sentencia

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RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO/ Miembro de la Policía Nacional condenado
por la Justicia Penal a pena de prisión por delito doloso debe ser separado de la
Institución/ Decreto 1791 de 2000/ No implica vulneración al principio non bis in
ídem.
“La parte demandante sostiene, tanto en la demanda como en el recurso de alzada, que
con el acto acusado se vulneró el principio non bis in ídem y el debido proceso, al ser
sancionado dos veces por los mismos hechos, como quiera que en virtud de una
investigación disciplinaria le fue impuesta una sanción consistente en multa y por otro
lado, en fecha posterior, se dispuso a través de la Resolución No. 00975 de 1º de abril de
2005, la separación absoluta del actor del servicio, considerando por tal, que existió una
doble investigación por la misma situación fáctica. (…) En este orden, comparte la Sala la
decisión adoptada por el juez de primera instancia, en tanto se puede concluir que en
ningún momento se le impusieron dos sanciones al demandante por los mismos hechos,
como lo plantea la parte actora, dado que a través de la Resolución No. 00975 de 1º de
abril de 2005, se adoptó una decisión, en acatamiento de lo dispuesto por los artículos 50
y 66 del Decreto 1791 de 2000, que establecen claramente que el personal que resulte
condenado por la Justicia Penal Militar o la Ordinaria, a la pena principal de prisión o
arresto por la comisión de delitos dolosos, será separado en forma absoluta de la
Institución, como medida necesaria para evitar que el imputado eluda la acción de la
justicia, sin que se pueda entender como lo pretende el actor, como una nueva sanción
disciplinaria, motivo este suficiente para que el cargo expuesto por la parte demandante,
frente al mencionado principio, no tenga vocación de prosperidad”.
REPUBLICA DE COLOMBIA
RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL CAUCA
-SALA DE DECISIÓN 001SENTENCIA NR 034
Popayán, dieciséis (16) de agosto de dos mil doce (2012)
Magistrado Ponente
: Dra. Carmen Amparo Ponce Delgado
Radicación
Demandante
Demandado
Referencia
: 19001230000020050110601
: Rodrigo Flórez Anacona
: Nación – Ministerio de Defensa – Policía Nacional
: Nulidad y Restablecimiento del Derecho
Radicación:
Demandante:
Demandado:
19001-23-00-000-2005-01106-01
Rodrigo Flórez Anacona
Nación – Ministerio de Defensa – Policía Nacional
Tribunal Administrativo del Cauca
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Procede la Sala a resolver el recurso de apelación interpuesto por la parte demandante
en contra de la sentencia de 23 de agosto de 2010 proferida por el Juzgado Séptimo
Administrativo del Circuito de Popayán, mediante la cual se denegaron las pretensiones
de la demanda, como se precisará más adelante.
I. ANTECEDENTES
A. LA DEMANDA (Fl. 53-63 C. ppal)
1. PRETENSIONES
“1. Sírvanse Honorables Magistrados declarar la nulidad
administrativo.
de siguiente acto
1.1. Resolución No. 00975 del 1 de abril de 2005, con sus correspondientes actos de
notificación y ejecutoria, acto administrativo proferido por la Dirección General de la
Policía Nacional, mediante el cual se ordena el retiro del cargo que venía desempeñando
el Actor como Subintendente de dicha institución.
1.2. Como efecto de la anterior declaración, sírvanse ordenar el reintegro de mi
representado al cargo de miembro del Nivel Ejecutivo de la Policía Nacional, en el grado
que a la fecha de reintegro corresponda a sus compañeros de promoción acorde a su
antigüedad en mejores posiciones de conformidad con lo establecido en la ley disposición
que deberá dar cumplimiento el señor Director General d la Policía Nacional de acuerdo
con lo establecido en el artículo 17 del Código Contencioso Administrativo.
1.3. Sírvanse Honorables Magistrados declarar- que no ha existido solución de
continuidad en el ejercicio del cargo que venía desempeñando el Actor, desde la fecha en
que se produjo su retiro hasta cuando sea reintegrado, ello para todos los efectos
legales.
