADERO
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Éste y todos los siguientes la signan como la primera novelista argentina y nuestra
principal escritora del siglo XIX. En “Lo Íntimo”, obra que escribe hasta 1892, año
de su muerte evoca la leyenda de su vida.
“Juana Manuela Gorriti, como la gran diva del movimiento literario
argentino (y acaso latinoamericano) decimonónico, es la mujer del desafío y la ternura. Provocativa y maternal a un tiempo, consciente de su
rol, de las determinaciones de su sexo, de las construcciones que en
torno a él hacen sus contemporáneos...” 10
Juana Paula Manso
Nació el 25 de junio de 1819 y si bien es indiscutible su aporte como educadora,
anclarla únicamente en este rol es minimizar la estructura de esta mujer que escapa a los parámetros de su siglo. Juana debió seguir a su familia en el exilio durante el gobierno de Rosas, razón por la cual vivió en Uruguay y Brasil. En 1841 creó
en Montevideo el Ateneo para Señoritas, a la vez que comenzó a publicar sus poemas en los diarios El Nacional y El Constitucional. Ya casada con el violinista
Francisco de Saá Noronha viajó por Estados Unidos y allí tomó contacto con las
educadoras Elizabeth y María Peabody, quienes dirigían un jardín infantil en
Boston. Juana Manso se ocupó de la educación de las mujeres y los niños, que tienen un lugar central en su ideario. Dice Juana en 1854, divorciada de Noronha
luego de un desventurado matrimonio: “...Quiero probar que la inteligencia de la
mujer, lejos de ser un absurdo o un defecto, un crimen o un desatino, es su mejor
adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica”. De regreso en la Argentina luego de la caída de Rosas, Domingo Faustino Sarmiento, su
aliado y protector, la convocó a participar de la creación del primer colegio mixto,
del que fue rectora.
Hacia 1851 publicó su primer semanario, “El Jornal da senhoras”, que contenía
poemas y crónicas sociales que se complementaban con artículos destinados a la
formación de la mujer. Conocedora de la teoría de Froebel, la divulgó en la revista
“Los Anales de la Educación Común”, que también dirigió entre 1865 y 1875, promovida a ese cargo por Sarmiento. Durante esos años también escribió el
“Compendio de la Historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata”, un ambicioso manual de historia con lenguaje accesible para los niños. “Los Misterios del
Plata” es una novela histórica cuyo tema es la dictadura de Rosas pero, a pesar de
que cultiva casi todos los géneros, ya que también publicó teatro y poesía, prevalece su interés por la pedagogía. Difusora de la lectura, se aventuró a afirmar: ”No
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adaptemos el libro por su aridez, repetición e insulsez a la tortura del espíritu movible y curioso de los niños. Libros que causan hastío y no se comprenden son malos
apóstoles de la propagación de la lectura.” Del epistolario que mantiene con
Sarmiento, se destaca el pedido de una ley de educación y formación docente.
Durante la presidencia de este último, Juana Manso promovió la creación de bibliotecas, distribuyó los anales, desterró los castigos corporales, introdujo la enseñanza del inglés e impulsó su método que basa el aprendizaje en la observación y la
reflexión. Falleció en 1875 cuando vencida por la enfermedad cesaron sus múltiples actividades y fue enterrada en el Cementerio de Disidentes, ya que se había
convertido al protestantismo en 1865. Sus restos fueron trasladados recién en 1915
al Panteón del Magisterio en el Cementerio de la Chacarita. 11
Julieta Lanteri
Nació en un pueblo del Piamonte, en Italia, el 22 de marzo de 1873 y llegó a la
Argentina junto con sus padres, con escasos seis años. En una época en que muy
pocas mujeres optaban por los estudios universitarios, ingresó en 1896 a la Facultad
de Medicina, sorteando las dificultades que todavía reinaban en la carrera para el
género femenino. A los 36 años, Julieta se casó con un hombre 14 años menor y
completamente desconocido en los ambientes que ella solía frecuentar. Un ejemplo
de aquella trasgresión que fuera una constante en su vida y la llevó a alinearse a
corrientes librepensadoras de su época.
En 1907 se convirtió en la sexta mujer graduada en medicina en nuestro país. Su
deseo profesional fue la especialización en salud mental y por este motivo quiso
ingresar a la cátedra de Psiquiatría. Su pedido fue rechazado utilizando como pretexto su condición de extranjera, pero Julieta no se desanimó y además de conseguir la ciudadanía, supo defender sus derechos y logró a fuerza de estudiar las leyes
vigentes, concluir que las normas no permitían que la mujer votara pero… no vedaba que fueran elegidas. Eso la lleva a luchar por votar en las elecciones del 23 de
noviembre de 1911, lo que logra luego de larga lucha, pues reunía los requisitos
para poder emitir su voto. Pero pasarían más de cuarenta años para que el voto de
la mujer se convirtiera en un derecho real en todo el país, ya sin necesidad de librar
ese tipo de batallas.
En 1920 organizó junto con Alicia Moreau de Justo un simulacro de votación femenina en el que participaron más de 4000 porteñas y continuó presentándose como
candidata hasta que el golpe militar de 1930 inició el camino de la destrucción de
10 - MIZRAJE, op. cit.
11 - AAVV, Historia de las mujeres en la Argentina, Buenos Aires, Editorial Taurus, 2000.
