Los derechos pasivos - Valentín Sánchez Peris

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Los derechos pasivos
de los funcionarios
públicos
Valentín Sánchez Peris
Habilitado de Clases Pasivas del Estado
Página Web: www.valentinsanchezperis.com
Prólogo
D. José Mª. Boquera Oliver
Catedrático de la Universidad de Valencia
2
Este libro lo dedico a mi madre, María Peris Más, y a
la
memoria
de
mi
padre,
Valentín
Sánchez
Agramunt, de quienes aprendí a conocer la belleza
y el amor a la vida que tantas veces late en las
pequeñas cosas, en las biografías humildes, en las
vivencias más veloces, en la memoria siempre.
Al Ilustrísimo Sr. D. José María Boquera Oliver,
Catedrático
de
Derecho
Administrativo
de
la
Facultad de Derecho de Valencia, maestro y amigo,
sin cuya dirección y consejo hubiera sido imposible
la realización de la presente obra.
El autor
3
4
ÍNDICE
PRÓLOGO
ABREVIATURAS
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I.- “CLASES PASIVAS DEL ESTADO”.
Breve introducción.
CLASES PASIVAS.
I.- Concepto
CLASES.
II.- Concepto
EL CÁLCULO DE LA PENSIÓN.
III.- Concepto
CONDICIONES PARA OBTENER LA PRESTACIÓN.
IV.- Concepto
CARACTERES DE LA PENSIÓN.
V.- Concepto
DIFERENCIAS DEL REGIMEN DE DERECHOS PASIVOS
CON LOS RESTANTES REGÍMENES.
VI.- Concepto
LA LEY DE LOS PRESUPUESTOS GENERALES DEL
ESTADO Y LAS CC.PP.
VII.- Concepto
5
CAPITULO II.- “PENSION DE JUBILACIÓN.”
I.- Concepto y Clases
II.- ÓRGANOS QUE DECLARAN LA SITUACIÓN DE JUBILADO.
III.- PERÍODO DE CARENCIA
IV.- HABER REGULADOR
V.- TIEMPO DE SERVICIO
VI.- JUBILACIÓN VOLUNTARIA
CAPITULO III.- “PENSIONES A TERCEROS”
I.- Concepto.
II.- CARACTERÍSTICAS GENERALES
III.- ELEMENTOS DE LA PENSIÓN
IV.- PENSION DE VIUDEDAD
- DISPOSICIONES VARIAS
V.- PENSIONES DE ORFANDAD.
VI.- PENSIONES A FAVOR DE LOS PADRES
CAPITULO IV.- “PENSIONES ESPECIALES”
I.- Concepto.
II.- CONCEPTO: Incapacidad permanente.
III.- CONCEPTO: PENSIÓN EXTRAORDINARIA
A FAVOR DE LOS FAMILIARES.
IV.- CONCEPTO: PERSONAL MILITAR
V.- CONCEPTO FALLECIMIENTO EN ACTO DE SERVICIO
VI.- CONCEPTO. PENSIONES A LAS VICTIMAS DEL TERRORISMO.
VII.- CONCEPTO: PENSIONES CORRESPONDIENTES
A LOS ALTOS CARGOS.
6
CAPITULO V.- “PENSIONES DERIVADAS DE LA
ULTIMA GUERRA CIVIL”
I.- INTRODUCCIÓN
II.- LA AMNISTÍA.
III.- CLASES DE BENEFICIARIOS.
IV.- PERSONAL MILITAR PROFESIONAL.
V.- MILITARES NO PROFESIONALES
VI.- PERSONAL CIVIL LESIONADO O MUTILADO EN
LA GUERRA CIVIL.
VII.- BENEFICIOS A FAMILIARES.
CAPITULO VI.- “COMPETENCIA Y PROCEDIMIENTO PARA
EL OTORGAMIENTO DE PENSIONES”
I.- COMPETENCIA EN MATERIA DE “DERECHOS PASIVOS”.
II.- COMPETENCIA PARA EL RECONOCIMIENDO DE
DERECHOS PASIVOS Y CONCESIÓN DE PRESTACIONES.
III.- COMPETENCIAS PARA EL PAGO DE LAS PRESTACIONES
DE LAS “CLASES PASIVAS” DEL ESTADO.
IV.- COMPETENCIAS PARA EL RECONOCIMIENTO DE SERVICIOS.
V.- PROCEDIMIENTO PARA LA CONCESIÓN DE LAS PENSIONES.
V.-(1). LAS DECLARACIONES PREVENTIVAS
V.-(2). TRAMITACIÓN.
V.-(3). RESOLUCIÓN.
7
CAPITULO VII.- “MODIFICACIÓN DE PENSIONES”
I.- Concepto.
II.- Concepto. - MODIFICACIONES GENERALES.
III.- Concepto. – MODIFICACIONES PARTICULARES.
III.-(1).- LA EXTINCIÓN.
III.-(2).- NUEVO CALCULO DE LA PENSIÓN.
III.-(3).- REVISIÓN DE LA PENSIÓN.
III.-(4).- SUSPENSIÓN.
IV.- INICIO DE LOS EFECTOS.
CAPITULO VIII.- “EXTINCIÓN DE LAS PENSIONES”
I.- Concepto.
II.- FORMAS DE EXTINCIÓN.
II.-(1).- EXTINCIÓN POR CUMPLIMIENTO
DE UN TÉRMINO
II.-(2).- EXTINCIÓN POR CUMPLIMIENTO
DE CONDICIONES.
III.- INCOMPATIBILIDADES
CAPITULO IX.- “SITUACIÓN DE LOS REGÍMENES ESPECIALES
DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS EN EL SISTEMA DE LA
SEGURIDAD SOCIAL ESPAÑOLA”.
I.- ESTRUCTURA DEL SISTEMA PÚBLICO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
ESPAÑOLA.
II.- COMPOSICIÓN DEL SISTEMA PÚBLICO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
ESPAÑOLA.
SITUACIÓN DE LOS REGÍMENES DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS.
III.- EL CÓMPUTO RECÍPROCO DE COTIZACIONES ENTRE EL RÉGIMEN
DE CLASES PASIVAS DEL ESTADO Y LOS RESTANTES REGIMENES
DEL SISTEMA PÚBLICO DE LA SEGURIDAD SOCIAL ESPAÑOLA.
8
PRÓLOGO
Los funcionarios públicos, mientras prestan servicios a las
Administraciones Públicas, y si llegan a reunir determinadas condiciones,
adquieren derechos económicos que harán efectivos al jubilarse o que
corresponderán a sus familiares si fallecen en situación de activo o excedentes.
Son desde que nacen auténticos derechos subjetivos, aunque condicionados,
que no pueden desconocerse o reducirse por las leyes sin la correspondiente
indemnización, según dispone el artículo 33.3 de la Constitución, y no
expectativas de derechos como algunas veces han dicho altas instancias
judiciales. Una vez nacido el derecho pasivo, su eficacia queda subordinada al
cumplimiento de la condición de que su titular alcance la edad de jubilación o a
que fallezca dejando herederos.
La regulación de los derechos pasivos de los funcionarios públicos es
muy complicada y prolija, porque tiene que tener en cuenta muchos supuestos.
Leyes deferentes y con criterios no siempre coincidentes regulan los
derechos pasivos de los funcionarios civiles y militares. Dentro de cada uno de
estas leyes se distinguen los derechos pasivos por la jubilación del funcionario
y aquellos que éste transmite a su viuda, huérfanos o padres que sobrevivieran.
Los derechos pasivos varían según el funcionario, sea de carrera o de
empleo, pertenezca a la Administración estatal, comunitaria, local o
institucional y también dependen de la fecha en que se jubiló o falleció. Según
su causa las pensiones son ordinarias, extraordinarias o excepcionales. Puede
haber concurrencia de pensiones, limitaciones de las mismas y la actualización
de su cuantía.
Todos los años la Ley de Presupuestos o leyes que les acompañan
contienen normas sobre derechos pasivos.
Lo que acabamos de recordar no es, ni mucho menos, la lista completa
de los puntos que tienen que conocer los que quieran estar al corriente del
régimen jurídico de los derechos pasivos. Ya hemos dicho que la normativa
sobre derechos pasivos es amplia, variada y muy compleja. Pero muchos
interesados por los derechos pasivos sólo quieren saber por sí mismos si tienen
derecho a pensión y cual será su cuantía. La respuesta a esta concreta cuestión
requiere averiguar si el funcionario o sus familiares reúnen las condiciones que
9
dan derecho a pensión, saber cual es su haber regulador, qué porcentaje hay
que aplicar a esta base y, en su caso si se alcanza o no el límite de la cuantía
máxima de las pensiones. Sólo de la mano de un experto en derechos pasivos
resulta posible moverse en la enmarañada selva de las normas que los regulan.
Experto en la interpretación y aplicación de la legislación sobre derechos
pasivos es D. Valentín Sánchez Peris, autor de este libro. El Sr. Sánchez Peris
ejerce su profesión de Habilitado de Clases Pasivas del Estado gozosamente
porque responde a su vocación. Durante muchos años se ha dedicado a la
gestión y al estudio de los derechos de las clases pasivas y ha escrito este libro
para que, ayudados por él, podamos conocer este sector de la legislación
administrativa. Ha vertido en él toda su experiencia y muchas horas de estudio
de la jurisprudencia que el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo han
establecido con respecto a los derechos pasivos. Análisis teórico y experiencia
son los cimientos de este libro. El lector interesado por esta materia encontrará
en él la exposición de las cuestiones claves del sistema español de clases
pasivas y la jurisprudencia sistematizada y comentada con respecto a ellas.
Tampoco faltan en él valoraciones y críticas. Para mí ha sido una satisfacción
leerlo y un honor escribir este prólogo. Creo que al lector le será fructífera su
lectura.
José Mª Boquera Oliver
Catedrático de la Universidad de Valencia
10
ABREVIATURAS
SIGLA
MUFACE
ISFAS
MUGEJU
T.S.
C.E.
E.T.
L.P.G.E.
T.C.
L.C.P.E.
L.P.A.
CC.PP.
A.T.
Admón..
5ª Sala.
Art.
R.D.
Adic.
Disp.
C.C.
MUNPAL
Cont. Adm.
D.
Tr.
CSJM
“R.D.L.”
“LOPJ”
“I.P.C.”
“I.N.S.S.”
“Cap.”
“Ibd.”
G.C.
SIGNIFICADO
Mutualidad General de los Funcionarios
Civiles del Estado
Instituto Social de las Fuerzas Armadas
Mutualidad General Judicial
Tribunal Supremo
Constitución Española
Estatuto de los Trabajadores
Ley de Presupuestos Generales del Estado
Tribunal Constitucional
Ley de Clases Pasivas del Estado
Ley de Procedimiento Administrativo
Clases Pasivas
Audiencia Territorial
Administración
Sala 5ª del Tribunal Supremo
Artículo
Real Decreto
Adicional
Disposición
Código Civil
Mutualidad Nacional de Administración
Local
Contrato Administrativo
Decreto
Texto Refundido
Consejo Supremo de Justicia Militar
Real Decreto Ley
Ley Orgánica del Poder Judicial
Índice de precios al consumo
Instituto Nacional de la Seguridad Social
Capítulo
Obra citada anteriormente
Guardia civil.
11
12
INTRODUCCIÓN
La pobreza creciente en un mundo opulento y las estridentes diferencias
entre pensiones y sueldos, cuando no se cubren decorosamente las necesidades
humanas, se oponen frontalmente a la dignidad de la persona.
“El derecho natural de la persona humana, tanto desde el punto de vista
lógico como del temporal, es anterior a toda sociedad, organización y estado,
es decir, anterior a toda la legislación positiva; son Pre – Estatales y Supra –
Estatales, lo mismo que la persona es anterior a todo el Estado. Los derechos
del Hombre son innatos, irrenunciables, como lo es la persona misma y su
dignidad, sobre la que se basan”.1
En los tratados y artículos sobre el tema, siempre van juntos los
conceptos justicia – caridad – solidaridad – participación, como conceptos muy
cercanos. El Amor – caridad, permite ver las cosas más humanamente, en la
dimensión personal. Los derechos humanos fundamentales o primarios: la vida,
la dignidad, la igualdad, la libertad de pensamiento, de religión, de
conciencia..... Y hay otros, no fundamentales o llamados secundarios; ciertos
derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales... No olvidemos
que la base fundacional de los derechos humanos es la realidad de la persona
entendida en su totalidad filosófica, natural.2
En los tratados internacionales, vemos claramente que la fuente de los
derechos humanos es el hombre mismo, más exactamente la dignidad de la
persona humana, “puesto que la fuente de donde dimanan todos los derechos
humanos es la dignidad del hombre –de cada hombre-, resulta primariamente
claro que todos los seres humanos gozan de iguales derechos y libertades
fundamentales, sin distinción alguna, ya que todos están dotados de la misma
dignidad, además no viene de fuera, sino que es INHERENTE al hombre y, por
tanto, INALIENABLE. Por esta razón, los derechos del hombre tienen un valor
universal; no por la voluntad de un Estado concreto cualquiera, ni porque lo
proclamen las Organizaciones mundiales, sino porque existen en el hombre,
independientemente del Estado y de cualquier otra Autoridad.3
NOTA: Tanto la Legislación como la Jurisprudencia citada en esta obra, es la que he considerado más
convenientemente para facilitar una mejor comprensión de la misma. El autor es consciente de la existencia de
una más extensa Legislación y Jurisprudencia, pero se omite con objeto de no dispersar la atención del lector
1,2 y 3. “Diccionario fundamental de filosofía”, por Brugger Walter. Editorial “Herder”. Barcelona, 1969.
13
Una vez analizada la base indispensable de la dignidad humana,
pasaremos a pormenorizar lo más prosaico de los llamados “Derechos Pasivos”
de los funcionarios públicos, con la intención de que sea asequible a todos.
Partiendo pues de esta elemental premisa, diremos que la nueva Ley de “Clases
Pasivas del Estado”, Texto Refundido aprobado por el Real Decreto núm.
670/87, de fecha 30 de Abril, que recoge lo regulado en la ley núm. 50/1984,
de Presupuestos Generales del Estado para el año 1985, regula en su Título I
los “Derechos Pasivos” de los funcionarios civiles y militares que estuvieran en
activo o causen pensión a favor de sus familiares a partir del día 31 de
Diciembre de 1984. Sus disposiciones derogatorias, “armonizan y regulan” la
frontera legislativa anteriormente referenciada.
Recordemos aquella cita tan conocida de “cuando el hombre moderno
siente la necesidad de regular su existencia por una norma, las extrae del
humanismo cultural que él misma se ha elaborado”.4
Una vez analizada de forma directa y simple la base indispensable de la
dignidad humana, pasaremos a pormenorizar lo más prosaico de los llamados
“Derechos Pasivos” de los funcionarios públicos, con la intención de que sea
asequible a todos. Partiendo pues de esta elemental premisa, como ya dijimos
anteriormente, partiremos de que la nueva Ley de “Clases Pasivas del Estado”
Texto Refundido, es el arco de punto sobre el que tenemos que escribir para
dar una clara exposición a todos los lectores del presente libro.
La presente obra pues, trata, de la pensión que obtiene los funcionarios
al cesar en el servicio activo por haber cumplido determinada edad o de forma
voluntaria, así como por la incapacidad ocasionada en acto de servicio, acto
terrorista, etc. También trata de las pensiones por incapacidad permanente, que
son aquellas producidas por enfermedad común física o psíquica, según
determina el Artículo 28.2.c de la Ley de Clases Pasivas, así como de las
pensiones a favor de familiares, Pensión de viudedad, pensión de orfandad y
pensión a favor de padres.
4
“La antropología de la obra de Fray Luis de Granada”, por Pedro Laín Entralgo. Editorial “Revista de
Occidente”. Madrid, 1976.
14
La ley General de la Seguridad Social, en su Artículo 10, punto 2.d.,
considera a “los funcionarios públicos, civiles y militares, como uno de los
grupos profesionales cuya protección social va a ser dispensada a través de un
Régimen Especial. En el camino hacia la unidad total del Sistema, se están
dando pasos decisivos que, sin lugar a dudas, van a continuar de forma
progresiva en los años venideros, hasta la consecución de un “Sistema Unitario
de Seguridad Social”.
Como resumen final de esta “Introducción”, quiero hacer patente al
futuro y amable lector de esta obra, que se han escrito estas páginas con la idea
de ser justos en la interpretación de las leyes que nos rigen.
Es indudable que el hecho de sentirme apoyado por los derechos
humanos, me hace interpretar de una forma crítica la legislación que trato de
hacer viable, comprensiva al máximo, para todos los que me leen, pero esta
crítica la hago siempre con espíritu constructivo aportando lo que considero es
más humano dentro de lo posible en una Legislación cerrada.
