Los indios de las Antillas Menores. De las primeras poblaciones

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Los indios de las Antillas Menores.
De las primeras poblaciones hasta los principios de la colonización europea.
Presentación
A finales del siglo XV, cuando los primeros navegantes europeos atracan les islas de las Antillas Menores, descubren a una humanidad que les sorprende tanto como les horrorizan y que califican en seguida
de caníbal, muy diferente de las de las islas de las Antillas Mayores. El “Taino-Arawak” de las grandes
islas es dulce tanto como el “Caribe” de las pequeñas islas es antropófago. Esta característica y esta oposición parecen ocultar todos los demás aspectos de estas sociedades. Pero todos los primeros testimonios,
muy parciales en la mayor parte, no son exentos del peso de la imaginación de los europeos de entonces.
Si los archivos conservan algunas huellas de los contactos entre españoles y caribes, éstas sólo mencionan
eventos precisos : ataques, pillajes, matanzas. Muy pronto, los españoles se desentienden de las poblaciones de estas islas. Los grandes imperios americanos son desde entonces la principal preocupación. Habrá
que esperar el siglo XVII y las colonizaciones francesas, inglesas y holandeses, que traen de nuevo a europeos a las orillas de estas pequeñas islas, para tener relatos respecto a este mundo singular que abordan
y pretenden poblar pero que les opone resistencia arisca.
Pero, ¿estos “Caribes insulares” de las Antillas Menores siguen siendo los mismos que durante la
época del descubrimiento? Si los relatos de los cronistas describen en la mayor parte a un mundo casi
inamovible, el historiador sabe que uno o dos siglos pueden haber cambiado al mundo caribe, lo que
confirman indirectamente algunos autores. Pero aparentemente estos cambios no son los primeros ni los
únicos. Dedicamos esta investigación a los indios caribe, desde las migraciones precolombinas hasta la
colonización francesa del siglo XVII.
Sumarios
En busca del caribe perdido – B. GRUNBERG, É. ROULET & B. ROUX
La historia de los “caribes insulares” ha permanecido durante mucho tiempo oculta. Este desconocimiento se debe a las propias fuentes sin que no obstante sea ésta la única razón. Así pues, para llegar a
conocer la cultura caribe insular se precisa manejar una doble documentación: las fuentes escritas y los
datos arqueológicos. La finalidad del programa ANR que aquí presentamos es reunir el conjunto de los
documentos originales escritos sobre todo en el siglo XVII e intentar realizar una síntesis de los descubrimientos arqueológicos en las Antillas Menores, especialmente en la zona de las islas que pasan a estar
bajo control francés desde 1625-1635. La retranscripción íntegra de las fuentes así como la transposición
en un francés actual deberán contribuir a una amplia divulgación, tanto más cuanto el proyecto se proponeponer al alcance de todos el conjunto de datos obtenidos, a fin de que cada cual pueda encontrar,
dentro de un ámbito científicamente garantizado, todos los elementos indispensables para el conocimiento de las poblaciones amerindias a principios de la expansión europea en las Antillas Menores.
En busca de los caribes arqueológicos – B. BERARD
A su llegada a las Antillas Menores los europeos estuvieron en contacto con poblaciones amerindias a las
que denominaron "caribes". De este modo, se constituyó un importante corpus de textos relativos a dichaspoblaciones, entre los siglos XV y XVIII. Desde los comienzos de la arqueología en el archipiélago y
hasta nuestros días, uno de los retos importantes de la investigación ha sido establecer un vínculo entre
estas fuentes históricaslos descubrimientos efectuados en el curso de las excavaciones. Lo que aquí presentaremos será un balance de tales investigaciones. A través de la puesta en evidencia de las grandes etapas por las que ha pasado el tratamiento de esta cuestión, nos será posible observar cómo se ha visto modificada progresivamente la relación de los arqueólogos con las fuentes textuales por una parte y su modo
de utilización por otra. Modificación que se ha producido de forma paralela a una discusión mantenida
tanto por los historiadores como por los arqueólogos, acerca del valor de los textos de los europeos que
versan sobre el poblamiento amerindio en las Antillas Menores.
