BOSQUEJO DE PREDICACION De la mano de Jesús, nunca nos podemos soltar Campaña evangelística “Todo en mí”, del ministerio de Mauricio Muñoz I. INTRODUCCIÓN A. Texto: Mateo 14:29‐32 B. Apertura Sólo en Jesús hay completa seguridad y confianza, pero aún sabiendo esto, en muchas ocasiones descuidamos nuestra dependencia del amor de Dios, lo que da lugar a que los destructores toquen nuestras vidas. Pedro caminaba victorioso sobre las aguas, pero quitó su mirada de Jesús y se empezó a hundir, hasta que la mano del Señor le levantó y rescató. Nunca nos soltemos de la mano de Jesús. II. DESARROLLO A. EL PLAN ORIGINAL DE DIOS 1. Dios no creó a la humanidad para la destrucción. a. Todo lo que hizo fue bueno. Génesis 1:31 b. De Dios viene todo lo bueno 2. El lugar creado para sus hijos (as), también fue bueno. a. Para estar con Él y disfrutar su presencia. b. Para disfrutar su creación y disfrutar de sus beneficios. c. Para vivir en lugares especiales de paz, gozo y seguridad, Salmo 23 B. EL PLAN DEL DESTRUCTOR. I Pedro 5:8 1. Su objetivo es destruir todo lo que Dios construyó. 2. Separar a los hijos (as) de Dios del privilegio que él desechó. a. El diablo fue el adorador que desperdició su intimidad con Dios. b. El diablo menospreció la seguridad que Dios da, inspirado por la rebelión. 1. Anda buscando a quien devorar. 2. Pretende impedir que el ser humano encuentre en Dios lo que él menospreció: la presencia y el disfrute de Dios. 3. El destructor ofrece todo, pero no da nada. a. Sólo ofrece para la carne, lo que implica que es algo temporal. 1. Ofrece felicidad, que se transforma en tristeza. 2. Ofrece gozo, que se convierte en tragedia. 3. Ofrece amor, que se convierte en dolor. 4. Ofrece fama, que se convierte en ruina. b. El destructor influye con engaños, que sólo buscan terminar con la vida de los hijos (as) de Dios. C. EL PLAN REDENTOR DE DIOS. Lucas 4:18 1. Rescatar para la libertad a sus hijos (as). a. Enfrentándose al destructor y revertir su plan. b. Rompiendo todo plan del destructor. Colosenses 2:15 2. Dándole a sus hijos, el lugar de donde nunca debieron salir. Efesios 2:4‐7 3. Tomándonos de su mano y recordándonos que no debemos quitar nuestra mirada ni un segundo de Él. III. CONCLUSIÓN A. Aplicación Pedro, el discípulo “famoso” por sus impulsos (además de que es el que más se parece a nosotros), estaba caminando seguro sobre el mar, hasta que quitó su mirada de Jesús y empezó a hundirse. Lo único que impidió que se hundiera totalmente, fue tomarse de la mano de Jesús. B. Apelación En este tiempo es igual, quizás muchos están hundiéndose debido a que el destructor a logrado parte de su plan. A lo mejor no sólo quitaron su mirada de Jesucristo; sino, que además no encuentran su mano misericordiosa que les levante y les saque del plan del destructor. C. Llamado Pero hoy sabemos que nunca debimos soltarnos de la mano de Jesús, y si lo hemos hecho, sólo levanta tu mirada a Él y entrégale el corazón, sólo así, su mano nos levantará y sacará de cualquier situación en que estemos. Preparado por: PASTOR OLDEMAR SANDI CORRALES Iglesia Oasis de Esperanza Grecia San José, Costa Rica