Pido por lo tanto disculpas por alguna excesiva crítica, pero insisto en
que siempre las hago con el propósito de tener en cuenta el amor humano,
basado en la libertad de acción tanto en lo escrito como en la palabra. Quedan
escritas estas páginas de divulgación general, puesto que no olvidemos que
como ya se manifestó en su día, en 1704 por el primero de los Reyes
provenientes de Nápoles, Carlos III de España, “tengamos respeto a los que
nos oyen y escuchan, ya que es lo mínimo que se merecen, con objeto de que, a
la vez, les podamos nosotros también pedir lo mismo.”
15
16
CAPITULO I
“CLASES PASIVAS”
BREVE INTRODUCCIÓN
La humanidad entera, a todos los niveles, ha tomado conciencia de que
las injusticias, (desequilibrios, discriminaciones, etc.), no afectan sólo a los
individuos, sino a las naciones enteras de una forma general. Pero a quien
afectan, de una forma plena y directa, es al ser humano, al individuo a título
personal, que nota sobre sí mismo, el acto de la injusticia.
Un nuevo principio moral que transciende los principios de las tres
justicias clásicas, exige una distribución equitativa de las riquezas entre los
grupos nacionales. Hay también un nuevo criterio de equidad: El derechodeber a una vida digna del hombre y más aun, después de toda una vida laboral
al servicio del Estado, o sea, hacer justicia, a través de la que marca la
necesidad adaptada a la persona en concreto, y no a la capacidad del Erario
público o al criterio subjetivo del poder legislativo. La prioridad es el hombre,
pero éste, a través de la justicia humana.
“CLASES PASIVAS”:
I.- CONCEPTO
Entre los “Derechos Pasivos” de los funcionarios del Estado, civiles y
militares, los hay que son consecuencia necesaria del desempeño del cargo y
otros, que derivan del cese en el mismo. Estos últimos, suelen conocerse con el
nombre “Derechos Pasivos”, denominación ya clásica y que recoge fielmente
los dos elementos que los componen:
a) El derecho de la pensión, y
b) La circunstancia de percibirla, cuando se ha cesado en la actividad
funcionarial.
17
La cantidad que se percibe, recibe el nombre genérico de “pensión” y a
los preceptores de pensiones, se les conoce con el nombre de
“pensionistas”.
II.- CLASES
Las pensiones a que tienen derecho los funcionarios del Estado, por el
hecho de haberlo sido, pueden reunirse en tres grandes grupos, que señalamos
a continuación:
A).- Jubilación
B).- A favor de terceros
C).- Especiales
Aquí, quisiera recordar una frase de la doctrina de Moltmann, cuando
dice que: “Hay derechos humanos en plural, pero la dignidad humana se
menciona siempre en singular”.5 Y es que el incumplimiento de un solo
derecho fundamental del ser humano, ultraja, desprecia, a toda la dignidad del
hombre que es única e indivisible, ya que los derechos humanos no pueden ser
recortados, aislados o valorados por separado puesto que sólo mediante el
equilibrio entre ellos, se respeta la citada dignidad humana.
¿Qué duda cabe que la dignidad humana debe ser respetada más que por
nadie por el mismo Estado que es el que tiene el poder suficiente para
conseguir que el ser humano se sienta protegido a través del respeto a sus
derechos esenciales...?
Y después de esta breve disquisición, digamos que la “pensión de
jubilación”, es el prototipo de las restantes prestaciones que se pueden percibir
en concepto de “Haberes Pasivos”. Se alcanza la misma, tras cumplir unas
determinadas condiciones:
- Involuntaria (Jubilación forzosa) ó
- Voluntariamente (Jubilación voluntaria)
Existe una tercera forma de jubilación – en amplio sentido – que es la
denominada “jubilación por invalidez permanente” (Ésta se estudiará entre las
pensiones especiales, en el Capítulo cuarto de la presente obra).
5
“Teoría de los derechos humanos”, por Karl y Frederick Moltmann. Editorial “Sudamericana”. Buenos Aires,
1971
18
Las pensiones a favor de terceros son las siguientes:
a) De viudedad.
b) De orfandad.
c) En favor de padres.
Las pensiones especiales pueden ser:
a)
b)
c)
d)
Por incapacidad permanente.
Por incapacidad sobrevenida en acto de servicio.
Por fallecimiento, como consecuencia de actos de terrorismo.
Las que corresponden a los altos cargos.
Todas ellas se tratarán, separadamente y en este mismo orden, a lo largo
de los restantes capítulos de la obra.
III.- EL CÁLCULO DE LA PENSIÓN
No cabe la menor duda que todos aspiramos a conseguir un alto nivel de
pensión, después de nuestros largos años de servicio al Estado. Siempre es
pues motivo de preocupación, cuando se va acercando el momento de recibir el
primer importe de la pensión, a cuánto va a ascender ésta, ya que del referido
importe, dependerán muchas cosas de nuestro futuro y por ello, insisto, todos
deseamos que este importe sea el más elevado posible, partiendo, naturalmente,
del llamado “haber regulador”.
El “haber regulador” se fija, anualmente en la ley de Presupuestos, para
cada grupo de funcionarios. Es, en esencia, el determinado no sólo por el grupo
en que esté integrado en el momento de jubilarse, sino por todos y cada uno de
los haberes reguladores correspondientes a los distintos Cuerpos, Escalas,
plazas, empleos o categorías por los que haya pasado a lo largo de su carrera
administrativa.
Así, si un funcionario no ha cambiado en toda su vida profesional de
Cuerpo, Categoría, etc.., la pensión se calculará en base a un único haber
regulador. Pero claro está, lo más frecuente, es que se produzcan una serie de
cambios en su carrera profesional y los mismos tendrán una fuerte influencia
sobre el haber regulador final, en atención al número de los años que haya
estado en cada uno de sus puestos.
19
Los años de servicio se entienden en un sentido amplio, (el tiempo de
servicio prestado en las diferentes Escalas y Cuerpos a que el funcionario
pudiera haber pertenecido) e incluso – en determinados casos – los años del
Servicio Militar.
Finalmente, el hecho determinante, lo constituye el cese en el servicio
activo. Este caso, naturalmente, se corresponde con las clases de pensiones ya
enumeradas en el apartado anterior.6
IV.- CONDICIONES PARA OBTENER LA PRESTACIÓN
Para obtener la correspondiente prestación, son indispensables las
siguientes condiciones:
A.- La condición de funcionario del Estado.
B.- La afiliación en la “MUFACE”, “ISFAS” o “MUGEJU”, para todos
los que ostenten la condición de funcionarios del Estado.
C.- El pago de la cuota de “Derechos Pasivos”, que se le descuenta
automáticamente al funcionario en su nómina correspondiente.
V.- CARACTERES DE LA PENSIÓN.
A.- La pensión es irrenunciable.7
B.- Cabe siempre el planteamiento de mejor derecho. En su
consecuencia, cabe la renovación a quien la ostentaba con peor derecho.8
6
Sentencia de fecha 20 de Mayo de 1988 del T.S. Sala 5ª; Ponente: Sr. González Mallo.
“Los derechos se adquieren desde que se realiza el derecho que determina su nacimiento, que en el caso de los
“derechos pasivos”, es el de cese de servicio cuando concurran las condiciones y requisitos legalmente
establecidos, regulándose su ámbito y contenido por la legislación vigente en el momento de su nacimiento,
que puede ser modificada con posterioridad, en virtud de las facultades de organización que competen a la
Administración, siempre que se respeten los derechos adquiridos, es decir, los consolidados en el patrimonio
del interesado.
7
Sentencia de fecha 28 de Noviembre de 1980 del T.S. Sala 5ª; ponente : Sr. García Manzano.
“No cabe duda total ni parcial en materia de pensiones de clases pasivas, conforme al Artículo núm. 10-1 TR
de la Ley del 13 de Abril de 1972 y al Artículo 12 de la Ley de “Clases Pasivas”, de fecha 21 de Abril de 1966.
8
Sentencia de fecha 9 de Marzo de 1984 del T.S. Sala 5ª, ponente: Sr. García Manzano.
“En la resolución sobre las pensiones pasivas de los funcionarios, tanto civiles como militares, cabe siempre el
planteamiento del mejor derecho a la misma y la revocabilidad de la concedida cuando se presente este
supuesto.”
20
C.- La cuantía de las pensiones, no supone un derecho adquirido, ya que sólo
se reconoce el derecho a percibir una cierta cantidad.9
VI.- DIFERENCIAS DEL REGIMEN DE DERECHOS PASIVOS CON LOS
RESTANTES REGÍMENES.
A.- El régimen de “Derechos Pasivos” es distinto al de la Seguridad
Social, que obedece a dos situaciones del personal al Servicio de la
Administración.
La primera, estatutaria, de carácter reglamentario.
La segunda, laboral, que se rige por el Derecho del Trabajo.10
B.- La regulación de los “Derechos Pasivos” de los funcionarios de la
Administración Local, sigue un criterio análogo, pero idéntico, al de los
funcionarios del Estado.11
VII.- LA LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO Y LAS
CC.PP.
La práctica actual, hasta la ley de Presupuestos correspondiente al año
1992, ha sido que éstos, han derogado Leyes de “Derechos Pasivos” y demás
disposiciones complementarias.12
9
Sentencia de fecha 3 de Junio de 1985 de la A.T. de Granada, sala 3ª; ponente: Sr. Espinosa Cabezas.
“La cuantía de los derechos pasivos, no constituye derechos adquiridos, puesto que lo que realmente se
adquiere es el derecho a percibir una cierta cantidad, que ha de ser respetada por la propia Administración,
siguiendo las evoluciones que pudieran deducirse de las sucesivas actualizaciones, puesto que siempre que no
disminuya la cuantía económica del total de las prestaciones que se hubieran de percibir con arreglo al régimen
anterior, se entienden mantenidos los tales derechos”
10
Sentencia de fecha 18 de Marzo de 1988 del T.S. Sala 5ª; ponente: Sr. Cáncer Lalanne.
“Si bien se aprecia una diferencia de trato legislativo entre la jubilación de los funcionarios públicos y la del
personal sometido al “Derecho laboral”, esa diferencia no es arbitraria, sino que son dos regímenes jurídicos
distintos, uno estatutario y otro laboral, siendo distinta incluso la regulación constitucional de los mismos en
los Artículos númn. 35,2 y 103 CE que, respectivamente, remiten al ET y al de los funcionarios.”
11
Sentencia de fecha 30 de Junio de 1983 del T.S.Sala 5ª; ponente: Sr. Moreno Moreno.
“Los “Derechos pasivos” de los funcionarios de la Administración local, al regularse por su propia legislación
siguen un criterio análogo, pero no idéntico, al de los “Derechos pasivos” de los funcionarios civiles del
estado, siendo por ello evidente que las disposiciones legales dictadas para estos últimos, no implican ni
determinan su aplicación a los “Derechos pasivos” de los funcionarios de la Administración local, máxime
cuando el Artículo núm. 38,3 del Real Decreto núm. 3046/1977, establece que los “Derechos pasivos” de los
funcionarios de la Administración locas, re regirán por su legislación específica.”
12
En la actualidad se instrumenta mediante la Ley de Presupuestos generales del Estado, junto con la Ley de
Medidas fiscales, Administrativas y de Orden Social. (Conocida esta última como “Ley de
Acompañamiento”).
21
22
CAPITULO II
PENSIÓN DE JUBILACIÓN
I.- CONCEPTO Y CLASES
Pensión de jubilación, es la cantidad de dinero que le corresponde al
funcionario cuando deja de prestar servicios a la Administración Pública.13
La pensión de jubilación es distinta según la causa del cese en el
servicio. Esta puede ser:
- Jubilación forzosa.
- Jubilación voluntaria.
- Jubilación por incapacidad permanente.
La jubilación forzosa es la forma más corriente por la que el funcionario
cesa en su servicio a la Administración.
Se alcanza, como dice el Artículo núm. 28 de la Ley de “Derechos
Pasivos”, “al cumplir dicho personal la edad legalmente señalada para cada
caso.”
II.- ÓRGANOS QUE DECLARAN LA SITUACIÓN DE JUBILADO
La jubilación se acuerda, en principio, por el órgano administrativo
competente.
La norma admite las siguientes posibles variantes:
A).- Funcionarios transferidos a Comunidades Autónomas:
Lo son por el órgano correspondiente de la Comunidad donde presten
sus servicios.
13
Capítulo II del Sub-título II de la Ley de Clases pasivas del Estado.
23
B).- “Retiros”.- Jubilación de personal militar:
Por el Ministerio de Defensa.
C).- Funcionarios de la carrera Judicial, Fiscal y de las Cortes Generales:
Son jubilados, respectivamente, por el Consejo General del Poder
Judicial, la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia
o los servicios administrativos correspondientes de las Cortes Generales.
D).- Los funcionarios no incluidos en los apartados anteriores, pero que,
sin embargo, lo estén en el régimen de “Clases Pasivas”, lo son por los
servicios correspondientes del órgano al que pertenezcan.
III.- PERÍODO DE CARENCIA
Se denomina así al período mínimo que el funcionario ha debido prestar
servicios efectivos al Estado para disfrutar de los “Derechos Pasivos”, lo
establece en quince (15) años.
El principio contiene una excepción en el articulado de la Ley, (Art.
28,2.a), para aquellos que hubieren prestado servicios por más de doce (12)
años, a los que se le permite seguir en activo, el tiempo necesario, con objeto
de poder alcanzar el período de carencia de que se trata.
IV.- HABER REGULADOR
El haber regulador lo establece la Ley de los presupuestos Generales del
Estado (L.P.G.E.) para cada ejercicio económico.
El Artículo núm. 30 de la Ley de “Derechos Pasivos”, distingue entre los
funcionarios que hubieren accedido a su puesto con posterioridad al 1º de
Enero del año 1985 y los que lo hubieren hecho con anterioridad a dicha fecha,
con objeto de poder fijar el haber regulador.
Dentro de los ingresados con posterioridad al 1º de Enero del año 1985,
distingue los siguientes casos:
24
a) Los funcionarios no procedentes de ningún otro Cuerpo o Escala del
Estado, (que hayan mantenido durante toda su vida administrativa la
misma categoría), se les aplica el sistema general de acuerdo con la
L.P.G.E. citada, que corresponda a dicho año.
b) Los funcionarios que hubieren accedido al puesto en el que se jubilan
procedentes de Otros Cuerpos o Escalas, los haberes reguladores se
tendrán en cuenta, únicamente, para los años de servicio prestados
con posterioridad a la repetida fecha.
c) Si desde el 1º de Enero del año 1985 hubieren variado las condiciones
de titulación exigidas para la plaza que desempeña, se liquidarán los
haberes correspondientes al nuevo grupo de titulación sin que puedan
tener efecto retroactivo.
Lo anterior no es de aplicación cuando se trata del curso natural de la
carrera administrativa y pos ascenso en la misma, es decir sin necesidad de una
superior titulación.
Para los funcionarios que hubieren ingresado con anterioridad al 1º de
Enero del año 1985, los haberes reguladores se asignarán de acuerdo con el
índice de proporcionalidad siguiente:
Los grupos funcionarios: Indice, 10, 8, 6, 4 y 3, serían:
El 10 igual al grupo “A”.
El 8 igual al grupo “B”.
El 6 igual al grupo “C”.
El 4 igual al grupo “D”.
El 3 igual al grupo “E”, y el grado de la carrera administrativa o con el
índice multiplicador, (Artículo núm. 31 de la Ley de “Derechos Pasivos”)
atribuido al 31 de Diciembre del año 1984 a las plazas en las que hubieren
prestado servicio a lo largo de su vida administrativa.
El haber regulador percibido por los funcionarios en régimen de jornada
reducida, por un tiempo de un año más, se minorará proporcionalmente a la
diferencia entre el haber ordinario y el haber de jornada reducida. (Artículo
núm. 30,4). Tampoco se computarán las pensiones ajenas a Cruces, Medallas o
Recompensas, que se percibirán por separado (Artículo núm. 30,5).
La Dirección General de Costes de Personal y Pensiones Públicas, oído
el organismo del que dependan dichas plazas, puede asignar por analogía o
índice multiplicador, aquellas plazas a las que el día 31 de Diciembre no se le
hubiere asignado. (Artículo núm. 30,3 Apart. b). Determinado el haber
25
regulador, el paso siguiente, es el cálculo de pensiones regulado en el Artículo
31 de la L.C.P.E. A este efecto se distingue entre:
A) Funcionarios que durante su carrera administrativa hayan
prestado sus servicios en mismo Cuerpo o Escala.
B) Los que lo hubieran hecho en dos o más cuerpos Escalas.
En el primer caso, se toma para el cálculo de la pensión, el haber
regulador que le corresponda.