LAS MUJERES HOMENAJE EN LAS CALLES DE PUERTO MADERO
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la democracia en la Argentina. Formó el Partido Feminista Nacional y en 1919 se
postuló como diputada nacional. “En el parlamento una banca me espera, llevadme
a ella”, era su lema. Dos años antes de su muerte todavía continuaba presentándose como candidata. Reclamó, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen, hacer el
servicio militar y conseguir así una libreta de enrolamiento que permitiera su incorporación a los padrones electorales. Desempeñó una cátedra de Ciencias Naturales
en la Escuela Normal Nº 3 y no contenta con todo lo que de poco tradicional tenía
su vida, poco antes de fallecer se inscribió en la Escuela de Aviación. 12
Murió sorpresivamente en la tarde del 23 de febrero de 1932, en un accidente automovilístico en Diagonal Norte y Suipacha, dos días después de asumir la presidencia de la república el general Agustín P. Justo. Algunos autores sospechan que tal
accidente podría haber sido intencional.
Macacha Güemes
Nació en Salta en 1787. Era hija de María Magdalena Goyechea y de la Corte y de
Gabriel Güemes Montero, tesorero de la Real Hacienda y hermana de quien sería
con el tiempo el caudillo Martín Miguel de Güemes, a quien apoyó en las luchas
por la independencia de nuestra Patria.
“...arrogante y hermosa, que durante el gobierno difícil de la guerra,
habría de llevar la armonía a las pasiones, la prudencia y el acierto en
los consejos, la luz en los momentos más delicados del peligro y una
sagacidad e inteligencia nobles y generosas en la diplomacia, acompañado todo ello de la seducción y el encanto que se desprenden de la
mujer inteligente y culta.“ 13
Magdalena, casada a los 16 años en 1803, llevaría desde entonces el apellido de su
marido, Tejada, aunque era conocida popular y simplemente como “Macacha”
Güemes. Poco después de la Revolución de Mayo, convirtió su casa en taller para
confeccionar los uniformes de los soldados patriotas comandados por su hermano,
ocupados en la vigilancia de las incipientes fronteras del norte argentino.
Entusiasta colaboradora en las acciones que desarrolla su hermano, éste supo sacar
partido de su inteligencia, de su habilidad política y de su disposición para enfrentar objetivos de riesgo, especialmente cuando los ejércitos realistas ocuparon la ciudad de Salta. Por medio de sus gestiones se llegó a la paz de los Cerrillos, luego de
las tensiones entre Güemes y las fuerzas de Buenos Aires al mando del general José
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Rondeau. Estaba en la Quebrada de la Horqueta junto a su hermano, cuando una
partida realista consiguió herirlo de muerte, el 17 de junio de 1821. Sobrevivió largos años a su hermano, y falleció en su provincia natal casi octogenaria, el 7 de
junio de 1866.
Manuela Sáenz
Si bien no hay precisión sobre la fecha de nacimiento, el dato más aceptado es que
nació en Quito en 1797. Fue la compañera leal del libertador Simón Bolívar, por
quien abandonó a su marido James Thorne con quien vivía en Lima. En 1823 fue
incorporada al Estado Mayor de Bolívar, se encargó de los papeles personales del
libertador y se la honró con el grado de Coronela. En dos oportunidades Manuela
desbarató conspiraciones para matar a Bolívar motivo por el cual se la llamó “libertadora del libertador”. Sin embargo, cuando la muerte lo encontró en 1830, esta
audaz mujer tenía más de un enemigo para hacerle frente. En 1834 se la desterró
de Colombia, estuvo en Jamaica y en Guayaquil de donde también tuvo que huir.
Por último se estableció en Paita, al norte del Perú donde murió de difteria en 1856.
Tanto su cadáver como muchas de sus pertenencias fueron quemadas para evitar el
contagio, de esa manera se perdió la correspondencia que había mantenido con
Bolívar. En agosto de 1988, fue localizado el lugar donde se encontraban sus restos, en el cementerio de aquella población. La identificación fue posible gracias a
que se encontró la réplica de la cruz que siempre portaba, la cual la identificaba
como la compañera del Libertador.
Mariquita Sánchez de Thompson y Mendeville
María de los Santos Sánchez, más conocida como Mariquita Sánchez de Thompson
y Mendeville, nació en Buenos Aires en 1786. Mujer de firmes decisiones llegó
hasta el Virrey Sobremonte en 1804 para defender la relación amorosa con su
primo, Martín Thompson, que peligraba por la intromisión de su madre, Magdalena
Trillo, quien ya tenía un marido en vista para su hija. El marqués de Sobremonte
otorgó el permiso a esta joven pareja para formalizar la relación y contrarió la autoridad paterna por considerarla arbitraria. Se dice que el escritor español Leandro
Fernández de Moratín se inspiró en este caso para escribir “El sí de las Niñas”, obra
12 - PETRIELLA, Dionisio y SOSA MIATELLO, Sara, Diccionario Biográfico Ítalo-Argentino, Buenos
Aires, Asociación Dante Alighieri, 1976.
13 - FRÍAS, Bernardo, Historia del General Güemes, Tomo I, p. 482.
LAS MUJERES HOMENAJE EN LAS CALLES DE PUERTO MADERO
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estrenada en 1805, que defiende la libre elección de las parejas. Como vemos,
desde el principio su lucha individual fue pública. El salón de los Thompson era un
centro de cultura acreditada. Mariquita, mujer de ideas claras e independientes,
recibía a sus conciudadanos en la casa de la calle del Empedrado, actual Florida.
