Los Catálogos de Exposiciones 20 II LOS CATÁLOGOS DE EXPOSICIONES Los Catálogos de Exposiciones de Bellas Artes en Córdoba 21 II.1. Los catálogos de exposiciones como tipología documental: funciones informativas Es normal que paralelamente a la programación de las exposiciones temporales, se desarrolle la elaboración de un catálogo, que viene a constituir el elemento permanente de las mismas. La mayoría de estos catálogos ofrecen una descripción detallada de cada una de las piezas expuestas, fruto de un importante trabajo de documentación y de investigación científica, coordinado por el Comisario. Además, algunos incorporan un estudio sobre el contexto social, histórico y cultural de las obras expuestas realizado por especialistas en la materia. En los catálogos más completos se incluye algún capítulo dedicado al diseño de la exposición o a aspectos museográficos concretos, así como la ficha técnica en la que figura el equipo interdisciplinar que ha colaborado en la realización de la misma. De forma resumida podemos decir que el catálogo desempeña un cometido antes, durante y después de la exposición: a) Antes de la exposición los catálogos cumplen la función de facilitar una “orientación intelectual” (Belcher, 1994: 125) pues, facilitan que antes de la visita el público entienda mejor lo que va a contemplar, facilitan la comprensión de la globalidad, ya que los hechos por sí mismos tienen un valor limitado, si se desconoce cómo se relacionan unos con otros a través de algún tipo de síntesis. Si esto se puede conseguir antes de que tenga lugar la visita, llegado el momento, el visitante estará preparado para la experiencia. De esta forma se evitará no sólo la confusión que pueda darse cuando el visitante se encuentre ya en la exposición, sino que también se favorecerá una visita planificada y comprensiva y por tanto, una visita menos ajetreada y más placentera. b) Durante la exposición porque los objetos solos a veces no son suficientes y para una experiencia educativa más completa del visitante, se necesitan apoyos de interpretación y medios que faciliten una mayor comprensión. Los objetos son silenciosos. A través de documentos como las guías o los catálogos pueden hablar de sí mismos, de su origen, de su propósito, etc. (Dana, 1927: 16-22). c) Después de la exposición. En las exposiciones temporales, el catálogo además de atender la necesidad del espectador “antes de” y “durante” la exposición, a menudo constituye el último vestigio material del evento y, en cuanto tal, tiene un valor inmenso para el investigador. Una vez que ha finalizado la exposición se podrá consultar el texto y las imágenes con la tranquilidad adecuada. En este sentido el catálogo se constituye en una extensión y desarrollo de la esencia de la exposición (Belcher, 1994: 178). Los Catálogos de Exposiciones 22 II.2. El control bibliográfico y los catálogos de exposiciones El Control Bibliográfico Universal (CBU) aconseja que en cada país exista una legislación que garantice el seguimiento de las publicaciones, una bibliografía nacional que difunda esas publicaciones y un centro o institución encargada de estas tareas. Todo control bibliográfico nacional depende de estos tres elementos, mutuamente dependientes, que han de darse simultáneamente para conseguir los objetivos perseguidos por este programa del CBU. Por lo tanto, muy ligadas la control bibliográfico nacional están las bibliotecas nacionales y en el caso de España la Biblioteca Nacional. También hay que tener en cuenta que, tras el nacimiento de las comunidades autónomas en nuestro país, aparecen las bibliotecas regionales o centrales de las comunidades (en el caso de Andalucía la Biblioteca de Andalucía, con sede en Granada). Este tipo de bibliotecas van a recibir todo el material que se publica en cada comunidad y guardan cierta semejanza con la nacional del Estado. Las bibliotecas regionales o "nacionales" cabeceras del sistema bibliotecario en una comunidad o región, en su mayoría, han asumido la función de elaborar las bibliografías regionales, confeccionadas a partir de los materiales, que en virtud del Depósito Legal, se entregan en las respectivas bibliotecas. Entre las competencias de estos centros están: la posibilidad -si se considera efectiva- de publicar la propia bibliografía mediante la catalogación de los ejemplares provenientes del Depósito Legal o bien