Senado de la Nación Secretaria Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-1555/10) Buenos Aires 1 de Junio de 2010.Señor Presidente del Honorable Senado de la Nación Don Julio Cleto Cobos S. / D. De mi consideración: Me dirijo a usted a los efectos de solicitarle tenga a bien arbitrar los medios pertinentes para la reproducción del expediente S-1176/08, proyecto de ley de autoría del suscripto, estableciendo presupuestos mínimos de la reforma política y electoral de alcance nacional. Sin otro particular, atentamente. aprovecho la oportunidad para saludarle Luis P. Naidenoff. – PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,... PRESUPUESTOS MÍNIMOS DE LA REFORMA POLÍTICA Y ELECTORAL DE ALCANCE NACIONAL. TITULO I Disposiciones generales. ARTICULO 1º.- La presente ley establece los presupuestos mínimos de la reforma política y electoral de alcance nacional para el fortalecimiento del sistema representativo republicano federal consagrado en la Constitución Nacional. ARTICULO 2º.- Son objetivos de la presente ley: a) Hacer prevalecer los principios del sistema representativo republicano federal plasmado en los artículos 1º y 5º de la Constitución Nacional sobre los sistemas electorales y formas de gobierno que los atemperan o deforman. b) Promover la armonización de los institutos electorales y políticos de las jurisdicciones locales. c) Adecuar las constituciones y legislaciones provinciales a los parámetros institucionales plasmados en la presente ley. d) Asegurar la igualdad real de oportunidades de ejercer el derecho a ser elegido conforme lo establecen los pactos internacionales con jerarquía constitucional (Cfr. artículo 21, inc. 2º Declaración Universal de Derechos Humanos; en sentido análogo se expresa el artículo 23, inc. 1º apartado c) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). e) Promover el fortalecimiento del sistema representativo, republicano y federal por medio de la concertación federal. f) Invitar a las provincias a adherir a la presente ley con el fin de garantizar el avance hacia una mejora institucional. TITULO II De la Reelección. ARTICULO 3º.- Las provincias en que no se encuentre vigente la reelección de los poderes ejecutivos, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, solo podrán implementarse sistemas que establezcan la reelección de los cargos ejecutivos bajo los siguientes parámetros: a) Que permitan la reelección del Gobernador, Jefe de Gobierno e Intendente por un periodo. b) Que permitan que el Gobernador y el Vicegobernador puedan ser reelegidos o sucederse recíprocamente por un solo periodo consecutivo. Que se asegure que la reelección o la sucesión reciproca entre estos sea conforme las pautas que estable el artículo 90 de la Constitución Nacional. c) Que permitan que el Jefe de Gobierno y el Vicejefe de Gobierno puedan ser reelegidos o sucederse recíprocamente por un solo periodo consecutivo. Que se asegure que la reelección o la sucesión reciproca entre estos sea conforme las pautas que estable el artículo 90 de la Constitución Nacional. d) Que permitan que el Intendente y el Viceintendente puedan ser reelegidos o sucederse recíprocamente por un solo periodo consecutivo. Que se asegure que la reelección o la sucesión reciproca entre estos sea conforme las pautas que estable el artículo 90 de la Constitución Nacional. El presente artículo se aplicará a los cargos del Poder Ejecutivo de todas las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires bajo las denominaciones de Gobernador, Vicegobernador, Jefe de Gobierno, Vicejefe de Gobierno, Intendente y Viceintendente y/o a cualquier otro cargo ejecutivo que lo reemplace en el futuro. TITULO III Del carácter de sufragio y la ley de lemas. ARTÍCULO 4º.- Sustitúyase el artículo 9º del Código Electoral Nacional (Ley 19.945, t. o. en 1983 y sus modificaciones) por el siguiente: “Artículo 9º.- Carácter del Sufragio. El sufragio es individual e intransferible y ninguna autoridad ni persona, corporación, partido o agrupación política puede obligar al elector a votar en grupos de cualquier naturaleza o denominación que sea, como tampoco computar el sufragio del elector a favor de otro u otros candidatos que no sean los de la lista por la cual hubiera votado”. ARTÍCULO 5º.