ESCOLIO SOBRE LOS “LEADING CASES” CORDOBES Y

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ESCOLIO SOBRE LOS “LEADING CASES” CORDOBES Y
PLATENSE , EN MATERIA DE TUTELA ANTICIPADA
POR JORGE W.PEYRANO
El juez es administrador de la justicia,
no de la ley
GERMAN BIDART CAMPOS
A partir de “Camacho Acosta” (1), producto del laboreo pretoriano
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se extendió como reguero
de pólvora por todo el país, la buena nueva: es posible, reunidas ciertas
condiciones, que el actor que aparentemente cuenta con la razón, pueda
reunirse- con parte de lo reclamado, mucho antes de que concluya la
normalmente morosa tramitación de sus requerimientos en sede judicial.
Vale decir que antes de que exista cosa juzgada y aún con anterioridad al
dictado de la sentencia de mérito de primera instancia, resulta posible, en
algunos casos, que se dicte una condena provisoria anticipada en
beneficio del demandante.
Tanto se ha hablado, comentado y analizado a la tutela anticipada
en los últimos tiempos (2) que nos abstendremos de insistir en el examen
de los recaudos judicialmente exigidos (contracautela, fuerte probabilidad
de que le asista razón al actor, fácil reversibilidad de los derechos
anticipados para el supuesto de que la sentencia final desestimara la
pretensión del demandante y concurrencia de “periculum in damni”, que
es una circunstancia colateral que hace que si no se satisface ya y al
menos en parte lo reclamado por el actor a éste le sobrevendrá un
perjuicio suplementario grave que se sumará al representado por la
demora inherente a toda sustanciación de un proceso jurisdiccional) hasta
tanto el legislador se acuerde de regular la materia.
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Tampoco aquí nos explayaremos respecto de las tendencias (3)
que se pueden entresacar de las ya numerosas resoluciones judiciales que
han decretado tutelas anticipadas (v.gr., se motorizan a través de medidas
innovativas que se decretan previa noticia y oportunidad de defensa del
destinatario; por lo común se trata de anticipaciones parciales de lo
reclamado; puede no darse en la especie “periculum in mora” por ser el
demandado el Estado nacional, provincial o municipal y sin embargo la
existencia de “periculum in damni” legitima suficientemente el dictado
de una innovativa con sustancia de sentencia anticipada, etc)
Aquí, en cambio, daremos noticia de dos recientes fallos judiciales
de tribunales ordinarios de verdaderos polos jurídicos del país, como son
Córdoba y La Plata. Y si así procedemos, es porque estamos persuadidos
de la importancia decisiva que posee la doctrina judicial a la hora de
difundir nuevas herramientas jurídicas operativas. Sí, por añadidura, la
doctrina judicial correspondiente proviene de centros judiciales de
máxima importancia, su efecto multiplicador se acrece porque por un
lado alienta a otros magistrados a seguir igual senda y, por el otro,
estimula a los letrados a que emprendan, llegado el caso, nuevos caminos
en defensa de los intereses de sus comitentes.
Casi huelga aclarar que por desconocimiento de los antecedentes
de las causas que nos ocupan, no formularemos juicios de valor sobre la
bondad intrínseca de las resoluciones que recayeron en ellas, por más que
“prima facie” parecen ser elogiables. Sí, en vez haremos una reseña
sumaria de sus costados más salientes, poniendo énfasis en destacar su
rol de “leading case” local.
Comenzaremos por Córdoba. Se trata del caso “Anife”. La
decisión respectiva fue emitida por la Cámara quinta en lo Civil y
Comercial de la ciudad de Córdoba el día 11 de setiembre de 2001,
mediante auto interlocutorio nº 424. En la especie, se despachó una
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medida innovativa, a título de tutela anticipada y previa prestación de
contracautela, consistente en designar depositarios judiciales de un
inmueble (posibilitando así su reingreso a la finca que era su casahabitación) a un matrimonio anciano que, conservando el usufructo de
aquél, habían transferido la nuda propiedad del inmueble en cuestión a
tres hijos. Uno de éstos fue objeto de reclamos en sede judicial que
derivaron en la subasta judicial de un tercio de la referida nuda
propiedad, logrando sus compradores ingresar al inmueble y ocuparlo.
Posteriormente, le incorporaron mejoras de cierta importancia. Enterados
los titulares del usufructo (que a la sazón se encontraban viviendo
transitoriamente en otra ciudad) de todo lo ocurrido, plantearon una
acción de reivindicación, en cuyo seno los compradores en la precitada
subasta judicial hicieron valer el derecho de retención proveniente de las
mejoras introducidas. Frente a este cuadro, la Alzada cordobesa hizo
lugar a la medida innovativa postulada, logrando así los titulares del
usufructo ocupar nuevamente su antigua casa-habitación. El tribunal
interviniente hizo especial hincapié en la avanzada edad de los
requirentes y sus escasos recursos económicos, todo lo cual determinaba
la configuración de un perjuicio irreparable si es que no se accedía a
permitirles volver a habitar su antiguo hogar.