A él se aplica el porcentaje de cálculo que corresponda a los años de
servicio prestado sus servicios en dos o más cuerpos.
La pensión se calcula de acuerdo con la siguiente fórmula, (Artículo
núm. 31,2)
P=R1.C1 + (R2-R1) X C2 + (R3-R2) X C3 + ....
… en la que “P” es la pensión correspondiente a las plazas (primera,
segunda, tercera, etc...), que sucesivamente ha ido ocupando el funcionario y
“C” los años completos de servicio efectivo prestados en las distintas plazas.
Los excesos de tiempo superiores al año en las distintas plazas, se
computarán en el empleo siguiente, hasta llegar al último, en que estos excesos
no se computarán. La Ley deber referirse a los días del cómputo inferiores a
365 y que, por consiguiente, no pueden nunca computarse como un año
completo.
Obtenido de este modo el importe de la pensión, se divide por catorce,
para poder obtener el correspondiente haber mensual. (Artículo núm. 31.5)14
V.- TIEMPO DE SERVICIO
El artículo núm. 32 de la Ley, regula el cómputo de los servicios
efectivos, que, como se sabe, es uno de los factores determinantes de la
pensión.
14
A partir del 1 de Enero del año 1990 la escala de porcentajes de cálculo que se incluye en el número 5 del
Artículo núm. 47 Ley 4/1990, de 29 de junio (B.O.E. de fecha 30 de Junio de 1990.), es la actualmente vigente.
En ella se hace corresponder el porcentaje aplicable al número de años de servicio que ha prestado el
correspondiente funcionario.
26
El Artículo núm. 32,1 comprende los siguientes cinco supuestos:
A.- Los servicios activos de la clase que fueren.
B.- El tiempo transcurrido en servicios especiales, excedencia forzosa,
excedencia especial o supernumerario.
C.- Los reconocidos por la Ley núm. 70 de 1978, de fecha 26 de
Diciembre.
D.- Los reconocidos al amparo de la legislación de indulto o amnistía,
por causa de intencionalidad política.
E.- Las situaciones militares que resulten legalmente asimilables.
(Artículo núm. 32,1,b).
VI.- JUBILACIÓN VOLUNTARIA
La JUBILACIÓN voluntaria exige dos condiciones para su posible
aplicación:
A.- Haber alcanzado la edad de 60 años.
B.- Haber prestado, como mínimo, 30 años de servicios a la
Administración.
Esta jubilación sólo puede ser declarada a instancia de parte, que deberán
demostrar que concurren en ella, los requisitos anteriormente expuestos.
Tanto el haber regulador como el cálculo de la pensión, se determinan de
la misma manera que en la jubilación forzosa.
27
28
CAPÍTULO III
PENSIONES A TERCEROS
I.- CONCEPTO
La pensión de jubilación no es el único derecho del funcionario por
haber cesado en el servicio activo al alcanzar una determinada edad – la de
jubilación -.
Si fallece en situación de jubilado, también origina derecho a pensión
para sus familiares. Igualmente cuando fallece en situación de actividad.
Estas pensiones pueden ser:
A.- De viudedad.
B.- De orfandad.
C.- A favor de los padres.
II.- CARACTERÍSTICAS GENERALES.
La L.C.P.E., ha establecido para esta clase de pensiones las siguientes
características:
A.- No se exige período de carencia.
B.- Igualdad de sexos.
C.- Participación de los derechohabientes sobrevenidos.
El artículo núm. 35 de la Ley, declara que los derechos a favor de los
familiares, nacen sin necesidad de que el causante haya completado ningún
período mínimo de prestación de servicios efectivos al Estado, a diferencia de
la pensión de JUBILACIÓN que, como se recordará, exige un mínimo de
quince –15- años. La mujer causa los mismos derechos a favor de sus
familiares que pudiera causar el varón. Igualmente los familiares del causante,
tienen los mismos derechos cualesquiera que sea su sexo y filiación.
29
Estos derechos se adquieren y pierden por las mismas causas y
circunstancias en todos los casos. (Artículo núm. 36).
La aparición de un derecho habiente sobrevenido después del
señalamiento de pensiones, dará derecho a éste a cobrar sólo desde el día
primero del mes siguiente al día en que lo solicitó. Pero, si con tal motivo,
existiere alguna diferencia, la Administración pagaría al nuevo
derechohabiente esta cantidad. (Artículo núm. 37,2).
Para los correspondientes cálculos de la oportuna pensión, se tienen en
cuenta:
A.- El haber regulador.
B.- La aplicación de un porcentaje, distinto en cada caso.
III.- ELEMENTOS DE LA PENSIÓN
A.- El haber regulador se determina por los mismos conceptos que se
han tenido en cuenta al establecer la base de cotización del funcionario.15
B.- El haber o base reguladora de la pensión, debe estar en estricta
correlación con los haberes percibidos en situación de actividad por el
funcionario causante.16
NOTA: En la actualidad, los haberes reguladores se determinan por las Leyes del Presupuesto para cada
ejercicio económico.
15
Sentencia de fecha 9 de Junio de 1982 del T.S. Sala 5ª; ponente: Sr. Páramo Canovas.
“ Es principio capital en materia de haberes pasivos, a efectos de la correcta fijación del haber o base
reguladora, el de la estricta correlación entre los haberes o retribuciones básicas percibidos en situación de
servicio activo en el momento de producirse el cese o extinción de la relación funcionarial y los que han de
figurar para integrarla, en dicha base reguladora, en orden a fijar la pensión de “Clases Pasivas”
correspondientes.
16
Sentencia de fecha 9 de Julio de 1982 del T.S. Sala 5ª; ponente: Sr. Cabrerizo Botija.
“ Es principio capital en materia de haberes pasivos, a efectos de la correcta fijación del haber o base
reguladora, el de la estricta correlación entre los haberes o retribuciones básicas percibidos en situación de
servicio activo en el momento de producirse el cese o extinción de la relación funcionarial y los que han de
figurar para integrarla, en dicha base reguladora, en orden a fijar la pensión de “Clases Pasivas”
correspondientes.-
30
IV.- PENSIÓN DE VIUDEDAD
Se exige para percibir pensión de viudedad, ser o haber sido cónyuge
legítimo del causante. Este derecho se adquiere en proporción del tiempo
convivido con el causante, por lo tanto, la pensión de viudedad se concede en
mérito a la vida compartida con el difunto.17
Si la inexistencia de vida en común entre los cónyuges se debe a que la
separación fue provocada por el difunto, (y se demuestra), o que el premuerto
se ha opuesto a la reanudación de la vida en común, hay derecho a percibir la
pensión de viudedad.18
Naturalmente, la pensión de viudedad se pierde por el posterior
matrimonio del cónyuge superstite. (Artículo núm: 38,2).
La base reguladora de la pensión de viudedad viene dada por la de
jubilación o retiro del causante, o la que hubiere podido corresponder en el
caso de que falleciera en situación de actividad, teniendo en cuenta el tiempo
de servicios activos prestados a la Administración.
Obtenida la base reguladora, se aplica sobre ella el porcentaje del
cincuenta por ciento – 50% - en los casos ordinarios, (por muerte natural) y del
veinticinco por ciento – 25% - del doble de dicha base reguladora si el causante
hubiere sido declarado inutilizado en acto servicio o a consecuencia del
mismo.
DISPOSICIONES VARIAS
A.- El derecho a la percepción de la pensión de viudedad, nace el día en
que se produjo el fallecimiento del funcionario causante19, y sus efectos
económicos desde el día primero del mes siguiente a dicho fallecimiento.
17
Sentencia de fecha 15 de Julio de 1982 del T.S. Sala 5ª; ponente: Sr. Falcón García.
“Es principio adicional 10ª Ley núm. 30/1981 de fecha 7 de Julio (Modificará el CC en materia de matrimonio
y regula el procedimiento de nulidad, separación y divorcio), es aplicable a toda clase de pensiones causadas
por el fallecimiento del funcionario o asegurado sujeto de las mismas y si bien el párrafo 1º se refiere a las
pensiones de la Seguridad Social, el 3º incluye toda clase de las de carácter pasivo.”
18
Sentencia de fecha 29 de marzo de 1985 del T.S. Sala 4ª; ponente: Sr. Botella Taza.
“ La actora no tiene derecho a la pensión que solicita de la Organización Nacional de Ciegos (“O.N.C.E.”),
teniendo en cuenta que si la pensión de viudedad es una ayuda concedida al cónyuge sobreviviente en mérito a
la vida compartida con el difunto, es notorio que su otorgamiento es improcedente si esa vida en común no
existió durante 20 años y no se ha probado quién fue el causante de la separación, o al menos no se han
aportado bastantes datos que la oposición a la reanudación de la vida en común, procede del premuerto.
19
Sentencia de fecha 23 de marzo de 1984 del T.S. Sala 2ª; ponente: Sr. Tomás y Valiente.
“El derecho abstracto a la correspondiente pensión de viudedad nace el día en que se produjo el fallecimiento.”
31
B.- No es de equidad el que por el hecho de no constar quien está
obligado al pago de la pensión, deje de percibirla al correspondiente
beneficiario.20
C.- A partir de la entrada en vigor de la Constitución, el marido viudo
tiene los mismos derechos que la esposa viuda en cuanto a la percepción de la
pensión de viudedad.21
D.- Las pensiones que corresponden a los viudos por sus esposas, sólo
pueden exigirse desde la entrada en vigor de la Constitución.22
V.- PENSIONES DE ORFANDAD
La pensión de orfandad es una de las que más preocupan, y, por lo tanto,
su exacto conocimiento de cómo se puede devengar, es materia importantísima
para todos en general; así, la pensión de orfandad es aquella a la que tienen
derecho los hijos del causante, menores de veintiún años, y si cumplen
determinados requisitos hasta los 22 años.
Pueden percibir la referida pensión de orfandad, habiendo cumplido
veintiún años los que:
A.- Estuvieren incapacitados para todo trabajo, desde antes de alcanzar
esa edad o antes del fallecimiento del causante hasta los veintitrés años, en los
casos de ser victimas del terrorismo.
20
Sentencia de fecha 3 de Julio de 1984 del T.S. Sala 5ª; ponente: Sr. Falcón García.
“Siendo legal el derecho a la pensión y no expresándose en el recurso quién ha de abonarla, sino que tal abono
no corresponde a la Corporación demandante-apelante de la que era funcionario el difunto esposo de la
pensionista, no resulta de equidad el pretender que no perciba pensión alguna, al no haber quién esté obligado
al pago, ni los Tribunales tienen atribuciones para obligar al oportuno poder legislativo, para que dicte una Ley
que regule esta materia”.
21
Sentencia de fecha 23 de Marzo de 1984 del T.C. Sala 2ª; ponente: Sr. Tomás y Valiente.
“El Artículo núm 63 de los Estatutos de la “MUNPAL”, en cuanto condiciona el derecho del viudo de
funcionaria a requisitos no exigidos a la viuda de funcionario, es discriminatorio, contrario al Artículo núm. 14
CE y que, en consecuencia, derogado por la misma, no pudo servir de fundamento para denegar con
posterioridad a la entrada en vigor de la CE el derecho de pensión de viudedad del que es titular el recurrente,
como cónyuge supérstite de funcionaria asegurada, en igualdad de condiciones a las viudas de funcionarios
asegurados.
22
Sentencia de fecha 23 de Marzo de 1984 del T.C. Sala 2ª; ponente: Sr. Tomás y Valiente.
“Es cierto que la CE no puede servir como título para exigir la percepción de las correspondientes pensiones de
viudedad supuestamente devengadas desde el fallecimiento hasta su entrada en vigor, pues sólo un efecto
derogatorio retroactivo, que la CE no puede producir ni produce, podría amparar tal exigencia.
32
B.- Los que tuvieren derecho al beneficio de justicia gratuita. Esto queda
derogado si los efectos son con posterioridad del 1-1-2001.
La Ley, junto a la filiación procedente del matrimonio, incluye en plano
de absoluta igualdad, a la filiación extramatrimonial. (Artículo núm. 41,2). Sin
embargo, aunque reconoce derecho a pensión por la adopción plena, exige para
que produzca sus efectos, el transcurso de un mínimo de dos años, desde la
fecha de la adopción: son pues los hijos adoptados, en adopción plena y con
dos años al menos de convivencia con el adoptante, los que tienen derecho a
pensión de orfandad.(Nota)
El porcentaje aplicable a las pensiones de orfandad, depende, por
supuesto, del número de hijos.
La cuantía de las pensiones se determina por el Artículo núm. 42 de la
Ley de “Derechos Pasivos”, con los consiguientes porcentajes sobre el haber
pasivo que estaba percibiendo el causante, (de haber fallecido en situación de
jubilado), o la que le hubiera correspondido al jubilarse, si fallece en situación
de actividad:
- 25% si existiera sólo un hijo con derecho a pensión.
- 10% por cada hijo con derecho a pensión, cuando existan varios,
pero incrementando las pensiones con un único 15%, que se
prorrateará entre todas ellas.
Hay que tener siempre presente, que las pensiones de orfandad no
podrán superar el 50% de la base reguladora, cuando exista cónyuge superstite,
o el 100% cuando no exista.
En estas pensiones no existe el derecho de acrecer, salvo en el caso de
que no hubieren sido previamente reducidas de acuerdo con el apartado nº 4
del artículo núm. 42, (límite máximo de pensión), en cuyo caso si alguno de los
beneficiarios perdiera la aptitud para serlo, se procederá a un nuevo
señalamiento a favor de los restantes.
Las pensiones de orfandad son también incompatibles con el desempeño
de cualquier puesto de trabajo en el sector público.
(Nota)
La exigencia de los dos años, ha quedado suprimida por la ley núm. 13/1996, de fecha 30 de Diciembre de
1996, de “Medidas fiscales, Administrativas y de Orden Fiscal”, en su Artículo núm. 131.
33
La incompatibilidad de las pensiones de orfandad con la percepción de
haberes por trabajo activo, no suprime pensiones, sino que señala sólo unos
límites.23
La incompatibilidad de pensión con el trabajo activo, no genera la
inseguridad que tutela el Artículo núm. 9,3 de la C.E. aunque puede
desprenderse una falta técnica al incluirla en la Ley de Medidas para la
“Reforma de la Función Pública”, en vez de hacerlo en la L.C.P.E.24
Es prestación de orfandad, perfectamente legal, el ingreso en la
Institución de “Nuestra Señora del Pilar”.25
Por último, hacer patente que no debe confundirse la extinción del
derecho pensión, con una simple suspensión motivada por la existencia de una
causa de incompatibilidad.
No obstante para pensiones causadas al amparo de la Legislación
anterior al 1-1-85 pueden tener derecho sin límite de edad si cumplen
determinados requisitos. Sentencia nº 1199 de fecha 4-11-2002 del Tribunal
Superior de Justicia de Madrid Sala de lo Contencioso-Administrativo-Sección
Novena.
23
Sentencia de fecha 11 de Junio de 1987 del T.C. Pleno ponente: Sr. De La Vega Banayas.
“El Artículo núm. 32,4 de la Ley núm. 30/1984, de fecha 2 de Agosto, (Medidas para la reforma de la Función
Pública), no es arbitrario al establecer que las pensiones a favor de los huérfanos mayores de 21 años, serán
incompatibles con la percepción de haberes por trabajo activo, que permitan la inclusión del titular en
cualquier régimen de Seguridad Social, ya que el precepto se limita a establecer un supuesto de
incompatibilidad razonable, pues no suprime pensiones, sino que señala unos límites que no privan al
beneficiario de un derecho individual, en cuanto este, no resulta sino de una regulación o sistema legal. Por
otro lado, tampoco vulnera el Artículo núm. 32,4, el derecho al trabajo, (Artículo núm. 35C.E.), pues lo que
hace el precepto es establecer una incompatibilidad que, en modo alguno, impide al huérfano mayor de 21 años
de edad, optar por el oportuno trabajo remunerado, renunciando a la pensión de orfandad.”
24
Sentencia de fecha 11 de Junio de 1987 del T.C. Pleno Ponente: Sr. De la Vega Banayas. “Es inadmisible la
consideración de que el Artículo núm. 32,4 de la Ley núm. 30/1984, de fecha 2 de Agosto, (Medidas para la
Reforma de la Función Pública), que establece la incompatibilidad de la pensión de orfandad con el trabajo
activo, pueda causar inseguridad, vulnerando el Artículo núm. 9,3 dela C.E., por incluirse la norma de esta Ley
y no es una relativa a las Clases Pasivas o de la “Seguridad Social” lo más que ello podría constituir sería una
incorrección técnica, ajena a la jurisdicción constitucional, pues la materia regulada por una Ley, desde esa
perspectiva, no ha de ajustarse a una pretendida homogeneidad.”
25
Sentencia de fecha 17 de Octubre de 1984 del T.S. Sala 3ª Cont. Adm.