En 23 de octubre de 1968, el escritor Manuel Mujica Láinez la recordaba en el diario La Nación con las siguientes palabras: 14
”Cerráronse sus ojos en Buenos Aires, hace hoy exactamente un siglo.
Ninguna mujer argentina se le equiparó en todo el andar de la pasada
centuria. La evoco y al conjuro de su personalidad, su tiempo revive,
porque Mariquita Sánchez de Thompson y Mendeville estuvo en el centro mismo de su época (...) derrotando a la cronología, por algún misterioso privilegio, algunas de las horas más felices de mi adolescencia
se vinculan estrechamente con la dama cuyo encanto vence el plazo
mortal. Son las que transcurren en la quinta de Beccar Varela que le
perteneció y que sigue siendo de los Beccar Varela. Allí junto al poético paseo de los ombúes (...) tengo la certidumbre de haber escuchado,
de chico, cuando el desvelo no me dejaba dormir bajo el mosquitero
espectral, el susurro de un vestido de seda, extendido sobre la campana
de miriñaque, durante el minuto en que los fantasmas vuelven a mirarse en los espejos vacíos. Más tarde, al correr de los años, cuando las
circunstancias establecieron un parentesco entre los míos y la gran
mujer que recuerdo hoy, pude adentrarme en su intimidad y sentirla aún
más próxima, mientras fui valorando su gracia refinada a través de los
objetos que conservan sus descendientes o que se han diseminado en
museos y colecciones.”
Como tantos otros Mariquita Sánchez de Thompson, luego de enviudar, señora de
Mandeville, se exilió en Montevideo durante el gobierno de Rosas. Resultó ser un
símbolo del diálogo auténtico y de la sociabilidad, enfocados hacia los temas nacionales, durante los largos ochenta y dos años de su existencia. Preocupada por la educación, nada fue ajeno a su mirada perspicaz. Sus opiniones, sugerencias y consejos
eran escuchados con atención por las generaciones con las que convivió, y los hombres públicos de su tiempo que la respetaron la contaron, y se contaron, entre sus contertulios más respetados. Fue capaz de enfrentarse con Rosas y con Sarmiento, su
amigo de la madurez, temperamentos fuertes si los hubo en nuestra historia. Su abundante epistolario y sus “Recuerdos del Buenos Aires Virreinal”, nos permiten acercarnos a aquellos tiempos, para saber cómo era la sociedad porteña.
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Marie Langer
“Yo tenía dos desventajas: ser judía y ser mujer... No puedo negar que
haber nacido judía me marcó... aunque mi familia era judía asimilada, de
hecho atea, de alto nivel económico... el antisemitismo alemán y austriaco influyó en nuestras vidas ya mucho antes del nacionalsocialismo.”
Nació en Viena en 1910. Un año antes de graduarse en medicina, título que obtuvo
en 1935, se apasionó por la psiquiatría. Su interés por la psicología social surgió en
un contexto de gran inestabilidad. Durante la guerra civil española, se trasladó a
España para colaborar con los republicanos. Latinoamérica fue su refugio cuando
debió huir de Europa perseguida por el nazismo. En Buenos Aires fundó en 1942 la
Asociación de Psicoanalistas de Argentina de la que tomaría distancia a fines de
1971. En 1972 desarrolló con Silvia Berman un modelo clínico-docente en el servicio de psicopatología de un hospital del Gran Buenos Aires, en el que ofrecía formación a psiquiatras y psicólogos jóvenes, coordinando terapias grupales con pacientes
del barrio obrero cercano. Fue perseguida por la dictadura militar y se exilió en
México hasta que en 1987 regresó a Buenos Aires, donde murió. “Sus escritos abarcan un amplio espectro de intereses que se perfilan a través de su historia, y atestiguan acerca de su estilo de intenso compromiso y profunda dedicación.” 15
Marta Lynch
Escritora porteña nacida en 1925. Fue una de las narradoras más reconocidas de la
década del 70. Entre otros pasajeros, participó del vuelo del primer regreso de Juan
D. Perón, en junio de 1972, pero sus vaivenes políticos abarcaron un recorrido que va
desde la proximidad al presidente Arturo Frondizi hasta Massera, el almirante genocida que comandara la Armada Argentina entre 1975 y 1980 y sin duda se proyectaron en su literatura. “En sus obsesiones políticas, como en todo , era muy contradictoria, reflexiona con indudable justicia Isidoro Blaisten, pero si se analiza la historia
argentina, yo no sé quién tiene derecho a opinar sobre las contradicciones de los
demás.” 16 “La alfombra roja”¨, “La señora Ordóñez” , “Al Vencedor”, “Cuentos de
colores”, “Informe bajo llave” son algunos de los títulos de las novelas de esta escri14 - SÁENZ QUESADA, M., Mariquita Sánchez. Vida política y sentimental, Bs As, Ed Sudamericana, 1996.
15 - ROSEMBAUND DE SCHVARTZMAN, Marie Langer: La Psicoanalista Maldita.
16 - MUCCI, C., La señora Lynch. Biografía de una escritora controvertida, Bs As, Ed Norma, 2000.
LAS MUJERES HOMENAJE EN LAS CALLES DE PUERTO MADERO
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tora que, obsesionada por el paso del tiempo, decidió terminar con su vida en 1985.
