LOS TRES SIGNIFICADOS PROFUNDOS DE LA CRUZ

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LOS TRES SIGNIFICADOS
PROFUNDOS DE LA CRUZ
DEL CALVARIO
VERDAD CENTRAL:
Solamente el mensaje inicial de la Cruz, que tiene que ver con nuestra
justificación ante los ojos de Dios, ha sido considerado como cosa básica
a través de los años y presentado más o menos en forma clara. Sin
embargo, ha habido y existe aún mucha confusión en cuanto a los otros
dos significados profundos de la Cruz del Calvario.
TEXTOS BIBLICOS:
2-Pedro 1:3-4; 1-Corintios 2:9-10; 1-Corintios 2:1-5; Hechos 20:20-21; Efesios 2:12, 5; Romanos 6:6-7; San mateo 16:24; Romanos 6:11; Efesios 4:22-24; San Juan
12:24;
Textos Complementarios: Romanos 10:9-10; Isaías 53:3, 5; 1-Pedro 2:24;
1-Juan 1:9; Gálatas 5:17; 2-Corintios 5:14; Santiago 5:16;
Textos Bíblicos para meditar y memorizar: Filipenses 3:12-14
DESARROLLO:
2-Pedro 1:3-4 (Versión Reina Valera – Rev. 95)
“Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por
su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y
excelencia; por medio de estas cosas nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas para que por ellas lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina,
habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de las pasiones.
I – INTRODUCCION
Todo cuanto nosotros necesitamos es conocer en forma personal y experimental la salvación
hasta sus últimas consecuencias, la cual es totalmente nuestra por medio de la obra llevada a cabo
por Cristo sobre la Cruz. Sin embargo, el mensaje del significado inicial de la Cruz, que tiene que ver
con nuestra justificación ante los ojos de Dios, ha sido considerado como cosa básica a través de los
años y por eso, ha sido presentado más o menos en forma clara.
Pero en cuanto a los otros significados más profundos de la Cruz del Calvario, existe aún mucha
confusión. En la mayoría de los casos, la razón por la confusión y falta de entendimiento, es porque
no hay todavía un rompimiento definitivo con el pecado y una renuncia total al propio “yo”, y por lo
tanto, los creyentes aún se hallan haciendo provisión para la carne.
Debemos entender claramente que hasta que no renunciemos a nuestro propio “yo” y nos
rindamos a Cristo, nunca estaremos capacitados para entender las verdades más profundas de la
Palabra de Dios.
1-Corintios 2:9-10 (Nueva versión Internacional)
“Sin embargo, como está escrito: <<Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna
mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.>> Ahora bien,
Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las
profundidades de Dios.”
Así que pensemos y procedamos como les dijo el Apóstol San Pablo a los Corintios, de no tener
sólo un conocimiento intelectual sino un conocimiento experimental de Jesucristo y de su Cruz:
1-Corintios 2:1-5 (Nueva Versión Internacional)
“Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con gran
elocuencia y sabiduría. Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna,
excepto de Jesucristo, y de éste crucificado. Es más, me presenté ante ustedes con tanta
debilidad que temblaba de miedo. No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y
elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no
dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios.”
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II – LOS TRES SIGNIFICADOS PROFUNDOS DE LA CRUZ
Sabemos que todos aquellos que se hallan familiarizados con las Sagradas Escrituras y que
tienen alguna noción de la Cruz y de su significado, aún aquellos que tienen una mayor iluminación,
ven solamente una parte de su significado profundo.
Pero, por otra parte, hay quienes verdaderamente desean disfrutar de una vida más profunda
con Dios y que tienen verdaderas hambre y sed de justicia. Para ellos queremos presentarles a
continuación el bosquejo de la obra de la Cruz, en sus tres principales significados:
EL Primer Significado de la Cruz: CRISTO CRUCIFICADO POR NOSOTROS.
Cristo como nuestro substituto. Este aspecto de la Cruz
tiene que ver con el hombre no regenerado, es decir, con la perversidad, y hace posible el
perdón de los pecados y la regeneración o nuevo nacimiento.
EL Segundo Significado de la Cruz: CRUCIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO.
Cristo como nuestro Representante y Liberador. Aquí
es donde la Cruz de Cristo tiene que ver con el ‘viejo hombre’, es decir, con ‘la carnalidad’, y
hace posible el ser liberados del poder del pecado, y también, ser llenos de la plenitud del
Espíritu Santo.
EL Tercer Significado de la Cruz: CRISTO CRUCIFICADO EN NOSOTROS.