Ponente: Sr. Pérez Tejedor.
“El derecho de los beneficiarios a la prestación de orfandad en la modalidad de ingreso en la Institución
“Nuestra Señora del Pilar”, de Zaragoza, está legalmente reconocido por la Disposición transitoria 1 L núm.
29/1975, de fecha de 27 de Junio, (“Régimen Especial de la Seguridad Social de los funcionarios civiles del
Estado”), y la Disposición Adicional núm. 5 de la Ley núm. 74/1980 de fecha 29 de Diciembre, (“Presupuestos
Generales del Estado para el año 1981”), por lo que el último párrafo de la Disposición final 3 del Real decreto
núm. 922/1982, de fecha 14 de Mayo, (“Mutualidad General de funcionarios civiles del Estado: Promoción
para estudios dentro de la prestación de servicios oficiales), en cuanto suprima el derecho a la expresada
prestación de orfandad a los beneficiarios de la “Mutualidad Nacional de Enseñanza Primaria”, en nula de
pleno derecho.”
34
VI.- PENSIONES A FAVOR DE LOS PADRES
Por mera cuestión cronológica, son este tipo de pensiones, las menos
usuales dentro del grupo de Pensiones a Favor de los familiares y corresponden
al padre y a la madre del causante, si se cumplen las siguientes condiciones:
A.- Que dependieran económicamente del causante.
B.- Que no existan beneficiarios para pensiones de viudedad y orfandad,
según determina el Artículo 44 de la Ley de “Derechos Pasivos”.
La base reguladora, está constituida por la pensión de jubilación o retiro
del causante.
La cuantía de las pensiones a favor de los padres, consiste en un 15% de
la base reguladora para cada uno de ellos, porcentaje que se reduce a la mitad,
pero del doble de dicha base, cuando la pensión del funcionario fuera
producida por acto de servicio. No se reconoce derecho de acrecer entre los
padres, y las incompatibilidades son las mismas que rigen para la pensión de
viudedad.
35
36
CAPITULO IV
PENSIONES ESPECIALES
I.- CONCEPTO
Incluimos en la denominación de pensiones especiales varios tipos de
pensiones que se producen infrecuentemente y en razón de ello se las
denomina “especiales”.
Las pensiones especiales son consecuencia de cinco hechos distintos:
A.- Incapacidad permanente.
B.- Fallecimiento, en acto de servicio, o a consecuencia del mismo.
C.- Víctimas del terrorismo.
D.- Personal militar, no profesional.
E.- Personas que ocuparon altos cargos públicos.
Se regulan en los Capítulos números IV al VII de la Ley de “Clases
Pasivas del Estado”. (A partir del Artículo núm. 47).
A continuación las estudiamos de forma individualizada, para una mejor
comprensión.
II.- CONCEPTO: INCAPACIDAD PERMANENTE
Viene determinada por un evento que causa la incapacidad o incluso la
muerte, derivado del servicio que presta el funcionario.
Al igual que las pensiones ordinarias, las especiales, pueden ser de:
Jubilación.
Viudedad.
Orfandad.
A favor de padres.
37
La pensión extraordinaria de jubilación requiere la concurrencia de estas
dos condiciones:
A.- Enfermedad o muerte, que impida al funcionario seguir prestando
sus servicios.
B.- Que el accidente o la enfermedad tenga lugar en acto de servicio o
como consecuencia del mismo.
Esta última condición, debe ser demostrada por el solicitante. Los
funcionarios, en estos casos, pasan a la situación de Jubilación por incapacidad
permanente, declarada por el mismo órgano competente en los casos de
jubilación ordinaria. Compete a la Dirección General de Costes de Personal y
Pensiones Públicas, la concesión o denegación de la pensión extraordinaria, a
la Dirección General de Personal del Ministerio de Defensa.
Cuando la incapacidad es por acto de servicio, le puede corresponder una
indemnización establecida en la Ley 19/74 en compensación a las lesiones
sufridas en acto de servicio.
Se pueden llegar a equipar fiscalmente las pensiones causadas en acto de
servicio con las causadas con actos terroristas.
III.- CONCEPTO: PENSIÓN EXTRAORDINARIA A FAVOR DE FAMILIARES
Cuando el funcionario fallece por enfermedad o accidente causados en
acto de servicio o a consecuencia del mismo, sus familiares tienen derecho a
una pensión extraordinaria.
También por la desaparición del funcionario en las condiciones previstas
por el Código Civil, (Libro I, Título VIII y Capítulo I), que regula la
declaración de fallecimiento en distintos supuestos.
Hay que pensar que, en la mayoría de los casos, serán de aplicación los
supuestos previstos en el Artículo núm. 193, párrafo tercero, (siniestro o
violencia contra la vida), o del Artículo núm. 194 riesgo bélico o naufragio. La
pensión se obtiene, independientemente del tiempo de servicios prestados por
el causante a la Administración. Al tiempo servido efectivamente por el
funcionario, se le suma al que faltara para alcanzar la edad de jubilación
forzosa.
38
Como haber regulador, se considera el doble del que ordinariamente le
correspondería.
La distribución entre los beneficiarios se hace de la siguiente forma:
A.- Cuando concurrieren la viuda e hijos del causante, la pensión se
dividirá por la mitad entre aquella y éstos; la parte de los hijos se distribuirá
entre ellos a partes iguales.
B.- Cuando la pensión corresponda a los padres, se dividirá por mitad,
entre los dos.
C.- Si existiere un solo beneficiario, percibirá la totalidad de la pensión.
IV.- CONCEPTO: PERSONAL MILITAR
Los Capítulos VI y VII de la L.C.P.E., que regulan estas pensiones,
aunque bien pudiera reunirse la regulación en un capítulo, ya que se trata sólo
de dos artículos, (el núm. 52 y el 53), tampoco comprende a todo el personal
militar, sino únicamente a los siguientes:
A.- Los que presten el Servicio Militar, en cualquiera de sus formas.
B.- Alumnos de las Escuelas y Academias militares.
C.- Personal interino.
D.- Personal en prácticas.
El haber regulador para los beneficiarios comprendidos en los Apartados
“A” y “B”, es el que en cada momento, corresponde al personal de Tropa y de
Marinería, y se liquidará con arreglo a las normas de las pensiones
extraordinarias establecidas en el Capítulo IV. El personal que con anterioridad
a adquirir su condición de alumno, fuere militar profesional, tendrá los
derechos pasivos correspondientes a los profesionales.26
26
Artículo núm. 31 de la Ley núm. 50/1984, de fecha 30 de Diciembre de 1984, referente a los “Presupuestos
Generales del Estado” para el siguiente año 1985. (Inserto en el “Boletín Oficial del Estado” de fecha 31 de
Diciembre de 1984.)
39
V.- CONCEPTO: FALLECIMIENTO EN ACTO DE SERVICIO.
A.- El concepto denominado “Acto de Servicio”, debe entenderse con
arreglo a lo dispuesto en el Artículo núm. 34 del Decreto núm. 1211/1972, de
fecha 13 de Abril, (“Derechos Pasivos del Personal Militar”), y su
correspondiente Reglamento de fecha 15 de Junio del mismo año.27
Recordemos, a tal efecto pues, que el “Acto de Servicio”, existe cuando
se produce la inutilidad en o a consecuencia del Servicio o por riesgo
específico del cargo.
B.- Para obtener la consideración de “fallecido en acto de servicio”, es
imprescindible la tramitación del expediente previsto en el Artículo núm.30 del
Decreto núm. 1599/72, de fecha 15 de Junio.28
VI.- CONCEPTO: PENSIONES A LAS VICTIMAS DEL TERRORISMO
Aunque de suyo el hecho que lo determinan es algo verdaderamente
terrible y que causa verdadero impacto en la opinión pública, no lo es menos
que quien sufre las consecuencias de los actos terroristas de forma directa o
27
Sentencia de fecha 19 de Abril de 1989 del T.S. Sala 3ª, Sección 2ª.
Ponente: Sr. Sánchez-Andrade y Sal.
“La carencia de concreción conceptual respecto a lo que debe entenderse como fallecimiento en “acto de
servicio” de un miembro de las Fuerzas de Seguridad, en el caso de un policía de una Comunidad Autónoma,
obliga a tener en consideración, a efectos clasificativos, la normativa que a nivel general regula las pensiones
extraordinarias de los funcionarios; ahora bien, la normativa a tener en cuenta para el logro de tal finalidad, no
puede estar constituida sólo y exclusivamente por el Artículo núm. 42 del Decreto núm. 1120/1966 de fecha 21
de Abril, (Ley de los “Derechos Pasivos de los funcionarios de la Administración civil del Estado”), dado que
el concepto de “Acto de Servicio”, es un concepto propio del Derecho administrativo y, más aún del Derecho
administrativo Militar por lo que se hace necesario tener presente lo prescrito en los Artículos núms. 34 del
Decreto núm. 1211/1972, de fecha 13 de Abril, (Ley de “Derechos pasivos del personal militar y asimilado de
las Fuerzas Armadas”); 31 del Decreto núm. 1559/1972, de fecha 15 de Junio, (“Reglamento de la Ley de
derechos Pasivos del personal Militar”) y la Ley núm. 19/1974, de fecha 27 de Junio, (“Clases Pasivas”).
28
Sentencia de fecha 10 de Julio de 1989 del T.S. Sala 3ª, Sección 2ª
Ponente: Sr. Sánchez-Andrade y Sal.
“Para causar la pensión extraordinaria a que se refiere el Artículo núm. 34 del Decreto núm. 1211/1972, de
fecha 13 de Abril, (TR de la Ley de “Derechos Pasivos del personal militar y asimilados de las Fuerzas
Armadas, Guardia Civil y Policía Armada”), de acuerdo con el apartado 2º del mencionado Artículo, es
necesario acreditar, en expediente instruido en la forma y con las garantías que con mayor detalle regula el
Artículo núm. 30 del Reglamento aprobado para la aplicación de la precitada ley, (Decreto núm. 1599/1972, de
fecha 15 de Junio de 1972) que la inutilidad se produjo en acto de servicio o con ocasión o como consecuencia
de él, no pudiendo el C.S.M.J. modificar ni desconocer el señalamiento de los “Haberes Pasivos”, la Orden
Ministerial que declare al interesado en situación de “retirado”, quedando vinculado a esta declaración
mientras la Administración no la declare nula en el procedimiento adecuado.(Cfr. del Tribunal Supremo, Sala
5ª, de fecha 18 de Marzo de 1986.
40
indirecta, son los familiares del fallecido. En el recuerdo de todos, están las
atroces imágenes difundidas por TV, las revistas, la prensa, en atentados de
todo tipo y por ello no hace falta insistir en lo extremadamente cruel que es el
terrorismo y más cuando no respeta a mujeres y niños. Recientemente el
atentado del 11-M.
Como decía un gran Catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad
Complutense de Madrid, el problema independista vasco no es el origen del
terrorismo, sino la acción criminal de quienes no respetan la voluntad popular
ya que los terroristas y quienes les apoyan son una minoría que, cada elección
son menos en número.
Y sin extenderme más, de forma escueta, clara y directa, procuraré
diferenciar los supuestos de estas pensiones, cuyo hecho determinante no
difiera del previsto en el Artículo núm. 47 de la L.C.P.E.
La excepcionalidad y gravedad de todos los actos de terroristas, así
como el impacto que causan en la sociedad en general, no cabe duda que ha
determinado a los legisladores a darles un trato mejor, para paliar aunque sea
mínimamente sus consecuencias.
El primer texto, en el que las consecuencias del terrorismo influyen en
los “Derechos Pasivos”, es el Artículo núm. 148,2, párrafo 2º de la citada Ley,
que eleva la edad máxima de percepción de la pensión de orfandad hasta los
veintitrés años, cuando ésta, fue ocasionada por un acto terrorista de cualquier
tipo.
El haber regulador para estos casos, se fija en el Artículo núm. 49,3 de la
“Ley de Derechos Pasivos”, en el 200% del citado haber regulador
correspondiente, cuando fuere a favor del propio causante. Igual criterio se
mantiene en cuanto a las pensiones a favor de los familiares, que percibirán
también el 200% de la pensión de jubilación que le hubiera correspondido al
causante en unas circunstancias ordinarias..
La pensión se distribuye, entre todos los beneficiarios, de la siguiente
forma:
A.- Concurrencia de viuda e hijos:
La mitad para la viuda y la otra mitad distribuida, en partes iguales entre
los hijos.
B.- Cuando corresponda a los padres:
Se dividirá, entre los dos, a partes iguales.
41
C.- Si existe un solo beneficiario:
Se le adjudicará a él la totalidad.
El artículo núm. 50,2 de la “Ley de Derechos Pasivos”, declara que estas
pensiones no están sujetas a los límites máximos de percepción establecidos en
el Artículo núm. 27,3, es decir, los que señala la L.P.G.E. para cada año.
VII.- CONCEPTO: PENSIONES CORRESPONDIENTES A LOS ALTOS
CARGOS.
Reguladas estas pensiones en el Capítulo V de la “Ley de Derechos
Pasivos” y siguiendo la pauta anti-metódica características de esta Ley dado
que pudieran estarlo en tres o cuatro Capítulos, para una mayor clasificación y
sencillez general, podemos decir que la L.C.P.E. considera como
denominación de “Altos Cargos Públicos”, a los siguientes, sin perjuicio de
que, en el futuro, puedan ser aumentados o disminuidos, por ocasiones
meramente políticas, como ya ha sucedido en más de una ocasión, desde la
entrada en vigor de la Constitución:
A.- Miembros del Gobierno de la Nación, es decir:
- Presidente del Gobierno
- Vice-Presidentes del Gobierno
- Ministros del Gobierno
B.- Los Presidentes del Congreso de los Diputados, del Senado, Tribunal
de Cuentas y Consejo de Estado.
C.- Los Presidentes del Tribunal Supremo de Justicia, del Consejo
Superior del Poder Judicial y también el del Tribunal Constitucional.
D.- Finalmente, el Defensor del Pueblo y el Fiscal General del Estado.
Las pensiones a las que darán lugar, son las de viudedad, orfandad y a
favor de los padres, siempre que todos los funcionarios causantes, hubieren
fallecido o sido declarados fallecidos, con anterioridad a la fecha del 1º de
Enero de 1986.
Con fecha posterior, es decir, la del día 24 de abril de 1992, el Real
Decreto núm. 405/92, extendió los beneficios de esta clase de pensiones a los
ex - Presidentes del Consejo de Ministros. (Ex - Presidentes del Gobierno).
42
La disposición a que nos referimos, se presenta bajo el aspecto de una
revisión del Real Decreto núm. 2102/1983 y, por consiguiente, bajo la forma
de “Estatuto”, término lo suficientemente impreciso para abarcarlo todo,
incluidas la pensión de jubilación que en varios aspectos le concede la norma
ya citada.
Los efectos puramente económicos, se contienen en el artículo núm. 4º,
diferenciados en dos párrafos:
Por el primero de ellos, se les reconoce la pensión de indemnización de
la Ley núm. 74/1980, de fecha 29 de Diciembre del mismo año.
Por el segundo de los referidos párrafos, los “Derechos Pasivos” que les
correspondan, a ellos y a sus familiares, de acuerdo con la L.C.P.
Es verdaderamente notorio – en todos los casos – la total ausencia de
declaración de posibles incompatibilidades, con la percepción de otras posibles
pensiones, que se da en todas las del régimen común y, por supuesto, la
fijación de unos límites económicos a las mismas.
La reducción por Ley de las pensiones de los ex – Ministros, no es
inconstitucional, porque no se trata de derechos individuales.29
29
Sentencia de fecha 23 de Febrero de 1989 del T.S. Sala 3ª, Sección 2ª. Ponente: Sr. Llorente Calama.
“Si bien el Artículo núm. 9,3 CE impone la aplicación de principios de irretroactividad a las disposiciones
restrictivas de los derechos individuales, no puede aceptarse una identificación de esta categoría de derechos
con la que integran los derechos subjetivos, ya que con arreglo al Artículo núm. 5,1 de la “Ley Orgánica del
Poder judicial”, los preceptos y principios constitucionales deberán ser interpretados conforme a los criterios
expresados por el Tribunal Constitucional y, en consecuencia, existiendo precedentes, hay que convenir en la
diferencia sustancial establecida entre los derechos individuales, incluidos en el Título I CE, de los derechos
subjetivos ordinarios, sobre los cuales el legislador puede conceder a la Ley el alcance retroactivo que
considere oportuno, entre los que cabe incluir el relativo a la pensión de los ex – ministros recurrentes,
cuestionada en el caso, que por ello resulta susceptible de supresión, sin recurrir en tacha de
inconstitucionalidad. Pleno. SS. De fecha 4 de marzo de 1982-2,1050 y 4 de febrero 1983-2,120.)