recibiendo los registros elaborados por la Biblioteca Nacional de Madrid y ampliando esa información con la referente a otras publicaciones o noticias, relacionadas de algún modo con la bibliografía nacional propiamente dicha (Dexeux Mallol, 1987: 51). Las comunidades han elaborado leyes de bibliotecas. La ley de Bibliotecas de Andalucía 8/1983 (segunda comunidad autónoma que cuenta con una ley de este tipo) recoge en su art. 8 que la Biblioteca de Andalucía tiene como misión específica la de recoger, conservar y difundir el patrimonio bibliográfico andaluz y toda la producción impresa, sonora y visual andaluza y sobre Andalucía. Y para ello hay obligación de depositar un ejemplar de todo lo publicado en esta Comunidad. Son materias de Depósito Legal: “los escritos, estampas, imágenes y composiciones musicales producidas en Andalucía en ejemplares múltiples con fines de difusión y hechos por procedimientos mecánicos, químicos o cualquier otro que pudiera inventarse en el futuro". De este modo, la Biblioteca de Andalucía, desde su creación y puesta en funcionamiento, recibe en virtud de la legislación del Depósito Legal, que es la general del Estado Español, los materiales que se producen en la Comunidad: monografías, folletos, publicaciones Los Catálogos de Exposiciones de Bellas Artes en Córdoba 23 periódicas nuevas, microfichas, hojas sueltas, carteles, postales, mapas y publicaciones diarias”. El decreto 294/1987 establece el organigrama interno y las funciones que competen a la Biblioteca de Andalucía: "La misión fundamental de la Biblioteca de Andalucía ha de ser la de inventariar y catalogar los documentos que a ella accedan, asegurar su conservación, y ponerlos a disposición de toda la sociedad. Nace así la Biblioteca de Andalucía con un privilegio que la distingue de todas las demás de nuestra comunidad, debido, por una parte al beneficio del Depósito Legal y, por otra, por la obligación especial que contrae por los fondos que vaya a contener. La combinación de estos elementos permite definirla como una biblioteca enciclopédica de la cultura andaluza, abierta a todos”1. Expresadas ya las principales cualidades de estos centros bibliotecarios, no cabe duda que tenían que ser lugares imprescindibles para nuestra investigación: era aquí donde podríamos encontrar -según toda la teoría expuesta- de forma más rápida y exhaustiva lo producido sobre cualquier tema referido a Andalucía. Es decir la Bibliografía Nacional en Curso es fundamental para realizar un repertorio especializado de estas características pues como mantiene de Torres Ramírez (1991: 6): "se ha convertido en la base de toda la bibliografía nacional. De la retrospectiva, que se elabora por acumulación de sus números sucesivos; y de la especializada, que puede confeccionarse a partir de ella por selección temática". Sin embargo, esta realidad descrita hay que matizarla para el tipo de documentos que queríamos recopilar: los catálogos de exposiciones, pues, entre estos catálogos se incluyen gran cantidad de folletos o publicaciones menores, una de las tipologías documentales que se suelen escapar a este exhaustivo sistema de control descrito y, sobre todo, que no suelen estar disponibles en su totalidad en las grandes bibliotecas. Por ejemplo la Biblioteca Nacional, debido a la cantidad de obras que recibe, en el proceso de catalogación suele no tener en cuenta algunas. Actúa de manera selectiva sobre el conjunto de materias que son objeto de Depósito Legal. Este mismo criterio se sigue a la hora de elaborar Bibliografía Española, como señala Girón (1991: 16): "la cobertura de Bibliografía Española coincide con los materiales que se catalogan para su 1 Decreto 294/1987 de desarrollo de la Biblioteca de Andalucía. Preámbulo. Los Catálogos de Exposiciones 24 inclusión en el catálogo general de la Biblioteca Nacional". Entre estas obras se encuentran algunos folletos, que por su poca consistencia no se recogen en favor de otras obras de mayor envergadura. Fuentes Romero (1977: 3), sobre esta problemática, ha escrito lo siguiente: "Incorporar todo este material al fondo de los demás libros es algo que no vemos ni viable ni práctico, y ello por varias razones. Esta ingente cantidad de material tendrá, con el paso del tiempo un valor, al menos cultural, enorme; pero en el momento en que aparece son mínimas, por no decir nulas, las personas a las