El que mora en nosotros. Este aspecto de la Cruz de
Cristo no tiene que ver con el pecado sino con la humanidad, o sea, el hombre físico. Tiene
que ver con el establecimiento del ‘hombre nuevo’. Este punto tiene que ver con el tomar la
cruz diariamente. Existen varias razones para esto, principalmente:
1. Para el control del cuerpo;
2. Para vivir en forma sacrificial;
3. Para un espíritu de quebrantamiento;
4. Para la intercesión a favor de otros; y
5. Para librar las batallas en contra de Satanás y de las huestes espirituales de maldad.
III – EL PRIMER SIGNIFICADO DE LA CRUZ: CRISTO CRUCIFICADO POR NOSOTROS.
Él es nuestro substituto en la Cruz. Este aspecto de
la Cruz tiene que ver con el hombre que “se halla muerto en sus delitos y pecados”.
Aquí el proceso de salvación se realiza de la siguiente manera:
• En primer lugar, el Espíritu Santo empieza a redarguir al pecador de su pecado y a revelarle
que se halla perdido, fuera de la comunión con Dios y que por ello le espera la muerte eterna.
• Cuando este pecador comprende el estado en el cual se encuentra y confiesa sus pecados,
por medio de la palabra (Romanos 10:9-10), el Espíritu Santo le demuestra con claridad:
1. que el castigo que él merecía recayó sobre Cristo (Isaías 53:5).
2. Que Cristo murió por nuestros pecados (Isaías 53:3);
3. Que Él mismo llevó nuestros pecados sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia (1-Pedro 2:24).
• El Espíritu Santo le revela al pecador en esta primera parte de la Cruz:
1. La Reconciliación con Dios y la vía de la salvación de los pecados.
2. Que el plan de Dios es salvar a su pueblo del pecado, no en sus pecados.
• Dios revela que los términos para que nosotros podamos recibir su provisión de salvación,
son dobles: El arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor Jesucristo. El
arrepentimiento consiste en dar la espalda al pecado; y la fe es volverse hacia Cristo como
Señor y Salvador.
•
Hechos 20:20-21 (Versión Reina Valera – Rev. 95)
“y cómo nada que fuera útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las
casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en
nuestro Señor Jesucristo.”
Solamente cuando el pecador se arrepiente y confía en Cristo, Dios le perdona y le hace
nacer de nuevo. Por lo tanto:
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•
Debe arrepentirse, debe abandonar sus pecados y debe creer que Cristo murió por sus
pecados.
Esto es lo que a nosotros nos corresponde hacer, y si lo hacemos y lo recibimos como
nuestro Señor y Salvador personal, Dios hará su parte también, aplicándonos el beneficio y
el valor de la Cruz:
1. Nos perdonará y nos regenerará (1-Juan 1-9).
2. Entonces “naceremos de nuevo”, y de nosotros se podrá decir lo que el Apóstol Pablo
declara en Efesios:
Efesios 2:1-2, 5 (Versión Reina Valera Rev. 95)
“Él os dio vida<, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales
anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme sl príncipe
de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Aún
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia
sois salvos).”
Pero esto es apenas el principio de la obra de Dios. Porque muy pronto, el recién convertido ya
no está muerto sino vivo hacia Dios, y se empieza a dar cuenta de que necesita una obra más
profunda de la gracia divina en su corazón. Sabe que aparte del perdón de los pecados, tiene otras
necesidades.
El nuevo creyente ama a su Señor y acepta Su voluntad, pero se encuentra con ataduras que le
impiden obedecerle por completo. Por eso no tiene el gozo en sí mismo, porque dentro de él existe
un conflicto, ya que “el deseo de la carne es contra el espíritu, y el del espíritu es contra la carne”
como lo explica el Apóstol Pablo en Gálatas 5:17.
Es justamente en este momento donde el Espíritu Santo puede revelarle al hambriento nuevo
creyente, un segundo aspecto muy profundo de la Cruz.
IV – EL SEGUNDO SIGNIFICADO DE LA CRUZ: CRUCIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO
“Nuestro Representante”. Este aspecto de la Cruz
tiene que ver con el Cristo que nos conduce a la Cruz. Veamos lo que dice el Apóstol, en Romanos:
Romanos 6:6-7 (Versión Reina Valera Rev. 95)
“sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo
del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado, porque, el que ha muerto ha
sido justificado del pecado.”
La Palabra de Dios declara en forma específica, que: “Cristo murió por todos”; y también dice:
“luego todos murieron” (2-Corintios 5:14). Estas dos declaraciones deben ser aceptadas y creídas.
Así como para recibir la salvación se deben aceptar los términos o condiciones de Dios, del
arrepentimiento y la fe, de la misma manera, aunque la muerte de Cristo como nosotros tuvo lugar
hace ya cerca de dos mil años, en nuestra experiencia esto viene a ser real sólo cuando aceptamos
los requisitos establecidos por Cristo. ¿Y cuáles son esos requisitos? Rendirnos totalmente a Él.