- Deróguense en las jurisdicciones electorales provinciales en que se encuentren vigentes el sistema de la ley de lemas. ARTÍCULO 6º.- En las provincias que no se encuentre vigente el sistema electoral de la ley de lemas, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, solo podrán implementarse sistemas que respeten la soberanía popular. ARTÍCULO 7º.- Se prohibe a las provincias, y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que implementen en adelante el sistema de ley de lemas. TITULO IV Adhesión de las provincias. ARTICULO 8º.- Se invita a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherirse a la presente ley. ARTICULO 9º.- La adhesión de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se efectuara por una ley que disponga: a) Que acepta el régimen de esta ley sin limitaciones ni reservas. b) Que se obliga a reformar la Constitución y otras normas internas a fin de derogar la reelección indefinida y la ley de lemas. c) Que se obliga a reformar la Constitución y otras normas internas a fin de adecuar las instituciones provinciales a las previstas por la presente ley convenio. ARTÍCULO 10º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Luis P. Naidenoff.FUNDAMENTOS: Señor Presidente: La realidad social y política de la República Argentina exige una reforma federal del sistema electoral y político, específicamente centraré mi proyecto de ley en la limitación a la reelección de los poderes ejecutivos y en la eliminación de la ley de lemas, que deben redefinirse dentro del contexto político actual, que exige un sano y equilibrado sistema. El presente proyecto tiene como fin la efectiva aplicación de los principios plasmados en la Carta Magna, que exigen que los gobiernos nacional y provinciales, adopten la forma representativa, republicana y federal (artículo 1º de la Constitución Nacional). Este proyecto de ley siendo de alcance nacional tiende a desterrar de nuestro basto territorio prácticas que afectan la periodicidad en los cargos públicos y la soberanía popular. El artículo 5º de la Constitución Nacional establece provincia dictará para sí una Constitución bajo representativo republicano, de acuerdo con los declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; estas condiciones, el Gobierno federal, garante a cada goce y ejercicio de sus instituciones”. que “Cada el sistema principios, .... Bajo de provincia el En tal sentido, nuestra Corte Suprema entendió: “...Que las competencias reservadas por cada una de las provincias para el ejercicio de su poder constituyente bajo el condicionamiento de resguardar el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional (art. 5), exigen una adecuación de las instituciones locales a los mencionados requerimientos que "debe conducir a que las constituciones de provincia sean, en lo esencial de gobierno, semejantes a la nacional, que confirmen y sancionen sus 'principios, declaraciones y garantías', y que lo modelen según el tipo genérico que ella crea. Pero no exige, ni puede exigir que sean idénticas, una copia literal o mecánica, ni una reproducción más o menos exacta e igual de aquélla. Porque la constitución de una Provincia es el código que condensa, ordena y da fuerza imperativa a todo el derecho natural que la comunidad social posee para gobernarse, a toda la suma originaria de soberanía inherente, no cedida para los propósitos más amplios y extensos de fundar la Nación. Luego, dentro del molde jurídico del código de derechos y poderes de ésta, cabe la más grande variedad, toda la que pueda nacer de la diversidad de caracteres físicos sociales e históricos de cada región o Provincia, o de sus particulares anhelos o aptitudes colectivas" (González, Joaquín V., "Manual de la Constitución Argentina", ps. 648/49; Fallos: 311:465)...” (CSJN - Partido Justicialista de la Provincia de Santa Fe c. Provincia de Santa Fe, Sentencia del 06/10/94). Es por ello, que es necesario adecuar la