CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA (MEDIDA 6.4.1.3. DEL PIIAA) Manuel Jesús Bernad Felices (coord.) Jesús Pérez Castro Ester Díaz Fernández de Manzanos Concha García Guerrero Verónica Villagrasa Dolsa PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. ÍNDICE Introducción. 1. Factores de riesgo. Causas y síntomas. 2. Factores protectores. 3. Autocuidado: 3.1 Estrategias de autocuidado desde el ámbito individual. 3.2 Estrategias de autocuidado en la práctica profesional. 3.3 Estrategias de autocuidado a nivel grupal. 3.4 El cuidado de los profesionales desde el ámbito institucional. 4. Eficacia de las estrategias de autocuidado desde la perspectiva de los profesionales. Conclusiones. 5. Esquema de autocuidado. 6. Bibliografía PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. INTRODUCCIÓN Este documento presenta una serie de estrategias de autocuidado para los profesionales de los equipos que trabajan con familias en riesgo psicosocial y que tienen menores a su cargo. Analizar y comprender los desencadenantes del estrés, revisar los factores que lo originan y lo mantienen, y buscar estrategias saludables para que esto no ocurra es el objetivo de este trabajo. Asumiendo que el maltrato infantil es una de las expresiones de la violencia, tanto intra-familiar como de otros ámbitos sociales, es posible señalar que los profesionales que intervienen en situaciones de desprotección infantil viven ansiedades características de la intervención en violencia dada la alta carga emocional que ello conlleva. De hecho, “quienes trabajan con víctimas de cualquier tipo de violencia están expuestos a un nivel de desgaste profesional, que puede llegar al agotamiento profesional o burnout y ser la causa de trastornos psicológicos graves, del abandono de la profesión o del abandono del campo de trabajo (...) estas tendencias impactan a los grupos de trabajo erosionándolos con graves consecuencias para su supervivencia como equipo, para sus integrantes y para quienes los consultan” (Arón, 2001). No contar con modelos explicativos sobre lo que está pasando hace que los profesionales, y por ende los equipos que los conforman, atribuyan este malestar a déficits personales o de sus compañeros, lo que genera dinámicas destructivas al interior de los equipos. Poder reflexionar sobre lo que ocurre a los que trabajan con una gran carga emocional, permite tomar distancia de estos fenómenos y desarrollar estrategias de autocuidado que permitan retomar el control sobre lo que ocurre en los equipos y con sus integrantes. La atención, la comprensión y el apoyo que se ofrece a los usuarios no son equitativos con lo que nos proporcionamos a nosotros mismos como profesionales de estos servicios. Dichos profesionales, según plantea Barudy, se encuentran con un gran dilema en la intervención de un fenómeno tan complejo como el maltrato en la infancia: “cómo atender de forma no violenta a las familias que provocan maltrato, protegiendo a su vez a los profesionales del riesgo de desgastarse como resultado de su práctica. Tan importante es proteger a los menores como a las personas que ayudan a mejorar la protección de éstos” (Barudy, 1999). PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 1 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. 1 FACTORES DE RIESGO para los profesionales de intervención. Entre los factores de riesgo para los profesionales que trabajan en contextos de violencia cabría señalar: Desgaste por compasión-empatía: El Desorden de Estrés Traumático Secundario (DETS) o desgaste por compasión es un padecimiento frecuente en personas cuya labor es ayudar a quienes han vivido experiencias de intenso sufrimiento. Al estar en contacto con alguien que sufre de estrés post-traumático, es posible exponerse a un “contagio” de su dolor o depresión por medio de la empatía, desarrollando un estrés secundario. Físicamente, el desgaste por compasión se manifiesta con cansancio excesivo, insomnio, jaquecas, problemas gastrointestinales y con sentimientos de ansiedad, irritabilidad, desesperanza, incluso con estallidos de emociones impropias para una situación concreta. Contaminación temática: La contaminación temática se refiere al efecto que tiene sobre las personas y los equipos trabajar con problemáticas de alto impacto emocional. Estas situaciones van produciendo un efecto silencioso en los profesionales y los equipos que puede ser comparado al contagio producido en las personas al estar en contacto permanente con sustancias tóxicas, lo que se traduce en fenómenos como la traumatización vicaria y la traumatización de los equipos. Traumatización vicaria: La traumatización vicaria se refiere al efecto de reproducir en uno mismo los síntomas y sufrimientos de las victimas de cualquier forma de violencia, al trabajar profesionalmente con ellas o con quienes la ejercen. El hecho de que se le recalque al profesional lo importante que es