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La ocupación amerindia tardía de las Islas de Barlovento (Antillas) y la utilización arqueológica
de las fuentes etnohistóricas – A. J. BRIGHT & C. L. HOFMAN
Los arqueólogos deben proseguir con un enfoque pluridisciplinar para llegar a interpretaciones sólidas de
los restos enigmáticos. Recurren a la etnografía, la etnohistoria, así como la filosofía, la biología y otras
disciplinas. Los arqueólogos caribeños cuentan felizmente con numerosas fuentes etnográficas de gran
riqueza, que arrojan luz sobre los modos de vida de los amerindios en la región, entre los siglos XVI y
XVII. En este artículo, los autores estudian el uso que de las fuentes etnohistóricas hacen los arqueólogos, y ofrecen algunos ejemplos de los descubrimientos arqueológicos que pueden esclarecerse a la luz de
tales fuentes.
La cavidad sepulcral de Cadet 2 (Capesterre-de-Marie-Galante, Guadalupe) y la cuestión del canibalismo – P. COURTAUD
La existencia del canibalismo está íntimamente ligada a las poblaciones de los Caribes. Si bien los testimonios y los relatos antiguos de los primeros exploradores son numerosos, en cambio los indicios arqueológicos resultan particularmente escasos. La cavidad sepulcral de la cueva Cadet, situada en la costa
sud de Marie-Galante (Guadalupe), proporciona indicios pertinentes de este tipo de tratamiento del
cadáver. Una operación arqueológica ha permitido el descubrimiento de restos humanos, buena parte de
los cuales presentaba marcas superficiales debidas a acciones de desarticulación y de descarnamiento. La
asociación de vestigios arqueológicos tales cuales cerámicas y un hacha pulida constituye indicios de una
auténtica práctica funeraria y permite por lo tanto refutar la existencia de todo canibalismo circunstancial
u ocasional. Esta cueva fue utilizada en el periodo "peri-contacto", lo que la sitúa en un periodo contemporáneo de la cultura caribe. Aquí exponemos los diversos trabajos arqueológicos y biológicos que contribuyen a documentar este descubrimiento, que conserva toda su originalidad en lo que respecta las Antillas Menores.
El léxico en lengua caribe del Manuscrito de Carpentras (1620) – S. de PURY-TOUMI
La segunda parte del Manuscrito de Carpentras, que trata del encuentro entre los indios de la Dominica y de
los franceses en 1619, está salpicada de vocablos en lengua caribe. El estudio de este léxico y su comparación con el diccionario caribe del Padre Breton y con la lengua garifuna actual muestran que autor recogió realmente las palabras pronunciadas por sus interlocutores autóctonos. El léxico vehicula datos sociales y culturales y es sensible a los cambios de sociedad. El artículo propone un análisis de algunos de
los términos citados en el Manuscrito. La primera parte hace hincapié en la circulación linguística entre los
diversos grupos. Seguidamente se proponen pistas etimológicas que aportan algunas precisiones sobre la
concepción de las divinidades caribes. El objetivo perseguido es intentar liberarse de las interpretaciones
forjadas a partir de las categorías de las lenguas europeas.
Los indios del Caribe vistos por Gonzalo Fernández de Oviedo : dibujos y grabados – P. LESBRE
Los dibujos y grabados permiten identificar en la obra monumental de Gonzalo Fernández de Oviedo los
aspectos que parecen llamarle más su atención de cronista (Sumario de 1526 o Historia General de 1535 y
1547). Señalaremos el trabajo de síntesis que realiza Oviedo entre los distintos indios del Caribe, antes de
abordar algunos aspectos de estos indios que se ven acompañados por dibujos explicativos y/o grabados : objetos emblemáticos (hamaca, canoa) o útiles (palo para fuego, hacha de piedra), vivienda (caney,
bohíos rectangulares o redondos) y alimentación (yuca). Lo que llevará a interrogarse sobre el propósito
de estas descripciones minuciosas: ¿no serían ante todo indicaciones prácticas destinadas a los futuros
colonos españoles ? Si su aspecto colonial es innegable, incluyen a menudo una mirada positiva sobre los
indios del Caribe, alejada del retrato poco elogioso que Las Casas dejó del autor.
El conocimiento de la Tierra en la España del siglo XVI a través del Islario general de todas las
islas del mundo (1560) de Alfonso de Santa Cruz : el ejemplo de las Antillas Menores – A.