legislación de las provincias a las previsiones establecidas en la Constitución Nacional, por lo que entiendo que se debe plasmar un acuerdo de carácter político-jurídico a nivel federal a fin de eliminar instrumentos, como son la ley de lemas y la reelección indefinida, que afectan la soberanía popular, la periodicidad en la función publica y la división de poderes, alterando consiguientemente, los valores republicanos y democráticos que preserva nuestro texto constitucional. La sociedad argentina exige a gritos a la dirigencia política argentina que cambiemos nuestras prácticas políticas. El presente proyecto de ley no tiene como finalidad agotar todos los puntos de la reforma política y electoral de la Nación, sino que apunta, a desterrar prácticas que deforman la voluntad general y fomentan el clientelismo político afectando el sistema republicano. I.- Reelección. Como expresáramos, nuestra Constitución Nacional, consagra la forma de gobierno Republicana (Cfr. BIDART CAMPOS, Germán, Lecciones Elementales de Política, Ediar, 5ta Ed, 1995, pág. 239 y ss. ) que se caracteriza por los siguientes elementos: 1) división de poderes; 2) elección popular de los gobernantes; 3) periodicidad en el ejercicio del gobierno; 4) publicidad de los actos de gobierno; 5) responsabilidad de las actos de gobiernos; e 6) igualdad de los individuos. Dentro de nuestra perspectiva, nos interesa la periodicidad en el ejercicio del gobierno, más específicamente, la periodicidad del poder ejecutivo, que es un elemento esencial a fin de evitar la concentración de poder. Así el Máximo Tribunal en el fallo comentado reafirma el carácter federal de la Nación Argentina, respetando las particularidades de las provincias para elegir la forma republicana de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional. Es así, que en relación a la periodicidad del poder ejecutivo en el cargo, se plasma en las siguientes variantes: 1) negativa a la posibilidad de reelección (corriente negativa absoluta); 2) negativa a la posibilidad de la reelección inmediata (corriente negativa relativa); 3) posibilidad de la reelección inmediata por un periodo (corriente afirmativa), y 4) posibilidad de reelección indefinida (corriente afirmativa absoluta). En función de lo dicho, por el Máximo Tribunal, debo interpretar cuales son las variantes de reelección que pueden ser consideradas como republicanas y cuales no se ajustan a los principios, declaraciones y garantías que establece la Constitución Nacional. Considero, dentro de una interpretación armónica de los textos constitucionales provinciales y el nacional, que la reelección es posible. Ahora, cae de maduro, que nos preguntemos: ¿Si las Constituciones Provinciales que plasman en sus textos la “reelección indefinida” encuentran asidero dentro de los principios, declaraciones y garantías que establece la Constitución Nacional? La respuesta, indudablemente, es no, y lo demostraré a continuación. Pensemos por un momento lo siguiente: si queremos una República debemos preservarla del apetito de conseguir poder ilimitado. Esto es, por que sólo con poder limitado, se puede transformar la realidad cotidiana en miras al bien común, el cual concilia lo mejor posible los intereses de toda la sociedad. En definitiva, de esta lucha por el poder de algunos que quieren “llegar” para plasmar sus proyectos, y de otros, que quieren “quedarse” para mantener su acción de gobierno surge la necesidad de limites que hagan efectivas las garantías constitucionales. Aquí se realza, el valor de la República, como forma de gobierno. Es así que, un buen legislador y político, deberá ser prudente al diseñar la fisonomía de la estructura de poder – que forma parte del estilo de un sistema democrático –. En consecuencia, debemos preguntarnos ahora, si el que tiene todo el poder ¿Se pondrá limites?. La respuesta es clara. Sólo se autolimitará, aquel que abrace fuertemente los ideales de la República, en el fondo estamos diciendo que el hombre republicano verá al prójimo, lo respetará, respetará su opinión, y aún más, la considerará a la hora de tomar