Martha Salotti
Nació en 1899. Maestra Normal Nacional y Profesora Superior de Ciencias
Naturales. Si bien inició su labor educativa organizando cursos de perfeccionamiento docente, en 1965 llegó a fundar el instituto Summa en el barrio porteño de
Caballito, que en la actualidad abarca desde el nivel inicial al terciario.Discípula y
heredera de la producción cultural de Rosario Vera Peñaloza, se dedicó a la escritura
de cuentos infantiles y de libros de lectura. También fue autora de textos pedagógicos sobre la enseñanza de la lengua. “No es posible que el niño se aparte de su medio
para entender al maestro: debe ser éste quien haga el trabajo de adaptación y penetre
en el mundo de los niños, para ir a encontrarlos en su ambiente natural.”, afirmó
Martha Salotti, quien murió en 1980.
Micaela Bastidas
Doña Micaela Bastidas y Puyucawa nació en el año 1745, oriunda del pueblo de
Pampamarca. Su belleza no fue estrictamente andina, también influía una parte de su
sangre, que era africana, lo que motivará que tiempo después los enemigos la trataran de "zamba". Contrajo matrimonio el 25 de mayo de 1760 con José Gabriel
Condorcanki, Tupac-Amaru (que en lengua quechua significa “serpiente resplandeciente”), en la iglesia del pueblo de Nuestra Señora de la Purificación de Surimana,
cuyo altar mayor se ha preservado hasta nuestros tiempos. Este matrimonio llamado
a convertirse en histórico, fue de españoles desde el ángulo social, indio desde el
curacal 17 y mestizo desde el racial. Tuvieron tres hijos: Hipólito, nacido en
Surimana en 1761, Mariano, en Tungasuca en 1762 y Fernando, nacido en la misma
localidad en 1768. A fines de 1766 José Gabriel comenzó a reclamar su reconocimiento oficial como cacique y pedir la ratificación de su calidad de legítimo descendiente del Inca Túpac Amaru. Además del título recibió como herencia 70 piaras de
mulas con las que se dedicó al transporte de mercancías. Levantándose en queja por
el inhumano trabajo obligatorio en las minas a que eran sometidos los indios, la
Audiencia de Lima respondió con una negativa rotunda. Ante esto José Gabriel decidió adoptar medidas más radicales, en concordancia con su hondo espíritu de justicia
social . En 1780, año en que se proclamó “soberano”, apresó y ejecutó al corregidor
de la ciudad de Tinta. Se inició así la más importante de las rebeliones de masas en
el imperio español de América. Los indios del virreinato del Perú se sublevaron
acompañándolo. Los españoles no pudieron impedir que los rebeldes se reunieran
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dirigiéndose a Cuzco. Sin embargo, por falta de municiones no pudo ser tomada y
Tupac Amaru se retiró con sus fuerzas. Micaela, mujer de fuste, no dudó en seguir a
su marido en el levantamiento ni en arengar al pueblo dándole a conocer los motivos
del mismo. Integró el Consejo de los Cinco (que lo asesoraba) y mantuvo viva con
sus proclamas la fe en la revolución. El historiador peruano Valcárcel comenta que
“…el papel que desempeñó doña Micaela Bastidas Puyucawa tiene capital importancia para conocer la rebelión de Tinta. Puede asegurarse que, desde el primer momento, ella fue el principal consejero de Túpac Amaru, junto al rumoreado Consejo de los
cinco. Y aunque el caudillo actuó mediante decisiones propias, por sus ideas e iniciativas aparece la figura de esta enérgica y prócer mujer con los caracteres de un personaje de valor innegable.” 18 El movimiento produjo conmoción, grandes transformaciones y amplias resonancias en toda la América española. La consecuente actitud
de Tupac Amaru y su valentía confiere a su lucha un innegable valor. A pesar de
haber organizado un ejército compuesto de 10.000 indios, el inca sufrió la derrota
antes de poder asegurar sus posiciones. Fue tomado prisionero y entregado a los españoles por un traidor. La sentencia, cumplida el 18 de mayo de 1781 condenaba:
"…a José Gabriel Túpac Amaru a ser sacado… arrastrado hasta el lugar
del suplicio para que contemple la ejecución de su mujer, Micaela
Bastidas, de su hijo Hipólito, su tío Francisco, su cuñado Antonio Bastidas
y algunos de sus principales capitanes, concluidas esas ejecuciones, se
cortará al Inca por mano del verdugo la lengua y después, amarrado y
atado por sus brazos y pies con cuerdas fuertes para atarlas a las cinchas
de cuatro caballos, que tirarán cada uno en dirección a las cuatro esquinas de la plaza, de modo que sea descuartizado el cuerpo, llevando sus
partes al cerro de Picchu para ser quemadas en una hoguera preparada,
echando sus cenizas al viento, su cabeza se remitirá y expondrá al pueblo
de Tinta, siendo exhibida por tres días en la horca, uno de sus brazos será
remitido al pueblo de Tungasuca, donde fue cacique, con el mismo objeto,
el otro a la capital de la provincia de Carabaya, una pierna al pueblo de
Livitaca y la restante a Santa Rosa, en la provincia de Lampa. La sentencia será leída por los corregidores o justicias territoriales con la mayor
solemnidad por bando. Las casas del reo serán arrasadas a la vista de los
vecinos, sus bienes confiscados y se falla también que los individuos de su
familia que no han caído en manos de la justicia, queden inhabilitados
17 - Gran Enciclopedia Universal Espasa-Calpe. De curaca: cacique, potentado o gobernador.
18 - PIGNA, Felipe, Los Mitos de la historia Argentina. La construcción de un pasado como justificación del presente, Buenos aires, Editorial Norma, 2004, p. 151.