1.4. Sírvanse condenar a la parte demandada a pagar al demandante todos los sueldos,
primas, bonificaciones, subsidios, vacaciones y toda clase de emolumentos de carácter
laboral, con sus respectivos emolumentos y reajustes que el Actor ha dejado de percibir
con motivo de la expedición de los actos acusados, considerándolos inexistentes y hasta
cuando sea reintegrado.
1.5. Sírvanse condenar a la parte demandada a pagar al demandante los intereses de
que trata el artículo 177 del Código Contencioso Administrativo, en concordancia con la
Sentencia de la H. Corte institucional C-188 de marzo 29 de 1999, M.P.Dr.José Gregorio
Hernández Galindo.”
2. HECHOS
El señor Rodrigo Flórez Anacona, laboró al servicio de la Policía Nacional por un tiempo
superior a 8 años, alcanzando el cargo de Subteniente, hasta que fue retirado mediante la
Resolución No. 00975 del 1º de abril de 2005, en tanto en el mismo se dispuso
“sancionarlo con separación en forma absoluta del servicio activo de la Policía Nacional”,
con fundamento en el artículo 66 del Decreto 1791 de 2000, al ser condenado a la pena
principal y única de 1 año de arresto por el delito militar de abandono del puesto.
Señala que una vez cumplida la pena impuesta en la sentencia penal, la Policía Nacional
mediante la resolución por la cual retiró al actor del servicio, ejecutó una sanción por los
Radicación:
Demandante:
Demandado:
19001-23-00-000-2005-01106-01
Rodrigo Flórez Anacona
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mismos hechos que ya había sido sancionado en el año 2000 con 15 días de multa, la
cual se hizo efectiva en el mes de abril del mismo año.
3. ARGUMENTOS JURÍDICOS DE LA DEMANDA
Señala como normas violadas las siguientes:
Normas Constitucionales: Artículos 2, 13, 25 y 29.
Normas legales: Decreto 1798 de 2000: Artículos 5, 9, 13, 14 y 15.
El Código de Procedimiento Civil: Artículo 332.
Ley 74 de 1968, Artículos 7, ratificatoria del Pacto Internacional de
Derecho Civiles y Políticos.
Señala que la administración no podía proferir dos fallos por los mismos hechos –
abandono del puesto-, por los cuales menciona, se le impusieron dos sanciones
diferentes, una de ellas, la multa de 15 días de salario cuyo valor económico ascendió a la
suma de $ 275.870.40, y la otra, el retiro absoluto del servicio con ocasión a la sentencia
condenatoria principal y única a un año de arresto por el delito militar de abandono del
puesto. Situación que considera implica una nulidad de aspecto constitucional.
Considera que el actuar de la entidad accionada al sancionar al actor dos veces por el
mismo hecho, vulneró el derecho constitucional al debido proceso, señalando que la
entidad estaba obligada a dar cumplimiento primero a las normas consagradas en la
Constitución Política y después a las leyes preexistentes al acto imputado.
Afirma que al haberse proferido la primera decisión en el mes de febrero del 2002
imponiendo una sanción consistente en multa, se presenta la figura de cosa juzgada, y
que en consecuencia la administración estaba impedida para volver a pronunciarse sobre
los mismos hechos y circunstancias jurídica, no obstante al haber procedido la entidad
accionada a proferir la resolución que dispuso la separación del servicio activo, afirma que
se infringieron normas constitucionales y legales.
En cuanto al principio de favorabilidad en materia disciplinaria, señala que al resultar ser
menos gravosa la primera sanción impuesta al actor, en aplicación al principio
mencionado, no era procedente dar aplicación a la segunda sanción la cual además de
ser posterior, resultaba ser más gravosa, en tanto implicó la separación del servicio activo
del actor.
Finalmente señala que la Constitución Política establece que en el Estado Social de
Derecho, nadie puede ser juzgado ni sancionado dos veces por el mismo delito,
concluyendo que los actos administrativos que dispusieron la separación del servicio
activo de la Policía Nacional debían ser declarados nulos.
B. LA CONTESTACIÓN (Fl. 75 – 80 C. ppal)
Radicación:
Demandante:
Demandado:
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Rodrigo Flórez Anacona
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La entidad demandada manifiesta que se opone a cada una de las pretensiones,
explicando que el señor RODRIGO FLOREZ ANACONA, fue investigado y sancionado
con el correctivo de quince días de multa, como resultado de un proceso disciplinario.