la decisión. Situación que no se plasma en las jurisdicciones donde existen la ley de lema y reelección indefinida. Estamos en contra de la reelección indefinida, o sea, de la perpetuidad en el poder, bajo el disfraz de que la “soberanía popular” lo legitima. Descubriremos, que la voluntad general que indudablemente es soberana, puede verse afectada con prácticas que son desleales (clientelismo, dádivas políticas, compras de votos, retención de documentos, etc), y que se vienen reiterando con lamentable frecuencia en nuestra historia. Habiendo aclarado que es necesario limites para nuestros gobernantes, destacaré las razones de la eliminación de la reelección indefinida como instrumento político: a.- La organización estatal y provincial bajo el sistema representativo y republicano (artículo 1º y 5º de la Constitución Nacional). Es relevante la opinión del constitucionalista MIDON ante el fallido intento reelecionista de la Provincia de Misiones ocurrido en el año 2006 al expresar que: “En el estado federal (art. 1º C.N.) del que forma parte Misiones, los miembros de la federación no pueden - apelando a la ley del numero – escaparles a los contenidos que el pactos fundacional insertó en el artículo 5 de la ley mayor” (MIDON, Mario A. “Monocromía institucional del reeleccionismo” LL, 19/10/2006, pág. 1pág. 1; en similar sentido: MEDRANO, Rodolfo G., “Los vicios de la reelección”, LL 2003 – E, 1336; RISSO, Guido I. “A propósito de la posibilidad de re-reelección y el artículo 123 de la constitución bonaerence”, LL, 2006 – D, 1432; Hergott, Oscar A., “La reelección constitucional en la Provincia de Buenos Aires”, Sup. Act. 2006 – 08 – 24, 2). Además recalca que: “El universo re-eleccionista hasta hoy vigente en otras provincias exhiben el estandarte de esta suerte de monarquía electiva, como la consagran Salta, Formosa, La Rioja, Santa Cruz y San Luis” (MIDON, Mario A. “Monocromía ...ob cit”, pág. 1). Basta recordar que tal situación irregular se mantiene en la mencionadas provincias salvo Salta y Santa Cruz. Recordemos a ALBERDI, que entendía que la reelección desnaturaliza el sistema republicano, por que “...introduce de un modo tácito y tal vez algo del gobierno monárquico, es decir, la perpetuidad del poder del mismo gobernante. Admitir la reelección indefinida es cambiar la forma de gobierno, es una revolución sin ruido, hecha por la misma ley fundamental” (Ver en: SAGÜES, Néstor P., en “La reelección del presidente: Fuentes y razones de su actual regulación constitucional”, ED, 148 – 815 (1992) –). En definitiva, se tergiversa el sistema republicano, por que si se acepta la reelección indefinida se esta cambiando el “órgano institución” por el “órgano persona” (Cfr. RISSO, Guido I., ob cit.). b.- Fomenta el caudillismo (personalismo). La afirmación de que la reelección indefinida “fomenta el caudillismo” (Cfr. MEDRANO, Rodolfo G., ob. cit..) encuentra asidero, en que detrás del caudillo, existe la tradición fuertemente arraigada en nuestra sociedad de la idea del Mesías que vino a salvarnos, a sacar al pueblo de la miseria en que venía viviendo. Y esta realidad se entremezcla, con el miedo al cambio, al fin y al cabo, surge la idea de que “los políticos son todos iguales”; por ende se desgrana la conclusión, para que vamos a cambiar, si “más vale malo conocido que malo por conocer” . Aquí se fusiona el factor sociológico que mencionamos con el factor jurídico que plasma la alteración – ya mencionada – del órgano institución por el de órgano persona. c.- Fomenta la demagogia; Si se eliminara la reelección indefinida, se podrá ir reemplazando la demagogia por un honesto y auténtico accionar en la función pública del gobernante, en miras al bienestar general, aún cuando esas medidas puedan ser en algunos casos impopulares o desagradar a sectores de poder considerados como apoyo para una reelección (Cfr. MEDRANO, Rodolfo G., ob. cit.). d.