que pueda interesar su consulta. Incluirlos en el fondo normal de cada biblioteca no supone otra cosa sino recargar dicho fondo pues partimos del principio de que no van a ser usados de inmediato. Además está el hecho de que la mayoría de las bibliotecas no andan tan sobradas de espacio como para ocuparlo con un material que, hoy por hoy, es, como ya hemos dicho de poco manejo por parte del lector. Por otra parte está el problema, y no pequeño, de su catalogación, clasificación, registro, ficha topográfica...". Esta situación la hemos constatado durante nuestra investigación y hemos comprobado que la Biblioteca Nacional es la menos adecuada para localizar todos los catálogos de exposiciones de Bellas Artes publicados en Córdoba. Las bibliotecas más idóneas son las de la propia localidad, incluso más que la Biblioteca de Andalucía, pues dan más cobertura a los temas locales recogiendo publicaciones que no se incluyen en la bibliografía nacional y en la regional, con frecuencia materiales menores. Sin embargo, tampoco hemos podido limitarnos a la consulta de las bibliotecas locales debido a que para conseguir la exhaustividad pretendida era necesario realizar una búsqueda por todas las bibliotecas citadas, que por sus características, dedujimos que podían servirnos para nuestro trabajo y esto se debe al hecho de que existen una serie de factores que impiden que las bibliotecas conserven todo lo que uno espera o todo lo que según sus fines deberían recibir y guardar. Entre estos factores están los siguientes: distintos criterios de selección a la hora de poner disponibles al público los materiales menores; pérdidas de fondos; omisiones en la recepción de los ejemplares correspondientes al Depósito Legal2; distinta antigüedad de las bibliotecas y, como 2 Según la legislación vigente cada editor debe depositar 5 ejemplares de lo publicado: 3 para la Biblioteca Nacional, 1 para la biblioteca pública provincial correspondiente y 1 para la biblioteca central de la comunidad autónoma. A pesar de que los 5 ejemplares se depositan a la vez en la oficina que gestiona el Depósito Legal en cada provincia, con frecuencia hemos constatado que no están disponibles en todas estas bibliotecas, a veces localizamos una obra en la Biblioteca Nacional y comprobamos que no está en una o en el resto de las bibliotecas y viceversa. Los Catálogos de Exposiciones de Bellas Artes en Córdoba 25 consecuencia, distinta cobertura cronológica en sus fondos; disparidad de criterios para las adquisiciones retrospectivas sobre las obras de nuestro interés, etc. Por lo tanto los catálogos de exposiciones se ven afectados, respecto a su recopilación y conservación de cara la futuro, por el distinto -y a veces nulo- interés que se tiene ante los folletos en las diferentes bibliotecas. Fuentes Romero ha realizado una clasificación de los folletos y publicaciones menores que suelen llegar a través del Depósito Legal (restringiendo el empleo de estas dos denominaciones a las publicaciones que no superan las 10 páginas). Dentro de esta clasificación llama "programas de exposiciones" a los programas que se editan al inaugurarse una exposición donde vienen enumeradas las obras que se presentan, alguna ilustraciones de las mismas y datos biográficos del artista. Considera que, a pesar de la tendencia que existe en las bibliotecas de no tener muy en cuenta los folletos a la hora de la catalogación, "es de suma importancia conservar estos programas, pues el día en que se quiera hacer la historia cultural de cada provincia en cualquier periodo, habrá que recurrir a ellos como única forma de conocer lo que nos mostraron los sucesivos artistas que por allí pasaron. Al mismo tiempo nos indicarán la preponderancia de tal o cual manifestación artística y la aceptación o rechazo que tuvo cada artista" (Fuentes Romero, 1977: 3). Esta postura nos parece muy acertada y expresa la importancia que tiene recoger y tener disponibles este tipo de publicaciones en las bibliotecas, pues, debido al carácter efímero de las exposiciones no es fácil conseguirlos una vez que éstas han finalizado. II.3. Las exposiciones y los catálogos de exposiciones de Bellas Artes en Andalucía Sobre esta materia y referida a Andalucía contamos con los datos del periodo 1987-1996 incluidos en un estudio sobre la producción bibliográfica de Bellas Artes en Andalucía3. En este trabajo se