43
44
CAPITULO V
“PENSIONES DERIVADAS DE LA ÚLTIMA GUERRA
CIVIL”
I.- INTRODUCCIÓN
España ha sufrido, a lo largo de su dilatada historia, multitud de guerras
civiles, antes y después de la unificación de la Patria, en tiempos de los Reyes
Católicos, Isabel y Fernando, hasta tal extremo, que nuestra nación es la
primera - ¡trágico galardón por cierto! – de Europa, en el número de las
mismas y también por el número de fallecidos en las guerras.
Si una guerra siempre deja consecuencias desastrosas, tanto para
vencedores como para vencidos, (en ambos bandos hay víctimas, no cabe duda
de ello), en una guerra civil, una guerra entre hermanos y en su propia tierra, es
verdaderamente terrible en todos los aspectos y perdura en la memoria
colectiva y particular durante muchísimo tiempo, bien sea a través de la
transmisión oral de las familias a las que afectó o bien por los libros y
documentos de los respectivos bandos de lucha. (Curiosamente, nuestra última
Guerra Civil, es la que, con diferencia, ha dado origen a una mayor cantidad de
publicaciones, - en el mundo entero, pero especialmente en los países
anglosajones – superior incluso a las referidas a la II Guerra Mundial, la de
Corea o las más recientes del Vietnam o del Golfo Pérsico en el año 1991).
Nuestra última Guerra Civil (1936-39), consecuencia de unas situaciones
límites referidas a diversos campos de la vida nacional y que no pretendo entrar
a juzgar ni muchísimo menos cuando aún viven muchos de los que participaron
en ella, trajo y provocó, como todas las guerras civiles, insisto en ello por ser
trágicamente cruel, una serie de situaciones de desigualdad entre los españoles
afectados, derivadas del bando al que pertenecieron.
45
II.- LA AMNISTIA
La Ley núm. 46/1997, de fecha 15 de Octubre de dicho año, es la norma
fundamental, aunque no es la primera norma de la serie.
El primer lugar corresponde, cronológicamente, al Decreto núm.
670/1976, de fecha 6 de marzo de referido año, en el que se basan las restantes
disposiciones. Tras definir los hechos amnistiados y los efectos generales de la
Amnistía, en su Artículo núm. 7º, se disponen los siguientes puntos:
- Reposición de los funcionarios civiles en la plenitud de sus
derechos.
- El reconocimiento a percibir prestaciones por parte de los herederos
de quienes hubieran fallecido.
- La percepción del “Haber Pasivo” para militares profesionales y
miembros de las fuerzas de Orden Público.
III.- CLASES DE BENEFICIARIOS
Las Normas referidas, que se irán citando a medida que se estudien,
corresponden a los siguientes tipos de personas perjudicadas por los efectos de
la Guerra Civil:
A.- Personal militar profesional.
B.- Personal militar, no profesional.
C.- Personal civil perjudicado por la guerra: Lesionados o mutilados.
D.- Familiares.
IV.- PERSONAL MILITAR PROFESIONAL
La Ley núm. 10/1980, de fecha 14 de Marzo, incluye entre los militares
profesionales, “a quien con anterioridad al 18 de Julio de 1936, se hubieran
reenganchado a algún Cuerpo Militar, algún Cuerpo de Orden Público, el
Escuadrón de Escolta del Presidente de la República o las Escuelas de
marinería de la Armada”.
46
El Real Decreto Ley núm. 6/1978 de fecha 6 de Marzo, regula los
beneficios pasivos que le corresponden y, para ello, señala como tiempo de
servicio el que hubieren estado prestando hasta el 18 de Julio de 1936 y el que
media entre esta fecha y la que les hubiere correspondido jubilarse por edad.
El sueldo regulador será también mediante idéntica “fictio iuris”, el que
le correspondería al empleo que hubieren correspondido por antigüedad en
dicha fecha.
Los familiares con derecho a pensión, se les calcula del mismo modo,
pero hasta la fecha del fallecimiento del funcionario.
Los casos de mutilación de los militares profesionales, se regulan en el
Real Decreto Ley núm. 46/1978, de fecha 21 de Diciembre, que exige para el
percibo de la pensión, estar en posesión de los siguientes requisitos:
A.- Ser militar profesional y tener reconocidos los derechos como tal.
B.- Haber sufrido heridas o lesión corporal sin dolo o culpa grave por su
parte, durante el período en que se desarrolló la guerra, es decir, desde el día 18
de Julio de 1936 al 7 de Abril de 1939.
C.- Tener en el momento de la jubilación de la Ley, una disminución de,
al menos, un quince por ciento (15), de acuerdo con el baremo publicado.
Los beneficios económicos son, la percepción de una pensión, cuyo
porcentaje varía según la puntuación alcanzada, desde el diez por ciento (10%;
mutilación de quince al cuarenta y cuatro por ciento), hasta el cien por cien
(100%), cuando la mutilación iguale o supere los cien puntos.
También disfrutarán de asistencia médico – facultativa, quirúrgica y
protésica en Centros dependientes de la Seguridad Social y las pensiones que
devenguen, pueden ser compatibles con otras.
Sobre todo lo anteriormente expuesto, se entiende que no deben estar
integrados en el Cuerpo de “Caballeros Mutilados de Guerra por la Patria”, hoy
extinguido, y sus derechos pasivos se regulan por el régimen de Clases Pasivas
del Estado, a partir del día 1º de Enero del año 1992, por imperativo legal. Este
colectivo, hasta dicha fecha, estaba siempre en activo. Como caso extremo
podía darse el caso de fallecer a los 100 años y no haberse jubilado.
47
V.- MILITARES NO PROFESIONALES
La Ley núm. 37/1984, considera como tales, a quienes durante la Guerra
Civil (1936-39), formaron parte de las fuerzas Armadas de Orden Público y del
Cuerpo de Carabineros. La Ley comprende a los Oficiales, Suboficiales y
Clases, exigiendo haber obtenido un empleo, al menos de Suboficial, en el
período de la Guerra, o haber ingresado como miembros de las fuerzas de
Orden Público o de Carabineros. Quienes se encuentren en tales condiciones,
tendrán derecho a pensión y a asistencia médico – farmacéutica. Igualmente,
los familiares tienen derecho a la percepción de viudedad u orfandad en su
caso.
La ley anteriormente citada fue desarrollada por el Real Decreto núm.
1033/1985, de fecha 19 de Junio, que especialmente regula el procedimiento
para la obtención de los beneficios que concede la citada Ley.
Los casos de mutilación de este personal, se rigen por la Ley núm.
35/1980, de fecha 30 de Junio, que las define en términos muy amplios. Así
incluye junto a las mutilaciones por acciones de guerra, a las enfermedades
producidas o agravadas en la prestación del servicio y no sólo durante el
período de tiempo de la Guerra Civil, sino también durante el que estuvieren
cautivos.
Se clasifican en las siguientes categorías:
A.- Mutilados de guerra, cuyas lesiones fueron causadas en combate o
cautiverio.
B.- Mutilados en acto de servicio, accidente u otras acciones distintas de
las acciones bélicas, sin intervenir por su parte ni dolo ni culpa grave.
Los mutilados absolutos y permanentes, tendrán derecho a una pensión
básica, otra de mutilación y causarán pensión a favor de sus familiares.
Los mutilados útiles, sólo tendrán derecho a la pensión de mutilación.
48
VI.- PERSONAL CIVIL LESIONADO O MUTILADO EN LA GUERRA
Desde que las guerras las hacen no sólo los soldados profesionales, sino
que participan en ellas, de forma directa o indirecta personas civiles, son estas
las que producen mayor número de bajas mortales y, por ende, de lesionados o
mutilados.
La situación de este personal civil, lesionado o mutilado, fue regulada
por el Decreto núm. 670/1976, de fecha 5 de Marzo dedicado a aquellos que,
habiendo sufrido mutilación por causa de la Guerra Civil, no hubieren podido
ingresar en el “Cuerpo de Caballeros Mutilados de Guerra”.
Estos son los requisitos necesarios para poder percibir algún tipo de
pensión:
1º.- Tienen derecho, los españoles de ambos sexos, cualquiera que sea su
edad.
2º.- Haber sufrido heridas como consecuencia directa o indirecta de
acciones bélicas ocurridas desde el 18 de Julio de 1936 al 1º de Abril de 1939.
3º.- Padecer, con motivo de dichas heridas, una disminución notoria de
sus facultades físicas o psíquicas, en un grado mínimo.
4º.- No pertenecer al “Cuerpo de Caballeros Mutilados de Guerra por la
Patria”.
Los que reúnan las anteriores condiciones, se clasifican en cuatro grados
distintos, según que el porcentaje de incapacidad esté comprendido entre:
-
26 y 44 % = Incapacidad de primer grado.
45 y 64 % = Incapacidad de segundo grado.
65 y 100 % = Incapacidad de tercer grado.
Superior al 100 % = Incapacidad de cuarto grado.
Los que se encuentren en tales condiciones, tendrán derecho a una
pensión que se determinará por el Ministerio de Hacienda y corresponderá a
los perjudicados de cuarto grado.
Los restantes, percibirán pensiones del 75, 50 y 25%, respectivamente.
La Ley núm. 6/1982, de fecha 29 de Marzo, mejora las circunstancias
económicas del personal antes citado, estableciendo, junto a la pensión de
mutilación del Decreto núm. 670/1976, una retribución básica y la integración
en la Seguridad Social.
49
La retribución básica se otorga únicamente a los calificados de segundo,
tercero y cuarto grado, debiendo someterse, para ello, a reconocimiento
médico.
VIII.- BENEFICIOS A FAMILIARES
La Ley núm. 46/1977 de fecha 15 de octubre, llamada “Ley de
Amnistía”, recoge en su Artículo séptimo, párrafo “B”, el reconocimiento a los
“herederos de los fallecidos, del derecho a percibir las prestaciones debidas.
50
CAPITULO VI
“COMPETENCIA Y PROCEDIMIENTO PARA EL
OTORGAMIENTO DE PENSIONES”
I.- COMPETENCIA EN MATERIA DE DERECHOS PASIVOS
La distribución de la competencia para entender en materia de Clases
Pasivas, la regula la LCPE en sus Artículos 11 al 17, y le atribuye, dicha
distribución, a distintos órganos, según se trate de:
1º.- Reconocimiento de derechos pasivos y concesión de prestaciones.
2º.- Pago de prestaciones.
3º.- Reconocimiento de servicios.
II.- “COMPETENCIA PARA EL RECONOCIMIENTO DE DERECHOS
PASIVOS Y CONCESIÓN DE PRESTACIONES”
Tanto el reconocimiento de “Derechos Pasivos”, como la concesión de
prestaciones, compete a la Dirección General de Costes de Personal y
Pensiones Públicas del Ministerio de Hacienda y Dirección General de
Personal del Ministerio de Defensa. (Artículo 11).
III.- “COMPETENCIA PARA EL PAGO DE LAS PRESTACIONES DE LAS
CLASES PASIVAS DEL ESTADO”
En esta materia, la Ley distingue entre la “ordenación del pago” y la
“realización de las funciones materiales”.
Por lo que a la ordenación del pago respecta, corresponde a la Dirección
General del Tesoro y Política Financiera.
La realización material, corre a cargo de las Cajas, tanto Central como
periféricas, del Ministerio de Hacienda.
51
La propia Dirección General citada, consigna el pago en la Delegación
de Hacienda donde tiene fijada la residencia el pensionista.
IV.- “COMPETENCIA PARA EL RECONOCIMIENTO DE SERVICIOS”
Esta materia es más compleja y la Ley se ve Obligada a distinguir entre
seis diferentes Ramas de la Administración: cinco específicas y una genérica.
Estas son:
A.- Administración Civil.
B.- Administración Militar.
C.- Administraciones Territoriales.
D.- Administración de Justicia.
E.- Las Cortes Generales.
F.- Otros órganos Constitucionales o Estatales. (Artículo 13,1).
Finalmente dedica dos Apartados, el “G” y el “H”, a tratar de dos
supuestos especiales:
G.- Los “Derechos Pasivos” derivados del ejercicio de cargos públicos.
H.- Los años de cotización a cualquiera de los regímenes de la Seguridad
Social.
En los casos citados, la competencia corresponde a:
A.- Administración Civil del Estado:
A los Subsecretarios de los diferentes Departamentos Ministeriales, por
los servicios prestados en los Servicios centrales; y a los Delegados de
Gobierno, por los prestados en órganos periféricos.
B.- Administración Militar:
Al Subsecretario de Defensa.
C.- Administraciones Territoriales:
A las Comunidades Autónomas y corporaciones locales, a través de los
órganos Delegados en cada Provincia.
D.- Administración de Justicia:
Corresponde al Consejo General del Poder Judicial, para los servicios
prestados en la Carrera Judicial.
52
Los servicios prestados en la Carrera Fiscal, a la dirección General de
Relaciones con la Administración de Justicia del Ministerio de Justicia.
Los restantes funcionarios, al Secretariado de la Administración de
Justicia.
E.- Servicios prestados a las Cortes Generales:
A los servicios administrativos competentes de dichas Cortes.
El supuesto del Apartado “F” del citado Artículo: “Otros órganos
constitucionales o estatales”, se remite a los servicios correspondientes a cada
uno de estos órganos. (Habitualmente los servicios de personal y Secretario
General).
F.- Los años de cotización a cualquiera de los regímenes de la Seguridad
Social o a la Mutualidad Nacional de Previsión de Administración Local, al
organismo respectivo a quien corresponda, según determina el Artículo 32,3 de
la Ley de “Derechos Pasivos”.
Debe distinguirse, necesariamente, entre el reconocimiento de servicios
que corresponde a los órganos mencionados y su cómputo, a los efectos del
Régimen de “Clases Pasivas”. Este último, corresponde, en exclusiva, a la
Dirección General de Costes de Personal y Pensiones Públicas.
V.- “PROCEDIMIENTO PARA LA CONCESIÓN DE LAS PENSIONES”
No existe un procedimiento diferente al de la LPA para la tramitación de
las pensiones y prestaciones.
La Ley de “Derechos Pasivos”, se ocupa de regular, (Artículo 145), la
materia de los recursos.
Las Resoluciones de las Direcciones Generales citadas (“Costes de
personal y Pensiones Públicas”) y (Dirección General de Personal del
Ministerio de Defensa), deberán ser recurridas ante el Tribunal Económico
Administrativo Central, como requisito previo para interponer el
correspondiente recurso contencioso-administrativo.
53
Las Resoluciones de dichas Direcciones Generales, resolviendo los
recursos de alzada, no pueden, según la Ley de “Derechos Pasivos”, ser
recurridas directamente ante la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, sino
que, previamente, ha de interponerse otro recurso de alzada ante el Tribunal
Económico-Administrativo Central, excepto la Administración Militar que
pasa directamente al Tribunal Superior de Justicia.
Si a esto se añade la posibilidad de interponer recurso de reposición
previo al contencioso-administrativo, no debe extrañar la lentitud de la
resolución de las cuestiones en materia de “Clases Pasivas”.
El número 6 del Artículo núm. 14 de la Ley de “Derechos Pasivos”,
declara que se consideraran recursos las solicitudes en las que se alegue:
- Haber desaparecido la incompatibilidad o la concurrencia de
pensiones.
- Existencia de hechos o derechos que no se tuvieron en cuenta al
dictarse el acuerdo primitivo.
1.- “LAS DECLARACIONES PREVENTIVAS”
El Artículo núm. 17 de la L.C.P.E., prohíbe las declaraciones
preventivas, atendiendo como tales, las que:
A.- Se solicitan, con anterioridad, al hecho causante.
B.- Aquellas en las que el eventual titular, no reúna aún todos los
requisitos.
En principio, la norma parece adecuada, si bien no hay ningún
inconveniente en que la Administración adopte acuerdos sometidos a
condición; que, en estos casos, serían:
a.- La concurrencia del hecho causante.
b.- La reunión de la totalidad de los requisitos.
El derecho a pensión no depende de una condición, sino de un término,
(aunque sea del tipo “incertus an, certus quando”), como ocurre con el hecho
de la Jubilación.
54
Una adecuada regulación de este punto, que permitiera adoptar el
Acuerdo con todas las garantías posibles, evitaría que el jubilado tardara
meses, e incluso años, en poder cobrar su correspondiente pensión.
2.- “TRAMITACIÓN”
Las pensiones de los Funcionarios Civiles de Estado, se tramitan a través
de la “Dirección General de Costes de Personal y Pensiones Públicas” del
Ministerio de Economía y Hacienda.
Las pensiones causadas por los militares profesionales o por quienes
estuvieran cumpliendo el correspondiente Servicio Militar en cualquiera de sus
formas, se tramitarán a través de la “Dirección General de Costes de Personal y
Pensiones Militares”, del Ministerio de Defensa.