ponerse en el lugar del otro manteniendo un nivel adecuado de empatía hace que muchas veces esa disposición se vuelva contra el profesional; experimentando emociones como angustia, dolor, miedo etc… se corre el riesgo de que a la persona le afecte más de la cuenta llegando a vivir una situación igual o similar a un estrés postraumático. En la traumatización vicaria se dan varios elementos: Sentir que se vuelve a vivir y a experimentar la situación vivida. Evitar las situaciones que recuerden lo sucedido, lo que provoca agotamiento mental. Sentirse hiperactivo, en constante alerta, vigilante aunque la situación haya pasado. El profesional contacta con sus propias experiencias de maltrato de forma consciente o inconsciente, actuales o pasadas. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 2 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. Traumatización de los equipos profesionales: La traumatización de los equipos profesionales se refiere al efecto de reproducir en el grupo de trabajo las dinámicas del circuito de la violencia: algunos son percibidos por los demás como abusadores, la mayoría se percibe a si mismo como víctima, los equipos se disocian, se forman coaliciones, triangulaciones… Los miembros del equipo traumatizado sienten emociones como sensación de abuso, miedo, conflicto de lealtades, etc. Los equipos más traumatizados presentan aislamiento de sus miembros y dificultad para afrontar los conflictos, ocasionando sufrimiento a sus componentes. Síndrome de tensión y agotamiento profesional o Burnout: El término Burnout (síndrome de tensión y agotamiento profesional) o quemarse en el trabajo fue definido por vez primera en los años 70 por un psiquiatra, Freudenberger, que lo define como “Experiencia de agotamiento, decepción, pérdida de interés por la actividad laboral, que surge en los profesionales que trabajan en contacto con personas en la prestación de servicios, como consecuencia del ejercicio diario del trabajo.” Este autor enfatiza que no es un agotamiento por exceso de trabajo que se soluciona con un descanso o unas vacaciones, sino una especie de “erosión del espíritu” que implica la pérdida de fe en la empresa de ayudar a otros y la falta de motivación para ello. El carisma y compromiso social van siendo reemplazados en estos profesionales por agotamiento, fatiga y otras enfermedades psicosomáticas. La definición que supuso una aceptación del término en el panorama internacional fue la realizada por Maslach a inicios de los años 80. Para esta autora el burnout se caracteriza por el desarrollo de un cansancio emocional que lleva a una importante pérdida de motivación y que suele progresar hacia sentimientos de inadecuación y fracaso. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 3 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. IDENTIFICAR CAUSAS (acotación) El burnout se manifiesta especialmente en las áreas profesionales que implican trabajo de ayuda a otras personas en riesgo, que suponen una fuerte vocación y donde poco a poco la desilusión reemplaza a la visión idealista de la tarea; es decir profesionales que trabajan en áreas de servicios sociales en las que la relación con el usuario es central en el desempeño del trabajo y a menudo conlleva tensión emocional. Aparecen por tanto en las ocupaciones que se relacionan con personas, como los servicios sociales, educación, salud, etc. IDENTIFICAR SÍNTOMAS. Conceptos clave para la comprensión del fenómeno: En este apartado se describen algunos conceptos y síntomas para comprender y enmarcar el desgaste profesional. Estamos en una situación de riesgo y es necesario conocer y comprenderlo para darse cuenta de lo importante que es tomar precauciones, es decir incorporar factores protectores en el trabajo. Síntomas físicos: cansancio más allá de lo esperado, lentitud, fatiga, alteraciones del sueño y del apetito, dolores de cabeza, cuello o espalda etc. Síntomas psicológicos: desmotivación, irritabilidad, decaimiento psicológico, deterioro del autoconcepto, culpabilización por la falta de logros, etc. Síntomas conductuales: pérdida de entusiasmo, trabajar muchas horas y lograr poco, sensación de inutilidad en los esfuerzos, dificultad para tomar decisiones, facilidad para frustrarse, aislarse de los compañeros, cerrarse a nuevas informaciones, irritabilidad, etc. Casi todos los síntomas descritos se parecen a los que se dan en los trastornos depresivos o por estrés. Sin embargo el nombrar a estas reacciones como desgaste profesional tiene como objetivo una reformulación del problema que implica un cambio en los niveles de conceptualización y de responsabilidad; reformulación que permite definir este conjunto de dificultades que afectan al profesional, al equipo y a los usuarios poniendo el énfasis en el desempeño laboral y en las temáticas de trabajo y no en los problemas personales del trabajador que interfieren en el adecuado desarrollo de su tarea profesional. Esto permite enfatizar la responsabilidad del ámbito laboral y de las problemáticas con las que se trabaja, para desarrollar estrategias de abordaje y protección a nivel personal, grupal e institucional. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 4 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. 2 FACTORES PROTECTORES para los profesionales de intervención. Cada profesional y los equipos que componen, son la herramienta principal para llevar a cabo el trabajo de protección de menores. Barudy basa la eficacia de los Programas de Atención Infantil en el compromiso de los profesionales para atender el bienestar e interés superior del menor. Dicho interés está sujeto a la capacidad de las instituciones de desarrollar programas habilitados para ofrecer los cuidados necesarios a los profesionales y equipos, a fin de proteger a éstos del "síndrome de tensión y agotamiento profesional". Barudy afirma que “cualquier programa que se declare coherente y adecuado en relación a la protección infantil, debe tener en su interior un dispositivo para despertar, promover, mantener y proteger la implicación emocional, ética y política de los profesionales. Esto como el mejor antídoto "al síndrome del Queme profesional". (…) Todo programa o institución incapaz de proteger a sus profesionales, ejerce una doble violencia: a las personas de los profesionales, y a los niños que protege”. (Barudy 1999) 3 AUTOCUIDADO Definición: Por autocuidado se entiende “el conjunto de estrategias de afrontamiento que se pueden implementar para prevenir déficits y propiciar o fortalecer el bienestar integral” (Murillo, 2001). Orem (1930 y citada posteriormente por Tapia & Iturra, 1996) centra el autocuidado en la iniciativa propia de quienes lo requieren, entendiéndolo como “la práctica de actividades que los propios individuos inician y desarrollan en su propio beneficio, en la mantención de su vida, salud y bienestar”. El autocuidado tiene que ver con estrategias protectoras que pueden ser individuales, de equipo o institucionales desplegadas por quienes trabajan directamente con víctimas de violencia y que han logrado reconocerse como profesionales y equipos en riesgo (Arón, 2001). Agruparemos las estrategias de autocuidado en tres ámbitos: individual, de equipos e institucional. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 5 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. 3.1 Estrategias de autocuidado desde el ámbito individual. Este ámbito está mediatizado por las características personales del profesional así como por su propia historia de vida. Cada cual asigna un valor distinto al trabajo, siendo para algunos sólo una dimensión de la vida mientras que para otros es un aspecto central de su existencia. De esta dimensión dependerá gran parte de las estrategias de autocuidado que los profesionales ponen en práctica para seguir desempeñándose en esta área laboral. A diferencia de los niños, ser adulto implica hacerse cargo de uno mismo. Los profesionales en tanto adultos tenemos la capacidad de desarrollar estrategias de comportamientos destinados a proteger nuestra integridad personal, familiar y social, es decir, tenemos la capacidad de cuidarnos a nosotros mismos, necesitando también la ayuda de los otros para mantener nuestro compromiso, creatividad y sobre todo la competencia para ayudar y proteger profesionalmente a los niños y a sus familias. En nuestra cultura se considera un valor el saber “aguantar” y en la educación recibida se ha potenciado la capacidad para “invisibilizar” los malestares. Aprendemos a silenciar las señales que nos van alertando sobre éstos, tendemos a menospreciarlos e ignorarlos, culpabilizándonos de sentirlos. Un requisito imprescindible para desarrollar estrategias de autocuidado es recobrar la capacidad de registrar oportunamente los malestares tanto físicos como psicológicos sin dejar que éstos se vayan acumulando y se conviertan en una losa que condiciona nuestra vida y lastra nuestro trabajo. La gama de respuestas de los profesionales puede ir desde el “yo puedo con todo” hasta la sensación de aplastamiento e impotencia; este malestar se va instalando de modo casi imperceptible y se agrava cuando se pone en la perspectiva del tiempo: en ocasiones resulta más duro el pensar “¿hasta cuándo?” que el propio día a día. Reconocer y aceptar el coste personal que conlleva este trabajo puede ser el punto de partida para aprender a convivir con él y aligerar sus efectos tanto en lo personal como en lo profesional. Otro de los supuestos valores integrados en nuestra cultura es el perfeccionismo, la convicción de que tenemos que hacer siempre lo correcto, de que no nos está permitido cometer errores, lo que todavía añade más tensión a la propia carga del trabajo, además de tratarse de un empeño imposible; no sólo eso sino que los errores pueden ser un factor de aprendizaje muy útil en el desempeño profesional. Unido al afán perfeccionista suele ir el sentido de culpa, tanto propia como ajena; tan dañino resulta culpar de todo a los demás (compañeros, familias) como cargar con toda la culpa. Cada cual debe responsabilizarse de lo que es exclusivamente suyo. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 6 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. Estrategias de autocuidado individual fuera del trabajo. Las características de esta tarea exigen al profesional estar al máximo de sus facultades y capacidades. El cuidado de sí mismo es primordial cualesquiera que sean las circunstancias y la actividad profesional, y se convierte en un requisito ineludible en nuestro trabajo. Cada cual busca la forma de cuidarse, lo que incluye un conjunto de aspectos en los que cada persona tiene un orden de prioridades, de modo que se podría decir que hay tantos modos de cuidarse como profesionales. Es importante que el trabajo no invada el ámbito estrictamente personal; esto que en el lenguaje coloquial se conoce como desconectar se convierte a veces en algo difícil de alcanzar y tiene mucho que ver con la manera de ser de cada profesional y con la experiencia acumulada. Hay personas para las que no resulta complicado establecer límites entre lo laboral y la vida privada, y otras que se llevan el trabajo a casa; hay situaciones en que resulta difícil aislarse una vez acabada la jornada laboral. Esto no sólo supone un coste personal sino que tiene también efectos en el propio rendimiento profesional. Y ahí entran en juego las estrategias de cuidado personal ya que pueden ser un modo eficaz de contrarrestar el peso del trabajo que en ocasiones puede provocar una sensación de ahogo; aspectos como la alimentación, el ejercicio físico, las aficiones o las relaciones sociales pueden contribuir a aligerar los efectos dañinos del trabajo en el profesional y contribuir a que lo laboral ocupe únicamente la parcela que le corresponde. Los contenidos de fuerte impacto emocional pueden equipararse al material tóxico con el que están en contacto otros trabajadores. Éstos, al entrar en contacto con materiales tóxicos, necesitan dejarlo en algún espacio especial para ello; así también nosotros, en cuanto profesionales que recibimos informaciones y tomamos decisiones que pueden suponer un gran impacto emocional, tenemos que poder contar con un “lugar adecuado donde dejarlo y vaciarnos de él”. Este vaciado debe ser hecho entre pares, otra persona que no necesita explicaciones del por qué, que está al tanto de problemas de este tipo. Esto no quiere decir que necesitemos asesoría ni interpretarnos, simplemente que nos escuche y podemos compartir la carga emocional que implican determinadas situaciones vividas en el desarrollo profesional. Es importante también no contaminar con esta descarga emocional las redes personales como familia, amigos, etc., que constituyen un factor de protección importante. 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En el trabajo en equipo esto puede suponer una fuente de complementación que redunda en la calidad del servicio, la cohesión del grupo y la satisfacción de sus miembros. Aunque a menudo se trabaja en equipo, hay muchos momentos en los que el profesional debe vérselas en solitario con situaciones que ponen a prueba su saber hacer y provocan incertidumbre y desasosiego. Con frecuencia nos vemos abocados a tomar decisiones o dar respuestas de las que no sólo no tenemos garantía de acierto sino que nos llenan de dudas. En la relación profesional con menores y familias juega un papel fundamental la confianza; cuando ésta se quiebra resulta difícil la intervención, pues a menudo conduce a un rechazo frontal hacia el profesional, lo que dificulta cualquier avance. La base sobre la que se sustenta nuestro trabajo es la confianza mutua entre el profesional y las familias y ésta se va fraguando en cada una de las intervenciones. Encontrar un equilibrio adecuado entre cercanía y distancia con menores y familias suele ser una de las mayores dificultades con que nos encontramos. Una excesiva proximidad nos puede conducir a quedarnos enredados en las problemáticas perdiendo la perspectiva necesaria; por el otro extremo un trato distante y frío puede levantar barreras que dificultan la comunicación y la eficacia en la intervención. Por eso se insiste en que es importante en el profesional la capacidad de empatía y escucha activa. Eso supone permitir que la entrevista sea un espacio en el que la persona se sienta acogida y escuchada sin verse sometida a juicios de valor. Existe el peligro sin embargo de que la persona trate de llevar las cosas a su terreno e intente manipular en beneficio propio, y por eso conviene estar alerta ante esas tentativas de manejar la situación. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 8 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. La práctica profesional puede convertirse en un poderoso instrumento de autocuidado en un trabajo que entraña muchas dificultades. Éstos pueden ser algunos aspectos del trabajo que pueden ayudar a protegernos: No juzgar ni justificar, ni de palabra ni gestualmente. Transmitir la convicción de que cada persona posee recursos propios para resolver sus problemas. Vivir los ataques como una petición de ayuda, no como una amenaza personal. Visitas a domicilio: pedir permiso y acceder con respeto. Acompañar en los estallidos emocionales sin pretender restar sufrimiento ni tratar de animar o consolar con palabras al uso. Comunicar de forma clara y concisa, sobre todo lo esencial; con los niños puede servir que lo repitan. Centrarse en los asuntos importantes y resumir al final lo que es sustancial. Disposición de la sala en función de las necesidades: a veces con una mesa de por medio, otras sentarse al lado. Evitar en lo posible la presencia del guarda de seguridad durante las entrevistas. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 9 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. 3. 3 Estrategias de autocuidado a nivel grupal En el ámbito grupal se debe tener en cuenta la toma de conciencia de la posición de profesionales de alto riesgo así como las relaciones intraequipo, pues al asumir la intervención en maltrato, ésta ya resulta violenta por su propia naturaleza, pero también les exige relacionarse de una manera no menos estresante, lo que muchas veces lleva a deteriorar las relaciones intraequipo. En este sentido es fundamental la voluntad e iniciativa de los equipos de trabajar el autocuidado como tal. En este apartado es necesario hacer referencia a algunos elementos de disfunción que interfieren en el desenvolvimiento de un equipo de trabajo armónico; ejemplos de disfunciones en los equipos profesionales pueden ser los siguientes: Desconfianza: los miembros de un equipo donde no hay confianza se ocultan mutuamente sus debilidades y errores, se resisten a pedir ayuda y a ofrecerla, ocultan los resentimientos, evaden reuniones e instancias de encuentro. Los equipos que temen el conflicto tienen reuniones monótonas y rutinarias, crean un ambiente propicio para la lucha por el poder y los ataques personales, ignoran asuntos polémicos importantes para el éxito del equipo y no se interesan por las opiniones de los miembros del equipo. Falta de compromiso. Un equipo que no se compromete se sitúa con ambigüedad frente a las prioridades, pierde oportunidades debido al exceso de análisis, alimenta la ausencia de confianza y el temor al fracaso, vuelve reiteradamente a las mismas discusiones y decisiones sin perspectivas de resolución, alentando la suspicacia en los miembros del equipo. Asunción de responsabilidades. Un equipo que evita la obligación de pedir responsabilidades a sus miembros, crea resentimiento entre ellos al existir diferentes niveles de rendimiento, alienta la mediocridad y la ineficacia, no cumple con compromisos clave. En la medida en que se producen estas disfunciones en los equipos profesionales, surgen dinámicas que pueden considerarse como parte de los riesgos de equipo, caracterizadas por: − Diferencias, distorsiones y confusiones en los modos de comunicación entre sus miembros. − Debilitamiento de los objetivos de trabajo conjuntos. − Tendencia a la desintegración grupal, constituyéndose subgrupos por afinidades, coincidencias de opinión, enfoques o estilos de algunos de sus miembros. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 10 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. − Desarticulación y descoordinación en el trabajo conjunto. − Disminución de la mutua valoración personal y profesional. El autocuidado en el ámbito grupal se puede abordar desde varias perspectivas: Nivel intraequipo o grupo de profesionales pares: está vinculado en muchas ocasiones a generar espacios de conversación y encuentro para el mutuo reconocimiento, contención emocional e intercambio de experiencias profesionales y de la propia práctica. La conversación es el instrumento privilegiado para el intercambio de las afectividades, permitiendo la vinculación permanente del grupo. El hecho de contarse historias personales y profesionales reafirma el sentido de pertenencia. Estos espacios pueden corresponder a dos modalidades: 1) Espacios de conversación libre, donde los integrantes de los equipos intercambian experiencias vividas dentro del transcurso de la jornada semanal, que tendrá un encuadre consensuado de funcionamiento. 