LAS MUJERES HOMENAJE EN LAS CALLES DE PUERTO MADERO
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para adquirir, poseer o pretender herencia alguna o sucesión".
Si algunos fueron sólo ahorcados, a Micaela Bastidas no se le ahorró sufrimiento: se
le aplicó la pena de “garrote vil”, después de obligarla a ver el suplicio de su hijo.
Olga Cossettini
Docente que desarrolló hasta 1950 una de las experiencias pedagógicas más ricas de
la primera mitad del siglo XX. “La escuela viva”, como ella prefería llamarla fue un
aporte fundamental para el avance de la historia de la educación argentina, ya que
centró la enseñanza en el respeto al alumno y su capacidad creadora. En 1935 se la
nombró directora de la escuela Dr. Gabriel Carrasco, en Rosario. Allí produjo una
importante modificación. Llegó junto con su hermana, Leticia, que se desempeñó
como maestra. Los alumnos eran evaluados por sus logros. El cariño fue motor del
aprendizaje para estos chicos que recibieron visitas de notables personajes de la
época, tal es el caso de Gabriela Mistral, Juan Ramón Jiménez y Javier Villafañe que
se fueron maravillados de esta institución. La “señorita Olga” fue retirada de su
cargo en un contexto político conservador y antipopular. Su escuela fue clausurada
en agosto de 1950. Ella destacó que la escuela pública era el ámbito apropiado para
la vida en democracia. El cineasta rosarino Mario Piazza realizó un documental en
1991 sobre esta experiencia al que llamó: La Escuela de La señorita Olga.
Petrona Eyle
Nació en Baradero en 1866. Recibida de maestra decidió viajar a Suiza donde estudió medicina. En 1893, una vez que hubo revalidado su título en la Universidad de
Buenos Aires, integró la Asociación Médica Argentina. Atendía sus consultas en la
calle Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) 1387. Se sabe más de su lucha por los derechos de la mujer que de su actividad profesional. En 1901, fundó junto a otras
mujeres la Asociación de Universitarias Argentinas, la entidad que luego concretaría el Primer Congreso Femenino Internacional, la Liga contra la Trata de Blancas
y diversas asociaciones feministas que lucharon por la institución del voto femenino. Por otro lado, dirigió la revista Nuestra Causa, el órgano de expresión de estas
corrientes feministas desde su creación hasta marzo de 1920. Falleció en 1945.
Pierina Dealessi
Nacida en Italia en 1894, llegó al país en 1901. Fue una de las grandes actrices de la
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escena porteña. En 1904 comenzó a trabajar en el teatro El Nacional y recién en 1930
debutó en cine con Adiós Argentina. Integró los elencos del legendario circo de los
hermanos Podestá y completó su formación actoral con Don Roberto Casaux. Se destacó tanto en teatro como en el cine de su tiempo donde filmó catorce películas entre
las que recordamos Mosquita Muerta,1946, El morocho del Abasto,1950, El centrofoward murió al atardecer, 1961, No toquen a la nena, 1976, hasta la postrera El fantástico mundo de María Montiel de 1978. Su última presentación teatral la realizó en
la temporada 1953–1954 en el teatro “Presidente Alvear” con El patio de la morocha.
Afirman los críticos que su mayor éxito teatral fue La Gallina Clueca y es de especial recuerdo un trabajo junto a las inolvidables Olinda Bozán y Pepita Muñóz en Las
Alegres Comadres del Barrio, una parodia de la obra tradicional de William
Shakespeare. Abordó la comedia con gran inteligencia y soltura, demostrando también sus valores en memorables papeles dramáticos. En la televisión la actriz protagonizó numerosos ciclos. Fue íntima amiga de Eva Duarte, a quien le brindó su afecto incondicional y su lealtad. Evita había actuado para la Compañía de Pierina
Dealessi durante todo el año 1938 y luego en otras oportunidades. Murió en 1983.
Raquel Forner
Nació en Buenos Aires el 22 de abril de 1902. La Academia Nacional de Bellas
Artes la contó entre sus alumnas. Allí se graduó de profesora de dibujo en 1922.
Obtuvo dos años más tarde el Tercer Premio en el Salón Nacional por la obra Mis
vecinos, pero recién en 1928 llegaría su primera exposición individual, realizada en
la galería Müller de nuestra ciudad. Se perfeccionó en Europa, estudiando en París
con Othon Priesz. Sus cuadros alcanzaron hondo dramatismo cuando entró en contacto con la realidad de la Guerra Civil española.
"Yo comencé a pintar realmente, cuando estalló la guerra en España.
La tragedia material y espiritual comenzó en España para desparramarse luego por el mundo".