3.- “RESOLUCIÓN”
En el caso de los funcionarios civiles del Estado, o sus familiares con
derecho, una vez estudiado el expediente, resuelve sobre su concesión o
denegación la Dirección General de Costes de Personal y Pensiones Públicas
del Ministerio de Hacienda, el cual, una vez dictada la resolución, ordenará la
consignación del pago en la Delegación de Hacienda, a la que corresponda el
domicilio del pensionista.
En el caso de los funcionarios militares o sus familiares con derecho, la
resolución del expediente compete a la Dirección General de Personal del
Ministerio de Defensa, el cual, una vez reconocido el señalamiento de haber
pasivo o pensión, se consignará el pago en la Delegación de Hacienda donde
resida el pensionista.
55
56
CAPITULO VII
“MODIFICACIÓN DE PENSIONES”
I.- CONCEPTO
Las pensiones, a lo largo de su disfrute, pueden sufrir modificaciones, es
decir, cambios que van desde su extinción, a la revalorización, incluyendo
tipos intermedios de alteración.
La modificación de las pensiones, puede tener carácter:
- General: De todas las pensiones.
- Particular: De la pensión de un beneficiario.
II.- CONCEPTO. – “MODIFICACIONES GENERALES”.
La más importante es la revaloración de las pensiones que anualmente se
decide, poniéndolas de acuerdo con el oportuno y correspondiente “I.P.C.”,
publicado por los organismos competentes del propio Gobierno.
Se trata de la modificación más frecuente de todas, ya sea normal o
general.
Además de ello, la correspondiente pensión revalorizada, debe tener un
importe mínimo coincidente con el señalado en el “Régimen General de la
Seguridad Social”, lo que, de suyo, constituye también un elemento
modificador.
Igualmente puede considerarse como modificación general, la norma que
aumenta el límite máximo a percibir, norma que suele acompañar a la anterior
y en proporción semejante. (Artículo núm. 27,3, de la ley “L.C.P.E.”).
57
III.- CONCEPTO.- “MODIFICACIONES PARTICULARES”.
Son numerosas y pueden pertenecer a las siguientes categorías:
A.- Extinción
B.- Nuevo cálculo de la pensión
C.- Revisión
D.- Suspensión
A.- LA EXTINCIÓN
La extinción puede tener lugar por dos causas diferentes:
a.- Muerte del beneficiario.
b.- Pérdida de las condiciones que se exigen para serlo.
Con la muerte del beneficiario, termina su derecho a percibir la pensión.
Sin embargo, dada la existencia del derecho de acrecer en algunos
beneficiarios, hay una transmisión, por voluntad de la Ley, que modifica la de
otros beneficiarios.
La pérdida de las condiciones que se exigen para serlo, tiene tantas
variantes como condiciones existen, pero las dos causas más frecuentes son:
- El subsiguiente matrimonio del cónyuge supérstite, (pensión de
viudedad) y, en las de
- Orfandad, al alcanzar el beneficiario la edad de veintidós años.
El hecho de que los mayores de veintidós años puedan, a veces, seguir
percibiendo la pensión de orfandad, - si estuvieran incapacitados para todo
trabajo y disfrutaren del beneficio de justicia gratuita- hace surgir una nueva
pensión, diferente de la anterior, cuya principal característica es al revisibilidad
periódica de la que nos ocuparemos más adelante.
58
B.- NUEVO CALCULO DE LA PENSION
Puede implicar o un aumento o una disminución de la correspondiente
pensión, según sea la causa determinante del oportuno cálculo.
Hay un nuevo cálculo, cuando surge un nuevo derechohabiente, a tenor
de lo prescrito en los artículos núm. 37 y 42,6 de la Ley “L.C.P.E.”
La existencia del derecho de acrecer contenido en los Artículos 49,3 de
la Ley de “Derechos Pasivos”, constituye una causa para calcular, de nuevo, la
referida pensión.
C.- REVISION DE LA PENSION
La administración puede revisar las pensiones en cualquier momento, de
acuerdo con las normas generales que le permiten revisar sus propios actos,
pero aquí, nos referimos a las revisiones específicas de la LCP. Estas son tres:
a.- La general del artículo 33,3
b.- La de jubilación por incapacidad permanente
c.- La extraordinaria de orfandad, por incapacitación
El Artículo 33,3, establece unas revisiones periódicas de las pensiones
de jubilación de los funcionarios civiles y militares del Estado, referentes a su
“situación económica”.
D.- SUSPENSIÓN
La suspensión de la pensión se produce cuando el beneficiario percibe
rentas de trabajo procedentes del sector público y dura mientras persiste esta
circunstancia. (Artículo núm. 33,2).
59
A ellos se equiparan quienes hubieran sido elegidos miembros de las
Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas o de las
Corporaciones Locales. Se nota a faltar una clara referencia a los miembros del
Congreso y Senado, quienes, “a priori”, deberán incluirse aquí.
Otro tipo de suspensión, es la llamada “cautelar”, (Artículo núm. 21,2),
que se produce cuando es “requerido el titular para que informe sobre su
aptitud legal para percibir la pensión o su situación económica”.
Caso rarísimo, - pero posible- de modificación de la pensión, lo
constituirá la de aquél que hubiere sido declarado fallecido y apareciere al cabo
del tiempo, en cuyo caso, cesan los efectos de la pensión que se otorgó de
acuerdo con los Artículos núms. 34.2 y 3 de la LCP.
IV.- INICIO DE LOS EFECTOS
El señalamiento de nuevas pensiones, producirá su efecto a partir del día
primero del mes siguiente en que se produjo a la solicitud y sin perjuicio de las
acciones que pudieren corresponder al nuevo titular ante la jurisdicción
ordinaria.
60
CAPITULO VIII
“EXTINCION DE LAS PENSIONES”
I.- CONCEPTO
Todos los derechos nacen, producen sus efectos durante un tiempo más o
menos largo y definitivamente se extinguen; las pensiones no son una
excepción. Estas, como aquellos, adquieren su condición de derechos y
desaparecen del mundo jurídico en virtud de ciertos hechos a los que la ley
concede la facultad de causar el nacimiento o la muerte de los derechos
subjetivos.
Tales “hechos”, son, en ocasiones, futuros y ciertos; en otras, son futuros
pero inciertos, o sea, hechos sometidos, respectivamente, a término y
condición.
Algunos autores reservan la palabra “Extinción”, para las ocasiones en
que el cese de los efectos jurídicos, viene causado por el cumplimiento de un
plazo, (término) y “caducidad”, para aquellas en que sobreviene una condición.
La LCP los emplea indistintamente y aquí se emplean también así.
II.- FORMAS DE EXTINCION
De acuerdo con lo que se dijo en el Apartado anterior, la cesación de los
efectos jurídicos de las pensiones puede ser determinada por el cumplimiento
de un término o por el incumplimiento de una condición.
A.- El cumplimiento de un término, ofrece los siguientes tipos:
a) Muerte del beneficiario
b) Alcanzar el beneficiario una determinada edad
c) Transcurso de un determinado plazo
61
B.- Las condiciones pueden ser:
a)
b)
c)
d)
Pérdida de aptitud legal del beneficiario
Cambio de su estado civil
Comparecencia de tercero, con mejor derecho
Desaparición de la incapacidad que determinó la jubilación
extraordinaria
e) Comparecencia del ausente declarado fallecido
f) Incurrir en incompatibilidad
A.- EXTINCION POR CUMPLIMIENTO DE UN TÉRMINO
Reviste tres formas fundamentales que, en orden de frecuencia, son las
siguientes:
1.- Fallecimiento del beneficiario.
Esta causa no requiere especial explicación: Se trata de una condición
“certus an, incertus quando” que produce la extinción de los derechos del
beneficiario sin perjuicio de que, en determinados, y a partir de este momento,
nazcan derechos a otras pensiones: Viudedad, orfandad, a favor de padres.
2.- Alcanzar el beneficiario una determinada edad, es la forma normal de
extinción de las pensiones de orfandad. El Artículo 41 de la LCP incluye esta
particularidad en la propia definición de la prestación cuando dice: “...tendrán
derecho a la pensión... los hijos del causante que fueren menores de veintiún
años...”
El Artículo 48.2 de la Ley de “Derechos Pasivos”, modifica la norma
anterior, ampliándola hasta los veintitrés años para las pensiones de orfandad
derivadas de víctimas del terrorismo.
62
B.- EXTINCIÓN POR CUMPLIMIENTO DE CONDICIONES
1.- El cambio del estado civil, es la forma típica de extinción de las
pensiones de viudedad.
Históricamente, se viene manteniendo esta causa siempre sin perjuicio
de la pensión que pudiere corresponderle a consecuencia del segundo
matrimonio.
2.- Pasividad del beneficiario.
La pasividad del beneficiario es, en principio, causa suficiente para la
pérdida de toda clase de derechos, cuanto más de los “Derechos Pasivos”.
Las formas habituales –o al menos previstas por la ley de “Derechos
Pasivos”- en que la pasividad del beneficiario determina efectos de caducidad
en la pensión, son las siguientes:
a) Retraso en la petición, achacable al beneficiario, que deja transcurrir
más de cinco años, desde que ocurrió el hecho causante de la pensión
sin solicitarla.
En este caso, los efectos económicos sólo se producen desde primeros
del mes siguiente al día en que se realizó la petición. Implica, pues,
caducidad de las prestaciones que le pudieran haber correspondido
durante el tiempo en que se retrasó sin pedirla. (LCP. Artículo núm.
8.2).
b) Iniciado el expediente, si este se ve paralizado por causas imputables
al interesado durante un período de cinco años, anula los efectos de la
anterior petición y estos sólo se reproducen a partir del momento en
que el peticionario subsane el defecto que impidió la prosecución del
expediente. (LCP. Artículo núm. 7.2).
c) El beneficiario deja pasar la revista exigida por el Artículo 70.2 del
Reglamento.
Los pensionistas son dados de baja en la nómina correspondiente al
siguiente mes en que debieron pasar revista.
63
3.- Comparecencia de tercero con mejor derecho.
Según el Artículo núm. 11.2 del Reglamento, la aparición de alguien con
mejor derecho, determina la suspensión cautelar del percibo de la pensión y,
tras la información oportuna, la designación del nuevo titular que, lógicamente
produce la extinción de la pensión anterior.
4.- Desaparición de la incapacidad que determinó la jubilación
extraordinaria prevista en el Texto refundido del año 1966 que, por tanto ahora
tiene valor de Reglamento.
En su Artículo núm. 28.2, declara revisable, en cualquier tiempo, la
situación de jubilación por incapacidad permanente hasta que el funcionario
alcance la edad de jubilación normal. Consiguientemente, si en una hipotética
revisión se viere que ha desaparecido la causa – por los milagros de la ciencia o
por la ciencia de los milagros- la incorporación del funcionario “recuperado”,
provocaría la extinción de la pensión que venía percibiendo. La hipótesis es
rara, no es muy normal, pero perfectamente aceptable.
III.- INCOMPATIBILIDADES
Estudiadas legislaciones de países tan socialmente avanzados, como las
de la República Alemana o la del Reino Unido de Gran Bretaña, se observa –
en relación con la nuestra-la diferencia de criterios con respecto al trato del
funcionario que termina su vida laboral en la Administración y pasa a percibir
una pensión de ese Estado al que durante tantos años ha servido.
Es una consecuencia de lo que se ha dado en llamarse “filosofía” del
legislador, que en definitiva no es ni más ni menos que la “ratio legis”, que el
citado legislador, entiende que las pensiones se dan para cubrir una necesidad y
por supuesto – erróneamente- se considera, se cree, que no constituyen un
derecho privado del trabajo, mejor o peor pagado, mejor o peor realizado, a
favor de la Administración. Es una constante que siempre se ha mantenido
desde el principio de la existencia de las pensiones y mientras no hay un
cambio de mentalidad general, así seguirán las cosas, por lo que, pensándolo
así, el legislador introdujo en la normativa actual el concepto de
“incompatibilidad”, cuya presencia acaba con el derecho a la pensión.
64
Ha establecido tres tipos de incompatibilidades. A saber:
A.- Incompatibilidad dentro del propio régimen de “Clases Pasivas.”
B.- Incompatibilidad con pensiones procedentes de la Seguridad Social.
C.- Incompatibilidad con algunas rentas de trabajo del beneficiario.
65
66
CAPITULO IX
“SITUACIÓN DE LOS REGÍMENES ESPECIALES DE LOS
FUNCIONARIOS PÚBLICOS EN EL SISTEMA DE LA
SEGURIDAD SOCIAL ESPAÑOLA”
I.- ESTRUCTURA DEL SISTEMA PÚBLICO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
ESPAÑOLA.
A.- Presupuestos
El estado social, en su concepción moderna, acomete como uno de sus
objetivos prioritarios la protección suficiente de sus ciudadanos ante
situaciones de necesidad individualizadas que pudieran afectarles.
En el Estado español, en su Administración Pública, hay un sector de
actividad de la misma que abarca la gestión de ese objetivo que es la
protección social de los ciudadanos; se trata de la Administración de la
Seguridad Social.
Para la consecución de este fin el Estado crea y articula un conjunto de
medidas y mecanismos sociales, económicos y jurídicos encaminados a dar
cobertura suficiente a sus ciudadanos, ante determinadas contingencias que
originan estados de necesidad individualizados.
Este conjunto de medidas y mecanismos es lo que se identifica como el
Sistema Público de Seguridad Social. Por tanto, la gestión de la Seguridad
Social está atribuida al Estado, es decir, es una función pública. Se excluye de
la Administración a los particulares (empresas) y asimismo está totalmente
excluido el ánimo de lucro mercantil. La gestión se realiza a través de las
Entidades Gestoras (de carácter público), correspondiendo actualmente su
dirección, vigilancia y tutela al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Dentro del Sistema de la Seguridad Social se incluyen otras instituciones
afines como la Asistencia Social, los Servicios Sociales y la Seguridad Social
voluntaria, correspondiendo al Estado la coordinación de todas estas
instituciones.
67
En este contexto, los presupuestos normativos jerarquizados del Sistema
Público de la Seguridad Social Española son: El Derecho Internacional
(básicamente el Comunitario Europeo), la Constitución Española, la Ley
General de la Seguridad Social y los Reglamentos generales y particulares.
El núcleo central de esta pirámide normativa jerarquizada es la
Constitución Española, que en su artículo 41 establece que “los poderes
públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los
ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante
situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y
prestaciones complementarias serán libres”
Es bueno recordar que el artículo 41 de la Constitución se enmarca en el
Título I “de los derechos y deberes fundamentales” y en el capítulo III “de los
principios rectores de la política social y económica”. Este marco normativo da
idea de la trascendencia del precepto en el entorno de la acción administrativa
estatal.
B.- Contenido del sistema publico de la seguridad social española
Actualmente el Sistema Público de la Seguridad Social Española se
estructura en tres grados:
a) Primer grado: público, mínimo y universal.
b) Segundo grado: público, básico, profesional y obligatorio.
c) Tercer grado: Semipúblico, complementario, libre y voluntario.
a) Primer grado: público, mínimo y universal.
El primer grado tiene su exponente preclaro en las prestaciones no
contributivas de la Seguridad Social que establece y regula la Ley 26/1990, de
20 de diciembre (B.O.E. de 22 Diciembre de 1990).
La finalidad de esta Ley es extender el derecho a las pensiones de
jubilación e invalidez y las prestaciones económicas por hijos a cargo del
Sistema de la Seguridad Social a todos los ciudadanos, aún cuando no hayan
cotizado nunca o no lo hayan hecho por el tiempo suficiente para alcanzar
prestaciones del nivel contributivo. Siempre que se encuentren en situación de
necesidad protegible y carezcan de recursos económicos suficientes en el límite
que normativamente se prefija.
68
La condición de pensionista que se reconoce al amparo de la Ley
26/1990, lo es a plenos efectos y lleva aparejadas las prestaciones anexas de
asistencia sanitaria y servicios sociales.
La Financiación de estas prestaciones es a cargo exclusivo de los
Presupuestos Generales del Estado; y su gestión está encomendada a las
Comunidades Autónomas, y en las Comunidades Autónomas en las que no se
ha producido la descentralización de estas competencias, corresponde al
Instituto Nacional de los Servicios Sociales.
Estamos ante un grado del Sistema, cuyas notas características son:
- Publico: se gestiona en exclusiva por los poderes públicos.
- Mínimo: las prestaciones que comprende por su cuantía y
contenido tienen un nivel de capacidad protectora mínima.
- Universal: se extiende su ámbito subjetivo de aplicación a todos
los ciudadanos.
b) Segundo grado: público, básico, profesional y obligatorio.
Este ámbito del Sistema es el originario, y también el mas amplio y
desarrollado.