recopilan y analizan, entre otras publicaciones, los catálogos de exposiciones de Bellas Artes referidos a Andalucía publicados en las ocho provincias andaluzas y en el resto de España. El número total de obras localizadas fue de 817 y respecto a las materias de estos catálogos, el número total de obras publicadas de cada materia es: 3 Nos referimos a la tesis doctoral: HERRERA MORILLAS, J.L. Diez años de producción bibliográfica sobre Bellas Artes en Andalucía (1987-1996), realizada en la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Granada, dirigida por la Dra. y Catedrática de Bibliografía, Dña. Isabel de Torres Ramírez. Fue leída el 19 de Julio de 1999 ante el tribunal presidido por Dña. Gloria Rokiski y compuesto por Dña. Gloria Carrizo, Dña. Mª José López-Huertas, Don Jerónimo Martínez y Don Domingo Sánchez-Mesa. Los Catálogos de Exposiciones 26 1º. Pintura: 540 2º. Arte en general: 137 3º. Escultura: 69 4º. Grabados: 27 5º. Arquitectura: 22 y Dibujo: 22 6º. Trabajos artísticos en metal: 10 7º. Artes industriales: 7 9º. Urbanismo: 4 8º. Cerámica artística: 9 También nos parece interesante reflejar la relación entre los catálogos de exposiciones y el resto de las tipologías documentales de las obras publicadas sobre Bellas Artes en Andalucía (1987–1996). Para ello estas publicaciones sobre Bellas Artes aparecen agrupadas mediante una clasificación que quiere reflejar los tipos de documentos que, después de recoger y analizar las obras, se han observado que son los más frecuentes. Todas las obras se pueden incluir dentro de los libros o los folletos, según el número de páginas. Y algunos además pueden estar dentro de los siguientes tipos: tesis, guías, obras pedagógicas, catálogos de exposiciones y otros. Tipologías documentales de las publicaciones sobre Bellas Artes en Andalucía (19871996) Libros Folletos Tesis Guías Pedag. Expos. Otros (1475) (556) (41) (100) (138) (817) (61) El apartado otros agrupa publicaciones de Encuentros, Seminarios, Jornadas, Cursos, Conferencias, Homenajes y Congresos. En primer lugar aparecen los libros (1475 obras, el 46,3 %) y después, por orden de cantidad de obras: catálogos de exposiciones (817 obras, el 25,6 %), folletos (556 obras, el 17,4 %), obras pedagógicas (138 obras, el 4,3 %), guías (100 obras, el 3,1 %), otros (61 obras, el 1,9 %) y tesis (41 obras, el 1,9 %). Dentro de los catálogos de exposiciones los folletos alcanzan la cifra de 349. En el apartado otros están incluidos: 6 Cursos, 2 Conferencias, 11 Homenajes, 16 Congresos, 5 Encuentros, 1 Seminario y 17 Jornadas. La época del año con más exposiciones organizadas en las capitales andaluzas es otoño-invierno. Las salas en las que se celebran y que destacan por su mayor actividad Los Catálogos de Exposiciones de Bellas Artes en Córdoba 27 son: Chicarreros, San Fernando, Villasís, El Monte, Imagen (en Sevilla); La Caja, Viana, CajaSur y Palacio de la Merced (en Córdoba); Casa Consulado del Mar y Galería Benedito (en Málaga); Centro Cultural La General, palacio de la Madraza y palacio de los Condes de Gabia (en Granada); Salas Provinciales de Exposición de la Diputación (en Jaén). Los editores mayoritarios de los catálogos suelen ser las Cajas de Ahorros, las Diputaciones y las propias salas de arte y galerías. Dentro de éstas la única que destaca en número de exposiciones y catálogos editados es la Galería Benedito de Málaga. De los museos sobresale el de Bellas Artes de Córdoba. Los Catálogos de Exposiciones 28 Referencias bibliográficas BELCHER, M. (1994). Organización y diseño de exposiciones: su relación con el museo. Gijón: Trea. DANA, J.C. (1927). Should Museums be Useful. Newark. N.J.: Newark Museum. DEXEUS MALLOL, M. (1987): "Las bibliotecas nacionales de las comunidades autónomas". En: Actas de las I Jornadas bibliotecarias de Andalucía, Almería, pp. 49-52. FUENTES ROMERO, J.J. (1977): Folletos y publicaciones menores en el Depósito Legal: las bibliotecas y la región. Madrid: Comisaría Nacional de Bibliotecas. GIRON GARCIA, A. (1991): "El control bibliográfico en España". En: Primer Congreso de Bibliografía Asturiana Oviedo, 11-14 de abril 1989, Oviedo: Biblioteca de Asturias, pp. 35-54. TORRES RAMIREZ, I. de (1991): "De nuevo sobre la bibliografía general nacional periódica en España: historia y presente". Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, año 7, nº 24, Sept., pp. 5-23.