COMENTARIO DEL GRÁFICO SOBRE LA PARTICIPACIÓN DE LAS ACTIVIDADES AGRARIAS EN LA OCUPACIÓN Y EN EL PIB. 1950-2007 A) ASPECTOS GENERALES. Nos encontramos con un gráfico lineal que utiliza un eje de coordenadas, en donde el eje de abscisas marca el tiempo y el eje de ordenadas el valor de la variables (en este caso en términos porcentuales o relativos). El mapa representa la participación de las actividades agrarias en la ocupación y en el PIB. Así pues, hay dos variables representadas: la línea verde hace referencia a la participación de las actividades agrarias en la ocupación, mientras que la línea roja se refiere a la participación agraria en el PIB. Ambas variables tratan de España entre los años 1950 y 2007. Por último, los datos proceden del INE o Instituto Nacional de Estadística, concretamente de la Encuesta de Población Activa para la ocupación, y la Contabilidad Regional de España para lo referente al PIB. B) COMENTARIO. Lo primero que tenemos que hacer es definir el fenómeno representado: por un lado tenemos el porcentaje de personas que se encuentran ocupadas en las actividades agrarias, por lo que conviene aclarar dos conceptos: primero, que se trata de personas ocupadas, es decir, que se encuentran trabajando en el sector, y no de población activa, que incluiría a los ocupados y parados del sector; segundo, se habla de actividades agrarias, por lo que hay que aclarar que éstas incluyen no solo a la agricultura, sino también a la ganadería y a la explotación forestal. Por otro lado, el gráfico representa el porcentaje que representan las actividades agrarias en el PIB, siglas que designan al Producto Interior Bruto, que es una magnitud macroeconómica que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de un espacio determinado (en este caso, España) en un período de tiempo determinado que suele ser un año. En lo que respecta a la caracterización de la evolución, ambas variables muestran un comportamiento evolutivo similar: de tener un porcentaje superior al 40% en 1950 (ocupación: 47,6% y PIB: 42,1%), han pasado a representar valores mínimos por debajo del 5% (ocupación: 4,5% y PIB: 2,9%). Se observa que la caída ha sido más pronunciada de 1950 a 1975, mientras que de 1980 en adelante, el descenso ha sido menos pronunciado, en parte porque ambas variables ya se habían situado en valores bajos o muy bajos. Es significativo que la línea de la población ocupada siempre se encuentra por encima de la de la participación en el PIB, lo que nos indica una población agraria poco competitiva y con una baja productividad, algo que, en parte, se ha reducido en las últimas décadas. Para explicar el fenómeno de la evolución de ambas variables hay que comprender el paso de una estructura agraria tradicional, caracterizada por una mano de obra numerosa, que trabaja en explotaciones extensivas, con tecnología atrasada, rendimientos bajos y producción dedicada al autoconsumo, a una estructura agraria actual, que se caracteriza por una población escasa, envejecida, que trabaja en explotaciones intensivas, con avances tecnológicos, con elevados rendimientos y con una producción especializada destinada al mercado. Así pues, aquí tenemos como el éxodo rural entre los años 50 y 70 vació el campo de trabajadores, que fueron a parar a las industrias y servicios de las ciudades. Los que se quedan son pocos y, como se ha comentado, envejecidos y con poca cualificación, lo que se intenta solucionar con todo tipo de ayudas y subvenciones para mejorar la competitividad y diversificación de las explotaciones, algo que permita que los agricultores jóvenes no emigren (o retornen). La escasa cualificación se intenta superar incrementando la formación básica, profesional y continua. Lo dicho anteriormente sobre la intensificación de la agricultura no ayuda a entender el descenso contínuo de la participación de las actividades agrarias en el PIB, si no fuera porque se expresa en términos relativos o porcentuales. Así, la participación en términos absolutos ha crecido, siendo capaz de suministrar alimentos y materias primas para la industria, pero ha descendido en términos relativos porque los otros sectores económicos –la industria y los servicios- han incrementado su participación en mayor medida.