En 1936 se casó con el escultor Alfredo Bigatti (19-7-1898 / 25-3-1964), a quien
dedicó cuando falleció en 1965 el mural denominado El viaje sin retorno, en el que
expresa su concepción con la fórmula, allí inscripta, L+A=V y L-A=M (L: lucha;
A: amor; V: vida; M: muerte). Obras como Presagio y Mujeres del Mundo de 1938,
refieren al dolor y al sinsentido de la guerra. Esta última obra responde al estilo propio de la pintura mural y es un alegato contra la violencia. Hacia la década del cincuenta vuelve el color y la luz a sus obras. Su paleta se modificó y se encaminó
LAS MUJERES HOMENAJE EN LAS CALLES DE PUERTO MADERO
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hacia la neofiguración durante los años 60. Fue la primera pintora de la era espacial. A partir de 1957, y hasta su muerte, Forner ejecuta sus series del Espacio, en
las que se acerca a la surrealidad donde busca vislumbrar, en el cosmos, un mundo
mejor. Entre sus obras pueden destacarse Autorretrato, de 1941, óleo que se
encuentra en el Museo Provincial de Bellas Artes de la ciudad de La Plata; La torre
de 1959, otro óleo que se puede ver en el Museo de Arte Moderno de la nuestra ciudad y Retablo de dolor, óleo de 1944, en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Adhirió a las dos tendencias plásticas del momento, el grupo Orión, de corte surrealista, encabezado por Berni y Arte y Sociedad, que lideraba Guillermo Facio
Hebécquer, uno de los impulsores del Teatro del Pueblo. En 1974 visitó las instalaciones de la Nasa, entidad norteamericana dedicada a los viajes espaciales, que la
impacta. Ella puso su esperanza en los mutantes, tanto es así que en 1980 pinta
Gestación del Hombre Nuevo. En 1982 creó la Fundación Forner – Bigatti, cuyo
objetivo es propiciar estudios tendientes al mejor conocimiento de la obra de ambos
artistas y de las artes plásticas en general, así como promover y estimular iniciativas educacionales y filantrópicas. El edificio donde tiene su sede está frente a la
placita Dorrego, en la corta calle Bethlem 443 del barrio de San Telmo. Allí residió el matrimonio a partir de 1937. Comprendía, además de la vivienda, los talleres separados de ambos artistas y responde a la impronta modernista de la arquitectura de vanguardia de esas décadas.Raquel Forner falleció en nuestra ciudad el 10
de junio de 1988.
Regina Pacini de Alvear
Regina Pacini de Alvear nació en Lisboa, Portugal, el 5 de enero de 1871, hija de
Pietro, barítono italiano, director artístico del Teatro San Carlos de esa ciudad y de
la española Felisa Quinteros. 19
Fue alumna en su ciudad natal de Napoleone Vellani y estudió en París con la
célebre Matilde Marchessi. Se consagró al presentarse el 5 de enero de 1888 en
la sala del San Carlos de Lisboa cantando La Sonámbula, de Vincenzo Bellini.
Sólo tenía 17 años. A partir de ese día el éxito la acompañó en una carrera de casi
veinte años que la llevó por los escenarios del mundo. En 1899 el argentino
Marcelo T. de Alvear, quien descendía de personalidades notables del país, la vio
y escuchó por primera vez. Luego de un “asedio” amoroso que se extendió por
muchos países y durante varios años, ella lo aceptó como marido y se casaron en
Lisboa el 27 de abril de 1907 en la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.
Reconocida y aplaudida por los poderosos del mundo, reyes, zares, príncipes y
por los más exigentes críticos musicales, abandonará dinero y fama por el amor.
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La boda despertó insidiosos comentarios en la “sociedad” porteña, que no podía
admitir el matrimonio de este rico y codiciado soltero con una cantante.
Regina se retiro definitivamente de la escena teatral, donde todos habían sido triunfos y cuando aún podía contar con una carrera por delante. Del arte de su canto sólo
quedan veintiocho grabaciones, de las cuales una aún permanece inédita, realizadas en Milán en mayo de 1905 y agosto de 1906 para la Società Italiana di
Fonotipia-Milano, que fueron reeditadas en 1999. Desde entonces, esposa de un
político en ascenso, supo desempeñar con discreción el papel que le tocara en suerte. Fijada la residencia de la pareja en París, durante la Primera Guerra Mundial
realizó numerosos actos humanitarios que le valieron el otorgamiento de la Gran
Cruz de la Legión de Honor de Francia. Su marido era embajador argentino es ese
país y ella dirigió un hospital de sangre. Al llegar en 1922 Alvear a la presidencia
de la Nación representando a la Unión Cívica Radical, Regina se destacó en obras
de filantropía y beneficencia, que culminan con su iniciativa máxima, la Casa del
Teatro. Destinada a la protección de mujeres y hombres de teatro, es una concreción importante, demostrativa de un espíritu sensible. Para ocupar alguna de las 45
habitaciones, el postulante debe acreditar no menos de 15 años de trayectoria, ser
mayor de 65 años y no ganar más que la jubilación mínima. El importante edificio,
obra del arquitecto Alejandro Virasoro, se inauguró el 5 de enero de 1938, con una
fiesta donde los invitados de honor, aparte de Regina y su esposo, fueron las más
altas autoridades de la Nación y de la ciudad, además de grandes nombres del teatro de esa época. Tiene una biblioteca con miles de títulos y colecciones importantes. Dos salas albergan pequeños museos: uno dedicado a Gardel, cartas, fotos y
ropa donadas por su apoderado Armando Delfino y otro reconstruye la alcoba de la
fundadora, incluyendo su piano de cola. La sala teatral de esta casa lleva su nombre, “Teatro Regina”. Una localidad de la provincia de Río Negro, fundada en
1924, fue bautizada en su homenaje, Villa Regina. Regina Pacini de Alvear falleció
en Don Torcuato, provincia de Buenos Aires, donde tenía su residencia, el 18 de
septiembre de 1965, a los 94 años. Sobrevivía con una modesta pensión nacional.
Nada le quedaba de su fortuna, repartida en obras de beneficencia.