Comprende aquel conjunto de prestaciones que el Estado (por eso es
público) articula con carácter “obligatorio” para determinados ciudadanos que
desarrollan ciertas actividades laborales (profesional).
La acción protectora dispensada es suficiente (básica) y garantizada por
la acción tutelar del Estado.
En este estrato se amparan las diferentes prestaciones (jubilación,
incapacidad laboral transitoria,...) que comprende la acción protectora de los
regímenes tradicionales (General, Trabajadores Autónomos,...) que integran el
Sistema.
Sobre este punto volveremos posteriormente y es sobre el que se ubican
propiamente los genéricamente llamados “Regímenes de Seguridad Social de
Funcionarios Públicos”.
c) Tercer grado: semipúblico, complementario, libre y voluntario.
Es el de más reciente aparición y por esto mismo menos desarrollado.
69
Sus notas características son:
- Semipúblico: en la gestión interviene determinadas entidades
autorizadas conforme a la normativa aplicable, y que actúan bajo la acción
supervisora de la Administración Pública.
- Complementario: en cuanto la acción protectora dispensada mejora y
complementa en la generalidad de los casos la propia del segundo grado básico
y profesional.
- Libre: en el sentido de que puede ser gestionado o administrado por los
particulares, sin excluir al Estado que puede prestar este nivel complementario
en concurrencia con los particulares.
- Voluntario: Por cuanto no es obligatorio para el ciudadano.
El exponente máximo de este tercer grado del Sistema, es, sin duda, la
Ley 8/1987, de 8 de junio de Regulación de los Planes y Fondos de Pensiones.
Esta Ley atribuye a los Planes la naturaleza jurídica de Instituciones de
previsión voluntaria y libre, cuyas prestaciones de carácter privado tienden a
complementar la protección pública del Sistema, aunque pueden desarrollarse
con carácter independiente al mismo.
Los Fondos de pensiones toman la naturaleza de patrimonios separados e
independientes de las entidades que los promueven.
El Plan de Pensiones se plasma en un contrato que regula los derechos y
obligaciones de quienes intervienen en él, (promotor, partícipes y
beneficiarios). La financiación depende de la modalidad del Plan; pudiendo
ser, a cargo exclusivo del promotor, (frecuentemente en los que se desarrollan
en el ámbito exclusivo de la empresa), o a cargo exclusivo del partícipe (como
en el caso de los planes individuales). Es habitual los supuestos de financiación
mixta partícipe-promotor.
Las prestaciones abarcadas por los planes de pensiones son la jubilación,
la invalidez total o absoluta y la viudedad y orfandad causadas por el
fallecimiento del partícipe.
Además del promotor, partícipe y beneficiarios, es imprescindible en el
Fondo de Pensiones el concurso de la entidad gestora (con una función
administradora), el depositario (que custodia los valores constitutivos del
Fondo), y la Comisión de Control del Fondo de Pensiones (con una función
supervisora).
70
En definitiva, con este tercer grado del Sistema de Seguridad Social, se
está dando cumplimiento a la previsión del último párrafo del artículo 41 de la
Constitución Española “La asistencia y prestaciones complementarias serán
libres”.
En conclusión, en los tres grados apuntados se circunscribe el ámbito
objetivo (acción protectora) y subjetivo (sujetos amparados) del Sistema
Público de la Seguridad Social Española.
Corresponde ahora profundizar en el contenido de estos ámbitos del
sistema concretando su composición. Para ello nos centramos en el grado
público –básico-profesional-obligatorio, en cuyos límites vamos a discurrir en
el siguiente capítulo para conocer sus elementos componentes subjetivos y
objetivos.
II.- COMPOSICIÓN DEL SISTEMA PÚBLICO DE LA
SEGURIDAD SOCIAL. Situación de los Regímenes de los
Funcionarios Públicos.
El ámbito de nuestro estudio, se circunscribe muy fundamentalmente en
el grado del Sistema que hemos definido como público, básico, profesional y
obligatorio.
Pues bien, este grado del Sistema se integra por diferentes regímenes.
En primer lugar, por tanto, hay que aclarar el concepto de régimen de
Seguridad Social; se trata de aquel conjunto de normas que regulan los
dispositivos de protección social para un colectivo profesional determinado.
En sentido amplio, nos encontramos con dos grandes bloques de
regímenes: los internos y los externos.
Son regímenes internos, aquellos que forman parte propiamente del
Sistema público de Seguridad Social, por tener un origen laboral.
A su vez, en este bloque de regímenes internos hay que hacer, una
distinción importante:
a) Régimen General; que incluye a los trabajadores por cuenta ajena o
asimilados, de la industria y los servicios.
71
b) Regímenes Especiales; que son los establecidos en aquellas
actividades profesionales que por su naturaleza, sus peculiares
condiciones de tiempo y lugar o por la índole de sus procesos
productivos se hiciese preciso para la adecuada aplicación de los
beneficios de la Seguridad Social.(Regímenes de Autónomos,
Agrario, Mar, Hogar, y Minería del Carbón).
Son regímenes externos, aquellos que formando parte del Sistema
Público de la Seguridad Social aglutina a colectivos profesionales no
propiamente laborales, como son los funcionarios públicos. (Administración
General del Estado, personal de las Fuerzas Armadas y funcionarios al servicio
de la Administración de Justicia).
Una vez apuntado este criterio de distinción de los Regímenes del
Sistema, basado en la intensidad del condicionante laboral de la actividad
ejercida por el colectivo integrado en el Régimen de que se trate conviene
pasar a la enumeración de los Regímenes existentes.
Apartado el Régimen General, como “régimen patrón”, el artículo 10 de
la Ley General de la Seguridad Social, texto refundido aprobado por Real
Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, B.O.E. nº 29 de junio, enumera los
grupos profesionales que se consideran Regímenes Especiales, que son los
siguientes:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
Trabajadores por cuenta ajena dedicados a las actividades
agrícolas, forestales y pecuarias, así como los titulares de
pequeñas explotaciones que las cultive directa y personalmente
(Régimen Especial Agrario).
Trabajadores del mar.
Funcionarios públicos, civiles y militares.
Trabajadores por cuenta propia o autónomos.
Empleados de Hogar.
Estudiantes.
Los demás grupos que determine el Ministerio de Trabajo por considerar
necesario el establecimiento para ellos de un Régimen Especial. Estos
Regímenes Especiales determinados por el Ministerio son los siguientes:
Minería del Carbón, los de trabajadores ferroviarios, artistas, toreros,
futbolistas y escritores de libros. No obstante, de estos Regímenes Especiales
sólo subsisten en la actualidad el de la Minería del Carbón ya que los restantes
han sido integrados en el Régimen General, excepto el de los Escritores de
libros que lo ha sido en el Régimen Especial de los Trabajadores por cuenta
propia o autónomos. Esta integración se llevó a efecto por Decreto 2621/1986,
72
de 24 de diciembre, (B.O.E. 30/12/1986) que desarrolla la Disposición
Adicional Segunda de la Ley 26/1985 de 31 de julio (B.O.E. 01/08/1986).
Los Regímenes Especiales de funcionarios públicos, civiles y militares,
Agrario y Trabajadores del Mar, tienen prevista su regulación mediante una
Ley específica, y los restantes Regímenes Especiales por Decreto. Preside toda
la regulación de los Regímenes Especiales el principio de tendencia a la
máxima homogeneidad con el Régimen General, siempre que lo permitan las
disponibilidades financieras del Sistema y las características de los distintos
grupos laborales afectados por dichos Regímenes.
La ordenación del sistema debe estar inspirada por la tendencia a la
unidad. Y a tal fin prevé que el Gobierno pueda disponer, la integración de
cualquiera de los Regímenes Especiales (excepto funcionarios públicos, agrario
y trabajadores del mar) en el Régimen General, siempre que sea posible
teniendo en cuenta las peculiares características de los grupos afectados y el
grado alcanzado en su regulación, o en otro Régimen Especial si lo aconsejan
las características de ambos regímenes y se logra de esta forma una mayor
homogeneidad con el Régimen General. En este sentido, constituye un paso
decisivo el citado Decreto 2621/1986.
Se debe destacar en este punto, la integración llevada a cabo en el
Régimen General de la Seguridad Social del colectivo de funcionarios de la
Administración Local, cuyo Régimen Especial era gestionado por la
Mutualidad de Previsión Nacional de la Administración Local (MUNPAL).
La norma que dispuso la integración fue el Real Decreto 480/1993, de 2
de abril, por el que se integra en el Régimen General de la Seguridad Social el
Régimen Especial de la Seguridad Social de los Funcionarios de la
Administración Local (BOE 03-04-93).
Señalar que el artículo 11 de la citada Ley General de la Seguridad
Social prevé el establecimiento de Sistemas Especiales en aquellos Regímenes
de la Seguridad Social que resulte necesario y exclusivamente en alguna o
algunas de las materias de encuadramiento, afiliación, forma de cotización o
recaudación. Así, entre otros, están establecidos en el Régimen General, el
Sistema Especial de Frutas y Hortalizas, de la industria resinera, etc…
Como grandes principios generales del Sistema Español de Seguridad
Social, en su tendencia a la unidad y homogeneidad, tenemos:
73
a)
b)
La previsión de totalización de los períodos de permanencia en
cada uno de los Regímenes siempre que no se superpongan,
cuando los sujetos protegidos pasen de unos regímenes a otros
(artículo 9 de la L.G.S.S.)
El cómputo recíproco de cuotas entre los regímenes de
Seguridad Social. En este sentido un paso decisivo lo
constituye el Real Decreto 69/1991, de 12 de abril (B.O.E. 1de
mayo de 1991), sobre cómputo recíproco de cuotas entre
regímenes de Seguridad Social, que viene a regular el cómputo
reciproco de cotizaciones entre el Régimen de Clases Pasivas
del Estado y el Régimen General y Regímenes Especiales del
Sistema de Seguridad Social, o sustitutorios de aquellos.
Llegados a este punto conviene recalcar, como ya hemos visto, que la
Ley General de la Seguridad Social, en su artículo 10, punto 2 d) considera
“los funcionarios públicos civiles y militares” como uno de los grupos
profesionales cuya protección social va ser dispensada a través de un Régimen
Especial.
Cabe concluir señalando que el camino hacia la unidad total del Sistema
está dando pasos decisivos que, sin lugar a dudas, van a continuar de forma
contundente en los años venideros hasta la consecución de un Sistema Unitario
de Seguridad Social.
III.- EL CÓMPUTO RECÍPROCO DE COTIZACIONES ENTRE EL
RÉGIMEN DE CLASES PASIVAS DEL ESTADO Y LOS RESTANTES
REGÍMENES DEL SISTEMA PÚBLICO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
ESPAÑOLA.
Por su interés y trascendencia reproducimos literalmente el contenido del
citado Real Decreto 691/1991, de 12 de abril, sobre cómputo recíproco de
cuotas entre Regímenes de Seguridad Social. (BOE de 1 de mayo, corrección
de errores de 23 de mayo):
“La disposición adicional quinta de la Ley 30/1984, de 2 de agosto, de
Medidas para la Reforma la Función Pública, prevé la aprobación por el
Gobierno de las normas reglamentarias que regulen el cómputo recíproco de
cotizaciones entre el Régimen de Seguridad Social de los funcionarios públicos
y los distintos regímenes integrados en el Sistema de la Seguridad Social.
74
Por su parte, el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social
de 30 de mayo de 1974, en su artículo 6.º, prevé el establecimiento de fórmulas
generales de coordinación de acciones entre las Entidades y Servicios del
Sistema de la Seguridad Social y los demás Organismos que cumplan
funciones afines, lo que permite incluir en dicha coordinación general a los
regímenes de Seguridad Social de cualesquiera funcionarios públicos.
Asimismo, el punto 2 del artículo 9.º de dicha Ley contempla la posibilidad de
computar períodos de permanencia en cada uno de los distintos regímenes del
Sistema, siempre que dichos períodos no se superpongan, previendo que se
dictarán las normas reglamentarias relativas al tiempo, alcance y condiciones
para la conservación de los derechos en curso de adquisición de las personas
que pasen de unos a otros regímenes. (Véanse los artículos 6.º y 9.º2 del Real
Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio)
De otro lado, y como antecedente de la norma que ahora se dicta, cabe
aludir al artículo 32.1.e), del texto refundido de la Ley de Clases Pasivas del
Estado, aprobado por Real Decreto Legislativo 670/1987, de 30 de abril,
mediante el cual se abordaba, si bien de forma parcial, el cómputo de
cotizaciones a otros regímenes de Seguridad Social públicos y obligatorios en
el de Clases Pasivas del Estado.
Conviene ahora profundizar en el desarrollo de aquellas previsiones
legales y soluciones parciales arbitradas, dotando de unidad a la materia. Y ello
bajo dos directrices esenciales: permitir la mayor amplitud en cuanto a su
ámbito de aplicación personal y facilitar una gestión ágil y simplificada, en lo
posible; evitando para ello la incorporación de normas que supongan
alteraciones en las peculiares disposiciones sustantivas y procedimentales que
caracterizan a las legislaciones propias de cada uno de los regímenes en
concurrencia. Para satisfacer ambos objetivos el presente Real Decreto
contempla dos criterios de ordenación básicos.
El primero, consiste en extender su aplicación al personal funcionario de
la Administración Militar, de la de Justicia, de las Cortes y del Tribunal
Constitucional. Este criterio de ordenación no figura incorporado en la Ley
30/1984, cuyo mandato está directa y únicamente relacionado con las
instituciones y servicios de Seguridad Social de los funcionarios civiles, según
el ámbito de aplicación de la Ley regulado en su artículo 1.º. Sin embargo,
dicha limitación no se opone en modo alguno a un desarrollo más amplio en el
que tengan cabida otros funcionarios públicos. Aspecto que, como ya quedó
apuntado, aconsejaba la Ley General de la Seguridad Social y por tanto permite
su incorporación en el ámbito de aplicación del presente Real Decreto.
El segundo criterio consiste en atribuir a un solo régimen normalmente
el último, los períodos de cotización no superpuestos que se totalicen. Ello no
obstante, se debe atender a ciertas particularidades relativas a situaciones
derivadas de contingencias profesionales y al respeto de la concurrencia de
derechos en dos o más regímenes, aplicando al efecto legislaciones separadas.
75
En su virtud, a propuesta de los Ministros de Economía y Hacienda,
Trabajo y Seguridad Social, Defensa y para las Administraciones Públicas, con
informe de la Comisión Superior de Personal, de acuerdo con el Consejo de
Estado y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 12
de abril de 1991,
DISPONGO:
CAPITULO PRIMERO
Disposiciones generales
Artículo 1.º Ámbito subjetivo.
1. Las normas de este Real Decreto serán de aplicación para determinar
los derechos que puedan causar para sí, o para sus familiares, quienes acrediten
cotizaciones en más de uno de los regímenes de Seguridad Social que a
continuación se expresan:
a) Régimen de Clases Pasivas del Estado.
b) Régimen General y regímenes especiales del Sistema de la Seguridad
Social o sustitutorios de aquéllos.
2. La coordinación interna, así como el cómputo recíproco de cuotas
entre los regímenes a que se refiere la letra b) del número anterior, se regirá,
sin excepciones, por las normas establecidas al efecto en su legislación propia.
Artículo 2.º Ámbito objetivo.
1. El cómputo recíproco de cotizaciones regulado en el presente Real
Decreto se entenderá referido, exclusivamente, a las pensiones de común
naturaleza que estén comprendidas en la acción protectora de los regímenes de
cuyo cómputo recíproco se trate.
2. Al no existir equivalencia en la acción protectora de otros regímenes,
quedan excluidas de las normas de este Real Decreto las prestaciones
siguientes:
a) La pensión de jubilación parcial del Sistema de la Seguridad Social,
regulada por Real Decreto 1991/1984, de 31 de octubre.
b) Las prestaciones en favor de familiares que otorgan los regímenes a
que se refiere la letra b), del número 1, del artículo 1.º de este Real Decreto, en
cuanto queden referidas a nietos, hermanos, abuelos e hijos sin derecho a
pensión de orfandad.
Artículo 3.º Concurrencia de fórmulas coordinatorias.
1. El cómputo previsto en el presente Real Decreto se aplicará entre los
regímenes enunciados en el artículo 1.º, una vez aplicadas las vigentes
fórmulas legales de coordinación interna entre aquellos a que se refiere la letra
b) del número 1 del citado artículo.
76
2. No será de aplicación el cómputo recíproco de cotizaciones entre los
regímenes mencionados en el artículo 1.º, cuando las cotizaciones acreditadas a
uno de ellos surtan efectos respecto de Convenios o Acuerdos Internacionales
que no fueran aplicables a los restantes regímenes.