2) Espacios en reuniones de equipo para el análisis de casos, constituyéndose espacios formalizados; a través de un coordinador se promueve el intercambio de experiencias en relación a situaciones vividas por los profesionales en la atención de usuarios, lo que permite el enriquecimiento colectivo por la aportación de cada uno de sus miembros. Redes profesionales: es la generación de redes de equipos que establecen entre sí una conexión periódica traducida en contar con espacios permanentes para el encuentro e intercambio de experiencias, en una perspectiva de aprendizaje y contención emocional. Es necesario formalizar estos espacios con una periodicidad de encuentro para la intercomunicación. Apoyo profesional externo: contar con instancias de acompañamiento, consultoría, orientación, capacitación y de trabajo terapéutico con agentes externos, tanto en las áreas de autocuidado relativas a la conciencia y trabajo corporal como al desarrollo del sentido de equipo de trabajo. El agente externo debiera ser capaz de facilitar y hacer emerger las capacidades individuales y de grupo, utilizando la creatividad y sus recursos para mejorar el funcionamiento grupal, dando respuestas a las situaciones críticas vividas y presentadas por los profesionales, desde una sólida experiencia en este terreno y en supervisión. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 11 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. El autocuidado en el ámbito grupal tiene como características centrales: − no ser estructuradas, − tender a la recreación, − ser financiadas con recursos de los propios equipos − e intentar dar respuesta a necesidades sentidas por el equipo. Según el ámbito en que surgen pueden ser: Recreativas. Sobresalen aquellas tendentes a la recreación en conjunto, para lo que se destinan unas horas al mes, que pueden usarse en actividades netamente recreativas o para abordar temáticas asociadas a la tarea y al autocuidado. Uno de los contenidos posibles de estos tiempos son aquellos de carácter lúdico, donde el juego y el sentido del humor son reconocidos como estrategias fundamentales de autocuidado. También se pueden compartir espacios recreativos, bien en el contexto laboral o fuera de él, que incluyen celebraciones de cumpleaños, quedar a comer o salir fuera de la ciudad. Otro espacio de recreación son los desayunos colectivos previos a la realización de una reunión técnica o contemplados dentro de la rutina semanal de trabajo. Estrategias asociadas a la tarea. En este ámbito se identifica: la supervisión de los casos y el tratar temáticas referidas al autocuidado, intentando guiarse por objetivos concretos. Una estrategia grupal que tiene que ver con el espacio disponible para autocuidarse, la constituyen las reuniones técnicas. Un ejemplo de supervisión puesto de manifiesto por los profesionales como una buena estrategia, es la supervisión de un profesional ajeno a la institución. Existe un grupo de estrategias utilizadas por el equipo que se vinculan a la tarea aunque no necesariamente se dan en las horas contempladas para autocuidado. Estas tareas tienen un carácter eminentemente comunicacional y por lo tanto relacional. Algunas expresiones de esto son preocuparse por el otro si se ve mal, escucharlo, contenerse si es necesario, construir el espacio para desahogarse después de una sesión técnica, socializar acerca del trabajo, etc. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 12 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. Dentro de las estrategias asociadas a la tarea se puede distinguir entre: A) Estrategias formales: distribución del tiempo del equipo, creando espacios y actividades fijas para el desarrollo personal y grupal. B) Estrategias informales: − Apoyo y confianza basadas en el respeto mutuo, la comunicación cara a cara y la regularidad del feedback entre los compañeros. − Liderazgo democrático y facilitador, percepción realista del rol. − Destinar horas del trabajo al autocuidado: supervisión de casos y abordaje explícito de algún contenido de autocuidado. − Compartir espacios recreativos, jugar, desarrollar sentido del humor y compartir desayunos colectivos. − Entrevistas mutuamente. realizadas por dos profesionales reforzándose − En las situaciones de urgencia o conflicto, no tratar de buscar explicaciones en el momento, evitar las criticas entre compañeros, atender a lo práctico. − Evitar la tentación de establecer relaciones de poder dentro del grupo. 3. 4. El cuidado de los profesionales desde el ámbito institucional. El ámbito institucional es reconocido como sumamente importante para el cuidado de los profesionales. Sin embargo no es una cuestión prioritaria ni existen partidas presupuestarias ni profesionales destinados específicamente a esta cuestión. El cuidado de los equipos y de los profesionales desde el ámbito institucional es responsabilidad, en una primera instancia, del nivel directivo y en segundo lugar de la institución como tal. En líneas generales el autocuidado desde el ámbito institucional se refiere a crear y asegurar condiciones de trabajo que transmitan a los profesionales un mensaje de que la institución debería: PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 13 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. Garantizar las condiciones de seguridad e integridad personal a los profesionales. Éstas