Señala que por los mismos hechos, se adelantó en contra del actor investigación penal
por parte de la Justicia Penal Militar, proceso que culminó con condena a pena principal
de un año de arresto por el delito de abandono de puesto.
Manifiesta que en virtud de la condena impuesta, de conformidad con el artículo 66 del
Decreto 1971, vigente para la fecha de los hechos, se procedió a retirar al actor en forma
absoluta del servicio activo, en tanto el mismo dispone que el personal condenado por
sentencia ejecutoriada a pena principal de prisión por delitos dolosos, será separado
absolutamente del la Policía Nacional y no podrá volver a pertenecer a la misma.
En este orden, concluye que el acto administrativo demandando no fue expedido en forma
arbitraria o contraria a los preceptos normativos que la reglamentan, por tal solicita se
despachen negativamente las pretensiones de la demanda.
Propone como excepción la nominada o genérica.
C. SENTENCIA APELADA (Fl. 99 – 106 C. ppal)
En la sentencia de primera instancia, el A quo denegó las pretensiones de la demanda, al
considerar que no prosperaban los cargos expuestos por la parte demandante en contra
del acto administrativo acusado, frente al cual sostuvo que no se desvirtuó su legalidad.
Menciona que la responsabilidad penal y disciplinaria, constituyen dos tipos autónomos e
independientes de responsabilidad que si bien integran la potestad sancionadora del
Estado, cumplen finalidades diferentes, y que por tal, un sujeto pasivo puede ser objeto
de imposición de pluralidad de sanciones, unas penales y otras disciplinarias, sin que ello
implique vulneración del principio non bis in idem.
Señala que si bien la ley dispone, que no puede volverse a revisar una conducta ya
juzgada en los respectivos procesos, la misma no prohíbe que de una conducta se pueda
deducir distintas responsabilidades. En este sentido concluye que la sanción penal y
disciplinaria, sin quebranto del principio non bis in idem, se impone en virtud de
regímenes de responsabilidad distintos, destinados a proteger bienes jurídicos diferentes.
En este orden concluye que la medida accesoria de separar en forma absoluta al actor de
la Policía Nacional, no es otra sanción con ocasión a la misma conducta reprochable del
oficial, sino que es consecuencia directa de la sanción de arresto impuesta por el Juez,
aclarando que dicha pena accesoria no constituye otra sanción disciplinaria como lo alega
el actor, sino que es una consecuencia que por ley le acarreaba al condenado. En
consecuencia de lo anterior, procedió a denegar las pretensiones de la demanda.
Radicación:
Demandante:
Demandado:
19001-23-00-000-2005-01106-01
Rodrigo Flórez Anacona
Nación – Ministerio de Defensa – Policía Nacional
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D. LA APELACIÓN
La parte demandante apela teniendo como argumentos los siguientes: (Fl. 108-112 C.
ppal)
Reitera que la autoridad administrativa inicialmente sancionó al actor con quince días de
multa, posteriormente adelantándose el proceso penal ante los Jueces Penales Militares,
en el que, en fallo de primera y segunda instancia, se resolvió condenar a un año de
arresto al actor, considerando dicha situación una flagrante violación al debido proceso,
señalando que no estaba establecido para la pena de arresto, una pena accesoria de
separación absoluta de la Policía Nacional, además de haber hecho tránsito a cosa
juzgada la sanción disciplinaria de 15 días de multa impuesta por los mismos hechos.
Sostiene que el actor fue objeto de dos sanciones disciplinarias por los mismos hechos,
cual es 15 días de multa y la separación del servicio activo, aclarando que si se tiene que
la última sanción impuesta es consecuencia de la condena penal, dicha sanción resultará
ser “injuridica”, por cuanto reitera que la “PENA DE ARRESTO” no consagra como
medida accesoria la separación absoluta, siendo únicamente consecuencia de la pena de
prisión. Al respecto concluye que resulta ilegal y ajeno a la equidad y la justicia la
imposición de la sanción de separación del servicio, cuando la pena que se impuso fue de
arresto y no de prisión.
Finalmente solicita que en aplicación del derecho a la igualdad, debido proceso y otros, se
revoque la sentencia de primera instancia.