CAPITULO II
Disposiciones particulares relativas a las distintas clases de pensiones
SECCIÓN PRIMERA
Normas relativas a las pensiones derivadas de contingencias comunes
Art. 4.º Coordinación de funciones y cómputo recíproco de cotizaciones.
1. En los casos de pensiones de jubilación o retiro, invalidez permanente
o muerte y supervivencia, cuando el causante tenga acreditados, sucesiva o
alternativamente, períodos de cotización en más de un régimen de los referidos
en el artículo 1.1 del presente Real Decreto, dichos períodos, y los que sean
asimilados a ellos que hubieran sido cumplidos en virtud de las normas que los
regulen, podrán ser totalizados a solicitud del interesado, siempre que no se
superpongan, para la adquisición del derecho a pensión, así como para
determinar, en su caso, el porcentaje por años de cotización o de servicios
aplicable para el cálculo de la misma.
2. La pensión será reconocida por el Organo o Entidad gestora del
régimen al que el causante hubiera efectuado las últimas cotizaciones. En el
supuesto de que ésta fuera simultánea, la competencia para la resolución
corresponderá al régimen respecto del cual aquél tuviera acreditado mayor
período cotizado. Dicho Organo o Entidad resolverá aplicando sus propias
normas pero teniendo en cuenta la totalización de períodos a que se refiere el
número anterior.
No obstante, si en tal régimen el interesado no cumpliese las condiciones
exigidas para obtener derecho a pensión, procederá que resuelva el otro
régimen con aplicación de sus propias normas y teniendo en cuenta, asimismo,
la expresada totalización.
3. Para el cálculo de la pensión que corresponda se tendrán en cuenta las
siguientes reglas:
a) En el Régimen de Clases Pasivas los períodos de cotización que se
totalicen, acreditados en otro régimen, se entenderán como cotizados en el
grupo o categoría que resulte de aplicar las tablas de equivalencias contenidas
en el anexo del presente Real Decreto, a efectos de determinar el haber o
haberes reguladores que correspondan.
77
b) En los regímenes de la Seguridad Social, cuando en el período
computable para el cálculo de la base reguladora existan cotizaciones al
Régimen de Clases Pasivas, dicha base reguladora se calculará teniendo en
cuenta el haber o haberes reguladores correspondientes al Grupo de
pertenencia del funcionario en dicho Régimen durante el citado período.
Tales haberes reguladores, fijados anualmente en las Leyes de
Presupuestos Generales del Estado, se dividirán entre 12 para determinar la
cuantía de la base de cotización correspondiente a cada uno de los meses que
resulten afectados por el indicado cómputo.
4. A efectos de la aplicación del cómputo recíproco de cotizaciones
regulado en el presente Real Decreto, producido el hecho causante de una
pensión respecto de un determinado régimen, en ningún caso dicho régimen
tomará en consideración, a efectos de revisar o reconocer el derecho a dicha
pensión, las cotizaciones que pudiera acreditar el interesado con posterioridad a
la fecha de aquel hecho causante y que correspondieran a actividades que
dieran lugar a la inclusión o mantenimiento del mismo en otro régimen
distinto.
Art. 5.º Incompatibilidad.
1. Reconocida una pensión por el órgano o la Entidad gestora de un
régimen, si el cumplimiento del período mínimo de cotización exigido para el
derecho a aquélla, o la determinación del porcentaje aplicable para calcular su
cuantía, o ambas cosas, hubiese dependido de las cotizaciones computadas de
otro régimen, tal pensión será incompatible con otra que la misma persona
hubiera causado o pudiera causar en este último.
En tal caso, el interesado podrá optar por una de ambas pensiones.
2. Asimismo, será incompatible el percibo de la pensión reconocida con
la prestación de servicios o la realización de trabajos, por cuenta propia o
ajena, que den lugar a la inclusión del causante de la pensión en un régimen de
los enunciados en el artículo 1.º 1 de esta norma, en los supuestos en que se
hayan totalizado períodos correspondientes a un régimen que tenga establecida
tal incompatibilidad.
SECCIÓN SEGUNDA
Normas relativas a pensiones derivadas de contingencias profesionales
Art. 6.º Pensiones causadas en acto de servicio, por accidente de trabajo o
enfermedad profesional
1. El reconocimiento y cálculo de las pensiones derivadas de accidente
de trabajo y enfermedad profesional, o causadas en acto de servicio, se
excluirán de las normas sobre coordinación y cómputo recíproco de
cotizaciones previstas en los artículos precedentes, aplicándose, en estos casos,
la legislación del régimen correspondiente a la actividad profesional vinculada
78
con el accidente o la enfermedad.
2. El reconocimiento de una pensión derivada de accidente de trabajo,
enfermedad profesional o causada en acto de servicio, no impedirá que el
órgano o la entidad gestora de otro régimen de los referidos en el artículo 1.º 1,
en el que se acrediten cotizaciones, pueda reconocer una pensión derivada de
contingencias comunes si se cumplen los requisitos exigidos en la legislación
respectiva. En este caso, se excluirán de totalización los períodos cotizados por
el causante del derecho en el régimen deudor de la pensión derivada de
accidente de trabajo, enfermedad profesional o acto de servicio.
3. No obstante lo dispuesto en los números anteriores, en el supuesto de
que en el régimen que haya de reconocer la pensión derivada de contingencias
profesionales, el porcentaje para el cálculo de la pensión esté en función de los
períodos cotizados, el interesado podrá optar entre la aplicación de lo previsto
en los números anteriores o, alternativamente, que se totalicen todos los
períodos, conforme a lo previsto en la sección primera del presente capítulo.
En este último caso, la pensión derivada de contingencias profesionales será
incompatible con la que se hubiera causado o se pudiera causar en el otro
régimen, en los términos establecidos en el precedente artículo 5.º
DISPOSICIONES ADICIONALES
Primera.
El Ministro de Economía y Hacienda, a propuesta de los titulares de los
correspondientes Departamentos, podrá extender la aplicación de lo dispuesto
en este Real Decreto a otros regímenes básicos de Seguridad Social de
funcionarios de cualesquiera Administraciones Públicas.
Segunda.
No obstante lo dispuesto en el número 2 del artículo 3.º, las
transferencias de derechos a pensión de jubilación efectuadas por el Régimen
de pensiones de los funcionarios de las Comunidades Europeas, en virtud de lo
dispuesto en el número 1 del artículo 11 del anexo VIII del Estatuto de los
Funcionarios de las Comunidades Europeas, aprobado por el Reglamento
(CEE, EURATOM, CECA) 259/1968 del Consejo, de 29 de febrero, serán
objeto de coordinación general en los términos previstos en este Real Decreto,
una vez producido el ingreso en el Tesoro Público o en la Tesorería del
régimen correspondiente de los derechos económicos transferidos por el
Sistema Comunitario de Pensiones.
A dichos efectos, el procedimiento para establecer la equivalencia en
años de cotización del importe transferido, vendrá determinado por el Real
Decreto que regule las transferencias de los derechos a pensión de los
funcionarios que entren al servicio de las Comunidades Europeas.
79
Tercera.
El cómputo recíproco de cotizaciones a que se refiere este Real Decreto,
en el supuesto de que el mismo hubiese de practicarse por el Régimen de
Clases Pasivas, sólo procederá respecto de las pensiones causadas al amparo de
la legislación vigente a partir de 1 de enero de 1985, contenida en el título I del
texto refundido de Ley de Clases Pasivas del Estado.
Cuarta.
En aquellos supuestos en que se viniera percibiendo, una pensión a cargo
de un determinado régimen o Entidad y se solicitara de otro la aplicación del
cómputo recíproco de cotizaciones, regulado en el presente Real Decreto, aquél
continuará abonando la citada pensión hasta el momento en que el último haya
reconocido la nueva pensión, momento a partir del cual se producirá el cese en
el percibo de la primera.
Este último régimen o Entidad, a la hora de hacer efectiva la pensión al
interesado, detraerá del primer pago el importe correspondiente a las
cantidades ya percibidas y satisfechas por el anterior régimen o Entidad,
procediendo al ingreso de las mismas en la Tesorería de este último.
Quinta.
Para causar derecho a prestaciones económicas en situación de
incapacidad laboral transitoria en un régimen en el que se exija un período
previo de carencia, se podrán totalizar las cotizaciones acreditadas en otros
regímenes, siempre que no se superpongan con las efectuadas en aquél y que
dichas prestaciones estén incluidas en la acción protectora del régimen cuyas
cotizaciones se tengan en cuenta para causar tal derecho.
Sexta.
1. La Entidad Gestora u Organismo que, conforme a lo dispuesto en el
artículo 4.º, reconozca la pensión, asumirá el coste que se produzca por la
totalización de los períodos en cómputo recíproco.
2. Se exceptúa de lo previsto en el número anterior el coste de aquellas
pensiones, respecto de las que haya operado el cómputo recíproco de
cotizaciones cuando el causante de las mismas haya variado de régimen de
protección social por cambio de naturaleza jurídica del Centro, Organismo,
Sociedad estatal o Empresa de pertenencia, adscripción o en la que venía
prestando servicios.
En tales supuestos la Entidad que reconozca y abone la pensión
distribuirá anualmente su coste con la otra, a prorrata por los períodos
considerados como propios en cada una de ellas. A tal fin dichos costes y su
distribución serán objeto de examen y aprobación por una Comisión integrada
por representantes de los Ministerios de Economía y Hacienda y de Trabajo y
Seguridad Social, que realizará, además, el seguimiento y control de lo
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dispuesto en el presente Real Decreto.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Primera.
Lo preceptuado en el presente Real Decreto será de aplicación cuando
las cotizaciones a computar correspondan a regímenes anteriores a los actuales
de la Seguridad Social afectados, siempre que las normas reguladoras de éstos
tengan establecido, a efectos de sus prestaciones, el reconocimiento de dichas
cotizaciones y en los mismos términos en que esté dispuesto.
Segunda.
Las prestaciones que pudieran tener efectividad anterior a la entrada en
vigor de este Real Decreto y no hayan sido objeto de resolución, se tramitarán
y resolverán conforme a la normativa vigente en la materia hasta dicho
momento, sin perjuicio de que, una vez producida dicha resolución, sea
aplicable lo dispuesto en la siguiente disposición transitoria tercera.
Tercera.
1. Podrán solicitar la aplicación del cómputo recíproco de cotizaciones,
en los términos previstos en el presente Real Decreto y la consiguiente revisión
de sus pensiones, los actuales perceptores de pensiones que acrediten
cotizaciones en más de uno de los regímenes enumerados en el precedente
artículo 1.º
2. Asimismo, podrán solicitar la aplicación del cómputo recíproco de
cotizaciones aquellas personas que, antes de la entrada en vigor del presente
Real Decreto, hubieran instado o hubieran podido instar el reconocimiento de
alguna pensión con cargo a cualquiera de los regímenes de Seguridad Social y
no lo hubieran hecho o les hubieran sido denegadas sus solicitudes por no
cumplir los períodos mínimos de cotización exigidos en cada caso, siempre que
se encuentren comprendidos en el ámbito de este Real Decreto.
3. Las solicitudes de aplicación del cómputo recíproco de cotizaciones
referidas en los dos números anteriores podrán efectuarse en cualquier
momento, si bien los derechos que procedan tendrán efectos económicos el
primer día del mes siguiente a aquel en que se formule la correspondiente
solicitud.
No obstante, para aquellas solicitudes que sean cursadas dentro de los
seis meses siguientes a la fecha de publicación del presente Real Decreto en el
«Boletín Oficial del Estado», los efectos económicos se retrotraerán al primer
día del mes siguiente a dicha publicación.
La resolución de las solicitudes de aplicación del cómputo recíproco,
regulada en los números anteriores, en ningún caso supondrán merma o
81
restricción de los derechos económicos que venía percibiendo el interesado, al
que, en todo caso, le asistirá el Derecho de opción que se contempla en el
precedente artículo 5.º
Cuarta.
No obstante lo dispuesto en la disposición adicional tercera, a los
funcionarios a quienes fuera de aplicación la legislación del Régimen de Clases
Pasivas del Estado vigente a 31 de diciembre de 1984 y no hubieran causado
pensión por dicho Régimen, o por cualquier otro en el que habiendo efectuado
cotizaciones no cumplieran los requisitos exigidos para ello, podrán solicitar
del Régimen de Clases Pasivas la totalización de los períodos cotizados en los
restantes regímenes con anterioridad al hecho causante de su eventual derecho
a pensión.
Dicho cómputo sólo surtirá efectos a fin de completar el período de
carencia exigido por el Régimen de Clases Pasivas del Estado, aplicándose
para el cálculo de la pensión que proceda, exclusivamente, la legislación
vigente a 31 de diciembre de 1984.
La regla anterior será, igualmente, de aplicación a los familiares de los
causantes que, por no haber cubierto el período de carencia exigido, no
tuvieran derecho a pensión.
Los efectos económicos de las pensiones reconocidas según la presente
disposición se iniciarán el primer día del mes siguiente a aquel en que, por el
interesado se formule la correspondiente solicitud.
Quinta.
Cuando para el cálculo de la base reguladora, a que hace referencia la
letra b) del número 3 del precedente artículo 4.º, hubieran de computarse
períodos de tiempo anteriores a 1 de enero de 1985, los haberes reguladores
correspondientes a dichos períodos, dada su identificación con las retribuciones
básicas percibidas por el funcionario en activo, se acreditarán mediante la
certificación de los mismos por las Jefaturas de personal de adscripción del
funcionario o, en su defecto, por el propio funcionario según se desprenda de
los títulos administrativos en que consten tales extremos.
DISPOSICIÓN DEROGATORIA
Única.
Quedan derogadas todas las disposiciones de igual o inferior rango que
se opongan a lo dispuesto en la presente norma.
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DISPOSICIONES FINALES
Primera.
Se faculta al Ministro de Relaciones con las Cortes y de la Secretaría del
Gobierno para dictar, a propuesta de los de Economía y Hacienda, de Trabajo y
Seguridad Social, de Defensa y para las Administraciones Públicas, las
disposiciones que resulten necesarias para la aplicación y desarrollo del
presente Real Decreto.
Segunda.
El presente Real Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su
publicación en el «Boletín Oficial del Estado».
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ANEXO QUE SE CITA
Tabla 1. Equivalencias internas
REGIMENES DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Régimen General, Agrario de Trabajadores del Mar y de la Minería del Carbón (1)__
Ingenieros y Licenciados (grupo 1) ...............................................
Ingenieros Técnicos, Peritos y Ayudantes Titulados (grupo 2) .....
Jefes administrativos y de Taller, Ayudantes no titulados,
Oficiales administrativos, Oficiales de primera y segunda
(grupos 3, 4, 5 y 8) …………………………………………….....
Auxiliares administrativos, Oficiales de tercera y Especialistas
(grupos 7 y 9) .................................................................................
Subalternos, trabajadores no cualificados y agrarios por cuenta
propia (grupos 6, 10, 11 y 12) ……….…………………………....
1
2
5
7
6
Régimen Especial de Trabajadores por cuenta propia o autónomos __________
Colectivos integrados en virtud de su titulación:
Ingenieros y Licenciados ……………..……………………….....
1
Ingenieros Técnicos y Peritos …....................................................
2
Restantes colectivos ……………………………………………...
5
Régimen Especial de Empleados de Hogar _____________________________
Todo el colectivo ……………………………………….………..
6
Régimen de Clases Pasivas del Estado (2) _____________________________
Grupo A: índice de proporcionalidad 10; índices multiplicadores
4,75, 4,50, 4,00, 3,50, 3,25, 3,00 y 2,50 y Letrados,
Archiveros-Bibliotecarios, Asesores Facultativos, Redactores,
Taquígrafos y Estenotipistas y Técnicos administrativos, todos
ellos de las Cortes Generales ...................................................................... A
Grupo B, índice de proporcionalidad 8 e índice multiplicador 2,25 ........... B
Grupo C, índice de proporcionalidad 6, índice multiplicador
2,00 y Auxiliares administrativos de las Cortes Generales ………………. C
Grupo D, índice de proporcionalidad 4, índice multiplicador 1,50
y Ujieres de las Cortes Generales ………………………………………… D
Grupo E, índice de proporcionalidad 3 e índice multiplicador 1,25 ............ E
(1) Grupo de cotización.
(2) Reguladores.
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Tabla 2: Equivalencias entre regímenes
SEGURIDAD SOCIAL (1)
REGIMEN DE CLASES
PASIVAS DEL ESTADO (2)
1
2
5
7
6
A
B
C
D
E
”
CORRECCIÓN DE ERRORES CON MARGINAL 1991\1321
En la página 13895, segunda columna:
En la disposición adicional primera, donde dice: «... funcionarios de
cualesquiera Administraciones Públicas.»; debe decir: «... funcionarios de la
Administración Local y de cualquier otra Administración Pública.».
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