Rosario Vera Peñaloza
Riojana nacida en Atiles, en el Valle de Malazán, el 25 de diciembre de 1873 fue
criada por su tía quien le enseñó las primeras letras, ya que había quedado huérfa19 - PIZZO, Aldo Bruno, Regina Pacini, soprano. Apuntes biográficos, folleto que acompaña el disco
compacto (CD) que contiene las grabaciones completas de esta artista. Barcelona, España, Historical
Recording-Aria Recording, 1999.
LAS MUJERES HOMENAJE EN LAS CALLES DE PUERTO MADERO
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na, cuando era muy pequeña. En la Escuela Normal de Paraná fue alumna de Sara
de Eccleston, allí hizo el profesorado y en 1894 obtuvo el título Superior de
Enseñanza. Fundó el Jardín de Infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja
hacia 1900, el primero de una larga serie de jardines que se inaugurarían en distintos puntos del país. Con marcado entusiasmo se dedicó al estudio de planes y programas de educación. En Buenos Aires fue directora de la Escuela Normal N° 1
“Roque Sáenz Peña” entre los años 1912 y 1917. También participó como
Inspectora de las Escuelas Municipales, además de dictar las cátedras de Pedagogía
y Matemática en la Escuela Normal “Del Divino Maestro”, incorporada al
Profesorado en Lenguas Vivas. En 1924 se la nombró Inspectora de Enseñanza
Secundaria Normal y Especial. En este cargo se desempeñó hasta su jubilación en
1926. Recorrió el país impulsando la enseñanza popular y dictando conferencias y
cursos para transmitir la utilización de las nuevas técnicas además de alentar la fundación de bibliotecas. El Consejo Nacional de Educación le encomendó la formación del Primer Museo Argentino para la Escuela Primaria, hoy Complejo
Museológico del Instituto Félix Bernasconi, que funciona en Cátulo Castillo 2750.
Entre su obra escrita se encuentran: “El hombre que rehusó el Olimpo”, “Los hijos
del sol”, “Historia de la Tierra”, “Un viaje accidentado”, “Cuentos y Poemas y
Pensamientos breves sobre juegos educativos”. Obtuvo el primer premio del
Instituto Sanmartiniano por su “Credo Patriótico” y una condecoración por “Vida
del General San Martín” adaptada para niños. Rosario Vera Peñaloza difundió los
principios de Froebel y Montessori, adaptándolos a la realidad argentina. Falleció
el 28 de mayo de 1950 y en memoria de esta maestra ejemplar se eligió esta fecha
para conmemorar en su honor el “Día de la Maestra Jardinera” y el “Día de los
Jardines de Infantes”.
“Con manos sucias de tiza
Siembras semillas de letras
Y crecen abecedarios
Pacientemente maestra
Tu oficio, que lindo oficio
Magia del pueblo en las aulas.
Milagro de alfarería
Sonrisa de la mañana.
Palotes, sumas y restas
Tus armas son, maestrita,
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Ganando mansas batallas
Ganándolas día a día.” 20
Rosita Quiroga
Vecina del barrio de La Boca, Rosita Quiroga nació en 1896. “Cantora” en el más
amplio sentido que se le pueda dar a esta expresión, Heredera directa de los payadores, marcó su estilo un dejo “canyengue” y arrabalero. No era la potencia de su
voz la que la destacaba sino el clima que creaba con sus susurros. El poeta
Celedonio Flores compuso algunos de sus temas sólo para ella. Narraba las historias de los tangos casi con desdén. Según Gobello, más que cantar, decía: … se
puso a chamuyar morosamente las letras, como para que la gente la escuchara con
la oreja pegada a la gran flor azul de los gramófonos...” Artista singular, llamada
“la Piaff del arrabal porteño” cantaba como le había enseñado su amigo Juan de
Dios Filiberto. Se convirtió en la primera artista que cantó en la radio y se vinculó
estrechamente con el sello Víctor, para quien grabó más de doscientas composiciones. Sus discos fueron fundamentales para introducir el tango en Japón, ya que en
1970 viajó a Osaka donde fue reconocida de inmediato. Falleció en 1984.
Trinidad Guevara
Nació el 11 de mayo de 1798 en la Banda Oriental y fue la actriz que el público de
la primera parte del siglo XIX adoró. Su verdadero apellido era Ladrón de Guevara.
Tuvo un estilo propio y de avanzada para su época porque logró imponer la naturalidad en sus caracterizaciones en oposición a la sobreactuación imperante, razón
por la cual muy pronto se convirtió en “la favorita”. Por sus aptitudes fue amparada por la Sociedad del Buen Gusto y a los dieciséis años debutó con “El hijo del
Sud”, obra de Morante. Pasa a Buenos Aires en 1817, donde trajinará los escenarios del primitivo “Coliseo Provisional de Buenos Aires”, inaugurado en 1804 frente a la iglesia de La Merced y denominado a partir de 1838 “Teatro Argentino”.
También se destacó en su actuación en “Otelo” en 1822. El personaje de Eulalia en
“La Misantropía” la llevó a la fama, como también la obra “Pablo y Virginia” en la
que se desempeñó en el papel masculino. Realizó giras por el interior de nuestro
país y por Chile y Uruguay, entre 1825/1830. Cuando regresó formó una compañía
con el renombrado actor Juan Aurelio Casacuberta (1799-1849), fallecido sobre el
escenario en Valparaíso, durante una representación. Paulatinamente la fama de
Trinidad fue declinando. Deja las tablas a partir de 1857 y de sus años finales, poco
20 - LUNA, Félix y RAMÍREZ, Ariel, Rosarito Vera, maestra, zamba.