E. CONCEPTO DEL MINISTERIO PÚBLICO
El Agente del Ministerio Público rinde concepto en esta instancia expresando que se debe
confirmar la sentencia de primera instancia, considerando que es diferente la sanción
impuesta al actor dentro de la investigación disciplinaria adelantada en su contra, a la
medida adoptada por la entidad accionada al separar al actor de forma absoluta del
servicio al haber sido condenado por la justicia penal militar a la pena de un año de
arresto por el delito de abandono del puesto dentro del proceso penal seguido en su
contra.
En este orden, considera que la decisión del A quo debe ser confirmada.
II. CONSIDERACIONES DE LA SALA
1. Competencia
De conformidad con lo establecido en el artículo 133 del Código Contencioso
Administrativo, ésta Corporación es competente para conocer del recurso de apelación
interpuesto contra las sentencias de primera instancia dictadas por los Juzgados
Administrativos del Circuito de Popayán.
2. El problema jurídico a resolver
Radicación:
Demandante:
Demandado:
19001-23-00-000-2005-01106-01
Rodrigo Flórez Anacona
Nación – Ministerio de Defensa – Policía Nacional
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De conformidad con los planteamientos expuestos en la demanda, el problema jurídico se
circunscribe en establecer si se vulneró el principio “non bis in idem”, al ser impuesto al
actor por los mismos hechos, una sanción disciplinaria y posteriormente, una sanción
penal, que dio lugar finalmente a la separación absoluta del servicio activo de la Policía
Nacional.
En este orden, previamente a resolver de fondo el asunto, se hace necesario analizar la
independencia y los fines de las acciones disciplinaria y penal.
3. De la independencia de la acción disciplinaria y la penal
El Consejo de Estado ha reiterado en varias ocasiones, que si bien es cierto entre la
acción penal y la disciplinaria existen ciertas similitudes puesto que las dos emanan de la
potestad punitiva del Estado, ambas coinciden en que se originan en la violación de
normas que consagran conductas ilegales, buscan determinar la responsabilidad del
imputado y demostrada ésta imponer la sanción respectiva; no obstante se trata de
procesos que atienden a naturaleza, materia y finalidades diferentes, y por tal, la
concurrencia de dichos procesos, no implica que el procesado resulte incriminado dos
veces por un mismo hecho o sancionado más de una vez por la misma conducta. Al
respecto, la Corporación ha distinguido entre la acción disciplinaria y la penal:
“La acción disciplinaria se produce dentro de las relaciones de subordinación que
existen entre el funcionario y la administración, en el ámbito de la función pública, y
se origina en el incumplimiento de un deber o de una prohibición, la omisión o
extralimitación en el ejercicio de las funciones, la violación del régimen de
inhabilidades e incompatibilidades, etc. y su finalidad es la de garantizar el buen
funcionamiento, moralidad y prestigio del organismo público respectivo. Dichas
sanciones son impuestas por la autoridad administrativa competente.
La acción penal, por su parte, cubre tanto la conducta de los particulares como la de
los funcionarios públicos y su objetivo es la protección del ordenamiento jurídico
social.
Al respecto la Corte Constitucional en sentencia C-244 de 1996 señaló: “Cuando se
adelanta un proceso disciplinario y uno penal contra una misma persona, por unos
mismos hechos, no se puede afirmar válidamente que exista identidad de objeto ni
identidad de causa, pues la finalidad de cada uno de tales procesos es distinta, los
bienes jurídicamente tutelados también son diferentes, al igual que el interés jurídico
que se protege”.
Agregó la Corte:
“En el proceso disciplinario contra servidores estatales se juzga el comportamiento de
éstos frente a normas administrativas de carácter ético destinadas a proteger la
eficiencia, eficacia y moralidad de la administración pública; en el proceso penal las
normas buscan preservar bienes sociales más amplios”.
En estas condiciones, siendo la acción disciplinaria distinta de la acción penal, cada
una puede adelantarse de forma independiente, sin que de su coexistencia se pueda
deducir infracción al principio non bis in ídem.