son, por ejemplo, que ningún profesional se quede solo en el lugar de trabajo, facilitar que las visitas domiciliarias o incluso algunas entrevistas, si existe riesgo de descontrol, sean realizadas por varios profesionales, cuidar la ubicación de las mesas y las sillas en las salas de entrevistas para evitar que el profesional quede “encerrado”, contar con personal de seguridad o, en su caso, con el apoyo de las Fuerzas del Orden Público. Facilitar y asegurar espacios estructurados para el “vaciamiento” del profesional y del equipo, en relación a los casos y temáticas recibidas: Se ha hablado del vaciamiento como una estrategia de autocuidado dada la gran carga emocional que conlleva el trabajo y que puede resultar contaminante para el profesional. En ese proceso, la institución debe proporcionar de modo sistemático el espacio en el que se tenga la oportunidad de “vaciar” los contenidos más contaminantes emocionalmente bajo la forma de reuniones técnicas periódicas, supervisiones de casos, etc. Esta forma de trabajo también permitirá compartir modelos conceptuales que afianzan los equipos de trabajo. Compartir la responsabilidad en la toma de decisiones: Toda decisión que cambia la dinámica del caso debería ser tomada en equipo de forma que se comparta la responsabilidad de la misma. La institución, como ente que es representado por los profesionales que forman parte de ese equipo, debe asumir su responsabilidad en la toma de decisiones y compartirla. Regular institucionalmente el trabajo en red: Es importante el abordaje de las intervenciones con las familias y los menores de manera conjunta desde los diferentes ámbitos: sanitario, educativo, tiempo libre, servicios sociales... Esta coordinación debería ser regulada e institucionalizada: con una planificación conjunta de objetivos a medio y largo plazo, así como una distribución de funciones y tareas de los distintos profesionales para posteriormente ser evaluada de forma conjunta. Proporcionar formación a los profesionales: una fuente importante de desgaste profesional es la sensación de ineficacia y de incompetencia. Para el profesional es importante recibir formación en perspectivas teóricas y modelos que le den destrezas instrumentales adecuadas para su tipo de trabajo así como tener la posibilidad de conocer otros programas y experiencias de otros profesionales que trabajan en este ámbito. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 14 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. Adecuar y establecer los protocolos de actuación profesional al marco legal establecido: es necesario que el profesional cuente con la información y el asesoramiento permanente de la legislación vigente. Otras formas que tiene la institución de demostrar y llevar a cabo el apoyo y el cuidado a sus profesionales serían: Asesoría o apoyo profesional externo anteriormente descrito. Prevención de malestares y condiciones adversas: Desde este punto de vista hay que valorar las condiciones infraestructurales de la institución, condiciones en la intervención y las condiciones institucionales: 1. Condiciones infraestructurales: las condiciones laborales deben ser las adecuadas para la realización de la intervención, reuniones o coordinación profesional; debe existir espacio suficiente para desarrollar una labor individual o grupal entre los profesionales a lo largo de la jornada; ha de contarse con el material fungible y demás recursos de forma suficiente; se dispondrá de medios de transporte necesarios para desplazamientos; se contará con condiciones de comodidad, privacidad, no estimulación acústica y ausencia de circulación de personas en los espacios de trabajo. 2. Condiciones en la intervención: se trata de aquellas condiciones impuestas por la institución en la intervención profesional. Así habrá que considerar cuestiones como: suficiente disponibilidad horaria, ratios de casos por profesional adecuadas, correcta distribución de casos con problemática compleja entre los equipos, encomienda de funciones estrictamente profesionales y no de otra índole. 3. Condiciones institucionales: en este sentido la institución debe considerar que se dé un respaldo concreto y básico al profesional y su labor; se valora la calidad sobre la cantidad; y, por último, existirá una adecuada coordinación con los recursos del entorno y del ámbito. Establecimiento de mecanismos que posibiliten la movilidad interna y/o externa de los profesionales de la atención directa contribuyendo de este modo a evitar un excesivo desgaste emocional. Evaluación de la calidad del servicio en general adecuando el funcionamiento y protocolos establecidos al momento social actual, llevada a cabo con profesionales externos a la institución. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 15 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. EFICACIA DE LAS ESTRATEGIAS DE AUTOCUIDADO DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES. CONCLUSIONES El autocuidado de los profesionales se desarrolla en dos ámbitos, personal y grupal, y en dos espacios, laboral y extralaboral. Todo ello con un único objetivo: que el trabajador se encuentre bien consigo mismo y con el entorno inmediato para poder realizar una labor de reparación en maltrato infantil sin el costo de destruirse a sí mismo. La mayoría de las propuestas planteadas apuntan a destinar mayores recursos, contar con apoyo externo e implementar espacios de resguardo laboral para los profesionales en su condición de trabajadores, entre otras. Los principales indicadores de efectividad percibidos por los profesionales y equipos, los constituyen elementos intrínsecos a ellos mismos o que se vinculan a la forma y calidad de comunicación dada entre ellos, dejando fuera aquellos elementos propios de las condiciones de trabajo. Para los equipos el autocuidado es un proceso que tiende al logro de bienestar físico y emocional, enfocado en la prevención del desgaste o en la reparación una vez que éste ya ha dado algunas señales de alarma. La responsabilidad recae en la persona del profesional, aún cuando también poseen una cuota muy importante los equipos e instituciones donde se lleva a cabo el trabajo con maltrato infantil. Barudy sin embargo señala la responsabilidad institucional en primer lugar, y a continuación la personal. Tanto para los profesionales como para los equipos, estas estrategias resultan efectivas en relación a las necesidades detectadas; esta eficacia se manifiesta en sentirse bien, motivados y animados para seguir trabajando. Dadas las características de nuestro trabajo el autocuidado debe plantearse como una necesidad mantenida en el tiempo. No se puede dar una receta para todos los profesionales o equipos que intervienen en maltrato; se requerirá un primer momento de “diagnóstico de equipo” y sintonizar con sus prioridades y necesidades, por ejemplo estrategias tendentes a fortalecer el equipo en un momento de creación de éste o de renovación casi total, y estrategias que apunten a construir objetivos transversales de autocuidado para el equipo en un momento posterior. Los modelos y estrategias menos desarrollados y que mayor insatisfacción crean en los profesionales son los relacionados con la responsabilidad en el ámbito institucional (sobrecarga laboral, salarios no acordes a la tarea encomendada, inseguridad laboral, etc.). PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 16 . CUIDADO Y AUTOCUIDADO DE LOS PROFESIONALES DE INTERVENCIÓN DIRECTA. Las experiencias de los equipos dan pie a considerar que el trabajo sistemático de autocuidado en los contextos laborales es viable y que para ello se requiere la voluntad de los actores implicados y los recursos necesarios. Por su parte el rol institucional debe orientarse a facilitar los espacios y los tiempos, y a valorar este accionar desde la convicción de que se trata de una inversión en valiosos equipos que se consolidan a través de la formación y de la experiencia cotidiana en maltrato. No basta únicamente con dar horas para el autocuidado, es preciso también llenarlas de contenidos, pues cada equipo posee necesidades particulares; será función de la institución supervisar qué se está haciendo y con qué resultados, difundir las experiencias y los aprendizajes generados a través de ellas, así como evaluar la incidencia de un equipo “cuidado” en el desempeño de la tarea. En definitiva se trata de desplegar acciones concretas a favor del bienestar de la persona del profesional, resguardando su integridad en el desempeño de la labor. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. 17 ESQUEMA DEL AUTOCUIDADO Nivel individual Nivel grupal Nivel institucional PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa. BIBLIOGRAFÍA Estrategias de Autocuidado en Equipos Profesionales que trabajan en Maltrato Infantil. Alejandra Isabel Santana y Chamarrita Farkas. Cuidar a los que cuidan. Desgaste profesional y cuidado de los equipos que trabajan con violencia. Ana María Arón y María Teresa Llanos. Guía para la reflexividad y el autocuidado. Red de Protección Social del Gobierno de Chile. La supervisión en la intervención social. Tesis doctoral de Carmina Puig Cruells. El autocuidado de los profesionales que trabajan en Programas de Protección Infantil. Jorge Barudy. Estudio del burnout entre los profesionales de los Equipos de Tratamiento Familiar en la atención a familias en riesgo psicosocial. Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental. Actitudes y buenas prácticas. Dentro del Documento de coordinación entre los Centros de Servicios Sociales y el Servicio Especializado de Menores. PLAN INTEGRAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA DE ARAGÓN Grupo de trabajo: Elaboración estrategias de cuidados para los profesionales de la intervención directa. Cuidado y Autocuidado de los profesionales de intervención directa.