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se sabe. El rol de las artistas en esos tiempos no era valorado en su justa medida,
se las consideraba “cómicas”, poco dignas del respeto social. Tal vez será por ese
motivo que nuestra primera gran actriz, definida como “la más brillante y aplaudida” murió en Buenos Aires el 24 de julio de 1873, prácticamente olvidada aún por
su propia familia. 21 Es recordada en el primer episodio de la melodramática película El amor nunca muere, estrenada el 11 de agosto de 1955, basada en textos de
Pedro Miguel Obligado y dirigida por Luis César Amadori. Zully Moreno y Carlos
Cores se encargaron de dar vida a la historia de Trinidad y Juan Aurelio
Casacuberta, considerados por el libretista como los dos primeros actores de La
Argentina.
Virginia Bolten
Pocos datos documentados existen sobre esta luchadora uruguaya, afincada en
Rosario durante algunos años. Descolló por su oratoria y fue una activista destacada entre los trabajadores rosarinos. En una manifestación por el 1 de mayo de 1890,
encabezó la marcha en la Plaza López arengando al pueblo a defender sus derechos. Portaba una bandera roja con letras negras que tenía la siguiente inscripción:
Primero de Mayo. Fraternidad Universal. Los trabajadores de Rosario cumplimos
las disposiciones del Comité Obrero Internacional de París. Fue detenida por su
arrobado discurso sumado a la distribución de propaganda anarquista. Organizó
numerosas charlas en el interior del país, focalizando su lucha en todas las formas
de opresión. En 1907 fundó el Centro Femenino Anarquista y al poco tiempo con
motivo de la huelga de inquilinos que ella activó, se le aplicó la ley de residencia y
se tuvo que ir del país para radicarse en Montevideo.
“Domingos en Hyde Park” (1936), “Virginia Woolf en su Diario” (1954),
“Lawrence de Arabia y otros ensayos” (1951), “San Isidro” (1941), “Diálogos con
Borges y Diálogos con Mallea” (ambos de 1969), “Testimonios” (diez series, publicadas entre 1935 y 1977) y muchas más. Póstumamente se publicó una autobiografía en cinco tomos. Es de destacar la importancia de sus traducciones, que abarcan
desde “Calígula” de Albert Camus hasta varias de las obras de escritores de la talla
de Graham Greene, T.E. Lawrence, Dylan Thomas, Jawaharlal Nehru y Mahatma
Ghandi.
“A pesar de los viajes, a pesar de las lenguas, ninguna otra ciudad le
es tan propia. Sólo se tiene en plenitud la ciudad de las partidas. De
nacimiento y de defunción. De su primer beso, de la cárcel, de la maternidad posible y no probada, de la apuesta y la crítica, la difamación y
la censura. Y, claro, de Sur cosmopolita. Esa territorialidad plural y no
difusa de V.O. es Buenos Aires...” 22
Falleció en su residencia de San Isidro el 27 de enero de 1979.
Victoria Ocampo
Nació en Buenos Aires en 1890. Su familia se radicó en Francia cuando Victoria
era pequeña y tuvo la posibilidad de estudiar allí. De espíritu inquieto, cosmopolita y apasionada fue la mecenas de su época. En 1931 fundó Sur, editorial y revista
en la cual se publicaron textos no sólo de escritores argentinos. A través de esta editorial muchos intelectuales se vincularon con nuestro país. Fue la primera mujer
que ingresó en la Academia Argentina de Letras, hecho que ocurrió en 1977.
Presidió la Comisión Artística del Teatro Colón en la década de 1930 y La Unión
Argentina de Mujeres. Conocemos su intimidad a través de un nutrido epistolario.
Su primer libro “De Francesca a Beatrice”, lo publicó a los 33 años, con epílogo de
José Ortega y Gasset. Victoria Ocampo dejó además, entre otras obras propias,
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21 - MARONESE, Leticia, Mujeres y calles - Nomenclatura porteña, Buenos Aires, edición del Concejo
Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires, 1997, pp. 70/71.
22 - MIZRAJE, op. cit., p. 240
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Conclusión y Agradecimientos
Las grandes participantes, y las grandes olvidadas, en la historia de la humanidad,
han sido las mujeres. Absurda desde cualquier punto de vista, esta ausencia, en lo
que a la nomenclatura urbana respecta, ha comenzado a ser remediada.
Es de destacar la decisión de las autoridades de la ciudad de Buenos Aires, iniciada
hace ya algunos años, de bautizar con el nombre de mujeres cuyas personalidades han
trascendido en el devenir de nuestra historia, las calles de este nuevo barrio porteño.
Sin duda alguna mucho se podría agregar a las breves biografías que componen
este trabajo, pero esperamos que sirva de herramienta para el conocimiento popular de estas personalidades.
Nuestro agradecimiento a la Lic. Leticia Maronese, una de las pioneras sobre la puesta
en marcha de esta revalorización que, a través de su “Mujeres y calles-Nomenclatura
porteña” nos ha facilitado parte de nuestra tarea; a Lily Sosa de Newton, otra pionera si
las hay en estos temas, cuyo “Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas” es obra
de consulta imprescindible en esta temática; a Liliana Barela y con ella a todo el personal del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires y en fin, a todos quienes nos
hicieron llegar su aporte para completar este trabajo.
Y muy especialmente a Sr. Luis Cortese y al Lic. Nora Capaccioli que desarrollaron el contenido de esta publicación.
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