OÏFFER-BOMSEL
A petición de Felipe II, Alfonso de Santa Cruz compuso el Islario general de todas las islas del mundo. Esta
obra geográfica, que se inscribe en la línea instaurada en la antigüedad grecolatina por Estrabón, Ptolomeo, Diodoro de Sicilia…, puede considerarse como el insulario más importante del Renacimiento español. Aunque la descripción científica propuesta por el autor en el Islario abarca todo el espacio insular a
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escala mundial, en este artículo nuestra atención se centra en las Antillas Menores. Si bien es verdad que,
a fin de dar a conocer las propiedades de estas islas (relieve, flora y fauna, historia natural y moral), Santa
Cruz recurre abundantemente a las obras de ilustres cronistas contemporáneos tales como Pedro Mártir
de Anglería y Gonzalo Fernández de Oviedo, no por ello el autor deja de poner en práctica en el Islario un
método que le es característico y cuya legitimidad se funda en el respeto de lo que constituyejuicio el
principio supremo del proceder científico, o sea la racionalidad. Al tiempo que adopta determinadas
teorías así como técnicas e instrumentos correspondientes a la antigua tradición geográfica y cosmográfica, Santa Cruz, para llevar a cabo apropiadamente su descripción del universo insular antillano, analiza los
datos de la experiencia sensible y los fenómenos naturales de forma meticulosa y objetiva. Por último, el
pragmatismo "neutro" inherente al quehacer científico de Alfonso de Santa Cruz parece influir sobre su
modo de concebir y de juzgar las relaciones que se entablan entre los diversos pueblos en la era moderna
y las situaciones que de ellas derivan, en el sentido de que adopta con respecto al mundo y a los valores
impuestos una actitud de prudente circunspección, rayana a veces en el escepticismo.
Las intenciones misioneras de Pacifique de Provins para América – É. ROULET
El capuchino Pacifique de Provins llega a las Antillas en 1645 con numerosos proyectos para la evangelización de los indios. Valiéndose de su experiencia vivida en Oriente en los años veinte, proyecta fundar
un seminario para los misioneros y escuelas para enseñar a los niños la doctrina cristiana. Sus aspiraciones
se vieron abortadas por el estado de las fuerzas en las islas, que evolucionó en desfavor de los capuchinos. No desistió sin embargo de su empeño en el curso de un último viaje a Guyana en 1648, del cual
nunca regresaría. Si transcendemos su visión a veces idealizada de la conversión de los indios, Pacifique
de Provins consiguió a pesar de todo impulsar el reinicio de la actividad de los capuchinos en la zona
aludida, y sus proyectos se concretizaron dos décadas después.
La complejidad antillana a tenor de las fuentes romanas entre conocimiento y jurisdicción (siglos XVII-XVIII) – G. PIZZORUSSO
En Roma, las curias generalicias de las órdenes religiosas (dominicos, jesuitas, carmelitas, capuchinos) y
las congregaciones pontificias (la Propaganda Fide, el Santo Oficio) ejercen una jurisdicción eclesiástica
sobre los misioneros en las Antillas y en Guyana, permitiendo de este modo la acumulación de documentos en elseno de sus archivos romanos. Este estudio intenta poner de manifiesto la manera como se
llevó a cabo esa acumulación, explicando los caracteres propios de los fondos de cada una de las instituciones centrales, así como las relaciones que mantenían entre sí. Este enfoque permite calibrar no sólo la
documentación procedente de las Antillas, sino asimismoproducción de documentos sobre las Antillas
emanada de tales instituciones, a partir de las informaciones recibidas. Siguiendo el hilo conductor de
algunos temas principales (las relaciones de los prefectos y el proyecto de jerarquía eclesiástica, la conversión de los amerindios y de los negros, el servicio de las minorías nacionales católicas como los irlandeses,
los proyectos de expansión misionera en Tierra Firme), puede afirmarse que, en Roma – y especialmente
ante la Congregación de la Propaganda (el verdadero organismo central de jurisdicción misionero romano) – ya se había formado en el siglo XVII una imagen que reflejaba fidedignamente toda la complejidad
del marco socio-religioso antillano. Y esta visión aún perdura en el siglo XVIII, como demuestran algunos ejemplos notables. Pese a las pérdidas, las lagunas documentales y la menor importancia relativa de
los medioscaribeño y guayanés en el panorama global de las misiones católicas, los archivos romanos
constituyen fondos documentales insoslayables de cara a la investigación sobre las Antillas.
El pastor Charles de Rochefort y la Histoire naturelle et morale des îles Antilles de l’Amérique – B.
Roux
En 1658 en Rotterdam, el pastor Charles de Rochefort (ca 1604-1683) publica de manera anónima su
Histoire naturelle et morale des îles Antilles de l’Amérique. La obra obtiene rápidamente cierto éxito en Europa.