San Mateo 16:24 (Versión Reina Valera – Rev. 95)
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: -Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame,”
La negación de uno mismo es un rendimiento de manera incondicional a Jesucristo, incluyendo
e poner de lado todos “mis derechos propios”. Es decir que, en cuanto a lo que Dios concierne, ha
terminado, ha terminado con el viejo hombre, pero en lo que se refiere a nuestra experiencia, Dios
no hará que esto se convierta en unas realidad hasta que nosotros le demos permiso,
RINDIENDONOS A ÉL EN FORMA ABSOLUTA; una rendición tan completa, que la muerte al “YO”
es la única expresión para describirla.
Romanos 6:11 (Versión Reina Valera – Rev. 95)
“Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús,
Señor nuestro.”
Si nos negamos a nosotros mismos y hacemos de lado todo lo que tenemos, dándonos a
nosotros mismos por completo a Dios, Él por medio de Su Espíritu Santo, hará una realidad de la
Cruz en nuestra experiencia.
Entonces, en este segundo significado profundo de la Cruz se encuentra la provisión de Dios
para el “Viejo hombre”, para la carnalidad o para la muerte de la vida vieja:
Efesios 4:22-24 (Versión Dios Habla Hoy)
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“En cuanto a su antigua manera de vivir, desháganse ustedes de su vieja naturaleza, que
está corrompida, engañada por sus malos deseos. Ustedes deben renovarse en su mente y en
su espíritu, y revestirse de la nueva naturaleza, creada según la voluntad de Dios y que se
muestra en una vida recta y pura, basada en la verdad.”
V – EL TERCER SIGNIFICADO DE LA CRUZ: CRISTO CRUCIFICADO EN NOSOTROS
“El que vive en nosotros”. Este aspecto profundo de la Cruz tiene que ver con el hombre físico o
su humanidad. Y es aquí donde tenemos una aplicación diaria de la Cruz.
Esta experiencia más profunda no se refiere a un diario morir al pecado, sino a un llevar diario
de la Cruz, lo cual es necesario por varias razones:
1. Aunque el viejo hombre ha sido crucificado, sin embargo el nuevo hombre necesita ser traído
a sujeción a Dios.
2. Aunque nuestros pecados han sido perdonados y también hemos sido limpiados de todo
pecado, debe haber una vida recta y de crecimiento, y de pleno ajuste a Dios y a sus
propósitos.
3. Por genuina que pueda haber sido la bendición de la santificación, no es ella un estado de
gracia del cual no podamos caer. Por lo tanto, se hace necesario llevar una vida disciplinada.
4. El cuerpo tiene apetitos, deseos, urgencias y pasiones, cosas que no son malas por ellas
mismas, pero que si no son gobernados por el Espíritu Santo, se convertirán en maldad. Es
por esta razón, que hemos de guardar el cuerpo bajo el control de Cristo y llevar diariamente
la Cruz.
Así que este tercer aspecto de la Cruz no tiene que ver con el pecado, sino con el cuerpo físico
(o humanidad), para que nuestros cuerpos puedan ser mantenidos bajo control y ser sacrificados
para que otros puedan vivir. Este es el secreto de llevar fruto, del cual nos habla nuestro Señor
Jesús:
San Juan 12;24 (Versión Reina Valera – Rev. 95)
“De cierto, de cierto os digo que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo,
pero si muere, lleva mucho fruto.”
5. Existe otra aplicación de este Tercer Significado de la Cruz: La Oración Intercesora.
Esto tampoco se relaciona en nada con el pecado, sino más bien con el obrar, o la función del
propósito de Dios en el nuevo hombre. La oración intercesora es la oración eficaz del justo
(Santiago 5:16).
VI – CONCLUSIONES
Podemos resumir los tres significados profundos de la Cruz, así:
• Primero: Confiamos en Cristo para que Él nos perdone nuestros pecados.
• Segundo: Confiamos en Cristo para que Él nos limpie o purifique de toda nuestra maldad y
nos llene de Su Espíritu Santo.
• Tercero: A menos que queramos agradarnos a nosotros mismos, necesitamos la Aplicación
Diaria de la Cruz, disciplinándonos y sacrificándonos por amor del reino de Cristo, hasta los
fines de la tierra.
TEXTO BIBLICO PARA MEDITAR Y MEMORIZAR
Filipenses 3:12-14 (Versión Dios Habla Hoy)
“No quiero decir que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante con la
esperanza de alcanzarlo, puesto que Cristo Jesús me alcanzó primero. Hermanos, no digo que yo
mismo ya lo haya alcanzado; lo que si hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por
alcanzar lo que está adelante, para llegar a la meta y ganar el premio que Dios nos llama a recibir por
medio de Cristo Jesús.
Ministerios COMUNIDADES DEL CAMINO – Saulo Murcia Cadena y Beatriz Páez de Murcia
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