Radicación:
Demandante:
Demandado:
19001-23-00-000-2005-01106-01
Rodrigo Flórez Anacona
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Conceptualmente, el citado principio consagra la prohibición de que una persona
pueda ser juzgada dos veces por el mismo hecho, como se deduce de la parte final de
inciso 4 del artículo 29 de la Constitución Política. La prohibición también tiene
aplicación y debe observarse por la administración cuando quiera que esté en proceso
de sancionar a sus servidores o a los particulares, luego este principio constituye una
garantía política en cuanto se proscribe por mandato constitucional el juzgamiento y
la imposición de más de una sanción por la misma conducta.”1
En efecto, ha sido reiterativa la jurisprudencia del Consejo de Estado al sostener que la
responsabilidad disciplinaria y penal, son procesos diferentes, los cuales pueden ser
adelantados contra una persona por los mismos hechos, sin que ello implique doble
juzgamiento violatorio del principio non bis in ídem, puesto que dichos procesos se
diferencian en cuanto a la naturaleza, principios, características y finalidades. Pues bien
el Consejo de Estado ha manifestado:
“ La diferencia en cuanto a la naturaleza, principios, características y finalidad de los
procesos penal y disciplinario, puede llevar a que por un mismo hecho: i) se condene
penalmente y se sancione disciplinariamente a la misma persona, ii) se le condene
penalmente y se le absuelva disciplinariamente, iii) se le absuelva penalmente y se le
sancione disciplinariamente, o iv) se le absuelva penal y disciplinariamente.
En todas estas hipótesis se habrá tramitado tanto el proceso penal como el
disciplinario, sin que haya mérito para considerar que por tal razón se ha violado el
principio non bis in ídem, pues, como se ha explicado, se trata de juicios que atienden
a razones y fines diferentes, los cuales pueden dar lugar a decisiones similares o
divergentes.
De esta manera queda desvirtuado el cargo formulado por la ciudadana Sandra
Vanegas Leaño, según el cual la norma demandada atenta contra la separación entre
las ramas del poder público (C. Po. arto 113), pues, como quedó explicado, la rama
judicial y la autoridad disciplinaria pueden conocer de manera autónoma respecto de
una misma conducta, sin que por tal razón se vulnere el principio non bis in ídem.
"(...) cuando se adelanta un proceso disciplinario y uno penal contra una misma
persona, por unos mismos hechos, no se puede afirmar válidamente que exista
identidad de objeto ni identidad de causa, pues la finalidad de cada uno de tales
procesos es distinta, los bienes jurídicamente tutelados también son diferentes, al
igual que el interés jurídico que se protege.
En efecto, en cada uno de esos procesos se evalúa la conducta del implicado frente a
unes normas de contenido y alcance propios. En el proceso disciplinario contra
servidores estatales sé juzga el comportamiento de éstos frente a normas
administrativas de carácter ético destinadas a proteger la eficiencia, eficacia y
moralidad de la' administración pública; en el proceso penal las normas buscan
preservar bienes sociales más amplios.
Si bien es cierto que entre la acción penal y la disciplinaria existen ciertas similitudes
puesto que las dos emanan de la potestad punitiva del Estado, se originan en la
violación de normas que consagran conductas ilegales, buscan determinar la
responsabilidad del imputado y demostrada ésta imponer la sanción respectiva,
siguiendo los procedimientos previamente establecidos por el legislador, no es menos
cierto que ellas no se identifican, ya que la acción disciplinaria se produce dentro de la
relación de subordinación que existe entre el funcionario y la Administración en el
1
CONSEJO DE ESTADO. SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN SEGUNDA. SUBSECCION "A".
Consejero ponente: LUIS RAFAEL VERGARA QUINTERO. Bogotá D.C., veintidós (22) de marzo de dos mil doce (2012).
Radicación número: 76001-23-31-000-2005-00266-01(1710-09). Actor: EDGAR ANTONIO VALENCIA GÓMEZ.
Demandado: POLICÍA NACIONAL
Radicación:
Demandante:
Demandado:
19001-23-00-000-2005-01106-01
Rodrigo Flórez Anacona
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ámbito de la función pública y se origina en el incumplimiento de un deber o de una
prohibición, la omisión o extralimitación en el ejercicio de las funciones, la violación
del régimen de inhabilidades, incompatibilidades, etc., y su finalidad es la de
garantizar el buen funcionamiento, moralidad y prestigio del organismo público
respectivo.”2
En efecto las finalidades perseguidas en los diversos procesos que se pueden adelantar
contra una misma persona y por unos mismos hechos- disciplinario y penal-, resultan ser
diferentes, y buscan proteger intereses y bienes jurídicos distintos, que pueden dar lugar
a decisiones similares y divergentes.