Traducido al neerlandés, al inglés y al alemán, reeditado varias veces, este libro no deja de constituir una
referencia hasta finales del siglo XVIII para todos los lectores curiosos por conocer las Antillas. Buena
prueba de ello son aún las alusiones diseminadas en los filósofos, naturalistas y etnógrafos de las Luces.
En la actualidad, el valor que se le reconoce a la obra contrasta sobremanera con la acogida que le reservó
el público letrado de los siglos XVII y XVIII. Incluso la intelección del texto aparece problemática. En el
fondo, no se conocen todavía en su justa medida ni el autor ni su proyecto, y diríase que ambos resultan
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controvertidos. El texto, que aún no ha sido objeto de ninguna edición crítica, permanece difícilmente
accesible. Es más, la obra íntegramente considerada encierra gran multitud de variantes, e incluso contradicciones que a veces ponen a prueba la paciencia del lector y a menudo conducen a interpretaciones
erróneas o parciales. A la luz de fuentes inéditas, sobre todo neerlandesas, y mediante una relectura crítica
de textos altamente conocidos, esta contribución intenta aclarar las dificultades de aprehensión de una
fuente en el interior del corpus antillano. Se tratará de ver quién es Rochefort, cuál es su recorrido y el
lugar que ocupa en el mismo la experiencia caribeña. Seguidamente, se observará en el curso de su proprio quehacer al autor de la Histoire, entregado a la construcción de sus libros, a la revisión de su texto, a
fin de desmontar los mecanismos de su procedimiento de trabajo. Por último, se analizará la selección de
sus fuentes relativas a los indios caribes.
VARIA
La muerte amerindia en Amazonia – S. ROSTAIN
El estudio de las prácticas funerarias es una vía predilecta para comprender las sociedades. En Amazonia,
y más particularmente en las Guyanas, se manifiestan de formas muy diversas. La confrontación de las
fuentes históricas, etnohistóricas, etnológicas y arqueológicas autoriza un análisis de los usos funerarios
en las poblaciones amerindias de la mayor selva tropical del mundo. Así se pueden seguir paso a paso las
diferentes etapas que jalonan una defunción en diversas etnias amazónicas. Es así como se suceden el
origen de la muerte, la reacción del grupo frente a ésta y las ceremonias mortuorias, eltratamiento del
cuerpo, la sepultura, el destino de los bienes del difunto y las ofrendas, las consecuencias de la muerte en
la vida comunitaria y, por último, el viaje del muerto en la mitología amerindia.
Los juegos prehispánicos en Mesoamérica: pervivencias y continuidad – É. TALADOIRE
Les investigaciones etnográficasMéjico han permitido documentar juegos cuyo origen puede residir en
pervivencias de la época prehispánica. La importancia de estos juegos prehispánicos, el principal de los
cuales es el ulama, queda atestiguada de manera contundente por el número de canchas conocidas (más
de 2000), así como por la cantidad de objetos que les son asociados. El papel esencial de los juegos se
justifica por el valor ritual y simbólico del juego, estrechamente ligado a los ritos de fertilidad. A pesar de
una represión prudente, es probablemente esta significación lo que ha permitido la pervivencia de los
juegos en regiones marginales de Mesoamérica hasta nuestros días.
Un mapa del Nuevo Mundo en un manuscrito de Tolomeo – D. MARCOTTE
El artículo aporta una caracterización del mapamundi moderno, cuya datación puede situarse en las
primeras décadas del siglo XVI, que se conserva en un manuscrito de la Geografía de Tolomeo copiado
hacia 1470 e iluminado en el taller florentino del cartógrafo Nicolaus Germanus. El nuevo mapa, pintado
sobre una página doble blanca inserta en el manuscrito, tiene por objeto actualizar el mapamundi de Tolomeo, que figura en la doblepágina siguiente. Se estudia su morfología general y las similitudes que presenta respecto a su modelo tolemaico; se pone especial cuidado en caracterizar la representación del
Nuevo Mundo y en fechar la información geográfica e histórica que aporta el documento. La mención del
segundo viaje de Giovanni da Verrazano y de su muerte, acaecida en 1528, constituye un dato fidedigno
para la datación de este mapa.
© B. Grunberg [ed.], Les Indiens des Petites Antilles. Des premiers peuplements aux débuts de la colonisation
européenne [Cahiers d’Histoire de l’Amérique Coloniale, n°5], Paris, L’Harmattan, 2011, 304 p.
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