- Igualdad formal vs igualdad real de oportunidades de los candidatos. Este tema es de vital importancia, atento a que afecta el juego mismo de la democracia, pues es indudable que existe desigualdad entre quienes participan como candidatos en una contienda electoral desde el gobierno y aquellos que se encuentran fuera de la maquinaria estatal. Basta recordar que quien tiene la maquinaría estatal cuenta con recursos que los pone a disposición de su campaña política. La gestión del gobernante no funciona como garante de una elección entre dos personas distintas como acontecería de existir la limitación que representa la reelección indefinida, sino que este, es un actor directo y sus intereses claramente se entremezclan generando consecuencias de clientelismo político. Entonces restringir la posibilidad de la reelección, supondrá un avance que conducirá desde la igualdad netamente formal hacia la igualdad real de posibilidades de ejercer el derecho a ser elegido. No olvidemos que: "toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país" art. 21, inc. 2) Declaración Universal de Derechos Humanos; en sentido análogo se expresa el artículo 23, inc. 1° apartado c) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. II.- Ley de lemas. La Ley de Lemas, cuyo funcionamiento muy pocos conocen genera al ser aplicada una confusión en los votantes, y sus fines no parecen coincidir con los horizontes de transparencia y de interés ciudadano que busca la gente. El funcionamiento de la Ley de Lemas se estructura en base a la constitución de un “lema” en cabeza de cada uno de los partidos políticos, asimismo, las fracciones internas de cada partido pueden presentarse a elecciones con candidatos propios, los cuales vienen a constituir los denominados “sublemas”. El total de votos que se adjudica cada partido político (Lema), corresponde a la suma de los votos que hayan recibido todos los sublemas de ese partido o lema. Esto determina el número de cargos que obtiene ese lema. La asignación de cargos (salvo que se dispute uno sólo, v.g. titular del Poder Ejecutivo nacional, provincial o municipal) se distribuye en forma proporcional a los votos obtenidos por los sublemas. La asignación de bancas se realiza a través del sistema D´Hont de representación proporcional. Originariamente este sistema fue pensado para poner fin a las metodologías propias de las internas partidarias y no elegir candidatos a espaldas de la ciudadanía, de ésta forma la ley de lemas buscaba evitar divisiones dentro del partido reemplazando las internas por la participación de los sublemas en las elecciones generales. Pero en lugar de integrar las opiniones y los intereses políticos en torno a los grandes partidos, promueve un fraccionalismo que atenta luego contra la gobernabilidad, ya que los conflictos partidarios no se resuelven dentro del partido sino que son trasladados al gobierno; reflejándose en decisiones y actitudes que afectan a toda la sociedad. La fragmentación y debilitamiento de los partidos son también consecuencia de la aplicación de la ley de lemas. El mayor déficit de éste sistema es que altera o tergiversa la voluntad popular teniendo en cuenta que el elector no sabe a quien beneficiará en última instancia su voto. Puede ocurrir que el candidato (sublema) que más votos obtuvo individualmente no pertenezca al partido que mayor cantidad de votos obtuvo y que, por lo tanto no gane la elección, deformando así la voluntad general. Con un ejemplo podremos entender más claramente el engaño: El partido o Lema “A” tiene como sublemas a 1, 2 y 3. El candidato del sublema 1, Juan Pérez, obtiene el 20% de los votos, que no le alcanzarían para ganarle al candidato del partido o Lema “B”, Jorge Rodríguez con el 40% de los votos. Pero el engaño hace que sumando los votos de los sublemas 2 (10%) y 3 (15%) al sublema 1 el partido o Lema “A” sume un 45% de los votos. Obviamente la gente no eligió a Juan Pérez, por algo sacó sólo el 20% de los votos, el preferido de la mayoría era el del partido B (40%) pero el método de los lemas hace que sea elegido quien no obtuvo la mayoría del apoyo popular. Este método antidemocrático (ya que no sale elegido quien obtuvo el apoyo de la mayoría) fue el que posibilitó, entre otros casos, que en las elecciones a Gobernador