2. Separación del servicio activo de la Policía Nacional por comisión de delitos
dolosos
En cuanto a la separación absoluta del servicio activo, el artículo 66 del Decreto 1791 de
2000, dispone:
“ARTÍCULO 66. SEPARACIÓN ABSOLUTA. El personal que sea condenado por sentencia
ejecutoriada a la pena principal de prisión o arresto, por la Justicia Penal Militar o por
la Ordinaria, por delitos dolosos, será separado en forma absoluta de la Policía Nacional
y no podrá volver a pertenecer a la misma”. (Negrillas fuera de texto)
(Aparte subrayado declarado EXEQUIBLE por la Corte Constitucional mediante
Sentencia C 421-02 de 28 de mayo de 2002, Magistrado Ponente Dr. Alvaro Tafur
Galvis.)
Es clara la norma al señalar, que cuando una persona vinculada a la Institución Policial,
es condenada por sentencia ejecutoriada a pena principal de prisión o arresto, por un
delito doloso, es procedente la separación en forma absoluta de la Policía Nacional.
Caso Concreto
La parte demandante sostiene, tanto en la demanda como en el recurso de alzada, que
con el acto acusado se vulneró el principio non bis in ídem y el debido proceso, al ser
sancionado dos veces por los mismos hechos, como quiera que en virtud de una
investigación disciplinaria le fue impuesta una sanción consistente en multa y por otro
lado, en fecha posterior, se dispuso a través de la Resolución No. 00975 de 1º de abril de
2005, la separación absoluta del actor del servicio, considerando por tal, que existió una
doble investigación por la misma situación fáctica.
Dentro del proceso, se encuentra acreditado que mediante fallo de 2 de febrero de 2001,
proferido dentro de una investigación disciplinaria, se impuso al actor el correctivo
disciplinario de 15 días de multa del sueldo básico devengado por el mismo, en razón a
que el actor infringió el Reglamento de Disciplina y Ética para la Policía Nacional, al
“consumir durante el servicio bebidas embriagantes…” y “ausentarse sin permiso ni causa
justificada del lugar o facción o sitio donde presta el servicio”. (Fls. 6-18 C. Ppal)
2
CONSEJO DE ESTADO. SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN SEGUNDA SUBSECCIÓN B.
CONSEJERO PONENTE: DOCTOR VÍCTOR HERNANDO ALVARADO ARDILA. Bogotá D.C., cuatro (4) de noviembre de
dos mil diez (2010). EXPEDIENTE No. 63001233100020040015101
Radicación:
Demandante:
Demandado:
19001-23-00-000-2005-01106-01
Rodrigo Flórez Anacona
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Por otro lado, la Justicia Penal Militar dentro del proceso penal iniciado en contra del
actor, en sentencia de primera y segunda instancia, procedió a condenar al señor Rodrigo
Flórez Anacona, a la pena principal de un (1) año de arresto por encontrarlo responsable
del delito de abandono del puesto. (Fl. 21-50 C. Ppal)
Como consecuencia de la condena penal impuesta, en cumplimiento de los artículos 50 y
66 del Decreto 1791 de 2000, el Director General de la Policía Nacional en uso de las
facultades conferidas por el artículo 69, numeral 3° íbidem, mediante Resolución No.
00975 de 1º de abril de 2005, resolvió separar en forma absoluta del servicio activo de la
Policía Nacional al señor Flórez Anacona.
En estas condiciones, es preciso reiterar que la acción disciplinaria es autónoma e
independiente de la acción penal, en tanto cada una puede adelantarse de forma
individual, sin que de su coexistencia se pueda deducir infracción al principio non bis in
ídem, el cual se encuentra consagrado en el artículo 29 de la Constitución Política, y
establece la prohibición de que una persona pueda ser juzgada dos veces por el mismo
hecho, constituyendo una garantía que debe observar la administración cuando quiera
que esté en proceso de sancionar a sus servidores o a los particulares. Así entonces, se
puede concluir que de conformidad con el precedente jurisprudencial del Consejo de
Estado, una persona puede ser investigada y juzgada por un mismo hecho en diferentes
instancias, como lo son la disciplinaria y la penal, en tanto se trata de acciones con
finalidades distintas que buscan proteger intereses y bienes jurídicos distintos, y que a su
vez pueden dar lugar a decisiones similares y divergentes.
