Salvador Cerón Aguilar

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Salvador Cerón Aguilar
El Reto de emprender en el contexto de México y el nuevo gobierno
Para el año 2001 las condiciones externas cambiarán de manera importante. La desaceleración de la economía de Estados Unidos, el menor crecimiento de la
economía mundial y la inestabilidad de los precios del petróleo conforman, dada la vulnerabilidad externa, un escenario complicado para la economía mexicana.
I El México que queremos construir
La gran mayoría de los mexicanos desea un país en crecimiento, pero con un crecimiento con equidad, sustentado en valores y principios éticos, un crecimiento
sano y sostenido cuyo objetivo sea el de mejorar la distribución del ingreso nacional, que mantenga las relaciones de equilibrio y estabilidad con el exterior, que
incremente las oportunidades de empleo y que asegure y promueva los recursos a través de la inversión y el ahorro necesarios para el crecimiento.
Un México en donde el desarrollo humano sea lo fundamental, con gran atención en el abatimiento de los actuales niveles de pobreza y marginación, un México
donde se construya una sociedad sobre la base de los valores universales, donde se fomente el respeto a la dignidad de la persona, se promocionen mejores niveles
educativos y se busque la satisfacción de los mínimos de bienestar de la población. Ante estos requerimientos sociales se reflexiona su viabilidad.
II Compromisos del nuevo gobierno
El nuevo gobierno se ha comprometido el alcanzar durante su administración, un crecimiento sano y sostenido de 7.0% anual, y una inflación de 3.0% similar a
la de nuestros principales socios comerciales.
Un crecimiento que permita generar 1,350,000 nuevas plazas anuales, apoyado por un importante impulso al autoempleo. Aunado a lo anterior, aseguró
promover y modernizar el sistema educativo hasta lograr un presupuesto equivalente al 8% del PIB, mejorar la distribución del ingreso y apoyar a la pequeña y
mediana empresa a través de micro créditos.
Particularmente, hemos dicho que la probabilidad de que la economía mexicana alcance una dinámica sostenida de crecimiento a tasas del 7%, dependerá en
mayor medida, del grado de inversión que se realice para acrecentar la todavía endeble infraestructura básica. Sin embargo, el nuevo gobierno ha iniciado su
gestión, presupuestalmente, con una baja capacidad de maniobra, por lo que la concreción del proyecto de reforma fiscal será fundamental para proveerse de los
recursos necesarios en el corto y en el largo plazo.
III Retos Coyunturales
A finales del 2000 se pudo advertir ciertas debilidades que podían impactar en el desarrollo futuro de la economía mexicana y que parecen concretarse a
principios del 2001. En contraste con el entorno favorable que prevaleció durante el año pasado, para el año 2001 las condiciones externas cambiarán de manera
importante.
La desaceleración de la economía de Estados Unidos, el menor crecimiento de la economía mundial y la inestabilidad de los precios del petróleo conforman, dada
la vulnerabilidad externa, un escenario complicado para la economía mexicana.
Sin duda, la Economía Global experimentará un ajuste importante, el cual muy probablemente pasará de un crecimiento de 4.0% en el 2000 a uno de entre 3.0% a
3.5% en el 2001. La esperada contracción de la economía de Estados Unidos se ha materializado, lo que provocó internamente una importante volatilidad en los
mercados financieros y un recorte de 0.50 puntos porcentuales en las tasas de interés a corto plazo, a fin de que la desaceleración no sea tan profunda; las
expectativas de crecimiento para este año van actualmente desde 2.5% a 3.2%; lo que, dada la dependencia de los flujos internacionales, y del comercio con este
país, hace prever para México una menor dinámica de crecimiento.
Por otra parte, la volatilidad en los precios internacionales del petróleo que generaron presiones adicionales sobre el tipo de cambio, después del recorte
anunciado en la producción por parte de los países de la OPEP ha mejorado. Todo ello hace más difícil mantener la corrección de la economía nacional y las
presiones de ajuste; es decir, continuar con el proceso de reducción de la inflación, concretar el proyecto de reforma fiscal integral, reducir la vulnerabilidad ante
fluctuaciones del precio del petróleo, impulsar la reforma estructural, aumentar la productividad y destinar mayores inversiones en infraestructura básica.
IV México en la Perspectiva 2001
En un entorno externo favorable, México culminó el año 2000 con una economía sana y con buenos resultados en términos de crecimiento, alcanzando una
expansión alrededor del 7.0% del PIB, la más alta de los últimos 19 años, rebasando ampliamente la meta inicial de 4.5% y reduciendo a 9.0% la correspondiente
a la inflación fijada en 10.0%.
En un escenario de "volatilidad externa y tensión social", la economía mexicana podría ubicarse en el 2001 con un crecimiento alrededor del 4.5%, una tasa de
inflación menor a la observada el año pasado y un tipo de cambio que podría terminar en $10.50 por dólar.
Ante la expectativa de una recesión en la economía de Estados Unidos, que configura un escenario de "shock externo" se ha generado incertidumbre y
nerviosismo respecto al impacto que podría provocar tal evento en la economía mexicana, el PIB podría ubicarse en alrededor del 3.0% y la inflación apenas
superior al 8.0%.
Particularmente creemos que la situación actual de baja inflación, alto crecimiento productivo y bajos inventarios de la economía estadounidense, señala la
continuación de la expansión de ese país, por lo que esperamos un crecimiento moderado sin que la economía pudiera derivar en una recesión. Por lo anterior,
sería poco prudente modificar nuestras expectativas, en tanto no se vea con mayor claridad las tendencias de los factores externos, como los precios del petróleo
que han empezado a corregirse, dejando de ser por ahora un factor de riesgo.
En el ámbito interno, es de esperarse que el Banco de México continúe aplicando una política restrictiva, a fin de moderar el ritmo de crecimiento de la demanda
interna, para acomodarla tanto a los límites de la capacidad productiva nacional como a la menor disponibilidad previsible de recursos del exterior y preservar los
avances logrados en la reducción de la inflación. La aplicación del "corto" seguirá y quizás con mayores montos, lo que implica observar ajustes a la alza en las
tasas de interés.
Algunas de las fortalezas de la economía mexicana para enfrentar la adversidad del entorno externo son: el mantenimiento de una política de cambio flexible, un
sistema financiero más sólido, finanzas públicas sanas, reservas internacionales ordenadas, ausencia de vencimientos importantes de la deuda externa y una
cuenta corriente financiada principalmente por inversión extranjera directa, misma que en algunas cúpulas empresariales se estima será de US$14,000 millones en
el 2001. Aunado a lo anterior, se proyecta un programa de construcción de vivienda que se espera compensará en buena medida el impacto externo en la
generación de empleos.
Nuestro futuro estará determinado por nuestras capacidades, la claridad de nuestra visión y la consistencia ética de nuestras acciones. Es necesario el ejercicio de
un liderazgo emprendedor "Constructor de futuro".
Dr. Salvador Cerón Aguilar
STF Consulting Group Presidente
[email protected]
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