En rigor de verdad, en Córdoba existen precedentes anteriores en el
tema, pero provenientes de la justicia federal (4). Si destacamos “Anife”,
es porque no sólo se encuentra excelentemente fundado sino que
proviene de un tribunal ordinario y como tal con mayor potencialidad
para difundir de manera más extendida la doctrina judicial fijada.
El “leadig case” platense, por lo que conocemos, es “Gariglio”,por
más que su carátula rece “Roman Andres Blas y otros s. Cautelar
Innovativa (tutela anticipada)”. Dicha sentencia, suscripta por los
Dres.Gualberto Lucas Sosa y Carlos Saúl Marroco, data de setiembre de
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dos mil uno y proviene de la Cámara Segunda Sala I de la ciudad de La
Plata. Se trataba de un menor (Gerónimo Gariglio), víctima de lesiones
graves en un accidente de tránsito. También aquí se pidió y obtuvo el
despacho de una innovativa con corazón de tutela anticipada, previo
otorgamiento de caución personal y tras ser oído el destinatario del
reclamo correspondiente dicho reclamo consistía en un resarcimiento
parcial y anticipado conformado por la condena anticipada del
demandado a abonar , durante cierto lapso, gastos de rehabilitación y
tratamiento de la víctima. Presenta como particularidad que se debía
descontar de la condena anticipada a pagar que pesaba sobre el
demandado, lo abonado por iguales conceptos por IOMA que era la obra
social de Gariglio .(5)
Los dos casos reseñados se embanderan, decididamente, en la
legión de decisiones judiciales que privilegian las necesidades de los
justiciables por sobre las teorizaciones vacuas y los miedos a lo nuevo y
desconocido. El miedo paraliza, pero también puede generar algo peor:
favorecer la injusticia y contribuír a aumentar el descrédito del sistema
judicial. El misoneísmo es preferido por los mediocres y los cómodos.
Otra opción han escogido los magistrados que firmaron los fallos que
hemos recordado.
J.W.P.
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- N O T A S(1)
Conf.nota a fallo de Augusto Mario Morello “La tutela anticipada
en la Corte Suprema” en El Derecho, boletín del 5 de febrero de
1998.
(2)
PEYRANO, Jorge W.,”La palpitante actualidad de la medida
cautelar innovativa”, en Revista de Derecho Procesal Santa Fe
2000, Editorial Rubinzal Culzoni nº 5, pág.307 y siguientes.
(3)
MORELLO, Augusto y Jorge W.PEYRANO, “El encuentro de los
derechos procesales en Europa”, en La Ley boletín del 17 de
agosto de 2001, pág.2.
(4)
Así, por ejemplo en “Roca Emilio Horeste c. Juan Carlos Braschi y
otros-Ordinario” resolución del 27-9-99, dictada por el Tribunal
Federal de Córdoba a cargo del doctor Alejandro Freytes, se hizo
lugar a una tutela anticipada, vía el despacho de una cautelar en el
marco de un juicio por mala praxis médica asistencial producido en
un acto quirúrgico de ablación de riñón. En la especie se ordenó a
la aseguradora que depositara una suma mensual a favor de la
actora para posibilitar su subsistencia y recuperación.
(5)
El caso platense tiene fuertes puntos de contacto con “Gómez”,
fallo éste dictado por el Juzgado de Primera Instancia de Distrito
en lo Civil , Comercial Laboral de la ciudad de Villa Constitución
a cargo del Dr.José Luis Sedita, que puede ser considerado un
“leading case” santafesino.En “Gómez”, dictado el 4 de octubre de
2000 y consentido por todos los involucrados, se trataba de una
persona víctima de un típico accidente de tránsito (peatón
embestido) de resultas del cual quedó parapléjica y con un estado
prácticamente vegetativo con movilidad reducida a mover los ojos,
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con todo lo que ello presupone (alimentación por sonda, atención
permanente, etc.) y el consiguiente elevado costo económico de los
cuidados respectivos.En definitiva, el magistrado interviniente
dispuso en calidad de tutela anticipada la obligación de la
demandada de asegurar a la actora “la partir de la notificación de
la presente, cuidados médicos y paramédicos, intervenciones
quirúrgicas y sus accesorios, compra de medicamentos, etc. y de
toda otra modalidad que no puede prescindir de ellos sin graves
riesgos para su vida, salud física y psíquica, en forma directa o
través de empresas de salud especializadas a tal fin; y que deberá
mantenerse durante el plazo de 6 (seis) meses, salvo que cambiasen
las circunstancias que dieron lugar a la misma, bajo apercibimiento
de imponerse astreintes en caso de incumplimiento.”
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