Ahora, si bien el actor manifiesta su inconformidad en el hecho que además de ser
sancionado dentro de un proceso disciplinario con una multa pecuniaria, fue sancionado
con separación absoluta del servicio activo, observa la Sala que esta última actuación, la
que finalmente dispuso el retiro del actor de la entidad demandada, obedeció a la
aplicación de una disposición legal, la cual establece, como consecuencia de ser
condenado a una pena de prisión o arresto por un delito doloso, la separación absoluta
del servicio. Razón por la cual considera la Sala, que la actuación desplegada por la
Policía Nacional se encuentra acorde con la ley, y por tal el acto demandado es legal.
En cuanto a la apreciación del actor referente a que el artículo 66 del Decreto 1791 del
2000, fundamento de la Resolución 00975 de 1º de abril de 2005, no consagra como
medida accesoria la separación absoluta, en el evento de tratarse de una condena a una
pena de “arresto” (a la cual fue condenado el actor), en tanto considera que la norma
únicamente está dirigida a aquellos que son condenados a “pena de prisión”, observa la
Sala que dicho argumento no tiene fundamento legal, por cuanto es el mismo artículo,
antes mencionado, el que indica que: “El personal que sea condenado por sentencia
ejecutoriada a la pena principal de prisión o arresto, por la Justicia Penal Militar o por la
Ordinaria, por delitos dolosos, será separado en forma absoluta de la Policía Nacional y no
Radicación:
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Demandado:
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podrá volver a pertenecer a la misma”, siendo inclusive, la palabra subrayada – “o arresto” -
declarada exequible por la Corte Constitucional.3
En este orden, comparte la Sala la decisión adoptada por el juez de primera instancia, en
tanto se puede concluir que en ningún momento se le impusieron dos sanciones al
demandante por los mismos hechos, como lo plantea la parte actora, dado que a través
de la Resolución No. 00975 de 1º de abril de 2005, se adoptó una decisión, en
acatamiento de lo dispuesto por los artículos 50 y 66 del Decreto 1791 de 2000, que
establecen claramente que el personal que resulte condenado por la Justicia Penal Militar
o la Ordinaria, a la pena principal de prisión o arresto por la comisión de delitos dolosos,
será separado en forma absoluta de la Institución, como medida necesaria para evitar que
el imputado eluda la acción de la justicia, sin que se pueda entender como lo pretende el
actor, como una nueva sanción disciplinaria, motivo este suficiente para que el cargo
expuesto por la parte demandante, frente al mencionado principio, no tenga vocación de
prosperidad,
En este orden, al no prosperar los argumentos expuestos en la apelación, procede la Sala
a confirmar la sentencia proferida el 23 de agosto de 2010, por el Juzgado Séptimo
Administrativo del Circuito de Popayán, en la que se denegaron las pretensiones.
En consecuencia, el Tribunal Administrativo del Cauca, administrando justicia en nombre
de la República de Colombia y por autoridad de la ley,
FALLA
PRIMERO: CONFIRMAR la sentencia de fecha 23 de agosto de 2010, proferida por el
Juzgado Séptimo Administrativo del Circuito de Popayán, a través de la cual se
denegaron las pretensiones de la demanda, formulada por RODRIGO FLÓREZ
ANACONA contra la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL,
proferida en el proceso de la referencia.
SEGUNDO: Ejecutoriada esta providencia devuélvase al juzgado de origen.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
Constancia. El proyecto de esta providencia fue estudiado y aprobado en sesión de la
fecha.
Los Magistrados
3
Sentencia Corte Constitucional C 421 de 2002.
Radicación:
Demandante:
Demandado:
19001-23-00-000-2005-01106-01
Rodrigo Flórez Anacona
Nación – Ministerio de Defensa – Policía Nacional
CARMEN AMPARO PONCE DELGADO
Tribunal Administrativo del Cauca
11
PEDRO JAVIER BOLAÑOS ANDRADE
MAGNOLIA CORTES CARDOZO
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