en la provincia de Santa Fé del año 2003, el PJ gane la elección aunque el candidato más votado fue el socialista Hermes Binner, con 600.249 votos, contra 345.744 del justicialista Jorge Obeid. Como dato significativo de esa misma elección, el tercer lugar fue ocupado por el voto en blanco, que sumaban 254.696 votos (Datos de la página: www.santafe.gov.ar/elecciones/anteriores....). Estos datos reflejan la iniquidad del sistema y el desinterés que genera en el electorado como surge del tercer puesto de los votos en blanco. El presente proyecto de ley tiene como finalidad eliminar la aplicación de la ley de lemas en las jurisdicciones electorales donde actualmente se aplica y evitar la implementación de este sistema electoral a nivel Nacional, como también generar un compromiso político nacional en el marco de una concertación federal que se instrumenta por medio del presente proyecto de ley que contiene una ley convenio que establece presupuestos mínimos. Señor Presidente, recuperar a la política como herramienta de transformación es el principal desafío que enfrenta hoy la Argentina; lo cual solamente será posible si dejamos de lado mecanismos que continúen siendo objeto de fuertes cuestionamientos por parte de la sociedad. La presente es una ley convenio que invita a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dentro de un marco de concertación federal, a establecer presupuestos mínimos para la reforma política y electoral de alcance nacional. Es necesario recordar que, la concertación federal, es un remedio aceptado por nuestra Corte Suprema en estos términos: “...Que el Pacto comporta por sus alcances y contenido la manifestación positiva del llamado federalismo de concertación tendiente a - según se expresa - establecer mediante la participación concurrente del Estado Nacional y las provincias un programa, destinado como en el caso, a adoptar una política uniforme que armonice y posibilite "la finalidad común de crecimiento de la economía nacional y de reactivación de las economías regionales". Tal aspiración recogería la vocación de la Constitución Nacional creadora - según lo expresó esta Corte en Fallos: 178:9 - de "una unidad no por supresión de las provincias... sino por conciliación de la extrema diversidad de situación, riqueza, población y destino de los catorce estados y la creación de un órgano para esa conciliación, para la protección y estímulo de los intereses locales, cuyo conjunto se confunde con la Nación misma". Se trataba, recordaba la sentencia, de consagrar el principio de "hacer un solo país para un solo pueblo". Ese pacto, como las demás creaciones legales del federalismo de concertación, configura el derecho intrafederal (Fallos: 314:862) y se incorpora una vez ratificado por la legislatura al derecho público interno de cada estado provincial aunque con la diversa jerarquía que le otorga su condición de ser expresión de la voluntad común de los órganos superiores de nuestra organización constitucional: nación y provincias. Esa gestación institucional ubica a los tratados o leyes convenio celebrados entre las provincias y el gobierno nacional con un rango normativo específico dentro del derecho federal. Prueba de su categoría singular es que no es posible su derogación unilateral por cualquiera de las partes (Horacio Zorraquin Becú, "El Federalismo Argentino", Ed. Perrot, 1958, p. 194)” (CSJN - Asociación de Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGUEERA) c. Provincia de Buenos Aires y otro, Sentencia 19/08/1999 Considerando 4º - ). Refuerza esta política de concertación federal la calidad del Gobierno Federal que por imperio del constituyente debe garantizar a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones (artículo 5º de la Constitución Nacional). Dentro de este marco de concertación federal se instrumenta esta reforma política y electoral de alcance nacional, que tiene en miras responder a la exigencia de la sociedad de contar con una sana democracia, que se asiente en los valores republicanos expresados por la nuestra Carta Magna (artículos 1º y 5º).Luis P. Naidenoff.-